Nuevas lecturas críticas de la obra de Abel Posse - Roberto H. Esposto - E-Book

Nuevas lecturas críticas de la obra de Abel Posse E-Book

Roberto H. Esposto

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En su obra literaria, Abel Posse (1934-2023) ambicionaba forjar un lenguaje narrativo propio que conjugase lo cultural, lo filosófico, lo político y lo poético. A lo largo de su extensa trayectoria literaria, cultivó la poesía y la novela, el ensayo y la crónica. Distinguido por su creativo arte narrativo, este diplomático e intelectual fue un hombre que habitaba entre mundos: cosmopolita y nacional; porteño y latinoamericano.    Este libro hace el balance de la crítica, recoge una serie de aportaciones y toma una juiciosa selección de intervenciones del encuentro internacional "Nuevas aproximaciones a la obra de Abel Posse", celebrado virtualmente durante la pandemia los días 16 y 17 de noviembre de 2021. Este encuentro contó con la participación de eminentes especialistas de la obra posseana, las instituciones anfitrionas fueron la Université du Littoral Côte d'Opale (Francia) y la University of Queensland (Australia).    En este volumen se incluye un largo conversatorio con Abel Posse durante el coloquio, en el que habló de sus últimos proyectos literarios y dialogó con los ponentes. También se reúnen, por primera vez, los llamados "relatos sanmartinianos" de Abel Posse, algunos incluso inéditos.

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NUEVAS LECTURAS CRÍTICAS DE LA OBRA DE ABEL POSSE

En su obra literaria, Abel Posse (1934-2023) ambicionaba forjar un lenguaje narrativo propio que conjugase lo cultural, lo filosófico, lo político y lo poético. A lo largo de su extensa trayectoria literaria, cultivó la poesía y la novela, el ensayo y la crónica. Distinguido por su creativo arte narrativo, este diplomático e intelectual fue un hombre que habitaba entre mundos: cosmopolita y nacional; porteño y latinoamericano.

Este libro hace el balance de la crítica, recoge una serie de aportaciones y toma una juiciosa selección de intervenciones del encuentro internacional “Nuevas aproximaciones a la obra de Abel Posse”, celebrado virtualmente durante la pandemia los días 16 y 17 de noviembre de 2021. Este encuentro contó con la participación de eminentes especialistas de la obra posseana, las instituciones anfitrionas fueron la Université du Littoral Côte d’Opale (Francia) y la University of Queensland (Australia).

En este volumen se incluye un largo conversatorio con Abel Posse durante el coloquio, en el que habló de sus últimos proyectos literarios y dialogó con los ponentes. También se reúnen, por primera vez, los llamados “relatos sanmartinianos” de Abel Posse, algunos incluso inéditos.

 

 

Romain Magras. Doctor en filología hispánica por la Universidad París VIII, es profesor titular en la Université du Littoral Côte d’Opale (Francia), miembro del grupo de investigación HLLI (UR4030, Unité de Recherche sur L’Histoire, la Littérature, les Langues et l’Interculturel) y de la red LI.RI.CO. Especialista en literatura argentina, defendió en 2011 una tesis de doctorado titulada Les figurations de l’héroïsme dans l’œuvre d’Abel Posse. La mayor parte de sus trabajos de investigación se centran en la obra de Abel Posse y en el tratamiento de la Historia en la ficción. También ha publicado artículos sobre la novela histórica latinoamericana y sobre varios aspectos de la obra de Leopoldo Lugones, Andrés Rivera, María Rosa Lojo o Claudia Piñeiro. Ha traducido al francés unas diez novelas latinoamericanas y, desde 2021, es miembro correspondiente en Francia de la Academia Argentina de Letras.

 

 

Roberto H. Esposto. Doctor por La Trobe University, Melbourne. Es docente e investigador en la cátedra de español y estudios latinoamericanos en la Escuela de Lenguas y Culturas de la University of Queensland, Brisbane, Australia. Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran: Peregrinaje a los orígenes. La dicotomía de civilización y barbarie en las novelas de Abel Posse (2007), Abel Posse, senderos de un caminante solitario (2013), Rodolfo Kusch. Actualidad de un pensamiento americano (2018) y editó Hugo Caamaño. Poeta de mundo propio (2022). Es miembro correspondiente en Australia de la Academia Argentina de Letras.

ROBERTO H. ESPOSTO ROMAIN MAGRASeditores

NUEVAS LECTURAS CRÍTICAS DE LA OBRA DE ABEL POSSE

Índice

CubiertaAcerca de este libroPortadaDedicatoriaAgradecimientosIntroducción. Un viaje por la vida y la obra de Abel Posse. Roberto H. Esposto y Romain Magras1. El “ciclo de la conquista” de Abel Posse en el marco de la narrativa histórica hispanoamericana. Beatriz Aracil Varón2. Anacronismo y crítica de la modernidad en las novelas de ciclo americano de Abel Posse. Fernando Limeres Novoa3. Desde El arpa y la sombra de Alejo Carpentier hasta Los perros del paraíso de Abel Posse: la mirada crítica, la parodia nihilista y otros excesos en la nueva novela histórica. Diego E. Niemetz4. Los relatos sanmartinianos de Abel Posse. Romain Magras5. El inquietante día de la vida: ¿la vida está en otra parte? María Rosa Lojo6. Abel Posse y Miguel Serrano: dos visiones desde América Latina sobre los orígenes del nazismo. Israel Holas Allimant7. Escribir solo, escribir de a dos: testimonios de autor en diarios y ensayos de Abel Posse, Rodolfo Rabanal y Adolfo Bioy Casares. Lucas Rimoldi8. Abel Posse: virajes narrativos de una vida recordada. Roberto H. EspostoConversatorio con Abel Posse desde Buenos Aires (16-17 de noviembre de 2021): fragmentos selectosApéndice. Algunos relatos sanmartinianos de Abel PosseSan Martín en SaldánEl misterio de Punchauca (y Guayaquil)Paz en guerraCuando el águila desapareceLos autoresMás títulos de Editorial BiblosCréditos

A Abel Posse, in memoriam.

