One health - Federico Mayor Zaragoza - E-Book

One health E-Book

Federico Mayor Zaragoza

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Beschreibung

Es un hecho que el clima está sufriendo un progresivo cambio. El siglo XXI está experimentando un aumento de la temperatura global en la Tierra de entre 1 a 4 oC, provocado principalmente por el aumento en las concentraciones de los denominados gases de efecto invernadero. Ello implicará una serie de cambios a medio y largo plazo que afectarán directamente a todos los que habitamos el planeta, entre las que se encuentran las especies animales, incluidas las marinas, también la vegetación y de forma inexorable, la población humana. En esta realidad estamos implicados todos los seres que habitamos el planeta tierra. Más si cabe, los garantes de la salud pública: médicos, veterinarios, personal de enfermería, farmacéuticos, investigadores, en definitiva, todos aquellos profesionales que de una forma u otra son los que garantizan los recursos de salud para todos. Este proyecto, consistente en un libro y una serie de audiovisuales, pretende formar e informar a todos los profesionales de la salud del problema más importante al que se enfrenta la humanidad y nuestro planeta. Su título, One health, es un concepto sólido que está científicamente verificado. En esta obra se pretende crear el instrumento que nos permita compartir información y avanzar hacia un futuro mejor para las generaciones futuras. Cabe destacar que los autores son personalidades del mundo de la ciencia, dotando a la obra de un elemento no solo formativo, sino también de prestigio científico, dando mayor relevancia al problema y a la solución.

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Es propiedad de:

© 2019 Amazing Books S.L.

www.amazingbooks.es

Director editorial: Javier Ábrego Bonafonte.

Pº de la Independencia Nº 24-26.

8ª planta, oficina 12.

50004 Zaragoza - España.

Primera edición: Noviembre 2019.

ISBN: 978-84-17403-52-2

Cómo citar este libro:

Federico Mayor Zaragoza, Fernando Fariñas Guerrero y Santiago Vega García. ONE HEALTH. Cambio climático, contaminación ambiental y el impacto sobre la salud humana y animal. Zaragoza (España). Amazing Books; 2019.

Presentación del libro:

https://amazingbooks.es/one-health

Reservados todos los derechos.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra; solicite autorización en el teléfono +34 976 077 006 o escribiendo al e-mail: [email protected]

La editorial ha realizado todos los esfuerzos posibles para conseguir la autoría de las imágenes que aparecen en esta obra y por obtener los permisos de reproducción necesarios. Esto no ha sido posible en todos los casos. Si se ha producido alguna omisión o algún dato incorrecto, por favor, póngase en contacto con la editorial.

Amazing Books S.L. queda exonerada de toda responsabilidad ante cualquier reclamación de terceros que pueda suscitarse en cuanto a la autoría y originalidad de dicho material, así como de las opiniones, casos científicos y contenidos, que son intrínsecamente atribuibles al autor. La ciencia es dinámica y está sometida a constantes cambios. Para cualquier aclaración al respecto, diríjase a la siguiente dirección de e-mail: [email protected]

Índice

PRÓLOGO.

Federico Mayor Zaragoza

NOTA DEL EDITOR.

Javier Ábrego Bonafonte y G. José Díaz Sáez

MÓDULO 1. Introducción al One Health

Capítulo 1. ¿Qué es One Health?

Santiago Vega García y Clara Marín Orenga

Capítulo 2. Introducción histórica.

Santiago Vega García y Clara Marín Orenga

Capítulo 3. Base epidemiológica e interacción: animal-hombre-entorno.

Carmelo Ortega Rodríguez

Capítulo 4. Implementación de programas One Health.

Carmelo Ortega Rodríguez y Santiago Vega García

MÓDULO 2. Cambio climático y enfermedades infecciosas emergentes en animales, humanos y plantas

Capítulo 5. Factores relacionados con la emergencia y reemergencia de las enfermedades infecciosas.

Juan José Badiola Díez, Cristina Acín Tresaco, Bernardino Moreno Burgos, María Antonia Vargas Vargas, Belén Marín González, Rosa Bolea Bailo, Marta Monzón Garcés

Capítulo 6. La rabia.

Fernando Fariñas Guerrero y Rafael Astorga Márquez 153

Capítulo 7. Gripe.

Iván Sanz Muñoz y Raúl Ortiz de Lejarazu Leonardo

Capítulo 8. Biogeografía del Ébola.

Santiago Vega García, María José Álvarez Pasquín, María Jesús Menchón Mateo, Mª Paz Sánchez-Seco Fariñas, Ana Negredo Antón

Capítulo 9. La explosión de los fitopatógenos.

Ignacio Belda Aguilar, Cátia Pinto, Alberto Acedo Bécares

Capítulo 10. El problema de la resistencia antibiótica.

María del Carmen Simón Valencia y Carmelo Ortega Rodríguez

Capítulo 11. Vacunas One Health.

Fernando Fariñas Guerrero y Rafael Astorga Márquez

MÓDULO 3. Expansión de vectores que transmiten enfermedades

Capítulo12. Arbovirus y parásitos transmitidos por mosquitos y otros dípteros hematófagos.

12.1 Introducción.

Javier Lucientes Curdi

12.2 Dengue.

Manuel Linares Rufo

12.3 Virus Zika.

Manuel Linares Rufo

12.4 Chikunguña.

Manuel Linares Rufo

12.5 Fiebre amarilla.

Ana María Fernández Sánchez, Mª Concepción Mediavilla Gradolph

12.6 Fiebre del Valle del Rift.

Santiago Vega García y Clara Marín Orenga

12.7 Fiebre del Oeste del Nilo.

Santiago Vega García, Clara Marín Orenga y Rafael Astorga Márquez

12.8 Malaria.

Ana María Fernández Sánchez yMª Concepción Mediavilla Gradolph

12.9 Leishmaniasis.

Javier Lucientes Curdi

Capítulo 13. Garrapatas, patógenos, Salud Pública y clima.

Agustín Estrada Peña y Natalia Fernández-Ruiz

13.1 Las garrapatas: qué son y cómo viven

13.2 Las garrapatas y la borreliosis de Lyme

13.3 La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

Capítulo 14. Enfermedades de impacto económico.

14.1 Peste porcina africana.

José Manuel Sánchez-Vizcaíno Rodríguez,Estefanía Cadenas-Fernández, Cristina Jurado Díaz

14.2 Lengua azul. Fiebre catarral ovina.

Rafael J. Astorga Márquez, Santiago Vega García, Clara Marín Orenga

MÓDULO 4. Contaminación ambiental y salud

Capítulo 15. Contaminación ambiental y ecología.

Joaquín Araújo Ponciano

Capítulo 16. Agua, aire y suelo.

Pilar Muñoz-Calero Peregrín

Capítulo 17. Contaminación ambiental y enfermedades inmunológicas humanas y animales.

Fernando Fariñas Guerrero

Capítulo 18. Lactancia materna y contaminación ambiental.

Nicolás Olea Serrano

Capítulo 19. Disruptores endocrinos.

Nicolás Olea Serrano

Capítulo 20.1 Contaminación ambiental y cáncer.

Pilar Muñoz-Calero Peregrín y Natàlia Eres Charles

Capítulo 20.2 Oncología Ambiental: Repensar el abordaje clínico del cáncer.

Natàlia Eres Charles y Pilar Muñoz-Calero Peregrín

MÓDULO 5. Estrategias de intervención y el futuro

Capítulo 21. Propuestas inaplazables para la protección de la Biosfera y la regulación del cambio climático.

Federico Mayor Zaragoza

Capítulo 22. La Tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán.

Federico Mayor Zaragoza

Prólogo

Federico Mayor Zaragoza

«Nosotros, los pueblos…hemos resuelto evitar a lasgeneraciones venideras…»

Carta de las Naciones Unidas, 1945.

Estamos en una Nueva Era. Desde hace algunos años, sabemos que la demografía y la actividad propia de la especie humana afectan a la habitabilidad de la Tierra. También es cierto que, por primera vez en la historia, los seres humanos pueden disponer de una información global y convertirse en ciudadanos del mundo conscientes de la naturaleza de las amenazas y de la necesidad de una respuesta adecuada y oportuna.

