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Danza la pluma. Danzan las Musas. En este trabajo de arduo desarrollo que inspiró al Poeta. Poesía, tras poesía, inscribe en su corazón con labios enajenados de rosas. Antagónicos versos de soberbia madurez, de ardiente súplica, en Orquídeas de Verano y de peleas de invierno… Obras de teatro, y gran Inspiración con solemne deleite, en retórico arrojo, suspiro tras suspiro, en exhalación a un triunfo de estrellas y manto de astros de oro, de azul invocación, y de terrestres Milagros, encendidos en flores y fuego de mareas…
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Seitenzahl: 233
Veröffentlichungsjahr: 2016
ALEJANDRO RODRIGO FLAGEL
LA LIRA DE TU VOZ
Editorial Autores de Argentina
Flagel, Alejandro R.
La lira de tu voz / Alejandro R. Flagel. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2016.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-711-486-7
1. Antología de Poesía. I. Título.
CDD 861
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail:[email protected]
Diseño de portada: Justo Echeverría
Diseño de maquetado: Maximiliano Nuttini
Ilustración de portada: “Labios Deslumbrados” (Oleo) por Alejandro Rodrigo Flagel.
A mis padres, a mis hermanos, y hermana, todos los amigos y amigas, Docentes, Maestros, Profesores, compañeros y compañeras, a todos los Poetas y Poetisas, de todo el mundo, a los Médicos y Profesionales que conocí, a cada Médico, a cada Docente, a cada hermano, a cada Persona que vi en la vida, que está en la Vida, a quienes me brindaron su luz, a quienes me contestaron algo en la calle, a esas almas que siempre están… Los colectiveros, los trabajadores, la gente de los colectivos que te mira con simpatía, a todos los vecinos de mi vida, las complicidades, las ternuras, timideces, alegrías y saludos ebrios de amor…
Y a cada niño, niña, y niño y niña que esté por nacer,
ó criatura que haya nacido…
A cada Pareja, a los que anhelan un amor en su vida,
a todos los que se sienten y/ó están solos, solas,
a cada Familia,
y a los que necesitan amistad y una Familia,
A todos y a todas…
Y a los paseadores de perros.
¡Dios nos bendiga a todos!
índice
Prólogo del autor
Poesías
Labios deslumbrados
El desafío de tus ojos
Tuyo es el Arte, niña…
Soledad y miel
Amaneces…
Desluce mi corazón la glosa
Mi boca
Musgo…
Elegía a la esperanza
Dulce… como tus labios...
Hasta la voz del ágata…
Doblegada espiga
Para mi amada,
De Amor y pena
Herida de besos de azules crepúsculos
Sombras
Contra Viento y Marea
Territorio de boca clausurada
Trenzad
Contigo
Bajo el cielo
Mi roja luz…
Sombra y ala (El beso de tu sombra)
Soy la sombra
Mi rojo anhelo
Por recorrer…
Esplendor y Guía:
Bajo el Sol
Espero…
Rojo hielo
Rocío sobre tus ojos de alba
Si sientes que el amor, no te reclama…
Nieve
Para Lucila
Mi rota ala
Me gustaría decírtelo
O fui sólo
Sombra fugitiva
Para amanecer
Tu mirada
Tapiz de oro
Titán, desde su Aurora…
Desvelada Aurora blanca de tu mano
Desde tu risa
Doblego el arte
Sin Canto
Al oído de una música serena
Rojo atardecer…
Pena en Gloria
Sol radiante, sol distante
Excede…
Unión febril
Para Diana Lara Bazaldúa - El beso de mi cara
Mi cuerpo
Azul de pena
Mi brisa es fuego
Distante y sombra
Hacia la dulce estepa
Septiembre
Sueño y broquel
Sólo del lirio
Déjame
Náufrago de rosas
Corazón al viento (2)
…Y los miro pasar...
