Para conocer la ética cristiana - Marciano Vidal García - E-Book

Para conocer la ética cristiana E-Book

Marciano Vidal García

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Beschreibung

Resumen completo y equilibrado de la teología moral renovada en la hora actual. Desde los temas de la moral fundamental se llega al tratamiento de las cuestiones de la moral de la persona y a los problemas de la moral social. Los planteamientos y soluciones se fundamentan en los datos de la Escritura, en las enseñanzas de la tradición de la Iglesia y en los resultados de las ciencias humanas.

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Índice general

Siglas

CÓMO UTILIZAR EL PRESENTE LIBRO

Unidad 1.ª ¿Qué es la moral cristiana?

A. SÍNTESIS. La moral cristiana es la práctica de la fe, siguiendo a Cristo y realizando el reinado de Dios

1. La «ética narrada» en la práctica de Jesús

2. Ética del «seguimiento de Jesús»

3. El seguimiento de Jesús tiene como meta la «construcción del reino de Dios»

4. Fe cristiana y ética: la ética cristiana como «mediación práxica de la fe»

B. Para AMPLIAR. La moral cristiana se sintetiza en la realización de la caridad

1. La moral cristiana como «moral de la caridad»

a) Mensaje de Jesús

b) Desarrollo del mensaje de Jesús en los escritos del Nuevo Testamento

2. Orientación de la moral cristiana desde la caridad

a) Planteamiento

b) La caridad identifica la moral de los cristianos

c) La caridad orienta los contenidos de la moral cristiana

C. Para PROFUNDIZAR. La ética teológica es la reflexión sobre el dato de la moral evangélica

1. La reflexión teológica como fuerza «inculturadora» de la ética evangélica

a) Cuatro hitos importantes en la inculturación de la moral cristiana

b) Necesidad de una nueva inculturación de signo liberador

2. El Concilio Vaticano II y la renovación de la ética cristiana

D. Para CONFRONTAR. El modelo teológico-moral para expresar la moral cristiana: la «autonomía teónoma»

1. Modelos insuficientes: basados en la «heteronomía»

2. Modelo válido: basado en la «autonomía teónoma»

Unidad 2.ª Conceptos básicos de la moral cristiana

Apartado 1. La responsabilidad moral y sus expresiones: opción fundamental – actitudes – actos

A. SÍNTESIS. Comprensión y expresiones de la responsabilidad moral del cristiano

1. Comprensión cristiana de la responsabilidad moral

2. Expresiones de la responsabilidad moral: opción fundamental – actitudes – actos

a) La opción fundamental

b) Las actitudes morales

c) Los actos morales

B. Para AMPLIAR. Análisis de la opción fundamental y de la actitud moral

1. Teología de la opción fundamental cristiana

a) Opción fundamental como posibilidad ofrecida por Dios

b) Opción fundamental y dinamismo del existir cristiano

2. Estructura de la actitud moral cristiana

C. Para PROFUNDIZAR. Interrogantes pedagógico-catequéticos sobre la función de la opción fundamental

1. ¿Cuándo aparece la opción fundamental?

2. ¿Cómo se da la opción fundamental?

3. Relación entre la opción fundamental y las actitudes y los actos

D. Para CONFRONTAR. Comparación de «esquemas» para formular las expresiones del comportamiento moral

1. El esquema aristotélico-escolástico-casuístico

2. El esquema actual personalista

Apartado 2. Los valores y las normas morales

A. SÍNTESIS. Noción y función del valor moral y de la norma moral

1. El valor moral: mediación objetiva de la moralidad

a) Realidad ética

b) Referencia religioso-cristiana

2. La norma moral: expresión del valor moral

a) Noción

b) Necesidad

c) Función de las normas en la vida moral

d) Formulación pedagógica de las normas morales

e) El cristiano y las normas morales

B. Para AMPLIAR. La «ley nueva» en la ética cristiana

1. Enseñanza neotestamentaria sobre la «ley nueva»

a) Para el cristiano existe una «ley nueva»

b) Para el cristiano pierde vigencia la «ley antigua»

2. Reflexión teológica sobre la «ley nueva»

C. Para PROFUNDIZAR. Captación de los valores morales

1. Noción y funcionalidad de la estimativa moral

2. Cauces de la estimativa moral

3. «Estimaciones» morales básicas

D. Para CONFRONTAR. Relación de la ética cristiana con otros sistemas axiológicos

1. El constitutivo del valor moral según diversos sistemas de moral

2. El «perfil estimativo» del momento actual

Apartado 3. La conciencia moral cristiana

A. SÍNTESIS. El fenómeno de la conciencia en la vida moral

1. Descripción de la conciencia moral

a) Aproximación global

b) Base antropológica y dimensión moral

c) Conciencia habitual y conciencia actual

d) El juicio de conciencia

e) Dimensión religiosa de la conciencia moral

f) Síntesis

2. La actuación de la conciencia en la vida moral

a) Función específica de la conciencia moral

b) La conciencia, «lugar de apelación moral»

