La memoria del virus E-Book

Pedro Luis Romero

• Herausgeber: Imaginante editorial
• Kategorie: Ratgeber
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2021

Seitenzahl: 126

Beschreibung

La memoria del virus es un libro que nos orienta cómo aprender de la enorme experiencia que nos deja el virus del Covid-19, que no solo nos demostró que somos frágiles, sino que nada es definitivo en nuestra vida. Nos propone cómo aprender a convivir con los demás, dejar los malos hábitos y convertir nuestro estilo de vida en bienestar, amor, y paz. Entender que una nueva forma de vivir solo nos ayudará a ser felices y que nunca es tarde para corregir nuestras creencias erróneas. La memoria del virus, nos muestra un camino para lograr restablecer los vínculos con tu interior, para manifestar una nueva forma de pensar hacia tu entorno. La memoria del virus, nos hace ver a pesar de nuestros errores, que estamos ungidos por Dios para nuevas oportunidades.

Leseprobe

La memoria del virus

Nunca regresan el tiempo, las palabras y las oportunidades

Pedro Romero

LA MEMORIA DEL VIRUS es un libro que nos orienta cómo aprender de la enorme experiencia que nos deja el virus del Covid-19, que no sólo nos demostró que somos frágiles, sino que nada es definitiva nuestra vida.

Nos propone cómo aprender a convivir con los demás, dejar los malos hábitos y convertir nuestro estilo de vida en bienestar, amor, y paz. Entender que una nueva forma de vivir sólo nos ayudará a ser felices y que nunca es tarde para corregir nuestras creencias erróneas.

LA MEMORIA DEL VIRUS, nos muestra un camino para lograr restablecer los vínculos con tu interior para manifestar una nueva forma de pensar hacia tu entorno.

LA MEMORIA DEL VIRUS, nos hace ver a pesar de nuestros errores, que estamos ungidos por Dios para nuevas oportunidades.

Romero Romero, Pedro Luis

La memoria del virus / Pedro Luis Romero Romero. - 1a ed. - Villa Sáenz Peña : Imaginante, 2021.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-8447-82-7

1. Autoayuda. 2. Virus. I. Título.

CDD 158.1

Edición: Oscar Fortuna.

Editor: Oscar Fortuna.

Correcciones: Silvina Espósito.

Diseño de tapa: Raquel Chanampa.

© 2021 Pedro Luis Romero Romero.

© De esta edición:

2021 - Editorial Imaginante.

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Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra bajo cualquier método, incluidos reprografía, la fotocopia y el tratamiento digital, sin la previa y expresa autorización por escrito del titular del copyright.

ISBN 978-987-8447-82-7

Conversión a formato digital: Libresque

INTRODUCCIÓN

Escribí este libro cuando los infectados por la COVID-19 o coronavirus llegaban a 3,9 millones de casos y muchísimos fallecidos por esta terrible enfermedad; y tengo la seguridad de que habrá cifras más preocupantes a medida que el año transcurra.

Este libro no pretende hacer estadísticas ni hablar de la enfermedad, sino más bien de aportar a que la gente del mundo logre una nueva forma de vivir, a través de nuestra propia historia y experiencias. Una perspectiva como otras de lo que estamos viviendo y que nos ofrece, a través de una dura experiencia, una nueva forma de convivir con los demás.

Nos asusta a todos esa falta de capacidad del ser humano de lograr cambios positivos, nos estremece cambiar hábitos, no trabajar ni producir dinero, ver truncado nuestros sueños, que siempre van unidos a resultados materiales, tangibles, así es como realmente definimos la felicidad, a través del éxito personal. Este virus nos ha permitido saber qué tan frágil puede ser el ser humano y que la vulnerabilidad existente en este planeta es más de la que nosotros suponíamos.

Todos somos conscientes de que en un momento determinado nos puede sorprender un desafío en cualquiera de las etapas de nuestra vida y debemos estar preparados para ello. Además, la vida nos demuestra una vez más que nada está dicho y que la vida está llena de sorpresas que nos hacen pensar que nada es permanente y menos evidente.