Agradecimientos

Los editores deseamos expresar nuestro agradecimiento a las instituciones anfitrionas de este coloquio “Nuevas aproximaciones a la obra de Abel Posse” (16 y 17 de noviembre de 2021) y por el apoyo prestado para hacer posible la publicación de este libro: a la Université du Littoral Côte d’Opale, UR 4030, HLLI, Unité de Recherche sur l’Histoire, les Langues, les Littératures et l’Interculturel, F-62200 Boulogne-sur-Mer, Francia, y a la School of Languages and Cultures, Faculty of Humanities, Arts and Social Sciences, University of Queensland, Australia. Extendemos nuestro reconocimiento a todos los participantes del coloquio y a quienes fueron seleccionados académicamente para ser publicados en este libro. Por último, quisiéramos expresar nuestro profundo y sincero agradecimiento a Abel Posse por su generosa participación en el coloquio y por permitir publicar en este volumen sus relatos sanmartinianos, reunidos aquí por primera vez.

 

INTRODUCCIÓN Un viaje por la vida y la obra de Abel Posse Roberto H. Esposto y Romain Magras

Durante los últimos tramos de la edición de este volumen, aconteció la inesperada muerte de Abel Posse, un viernes 14 de abril de 2023 a sus 89 años. Pese a que nos haya dejado el hombre, el escritor, a sus asiduos y futuros lectores nos ha legado su riquísima y original obra. De ahí que este libro se convierta, por azar, en una publicación conmemorativa, cuya finalidad es un acto que preserva la memoria viviente del arte del insigne autor de El largo atardecer del caminante.

Esta publicación recoge las disertaciones e intervenciones del encuentro internacional “Nuevas aproximaciones a la obra de Abel Posse”, celebrado virtualmente debido a la pandemia durante dos días, del 16 al 17 de noviembre de 2021. Las instituciones anfitrionas fueron la Université du Littoral Côte d’Opale (Francia) y la University of Queensland (Australia).

Han pasado casi tres décadas de aquel encuentro dedicado a la obra de Abel Posse, en el ciclo “Semana de autor” en la Casa de América (1995), patrocinado por la entonces Agencia Española de Cooperación Iberoamericana (AECI). El célebre hispanista español Luis Sáinz de Medrano tuvo las riendas de la conducción de ese foro, que contó con la participación de destacados estudiosos de la literatura latinoamericana y le otorgó un merecido reconocimiento en círculos académicos e intelectuales de Europa a la notable narrativa de Abel Posse que había venido cosechando premios literarios.

A este le siguió otro encuentro, en 2003, organizado en Francia por la red universitaria LI.RI.CO (Literatura Rioplatense Contemporánea), que se llevó a cabo en la Université Paris VIII Vincennes-Saint-Denis. Las ponencias e intervenciones del autor de Daimón fueron publicadas por la revista Travaux et documents.

El lector tiene en sus manos el resultado de una juiciosa selección1 de trabajos que brindan nuevas aproximaciones, criterios, averiguaciones y perspectivas sobre la obra de Abel Posse, uno de los escritores argentinos más importantes de su generación.

Estas nuevas lecturas dicen mucho de la profundidad y extensión de una obra que sigue viva, mutándose con cada generación de lectores, pues confirma aquello que dijo Jorge Luis Borges:

 

Heráclito dijo que nadie baja dos veces al mismo río… Cada vez que leemos un libro, el libro ha cambiado, la connotación de las palabras ha cambiado. (Borges, 2007: 197-205)

 

A continuación, deseamos brindar un bosquejo de la vida y la obra de Abel Ernesto Parentini Posse, nacido el 7 de enero de 1934.

Este autor es una rara avis en el mundo literario e intelectual de hoy, por la confluencia en su obra literaria de su participación y compromiso en la vida pública. Ha contribuido a los debates de su tiempo en la prensa: La Nación y Perfil de Buenos Aires, El País y ABC en Madrid. Diplomático de carrera con cuarenta años de servicio, se trasladó a destinos tan exóticos y disímiles como el Moscú de la antigua Unión Soviética, Lima, París, Tel Aviv, Venecia, Praga, Copenhague, Madrid.

Su actividad diplomática tiene lugar al mismo tiempo que crea sus ficciones de alucinantes mundos imaginarios en los que convergen y se entrecruzan lo literario y la política, la filosofía y la cultura. En este sentido, pertenece a una larga tradición en las letras hispanoamericanas, como el premio Nobel Mario Vargas Llosa, y, en un pasado no muy remoto, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Pablo Neruda, Sergio Pitol.

Abel Posse ha cultivado casi todos los géneros literarios: poesía, cuento, ensayo, crónica testimonial y novela. Es autor de trece novelas (traducidas a diecisiete idiomas), dos memorias testimoniales noveladas (la última es Vivir Venecia), siete colecciones de ensayos y crónicas (entre las cuales hay dos sobre literatura y cultura, y cinco de temática sociopolítica nacional e internacional).

También ha escrito poesía, pero exclusivamente para sus amigos. Varias de estas creaciones anteceden a su narrativa. Hay que destacar tres colecciones: Celebración del desamparo, Cambio de piel, ambas inéditas, y Celebración de Machu Picchu, editada en Venecia en 1977. La poesía ha tenido un papel fundante en su formación como escritor. Cuando era agregado cultural en París, entre 1982 y 1985, editó una colección bilingüe de poesía argentina bajo el sello Nadir, en quince tomos.

“El germen del viaje ha estado en mi vida y en todos mis libros”, nos dice Abel Posse en su página web. Es así como la vocación literaria tiene una estrecha relación con la vida de este consumado viajero. Dado el itinerario de sus destinos diplomáticos, no es nada extraño que corra por las venas de sus novelas un nomadismo homérico, como un periplo exterior que se traduce en un peregrinaje interior en sus protagonistas. Su narrativa lleva a sus lectores por topografías extraordinarias: la selva amazónica, el mare tenebrarum del Atlántico, el vasto suroeste estadounidense, India, Tíbet y la China central, la Rusia soviética y la Europa detrás de la Cortina de Hierro, la puna y el altiplano andino, y la cosmopolita Buenos Aires, entre otros. Asimismo, transporta a sus lectores a asombrosos y fascinantes períodos históricos: la España de los Reyes Católicos, la trágica épica de la conquista española de América, la España franquista, el París de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, la Rusia de Leonid Brezhnev, la Alemania nazi, la Argentina de Perón y Evita, la de la década de plomo en la guerra sucia, así como la Argentina del Centenario.