c) Síntesis

3. Dignidad de la conciencia moral

B. Para AMPLIAR. Condiciones para el recto ejercicio de la conciencia moral

1. Formación de la conciencia moral

2. El discernimiento: cauce funcional de la conciencia moral

C. Para PROFUNDIZAR. Doctrina de la Sagrada Escritura sobre la conciencia moral

1. La conciencia moral en el Antiguo Testamento

2. La conciencia moral en el Nuevo Testamento

D. Para CONFRONTAR. Perspectivas psicológicas para el conocimiento de la conciencia moral

1. Génesis de la conciencia moral

2. Desarrollo evolutivo de la conciencia moral

a) Etapa de anomía

b) Etapa de heteronomía

c) Etapa de socionomía

d) Etapa de autonomía

Apartado 4. El pecado: fracaso en la vida moral cristiana

A. SÍNTESIS. Conceptualización teológica del pecado

1. La doble dimensión del pecado para el creyente

a) La dimensión ética

b) La dimensión religiosa

2. Síntesis de la doble dimensión

B. Para AMPLIAR. Las desviaciones en la vivencia y en la presentación cristianas del pecado

1. Residuos tabuísticos en la noción y vivencia cristianas de la culpabilidad

a) La violación mecánica de la norma

b) Relación de «pecado» con «castigo»

2. El reduccionismo «legalista» del pecado

3. Las disfunciones de la comprensión del pecado como «culpa»

4. Peligro de interpretar de forma «reaccionaria» la realidad histórica del pecado

5. La comprensión «verticalista» del pecado («ofensa» y «deuda» frente a Dios)

C. Para PROFUNDIZAR. El pecado en la historia de salvación

1. El pecado en el Antiguo Testamento

a) El encuadre teológico: la alianza

b) Valoración del pecado a partir de la alianza

2. El pecado en el Nuevo Testamento

a) Principales catequesis de los sinópticos sobre el pecado

b) El pecado en la teología paulina

c) El pecado en los escritos joaneos

D. Para CONFRONTAR. Responsabilidad personal y pecado estructural.

1. El mundo personal: «lugar adecuado» de la culpabilidad

2. Las formas tipológicas de la culpabilidad personal en función de su dimensión social

3. El «pecado estructural»

Unidad 3.ª Moral personal

A. SÍNTESIS. Categorías para expresar la dimensión ética de la persona

1. Grandeza y dignidad del hombre

2. El hombre es un valor absoluto (no relativo) y un fin en sí (no un medio)

3. Personalismo de alteridad política

4. Anotación complementaria: El valor ético de la persona: afirmación conjunta y lugar de encuentro de la ética civil y de la moral cristiana

B. Para AMPLIAR. Los rasgos decisivos de la imagen ideal del ser humano.

1. Autenticidad versus alienación

2. Concienciación versus manipulación

a) El riesgo de la manipulación

b) Correctivos éticos frente a la manipulación

c) La concienciación

3. Relación versus incomunicación

4. Solidaridad versus solipsismo

C. Para PROFUNDIZAR. Los derechos humanos: expresión de la dignidad ética de la persona.

1. La necesaria instancia ética de los derechos humanos

2. Función de la instancia ética en la realización de los derechos humanos

a) Factor de «orientación» en las declaraciones y en las normas positivas

b) Factor de «protección» de las exigencias inherentes a los derechos humanos

c) Factor de «crítica / utopía» ante las condiciones sociales de los derechos humanos

D. Para CONFRONTAR.Postura cristiana ante los derechos humanos

1. Reflexión teológica y derechos humanos

2. Doctrina social pontificia y derechos humanos

Unidad 4.ª Moral de la comunicación interpersonal

A. SÍNTESIS. Ética del encuentro interpersonal

1. Descubrimiento del «otro» como un «tú»

a) El otro no debe ser tratado como un objeto

b) El otro debe ser tratado como persona

c) El otro es, para el creyente, un prójimo

2. Manifestación auténtica del «yo» en la comunicación interpersonal

a) Formas deficientes de comunicación

b) Forma auténtica de manifestación

3. Creación del «nosotros» como eje de la comunicación interpersonal

B. Para AMPLIAR. Actitudes éticas de la comunicación interpersonal

1. Veracidad

a) Actitud ética global

b) Los ámbitos de la veracidad

2. Fidelidad

3. Otras actitudes

C. Para PROFUNDIZAR. Teología de la convivencia interpersonal según el Concilio Vaticano II

D. Para CONFRONTAR. El valor de la intimidad en la comunicación interpersonal

a) Fenomenología de la intimidad

b) Intimidad y comunicación interpersonal

Unidad 5.ª Bioética

Apartado 1. El valor de la vida humana desde su comienzo hasta su fase terminal

A. SÍNTESIS. Ética fundamental y coherente de la vida humana

1. Necesidad de una ética fundamental y coherente de la vida humana

a) Oscurecimiento del valor de la vida

b) Para salir de la ambigüedad: formulación de una «ética fundamental y coherente de la vida humana»

2. Formulación fundamental del valor ético de la vida humana

a) Distinción entre él «nivel óntico» y el «nivel ético»

b) Justificación del nivel ético

c) Contenido del valor ético de la vida humana

d) Rango del valor

e) Formulación normativa

3. Sensibilidades éticas concretas sobre el valor de la vida humana

B. Para AMPLIAR. La vida humana ante el riesgo de no ser respetada

1. El aborto o el valor de la vida humana naciente

a) La realidad del aborto

b) Valoración moral

2. La eutanasia o el valor de la vida humana en su fase terminal

a) Planteamiento

b) El derecho a morir dignamente (ortotanasia)

c) Moral de la llamada «eutanasia»

