La Fórmula Secreta de la Juventud - 2M Alana Stone & Sue Stone - E-Book

La Fórmula Secreta de la Juventud E-Book

2M Alana Stone & Sue Stone

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Beschreibung

Este libro es para todo aquel que quiere saber más, que se pregunta acerca de la vida y de la muerte, del cuerpo humano, que está abierto a conocerse mejor y, sobre todo, que es capaz de poner a prueba incluso sus creencias más arraigadas.”

Buscamos estar más saludables y parecer más jóvenes. ¿A quién no le gustaría? Pero esperamos que una pastilla mágica o una operación consiga cambios en un sistema vivo complejo. A veces se producen, pero pueden resultar ser tan efímeros y peligrosos que no siempre merezca la pena.
La vitalidad y el conocimiento del funcionamiento global e interconectado de cada área del cuerpo humano es de una importancia crucial para llegar a conseguir transformaciones asombrosas y que perduren por mucho más tiempo. Aumentar la vitalidad del organismo es la clave y para ello, tendrás que descifrar paso a paso los secretos de la vida y de la mente. 
Desde aquí se desarrolla La Fórmula Secreta de la Juventud hacia un camino que una vez que comiences no querrás abandonar, porque cuando eres consciente de que tienes la vida en tus manos, ya no la querrás soltar.

2M es un dúo de mentes que se dedica a investigar diversos temas, sobre todo los relacionados con la vitalidad y la mejor calidad de vida. Una de sus componentes es Alana Stone, psicóloga y con carácter científico y filosófico, enfrenta diversos temas que son discutidos, tratados, observados y experimentados junto con Sue Stone. Ambas son hermanas y sus intereses y reflexiones sobre los mismos temas, hicieron que los avances y conocimientos crecieran de manera exponencial. No tardaron en darse cuenta de lo enriquecedor que era su método de preguntas comunes, con respuestas y experiencias totalmente diferentes, para avanzar de una manera más eficaz.
 

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2M

 

Alana Stone

&

Sue Stone

 

 

 

La Fórmula Secreta de la Juventud

 

 

 

 

 

ISBN: 979-83-58-27177-7

Impresión y encuadernación: KDP

© 2022 Texto: 2M

© Maquetación: Jenő Pap

© Logotipo: Andrés Guirado García © Fotografía de cubierta: KDP

 

 

© 2023 Europa Ediciones | Madrid www.grupoeditorialeuropa.es ISBN 979-12-201-3571-9

I edición: Junio de 2023

Depósito legal: M-5014-2023

Distribuidor para las librerías: CAL Málaga S.L.

Impreso para Italia por Rotomail Italia S.p.A. - Vignate (MI)

Stampato in Italia presso Rotomail Italia S.p.A. - Vignate (MI)

 

 

 

 

 

 

La Fórmula Secreta de la Juventud

 

 

 

 

 

 

 

 

Este libro lo queríamos dedicar a la VIDA, ese misterio del que nos vamos sintiendo más cerca cada día y que muestra el camino a todos aquellos que la valoran y que tienen como finalidad llegar a conocerla.

 

 

 

 

 

Queríamos agradecer a cada uno de los aventureros que sean capaces de adentrarse en los secretos de la vida, que buscan alimentar su vitalidad, porque si somos más la vida se hará más fuerte.

 

 

 

 

 

Ama la vida que tienes para poder vivir la vida que amas.

 

(Hussein Nishah)

 

INTRODUCCIÓN

Este libro es una versión práctica de cómo aumentar la vitalidad en nuestro cuerpo. Para poder guiar la práctica, en primer lugar, hay que repasar ciertas ideas y conceptos, que como podrás comprobar, son muy importantes para la obtención de los resultados

óptimos. Hemos hecho una gran recopilación, tanto de ideas, como de ejercicios físicos y mentales, que pueden transformar la energía y la vitalidad de tu organismo.

Las consecuencias en el cuerpo y en la mente te pueden llegar a sorprender. El bienestar, la salud, la felicidad, la juventud son solo algunos de los beneficios que puedes adquirir de una manera muy sencilla.