Mi amor, deja
Amanecer tus ojos
(Para Andrea) - Ponderarte
(Para Andrea) - Lo eres todo
(Para Andrea) - …Y yo no olvido
(Para Andrea) - Intencional
(Para Andrea) - La mirada de mi amada
Tus ojos son dos Cielos (2)
Tus ojos son dos Cielos
Sombra de los otros
Fuese de mi vientre
Tus ojos - (Para Andrea)
Velaré, por tu melancolía
Tu boca besa
Por ser quimera…
El Arte de mi luz
Estrella, de mil claros
Estercolas el aliento
Goce altivo
Cual sudorosa mano…
Un heraldo de mi beso
Sílaba de amor
Si por ventura…
Vencido estoy
Mi sol sediento
De tu beso
Mujer serena
Donde recorre tu beso
Donde descansen tus párpados
Todavía
Duelo de corazón y labios
Al beso níveo de tu contorno
Vamos con una nueva...
De destilado rostro
Labio junto a labio…
Rosa protesta
Mi deseo
Ofrece… - (A Lucila)
Ante tu boca (2)
Aires de dulzura
La venganza del jazmín
En tus besos
De tu belleza
El mar
Compañero
Obras de Teatro
El invierno del bajel Primaveral
Julieta y Alejandro
La expresividad es una forma donde el hombre expande su potencial de sensaciones, ser poeta es una palabra mayor, llenar el alma con palabras exquisitas, humedecerla con el amor manifiesto deja al expuesto un corazón listo para la entrega, estos poemas declara que el poeta no es sólo un escritor sino un ingeniero de los sentimientos declarados, tiene todo el material a mano, él lo diseña para que quede de la forma más útil y bella posible para ser luego utilizado con tal fin.
Andrea Díaz
Cada poema sublime, trasciende la palabra escrita, para convertirse en una danza majestuosa para el lector. La exquisita prosa, ofrece el deleite, un mundo de sentimientos y sensaciones. Arduamente, prolijamente expresados en la composición poética.
Sin duda un poeta moderno, del presente, que posee la virtud, de escribir en estilo casi Rococo, sobre el amor y desamor. Como sólo lo escribieron… los más bellos poetas de otros tiempos.
Sofía Czarnowski
Estoy segura de ello, que este libro de poemas mostrará a los ciegos lo que no quieren ver, y a los sordos lo que no acaban de oír, en él hay calidades rotundas, marcadas, casi insuperables que resumen un abanico maravilloso de intuiciones poéticas.
Poemas como ríos áureos en diversas y explorables direcciones. Doy fe como amiga del ingenioso talento del autor, Alejandro, me consta de su amor por la poesía que la hizo y la hace felizmente posible, el entusiasmo apasionado y todos los parámetros apropiados para juzgar una obra de inteligente lirismo como la suya. Confieso que su calidez humana va unido a este magnífico regalo de antología, aportando novedades, fantasías, inquietudes, aportando al lector un océano de experiencia, donde el autor refugia el amor hacia el fondo de todos los espejos que en algún momento el lector rescata de su profundidad, su verdad y su camino. Así es Ale para los amigos. Un enamorado del amor, una poesía amorosa ascendente y admirable.
Carmen Pla Ferrer
Entrar al mundo de la poesía de Alejandro, es traspasar el umbral de la realidad y dejarse envolver por las dulces palabras del amado a su objeto del aprecio. Todo esto con el embeleso de los versos que hacen que se pierda el sentido y nos dejemos llevar por un arrebol de emociones y fantasía.
Una pluma que habla de amor, de admiración, de altos sentimientos. Así es la pluma de Alejandro Flägel, y este libro un vivo ejemplo de que las palabras que en él están escritas nacen de un corazón sublime.
Lorena Pérez Quan
Alejandro se caracteriza por la profundidad de sus temas; no escatima a la hora de buscar tesoros en el corazón humano. Acude a su propia experiencia para verterla sobre otras almas, igualmente sedientas de caricias etéreas. Henos aquí, intentando explicar las huellas que sus letras han dejado en nuestro espíritu, como si eso fuera suficiente. Sin embargo por ello el arte de este poeta moderno es puro: nos regala palabras mágicas que explican palabras ordinarias, aquello innombrable, los sentimientos sin lógica, las emociones sin explicación, las experiencias religiosas o místicas, encuentran su apelativo entre las finas imágenes de su poesía, convirtiendo la vida en una danza continua.
Cristina Garay
Alejandro, me sorprende y me deleita tu poesía. Tienes la capacidad de componer con una riqueza de vocabulario que me permite percibir, a través de tu esmerada selección de palabras, tus sentimientos y emocionarme cual si fuera testigo de lo que acontece en tu relato. Es realmente admirable e inusual, en este siglo, encontrar a un poeta joven con tu potencial y magnífico manejo de la lengua. Como decíamos en la escuela primaria: Sigue así!!