d) Moral de la distanasia

3. Atentados contra la vida humana

a) El suicidio

b) La pena de muerte

c) La tortura

C. Para PROFUNDIZAR. El estatuto antropológico y ético del embrión humano

a) Los datos de la ciencia a tener en cuenta

b) Superación de planteamientos históricos de la etapa precientífica

c) Posturas de la opinión pública y científica

d) Doctrina del magisterio eclesiástico

D. Para CONFRONTAR. Posturas históricas sobre el valor de la vida humana

a) Exposición de la doctrina tradicional

b) Valoración de la doctrina tradicional

Apartado 2. Ética de la reproducción humana asistida

A. SÍNTESIS. Los criterios para discernir éticamente el uso de las técnicas de reproducción humana asistida

1. La esterilidad y sus alternativas

2. El hijo como un valor en sí y no como un bien útil

3. Asumir la precariedad de lo humano y vivir la gratuidad

4. El valor del matrimonio como ámbito adecuado de la procreación

5. El valor de la procreación humana

6. Las implicaciones de axiología social

B. Para AMPLIAR. Descripción de las técnicas de reproducción humana asistida

a) La inseminación artificial (IA)

b) La fecundación «in vitro» (FIVTE)

c) La transferencia intratubárica de gametos (TIG)

C. Para PROFUNDIZAR. El recurso a la «razón eugenésica» en los problemas actuales de bioética

1. La «eugenesia» y la «razón eugenésica»

a) Definición de eugenesia

b) La eugenesia en cuanto «razón eugenésica»

2. Campos de la bioética en que es empleado el recurso a la razón eugenésica

3. Criterios éticos en el recurso moral a la razón eugenésica

D. Para CONFRONTAR. ¿Existe un derecho a procrear?

a) No existe, ni puede existir, una formulación expresa del «derecho humano a la procreación»

b) Puede hablarse con propiedad de un «derecho a las condiciones humanas de la procreación»

Unidad 6.ª Moral sexual

A. SÍNTESIS. Criterios básicos de la ética sexual.

1. Quehacer moral de integración del «yo»

2. Quehacer moral de apertura al «tú»

3. Quehacer moral de construcción del «nosotros»

B. Para AMPLIAR. Algunos temas concretos de moral sexual

1. Exigencias éticas del diálogo heterosexual

a) Descubrimiento del «tú» como interlocutor heterosexual

b) Las expresiones del amor heterosexual

2. Las relaciones sexuales prematrimoniales

a) Razonamientos insuficientes

b) ¿Expresión auténtica de un amor total y definitivo?

3. La homosexualidad

a) La condición homosexual

b) Postura oficial católica sobre la homosexualidad

4. El autoerotismo: significado antropológico y valoración moral

a) Significado antropológico

b) Valoración moral del magisterio eclesiástico

c) Matices ético-educativos

5. El pudor sexual: entre la «desvergüenza» y el «miedo»

a) El pudor como vivencia de la intimidad personal

b) La «desvergüenza» y el «miedo»: las dos desviaciones del pudor sexual

c) Del pudor personal al «pudor social»

C. Para PROFUNDIZAR. Significado antropológico y teológico de la sexualidad humana

1. Antropología de la sexualidad

a) Dimensión biológica

b) Dimensión psicológica

c) Dimensión dialógica

d) Dimensión socio-cultural

2. La cosmovisión bíblica en relación con la sexualidad humana

a) Orientación «desmitificadora»

b) Orientación «humanizadora» y de «apertura al otro»

c) Orientación «mistérica»

d) Orientación «virginal»

D. Para CONFRONTAR. La educación sexual

a) La familia

b) La escuela

c) La sociedad

d) La comunidad cristiana

Unidad 7.ª Moral conyugal y familiar

Apartado 1. Moral del matrimonio cristiano.

A. SÍNTESIS. Los valores fundamentales del matrimonio cristiano

1. El matrimonio es una realidad personal y social (institución)

2. El matrimonio es una realidad sacramental

3. El matrimonio es un proyecto ético

4. El matrimonio hay que entenderlo en referencia dialéctica con la virginidad

B. Para AMPLIAR. La teología matrimonial desde la Biblia hasta hoy

1. El matrimonio en la Sagrada Escritura

a) La institución matrimonial en el ámbito de la fe judeo-cristiana

b) El amor conyugal en el ámbito de la revelación judeo-cristiana

2. El tratamiento del matrimonio en la historia de la reflexión teológica

a) Época patrística (s. III-VII)

b) Edad Media

c) Época postridentina

d) La renovación del siglo XX

C. Para PROFUNDIZAR. Antropología y ética del amor conyugal

a) El amor conyugal, núcleo configurador de la pareja humana

b) Notas específicas del amor conyugal

c) Amor conyugal: encuentro heterosexual

d) Tensiones dialécticas del amor conyugal

e) Las crisis inherentes a la condición evolutiva del amor conyugal

f) Desde el amor conyugal a la transformación social

D. Para CONFRONTAR. Crisis actual de la estabilidad matrimonial

1. Divorcio civil y ética cristiana

a) Distinción entre «matrimonio civil» y «matrimonio cristiano»

b) La licitud «jurídica» y la exigencia «ética»

c) ¿Cuándo se puede aceptar el divorcio del matrimonio civil?