En su obra, Abel Posse se propuso el desafiante objetivo de crear novelas con “la pasión por crear un lenguaje en que se funda la cultura, la narrativa, lo filosófico, lo político, lo poético…” (Magras, s/f: 592). Esto parece indicar una intención totalizadora, motivada por un espíritu vanguardista en nuestro autor, quien anhela forjar un lenguaje propicio para cada una de sus novelas. Si nos aventuráramos a mapear el lenguaje novelístico posseano desde Los bogavantes (1970) hasta sus memorias en Vivir Venecia (2016), encontraríamos en él una rica variedad de estilos, arquitecturas y voces narradoras.

Como si él hubiera asumido su primer seudónimo, Arnaut Daniel, presentado por Dante como “il gran fabbro” de la lengua, la primorosa y meticulosa labor narradora de Abel Posse está acompañada de una lenta temporalidad en la maduración y creación de sus novelas. La cuidadosa orfebrería en el lenguaje que emplea Posse en su narrativa bebe mucho de su propia poesía.

Su formación intelectual está marcada por ese período que algunos consideran dorado, el de la Buenos Aires porteño de fines de los años 40 (del tango) y las décadas de 1950 y 1960, donde entrar en un café porteño era como ir a una universidad informal. Nos cuenta Abel Posse:

 

Buenos Aires […] tenía la cualidad de ser una especie de ciclotrón cultural […] todos los cafés de Buenos Aires se hablaba de cosas con un sentido muy informado. Para entrar en ese círculo de conversaciones había que saber de Freud, de Dostoievski, del taoísmo y del budismo […] Este cosmopolitismo activo de múltiples intereses era la formación de todo escritor argentino. (Hernández, 1996: 123)

 

Era la Buenos Aires donde todo intelectual y escritor, tarde o temprano, debía cruzar el océano para llegar al templo de la cultura europea: París. Así nos lo explica Posse, quien pertenecía a esas generaciones cuya brújula apuntaba al Viejo Mundo:

 

El escritor porteño o criado en esta ciudad tenía todos los esquemas de valores relacionados con Europa: el arte, el cine, la literatura. En todo estamos ligados a Europa, y Buenos Aires es una puerta tremenda hacia el continente […] Yo tenía veinticuatro años y París era el gran centro cultural. Todos mis esquemas y valores estaban relacionados con Europa. Nunca se me ocurrió ir a Estados Unidos; pero, más grave aún, también poco se me había ocurrido ir a Brasil. (García Pinto, 1989: 494)

 

Después de su estancia en Moscú, en 1969 la Cancillería lo destina a Lima, Perú. Esta estadía marca un antes y un después; es un giro que le brinda una apertura de concientización decisiva de su propia condición de escritor situado en América. Nos cuenta:

 

El contacto con Perú, para mí, fue determinante […] La estancia en Perú fue una revelación estética, porque me abrió a las filosofías indígenas, a la cosmovisión del mundo indoamericano; y estudié profundamente esos fenómenos […] Ese conocimiento de América me llevó a un cambio total de mi escritura. Y desde entonces varié mi forma de escribir y hasta de leer, porque fue en ese momento cuando se produjo mi acercamiento mayor a la literatura iberoamericana. (Hernández, 1996: 126)

 

Este es el período cuando Posse cultiva su amistad con el filósofo y antropólogo germano-argentino Rodolfo Kusch (1922-1979), autor de América profunda (1962). El pensamiento de Kusch, así como el de Martin Heidegger, con quien Posse tendrá un encuentro a principios de los años 70, serán decisivos en su formación.

Otro dato sumamente significativo que arroja un haz de luz sobre la formación intelectual (literaria y filosófica) de Abel Posse es la publicación en 1991 de Biblioteca esencial: 101 libros fundamentales de la literatura mundial, con un anexo sobre literatura argentina y rioplatense. Además de ser también una especie de guía para el joven, o no tan joven, que desea iniciarse en las letras, ese ensayo puede leerse en filigrana como un manifiesto en el que Posse expone su propia concepción del canon literario y del papel del escritor.

Posse inicia su camino como novelista con Los bogavantes (1970) y La boca del tigre (1971). En ambas novelas su autor exorciza demonios para expresar lo que siente, tal como la crisis del hombre moderno. Vuelca todas las obsesiones temáticas que lo aquejan; la deshumanización del hombre por la tecnología y la cosificación; un horizonte amenazado por el hongo nuclear de la Guerra Fría.

Los bogavantes, seleccionada para el premio Planeta de 1968, se considera impublicable en la España franquista y se publica entonces por Corregidor en Buenos Aires en 1970. Finalmente aparece en Barcelona por Planeta en septiembre de 1975. Ya está en las estanterías de las librerías españolas cuando le llega a Carlos Barral, editor general de Planeta, la orden del Ministerio de Información y Turismo de retirarla de las librerías y quitarle cuatro páginas. Mejor propaganda imposible para una novela maldita.

Con Daimón (1978) y Los perros del paraíso (1983) nuestro autor quiebra con la novela histórica tradicional. Con un lenguaje barroco y poético, cargado de un humor desbordante, de especulaciones históricas y conceptuales-filosóficas, nos pinta un fresco transhistórico de América y del mundo, desplegando un anacronismo temporal que confunde el pasado con el presente.

Daimón figura entre los finalistas del premio internacional Rómulo Gallegos en 1982, un premio finalmente recibido por Los perros del paraíso en 1987, situando a Posse entre los mayores exponentes de la novela latinoamericana que irrumpe mundialmente en ese momento. Estas son novelas ambiciosas, que pretenden retratar y meditar sobre la épica de los orígenes de la modernidad americana. Reúnen las características de la nueva novela histórica latinoamericana, como la definió el crítico Seymour Menton, que incluye rasgos estilísticos propios: metaficción, palimpsesto, intertextualidad, anacronismo, parodia, dialogismo, heteroglosia y carnavalesco bajtiniano, entre otros. Contiene un humor exuberante, irónico que acentúa la melancólica paradoja de la trágica historia americana.