Big bear hugs,
Ms Martha
Prólogo del autor:
"Tú eres lo que es el profundo deseo que te impulsa. Así como es tu deseo, es tu voluntad. Tal como es tu voluntad, son tus actos. Tal como son tus actos, es tu destino." Me enamoró la poesía, desde los 16 años, ya la escritura formaba parte de mi vida, pero conocí la poesía y el amor, a través de ella, en la poesía, y en las jóvenes, a las que hice llegar mi corazón a través de un papel y lápiz, ó tinta y papel, horas de insomnio enamorado, de desvelo esperanzado, con la miel de la locura de la adolescencia, y la madurez de un corazón desbocado, por su dulzura.
A partir de entonces, mi camino siempre fue el mismo, transitado por la misma senda,
alejándome de lo rutinario, para seguir las firmes venas de mi corazón, de mi vocación,
sostenida con placer y arduamente por los entresijos de mi vida, y a través de la dulzura de mi vida, de quienes siempre me han acompañado, mi querida familia y mis amigos.
A ellos, todos, les debo mi más fiel agradecimiento y alegría, también mis logros,
y mi esperanza y mi fe puestas en alto, siempre, por los caminos transitados, hasta que las semillas fueron flores, y el tallo, árbol.
En cuanto a mi poesía, es siempre libre, la dicta mi corazón, son estilos donde la música y la cadenciosa oportunidad de la flecha que marca mi delirio,
van de una mirada al horizonte, a los ojos de una dulce mujer, a la inocencia de una brisa, al desvelo solitario, al desdén de lo oscuro, pero apasionado por la sombra que marca mi trabajo, pintando con evanescencia y colores naturales, el amor,
los sonidos, los sentidos, mi puro sentimiento clausurado en el papel, liberado por mi pluma en el contorno de una debacle, una fusión espiritual con el camino de unos pasos desnudos en la risa, la perfecta ensoñación de una clemátide liviana que sana mis suspiros, atormentados de desvelo, de locura intransigente bajo la luna que embellece los ojos de quien me mira: el rostro calmo pero intenso de mil bandadas de luces,
mi sentimiento acorralado de esperanzas que nutren mi piadosa suerte, en ojos de la ausencia, la oración divina de mi cántaro en goces altruistas,
el desandar las formas y los caminos de lo imposible,
uniendo virtud
con espasmos trovadores de sombra y de reliquia presente, Oh, tan presente como la huella de un gato en las luciérnagas de una noche acicalada de universos perennes, y fortalecidos por tu boca…
Sí,
en mi poesía, la cadencia, la Libertad, de una rima ó no, de un ritmo al metro coronado en la casualidad, por el latido de mi corazón, ó no,
el salto de un devenir mutuo, entre la valentía del lector, y lo insondable de las profundidades de las lecturas infinitas…
Lo llama a uno, a despertarse en amorío con el primer verso en la pluma de la madrugada,
a verter de su jarra en las mil copas,
de la jubilosa Inspiración que desvela, y traza a través de tu corazón las orillas de ese mar infinito
que encauza el voltaje perfecto,
la potencia feroz y precisa,
del preciso momento que besa tu cuaderno, la miel de las Musas…
La lira se desnuda en tan apacible proeza. Con la calma de la sed saciada,
del estro en el advenimiento del júbilo, la felicidad obtenida y lograda,
por la perfección ó no de un poema
que lo ha expresado todo,
que ha cantado, que ha mellado el estoicismo puro de tu vanguardia, en rima ó en papel,
en sangre, lirio ó flores nevadas,
ó rosas inciertas,
ó encarnada hermosura…!
Les lego éste libro, para que, si su alma siente la ansiedad de un cauce, encuentre las semillas para esa formidable dulzura,
ecuación de belleza que sostiene, duplicando el encanto,
la perdida mujer, ó primer enamoramiento que nos besa cada amanecer,
y cuando el desvelo sea hora:
la luz de esa copiosa lluvia, tronando sobre nuestras benditas cabezas,
gemelas en un sólo rocío de labios,
un aventón,
un beso,
que una los destinos
de cada amanecer,
en la furia de una pasión
que nieva bajo soles fríos,
su tatuada belleza,
los lazos de las almas, las almas en sus lazos
privadas ya de elocuencia,
en el zafiro inútil de una bonanza,
de por sí,
ya eterna.
