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"´En mis memorias, tu presencia es muy clara. En mis sueños eres real, eres mía. Tus labios encuentran los míos nuevamente. Tu lengua sigue siendo tan juguetona como la recuerdo. Tu semblante es sensual y curioso. Tu risa, tan vivaz. Tus manos, tan entrometidas. Tus besos, tan persistentes. Tu cuerpo es tan ávido y a la vez complaciente. Siento la calidez de tenerte alrededor de mi pene. Percibo tu clítoris mojado y resbaloso en la punta de mis dedos, y siento como te tensas alrededor mío, apretándome, justo antes del orgasmo`. Este relato corto se publica en colaboración con la productora fílmica sueca, Erika Lust. Su intención es representar la naturaleza y diversidad humana a través de historias de pasión, intimidad, seducción y amor, en una fusión de historias poderosas con erótica."-
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Seitenzahl: 26
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Sarah Skov
Memorias de ti
Un relato erótico
LUST
Memorias de ti - Un relato erótico
Original title:
Mine minder om dig
This short story is based on the erotic movie "Memory files of you" by Erika Lust. The movie can be found on xconfessions.com Copyright © 2018, 2019 Sarah Skov and LUST, an imprint of SAGA Egmont, Copenhagen All rights reserved ISBN:9788726242782
1. E-book edition, 2019 Format: EPUB 2.0
All rights reserved No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Memorias de ti
Un relato erótico
El viento trae hacia mí el aroma a lavanda que me recuerda a ti. La cálida brisa sopla bajo mi camisa, haciéndola ondear. Siento el pasto bajo mis pies descalzos. Mientras camino a lo largo de la senda, me hace cosquillas en los pies. Te sigo lentamente. Caminas en puntas de pie; tus pies apenas tocan el césped antes de dar otro paso con un movimiento elegante. Siempre te detienes en el arbusto de lavanda, acaricias las flores color púrpura y tomas sus tallos. El aroma a lavanda permanece en tus manos, en tu pelo y en la tela de tu blanco kimono que flota con el aire. La vista del valle es hermosa y cautivante, pero apenas la noto. Cuando te das vuelta en el camino y me miras sonriente, las montañas desaparecen, así como el canto de los pájaros y los cipreses que se estiran hacia el cielo. Cuando te das vuelta y ríes, el aroma dulce y picante de la lavanda se intensifica. Todo lo demás se pierde en una neblina blanca de ensoñación.
Parpadeo un par de veces, despacio, para adaptar mis ojos a la luz que se cuela a través de la fina cortina blanca. El sol de la mañana es cálido en primavera, pero el aire es fresco y vigorizante. Estiro mis piernas más allá del borde de la cama; muevo mis pies para despertarlos. Me lleva unos minutos poder pararme. Empujo mi peso sobre mis manos hacia el borde de la cama y obligo a mi cuerpo a pararse. Las primeras horas son horribles. No, los primeros minutos. Los minutos que paso pestañeando, adaptando mis ojos a la luz, adaptándolos al mundo, esos minutos son los peores. Es durante ese tiempo, cada mañana, que me doy cuenta de que te fuiste. La noche desplegó una sábana blanca de misterio sobre la verdad. Cuando la luz brilla a través de las cortinas, obligando a mis ojos a abrirse, es cuando comienzo a comprender. La realidad me golpea sin previo aviso, como un rayo que cae del cielo y lo parte en dos durante una cálida noche de verano. Te fuiste. Las primeras horas son así de malas. Es entonces que tengo que decidir cómo podré sobrellevar el resto del día.