Esta nueva etapa en la historia de la humanidad, este «nuevo comienzo» al que urge la Carta de la Tierra (2000), requiere un cambio en la mente y en el corazón, un nuevo sentido de la interdependencia global y de la responsabilidad universal. Nuestra diversidad cultural es una herencia maravillosa y debemos encontrar los caminos para armonizar diversidad con unidad mediante la participación de todos... Cada persona, familia, organización y comunidad tiene un papel esencial que desempeñar para construir una comunidad sostenible a escala global; las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas.

La tecnología digital ha facilitado la información y, lo que es más importante, la capacidad de expresarse. Todos los seres humanos ya pueden «contar», como miembros de una comunidad, cuáles son los riesgos y las amenazas y disponen de los conocimientos adecuados para hacerles frente. En esta nueva era, lo más sobresaliente, como mencionó Nelson Mandela y me gusta repetir, es la mujer, porque frente al maléfico proverbio «si quieres la paz, prepara la guerra», que ha sido seguido indefectiblemente por el poder masculino, podemos ahora imaginar la transición de la fuerza a la palabra a medida que la mujer participe como le corresponde en la toma de decisiones.

«La mujer —me dijo Nelson Mandela en 1996— solo excepcionalmente utiliza la fuerza. El hombre, solo excepcionalmente, no la utiliza».

Estamos, sí, en una nueva época y, ahora, urgidos por procesos potencialmente irreversibles, debemos actuar con firmeza y con rapidez. Que nada ni nadie nos distraiga de esta responsabilidad histórica, ya que, de otro modo, nuestro legado intergeneracional podría ser el de «una casa desvencijada» por el incumplimiento de nuestros deberes.

«Mañana puede ser tarde», advirtió el papa Francisco en su encíclica ecológica Laudato si (2015). Y el expresidente Obama añadió, lúcidamente: «Es la primera generación que hace frente a problemas de esta naturaleza…, y la última que puede resolverlos».

La ya mencionada Carta de la Tierra —uno de los documentos más admirables y completos— se inicia magistralmente así:

«Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, donde la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz».

Uno de los instrumentos más poderosos para garantizar el derecho de todos nosotros y el de generaciones futuras a disfrutar y convivir en un entorno sostenible es la educación. Una educación que debe estar referida no solo al medioambiente, sino también al desarrollo económico y social, ya que el desarrollo sostenible debe ser global y comprometido con un cambio que ponga la economía y el desarrollo social al servicio de la humanidad. Los temas a resolver son de carácter social, económico, financiero, comercial y ambiental, con objetivos y compromisos concretos cuya meta final sea, como con tanto acierto se describe en este libro-guía, un desarrollo humano, sostenible y global.

En este sentido, el concepto fuerza de este libro, Una Sola Salud (One Health, en su expresión inglesa), tiene como uno de sus objetivos concienciar a la población de las posibles amenazas de índole biológica y química que tienen incidencia directa en la salud, ante el aumento de la temperatura producido por la contaminación ambiental. A este respecto, debemos alertar y señalar que existen algo más de 300 enfermedades que comparten animales y humanos. Luchar contra ellas de una forma metódica y científica supone enmarcar el problema de una manera eficaz ante la amenaza que supone para todos los seres que habitamos el planeta.

Dentro de este enfoque se incluye la lucha «vectorial», cuya organización, estudio e importancia ha cobrado máxima actualidad por su vinculación con el cambio climático, sin olvidar el riesgo que suponen los patógenos vehiculizados por vectores que no son fáciles de prever. En varios capítulos de este libro se abordan temas como la fiebre del Valle del Rift, que se propaga por mosquitos a los animales domésticos, entre los que destacan búfalos, camellos y bovinos, y posteriormente a humanos; o el virus del Nilo Occidental, que se propaga de un ave a otra a través de mosquitos infectados, produciendo encefalitis en equinos y también en humanos. Todo ello muestra la interrelación existente entre diversos factores y la necesidad de que todas las profesiones implicadas en el ámbito de la salud trabajen conjuntamente.

En efecto, estas políticas implican nuevos mecanismos que permiten al conjunto de actores mantenerse mutuamente informados y actuar de manera concertada, en enlace con los gestores de la salud pública, que suelen trabajar bajo la égida de los Ministerios de Salud, sean funcionarios públicos, personal de colectividades o médicos autónomos. El concepto de Una Sola Salud debe integrar las relaciones siempre cambiantes entre los animales, las personas y el planeta que comparten la «casa común que debemos preservar», como acertadamente ha expresado el papa Francisco en su encíclica Laudato si, a la que he hecho mención anteriormente.

Se sabe también que los flujos sin precedente de mercancías y de personas constituyen otras tantas oportunidades de propagación mundial generalizada de todos los agentes patógenos. Del mismo modo, los cambios climáticos ofrecen nuevas ocasiones de propagación, especialmente mediante vectores como los insectos, que «colonizan» nuevos territorios, cuando hace algunos años eran aún demasiado fríos para que sobrevivieran durante el invierno. La mayoría de las enfermedades emergentes de manifestación reciente son de origen animal. Las medidas adecuadas y, en particular, la prevención de estos nuevos peligros deben establecerse por una adaptación armoniosa y coordinada de los dispositivos de gobernanza sanitaria a nivel mundial, regional y nacional.

También es necesaria y urgente la articulación de técnicas y mecanismos jurídicos en favor del respeto de la biodiversidad, de la lucha contra el cambio climático y el efecto invernadero, así como el uso racional de fuentes energéticas no renovables y de bienes comunes naturales tan esenciales como el agua. Es preciso educar a escala global para construir sin destruir e inculcar a todos los ciudadanos una responsabilidad compartida, pero diferenciada, ante los recursos que nos brinda la naturaleza. La responsabilidad del «mundo desarrollado» es obviamente superior a la de los países pobres, por lo que su implicación en la consecución de los objetivos tiene que ser más comprometida. Las comunidades académica, científica, artística, literaria, en suma, la comunidad intelectual, debería liderar la apremiante protección del medioambiente.

La colaboración cercana entre médicos y veterinarios, y la interacción con los estudiantes de las facultades correspondientes, ayudarán a que se atiendan los requerimientos de medios de trabajo, investigación e infraestructuras sanitarias. La presente obra recoge con rigor científico y especial cuidado social las diversas dimensiones de este gran objetivo.

Hay momentos en que es preciso hacer realidad, con imaginación e intrepidez, lo que se juzga indebido por los anclados en la inercia, en insistir en aplicar viejos remedios para nuevas patologías. Ya lo advirtió Amin Maalouf y no me cansaré de repetir:

«Situaciones sin precedentes requieren soluciones sin precedentes».

En el Antropoceno, garantizar la habitabilidad de la Tierra y una vida digna a todos los seres humanos constituye una responsabilidad esencial porque el fundamento de todos los derechos humanos es la igual dignidad, sea cual sea el género, el color de piel, la creencia, la ideología, la edad… Siglos y siglos de poder absoluto masculino, al cabo de los cuales las asimetrías sociales y la pobreza extrema predominan en una Tierra que, por influencia de la actividad humana, se deteriora.

Estoy convencido de que, si no se rectifica rápidamente, la situación y las perspectivas sociales, laborales, medioambientales…, serán de tal índole y gravedad que producirán, en términos orteguianos, la «rebelión de las masas». Una postcrisis implica, aunque algunos sigan resistiéndose a ello, una rápida evolución. Alternativa nunca aconsejable es la revolución. La diferencia entre una y otra palabra es tan solo una «r»: la «r» de responsabilidad.

Es preciso trabajar sin desmayo, cada día, para construir un mundo viable y sostenible, donde la democracia, la equidad y la justicia social, la paz y la armonía con nuestro entorno natural sean palabras clave para la acción y para profundizar en las causas del deterioro con el fin de acometer acciones preventivas.

Vivimos en la era digital. La libertad de expresión permite la participación progresiva de todos los ciudadanos en la toma de decisiones, de tal forma que se fortalecerán los sistemas democráticos y los cambios de hondo calado serán factibles porque coinciden tres hechos favorables:

1. El conocimiento de lo que acontece en el mundo, incrementándose los sentimientos de solidaridad (material e «intelectual y moral», como se establece en el preámbulo de la Constitución de la UNESCO).

