Las flores del mal - Charles Baudelaire - E-Book

Las flores del mal E-Book

Charles Baudelaire.

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Beschreibung

En los provocadores poemas de "Las flores del mal", Charles Baudelaire desarrolló las principales ideas y propuestas estéticas del simbolismo, desafiando las convenciones morales de la sociedad francesa de mediados del siglo XIX y renovando la figura literaria y social del poeta.

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Seitenzahl: 70

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Καί νέους ϑάρσυνε· νίϰης δ᾽ ἐν ϑεοῐσι πείρατα.

ΑΡΧΙΛΟΧΟΣ

ΕΛΕΓΕΙΑ, ΤΕΤΡΑΜΕΤΡΑ (57 D)

Anima tú a los jóvenes: a los dioses les toca determinar el triunfo.

ARQUÍLOCO

Elegías, tetrámetros (57 D)

Contenido

Introducción

Poeta maldito, dandy, bohemio

Charles Baudelaire

Una nueva estética

Las flores del mal

Edición

Título

Estructura

Temas

Claves poéticas

Conclusión

Bibliografía

Las flores del mal (Selección)

1. Al lector

Spleen e ideal

2-II. El albatros

3-III. Elevación

4-IV. Correspondencias

5-VI. Los Faros

6-X. El enemigo

7-XVIII. El ideal

8-XXI. Himno a la belleza

9-XXII. Perfume exótico

10-XXIII. La cabellera

11-XXIV. {Te adoro de igual modo…]

12-XXIX. Una carroña

13-XXX. De profundis clamavi

14-XXXI. El vampiro

15-XXXIV. El gato

16-XXXVI. El balcón

17-XXXIX. [Yo te doy estos versos…]

18-XLIX. El veneno

19-L. Cielo nublado

20-LII. El hermoso navío

21-LXI. A una dama criolla

22-LXIX. La música

23-LXXIV. La campana cascada

24-LXXV. Spleen

25- LXXVII. Spleen

26- LXXVIII. Spleen

Cuadros parisinos

27-LXXXVII. El sol

28-XCIII. A una transeúnte

29-XCVIII. El amor de mentira

30- CI. Brumas y lluvias

31-CII. Sueño parisino

32-CIII. Crepúsculo matutino

El vino

33-CVIII. El vino de los amantes

Flores del mal

34-CIX. La destrucción

35-CXVII. El amor y el cráneo

Rebelión

36-CXIX. Abel y Caín

La muerte

37-CXXI. La muerte de los amantes

38-CXXII. La muerte de los pobres

39- CXXIV. El fin de la jornada

Nuevas flores del mal

40-I. Epígrafe para un libro condenado

Después de la lectura

La realidad, un bosque de símbolos

Créditos

INTRODUCCIÓN

Hay que estar siempre ebrio. Nada más: ese es todo el asunto. Para no sentir el horrible paso del Tiempo que os fatiga la espalda y os inclina hacia la tierra, tenéis que embriagaros sin tregua.

Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como queráis. Pero embriagaos.

Charles Baudelaire,El Spleen de París

Poeta maldito, dandy, bohemio

Hay poetas cuya aura les precede y es tan grande que solo ella atrae porque invita al misterio, a adentrarse en lo desconocido, en un mundo transgresor y libre. Es el caso de Charles Baudelaire, poeta maldito, según Verlaine; poeta condenado y censurado «por atentar contra la moral y las buenas costumbres»; poeta de vida libertina; dandy por su extravagancia en el vestir, en el peinado y en el porte; bohemio por su estilo de vida que se aparta de convenciones sociales y privilegia el arte y la poesía sobre los aspectos materiales. En definitiva, un hombre y un poeta que busca, a mediados del siglo XIX, un camino personal y único en una época de transformaciones y cambios estéticos.

Baudelaire se configura como uno de los poetas clave de la poesía moderna porque sabe captar la realidad en su esencia, en su inmediatez y proximidad, incluso, en su fealdad y ordinariez y dotarla, al mismo tiempo, del sugerente aire de símbolos, sinestesias y contrarios para transmitir desde la emoción más sublime a la más degradante y llegar así a esa suprarrealidad que solo el poeta es capaz de desvelar.

Con Charles Baudelaire se abre la puerta de la poesía de siglo XX. Se abandona la retórica y grandilocuencia romántica, aunque se mantengan algunos tópicos como la figura del poeta rebelde e incomprendido o el satanismo, para adentrarse y acercarse a temas tan poco poéticos, hasta entonces, como la ciudad, las gentes que por ella pululan y los objetos de la vida cotidiana.

A nivel formal, Baudelaire cambia el concepto de inspiración romántica por el de artesanía, por esto sus poemas y sus libros responden a una métrica clásica y a una estructura racional y organizada que contrasta con los contenidos novedosos y, en ocasiones, sorprendentes que transmiten.

Como diría Victor Hugo, la poesía de Baudelaire produce un estremecimiento nuevo.