d) Exigencias de un ordenamiento jurídico justo sobre el divorcio

2. Crisis de la «institución» dentro del matrimonio

a) Descripción de la «institución» dentro del matrimonio

b) Crisis de hecho: formas «atípicas» en la organización de la «vida en común»

c) Críticas a la «institución» matrimonial

d) Causas objetivas de la crisis

e) Pistas de solución a la crisis

f) Anotaciones pastorales

Apartado 2. Moral de la familia cristiana

A. SÍNTESIS. El ideal ético de la familia

1. La familia: ámbito privilegiado de comunión y de participación

2. La familia: escuela de la socialidad y del más rico humanismo

B. Para AMPLIAR. El lado negativo de la vida familiar

1. Éticas incorrectas sobre la vida familiar

a) La ética de los deberes familiares

b) La ética del desarrollismo consumista

c) La ética de la privacidad

2. La contra-imagen de la familia

C. Para PROFUNDIZAR. Función de la institución familiar: ¿valor o contravalor?

a) La cambiante perennidad de la familia

b) La razón de la institución familiar en el momento actual

c) Doble conclusión: no «instrumentalizar» la familia; trabajar conjuntamente por su identidad y su específica función

D. Para CONFRONTAR. El ejercicio responsable de la procreación.

a) Significado de la fecundidad humana

b) Direcciones axiológicas para el ejercicio de la procreación

Unidad 8.ª Moral económica

A. SÍNTESIS. Los criterios básicos de la moral económica

1. «El hombre es el autor, el centro y el fin de toda la actividad económico-social» (GS 63)

a) Sentido del criterio

b) Aplicación: La necesidad «humana»: criterio de la actividad económica

2. La «creación» y la «redención» como marcos comprensivos de los bienes económicos

a) Sentido del criterio

b) Aplicación: Los falsos mitos de la productividad y del lucro

3. Igualdad de derechos de toda la familia humana

a) Sentido del criterio

b) Aplicación: El destino universal de los bienes económicos

4. La preferencia por el pobre

a) Sentido del criterio

b) Aplicación

B. Para AMPLIAR. Problemas concretos de moral económica

1. Problemática moral en torno al trabajo

a) Primación axiológica del trabajo

b) Deber y derecho al trabajo

c) Condiciones humanas en el trabajo

d) Exigencias éticas del trabajador

e) Espiritualidad del trabajo

2. Propiedad privada y moral cristiana

a) Clarificación en el concepto de propiedad

b) Las instituciones positivas de la propiedad

c) Problemas morales derivados

3. Moral de la empresa de producción

a) Valoración ética de las formas de empresa

b) Criterios éticos para la transformación de la empresa

c) Participación de los trabajadores en la empresa

d) Moralidad de la empresa capitalista en cuanto estructura económica concreta

C. Para PROFUNDIZAR. Los sistemas económicos ante la moral cristiana

1. Introducción

2. Inhumanidad del capitalismo

a) Rasgos descriptivos

b) Valoración ética

3. Debilidad ética del colectivismo

a) Rasgos descriptivos

b) Valoración ética

D. Para CONFRONTAR. Alternativa cristiana a la actual situación económica

1. ¿Existe una alternativa económica cristiana?

a) Criterios iluminativos

b) Función de los cristianos en el mundo de la economía

2. Dinámica moral del desarrollo económico

a) Concepción «rica y diferenciada» del desarrollo

b) El auténtico desarrollo tiene una dimensión moral

c) Las orientaciones axiológicas de la dimensión moral del desarrollo

d) Las implicaciones concretas de la dimensión moral del desarrollo

Unidad 9.ª Moral política

A. SÍNTESIS. Relación entre «política» y «ética».

1. Autonomía de la política

2. La necesaria referencia de la política al universo de la ética

B. Para AMPLIAR. Síntesis de moral política

1. El contenido de la moral política desde la perspectiva cristiana

a) La comunidad política: exigencia necesaria para la realización humana

b) Legitimidad ética del poder político

c) Aspectos éticos de la autoridad política

d) Exigencias éticas de la participación política

e) La democratización y la utopía de la igualdad

2. Dimensión universal de la convivencia socio-política (El «Estado Universal»)

a) La tradición cristiana y la conciencia universal de la humanidad

b) Magisterio eclesiástico y convivencia universal

c) Orientación general de la llamada «moral internacional»

C. Para PROFUNDIZAR. Fuentes neotestamentarias de la moral política

1. Actitud de Jesús ante la política

a) Postura personal de Jesús

b) Referencias doctrinales

2. Referencias de las primitivas comunidades cristianas en relación con la política

a) La situación de los misioneros ante las autoridades

b) Doctrina paulina

c) Testimonios del Apocalipsis

d) Síntesis dialéctica

D. Para CONFRONTAR. Posiciones históricas ante el problema de la relación entre política y moral

a) Rechazo de la política por «integrismo moral»

b) Rechazo de la moral por «realismo político»

c) Síntesis entre ética y política mediante la «moralización de la política»

Unidad 10.ª Bienes culturales y ética cristiana

A. SÍNTESIS. Criterios para la realización del bien humano de la cultura, según el Concilio Vaticano II

1. Acceso de todos los hombres a la cultura (GS 60)

2. La cultura: subordinada a la perfección integral del hombre

3. Necesaria «criticidad» de la cultura

4. Libertad y autonomía en la creación cultural (GS 59)

B. Para AMPLIAR. Ámbitos culturales y ética cristiana

1. Ámbito educativo: opción ética por la educación liberadora

2. Actividad científico-técnica: su dimensión ética

a) Sensibilidad de la Iglesia actual ante el mundo de la ciencia

b) Función de la ética en la actividad científico-técnica

3. Arte: valoración moral de la expresión artística

a) El ethos del artista(Moral del momento subjetivo de la expresión artística)

b) Moral de la obra artística (Moral del momento objetivo de la expresión artística)

c) Moral del espectador(Moral del momento contemplativo de la obra artística)