Nos volvemos a presentar por si aún no nos conocéis: 2M, somos dos autoras, dos mentes diferentes que han descubierto que la unión en ocasiones hace la fuerza, ya que en nuestros diálogos hemos conseguido, llegar más lejos de lo que habría podido cada una de nosotras por su lado. Con profundos conocimientos en psicología, yoga, Qi gong, meditación, mindfulness, filosofía y bioquímica, exponemos de una manera sencilla, las conclusiones que mejor nos han funcionado en nuestras vidas.

Todos los avances y descubrimientos parten del pensamiento, la observación, la curiosidad y sobre todo, la capacidad de hacerse preguntas y ser lo suficientemente valientes para buscar las respuestas, a pesar de lo que diga la lógica de la mayoría y lo considerado como “normal” hasta el momento. Poder abrir la mente más allá de lo estrictamente establecido, nos abrirá a un mayor conocimiento de nosotros mismos y de nuestras posibilidades. Sin olvidar en ningún caso, la realidad y la ciencia, que son la base fundamental de cualquier avance.

Estamos a veces tan centrados en el conocimiento del mundo que nos rodea, tan centrados en el conocimiento sobre otras personas, que perdemos el norte, desapareciendo de nuestra vista casi sin darnos cuenta. La persona más importante que la que nos deberíamos ocupar, solo puedes ser tú misma.

Si estás, todo importa; si no, todo desaparece.

Este libro es para todo aquel que quiere saber más, que se pregunta acerca de la vida y de la muerte, del cuerpo humano, que está abierto a conocerse mejor y, sobre todo, que es capaz de poner a prueba incluso sus creencias más arraigadas. No pretendemos cambiar tus creencias, tan solo que te preguntes por ellas. El fin es que elijas libremente qué creer y qué desechar, de una manera totalmente consciente, teniendo clara la dirección de tú vida. Las mejores decisiones se toman cuando nos sentimos equilibrados y con una alta vitalidad. De ahí la importancia de aprender a generarla.

En seres racionales la vida debería tener un sentido y el sentido que nos parece más lógico sería “aprender a vivir”, ser capaces de manejar y aumentar nuestra vitalidad. El regalo de la vida es algo que todo el mundo posee, pero no todos saben qué hacer exactamente con él.

La realidad es que vivimos siempre pensando en que hay un final, en muchas ocasiones temiéndolo y en otras, utilizando la conciencia de ese final para ser capaces de

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apreciar los innumerables bienes que tenemos, en vez de aprender a hacerlo como un hábito saludable.

Con cada página, podrás descubrir un poco más de ti mismo, de la vida y de cómo crear mayor vitalidad y juventud. Podemos afirmar, que esos son los efectos secundarios casi garantizados, pero todo depende de ti.

La lectura te ayudará; si lo vuelves a leer, empezarás a notar ciertas mejorías en ti; si lo integras en tu vida, verte más joven y vital puede ser un hecho. Las ideas que nos benefician, es importante que formen parte del pensamiento habitual, así como ser conscientes de los pensamientos, sentimientos y creencias, que van exterminando lentamente nuestra energía vital.

Los ejercicios propuestos, son importantes para conseguir y ver resultados, pero no se trata de hacerlo todo a la vez, tan solo hay que seleccionar lo que más se acomode a tu forma de vida.

Somos un cuerpo y una mente, y cuando olvidas trabajar una parte, esa parte parece olvidarse también de ti.

Este libro está creado para empezar a aprender a vivir, para conseguir ser indefinidamente joven, para tener más fortaleza y vitalidad. Se trata de empezar a saber cómo funciona la vida y poder ponerla a tu favor.

¿Sería eso posible?

Pronto lo descubrirás por ti mismo.

¿Te atreves a saber más?

2M.

      

LA VIDA Y LA VITALIDAD

¿Qué sentido tiene la vida? Cada uno de nosotros busca las respuestas de diferentes maneras, casi siempre basadas en nuestra cultura, y en aquello que hemos aprendido como verdadero. Es la manera habitual, para asentar nuestro conocimiento del mundo que nos rodea.