Charles Baudelaire

La vida de Charles Baudelaire fue tormentosa y agitada, sin duda, los episodios de su biografía atrapan a un lector juvenil que descubre en el autor la figura de un rebelde. Baudelaire queda huérfano de padre cuando apenas tiene seis años; su madre se vuelve a casar al año siguiente con el militar Aupick, el odiado padrastro de Baudelaire. Estudió en Lyon y más tarde como interno en el Liceo Louis-le-Grand de París. Como alumno es brillante pero poco disciplinado e inconformista. A pesar de ser expulsado del colegio consigue aprobar el bachillerato superior. En 1840-1841 se matricula en Derecho y comienza a frecuentar el círculo de escritores del momento. Lleva una vida disipada. Es por esta época cuando tiene relaciones con una prostituta, Sara, apodada «La Lacouchette» (la bizca), quien, según la crítica, le transmite la sífilis. Su madre y su padrastro, preocupados por la vida que lleva, lo embarcan en un largo viaje a las Antillas que inspirará ciertos paisajes exóticos de sus poemas.

Al poco de regresar a París cumple la mayoría de edad y recibe la herencia de su padre. Abandona la casa familiar, se cambia varias veces de domicilio, derrocha el dinero en fiestas espléndidas, viste como un dandy... Es en estos momentos cuando conoce a Jeanne Duval, actriz mulata con quien mantiene una relación tempestuosa durante toda su vida y que inspira no pocos de sus poemas de Las flores del mal. En 1844, escandalizados por los dispendios de su hijo, los padres inician un procedimiento judicial para protegerle la herencia y a partir de entonces se le asigna una renta mensual con la que podrá vivir bien pero sin excesos. Baudelaire se siente profundamente humillado y este sentimiento le acompañará siempre. En 1845, las deudas acumuladas y una crisis personal, desembocan en un intento de suicidio. Una vez recuperado, empieza a publicar los artículos de crítica de arte Salon 1845 y algunos poemas en revistas, que luego formarán parte de Las flores del mal. Este año los lectores franceses tienen la primera noticia de Edgar Allan Poe, gracias a su traducción de El escarabajo de oro. Baudelaire se convierte en un ferviente admirador del escritor estadounidense y, aunque no sabía nada de inglés, lo estudiaría para leer y traducir su obra al francés. En 1847 escribe La Fanfarlo, su única novela, que no encuentra editor. Inspirada en su relación con Marie Daubrun, modesta actriz, cuyos ojos verdes fascinaron al autor.

En 1852 le envía a Mme Sabatier, mujer de mundo y amiga de literatos y poetas cuyo círculo frecuentaba Baudelaire, el primero de la serie de poemas que le dedicó.

El 28 abril de 1857 muere su padrastro y el 25 de junio se publica Las flores del mal. Un artículo demoledor de Le Figaro sienta las bases del proceso judicial que condenará la obra pero que no impedirá que aparezca en 1861 la segunda edición. En esta época emprende también la creación de los pequeños poemas en prosa, El Spleen de París, un pequeño librito con el que introduce la prosa poética. Fue editado íntegramente en 1869.

En 1864 viaja a Bélgica para escapar de acreedores y realizar una serie de conferencias que le dieran cierta holgura económica aunque sin éxito. La sífilis, incubada durante tanto tiempo, se le declara con violencia. Tras pasar un año paralizado y mudo, muere el 31 de agosto 1867.

Una nueva estética

La primera mitad del siglo XIX está dominada por el romanticismo, movimiento que supuso la transgresión de las normas neoclásicas, la defensa del individuo frente a la sociedad, de la libertad frente a las normas, de la subjetividad frente a la objetividad pero que en las últimas décadas había caído en sus propios tópicos (poeta doliente, repetición de ambientes, exhibiciones lastimeras) y había adquirido un tono excesivamente grandilocuente, exaltado y ampuloso que lo distancia de la sensibilidad del momento. Como reacción y superación del romanticismo surgen hacia mitad de siglo XIX el realismo y naturalismo en narrativa y el parnasianismo y simbolismo en poesía.

1)El parnasianismo:fundado alrededor de 1850 por Théophile Gautier, a quien Baudelaire dedica Las flores del mal, y Leconte de Lisle. Este movimiento abandona el sentimentalismo y subjetivismo románticos e instaura una poesía caracterizada por la perfección formal, el poema es un objeto bien construido mediante la inteligencia, la técnica y el rigor artístico. El parnasianismo defiende la finalidad estética del poema, es decir, «el arte por el arte».

2)El simbolismo:es la corriente poética más innovadora de la época. Nace con Baudelaire, se consolida con Verlaine, Rimbaud y Mallarmé y se prolonga hasta bien entrado el siglo XX con Valéry, Rilke o Juan Ramón Jiménez. El simbolismo reacciona frente al realismo y al espíritu científico en boga y frente a la moral mercantilista de la nueva clase emergente en la segunda mitad del siglo XIX: la burguesía. Y, aunque no se enfrenta, también rechaza los viejos códigos y sentimentalismos románticos por considerarlos gastados.

El arte simbolista quiere representar todo el misterio del universo escondido tras la realidad, llena de símbolos que establecen correspondencias entre los objetos que la componen.