C. Para PROFUNDIZAR. Ética de los medios de comunicación social

1. Valores a promover en la comunicación social

2. Moral de la información

a) Derecho a la información

b) Exigencias objetivas de la información

c) El montaje estructural del proceso informativo

3. Exigencias éticas de la propaganda

4. Valores y contravalores de la publicidad

5. Responsabilidad ética en la opinión pública

D. Para CONFRONTAR. Nuevas sensibilidades éticas

1. La llamada «calidad de vida»

2. Ecología y moral

Unidad 11.ª Moral de la violencia y del conflicto

A. SÍNTESIS. La violencia social: el hecho y su dimensión ética

1. Noción y formas de la violencia social

a) Noción de violencia humana

b) La violencia social y sus formas

2. Criterios éticos en relación con la violencia social

a) Perspectivas o «lugares teológico-morales» desde donde hacer el discernimiento moral cristiano de la violencia

b) Las opciones concretas del creyente ante la violencia

3. La no-violencia activa

B. Para AMPLIAR. Discernimiento ético de las principales formas de violencia social

1. La violencia estructural y la «revolución de estructuras»

a) Descripción de la violencia estructural

b) Discernimiento ético

2. La violencia frente al «orden establecido»

a) Anotaciones previas

b) Moral del «tiranicidio»

c) Moral de la resistencia al poder político

d) Moral de la violencia revolucionaria

3. La violencia subversiva

C. Para PROFUNDIZAR. Fanatismo y violencia

a) Descripción de la condición fanática

b) Conexión del fanatismo con la violencia

c) Superación ética del fanatismo

D. Para CONFRONTAR. Conflictividad social y ética cristiana

1. La lucha de clases

a) La lucha de clases: hecho social y método de liberación

b) Coherencia cristiana dentro de la lucha de clases

2. El sindicalismo

a) Síntesis de la doctrina social católica sobre el sindicalismo

b) Orientaciones éticas para el momento actual

3. Discernimiento ético de los conflictos laborales

4. La huelga laboral

Unidad 12.ª Ética de la paz frente a la inmoralidad de la guerra

A. SÍNTESIS. Postulados éticos para construir la paz

1. Conversión a la «verdad» de la paz

a) Convicciones negativas

b) Convicciones positivas

2. El empeño cívico-cultural

3. Los «fines» y los «medios» para conseguir la paz

a) En él orden de la finalización, la ética de la paz se plantea como una crítica y una propuesta de civilización

b) En el orden de las mediaciones, la ética cívico-cultural de la paz acepta la razón estratégica, aunque subordinándola a la alta sabiduría de los fines

4. La paz: fruto de la solidaridad

B. Para AMPLIAR. Inmoralidad de la guerra y deber del desarme

1. Consideración moral de la guerra con «mentalidad nueva»

a) Condena moral de toda guerra

b) Moralidad del «uso cualificado» de las armas

c) La posesión de armas nucleares

d) Ante la estrategia de la «disuasión»

e) El principio de «legítima defensa»

2. El deber del desarme frente a la carrera de armamentos

a) Carrera armamentística y estructuras subyacentes

b) Valoración ética

c) Caminos nacía el desarme

C. Para PROFUNDIZAR. De la teoría de la «guerra justa» al rechazo total de la guerra

a) Teoría de la «guerra justa»

b) Consideración actual sobre la moralidad de la guerra

D. Para CONFRONTAR. Actitud cristiana ante el servicio militar

1. Postura cristiana ante el servicio militar

2. Apoyo cristiano a la objeción de conciencia

Unidad 13.ª Las actitudes éticas para realizar el compromiso social cristiano

1. La justicia radical

a) Planteamiento

b) La justicia como ideal utópico de la igualdad

c) La justicia como «cuestionamiento» anterior al orden establecido

d) La justicia como categoría dinamizadora del cambio

e) La justicia en el creyente cristiano

2. La caridad política

a) Integración de la justicia y de la caridad en el cristiano

b) Rasgos de la caridad política

3. La opción preferencial por el pobre

4. La solidaridad

a) La solidaridad ética

b) La solidaridad teológica

c) Solidaridad ético-teológica

d) La praxis de la solidaridad: síntesis del compromiso social cristiano

Conclusión. Hacia la nueva sociedad humana

1. Sociedad guiada por la justicia y por la libertad

2. Sociedad que propicia la igualdad y la participación

a) El ideal ético de la igualdad

b) El ideal ético de la participación

3. Sociedad cuya meta es la civilización del amor

Créditos

SIGLAS

1. Documentos del Concilio Vaticano II

AA

Apostolicam actuositatem.

AG

Ad gentes.

CD

Christus Dominus.

DH

Dignitatis humanae.

DV

Dei Verbum.

GE

Gravissimum educationis.

GS

Gaudium et spes.

IM

Inter mirifica.

LG

Lumen gentium.

NA

Nostra aetate.

OE

Orientalium ecclesiarum.

OT

Optatam totius.

PC

Perfectae caritatis.

PO

Presbyterorum ordinis.

SC

Sacrosanctum Concilium.

UR

Unitatis redintegratio.

2. Documentos sociales

LE

Laborem exercens.

MM

Mater et Magistra.

OA

Octogesima adveniens.