En numerosas ocasiones, la búsqueda se realiza en todas partes, menos en la vida misma. Muchos creen en una «vida mejor» o «la verdadera vida» justo cuando la vida, tal y como la conocemos, ha desaparecido. La mayor parte de personas del mundo entero, poseen una firme idea o creencia acerca de lo que es la vida y la muerte. Algunas muy diferentes entre sí, sin embargo, es imposible que todas sean ciertas en su totalidad.

Hay toda una serie de preguntas para las que hay múltiples respuestas, como:

¿Qué es la vida en sí misma?

¿Tiene algún sentido independientemente de la muerte?

¿Es sólo un tránsito con un trágico final?

¿Sabe alguien vivir la vida realmente?

¿Hemos aprendido los seres humanos a vivir la vida plenamente?

¿Nuestra capacidad de vivir más y en mejores condiciones, es posible?

 

Cada cual, según su cultura, su experiencia, sus conocimientos y sus creencias, dará respuestas totalmente diferentes, algunas incluso contradictorias. Sin embargo, la vida es una sola cosa en esencia, independientemente de lo que hayamos aprendido hasta ahora, cada uno de nosotros.

Seguro que crees que tu versión es la única cierta, es en la crees, la que te han enseñado y el resto del mundo, está equivocado. Es lo mismo que piensan los demás, los que creen en cosas totalmente diferentes a ti. Las creencias, son solo eso, creencias, no conocimientos y puedes tener las de tus padres, las de tu cultura o inventarte otras nuevas, pero no dejaran de ser algo inventado.

Las mentiras, más antiguas, son solo más antiguas, no más verdaderas. Sin embargo, no hay que subestimar el poder de la creencia, puede ser en ocasiones más fuerte y tangible, que la propia verdad. Habría mucho que añadir acerca de «la verdad», del conocimiento, de la creencia, pero iremos paso a paso, descubriendo cada realidad, explorando cada concepto, en su preciso momento.

Una postura que nos ha hecho avanzar realmente y obtener resultados sorprendentes, ha sido poner en tela de juicio las creencias aprendidas, las que tiene la mayoría, y empezar a explorar con la mente inocente de un niño, que puede hacerse preguntas sin la limitación de una serie de normas. Sería como pensar: ¿Y si no fuese cierto? ¿Qué otras posibilidades podrían aparecer ante nuestros ojos?

      

Vida o muerte.

¿Qué estás eligiendo?

Parece una pregunta sencilla de contestar y con una respuesta evidente, pero como comprobarás a lo largo de este libro, no todo es lo que parece. Hay pensamientos, creencias, emociones, acciones, que llevan marcadas una cierta dirección y las seguimos, a ciegas, sin ser conscientes de sus consecuencias.

Podrías sorprenderte averiguando, que puedes estar eligiendo exactamente lo contrario a lo que creías. Casi todos piensan, que hacen todo lo posible por vivir bien. Los que además se cuidan, piensan que llevan una clara dirección hacia una mayor vitalidad y les pasan desapercibidas las pérdidas de energía y las áreas en que están perdiendo la batalla.

Puede que en diversos ámbitos y de diversas maneras, te estés dirigiendo sin darte cuenta en más ocasiones hacia la muerte, que hacia la vida. Como veremos, seguimos vivos por los pelos, o más bien, porque no siempre llevamos la misma dirección. En ocasiones nos dirigimos hacia la muerte y en otras, nuestro rumbo va más encaminado a la vida. Somos seres complejos y contamos con diversas áreas, que además de estar interconectadas, interactúan entre sí constantemente. Podemos tener incluso, diferentes direcciones en cada una de estas áreas. Se puede imaginar uno, que una de estas parcelas en las que se divide la vida, no va a resultar determinante por sí sola.

Todos y cada uno de nosotros, pasamos la mayor parte de la vida, siendo totalmente inconscientes de las consecuencias de nuestras elecciones. Las tenemos cada día, cientos de ellas, tal vez incluso más, de una manera tan natural como respiramos, pero pocas veces nos paramos a pensar en lo que ocurre realmente con cada una de ellas.

Las elecciones nos afectan, tienen sus consecuencias, solo debemos averiguar, qué hemos estado eligiendo exactamente hasta ahora y cambiar el rumbo en aquello que sea necesario.