A estas novelas en un principio Posse las introdujo como parte de una “Trilogía del descubrimiento”, que iba a incluir Los heraldos negros (todavía en preparación), así bautizada en homenaje al poema de César Vallejo. En 1992 recibe el premio Quinto Centenario por El largo atardecer del caminante, sobre el conquistador Álvar Núñez Cabeza de Vaca. Es una novela con un estilo y una voz narrativa distintas de las primeras dos: sobria, decididamente taciturna y melancólica. Más tarde esta novela será calificada como la tercera parte de la trilogía. Tal es la mutabilidad de este proyecto novelesco que hoy estas novelas forman parte de una “Tetralogía de la conquista”.

Con El largo atardecer del caminante, Abel Posse inaugura un nuevo giro en su creación novelesca, pues para adecuarse al subgénero experimenta con nuevos estilos narrativos. Tras esta primera incursión en la biografía ficcional, volverá al género con La pasión según Eva (1994) y Los cuadernos de Praga (1998), dos novelas biográficas o biografías noveladas sobre Evita Perón y Ernesto “Che” Guevara, que se distinguen por la coralidad de su narración.

Debido a su temática argentina, podríamos emparentar La pasión según Eva y Los cuadernos de Praga con las denominadas novelas argentinas: la apocalíptica Momento de morir (1979) y la futurista La reina del Plata (1988). El inquietante día de la vida (2001) es un retrato novelado de la Argentina del Centenario. Noche de lobos (2011), ambientada durante la guerra sucia de los 70, cierra este ciclo de novelas argentinas.

Los demonios ocultos (1987) y El viajero de Agartha (1989) exploran e imaginan el difícil y escurridizo tema de los orígenes paganos del nazismo. Mediante sinuosas historias, ambas novelas meditan acerca de la tenebrosa y destructora ficción de la distopía nazi.

Debido posiblemente a su retiro de la Cancillería en 2004, su residencia definitiva en la Argentina y su intensa dedicación a cuestiones y asuntos de política y cultura nacional, a partir de 2009 el estilo narrativo posseano experimenta otro giro más.

Es en esta primera década del siglo XXI cuando nuestro autor se dedica intensamente a ejercer la crónica periodística política y cultural. De 2000 al 2015 recopila y publica seis colecciones de ensayos periodísticos y literario-culturales.

Este giro estilístico se manifiesta en la híbrida creación narrativa presente en Cuando muere el hijo (2009), la ya mencionada Noche de lobos y en Vivir Venecia (2016). En estas piezas encontramos un cruce entre la crónica, el testimonio, las memorias y narraciones autorreflexivas donde el autor aparece ahora como protagonista, rompiendo con su extrema discreción en toda la producción novelesca anterior, en la que su voz solo aparecía en los paratextos y su figura, a veces, como la de un encuestador en segundo plano.

A pesar de haber sido traducida a casi veinte idiomas, posiblemente porque casi siempre vivió en el extranjero, o por la ambientación y proyección más continental que argentina de sus grandes novelas, la obra de Posse se ha estudiado sobre todo en Europa y Estados Unidos, donde la crítica universitaria lo ha reconocido como uno de los más brillantes exponentes de la llamada nueva novela histórica de América latina. Se han publicado cientos de artículos sobre aspectos de las novelas de la llamada “trilogía” o “tetralogía de la conquista”, y varios ensayos que marcaron un hito, como el de Beatriz Aracil Varón.

Las novelas de tema argentino, en particular La pasión según Eva, también despertaron mucho interés entre los críticos. La crítica también trató de brindar aproximaciones más totalizadoras de la obra, como las de Luis Sáinz de Medrano sobre la búsqueda de lo absoluto, de Malva Filer sobre quijotismo, de Marta Waldegaray sobre metaescritura, de María Rosa Lojo sobre el tema del viaje, de Roberto Esposto sobre la dialéctica de la civilización y la barbarie o la filosofía kuscheana, o de Romain Magras sobre el heroísmo y la figura de autor.

Últimamente van apareciendo trabajos sobre facetas poco estudiadas de su obra hasta la fecha, como su poesía, sus ensayos o sus recientes obras de corte más testimonial.

Aprovechamos para señalar a los lectores que no la conozcan la página web del autor: abelposse.com. Es de sumo interés para los investigadores por la abundante cantidad de material, pues permite acceder en línea a todos los textos que Posse publicó en la prensa, y también porque tiene una sección en la que aparecen las tapas o el texto de varios ensayos o artículos de investigación dedicados a su obra.

La literatura de Abel Posse no es de simple entretenimiento, demanda un lector activo y motivado por cuestiones filosóficas en torno a la condición humana. En Posse hay mucha literatura, del más alto vuelo, que para el lector bien dispuesto a la exploración y al riesgo es un camino empedrado de descubrimientos.

Esta publicación ha reunido con detenida consideración una selección de los trabajos presentados en el encuentro de 2021 que aportan nuevas y penetrantes lecturas de la obra posseana.

Beatriz Aracil Varón inicia esta recopilación con un pormenorizado repaso de la crítica sobre la obra de Abel Posse desde las décadas de 1980 hasta comienzos de la segunda década de este. Aunque fija su mirada en las novelas de la conquista de América, no deja de pasar revista a sus otras novelas históricas, donde el autor de La pasión según Eva ha evidenciado cambios en su estética narrativa.

Fernando Limeres Novoa hace hincapié en el empleo del anacronismo en las novelas de la conquista de América. Con sus diversas manifestaciones en este ciclo novelístico, este motivo narratológico cuestiona la potente hegemonía del discurso de la modernidad con sus persistentes secuelas coloniales en el continente americano.