Por consiguiente este suceso mundial, no nos hace solo ver qué tan frágil es el ser humano, sino también que todo lo malo siempre termina y que después vienen los buenos tiempos. La naturaleza nos agradece quedarnos en nuestras casas, los hijos agradecen tener a sus padres cerca, las parejas se dan nuevas oportunidades, y aprendimos a convivir nuevamente. Todas estas cosas se habían dejado de lado por la búsqueda incansable del ser humano, pretendiendo ser alguien para ser feliz.

Decían en el siglo XVIII, en los Estados Unidos, que “los negros al librarse de la esclavitud aprendieron a sobrevivir y no a vivir”. Y cito esta frase sin hacer distinción a alguna raza en especial, porque personalmente amo al mundo entero, inclusive adoro la raza de color.

Pero esta frase nos hace ver que el ser humano en diferentes facetas de su vida solo ha sobrevivido. Los indios en la colonia, los migrantes en el mundo por muchos años, todos nosotros cuando deseamos salir adelante para lograr una vida digna.

Este tiempo nos prepara para buenos tiempos, como dice el dicho popular: “El mal tiempo termina y comienza uno nuevo”.

Yo me pregunto, ¿estamos preparados para los buenos tiempos? Pues de eso quiero hablarles en este libro. Personalmente creo que muchos perdieron todo, pero también lo ganaron todo.

Muchos fallecieron y se fueron cuando escribí este libro y lo siento tanto. Algunos justos, pero en los cambios del mundo como en toda guerra, mueren muchos inocentes, y comienza una nueva vida. Esta experiencia en la vida nos dejó a muchos un aprendizaje. Con esta historia espero que muchos otros entiendan lo maravillosa que puede ser la vida con sus arideces y obstáculos, si nos los proponemos.

Algunos seguirán necios de no desear llevar esta nueva vida con una renovada actitud, y caerán en sus viejos hábitos, pero lo importante es la corriente mayor, la que arrastra a todos los que deseamos un mundo mejor para los demás.

Este libro va con mucho amor para ustedes y desea cumplir solo con el propósito de vivir una vida extraordinaria.

PEDRO ROMERO

DEDICATORIA

A todos aquellos que encontraron en este difícil reto una oportunidad de ser mejores personas.

PRÓLOGO

Esta época tan difícil que nos toca vivir, debe sacarnos cosas positivas, hacernos reflexionar y crecer interiormente. Este libro tiene este propósito y agradezco a Pedro la enorme oportunidad de escribir su prólogo.

Cada día tenemos una nueva oportunidad de virar nuestra actitud y cambiar nuestros resultados, sin embargo, muchas veces somos necios de entender todo lo que podemos ganar y nos enfrascamos en una necedad inútil, que termina con una queja interminable y agotadora.

Al final, la vida se nos va. Le atribuimos el éxito a nuestro esfuerzo personal y a la suerte, nos olvidamos de Dios y solo lo recordamos cuando estamos desesperados para que nos saque del hoyo en el que nos encontramos.

Este libro me encanta porque nos hace ver que la solución está ahí, que no somos dueños de decidir lo que nos pasará y que asumimos los resultados de lo que hacemos.

Hay muchos enfermos, muertos por irresponsabilidad, altas dosis de egoísmo, falta de solidaridad, amor por los demás y por ti mismo.

Este libro se ajusta exactamente a lo que debemos hacer, con historias, recuerdos y consejos precisos de cómo reinventarte en tu nueva vida.

Viviremos con nuevos hábitos y costumbres, nuevas formas de hacer negocios, de convivir con los demás, pero todo para bien. Entonces, si la naturaleza nos brinda una sonrisa, esto significa que el ser humano no la destruye, si nuestros hijos nos dan un abrazo, agradecen que estemos con ellos a diario, caminamos más, nos comunicamos más y logramos un cambio sustancial en el mundo.

Yo no creo que el mundo se vuelva más frío emocionalmente, si la experiencia te enseña a vivir mejor. Los gobiernos están aprendiendo a probar su gestión, las empresas están aprendiendo a dar mejores productos y nuevos sistemas de atención, en fin, todo cambiará para mejor, soy optimista en eso.