Disfruten éste abrazo, ésta unción distinguida de palabras,
-no son, sólo palabras!- de éste beso, ésta llanura,
y mil prados desiguales
que cantan alabanzas a la Divina Creación, que la embellece…
De este cortejo infinito, que se perpetuará, que alcanzará más allá del horizonte,
los vuelos nevados
de los ángeles más tiernos,
bajo Cielo de Musas,
Ooh, mi lamento obstinado!
Mi perfecta intuición, de tu Vuelo, entronizado hasta el hastío!
por bóvedas de estrellas y celestes tonsuras y admirable cabello,
de luz, y negra noche ensimismado…!
Dejo impresa la música, de ésta lira de viento, sobre tus argucias
inexpertas,
ó de beso nevado, de amor infinito…
Alejandro Rodrigo Flagel
caminandobajolalluvia
Poesías
Labios deslumbrados
Labios deslumbrados, si la voz, endecha clara
asida sólo trova, cual belleza diurna, amara
sandalia de tu cuerpo enajenara, no la voz,
la sombra, a la que roce, mi propia herida atroz
no la conduce… Beso de fragua, soles
dormíase mi sömbra alicaída, y henchida su voz
tañe la huida el contorno abatido tras tus proles,
iridiscencia que abate la llanura en tu albornoz…
Rocío esculpe, la fuga en lentos llanos, una artesa
donde el beso que te besa, suma cantos en la rosa,
y tus virtudes deja, tras el oropel, tu hermosa
figura de diadema. Contorno es a tu belleza,
la sonrosada voz, que en tu figura,
besa Tántalos de flores, y el crepúsculo
es beso, canto cual magenta delirio de su rauda escultura,
y no abreva sombras, las sombras de tu ósculo…
Fraguada en risas, al verter de tu siniestro velo
suntüoso abrigo al terciopelo, helado de contornos,
entre que llueve nubes de color, así tu celo
las rojas cimeras vuelven su preciso monte, entornos
que la fuga de tu rostro, embate en sombras, cantos
que la hiel de tu belleza hace de goce y de tantos
albores contrapuestos, tu sonrisa y tu rosa,
esgrime la piadosa suma que destestas, así, hermosa…
Privada, no tu seno en la esmeralda busca el toque,
a tu fraguada desnudez, cual es el bello
natural de tu cabello. Y la contienda, estoque
de miradas en avernos, garantiza tu destello
cual fraguada memoria en tu cabello.
La risa de tu oprobio no me invade,
sin la mella que tu ósculo persüade
hasta que el vello, de la cumbre suena bello…
No tu testa, aciaga cual la luna su contorno, bella
suspiro enajenado en otra estrella,
priva de tu lujuria el ventanal enamorado de tu silla,
donde arqueas tus pies, liviana maravilla…
Belleza cual entona, de tu matiz perfuma
la privada elocuencia de paloma ninguna
sobre la belleza de tu cauce ó de las aguas que difuma
tu rostro en espejos cristalinos: halaga sombra bruna…
Y, en tu contorno sedado, la simiente de tu cüello vespertino
no se cïega, ante la rotunda herida veranïega,
y púrpuro ademán de tu cabello yace y entrega
preciosos arreboles cual bellezas invita tu semblante libertino…
Arrebol, que en toda fuga, un estrambote legendario,
arruina con desmedro de su fuga, su incensario
canalla descubierto, en cuanto a amores:
no sea que su rüina la demore con su beso y sus licores…
Belleza que en tu fuga, arredra los suspiros,
y canta, y perfuma, los reflejos de zafiros…
El desafío de tus ojos
¿Por qué, el beso de tus ojos trae la noche,
que mi búsqueda ciega ante tus ojos,
sin el delirio de mi piel, es mi fantoche
la caravana de tu miel, y labios rojos?
¿Por qué, si no beso tu mirada
los ojos ciñen la bruma en desmesura,
y el palio de tu sombra enamorada
hace alarde de mi boca, que clausura?