2. Mayor número de mujeres en la toma de decisiones, actuando ya en virtud de las facultades que les son inherentes.

3. La posibilidad de participación no presencial, gracias a la moderna tecnología de la comunicación y de la información.

También es necesario y apremiante compartir adecuadamente los beneficios que se obtienen de la explotación de los recursos naturales entre aquellos que poseen la tecnología y los habitantes de los espacios donde dichos recursos se hallan.

Las generaciones que llegan a un paso de la nuestra podrán decir que esperaron en vano que las presentes generaciones cumplieran el compromiso supremo de actuar de tal modo que nuestro legado intelectual y material no signifique un retroceso. Que la habitabilidad de la Tierra no sea peor que la que nosotros hemos vivido. Que los puntos de referencia, los principios y asideros éticos no les permiten iniciar su amanecer con esperanza.

Lo último que yo desearía es que alguno de nuestros descendientes volviera la vista atrás y —como escribió Albert Camus— nos despreciara, porque:

«Pudiendo tanto, nos atrevimos a tan poco».

Tenemos que atrevernos a buscar juntos soluciones alternativas y nuevas maneras de abordar y gestionar los retos planetarios. Ser diversos es nuestra riqueza, actuar unidos será nuestra fuerza.

La puesta en práctica de la visión Una Sola Salud ha sido facilitada por una alianza formal concertada entre la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) (con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), del Sistema de las Naciones Unidas para la Gripe (UNSIC) y del Banco Mundial). Las tres organizaciones han publicado una nota común que define claramente las medidas mundiales necesarias para coordinar mejor las políticas sanitarias médicas y veterinarias a fin de tener en cuenta las nuevas exigencias de prevención y lucha contra las zoonosis. Este documento conjunto constituye el marco estratégico para reducir los riesgos de las enfermedades infecciosas en las interfaces de animales, seres humanos y ecosistemas. Este documento fue presentado y adoptado por los ministros de más de cien países en la Conferencia de Sharm el-Sheij en Egipto, en octubre de 2008.

Con la mirada puesta exclusivamente en los beneficios económicos a corto plazo, se siguen aplicando a los desafíos de hoy fórmulas de ayer, ya periclitadas e ineficaces, en lugar de cuidar con toda la atención que merecen las condiciones de vida de las «generaciones venideras». Las prioridades, formuladas por las Naciones Unidas y muy bien abordadas en esta obra, son: alimentación; acceso al agua; servicios de salud para todos; cuidado del medioambiente; educación; energías renovables; paz.

Para finalizar, solo me queda señalar que todas estas sinergias entre especialistas de la salud animal, de la salud pública y del medioambiente aplicadas a nivel local, nacional y mundial ya contribuyen, sin duda alguna, a la mejora de la salud pública y de la salud animal en el mundo, y todas ellas han configurado esta publicación que, sin duda, recibirá la atención que merece por su calidad y oportunidad.

Médicos y veterinarios de todas partes del mundo llevan décadas trabajando en paralelo en la lucha contra las enfermedades que acosan al hombre, a los animales y al entorno que nos cobija. Son muchos, médicos y veterinarios, los que creen llegada la hora de que ambas líneas paralelas confluyan y aúnen fuerzas, cada una desde su perspectiva, en un proyecto común: Una Salud. Esta es la razón de ser de este libro.

One Health es un concepto sólido desde la vertiente intelectual, está científicamente verificado, ha calado en las autoridades y prende entre la ciudadanía. Las bases del proyecto están cimentadas.

En conclusión, los autores nos proponen proceder como en el espléndido cuento leonardiano:

«De pronto, ya no hay a bordo ricos o pobres, jóvenes o ancianos, blancos o negros…, sino solo pasajeros afanados, trabajando en común para sobrevivir, para evitar el naufragio».

¡¡Sigámosles!!

Nota del editor

Apreciados lectores:

Nuestra editorial publica en esta ocasión una obra que consideramos de la mayor relevancia por su significado y repercusión. Ninguna otra obra importaría, si se nos permite expresarlo así, si no consiguiéramos arreglar el problema que esta plantea. Estamos profundamente comprometidos con la necesidad de actuar ante el cambio climático y su repercusión sobre la salud del planeta y de cada uno de los seres que lo habitan.

Quizás el título One Health, cambio climático y contaminación ambiental no sea suficientemente explicativo para quien no esté familiarizado con el concepto One Health.

One Health («Una salud», si lo expresamos en castellano) evidencia la necesidad de abordar los problemas de la salud humana, animal y ambiental de manera coordinada, mediante esfuerzos multidisciplinares y multisectoriales para diseñar y aplicar intervenciones más efectivas y sostenibles. Intervenciones asistenciales, científicas, políticas, sociales..., en las que participan tanto médicos como veterinarios, farmacéuticos, biólogos, etcétera.

Si bien podemos acceder a una amplia variedad de libros alrededor del problema del cambio climático, esta es quizás la primera obra de gran envergadura en español que centra su análisis en el impacto sobre la salud en los tres ámbitos (humana, animal, ambiental) teniendo en cuenta el impacto específico del clima, pero también el impacto directo de la contaminación, que es un agente patológico además de un modificador de la temperatura.

Algunos datos que se explican con mayor detenimiento a lo largo del libro nos han llamado poderosamente la atención y quisiéramos compartirlos con ustedes porque nos preocupan de manera especial:

La COP24, que se celebró en la ciudad polaca de Katowice del 2 al 14 de diciembre de 2018, trabajó para diseñar los instrumentos que permitieran abordar de forma efectiva y eficiente el cumplimiento de los objetivos climáticos. Representantes de cerca de doscientos países se reunieron para discutir sobre lo que ocurre con el clima y darle un nuevo aliento al Acuerdo de París, firmado en 2015. Naciones Unidas (ONU) advirtió de que la meta establecida de evitar que la temperatura mundial suba 2 ºC por encima de los niveles previos a la Revolución Industrial corre el peligro de no cumplirse. Otra realidad es que la puesta en práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en octubre de 2015 «para transformar el mundo», no se han llevado a cabo porque no cuentan con el respaldo efectivo de los grandes bloques. Todos asistimos a estos cambios viendo y sintiendo que algo sucede sin saber muy bien qué hacer, solo bajo el temor que genera lo desconocido a la vez que experimentamos cambios en nuestro entorno, aumentando nuestra incertidumbre. En algo estamos de acuerdo, el cambio climático es una realidad incontestable y evidente. Lluvias torrenciales, nieves en verano, calor en invierno…, y una contaminación atmosférica irrespirable en las ciudades. Las causas de estas inestabilidades, que pueden estar en otros cambios más graves por su afección mundial, lo hacen más evidente: el océano Glacial Ártico ha desaparecido prácticamente y la Antártida empieza a agrietarse; no se ha logrado reducir los gases de efecto invernadero; la temperatura aumenta y surgen nuevas enfermedades que afectan al hombre y a las especies debido al cambio climático y a la contaminación; algunas plagas asolan los campos de cultivo; la utilización excesiva de herbicidas de síntesis química y nuestros elementos básicos de vida —tierra, mar y aire— están cada vez más contaminados. Lo dicen y demuestran con estudios los expertos; también es evidente que la habitabilidad de la Tierra se deteriora, lo que provoca movimientos migratorios debido a la desertización de algunos territorios. Situaciones que amenazan el derecho de vida que todo ser tiene por el solo hecho de existir.

Según explica la ONU sobre el resultado de la cumbre del clima celebrada el 23 de septiembre del 20191, tras su celebración han aumentado las aspiraciones nacionales y la acción por parte del sector privado, señalando una fecha límite de 2020. Los líderes mundiales son cada vez más conscientes de que el tiempo se agota, también los líderes juveniles advierten de que «los vigilan», refiriéndose a las acciones que cada país y el mundo toma tras esta cumbre. Para poner voz a esta realidad, hubo una líder que abanderó este joven movimiento que lucha para que se adopten medidas contundentes para frenar el cambio climático. Fue la activista sueca Greta Thunberg, que tuvo su turno de intervención en el foro de la ONU donde los medios se hicieron eco de sus palabras cuando dijo: «Yo no debería estar aquí, me habéis robado mi infancia», evidenciando que las palabras de los políticos en anteriores reuniones y cumbres del clima, incluidos los Acuerdos de París2, no han estado acompañadas de decisiones que sean determinantes para frenar el cambio climático.