Lean este maravilloso libro que como Pedro dice: “lo hizo con mucho amor”. Para los que lo conocen, saben que es verdad, sirve a los demás con profunda alegría.

LIZBETH GUZMÁN

Manager Internacional del Escritor

GENTE SIN OPORTUNIDAD

¿LOGRAMOS TENER UNA OPORTUNIDAD EN LA VIDA?

La historia de Javier

Toda la familia estaba caminando junto al ataúd, hacia el lugar donde sería cremado Javier. Su esposa, Carmen, y sus hijos, Isabel y Ramón, no dejaban de llorar por la pérdida de aquel hombre que en la última etapa de su vida dio todo por su familia. Luego de una hora, el fuego y la humareda se llevaban los recuerdos, los propósitos y los sueños truncos.

Hace 58 años, nació Javier en una ciudad muy pequeña, cerca de Santiago de Chile, llamada San José de Maipo. Tuvo un padre que lo abandonó desde pequeño, por tanto, su madre tuvo que cuidar sola de él desde que era un bebé.

Javier creció y tuvo siempre una gran inclinación por el emprendimiento y por lograr sacar a su madre de la pobreza en la que vivían. Pero la vida le presentó muchos retos y él se volvió pesimista y amargado.

Sin embargo, como nunca dejó la ambición de lado, comenzó a trabajar muy duro, haciendo mucho más de lo que le exigían siempre, y pronto tuvo el reconocimiento de sus jefes. A los 23 años, Javier luego de trabajar como obrero en una empresa constructora por cinco años, le dieron la oportunidad de ser vendedor.

Como era ambicioso siempre vestía dando buena impresión en la medida en que su economía se lo permitía, por lo que la gerencia de su empresa creyó que era oportuno darle una opción que, sumada a su buena comunicación, podría ser buen ejecutivo y lograr un desarrollo personal.

En siete años, debido a su persistencia y trabajo duro, lejos de convertirse en el mejor vendedor de la compañía en los últimos 25 años, Javier se convirtió en un flamante Gerente de Ventas, y cinco años después era el Gerente General y, como tal, logró hacer de su compañía una de las diez mejores constructoras del país.

Javier siempre fue un hombre trabajador y determinado, logró mucho éxito en su vida. Cuando conoció a Carmen, se casó en poco tiempo y en el término de cuatro años tuvo a sus hijos, Isabel y Ramón. Parece que su matrimonio lo motivó a crecer y desarrollarse porque luego abrió su propia empresa constructora, tuvo su casa, autos y una buena vida llena de lujos para su familia.

Se volvió una persona avara, déspota y mal líder. Aun así, su compañía creció muy rápido y hasta ganó contratos a la compañía anterior en la que trabajaba.

Entonces, pasaron los años y vino una época dura, pues había hecho sociedad con otras constructoras que tuvieron negociaciones con personas del gobierno para ganar licitaciones, por lo que el mercado les dio la espalda. Aun así, había generado tanto dinero que le permitía vivir bien.

Cuatro años después, un virus desconocido llegó al país y a causa de este muchos enfermaban y morían. Las medidas del gobierno fueron: realizar un confinamiento de la población, suspender las actividades comerciales y productivas por la emergencia.

Javier decidió seguir haciendo sus negocios, aunque tenía muchas cuentas pendientes por pagar, pero al final se vio obligado a parar en sus actividades.

El nivel de contagio era muy grande, pero la soberbia de Javier podía más. Él salía a comprar, no podía estar encerrado y, en realidad, tanto tiempo trabajando de catorce a dieciséis horas diarias que casi no tenía contacto con su familia, erigida sobre dinero y solo dinero.

Pasado el primer mes, Javier se contagió y cayó enfermo. Como recién se conocía la enfermedad, él se negó a ir a un hospital y le llevaron toda la atención a su casa.

Su salud se debilitó y el cuadro fue tan grave que tuvieron que internarlo en una clínica que recién comenzaba a conocer los protocolos y formas de atender a los pacientes. Luego de nueve días interminables, Javier sin poder decir adiós ni arrepentirse de lo que fue ni de poder decirle a sus hijos que sean diferentes ni de dejar pautas para su esposa de cómo manejar su empresa, falleció.