Diego Niemetz emplea el marco de una estética del exceso para llevar a cabo una lectura cotejada de El arpa y la sombra de Alejo Carpentier y Los perros del paraíso. De esta manera propone una lectura de estas novelas que socavan el discurso que la historiografía tradicional ha hecho de la figura de Cristóbal Colón.

Romain Magras propone una aproximación a la ficcionalización y a la lectura histórica de la figura de San Martín en varios textos cortos poco conocidos, inconseguibles o inéditos que Posse le dedicó al prócer – “San Martín en Saldán”, “El misterio de Punchauca (y Guayaquil)”, “Paz en guerra”, y “Cuando el águila desaparece”–, reproducidos al final del presente volumen con el permiso del autor.

La distinguida académica y novelista María Rosa Lojo brinda una necesaria reflexión sobre la novela tucumana de Abel Posse, El inquietante día de la vida. Novela de autoficción de espesos pliegues, reimagina la Argentina liberal del Centenario, al mismo tiempo que relata la insólita figura de un dandy e intelectual, quien pertenece al oligárquico tradicional clan de los Posse de ascendencia gallega.

Israel Holas Allimant trae a consideración en su estudio un enfoque decididamente original de la cuestión del nazismo, visto desde una óptica situada desde América Latina, cuando en su lectura coteja las novelas de Abel Posse y del chileno Miguel Serrano sobre esta cuestión.

Lucas Grimoldi se ocupa del enigmático tema de ser escritor, al tomar como punto de inicio de su análisis la recopilación de ensayos literarios que Posse reunió en su libro En letra grande. Explora dicha cuestión cotejándola con escritores como Rodolfo Rabanal y Adolfo Bioy Casares que se han inquietado por esta incógnita.

La lectura que comparte Roberto H. Esposto se concentra en las creaciones literarias más recientes de Posse. Demuestra que desde Los cuadernos de Praga se pronuncia una hibridez en la arquitectura de sus creaciones narrativas al ilustrar giros que ha experimentado su voz, desembocando en el “yo profundo” de sus memorias, Vivir Venecia.

 

* * *

 

Como los citados eventos de Madrid y París, nuestro coloquio tuvo el honor de contar con la presencia y la activa participación de Abel Posse, que comentó desde Buenos Aires y durante dos días las aserciones de los estudiosos que hablaban desde cuatro continentes, y con quienes mantuvo un largo conversatorio, rico de enseñanzas, conexiones y anécdotas, un texto que nos parece fundamental y cuya transcripción aparece en la última parte del volumen.

Bibliografía citada

ARACIL VARÓN, Beatriz (2004), Abel Posse: de la crónica al mito de América, Cuadernos de América sin nombre n.° 9, Universidad de Alicante.

BORGES, Jorge Luis (2007), “El libro”, en Obras Completas, t. IV, Buenos Aires, Emecé, pp. 197-205.

ESPOSTO, Roberto (2005), Peregrinaje a los orígenes: “Civilización y Barbarie” en las novelas de Abel Posse, New Mexico: Research University Press.

GARCÍA PINTO, Magdalena (1989), “Entrevista con Abel Posse”, Revista Iberoamericana, LV (146-147): 493-506.

HERNÁNDEZ, Domingo Luis (1996), “La novela es generosa: una conversación con Abel Posse”, La Página, VII (21-22): 121-137.

FILER, Malva (2008), “Los personajes quijotescos en la obra de Abel Posse”, en Roy C. Boland Osegueda y Néstor Tenorio Requejo (eds.), Tres voces de América: César Vallejo, Claribel Alegría, Abel Posse (dossier), Antípodas, 19: 203-216.

LOJO, María Rosa (1996), “Poéticas del viaje en la Argentina actual”, en Karl Kohut (ed.), Literaturas del Río de la Plata hoy: de las utopías al desencanto, Madrid, Iberoamericana-Vervuert, pp. 135-143.

MAGRAS, Romain (s/f), “Les figurations de l’héroïsme dans l’oeuvre d’Abel Posse”, Bibliothèque numérique.octaviana.fr

PRUDON, Montserrat (dir.) (2003), “D’une rive… l’autre: approches traversières (4)”, Travaux et documents, 22, pp. 113-165.

SÁINZ DE MEDRANO, Luis (1992), “Abel Posse, la búsqueda de lo absoluto”, en Anales de literatura hispanoamericana, 21: pp. 467-480.

– (coord.) (1997), La Semana de Autor: Abel Posse (Madrid, 20-23 de noviembre de 1995 en Casa de América), Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica.

WALDEGARAY, Marta Inés (2008), “La experiencia de la escritura en la novelística de Abel Posse”, en Roy C. Boland Osegueda y Néstor Tenorio Requejo (ed.), Tres voces de América: César Vallejo, Claribel Alegría, Abel Posse (dossier), Antípodas, 19: 275-285.

 

 

1. Las dos jornadas del coloquio “Nuevas aproximaciones a la obra de Abel Posse” están disponibles en YouTube: www.youtube.com y www.youtube.com

1. El “ciclo de la conquista” de Abel Posse en el marco de la narrativa histórica hispanoamericana Beatriz Aracil Varón

Introducción

La producción narrativa de Abel Posse, caracterizada no solo por su calidad sino también por la diversidad de sus temas y fórmulas creativas, cuenta hoy con una valiosa bibliografía crítica que se halla representada en buena medida en el presente volumen. Sin embargo, la importancia de dicha producción fue ya destacada a inicios de la década de 1990; en esos años, uno de los maestros españoles del hispanoamericanismo, Luis Sáinz de Medrano (1992: 480), sostenía que los textos de Posse mostraban “una de las cotas más altas del arte de contar en el ámbito de la narrativa contemporánea en lengua española” y el gran hispanista italiano Giuseppe Bellini (1993: 125), incidiendo en la temática histórica de sus libros, afirmaba: “Posse es hoy uno de los escritores hispanoamericanos de mayor relieve, un narrador que ha descubierto el encanto del tema histórico, sobre el cual actúa originalmente, con fantasía e invención”.