En la cumbre del clima de Nueva York, los representantes de gobiernos y del sector privado han anunciado medidas que impulsen la acción climática y han puesto de manifiesto el convencimiento creciente de la necesidad de actuar con urgencia. Según reza la propia nota de prensa de ONU3.

Hay razones para pensar que aún se puede frenar el cambio climático. Para ello, hay que ser resolutivos a escala mundial con un nuevo paradigma cultural que incluya un amor y respeto al medioambiente. Es fácil de decir, pero no tanto de llevar a cabo; la dinámica de esta sociedad está enfocada al progreso económico, a la tecnología y a la producción, con una inercia difícil de reconducir. Será precisa una gran seriedad ideológica medioambiental y de convivencia que se haga muy presente desde las escuelas hasta las universidades.

Quizás una de las claves sea trabajar con proyección de futuro en elementos como la creación de ciudades y espacios ecosostenibles; siendo menos cortoplacistas, pensando en nuestros hijos y en sus hijos, en todos los seres de la Tierra y en el planeta, antes de construir y de incorporar los progresos tecnológicos.

Es deseable que los medios de comunicación transmitan de manera fiel la información disponible sobre la sostenibilidad de la Tierra y alerten a lectores y espectadores sin prestar oídos a otros intereses que irresponsablemente se despreocupan de la salud de los ecosistemas.

Un libro impulsado por una editorial comprometida, que se suma al compromiso con la preservación de los ecosistemas y la recuperación de las especies afectadas, con el hombre como principal objetivo. Para ello, Amazing Books editorial ha reunido a un gran equipo científico de autores que nos dan a conocer un abanico de situaciones, ahora ya graves, que afectan a la salud de las personas, de los animales y al medioambiente. El objetivo es que todos los agentes sociales relacionados con la salud conozcan, a través de la lectura de esta obra, algunos cambios que se producen a causa del cambio climático y de la contaminación ambiental, con un foco especial en el análisis del efecto que tiene sobre la salud humana y animal. Además, los diferentes capítulos del libro nos recuerdan que el mundo vegetal es clave para la vida de todos los seres del planeta.

Un concepto que puede ayudar, y que es eslogan de la editorial responsable de este libro, es One Health. Se trata de sumar y coordinar el esfuerzo y la colaboración de todos los sectores, con protagonismo del sanitario, para lograr el bienestar de las personas, de los animales y del medioambiente4.

El lector podrá comprobar en la lectura del texto cómo mujeres y hombres de reconocido prestigio científico, entre ellos médicos, veterinarios, biólogos, ecologistas, divulgadores científicos, nos explican e informan sobre los nuevos desafíos desde sus diferentes áreas de conocimiento. Por ejemplo, la transformación del escenario preexistente en las diferentes zonas geográficas en las que surgen nuevas enfermedades o modos de expansión que en algunos casos traspasan fronteras y hasta continentes. Enfermedades y pandemias incrementadas por el cambio climático, en parte por el progreso y los movimientos migratorios que conlleva, en parte por la contaminación y el cambio climático generado. Algunas enfermedades han modificado su estacionalidad, incluso, las que antes tenían ciclos definidos han pasado a estar presentes durante todo el año cuando la temperatura aumenta. Son situaciones que necesitan ser conocidas por todos los sectores de la salud y por la sociedad. Así podrán ser abordadas con eficacia, aliviadas en la medida de lo posible aplicando todos los recursos e intervenciones necesarios. Un ejemplo, gracias al incesante esfuerzo de innovación del sector farmacéutico, las vacunas son una de las mejores medidas preventivas, tanto para personas como animales y plantas. Todo ello, unido al conocimiento científico como gran recurso ante las nuevas amenazas a la salud global del planeta a las que nos enfrentamos. Este es el paso que debe darse, tomando partido como propone D. Federico Mayor Zaragoza5, autor y prologuista de este libro, invitando a que sea la comunidad científica la garante de la salud de todos los seres que habitamos nuestro maravilloso planeta Tierra. Con su conocimiento puesto al servicio de un problema que es de toda la humanidad, debe dar un paso adelante con sus investigaciones y en la divulgación del conocimiento científico.

Don Federico Mayor Zaragoza, a través de su participación en este libro, nos recuerda sabiamente y de forma constante: «Nosotros, los pueblos», como tan lúcidamente se inicia en la Carta de las Naciones Unidas, y nos explica lo que acontece para que hombres y mujeres trabajen juntos en la defensa del planeta.

También, nos insta a la urgencia para que reaccionemos todos; porque a todos y todas nos concierne lograr mantener en toda su grandeza el misterio de la existencia humana.

En conclusión, es esencial asegurar la habitabilidad del planeta como legado para las generaciones venideras. El cambio climático y la contaminación ambiental son ya una realidad, y aún estamos a tiempo de detenerlo y regularlo, quizás no tanto de revertir el mal causado. Recordemos que la Tierra no es nuestra —solo la tenemos prestada—, de modo que nuestros hijos, y sus hijos, deben poder disfrutar de un ecosistema habitable y sano. Es, por tanto, nuestra obligación mantener el planeta y cuidarlo; dejarlo al menos en las mismas condiciones de vida y posibilidad de bienestar que nosotros lo recibimos, como así defiende la institución más importante del ámbito de la salud en el mundo. Es la OMS, Organización Mundial de la Salud (en inglés, World Health Organization o WHO), una organización perteneciente a las Naciones Unidas (ONU) que se dedica a gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial6.

Referencias

1 https://www.un.org/es/climatechange/

2 https://ec.europa.eu/clima/policies/international/negotiations/paris_es

3 https://www.un.org/en/climatechange/assets/pdf/CAS_closing_release.pdf

4 https://amazingbooks.es/

5 http://fund-culturadepaz.org/spa/01/cent0101.htm

6 https://www.who.int/topics/climate/es/

Javier Ábrego BonafonteDirector editorial Amazing Books

G. José Díaz SáezConsejo de redacción Amazing Books

Equipo de autores

Federico Mayor Zaragoza

Farmacéutico y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Presidente del Consejo Científico de la Fundación Ramón Areces. Presidente de la Fundación Cultura de Paz. Miembro del Consejo Asesor de UNICEF. Ministro de Educación y Ciencia (1981-1982). Europarlamentario (1987). Director General de la UNESCO (1987-1999). Copresidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones (2005).

Fernando Fariñas Guerrero

Doctor en Medicina, Biología y Veterinaria. Experto en Inmunología Clínica, Vacunología y Enfermedades Infecciosas. Director del Instituto de Inmunología y Enfermedades Infecciosas. Coordinador del Grupo Internacional de Expertos en Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonosis (ZEIG). Director de One Health-IN.

Santiago Vega García

Catedrático de Sanidad Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera. Decano de la Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera (1999-2018). Doctor en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid. Diplomado en Sanidad por la Escuela Nacional de Sanidad Carlos III. Miembro del grupo de Medicina y Conservación de los Animales Salvajes (GEMAS-GREFA).

Juan José Badiola Díez

Catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza. Rector de la Universidad de Zaragoza (1992-2000). Profesor de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza. Presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España. Director del Centro de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles y Enfermedades Emergentes.

Agustín Estrada-Peña

Catedrático de Sanidad Animal. Área de Parasitología. Departamento de Patología Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.

Natalia Fernández-Ruiz

Sanidad Animal. Área de Parasitología. Departamento de Patología Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.

Nicolás Olea Serrano

Catedrático de Radiología y Medicina Física, Instituto de Investigación Biosanitaria. Profesor del Departamento de Radiología y Medicina Física de la Facultad de Medicina de Granada.

