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John y Thum es una comedia teatral del autor Pedro Muñoz Seca. Como es habitual en el autor, la pieza se articula en torno a una serie de malentendidos y situaciones de enredo contados con afilado ingenio y de forma satírica en torno a las convenciones sociales de su época. En este caso, el autor se entrega a un juego metaliterario escribiendo una obra que parodia las tramas detectivescas tan famosas de la época.
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Seitenzahl: 72
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Muñoz Seca
DISPARATE CÓMIGO-LlRICO-BAILABLE
en dos actos , divididos en seis cuadros
Estrenado en el TEATRO ESPANOL de Madrid, el 22 d Diciembre de 1917
Saga
John y Thum Pedro Muñoz SecaCover image: Shutterstock Copyright © 1917, 2020 SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726508321
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
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Droits de representation, de traduction et de reproduction reservés pour tous les pays, y compris la Suede, la Norvege ét la Hollan de.
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Queda hecho el depósito que marca la ley.
Para el graciosísimo actor Joaquin Montero, colaborador mío en esta obra, con un abrazo muy fuerte de
El Autor
Un camarero y dos mozos (que no hablan). Cuatro marineros.
Una lujosa habitación en el Hotel Franklin, en Londres. Puerta de entrada en el lateral derecha, otra en el lateral izquierda y balcón en el foro. Es de día. Epoca actual.
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(Al levantarse el telón no hay nadie en escena. Tras una breve pausa entran por la derecha, primero, un CAMARERO, con dos maletas, y luego el MAITRE D’HOTEL, JOHON y WILLIAM . Mister John es un señor como de cincuenta años, y William un mucha cho de veinticinco .)
Maitre Este es el departamento que se le ha reservado.
John Perfectamente. ¿Qué te parece, Thum?
Thum (Secamente .) Bien.
John ¿Bien?
Thum Bien.
John ( Al Maitre .) Bien. ¿Se han seguido mis instrucciones?
Maitre Al pie de la letra. Puede el señor enterarse de la topografía del departamento. Este saloncito sólo tiene dos puertas; una que da al pasillo, y otra al dormitorio, el cual, a su vez, comunica con el cuarto de baño; un cuarto de baño que es el último vocablo de la higiene. Hay en él baño de agua, de aire y de sol. Un sencillo mecanismo, movido por dos llaves, lo hace funcionar. La llave de aire resulta un poco complicada; pero la llave de sol es sencillísima.
John ¿Qué te parece, Thum?
Thum Bien.
John ¿Bien?
Thum Bien.
John (Al Maitre .) Bien. ¿El servicio es esmerado?
Maitre Archi-ultra-super, señor.
John ¿El precio?...
Maitre Caro.
John ¿La cocina?...
Maitre Económica.
John Perfectamente. Supongo que el dueño le habrá enterado del contenido de mi carta.
Maitre Tengo todas las instrucciones necesarias.
John Bien. ¿Qué otra cosa?... ¡Ah! Esa criada que encargué que me buscaran para que estuviese directamente a mi servicio...
Maitre Está esperando al señor.
John ¿Tiene buenas referencias?
Maitre Iumejorables. Es trabajadora, fiel, amable y muda.
John ¿Muda?
Maitre Sí, señor: muda; pero no sorda. Oye perfectamente y no puede replicar. Es una ventaja.
John S í, mientras permanezcamos en el hotel, pase; pero si tengo que viajar, es un fastidio viajar solo con una muda.
Maitre Si el viaje es corto.. Como el señor exigía una criada poco habladora...