PP

Populorum progressio.

PT

Pacem in terris.

QA

Quadragesimo anno.

RN

Rerum novarum.

SRS

Sollicitudo rei socialis.

3. Otros documentos del magisterio eclesiástico

CP

Communio et progressio.

CT

Catechesi tradendae.

DM

Dives in misericordia.

DV

Donum vitae.

EN

Evangelii nuntiandi.

ES

Ecclesiam suam.

FC

Familiaris consortio.

HV

Humanae vitae.

PH

Persona humana.

RH

Redemptor hominis.

RP

Reconciliatio et Paenitentia.

4. Otras siglas y abreviaciones

DETM

Diccionario enciclopédico de Teología Moral. Ediciones Paulinas, Madrid 19783.

Medellín

Segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano.

PG

Patrología Griega.

PL

Patrología Latina.

Puebla

Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano.

CÓMO UTILIZAR EL PRESENTE LIBRO

El presente libro ofrece una síntesis completa de la ética cristiana. Partiendo de la noción-descripción de lo que es la moral cristiana (Unidad 1.a), se exponen tanto los conceptos básicos de la moral (Unidad 2.a) como el contenido concreto de la misma (Unidades 3.a a 13.a).

Los conceptos básicos, que se analizan en una larga Unidad (2.a), corresponden a los elementos que componen la vida moral cristiana: la responsabilidad (expresada en: opción fundamental, actitudes, actos), la moralidad objetiva (formulada mediante: los valores y las normas), la mediación subjetiva o la conciencia moral, y el pecado entendido como el fracaso en la vida moral del cristiano.

La exposición del contenido concreto de la moral ocupa la mayor parte del libro. Siguiendo los ámbitos en los que se realiza la existencia humana, se va desgranando, a lo largo de 10 Unidades, el contenido moral del cristianismo: ámbito personal (Unidad 3.a), la comunicación interpersonal (Unidad 4.a), la corporeidad (Unidad 5.a), la sexualidad (Unidad 6.a), el matrimonio y la familia (Unidad 7.a), la economía (Unidad 8.a), la política (Unidad 9.a), la cultura (Unidad 10.a), la situación de conflicto y de violencia (Unidad 11.a), la amenaza de la guerra y la búsqueda de la paz (Unidad 12.a). La Unidad 13.a expone aquellas actitudes éticas que han de conformar al creyente para realizar la transformación del mundo de acuerdo con el plan de salvación. En una conclusión se apunta el ideal de sociedad al que ha de tender ese compromiso social cristiano.

El contenido del libro es presentado y dividido mediante UNIDADES. Cada Unidad constituye un bloque temático, con su núcleo y sus diversificaciones. El conjunto de las Unidades componen el conjunto de la Síntesis teológico-moral. La lectura o el estudio mediante la división por Unidades favorece la unificación temática y evita la dispersión disgregadora.

Cada Unidad (excepto la Unidad 13.a) se organiza en cuatro módulos. El módulo A (titulado «SÍNTESIS») expone el contenido esencial del tema; en él está el núcleo moral de cada tema. Juntando todos los contenidos de los diferentes módulos A, tendríamos una primera síntesis de moral cristiana.

Pero este contenido tiene que ser ampliado o concretado; la primera síntesis pre­cisa un desarrollo, dando lugar a una segunda síntesis. Es lo que ofrece el módulo B (titulado «para AMPLIAR»). Por lo general, en este módulo se encuentra la moral en sus aplicaciones concretas.

La exposición de la moral cristiana precisa justificaciones, apoyos, profundizaciones. Estas provienen de diversas perspectivas: del análisis bíblico, de la consideración histórica, de la reflexión sistemática. Todo este mundo de las justificaciones o profundizaciones viene dado en el módulo C (titulado «para PROFUNDIZAR»). Por lo general, es el módulo que requiere mayor preparación para ser entendido y asimilado.

Por último, el contenido de la moral cristiana tiene conexiones con otros saberes, o contiene cuestiones más discutibles, o se abre a debates fronterizos. El módulo D (titulado «para CONFRONTAR») está dedicado a la exposición de esta vertiente fronteriza de la moral cristiana.

Para tener un conocimiento completo del tema expuesto en cada una de las Unidades, es conveniente tener en cuenta lo que se dice en los cuatro módulos. Sin embargo, esta forma de exponer el tema mediante módulos independientes ofrece la posibilidad de centrarse más en un aspecto o en otro del tema. Aconsejamos que cada módulo sea leído o estudiado con la peculiaridad metodológica que hemos indicado. Por otra parte, es conveniente que cada lector o, en su caso, cada maestro seleccione en cada Unidad aquellos módulos que más interesen o que estén más al alcance de la preparación que se posee.

Ojalá la abundancia de material no sea obstáculo para la lectura y la asimilación, sino que favorezca la diversidad de intereses y de posibilidades. Eso es lo que he pretendido al utilizar esta metodología.

Termino esta presentación deseando que el encuentro con la ética cristiana sea ocasión para actualizar el seguimiento de Jesús en orden a la construcción del reinado de Dios en este mundo.

Unidad 1.ª

¿QUÉ ES LA MORAL CRISTIANA?

A. SÍNTESIS

La moral cristiana es la práctica de la fe, siguiendo a Cristo y realizando el reinado de Dios.

B. Para AMPLIAR

La moral cristiana se sintetiza en la realización de la caridad.

C. Para PROFUNDIZAR

La ética teológica es la reflexión sobre el dato de la moral evangélica.