Manuel Linares Rufo

Médico especialista en Microbiología y Parasitología, Medicina Familiar y comunitaria. Fundación IO. Grupo de Enfermedades Infecciosas, Medicina Tropical y del Viajero (SEMERGEN). Miembro del ZEIG. España y One Health-IN.

Javier Lucientes Curdi

Catedrático de Sanidad Animal. Área de Parasitología. Departamento de Patología Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.

Carmelo Ortega Rodríguez

Profesor Titular de Zoonosis y Medicina Preventiva. Departamento de Patología Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.

José Manuel Sánchez-Vizcaíno Rodríguez

Catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid, actualmente realiza su labor docente e investigadora en el Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la UCM. Director del laboratorio de referencia de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) para Peste Porcina Africana y Peste Equina Africana. Medalla al Mérito de la OIE. World Organisation for Animal Health (OIE).

Cátia Pinto

Doctora en Biología Molecular por la Universidad de Aveiro (Portugal) y la Universidad de Reims Champagne-Ardenne (Francia). Directora General de I+D en Biome Makers Inc. (San Francisco, EEUU).

Joaquín Araújo Ponciano

Naturalista, escritor, periodista, director de cine documental, conferenciante y agricultor. Premio Nacional de Medioambiente, colaborador habitual en los medios de comunicación y asesor en materia de ecología y medioambiente. Junto con Félix Rodríguez de la Fuente publicó la Enciclopedia Salvat de la fauna ibérica y europea. Fue el primer español en recibir el premio Global 500 de la ONU, por su defensa de la naturaleza. Director del primer centro estatal de Educación Ambiental y miembro del Consejo Asesor de Medio Ambiente (1994-1997).

Pilar Muñoz-Calero Peregrín

Médico especializada en Pediatría, Neonatología, Estomatología y Adicciones. Presidenta de la Fundación Alborada-Blue. Directora de la clínica médica Blue Healthcare. Experta en Medicina Ambiental. Miembro de la Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM). Impulsora y Codirectora de la Cátedra Patología y Medio Ambiente de la Universidad Complutense de Madrid. Profesora colaboradora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

María del Carmen Simón Valencia

Doctora en Veterinaria. Profesora Titular de Medicina Preventiva y Policía Sanitaria. Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza. Miembro del proyecto de la Red de Salud Pública Veterinaria SAPUVETNET (programa Alfa de la UE). Experta en actividades relacionadas con la formación y la difusión internacional de la Salud Pública Veterinaria, responsable en la red del bloque de microorganismos resistentes a antibióticos.

Iván Sanz Muñoz

Virólogo. Doctor en Estudios de Ciencias de la Salud por la Universidad de Valladolid. Responsable del Centro Nacional de Gripe de Valladolid Servicio de Microbiología e Inmunología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, España. Instituto de Estudios de Ciencias de la Salud de Castilla y León (IECSCYL).

Clara Marín Orenga

Profesora titular de Sanidad Animal. Área de Microbiología. Departamento de Producción y Sanidad Animal, Salud Pública Veterinaria, y Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Facultad de Veterinaria. Universidad CEU Cardenal Herrera. EBVS® European Specialist in Poultry Veterinary Science. Miembro del grupo de Medicina y Conservación de los Animales Salvajes (GEMAS-GREFA).

Raúl Ortiz de Lejarazu Leonardo

Virólogo. Doctor en Medicina y Cirugía. Director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, y Jefe del Servicio de Microbiología e Inmunología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, España. Profesor Titular de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.

Rafael Jesús Astorga Márquez

Catedrático. Unidad de Epidemiología y Medicina Preventiva. Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Córdoba. Miembro del grupo ZEIG. España.

Ignacio Belda Aguilar

Doctor en Microbiología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor del Área de Biodiversidad y Conservación de la Universidad Rey Juan Carlos.

Mª José Álvarez Pasquín

Coordinadora editorial. Médico de familia. Centro de Salud Universitario Santa Hortensia. SERMAS, Madrid.

Mª Concepción Mediavilla Gradolph

Licenciada en medicina y cirugía, Universidad de Málaga, Máster en salud, especialista en microbiología. FEA (Facultativo Especialista de Área) de Microbiología. Hospital Regional de Málaga.

Natàlia Eres Charles

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Lleida en 1993 y Especialista MIR en Oncología Médica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, Barcelona. Experta en oncología integrativa y eco-medicina. Fundadora y directora del Instituto de salud, medicina y oncología holística IMOHE. Cofundadora de ONCO HEAT, hipertermia local en el tratamiento coadyuvante del cáncer.

Alberto Acedo Bécares

Doctor en Biotecnología y Genética Molecular por la Universidad de Valladolid. Co-Fundador y Director Científico en Biome Makers Inc. (San Francisco, EEUU).

Rosa Bolea Bailo

Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes. Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.

Belén Marín González

Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes. Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.

María Jesús Menchón Mateo

Licenciada en Veterinaria por la Universidad de Córdoba. Especialista en Gestión Medioambiental por la Universidad Politécnica de Madrid.

Mª Paz Sánchez-Seco Fariñas

Dra. en Ciencias por la Universidad Autónoma de Madrid. Científico titular del Instituto de Salud Carlos III. Jefa del Laboratorio de Arbovirus y Enfermedades Víricas Importadas del Centro Nacional de Microbiología, CNM-ISCIII.

Ana Negredo Antón

Dra. en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Científico Titular del Instituto de Salud Carlos III, en el laboratorio de Arbovirus y Enfermedades Víricas Importadas del Centro Nacional de Microbiología, CNM-ISCIII.

Ana María Fernández Sánchez

Licenciada en medicina y cirugía, Universidad de Málaga. FEA (Facultativo Especialista de Área) de Microbiología. Hospital Regional de Málaga.

Estefanía Cadenas-Fernández

Departamento de Sanidad Animal, centro VISAVET, Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Cristina Jurado Díaz

Departamento de Sanidad Animal, centro VISAVET, Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

MÓDULO 1

INTRODUCCIÓN AL ONE HEALTH

CONTENIDOS

•Capítulo 1. ¿Qué es One Health?Santiago Vega García, Clara Marín Orenga

•Capítulo 2. Introducción histórica.Santiago Vega García, Clara Marín Orenga

•Capítulo 3. Base epidemiológica e interacción: animal-hombre-entorno.Carmelo Ortega Rodríguez

•Capítulo 4. Implementación de programas One Health.Carmelo Ortega Rodríguez, Santiago Vega García

 

Presentación del módulo

One Health (Una sola salud) hace referencia al enfoque interdisciplinario para minimizar los daños y maximizar los beneficios de la gestión conjunta de las personas, los animales y la salud ambiental. Este enfoque busca desarrollar estrategias más eficientes y eficaces para hacer frente a los problemas de salud de la interfaz ser humano-animal-medioambiente. A fin de identificar las causas de los problemas intersectoriales, el enfoque One Health requiere los aportes y la intervención de equipos multidisciplinarios. La complejidad del tema exige la colaboración entre profesionales de múltiples disciplinas para diseñar intervenciones eficaces. Este módulo recoge el concepto y la historia de One Health, las bases epidemiológicas de la interfaz animal-hombre-ecosistema y nos hemos permitido aventurar cuáles serán los futuros pasos a dar en la implementación de One Health.

En este módulo está el corazón que nutre este maravilloso proyecto que está a punto de recorrer en su lectura.

CAPÍTULO 1

¿QUÉ ES ONE HEALTH?

Santiago Vega García, Clara Marín Orenga

1.1 Antecedentes

Una salud es un enfoque concebido para diseñar y aplicar programas, políticas, leyes e investigaciones en el que múltiples sectores se comunican y colaboran para lograr mejores resultados de salud pública.

Las esferas de trabajo en las que el enfoque de Una salud son especialmente pertinentes son la inocuidad de los alimentos, el control de zoonosis y la lucha contra la resistencia a los antibióticos.

El concepto de Una sola salud se empezó a introducir a principios del año 2000, pero cada vez es más importante y está más presente en el ámbito de la medicina humana y veterinaria. Hay varios factores que han alterado las interacciones entre las personas, los animales y el medioambiente que han dado lugar a la emergencia o la reemergencia de muchas enfermedades. Por ejemplo, la población humana está en constante crecimiento y se está expandiendo hacia nuevas zonas geográficas. Como consecuencia, el contacto entre personas y animales, tanto domésticos como salvajes, cada vez es más frecuente.