A lo largo de este libro podrás ir averiguando más, acerca de la direccionalidad de tu vida, de sus resultados y de cómo transformar errores pasados. Ofrecemos diferentes prácticas, que te pueden ayudar a aumentar tu vitalidad, de manera que puedas revertir las consecuencias que estés viviendo en estos momentos.

Este libro te hará preguntarte sobre muchas de las creencias, elecciones y decisiones que tomas cada día, y te puede hacer consciente de cómo te afectan realmente. Podrás comprobar por ti mismo, la importancia de saber cómo aumentar la energía de tu cuerpo, la vitalidad del organismo, de sus beneficios y ser testigo, de numerosas transformaciones que se llevarán a cabo en tu cuerpo y en tu vida.

Potenciar la vida, no significa hacer como que no existe la muerte. Todo lo que nos rodea parece seguir el mismo ciclo de vida y muerte, es algo que vemos cada día y que forma parte de nuestra realidad. No hay que cerrar los ojos y hacer como que no existe, no hay que partir de una mentira irreal para poder alcanzar otra que a día de hoy parece más bien una fantasía. Se trata de tener la certeza de su existencia, porque así lo vemos cada día y ser conscientes de las mil y una maneras de llegar allí, así como descubrir lasmil formas de formas de mantenerla alejada. La muerte es un proceso natural, pero ¿es realmente inevitable?

Para comenzar a cambiar lo que parece una meta, imposible de evadir, sería una buena idea dejar de pensar en la muerte, como algo inevitable y vivir así, en la indefensión en la que hemos aprendido a vivir. Las creencias son más poderosas de lo que podamos imaginar, a veces se imponen sobre la lógica, sobre la supuesta verdad, sobre todo lo que se conoce como normal. ¿No deberíamos entonces optar por creencias que nos beneficien? ¿No sería mejor creer que podemos hacer algo por alargar nuestras vidas?

Es algo que llega, cada cual tiene su fecha de caducidad, todo el mundo tiene su destino, es una sombra que nos acecha constantemente, etc. Son algunas de las ideas generalizadas que tenemos acerca de la muerte.

Podemos empezar a pensar que tal vez pintamos algo en el funcionamiento de nuestra vida, más de lo que imaginábamos o sabíamos, puede que sea precisamente el tipo de pensamientos que necesitamos para cambiar el rumbo. El hombre a lo largo de su historia se ha visto abocado a diversas tragedias sobre las que no tenía control, como la falta de alimentos, desastres naturales, enfermedades, etc. Si miramos atrás, muchas de las desgracias por las que pasaron los hombres del pasado, ahora mismo serían fácilmente salvables, por el simple hecho de que hemos adquirido conocimientos de cómo hacerlo. Sin embargo, quedó a lo largo de nuestra historia, una semilla de la que no nos hemos podido librar todavía a día de hoy, que germinó en el hombre, formando parte de sus arraigadas creencias, y es el sentimiento de la inevitabilidad de la muerte. No es lo mismo, sentirse vulnerables a ella, que sentir que es inevitable y nos puede asaltar sin previo aviso, dejándonos expuestos al azar y perdiendo algo de vital importancia para alejarla lo más posible, la capacidad de control sobre nuestra propia vida.

Mientras estamos vivos, podemos hacer algo por potenciar la vida, o por acercarnos de una manera más acelerada hacia la muerte. Para poder sacar el máximo partido a la vida, se requieren conocimientos y eso es algo que no deberíamos pasar por alto.

La ciencia solo explica una parte contrastable empíricamente. La evidencia nos dice que la vida se inicia en la gestación y el nacimiento; la vida comienza en el cuerpo. La muerte llega cuando ese cuerpo deja de funcionar. Es algo visible e irrefutable, por tanto, es un buen punto de comienzo. No podemos negar que la ciencia desconoce casi tanto o más de lo que conoce. Y eso, por desgracia, sigue siendo un hecho. La vida surge de manera que aún a día de hoy parece algo misteriosa, a pesar de conocerse al dedillo todos y cada uno de los procesos químicos y físicos que se llevan a cabo desde que surge. El cómo una serie de elementos químicos, forman las diferentes formas de vida que nos rodean, es todavía algo que nos maravilla y a esa grandiosidad, le hemos dado también diversas explicaciones, pero la realidad, es que ninguna supone una respuesta válida a ciencia cierta.