Con estas elogiosas afirmaciones, los críticos europeos se referían fundamentalmente a tres novelas que Posse había publicado sobre el descubrimiento y la conquista de América, Daimón (1978), Los perros del paraíso (1983) y El largo atardecer del caminante (1992), una trilogía1 fundamental para entender el conjunto de la producción del autor argentino, pero también para el desarrollo de la novelística latinoamericana. Mi propósito en el presente trabajo es revisar estas tres obras2 precisamente para incidir en ambos aspectos: desde la perspectiva que nos dan más de tres décadas, convendrá volver a ellas para ubicarlas adecuadamente en la producción de Abel Posse hasta la fecha y, sobre todo, en el proceso de evolución de la novela histórica en América Latina.

La trilogía en el marco de la novelística de Abel Posse

La importancia de la “Trilogía del descubrimiento” en el conjunto de su novelística ha sido destacada tanto por la crítica como por el propio Posse, quien admite que fue precisamente la indagación en la realidad histórica americana la que le permitió acceder a una voz narrativa propia. Su llegada a Perú en 1969, destinado a la embajada argentina en Lima, lo va a enfrentar a la complejidad y riqueza de las culturas indígenas originarias:

 

[Y]o también descubrí América. Mi vida diplomática me llevó a vivir a Perú, y allí descubrí la América profunda, el universo indígena, la Historia de América y, también, al hilo de todo aquello, allí descubrí España. Sufro, pues, una transformación: yo era un escritor netamente argentino, al modo de como eran los escritores argentinos de la época: porteños, europeizantes, exclusivistas, y tuve una revelación de mi historia y de mi lenguaje. (En Sáinz de Medrano, 1997: 40)

 

El impacto de ese encuentro se entrevé ya, aunque referido al mundo maya, en la novela que estaba finalizando por entonces, La boca del tigre (1971), a través de la Guatemala que enmarca (como inicio y final) el relato sobre la experiencia soviética. A pesar del menosprecio que muestra su protagonista, Agustín Larralde, ante las ruinas mayas (“En realidad tengo muy poco entusiasmo –dice Larralde– por esa cultura brillante pero vencida que muchos consideran la más importante de América”, Posse, 1974: 11), lo cierto es que las frases rescatadas en su relato (esas “frases que uno puede encontrar en cualquier libro de bolsillo de los que venden en la Capital para instrucción de los turistas”, ibíd.: 11) son precisamente las que configuran, en el Chilam Balam, la “visión de los vencidos”, que interesará al autor especialmente en las novelas que nos ocupan:

 

Dispersados serán por el mundo las mujeres que cantan y los hombres que cantan y todos los que cantan […].

Entristezcámonos porque vinieron, los grandes amontonadores de piedras, los grandes amontonadores de vigas para construir […].

El dios de ellos solo de pecado hablará, solo de pecado será su enseñanza. Inhumanos serán sus soldados, crueles sus mastines bravos. (Posse, 1974: 32 y 401-402)

 

Ahora bien, lo que en La boca del tigre son solo significativos atisbos de una preocupación3 podemos decir que se convierte en un tema plenamente asumido (junto a otros muchos aspectos de la realidad americana) en su novela siguiente, Daimón, en la que Posse logra la desmitificación de la historia del continente a través de un lenguaje renovado. En esa novela, la famosa rebelión de Lope de Aguirre se convierte en punto de partida del relato: Aguirre “regresa” de entre los muertos para organizar una nueva expedición; así, el personaje se convierte en hilo conductor de una obra que revisa lo que fueron el descubrimiento y la conquista, pero también, en una concepción cíclica del tiempo, recorre cinco siglos de la historia de América. Ocho años de minuciosa documentación y de trabajo con el lenguaje permiten al autor la redacción de su primera novela “metahistórica” en la que logra, como él mismo explica, ese “nuevo ritmo, donde yo creo que estoy yo, lo que más vale de mí” (en García Pinto, 1989: 498)

En esta misma línea se inscribe el segundo título de su “trilogía”, Los perros del paraíso, en el que ofrece una versión paródica y desmitificadora del descubrimiento de América entremezclando las perspectivas del propio Cristóbal Colón (aquí un judío converso obsesionado por la búsqueda del Paraíso), los Reyes Católicos (símbolos del poder y la violencia de todo imperio) y los propios indígenas (en especial a través de las “delegaciones” inca y azteca que, en la primera parte de la novela, estudian una posible conquista del continente europeo). Estructurada como una cosmogonía cerrada, la novela se compone de cuatro partes que corresponden a los cuatro elementos formulados por Empédocles, y que constituyen a su vez el universo maya, ordenados a partir del propio desarrollo argumental de la obra: el aire (el mundo que rodea a los personajes, la atmósfera que se vive en Europa y en América en la segunda mitad del siglo XV), el fuego (símbolo del poder expansivo del imperio de los Reyes Católicos que va a ofrecer a Colón la posibilidad de su viaje), el agua (el mar, el espacio del viaje de Colón; un espacio también de viaje en el tiempo) y la tierra (América, el Nuevo Mundo, el Paraíso que se pierde, que es destruido por la implantación del poder dictatorial en ese espacio idílico). En definitiva, nos encontramos ante una novela totalizadora con la que Posse logra, quizá incluso con mayor brillantez que en Daimón, ofrecer su peculiar visión de lo americano a partir de una seria experimentación con el lenguaje.

Tras el díptico temático sobre el nazismo que constituyen Los demonios ocultos (1987) y El viajero de Agartha (1989), y el ingreso en una temática propiamente argentina con esa obra fragmentaria y compleja que es La reina del Plata (1990), Posse publica la tercera de las novelas que nos ocupa, El largo atardecer del caminante (1992), libro que nuestro autor no inscribe en principio en la “Trilogía del descubrimiento”, pero que más tarde aceptará como parte del proyecto.4 Escrita –dice Posse– como “una forma de compensar las visiones y las interpretaciones” (en Sáinz de Medrano, 1997: 63), El largo atardecer del caminante presenta al “gran personaje moral” de la conquista, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, quien, ya en sus últimos años, en Sevilla, recuerda los hechos que marcaron su vida en América y escribe una nueva crónica que corrige y amplía las “oficiales” (Naufragios y Comentarios). Con esta novela, Posse se aleja en buena medida de la reflexión metahistórica y de la experimentación formal que caracterizaba a las otras dos obras sobre la conquista para centrarse en ese ámbito histórico concreto, explorando ahora una forma de escritura (de algún modo ya iniciada en Los bogavantes y La boca del tigre) que da especial predominio al yo del narrador y que podríamos definir como “falsa autobiografía”: a través de la escritura, Cabeza de Vaca se mira a sí mismo en el pasado al tiempo que narra su presente.