¿Por qué ya no frunces corazones,
que las almas de mi bien, traen a pedazos,
ó las selvas de tu amor, traen ilusiones
que la búsqueda en tu piel crea cedazos?
¿Por ti mis ojos sólo sueñan?
¿Es en ti que mi mirada se atenúa?
¿Por qué tus labios no se adueñan
de mi llama, si el amor se continúa?
El desafío de tus ojos, trae impune
tanto el regreso de tus labios, la celada
de un amor nuestro que la boca clausurada
besa los labios del amor, que el amor pone…
Mi boca estática, se mueve sólo al darte
el desafío a tu belleza, con soñarte…
Una mesura que tus labios, con aprecio
buscan heladas, cuando cálido es el precio…
¿Ya no blasfema de tu arte, tu batalla?
¿Mis ojos callan, cuando arde tu navaja?
¿Porqué si el labio de tu trance, es la ventaja,
mi amor no ríe, cuando es labio que avasalla?
¿Cuándo he de morir entre tus brazos?
¿Cuando tu mirada me enajena?
Arder en la mañana, sobre arena
es la mañana de tus labios, tus abrazos…
Mi búsqueda es el beso de tus labios,
en otro trance espera mi amorío
y besa ya las fauces del estío
el rojo aliento de tus fauces y tus labios…
Estalla el beso de tus ojos en mi duna,
cálida siempre, con mi amor en tu dialecto:
ya la muralla es vencida con afecto,
mis ojos rozan el amor, que no importuna…
¿Mi amor por ti, desafía, sin tus ojos?
la búsqueda es desvío, labios rojos.
Tuyo es el Arte, niña…
Boca de tu beso, cuesta muros
que tus alas, en los labios, traen los besos,
y el sonido de tu boca en tus conjuros,
cuesta las alas de tus labios, ilesos…
Tu boca es beso de tu alma y de tu labio
en otra ánima de sombra nacarada:
regresa el labio a tu boca bienamada,
en otros besos que a tu forma, es labio…
Tuyo es el arte, niña, tuyo es el beso,
de tu aplomo en enamorado nardo,
busco sitïarte con mi cristalino cardo
en otro canto de amor, cuando regreso…
Mi boca encuentra tu reparo, son tus labios
continencias en las hablas de las bocas,
y en tu figura puede el mar sentir que tocas
las golondrinas de tu amor, y besos sabios…
Así es el labio de tu roce, canta el beso
en otros roces de tu beso contra el labio,
que mi amor busca en el regreso a tu resabio
Ooh, mi fortuna son tus labios, cuando beso...!
Mi boca es brisa que mi amor nunca denota
en otro canto de amor, busca tu beso,
en otro canto peregrino donde expreso
tu beso amante, femenino, que me agosta…
Son tus labios, el arte de mis labios,
en otro labio de amor, busca mi beso
con esas artes de amor, de amor regreso
en otro canto de furor, ó en mis enlabios…
Busca tus alas el rocín de mi talado,
en otro arte de mi goce bienamado
y en mis arteras flechas, yo te encuentro,
parafraseando aquél desmán, adentro…
Flecha tus labios, en mi boca bienamada,
el regocijo son tus labios y tu beso
con el contino de mi arte, ya mi seso
busca en el Arte de mi glosa, enamorada…
Flecha el bien, de mis palabras en tu peso,
en otros bucles de tus rizos, de tus ojos,
el otro arte de tu boca, besa el beso
desde tus labios, con los labios, en antojos…
Busca mi arte sopesar tu mudo beso,
con otros cantos de amor, son de mi avezo…
Soledad y miel
Tus cabellos de trigo, boca hermosa
senos de miel, colinas adolecen,
tu estatura pequeña, deliciosa,
tu esbeltez, tu figura, senos crecen,
la miel de tu ser, tus ojos inmensos,
perfume de bien, tibieza en tus besos,
joven de luz, temprano gozan liras
yo irrumpí en tu aula con mi poesía,
pero tenías novio. Aún me miras,
en mis recuerdos, donde te decía
unas palabras de agonía. Fuiste
una mañana de amor sola y triste…
Debí quedarme contigo, tal vez,
me buscaste y huí, aquélla vez.
Juventud delirante, ya Oportuna,
Mil besos en la sombra te dejé,
Dejé mi sollozo, grávida luna
A donde temí, mi amor reflejé…
Mis ojos ya te vieron pasar, Vida!