¿Cómo continuar indagando y abriendo camino en un conocimiento más profundo?

Con el pensamiento, la observación e incluso la experiencia propia y ajena, se puede llegar aún más lejos de lo que jamás imaginamos. Toda la ciencia, parte del pensamiento novedoso y de la observación, culminándose el proceso con la experimentación, siempre que es posible. Como profesionales de psicología, sabemos muy bien las limitaciones a las que nos enfrentamos en cuanto al ser humano, cuya complejidad dificulta enormemente su estudio. Además, se lucha incansablemente, por medir de la mejor manera, variables abstractas como el pensamiento, por tanto, quizás somos los científicos que menos temen enfrentarse a este tipo de dificultades.

No obstante, con el pensamiento también hay que tener una serie de precauciones. No se trata de construir preciosos castillos en el aire, ni de buscar solo aquello que nos hace sentir más tranquilos o aquellas respuestas que nos gustan más. Se trata de buscar conocimiento y se trata de buscar veracidad, sin descartar una posible comprobación empírica futura. Pero para ello, no hay que partir de las creencias y hoy en día, incluso muchos de los conocimientos que poseemos están totalmente impregnados por ellas. Ya hay mucho sobre lo que construir, contamos con innumerables avances científicos, pero también hay muchos tiros al aire, dudosas hipótesis, creencias infundadas y un largo etcétera, que nos ha ido desviando de lo que realmente importa, la vida y su conservación.

La ciencia está hecha por hombres, con sus propias creencias y limitaciones, siendo muchas de ellas autoimpuestas y otras las llevamos arrastrando a lo largo de nuestra larga historia como una parte más de nuestro ser. Otras dificultades vienen por la complejidad en las medidas y en la naturaleza desconocida, de áreas de difícil acceso, como por ejemplo la mente.

¿Cómo se va a llegar a algo nuevo, si ya se creen conocer las respuestas?

¿Cómo se puede llegar a una verdad irrefutable, si las creencias personales se imponen por encima de la razón y la ciencia?

Si siempre se repite lo mismo de generación en generación, cabe preguntarse: ¿Cómo puede avanzar el conocimiento hacia nuevos caminos inexplorados?

Aun así, todos los avances científicos comienzan con pensamientos e incluso algo de imaginación, que van más allá de lo conocido hasta ese momento. Tal vez pronto, el conocimiento profundo de algo tan básicamente importante como es LA VIDA pase a avanzar vertiginosamente y llegue a ser tanto una prioridad para la ciencia, como algo al alcance de todos, para poder así tener opciones de una mayor longevidad y una mejor salud.

La vida es aquello que nos hace ser quienes somos. Lo único que tiene sentido y que podemos conocer. Es lo único que sabemos que existe con certeza. Por tanto, solo a partir de un conocimiento más profundo del ser, se puede llegar a la profundidad de la vida y así, encontrar su sentido. Todavía hoy en día no se conoce demasiado bien, y nos parece algo «mágico» e inexplicable. El cuerpo humano, su funcionamiento, a pesar de todos los avances científicos, sigue siendo un gran misterio.

En parte, creemos que sigue siendo un misterio porque hay una gran mayoría que así lo prefiere, o creen que el ser humano jamás será capaz de entenderlo y que se trata de algo que escapa a sus posibilidades de conocimiento. Todo lo que aún no podemos conocer de una manera científica, se manda al ámbito mágico o divino, y ahí lleva siglos vagando.

Por otra parte, en nuestra opinión, falta reunión de conocimientos y un estudio paralelo a los que se realizan a diario, que unifique descubrimientos, más holístico, integrador y preciso. El conocimiento está dividido. Quizás de alguna manera es algo necesario o al menos lo ha sido, primero hay que conocer las partes, para poder un día ser capaces de hallar el todo. Pero la propia inmensidad de cada parte ha absorbido a cada estudioso en el tema, creyendo además que se trata del área más importante. Se ha perdido el objetivo último, la perspectiva correcta, que debería ser el funcionamiento perfecto de la vida.