Carmen ahora, solo tiene su casa, vendió dos de sus autos para poder sobrevivir económicamente, trata de administrar lo poco que dejó ante un panorama económico turbio para el país. Sus hijos, Isabel y Ramón, solo comienzan de nuevo tratando de entender, qué pasó con su vida y qué están dispuestos a hacer a partir de ahora.

Nos alejamos del confinamiento de la vida real

Los seres humanos se comportan de forma muy extraña, porque huyen de las personas con buena actitud y las que realmente sumarán a tu vida. Se acercan a las condiciones y personas que los lastiman y hacen daño; solo porque la situación que vivimos nos da éxito material, entonces, nos engañamos pensando que eso es señal de felicidad.

Construir relaciones con los demás no representa sacar provecho personal, sino más bien aprender a servir, que es la experiencia más linda que la vida nos da. Dentro de nuestra vida encontraremos todo tipo de personas, con diferente formación, hábitos y costumbres que debemos agradecer, por consiguiente aprenderemos de esa experiencia y de los retos que se presenten. Huir y no enfrentar los retos, es solo el inicio de una vida sin ningún propósito.

Dios decide quién entra en tu vida, pero tú decides quién se queda. Valora siempre cuando conoces nuevas personas que te sumen, y no trates como una prioridad a quien te toma como una opción.

Mira más allá de lo que otros miran. Mira las cosas de otra manera, consigue prospectar solo las mejores condiciones para vivir, observa lo lindo de la vida y encontrarás la mejor forma de ser feliz, que no se ajusta siempre a los resultados materiales. Concibe que, para lograr ser feliz y próspero, primero debes lograr la riqueza espiritual, luego la emocional y, finalmente, el material que te trae prosperidad y abundancia.

Preocupémonos por la formación de nuestros hijos, son joyas que Dios nos dio para cuidarlas. Enseñémosles a crecer como personas, a amar lo que se hace, a darle valor a lo que se tiene, porque el gran conflicto que tenemos a diario, no depende de la magnitud del problema, sino de nuestra baja autoestima para afrontarlo que forman en nuestro primer hogar. Esto genera un gran temor de tomar decisiones importantes, aun cuando sabemos que la solución está en nuestras manos.

Logra que tu actitud cambie. Disfruta de asumir el resultado positivo de tu gran responsabilidad. Formarnos espiritualmente nos da el poder de tener fe, aunque las cosas se pongan difíciles y no desfallecer en el intento de resolverlas. Formarnos emocionalmente nos permitirá tener destrezas y la fuerza que pone a prueba ese reto.

La vida te sorprenderá a través de maneras que no imaginas. Muchas veces renegarás por las situaciones que se presentan y algunas otras, te sentirás agradecido de lo que pasa para ti en ese momento. Es que Dios nos dio una vida para aprender a vivirla, y si nosotros deseamos una vida diferente, pues debemos luchar por ella. “Cuando pides que llueva, debes aprender a lidiar con el barro”.

Entonces, para buscar esa oportunidad y ser digno de ella, debes actuar correctamente y eso se logra construyendo una nueva vida. Una vida de riesgos correctos y sin miedo. No dejes que el miedo se vuelva tu profesión. Aprende a eliminar los límites del miedo y desafía todos los retos de la sociedad. Porque si mueres pobre y sin oportunidades es porque no las buscaste y eres, totalmente, responsable.

Situaciones tan duras y perversas se te presentarán siempre, algunas veces con la dureza de una pandemia, un cataclismo, un asesinato de tus sueños más próximos; una carencia de lo que tienes derecho, una ausencia de justicia. Pero tú eres el cambio. Deja el control de las cosas y haz lo correcto, deja el resto a Dios.

No debemos preocuparnos porque nuestras metas no se cumplen o están tomando demasiado tiempo. Confía en Dios y haz las cosas correctas, solo así resultará lo que esperas. “Si pones tu confianza en el Señor, jamás serás decepcionado”.

Nada será fácil, Dios no dijo que así sería, pero debes tener fe y saber esperar haciendo todo bien. No te juzgues ni andes pensando ni preocupado por lo que pasará porque no atraerás lo que deseas.