Dulzura de amor fuiste, contenida.
Amaneces…
Despiertas, ya, con tu cabello despeinado,
inmersa en el clavel de tu horizonte,
con el aliño de tus pechos brava el monte
en pájaros, que regocijan a tu amado…
Se confortan tus ojos, con mis manos,
ya la sombra del amanecer es luz de instancia
donde claveles, imperan tu fragancia,
y ya la luz de tu risa vuelve ufana,
la medida de mi corazón, vuelta mañana…
Envuelta en rostro perfumado,
tu boca besa mi hombro, dulce besa
y la sombra de tus piernas, no regresa
a las fauces de las sábanas, que he amado…
Esperas, lozana, el desayuno,
mi boca engaña el hambre ya temprano,
tu canto es hora de luces y soprano,
tu boca es nieve de la sombra donde ayuno…
Bebes el café tan dulcemente,
que tu risa agrava suavemente,
en otro dulce candor donde te quiero
y enciendes todo mi vigor, con un empero…
Godiva sin caballo, en tu silencio
buscas un pleito de amor, buscas un recio
homenajearte aún mejor, buscas el cielo
Oh mi niña, buscas beber, todo mi anhelo…
De tal fragancia, ya no ayunas mi sonrisa,
buscas el pleito de tu amor, de tu mirada
enciendes con la sombra apasionada
de tus besos en mi sien, mi diurna prisa…
Buscas el beso que di ayer, buscas el agua
de tu medida de nenúfar, de tu risa
eres el pan, que la música no fragua,
hasta tus besos de pasión, en otra brisa…
Ágil náyade de sombra enmarañada,
buscas el pelo lucir, desaliñada
en otro canto de luz, de la mañana
do nuestros besos beben Sol, sombra liviana…
Música tiñe, el silencio de tu cuna
donde regazas mi regazo entre las cosas,
mi voz te quiere, me restauro en tus frondosas
alicientes, esperanzas de tu luna…
Amaneces, conmigo entre las sábanas,
entre tus besos, de ayer, y de mañanas…
Desluce mi corazón la glosa
Acierto de tu trono, trae sorpresa
cual la mirada que tu palio aceza,
otro páramo sombra vuelve presa
la sombra de mi páramo que besa.
Tu figura embellece noche oscura,
las estrellas, adorno nos procuran
tus ojos arden, ceden la dulzura,
que de tu sombra, soles desmesuran
sin el aliento de mi llama pura.
Ennegreces cabello con la noche,
mis ojos tienen ánimo de Aurora,
mi semblante, lo claroscuro fleche.
Pero el beso tus labios enrojece:
eres rosa que lo claro enmudece…
Mi boca enseña con tu amanecer
el diestro sol de tu mirada, quema
y en la mirada de tu sol, ayer,
leías con tu claro, mi dilema:
Si yo beso tu sien, puedo prever,
soles y estrellas de tu anochecer…
Mi boca
Mi boca espera lo que es llama de mi antojo,
cual menudencia bipolar de mi arrebato,
tan sólo el ojo, de mi espanto, en otro ojo
de mí arrebata mi consuelo y mi maltrato…
Mi boca pide de tu habla, aquel dual,
rocín que emana tu sandalia, tu belleza
cual sólo el lirio de mi boca en la maleza
de tu arrebato, sobre el arpa, mi trigal…
Mis labios tienen, lo que el goce prematuro,
asesta un beso, con el labio, tu futuro,
y sobre el habla de mi beso, cae maduro
tan sólo el habla de mi boca y de tu muro…
Mi boca espera, lo que el llanto trae al beso
de mi regreso, en la espera de lo dïurno,
en la esperanza de mi albo taciturno,
sobre el desvelo de tu habla, tuyo el rezo...
Mi boca espera que tus labios agonicen,
sobre lo diurno de mi boca, y de mi espanto
en otras hablas de mi beso, tu quebranto
en mí no lloran, sin tus labios, verbalicen…
Tus labios besan lo que llora de mi empeño
aquélla habla de tan súbita belleza,
en otra sombra de mi cruda y ardua presa
sobre la boca de mi nardo, rosa enseño…
Mis labios quieren, do tu sombra aún si estrecha,
mis rojos besos, en el habla de tu brecha:
tu boca reza con tus labios, oran trechos,
que en mi batalla con tu boca, buscan pechos…
Do mi querube, de mi ruina, en tu venablo
trae el sendero de tu boca, y tu vocablo,
en tu cadencia no se ofusca ningún beso,
de mi esperanza, a mi resguardo, mi regreso.