John Bien: dígale que entre, y cuando lleguen en mi busca los señores Sherlok Holmes, Nick-Carter, Arsenio Lupin y Fantomas, que pasen. (se van por la derecha el Maitre y el CAMARERO .) Thum, abre la maleta oscura, saca el testamento y tenlo todo preparado. (William obedece. Suenan unos golpes en la puerta de la derecha .) Adelante. (Entra una CAMARERA muy vieja .) ¿Es usted la criada que ha de estar a mis órdenes? (La Camarera indica por señas que sí.) ¿Qué sueldo desea usted ganar? ( La Camarera indica por señas que dos y medio .) ¿Dos y medio? (Repite la seña .) ¿Dos dollars y medio?... (La Camarera dice por señas que dos y enseña una pierna.)
¡Ah! Media: dos libras y media. Es algo caro Hoy. para ganar dos libras y media, hay que sudar el kilo. Pero, en fin, le daré lo que pide. ¿Qué te parece, Thum?? Thum Bien.
John ¿Bien?
Thum Bien.
John Bien. ( A la camarera .) Ocúpese de que suban el resto de nuestros equipajes. (La Camarera se inclina y se va por la derecha .) Ardo en deseos, querido Thum, de rasgar este sobre misterioso y conocer la última voluntad de Mister Puff. ¿Para qué diantre habrá querido que escuchen la lectura de su testamento esos dos famosos ladrones y esos no menos famosos detectives? ¿Tú te lo explicas?
Thum No.
John ¿No?
Thum No.
John Esode que yo, un notario de mi seriedad, tenga que avistarme con esa gente... Menos mal que gracias a esta excentricidad de Mister Puff voy a permanecer en Londres una semana y voy a gozar un poco de la vida... Un goce honesto, se entiende, porque cuantas veces he intentado divertirme alegregremente, he salido siempre con las manos en la cabeza. Una vez perdí la dentadura de dos bofetadas; otra, me partieron el cráneo con un sifón, que por cierto no se partió, y otra, me pegaron un balazo en este parietal, que aquí tengo la cicatriz. (se quita el bisoñé y enseña una cabeza sin un solo pelo y brillante como una bola de marfil ) Yo, por lo visto, no he nacido para correr lo que se dice una juerga; siempre he salido con las manos en la cabeza... y quejándome. Y si vieras qué ganas me dan de... vamos, de meterme en bulla... Porque, aunque notario, yo llevo dentro un juerguista. Pero me da miedo, porque si me tiran otro sifonazo...
Thum Debe darle.
John ¿Debe darme?
Thum Debe darle miedo.
John ¡Ah! (Llaman con los nudillos a la puerta .) ¡Caramba! (Se pone el bisoñé .) Abre, Thum. (Thum abre y entran la CAMARERA y dos MOZOS que transportan un gran baúl .) ¡Ya! (La Camarera le da una tarjeta .) ¿Eh? (La lee .) Sherlock Holmes. Que pase.
Holmes (En la puerta de la derecha ) A sus órdenes.
John ¿Me ha oído usted?
Holmes Gracias a este micrófono de mi invención que percibe hasta lo que se dice en secreto. (Inclinándose .) Beso a usted la mano, Mister John.
John Le imito, señor Holmes. Tome asiento, pues no puedo comunicarle el objeto de esta cita hasta que nos hallemos todos reunidos.
Holmes No necesito que me diga usted nada; me bastan mis deducciones.
John Quizás se equivoque...
Holmes Sherlock Holmes no se equivoca jamás. Estoy en el Hotel Franklin, de Londres, en el cuarto número trece, en presencia de Mister John Protokol, notario de Liverpool, que ha citado en este sitio, a las cinco en punto de la tarde, a Lupin, Fantomas, a mi compañero Nick-Carter y a mí, ¿no es cierto?
John Eso lo sabe usted porque yo se lo he escrito.
Holmes En efecto. Pero es igual. Yo lo hubiera adivinado. Mi clarividencia es tal, que lo que no veo, lo entreveo y lo preveo. Y voy a probárselo. (se lo lleva aparte .) Usted ha escrito al dueño del hotel encargándole una camarera de toda confianza, y el dueño le ha proporcionado esta muda, ¿no?