Creemos firmemente que todo conocimiento ha sido, es y va a ser positivo, además de necesario, para llegar más allá. Sin embargo, es hora de avanzar, es hora de borrar los límites autoimpuestos y de dar pasos hacia el frente, sin tanto miedo. Éste, surge en la zona donde aparecen los hechos difíciles de explicar y que tal vez, no son medibles de la manera a la que estamos acostumbrados. El pensamiento y las emociones serían un ejemplo. Hasta hace relativamente poco, la psicología no era considerada una ciencia y yo diría, que todavía hoy sigue luchando por estar a la altura de otras ciencias. Está claro que tanto las emociones como los pensamientos, no son fáciles de medir de una manera objetiva y por esa razón, se ha trabajado sobre todo con las consecuencias o las conductas, ya que éstas, son más evidentes y fáciles de medir. También se ha avanzado mucho en los cambios físicos y bioquímicos del organismo.

Por mucho que nos esforcemos parece imposible llegar a medir los pensamientos, ya que son abstractos y solo se pueden conocer en el caso de ser compartidos, y eso suponiendo que se dice la verdad.

La vitalidad, la cantidad de vida que tenemos, podría ser algo parecido. El Chi o flujo de vida es algo que se ha llegado a conocer de una manera intuitiva y por tanto a día de hoy es todavía difícil de medir.

La ciencia ha desechado todo lo que no resulta fácil de medir, hace como que no existe y eso ha estancado el conocimiento más profundo y también el más necesario. Puede que nunca lo podamos medir directamente, porque no parecen tener estos procesos, ni el Chi, ni el pensamiento, una consistencia física, ni energética, ni de tipo ondulatorio, por tanto, con los métodos conocidos hasta ahora, no parece posible. Negar su existencia o su importancia, es solo una salida fácil y no precisamente la que más nos conviene. Sabemos, que la psicología, a pesar de sus dificultades en las medidas, a pesar de tratarse de una ciencia más probabilística que precisa, a pesar de las grandes diferencias individuales de los seres humanos… ha conseguido avanzar mucho y ayudarnos a mejorar nuestras vidas. Los avances son buenos y se deberían encaminar hacia aquello que es aún bastante desconocido y difícil de medir, porque eso sí que podría hacer que mejorase nuestras vidas de una manera incalculable.

Un punto de partida para saber más acerca de la vitalidad, serían los novedosos pensamientos integradores y las preguntas correctas, esas que no tienen miedo de las dificultades que se pueden encontrar en el camino.

Todo eso nos llevará, a ir construyendo una dirección por la que dirigirnos y por la que un día, podrá la ciencia ir forjando su andadura con paso firme. Desde este punto de vista filosófico y experiencial, partimos para averiguar qué sabemos, qué ignoramos y qué podemos estar pasando por alto. No nos limitamos a exponer tan solo una retahíla de pensamientos, hay muchas prácticas que integrar en la apertura de dicho conocimiento.

Antes de entrar de lleno en empezar a explicar algunas nociones sobre la esencia vital o vitalidad y el por qué la llamamos así, deberíamos seguir indagando acerca de la vida y la muerte, acerca de diferentes puntos de vista y de sus posibles consecuencias.

Los conceptos y creencias arraigados dan forma a nuestra realidad, por tanto merecen toda nuestra atención y que les demos un buen repaso. Además, te proponemos unos nuevos puntos de vista que parecen cuadrar con la realidad que percibimos y que te pueden ayudar, a la hora de saber qué estas eligiendo en cada instante y hacia dónde se dirige tu vida en la actualidad.

Imaginemos la vida y la muerte como un continuo, en el que nos podemos poder estar aproximando a uno u otro extremo según nuestras acciones, decisiones o creencias. Imaginaros en medio de dos extremos a la persona. A un lado está la vida, la vitalidad, la energía vital y al otro lado tenemos a la muerte en su extremo, y viene a ser el camino de pérdida de vitalidad y desgaste de energía vital. Nosotros estamos en el punto medio. Cada decisión, pensamiento, acción o elección, lleva su propia dirección. Eso lo podemos observar cada día en nosotros mismos y también somos capaces de sentirlo. Para ello, proporcionaremos diversos ejemplos y también ejercicios para que tú mismo lo puedas poner a prueba. Aunque por el momento, piensa en ese concepto e integra la siguiente pregunta en tus decisiones, emociones y acciones:

¿Estoy ganando energía o perdiéndola?