Observadas en conjunto, las tres novelas manifiestan una serie de características comunes que pueden ayudar a definir, además, la totalidad de la producción narrativa de Posse. De entre estas constantes (fundamentalmente temáticas) que han permitido lecturas globalizadoras de su obra,5 me interesa destacar las que tienen que ver con sus protagonistas.

La primera característica sería que estos personajes históricos son (como otros muchos protagonistas de sus obras, y como el propio Posse) viajeros, con las implicaciones que el viaje (físico, intelectual, espiritual) tiene como forma de (auto)conocimiento. En este sentido, Roberto H. Esposto (2005: 11) plantea que todos los personajes de Posse emprenden un “peregrinaje”, un viaje que tiene como propósito esencial “alcanzar o retornar a una unidad u origen perdidos”, un “regreso al hogar” que es, en realidad, una “búsqueda del «origen» que causó la antítesis entre «Civilización y Barbarie»”.

Además, estos personajes son abordados desde ese “mecanismo de trabajo” que –según nuestro autor– consiste en “utilizar la nostalgia desde una posición de dolor, o de ruptura, o de amenaza, o de serenidad, o de enfermedad, o de vejez, puntos desde los que la rememoración de la vida cobra una intensidad nostálgica” (Sáinz de Medrano, 1997: 72); es por ello que Posse recurre “al personaje en crisis, al personaje caído, al viejo, al enfermo, de modo que el personaje evoca su grandeza o su propia humanidad” (ídem).

Estos protagonistas derrotados, habituales en sus novelas, tienen otro rasgo significativo: son en su mayoría –como propone Fernando Aínsa– “héroes míticos” vencidos, héroes que han fracasado (al menos ante sí mismos)” (en Sáinz de Medrano, 1997: 72). No es de extrañar, por tanto, que una parte importante de estos protagonistas (entre los que se encuentran los de las tres obras que nos ocupan) hayan sido estudiados a partir de su construcción mítica en un trabajo monográfico de Mercedes Cano (2010) o que Romain Magras plantee en su tesis doctoral lo oportuno que resulta “considerar el conjunto de la experiencia estética possiana como una fábrica de héroes, como una celebración del heroísmo individual a través de múltiples figuraciones”6 que van de los personajes históricos a los ficcionales e incluso al propio Abel Posse-autor (y sus “máscaras”).

Ahora bien, a pesar de estos hilos conductores, la novelística de Posse se nos muestra en continua evolución, tanto desde el punto de vista temático como estilístico, y en este sentido las tres obras que conforman lo que he denominado “el ciclo de la conquista” adquieren un valor fundamental, sobre todo porque la profundización en una temática propiamente americana va a permitir a Abel Posse, como ya he señalado, hallar una voz propia, un lenguaje propio: como diría Alejo Carpentier, el autor ha encontrado el “significante” justo para dar cuenta de ese “significado” americano que pretende transmitir.7Daimón, definida por Juan Manuel García Ramos como “la más ambiciosa” de sus novelas,8 marca este punto de inflexión en la medida en que asume el tratamiento del personaje de Lope de Aguirre desde unas coordenadas estéticas y políticas absolutamente originales; como él mismo explica:

 

Este personaje me pareció tan descomunal que decidí que tenía que seguir viviendo, porque esa impronta anárquica y salvaje es la que permaneció en América […] Los dictadores de América son, de alguna manera, ese Lope de Aguirre, y yo traté de que ese personaje tuviera dos vidas: la suya real y otra que, mediante sucesivas reencarnaciones, lo lleva hasta el siglo XX. Ese ha sido mi esfuerzo y mi intento, el de utilizar a este personaje como símbolo de los diversos avatares de la vida y de la historia americana. (En Sáinz de Medrano, 1997: 77-78)

 

Vemos, pues, que Lope de Aguirre, personaje “símbolo” o arquetipo del poder, le permite proponer una visión irónica y desmitificadora de la historia (y de su escritura), expresada en un estilo barroco, que convierte la novela en un “delirio”. En palabras de Ingrid Galster (2011: 653):

 

Es como si Posse se propusiera totalizar carnavalísticamente en una abarcadora síntesis irónica no solo la desacreditada cultura occidental, a cuya influencia América se ha visto expuesta desde la conquista, sino también las manifestaciones culturales y estéticas actuales de la identidad latinoamericana.

 

Lo carnavalesco se convierte, en efecto, en una clave de lectura de esta novela9 que Posse va a integrar a su vez en el que será, para una parte importante de la crítica, su mejor libro: Los perros del paraíso. Una obra en la que cuestiona de nuevo la historia oficial a partir de una distorsión del material histórico10 y en la que volvemos a encontrar un hábil manejo de técnicas como la intertextualidad o la ironía y una continua presencia del pasado en el presente (la “compresencia” orteguiana).11 El viaje del descubrimiento se inserta aquí en una travesía mítica en la que confluyen viajes al continente americano en diversas épocas, que es el símbolo de los encuentros, de los vínculos entre los dos continentes a lo largo de una historia sin tiempo. En cuanto al Paraíso, podemos decir que es un espacio donde se rompen las coordenadas temporales: en este Paraíso, lo histórico no tiene validez en su linealidad sino en su continua “presentidad”; por ello se dice en algún momento de la novela que “los tiempos verbales –del pasado, presente y futuro– se hacinaban en el olvido de un museo gramatical” (Posse, 1987: 215).