Por otra parte, el cambio global está afectando al planeta en cuanto al clima y en el uso del suelo, como la desforestación y la ganadería intensiva. Y no hay que olvidar el aumento de los viajes internacionales tanto con finalidad mercantil como turística durante las últimas décadas, que han favorecido la dispersión de muchos patógenos y vectores por todo el planeta. En conclusión, todos estos cambios han favorecido la transmisión de enfermedades entre animales y personas, ya que han aparecido nuevas oportunidades de contacto entre humanos, animales y medioambiente.

El entorno de riesgo actual es de gran complejidad, interconexión y convergencia, teniendo como resultado, entre otros factores, la globalización epidemiológica, la adaptación de los patógenos, la inseguridad alimentaria, los cambios demográficos humanos, los sistemas de producción animal y el cambio climático.

Las enfermedades de origen animal a las que el hombre es sensible, como la influenza aviar, la rabia, la fiebre del Valle del Rift o la brucelosis, representan riesgos mundiales para la salud pública. Otras enfermedades de transmisión esencialmente de persona a persona circulan en animales o tienen un reservorio animal identificado y pueden causar graves crisis sanitarias, como ha quedado de manifiesto con la epidemia de la enfermedad por el virus del Ébola. Estos riesgos se acentúan con la mundialización y los cambios climáticos y de comportamiento humano, lo que multiplica las oportunidades para que los patógenos colonicen nuevos territorios y evolucionen bajo nuevas formas.

Figura 1

Aumenta la conciencia de la oportunidad y la necesidad fundamental de abordar las cuestiones y de lograr los objetivos de la salud, centrándose en la gestión sanitaria en la interfaz entre la salud de los ecosistemas, la salud animal y la salud humana.

En la práctica, Diversas personas con distintas perspectivas definen la salud de manera diferente. Estas mismas diferencias condicionan a su vez la definición de Una sola salud y, por lo tanto, no hay todavía una definición universalmente aceptada. La esencia del concepto es que estos tres objetivos son interdependientes, de hecho, constituyen un único objetivo, porque lograr los tres a la vez es el único medio para la consecución de cualquiera de ellos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Constitución de 1946, define la salud:

«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y también social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia».

Las interacciones entre la salud de los seres humanos, de los animales y de los ecosistemas están implícitas en esta definición. En efecto, las consecuencias de la interacción que se produce entre ecosistemas, animales y personas han configurado, y lo siguen haciendo, el curso de la historia humana y sus avatares. En el pasado existió esa cooperación. Hace uno o dos siglos, en algunas comunidades rurales, tanto animales como seres humanos eran tratados por el mismo terapeuta. Y tanto médicos como veterinarios citan a William Osler, doctor del siglo XIX, como uno de los fundadores de sus campos. Pero en el siglo XIX la medicina humana y animal comenzó a distanciarse, cuando debido al trasvase de población, del campo a las ciudades, disminuye el número de personas que mantienen contacto con animales. Pero la verdadera separación de ambas medicinas se produce en el año 1762 con la creación y normalización de la enseñanza de la medicina veterinaria y la aparición de la primera escuela de veterinaria del mundo por parte de Claude Bourgelat (1712-1779). La ciudad francesa de Lyon a consecuencia de las enormes epidemias que comenzaron a asolar las cabañas nacionales francesas de finales del siglo XVII y XVIII. ¡Al fin y al cabo, había que comer!

Los estudios de la nueva ciencia abordaron, con toda claridad, los estudios de la medicina comparada, al principio en los campos de la anatomía, anatomía patológica, fisiología y fisiopatología, después se trasladó a otras materias como la medicina y cirugía experimentales, entre otras.

Figura 2

Fuente: http://www.vetmasi.es/datos/2/1116479_HFA_Newsletter_Jan_infogra77.pdf

Pero para realizar una correcta aproximación a esta definición, y aunque a este capítulo le sigue otro sobre la «Introducción histórica al One Health», no podemos menos que esbozar una pincelada de la historia que dio lugar a lo que actualmente constituye la definición de Una sola salud.

Figura 3

Fuente: https://www.historiaveterinaria.org/noticias/la-organizacion-mundial-de-lasalud-estrena-un-nuevo-web-site-sobre-quna-saludq_170.htm

A pesar de lo anterior, se reconoce al patólogo alemán Rudolf Virchow (1821-1902), eminente figura de la medicina del siglo XIX, como el precursor de este concepto:

«Entre la medicina humana y la medicina veterinaria no existen líneas divisorias, ni deben existir. El objeto es diferente, pero la experiencia obtenida constituye la base de toda la medicina».

En su globalidad esta cita sintetiza sus ideas al respecto, surgidas mientras estudiaba una lombriz intestinal, Trichinella spiralis, en el ganado porcino.

Virchow acuñó el término zoonosis para indicar una enfermedad infecciosa que se transmite entre humanos y animales. Además de su carrera de medicina, sirvió en varios puestos parlamentarios y abogó por la importancia de mejorar la educación veterinaria.

Figura 4

Fuente: http://www.vetresponsable.es/vetresponsable/infografias/cinco-enfermedades-zoonosicas-alrededor-del-mundo_4178_324_4421_0_1_in.html

En la actualidad, la palabra zoonosis se utiliza para referirse a las infecciones que son transmisibles entre animales y humanos y viceversa. Se estima que más del 60 % de los agentes infecciosos que afectan a humanos y el 75 % de las enfermedades emergentes son zoonósicas (WHO-OIE, 2014).

https://www.oie.int/fileadmin/home/esp/Informe_Anual_2014/files/assets/basic-html/index.html#1

Las enfermedades animales pueden afectar a la salud humana mediante una transmisión directa animal-humano, por medio de vectores o a través de alimentos contaminados.

En aquel momento, el concepto en lo fundamental exigía un enfoque común para procesos comunes. El concepto, en el tiempo que a Virchow le tocó vivir (1821-1902), no fue debidamente apreciado. En lo que a William Osler se refiere (1849-1919), patólogo también como Virchow, el concepto se deriva más hacia su propuesta de Una medicina por los aportes que realizara en la definición de la patología como disciplina y en el valor de la patología comparada. En el ámbito de las Ciencias Veterinarias debemos citar a Theodor Kitt (1858-1941), discípulo de Virchow, veterinario alemán y padre de la patología comparada, en cuyos libros se formaron tanto investigadores médicos como veterinarios.

Fue Calvin W. Schwabe (1927-2006), veterinario y precursor de la epidemiología veterinaria al que se le conoce el mérito de dar vida al moderno movimiento de Una medicina, que se basa en el hecho de que las enfermedades rara vez se dan exclusivamente en una especie en particular. Más aún, la patogenia de la enfermedad suele ser similar entre animales y humanos, y también las estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento. A pesar del desarrollo del concepto One Medicine, es raro encontrar un abordaje integrado para tratar las infecciones causadas por patógenos que afectan a humanos y animales, si no que en la mayoría de los casos se siguen rutas de vigilancia separadas en Medicina Humana y Veterinaria.

En 1984, el concepto fue nuevamente rearticulado con idénticos propósitos en la edición de ese año en el libro Calvin Schwabe’s Veterinary Medicine and Human Health, brindando la oportunidad a médicos, veterinarios y patólogos de reconocer el valor de la anatomía comparada. No obstante, queda bien sentado desde ese momento las consecuencias de ignorar las oportunidades y, lo más importante, la necesidad de preparar a las futuras generaciones para encontrar los cambios inherentes en el renacido momento de Una medicina.

La importancia de este concepto es recogida por prestigiosas instituciones como The American Medical Association y The American Veterinary Medical Association. En los últimos tiempos han aprobado resoluciones que apoyan los conceptos Una medicina o Una salud que enlazan a ambas profesiones.

Si en el año 2011, con motivo del 250 aniversario de la creación y normalización de la enseñanza veterinaria en el mundo, se puso en valor Un mundo, una salud, hoy el concepto sigue evolucionando para transformarse en Una salud, aunque personalmente creo muy acertado enmarcarlo en nuestro entorno, de ahí que Un mundo, una salud fuese en su momento tan atractivo.