Si tenemos en cuenta este continuo, donde en cada decisión, nos encaminamos más hacia un lado u otro, podemos preguntarnos por la dirección de nuestras decisiones y nuestras acciones. De esta manera, podremos realmente aumentar de una manera óptima la esencia vital. Es algo intuitivo, pero puedes darte cuenta que cada acción, decisión, emoción… tiene una serie de consecuencias en el organismo. Estas consecuencias, se encaminan en una de las dos direcciones, de ganancia o pérdida de vitalidad. Eso es algo que se siente o se percibe y es también medible, porque tiene sus consecuencias físicas.

En varios ejemplos vamos a aclarar todos estos puntos y os daréis cuenta, que era algo evidente que estaba pasando desapercibido hasta este momento.

Un ejemplo sería la curiosidad. ¿Qué nos provoca curiosidad?

Si lo que nos incita a buscar respuestas es por ejemplo cómo conseguir más vitalidad o cómo se puede estar más saludable, esa curiosidad lleva una clara dirección hacia la vida.

A veces la curiosidad va encaminada a preguntarse por lo que puede pasar después de la muerte o cual sería nuestro límite físico en determinada actividad, por ejemplo, al practicar un deporte extremo. En estos casos, la dirección es hacia la pérdida de vitalidad o hacia la muerte, la cuál sería la meta última de dicha dirección.

La curiosidad en sí misma, como veremos más adelante es un motor de vitalidad, pero al mismo tiempo, puede estar mal dirigida.

Otro ejemplo serían algunas emociones negativas, como la ira. Si somos de las personas que se ponen como locas por cada pequeño contratiempo, es evidente que el desgaste energético y vital, puede ir cayendo en picado. Por el contrario, cuando se intenta proveer nuestro organismo de emociones positivas, solemos recuperar vitalidad.

Por muchas veces que nos dirijamos hacia la muerte, no lo hacemos en todas las decisiones o pensamientos. Todos los ejemplos anteriores, podrían pertenecer a una misma persona, lo que explica que vivamos un poco más, a pesar de todas las piedras que ponemos en el camino.

Aunque en alguna acción o decisión, perdamos energía vital, no significa que nos estemos dirigiendo hacia la muerte de una manera continua, ni que vayas a morir mañana por haber elegido mal. De hecho, perdemos energía vital cada día de diversas maneras. La clave está, en ir sabiendo cómo recuperarla y en lo posible, ir evitando esos caminos que no nos convienen.

LA DIRECCIÓN habría que tenerla en cuenta de una manera más general. Es una decisión, que determinará en cierta medida el resto de lasdecisiones. Por ejemplo, si decidimos vivir por encima de todas las cosas, si le damos un valor elevado a la vida y a su conocimiento, puede que pequeñas decisiones, cómo qué comer, si hacer deporte o no, elegir relajarnos o meditar, etc. se dirijan también de una manera intuitiva en esa dirección. La dirección global es algo que deberíamos tener muy claro, sobre todo si tu objetivo es tener más vitalidad y permanecer joven de una manera más indefinida en el tiempo. Los errores por supuesto, pueden ir apareciendo, pero si somos conscientes de ellos, se pueden ir subsanando conforme los encontramos. El tener clara esa decisión global nos puede servir de ayuda. Es más, puede ser la clave, la base principal sobre la que asentar el resto de decisiones y en la cual, podemos dirigir nuestra intuición de una manera más beneficiosa y efectiva.