Con El largo atardecer del caminante, el autor abandona –como ya he apuntado– esa pretensión de situarse más allá de la historia, de hacer “una novela trashistórica, metahistórica […] utilizando la historia como clave para interpretar el absurdo de nuestra América” (Pites, 1993: 123) que caracteriza a las dos novelas anteriores. Sin renunciar a una moderada utilización de técnicas narrativas posmodernas, lo que propone ahora es –en palabras de Mercedes Cano (2010: 58)– “una voz de resonancias más íntimas, pero en la que el componente estético del lenguaje sigue presente”. La mirada amplia (en el espacio y el tiempo) que se ofrece en Daimón y Los perros del paraíso se concentra ahora en un personaje, Cabeza de Vaca, y en los espacios concretos de su experiencia americana y sus últimos años en Sevilla. Acorde con este nuevo enfoque, la escritura se concentra en la construcción de un “yo” a partir del proceso mismo de una escritura (o, más bien, reescritura) que saca a la luz diversos matices del personaje y que plantea una reflexión explícita sobre el contexto concreto de la España y la América del siglo XVI precisamente a través de la mirada crítica del protagonista.

Mercedes Cano (2010: 58) habla de cierto “desgaste de la fórmula” empleada en las dos novelas anteriores (aspecto sobre el que volveré más adelante), pero también (y esto ha sido lo más destacado por la crítica) de una “necesaria época de transición”, muy acorde con una narrativa que huye continuamente del encasillamiento. Esta primera novela propiamente biográfica de Posse constituye un importante punto de inflexión en la producción del escritor argentino en la medida en que inicia un tipo de relato que surge de la admiración por un personaje histórico y que se propone la revisión de toda una vida a partir de la evocación, de la memoria, situando al protagonista al final del camino, ya ante la inminencia de la muerte, que es, en definitiva, la que vamos a encontrar tanto en La pasión según Eva como en Los cuadernos de Praga (Aracil, 2008: 224-230),12 aunque siempre con recursos diferentes: recordemos que la novela sobre Evita es una “Biografía coral. Novela de todos” en la que el autor-narrador se presenta como “un coordinador de las versiones y peripecias que fueron delineando el mito” (Posse, 1994: 10) mientras que, en la novela sobre el Che, la voz del protagonista, que escribe los cuadernos, se entrecruza con la del propio autor, que los “descubre” y transcribe.13

No es el propósito de este trabajo abordar esa evolución formal posterior de la narrativa de Posse: en lo que me interesa insistir es en que, si –como he planteado brevemente– cada una de las tres novelas que nos ocupan son títulos imprescindibles en el conjunto de la novelística de nuestro autor, a su vez también cada una de ellas ha tenido una importante significación en el desarrollo de la narrativa latinoamericana contemporánea. Por ello la segunda parte de esta reflexión se dedica a aportar algunas ideas sobre su recepción crítica (tanto en el momento de su publicación como a lo largo de las últimas décadas) para intentar demostrar, desde esa perspectiva que nos permite ya la distancia temporal, que las tres obras constituyen, por distintos motivos, importantes referentes de la narrativa histórica en América Latina.

La trilogía en el marco de la narrativa histórica hispanoamericana

Daimón se publica en España en 1978, cuando el país apenas inicia su actual período democrático tras cuatro décadas de dictadura franquista, lo que explica algunas críticas a la ideología de la novela desde posturas conservadoras, pero también, precisamente por ello, en líneas generales, se valora la libertad temática y estilística del libro, que, por su imaginación desbordante, llega a ser equiparado con Cien años de soledad (Galster, 2011: 654-656).14 Gracias a su novedosa propuesta y sus logros narrativos, la novela logra incluso ser finalista del premio Rómulo Gallegos en 1982, pero la atención generalizada de la crítica hacia ella se inicia una década más tarde, cuando la obtención de este prestigioso premio por su siguiente libro, Los perros del paraíso, en 1987 convierte a Posse en un autor paradigmático de la “nueva novela histórica”.

En efecto, en la década de 1990 empezamos a encontrar artículos que integran esta obra en el conjunto de la narrativa sobre Lope de Aguirre, como los de Ingrid Galster (1992: 256-271; 1997: 196-204), que ya iniciaba por entonces su completísimo estudio sobre el personaje, así como sugerentes artículos que abordan aspectos específicos de la novela: el de Corina Mathieu (1991: 514-517), centrado en la forma en que el tema de la conquista sirve al autor para referirse al presente de América; el de Mónica Bueno (1992: 365-373), que destaca elementos como la transgresión y la irracionalidad que rodean al personaje de Aguirre; el de Marina Kaplan (1993: 272-286), que plantea la construcción del protagonista como personaje romántico (marginado, demoníaco, apasionado y fracasado) precisamente para desmitificar la tradición romántica hispanoamericana; o el de Daniel Capano (1995: 261-270), quien analiza rasgos posmodernos de la obra como el anacronismo, la intertextualidad y la ironía. Trabajos todos ellos que llaman la atención sobre una nueva forma de entender la historia a través de la literatura que esta obra comparte con otras novelas coetáneas como El arpa y la sombra (1979), de Alejo Carpentier, o El mar de las lentejas (1979) de Antonio Benítez Rojo.

Por ello creo que merece la pena llamar la atención sobre la fecha en que sale a la luz (de nuevo en España) Los perros del paraíso, 1983, que es también la fecha en que el mexicano Fernando del Paso hace un llamamiento en la Revista de Bellas Artes a los escritores latinoamericanos para que cumplan con su misión de “asaltar la historia oficial”. La frase, recogida a su vez por diversos críticos (Menton, 1993: 41), se convierte en una consigna para definir a un amplio grupo de escritores (entre ellos, el propio Posse) que, desde diversas circunstancias y presupuestos, coinciden en la necesidad de cuestionar la versión “canónica” de los hechos impuesta por la historia y en su confianza en que esa tarea debe ser realizada desde la literatura. Empieza a haber una conciencia de que la novela histórica está asistiendo a un proceso de renovación por el que la denominada “ficción” se atreve a enfrentarse a la supuesta “verdad” de la historiografía; una renovación que implica, además, la incorporación a la temática histórica de “la recurrencia a la dimensión universal del mito y la renovación del lenguaje literario” aportadas por la “nueva novela” de los años 60 (Pons, 1996: 100).

Daimón