One Health se puede considerar como el regreso al concepto One Medicine.

http://www.blogsanidadanimal.com/one-health-humanos-sanos-animales-sanos-medioambiente-mas-seguro/

En virtud de todo lo anterior, podemos afirmar que estamos en disposición de introducir la definición de One Health, según el grupo de trabajo de la iniciativa One Health (One Health Initiative Task Force, por sus siglas en inglés, OHITF, y la National Research Council), como:

«Los esfuerzos de colaboración de múltiples disciplinas que trabajan local, nacional y globalmente para lograr una salud óptima para las personas, los animales y nuestro medioambiente».

Figura 5

Fuente: http://www.onehealthinitiative.com/

Y desde el 2008, la Unión Europea (UE) está promocionando el abordaje One Health y en 2012 el Banco Mundial ha informado sobre los beneficios económicos que supondría esta forma de trabajo (People, Pathogens and Our Planet).

Figura 6

Fuente: http://documentos.bancomundial.org/curated/es/214701468338937565/Volume-one-towards-a-one-health-approach-for-controlling-zoonotic-diseases

Sin embargo, el concepto en la actualidad va más allá de estas aspiraciones en las investigaciones que apoyan el ejercicio de ambas medicinas. El concepto Un mundo, una salud parte de la premisa que en la actualidad las relaciones comerciales, de intercambio, académicas, culturales, de investigación, religiosas y de otra naturaleza son cada vez más universales, de ahí que los peligros pueden amenazar por igual a diversas regiones del planeta; aunque sus impactos difieran entre una y otra región.

Así pues One Health es una estrategia para plantear soluciones a problemas relacionados con la salud al reconocer que las personas, los animales y el medioambiente están interconectados, de manera que se requiere una estrategia coordinada y multidisciplinar para abordar cualquier riesgo originado en la interfaz animal-humanos-ecosistema.

Figura 7

Fuente: https://www.cdc.gov/onehealth/images/multimedia/one-health-banner.jpg

La interrelación entre estos tres campos acelera los avances biomédicos, mejora la salud pública, amplía la base de conocimientos científicos y optimiza la formación y el cuidado médico, salvando muchas vidas. El término inicial One Medicine, utilizado sobre todo a finales del siglo XX para expresar este concepto, ha sido gradualmente sustituido por One Health, que aporta un enfoque mucho más amplio.

En este sentido y con el fin de promover la idea en todo el mundo, en 2006 surge la Iniciativa One Health (OHI) de la mano de dos médicos (Laura H. Kahn y Thomas P. Monath) y un veterinario (Bruce Kaplan). Esta iniciativa ha ido incluyendo posteriormente a más investigadores del ámbito de la salud, médicos y veterinarios expertos en salud pública.

En España, esta relación entre la salud de personas y animales en su entorno se conoce desde hace tiempo. El lema de los veterinarios, que figura en el escudo de la profesión desde 1922, es:

Figura 8

Fuente: https://amazingbooks.es/

Hygia pecoris, salus populi(«La higiene del ganado, la salud de las personas»).

La idea ya proviene de los inspectores de higiene pecuaria, actual Cuerpo Nacional Veterinario. Tan acertada frase recoge el sentir de una profesión con espíritu de servicio en el vasto campo de la salud.

Desde una vertiente histórica les traslado, como anécdota, que la primera lección que se impartió en el Real Colegio-Escuela de Veterinaria de la Corte, en 1793 (centro ubicado en los terrenos que hoy ocupa la Biblioteca Nacional y el Museo Arqueológico de Madrid), la realizó su primer director, el mariscal mayor Segismundo Malats y Codina, el cual supo enlazar muy acertadamente la salud de los ganados con la medicina preventiva, la producción de proteínas de alta calidad biológica y la protección del entorno. Estos haces de fuerza de su discurso, pronunciado ante la Corte, sentó las bases en las que se mueve en la actualidad las modernas Ciencias Veterinarias.

La veterinaria está considerada por la legislación española desde hace muchos años como una profesión sanitaria y como tal asume funciones y responsabilidades en este ámbito. El veterinario de salud pública cumple un importante papel en el control del riesgo de transmisión de enfermedades de los animales al ser humano, tanto directa (por contacto) como indirectamente (a través de los alimentos).

Recientemente, se ha comenzado a hablar de Una salud estructural que pone el foco sobre las crisis estructurales, la falta de sostenibilidad y los desequilibrios fundamentales, tanto del sistema global natural como del sistema global social, que provocan las condiciones que permiten la aparición de enfermedades.

1.2 Situación actual

¿Por qué necesitamos el enfoque de Una salud?

Como hemos venido señalando, muchos microrganismos afectan tanto a animales como a humanos, cuando unos y otros viven en un mismo ecosistema. Los esfuerzos de solo un sector no pueden prevenir o eliminar el problema. Por ejemplo, la rabia en humanos solo se previene de manera eficaz actuando sobre la fuente animal del virus (por ejemplo, vacunando a los perros).

La información sobre los virus de la gripe circulantes en animales es vital a efectos de la selección de virus para fabricar vacunas humanas contra posibles pandemias de gripe. Las bacterias farmacorresistentes se pueden transmitir entre animales y humanos mediante el contacto directo y mediante alimentos contaminados, de modo que para contenerlos de modo eficaz se precisa adoptar un enfoque coordinado en los ámbitos humano y animal.

Las enfermedades de origen animal, a las que el hombre es sensible, como la gripe aviar, la rabia, la tuberculosis, brucelosis o la encefalopatía espongiforme bovina, representan riesgos evidentes para la salud pública que es indispensable prevenir y combatir a todo nivel, incluso mundial.

Animales y humanos compartimos cerca de trescientas enfermedades. Desde hace tiempo, es sabido que el cuidado de la sanidad animal es fundamental para el mantenimiento de la salud pública, porque, como señalábamos antes y según datos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), un 60 % de las enfermedades humanas infecciosas conocidas son de origen animal (animales domésticos o silvestres), al igual que un 75 % de enfermedades humanas y un 80 % de los agentes patógenos que pueden ser utilizados por el bioterrorismo; por ejemplo, durante la Primera Guerra Mundial, el muermo (que no ha perdido actualidad) sirvió de arma biológica en Europa, Rusia y Estados Unidos. Los agentes patógenos animales, incluidos aquellos transmisibles a los humanos, pueden ser utilizados como armas biológicas sin desdeñar los procesos parasitológicos como nueva arma emergente, pues la infestación de las carnes por triquinas ya fue utilizada como arma. Todos los mecanismos utilizados para prevenir los brotes de enfermedades de origen natural también son eficaces para prevenir el bioterrorismo. Además, cada año aparecen de media cinco nuevas enfermedades peligrosas para el ser humano, muchas de ellas a través de un salto de especie desde los animales. La detección temprana es una barrera insustituible que previene tanto su transmisión a la población como la introducción de agentes patógenos en la cadena alimentaria.

https://www.oie.int/fileadmin/Home/esp/Media_Center/docs/pdf/Key_documents/ANIMAL-HEALTH-ES-FINAL.pdf

Vivimos la multiplicación espacial de las zoonosis merced a la globalización del transporte y el comercio y la amenaza de las bacterias resistentes a los antibióticos en los seres vivos. El desarrollo pone cada vez más en contacto al hombre con animales salvajes en zonas alejadas de las urbes; pero, al tiempo, cada vez es más frecuente en las zonas urbanas que los animales se integren en la vida familiar. Tener especialistas en enfermedades zoonóticas es un área algo descuidada por la salud pública y muy concretamente por la medicina preventiva humana y veterinaria.