D. Para CONFRONTAR

El modelo teológico-moral para expresar la moral cristiana: la «autonomía teónoma».

GUÍA

En esta primera Unidad se pretende describir qué es la ética cristiana, en su doble vertiente de vida («moral vivida») y de reflexión («moral formulada» o teología moral).

Para captar el significado de la ética de los cristianos se acude al evangelio para ver allí cómo se narra la práctica de Jesús. Es esta práctica el paradigma de la moral cristiana. Por eso se identifica con el seguimiento de Jesús y con la construcción del reinado de Dios. En cuanto al contenido, la moral cristiana se resume en la práctica de la caridad.

La reflexión sobre la moral vivida de los cristianos se llama Teología moral o Ética teológica. Partiendo de la tradición eclesial y teniendo en cuenta la renovación del Concilio Vaticano II, se propone un modelo teológico-moral que asuma el espíritu evangélico y que responda a las exigencias de la racionalidad actual: modelo basado en la «autonomía», pero abierta a la trascendencia, es decir, «teónoma».

A. SÍNTESIS

La moral cristiana es la práctica de la fe, siguiendo a Cristo y realizando el reinado de Dios.

A. 1. El modelo de la ética cristiana es la «ética narrada» en la práctica de Jesús.

A. 2. La ética cristiana consiste en «seguir a Jesús».

A. 3. El seguimiento de Jesús es el camino que tiene como meta la «construcción del reino de Dios».

A. 4. En la vida del cristiano, la ética es la «mediación práxica de la fe».

A. 1. La «ética narrada» en la práctica de Jesús

La ética vivida y propuesta por Jesús no es una parte yuxtapuesta a su vida y a su mensaje religiosos. Jesús no fue «un moralista» ni propuso «una moral». Por el contrario, la ética de Jesús no es otra cosa que la implicación moral del conflicto religioso de su vida. Es una moral «derivada» o una moral «contextualizada» en el texto vivo de su persona.

El evangelio es fundamentalmente el relato de la práctica de Jesús. Esta práctica de Jesús, así como el relato de la misma, tienen para los cristianos una función normativa: constituyen el criterio mediante el cual evaluamos nuestras prácticas históricas.

La práctica de Jesús no es exclusiva ni esencialmente una práctica moral. Su completa significación se sitúa en el terreno religioso. Sin embargo, el carácter pletórico del acontecimiento de Jesús extiende su significado al mundo de la moral.

La moral de la práctica de Jesús, relatada en el evangelio, tiene una estructura narrativa. Sus rasgos principales son los siguientes:

– Ética nacida de la pretensión mesiánica. El rasgo decisivo de la actuación de Jesús es su pretensión mesiánica. «Enseñaba como quien tiene autoridad» (Mc 1,22). La moral que brota del relato evangélico está vinculada a la condición mesiánica de Jesús. Él es el «señor del perdón» (Mc 2,10) y el «señor del sábado» (Mc 2,28). Por eso, la moral adquiere los rasgos de «novedad», de «originalidad», de «libertad».

– Ética vinculada al cambio radical. Se puede afirmar, con expresión un tanto provocativa, que la actuación de Jesús es una «práctica subversiva». En efecto, la actuación de Jesús pretende subvertir los falsos códigos dominantes y realizar una conversión radical del hombre. La moral vinculada a esta práctica subversiva ha de tener necesariamente una función también subversiva con relación a las estructuras pseudomorales dominantes: crítica de los falsos sistemas de separación (Mc 2,14-17) o de pureza (Mc 7,1-23), propuesta del orden positivo del don y de la gratuidad (Mc 6,30-44; 8,1-10).

– Ética nacida del conflicto y generadora de fecunda confrontación. La actuación de Jesús tiene una estructura dramática y hasta trágica. Uno de los campos donde acaece el conflicto es el terreno de la práctica moral: Jesús, al realizar su coherencia moral, choca con los adversarios. Ante esta situación, todos los espectadores y actores del conflicto quedan sometidos a una «crisis ética» en cuya forma de resolución se decanta la coherencia o incoherencia de las personas. El conjunto de Mc 2,1-3,6 es un ejemplo típico: la ética aquí narrada nace del conflicto y conduce a la confrontación. Es el conflicto y la confrontación de vida-muerte.

– Ética concentrada en el valor del hombre. Si la actuación de Jesús es sanamente subversiva y fecundamente conflictiva, se debe a su opción neta y tajante por la causa del hombre. «El sábado fue hecho a causa del hombre y no el hombre por el sábado» (Mc 2,23). La moral de Jesús hace una concentración axiológica en la afirmación del valor del hombre.

– Ética formulada en cauces de liberación. La actuación de Jesús introduce en los ámbitos de la vida hu­mana (en los «campos» en que se decide la historia: económico, político, ideológico, familiar, relacional, interpersonal) los nuevos códigos éticos del don, de la comunicación, del servicio, de la igualdad, de la sinceridad, frente a los falsos códigos dominantes de la exclusión, del egoísmo, de la violencia. Es una ética de la liberación integral del hombre.

A. 2. Ética del «seguimiento de Jesús»

Apoyándose en el carácter inconcluso del texto literario de Mc, se ha dicho que el relato de la práctica de Jesús es un «relato abierto»; es decir, la actuación de Jesús prosigue en cierta medida en las vidas de los cristianos. Estos han de actualizar —hacer texto vivo— la ética narrada en el evangelio.

