Lenguas y tijeras que después se oxidan - Josefa Flores Araya - E-Book

Lenguas y tijeras que después se oxidan E-Book

Josefa Flores Araya

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Beschreibung

El recuerdo de mujeres acariciando sus muslos enciende en este libro un erotismo que invita a disfrutar la vida entre dos y experimentar el presente. Esta sensualidad se mezcla con la capacidad de tejer dolores para reconfortar, la dulce habilidad de enmarañar lo malo y fabricar con eso un refugio para la amante. Fragmentario y experimental, este poemario impregnado de ironía no teme denunciar las inconformidades y escapar de las imposiciones sociales, como tampoco hablar con rabia cruda y descarnada del abuso, la muerte y las adicciones, la tristeza de abrir ollas de miseria y la alienación que se experimenta frente al dolor ajeno. La remembranza del placer y el anhelo de que la tortura de un cuerpo tenga valor se conjugan para transportar al lector hacia terrenos emocionales desconocidos.

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LENGUAS Y TIJERAS QUE DESPUÉS SE OXIDAN

Josefa Flores Araya

PRIMERA EDICIÓN
Marzo 2021
Editado por Aguja Literaria
Noruega 6655, departamento 132
Las Condes - Santiago - Chile
Fono fijo: +56 227896753
E-Mail: [email protected]
Sitio web: www.agujaliteraria.com
Facebook: Aguja Literaria
Instagram @agujaliteraria
ISBN: XXXXXXXX
DERECHOS RESERVADOS
Nº inscripción: XXXXXX 
Josefa Flores Araya
 Lenguas y tijeras que después se oxidan
Queda rigurosamente prohibida sin la autorización escrita del autor,bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obrapor cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático
Los contenidos de los textos editados por Aguja Literaria son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan el pensamiento de la Agencia
TAPAS
XXXXX
XXXXXX

AGRADECIMIENTOS

Doy gracias a mi familia y amigos de verdad, a mis profesores y a aquellas mujeres que hicieron posible cada palabra de este libro.
Dedicado a mi gato y a todas quienes me destrozaron.

ÍNDICE

Lenguas y tijeras con leves tonalidades rojizas: inicio de la reacción rédox

Lengua saludable  (siempre los comienzos son buenos)

Tijeras saludables (limpiecitas, pero filosas)

Invitación al paraíso

Cae un tesoro

Viernes cualquiera

Noches después

Boca abajo en la cuneta de la noche

(La oxidación avanza a pasos kilométricos)

Lesborreflexión mercantil de cuerpos

Ángel que desgarra

Gorro

Pudo ser

Clave del éxito

I. Atracción (y el arquetipo materno)

Renuncio

Objeto, mercancía y herida humana

Por caminar sola en la noche

Así que te violaron…

La ausencia oyendo

¡Me muero por la fábrica!

Con el cabello amarrado

Cesante (al menos se intentó)

¿Dónde dormir? (Te paso el dato:  en una estación abandonada)

Todo junto: objeto masturbable, pa ganar plata y sin libro de reclamos

Alienígenas

Cordeles por si acaso

Clonazepam

Dos, al desayuno

Para olvidar

Saudade en la cotidianeidad de la sombra solar

Rutina

Desde el edificio

Penuria intestinal

Es momento de la enfermedad

Los cables y las pastillas te hablan. Modo: método activado

Devolución

A Francisca A.

Parida

Vida, cárcel

LENGUAS Y TIJERAS CON LEVES

TONALIDADES ROJIZAS:

INICIO DE LA REACCIÓN RÉDOX

(Me faltó el corazón como elemento, pero este viene oxidado desde que es motor de un bebé de raza humana).

LENGUA SALUDABLE (SIEMPRE LOS COMIENZOS SON BUENOS)

Aquí voy rumbo al éxtasis
la semilla no ha sido sintetizada (qué mala suerte, tenía que venir 
de los
laboratorios de Europa,

pienso).

Me acerco

papilas dilatadas

cumbre ácida donde habrá una píldora de carne humana.

«Si hubiese sabido el final, mejor pasar la noche con una pila».
Tranquila, quieta quédate,

evado el torniquete del perfume hormonal por la calle de la ingle

no quiero castigar a mi cerebro con dopamina romántica.

A velocidad de agujas automáticas en paredes de casonas,

mi compilado de saliva desciende

lengua y cruz invertida en la punta

pliegues y capas de sabor sintético.

«Imagino que esa prenda la compraste en la calle

o en un mall chino».

Hace tiempo

no me refrescaba tanto y me mantenía despierta

—mejor que el café de doscientos—
caudal expulsado por la letra uve (mal llamada be corta).
Demasiado mejor que el agua de la llave santiaguina.

Ojalá no llegue una cuenta si tomo mucho 

soy un submarino 
nado casi ahogándome con entretención en medio de tu enredadera fluvial,

un submarino que saca y sabe todas las lenguas,

el abecedario y los algoritmos de palabras

malos recuerdos de regimientos académicos.

Con mi cono detrás de los dientes,