Tu boca espera que mi silencio me ilumine,
tan solo aliento de mi boca, en ningún beso,
ó trae el alma a mi contino, amor ileso
de sombras tenues en el habla, me encamine…
Mi boca, tu boca, el labio sella
contornos, labios, que mi boca, has aprendado,
en mudos labios que mi boca ha olvidado,
de ti los labios, de mi sello, de mi estrella…
Mi boca erige de las sombras, tantas rosas,
que mi desvelo, hacia tus labios, no me gozas…
Musgo…
Trenzad tus pies, cual ilumina,
tu sombra, enamorada y femenina,
tu sombra delicada me alucina
cual tus pies, enardecidos me fulmina…
Musgo, aletargado cuanto espera,
la sorda llama que pernocta y desespera,
de tu latido, única boca en primavera,
único hastío que me dobla, y asevera…
Musgo… cual rocío me enajena,
de tus pies, acobardado, en mí la pena
cual ufanado doble, mi quimera,
la doble alma de mi fuego que atempera…
Muda mi habla, en letanía sol oscuro
muda si habla, en lento añil, clavel bermejo
sobre los páramos de azul, de aquél espejo
ó de tu cuerpo que me habla y no conjuro…
Beso tu habla, ya tu risa vespertina:
asoma el cauce de tu voz, liviana sömbra
de tu silencio, cual la voz que no me nombra,
de tu rescaldo, de mis ojos, me destina...
Mi voz rezaga ya en el ébano, no müeve,
el sol ideäl que ya la música no eleve
tras el sendero de tu boca, rojo aleve
cual la rosa de mi amor, mi amor atreve…
Música en vano, ya el oído me tramonta,
el sólo ciego, y ya húmedo principio,
de tu amor leve, pero adusto en mi resquicio,
sobre los vates de mi asombro, de mi monta…
Mudo si ciega, ya lo acorde a epifanía,
muda si habla ya lo intenso, en mi semblante:
ó taquicardia de mi sombra en voz bravía,
música al velo de tu habla en el levante…
Música rige ya lo oscuro en mi voz leve,
cual muda atreve, la sonrisa de lo casto,
en mi vergel, convidando lo nefasto,
mi boca erige y sólo puebla mi amor breve…
Muda y hostil, de mi panoja, mi alabarda,
en otro yelmo de mi dote, de mí acaba
enajenada, tú me esperas, y no tarda,
la sombra quema los silencios de mi aldaba…
Musgo te espera, en el bosque, mi camino,
mi boca besa tu crepúsculo y su pino…
Elegía a la esperanza
Un sordo vaivén meticuloso, una mirada
hasta el cielo, inalcanzable; una puntada
de sol hacia lo amable, un rocío entre las sombras:
todo enardece mi suspiro: regala voluntades,
la mirada de unas alas donde evades
todo el mar, y el encierro en el que escombras,
tu mirada, tu seno, tu misterio: tu espíritu
la mente a lo ingenioso: las alas de tu ímpetu…!
Todo el vuelo no mecánico a la altura
de tu vuelo, de tu sombra, de tu holgura:
la mirada en tu cetro de esperanza,
ya las flores de tu océano, que avanza…!
Ya la sombra de tu beso en la mudanza,
que lo ágil de tu pluma, y de tu ingenio,
ya cultivas, y es aplomo de tu imperio
ya la sombra de tu luz, frente a la danza…!
Todo claro de tu júbilo, tu ingenio
las ideas ó lo eterno de tu fábula,
en otro acierto, mente adusta, dé tu prímula
en otro beso a tu desmán, a tu decenio…!
Todo el arte en tu vocablo, en tu misterio,
matemática, invención hace su lujo
en otro cedro de mi afán por tanto influjo,
de toda luz, necesidad, de tu Arte en serio…!
Ya vueles, con tu arte, con tu ciencia,
doblegar los misterios, es paciencia…
Lo creativo, es afán, es mudas loas,
tu negro solimán, colores creas…!
Dulce… como tus labios...