La solución más eficaz, y más económica, para proteger al hombre es combatir y controlar todos los patógenos zoonóticos en la fuente animal. Ello requiere un enfoque político original que conduzca a inversiones específicas en materia de gobernanza, en particular, en la orientación de los recursos públicos y privados. Un factor importante que a menudo se pasa por alto es que las zoonosis son una vía de doble sentido: con los seres humanos infectando a los animales, y a la inversa. En este sentido, las investigaciones epidemiológicas llevadas a cabo en la mayoría de los 24 países que informaron detecciones del nuevo virus de influenza H1N1 en las poblaciones de cerdos y pavos domésticos en 2010 llegaron a la conclusión de que los humanos enfermos eran la principal fuente de la infección para estas poblaciones de animales domésticos.

Tampoco deben olvidarse los patógenos que, sin ser zoonóticos, tienen consecuencias negativas sobre la producción de proteínas de origen animal, en particular en los países en desarrollo, ya que los problemas de producción y de disponibilidad alimentaria cuantitativa y cualitativa conducen a graves problemas de salud pública.

Por otro lado, y en términos económicos, se sabe que la alimentación regular de las poblaciones con proteínas nobles derivadas de la leche, del huevo o de la carne es vital, y que su carencia constituye un problema de salud pública. Según algunas evaluaciones, las pérdidas mundiales de producción debidas a las enfermedades que afectan a los animales para el consumo superarían el 20 %, de lo que se deduce que incluso las enfermedades animales no transmisibles al hombre podrían generar serios problemas de salud pública por las penurias y carencias que pueden entrañar; por lo que son fundamentales las medidas rápidas y eficaces que disminuyan esta cifra.

https://www.oie.int/fileadmin/Home/esp/Media_Center/docs/pdf/Key_documents/ANIMAL-HEALTH-ES-FINAL.pdf.

Otras acciones sinérgicas entre salud humana y animal son el uso responsable de antibióticos, que debe ser coordinado entre ambos sectores para ser eficaz y siempre controlado por los profesionales sanitarios, o el control de virus, cuyos brotes en animales deben ser contenidos para evitar las posibles mutaciones y el riesgo de trasmisión al ser humano (por ejemplo, en el control epidémico de la gripe aviar).

Figura 9

Fuente: http://www.vetmasi.es/plataforma-tecnologica-espanola-de-sanidad-animal/infografias/los-animales-sanos-contribuyen-a-un-planeta-sano_4189_364_4442_0_1_in.html

Se sabe también que los flujos de mercancías y de personas constituyen otras tantas oportunidades de propagación mundial generalizada de todos los agentes patógenos y, del mismo modo, los cambios climáticos, que ofrecen nuevas ocasiones de propagación, especialmente mediante vectores como los insectos, que hoy colonizan nuevos territorios, cuando hace algunos años eran aún demasiado fríos para que sobrevivieran durante el invierno.

La prevención de todos estos nuevos peligros radica en una adaptación armoniosa y coordinada de los dispositivos de gobernanza sanitaria a nivel mundial, regional y nacional.

Figura 10

Fuente: https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=http://www.vetmasi.es/datos/2/103706.002_HFA_Social_Assets__Oct_2.pdf

Figura 11

Fuente: http://www.veterindustria.com/key/infografias/infografia-una-salud_13358_63_13257_0_1_in.html

¿Quién hace posible que el enfoque Una salud funcione?

Muchos profesionales de diversas especialidades que desarrollan una labor activa en diferentes sectores, como la salud pública, la salud animal, la salud vegetal y el medioambiente, deberían unir sus fuerzas para apoyar los enfoques de Una salud.

Para prevenir y detectar brotes de zoonosis y problemas de inocuidad de los alimentos y responder ante ellos, los distintos sectores deberían compartir los datos epidemiológicos y de laboratorio. Los funcionarios gubernamentales, los investigadores y los profesionales de todos los sectores de ámbito local, nacional, regional y mundial deberían responder de manera conjunta a las amenazas sanitarias.

La puesta en práctica de la visión Una sola salud ha sido facilitada por una alianza formal concertada entre la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), del Sistema de las Naciones Unidas para la Gripe (UNSIC) y del Banco Mundial. Las organizaciones han publicado un documento consensuado que define claramente las medidas mundiales necesarias para coordinar mejor las políticas sanitarias médicas y veterinarias a fin de tener en cuenta las nuevas exigencias de prevención y lucha contra las zoonosis, este documento conjunto constituye el marco estratégico para reducir los riesgos de las enfermedades infecciosas en la interfaz entre animales, seres humanos y ecosistemas. Este documento fue presentado y adoptado por los ministros de más de cien países en la Conferencia de Sharm el Sheij en Egipto, en octubre de 2008.

https://www.oie.int/fileadmin/Home/esp/Publications_%26_Documentation/docs/pdf/Conclusions_ES.pdf

A nivel global, por ejemplo, la OIE ha modernizado su sistema de información mundial sobre las enfermedades animales (zoonosis incluidas) creando el Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS, por sus siglas en inglés). Gracias a este mecanismo, todos los países del mundo están enlazados en línea a un servidor central que almacena las notificaciones obligatorias enviadas a la OIE con respecto a las cien enfermedades de animales terrestres y acuáticos estimadas prioritarias actualmente.

En esta nueva singladura, la OMS ha adoptado el Reglamento Sanitario Internacional que confiere nuevas obligaciones a sus miembros. La OIE, la OMS y la FAO han creado el sistema Global Early Warning System (GLEWS, por sus siglas en inglés), una plataforma común a las tres organizaciones para mejorar la alerta sanitaria precoz a escala mundial.

Figura 12

Fuente: https://www.slideshare.net/FAOoftheUN/colaboracin-y-visin-de-la-oie-respecto-a-una-sola-salud

En todos estos casos, el control del agente patógeno en la fuente animal podría evitar cualquier problema ulterior de salud pública, de ahí la importancia de los arbitrajes presupuestarios apropiados en materia de acción preventiva y la utilidad de los comités paritarios nacionales en los que participan los Servicios Veterinarios y los Servicios Médicos destinados a instaurar una concertación y una cooperación permanente, que lamentablemente no existen en numerosos países.

Es de desear, como señala la OIE, que los debates actuales en torno al concepto Un mundo, una salud den como resultado compromisos cada vez más concretos de todos los países del mundo en los que atañe a la transparencia de su situación sanitaria y al establecimiento de mecanismos que permitan detectar oportunamente los brotes de enfermedades mediante bases legales sólidas e inversiones nacionales que posibiliten su conformidad con las normas de calidad.

Figura 13

Fuente: https://www.cdc.gov/onehealth/basics/

También es de desear que los países y territorios miembros continúen asumiendo el compromiso de reforzar cada vez más las bases internacionales legales de la OMS y de la OIE, en relación con las obligaciones de cada uno de respetar el conjunto de normativas a fin de no poner en peligro a los demás miembros si las enfermedades no se detectan rápidamente o no se notifican correctamente.

https://www.oie.int/es/para-los-periodistas/editoriales/detalle/article/one-world-one-health/

En el año 2009, el Gobierno de los EEUU lanzó el programa Amenazas Pandémicas Emergentes para «adelantarse a las enfermedades que podrían causar pandemias en el futuro o luchar contra ellas». El programa funciona en colaboración con la OMS, la FAO y la OIE con el fin de crear redes de laboratorios que refuercen la capacidad de diagnóstico en los lugares donde aparecen las nuevas enfermedades.

Todas estas sinergias entre especialistas de la salud animal, de la salud pública y del medioambiente aplicadas a nivel local, nacional y mundial contribuyen sin duda alguna a la mejora continua y simultánea de la salud pública y de la salud animal en el mundo.

1.3 Perspectivas de futuro

El futuro de la salud en un mundo de cambio constante

La Wildlife Conservation Society, considerada la creadora del concepto Un mundo, una salud, reunió en 2004 en Nueva York a expertos de todo el mundo para deliberar sobre los problemas planteados por la circulación de las enfermedades entre los seres humanos, las especies domésticas y la fauna silvestre. Las conclusiones de este simposio se conocen como los «Doce principios de Manhattan». En ellos se aboga por un método holístico para prevenir las enfermedades epidémicas y epizoóticas respetando los ecosistemas y buscando el beneficio de los seres humanos, los animales domésticos y la biodiversidad del mundo entero.

Fue en el primer Simposio Internacional sobre Zoonosis Emergentes: Colaboración entre médicos y veterinarios para superar los retos globales