Suponemos que la esencia vital o la vitalidad, es la vida en potencia, es algo que no se puede medir, pero que en cierta manera se puede sentir. De una manera intuitiva, sería como una especie de energía, aunque no lo es y lo que se sabe con seguridad, es que aparece como resultado de la vida. Es lo que nos distingue de los seres inertes, con los que compartimos compuestos químicos y procesos físicos. Sabemos cuándo algo tiene vida y cuando no, por todo un funcionamiento integral de una serie de sistemas. La vitalidad o esencia vital, sería la cualidad que poseen estos cuerpos con vida. Esa vitalidad, a pesar de la dificultad en la medida, podemos sentir que posee continuas pérdidas y ganancias en el cuerpo, y el objetivo último, es conseguir un equilibrio o un balance positivo, en el que la vida se mantiene y se autogenera.

De una manera visible, sabemos cuándo alguien tiene mayor o menor vitalidad. Lo vemos en el aspecto y en detalles, que denotan normalmente una buena o mala salud. Pero la vitalidad, a pesar de manifestarse también por estos rasgos, no es algo visible, ni como hemos dicho, medible en estos momentos. Nos toca usar la lógica, la intuición, la percepción, los conocimientos que tenemos hasta ahora para poder saber si algo es más o menos vital, si tiene una mayor o menor cantidad de vida. Esta idea viene de la experiencia y de la observación, ya que todos vemos cuerpos deteriorados, los cuales no nos extraña que mueran y otros que mueren de manera súbita y repentina. Es evidente, que esto ocurre porque algo interno estaba dañado, pero a la vez podría estar reflejado en la cantidad de vida que poseía la persona en ese momento, a pesar de no ser un aspecto siempre visible.

Creemos que conseguir un equilibrio entre las pérdidas y ganancias, sería la clave para mantener la esencia vital, en un estado óptimo de manera continua. Para ello, tenemos que conocer por dónde se producen las pérdidas y cómo podemos ir generando ganancias de vitalidad para rectificar dichas pérdidas. La teoría parece lógica, pero si nadie lo ha conseguido aún —nos referimos a ese equilibrio perfecto— es debido a que no es tan sencillo. Somos seres muy complejos, por tanto, las maneras de ir perdiendo vitalidad son muchísimas y algunas nos pasan desapercibidas. Seguro que aquí, en este texto, encontrarás algunas pérdidas, de las que no te habías percatado hasta ahora, y maneras de obtener ganancias de esencia vital, en las que nunca habías pensado. A pesar de todos nuestros esfuerzos, no sabemos si hemos dejado algún aspecto importante de lado. Lo que aseguramos, es que conforme avanzas tanto en el conocimiento, como en la práctica acerca del funcionamiento de la vida y la vitalidad, ya no puedes parar, ya que los beneficios son evidentes. En ocasiones, incluso asombrosos. Se siente un mayor control, que puede beneficiar todos y cada uno de los aspectos de la vida.

Los conceptos y creencias que tenemos acerca de la vida y de la muerte, que parecen algo totalmente inofensivo, pueden estar marcando la dirección que estamos eligiendo y determinando muchas de nuestras decisiones de una manera inconsciente. Poseemos creencias, qué nos puede estar determinando cómo vivimos y cómo morimos y nos pueden dar pistas, acerca de aquello que nos limita, para poder conseguir vivir mucho mejor y por mucho más tiempo.

Como ya veremos a lo largo de este libro, hay muchas y grandes limitaciones en nosotros mismos, y desconocemos aún, qué podríamos llegar a ser sin estos obstáculos en el camino. Eso es, aún algo por descubrir. Aunque podemos afirmar por nuestra experiencia, que cuando acabas con algunas de esas creencias erróneas, cuando tienes clara la dirección de tu vida, cuando empiezas buscar maneras de tener más y más vitalidad, todo cambia, la vida, el cuerpo, la vitalidad… todo mejora de una manera que no se puede explicar con palabras y que preferimos que experimentes por ti mismo.

Un gran lastre que arrastramos y nos pesa cada vez más es el temor a la vida, por la que parece siempre planear la «inevitable sombra de la muerte». Es un miedo que nos hace pasar la mayor parte de la vida preocupados, temerosos y que borra en ocasiones el sentirnos afortunados de poseer algo tan valioso como la vida. El temor a morir determina en muchas ocasiones la vida. Al estar constantemente determinada por la muerte, peor aún por el miedo a ésta, terminamos viviendo con miedo, lo que nos aleja al mismo tiempo de lo único que poseemos, la vida.