Los rasgos característicos de la «moral narrada» en el evangelio se concretan en el seguimiento de Jesús.

Con el trasfondo socio-histórico del rabinato o del profeta escatológico, la llamada al seguimiento alcanza en labios de Jesús su significado definitivo (Mc 1,16-20 par; Mt 9,18-22 par).

El seguimiento es una categoría bíblica de gran densidad teológica: expresa la nueva forma de vida de quien se decide a recibir la llamada y convertirse en discípulo. El seguimiento de Jesús o la vida del discipulado constituye una especie de «fórmula breve del cristianismo». Es el resumen o el catecismo de la vi­da cristiana. Es la clave interpretativa de todo el cristianismo. Es el contraste tanto de la ortodoxia como de la ortopraxis cristianas.

La categoría bíblica del seguimiento tiene una vertiente moral. Más aún, es esa vertiente moral la que aglutina y encauza todo el conjunto de la vida moral de los creyentes. Por eso mismo, la moral cristiana es una moral del seguimiento de Jesús, la cual se concreta:

– en la realización de las «condiciones del seguimiento»: una serie de renuncias que expresan la «rendición sin condiciones», explicable por la novedad escatológica (Mt 16,24-28 par; Lc 14,25-35);

– en la conformación de la vida según la imagen de Jesús (Rom 15,1-3; 2 Cor 8,9; Flp 2,5s).

La moral cristiana se resume en la actualización del seguimiento de Jesús, el cual conlleva de modo indisoluble la transformación interior de la persona y el compromiso de transformación intramundana.

A. 3. El seguimiento de Jesús tiene como meta la «construcción del reino de Dios»

El reinado de Dios es la meta de la actuación moral del creyente. El anuncio de la cercanía del reino, punto central del kerigma de Jesús, proporciona el encuadre totalizador y la orientación decisiva del comportamiento moral: «Se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios. Enmendaos y creed la buena noticia» (Mc 1,18).

Enmarcada la moral cristiana en el horizonte de la salvación escatológica, los esquemas del comportamiento moral sufren una transformación radical:

– surge un nuevo orden de valores, tal como aparece en el manifiesto de las bienaventuranzas (Mt 5,3-10);

– se proponen exigencias radicales, conectadas con el carácter definitivo e inaplazable del reino (Lc 9,57-62);

– las opciones son de signo totalizador: el hallazgo del reino hace que pierda valor todo lo demás (Mt 13,44.45-46);

– la pertenencia al reino conlleva una radicalización en todas las actuaciones, que consiguientemente realizarán una «justicia mayor que la de los letrados y fariseos» (Mt 5,20).

La moral del reino adquiere un relieve definitivo en el pasaje de Mt 25,31-46: la realización del reino, identificado con los pobres y mediante ellos con Cristo, es la norma del comportamiento moral del cristiano.

A. 4. Fe cristiana y ética: la ética cristiana como «mediación práxica de la fe»

Lo que más define a la moral cristiana es su vinculación con el conjunto de la fe. La moral cristiana justifica su existencia, expresa su identidad y adquiere su peculiar función significativa por el hecho de ser un aspecto necesario dentro de la fe cristiana. La articulación de la moral en el conjunto de la existencia cristiana puede ser expresada mediante estas tres afirmaciones:

– La moral no lo es todo, ni es lo más importante, en el cristianismo. La fe cristiana no se reduce a moral: la «moralización» del cristianismo es una desvirtuación de la fe. Por otra parte, la moral no ha de situarse nunca por encima de la actitud religiosa, originando así la peligrosa tendencia «moralizante» de la religión.

– La moral es una dimensión necesaria de la fe cristiana. En efecto, la fe sería un universo alienado y alienante si no tendiera a transformar la realidad de acuerdo con su horizonte significativo. Es necesario, por ejemplo, que si los cristianos creemos en un solo Dios (fe monoteísta), tratemos de realizar la igualdad social (monoteísmo ético).

– De las dos anteriores afirmaciones se deduce que la moral es un momento de la fe cristiana. Ni el «moralismo», ni el «amoralismo», ni el «paralelismo» son correctas articulaciones de la moral en el conjunto de la fe. Únicamente la categoría de «mediación» explica adecuadamente esa articulación: la moral cristiana es la mediación práxica o transformativa del creer.

Esta articulación correcta de la moral en el conjunto de la existencia cristiana ha de ser promovida en la pastoral. Bastantes defectos del pasado, y del presente, tienen su explicación en una pastoral que por exceso (= moralismo) o por defecto (= amoralismo) no ha situado de modo conveniente la moral dentro del mensaje cristiano.

De las consideraciones precedentes sobre el puesto de la dimensión moral en el conjunto de la fe cristiana se deduce una consecuencia importante para la recta comprensión de la moral cristiana. Esta es una moral influida por la fe. El desarrollo de esta afirmación proporciona los rasgos más decisivos de la moral cristiana. En efecto, en cuanto moral influida por la fe:

– la moral cristiana es una moral religiosa, es decir, formula el empeño ético intramundano desde el horizonte trascendente: introduce la trascendencia en el compromiso intramundano, y este es entendido mediante símbolos ético-religiosos (caridad, esperanza, fraternidad) que sobrepasan el significado meramente ético;

– la fe introduce el comportamiento moral de los creyentes en un contexto nuevo: el contexto de la fe. Este contexto o cosmovisión aporta la peculiaridad específica a la moral cristiana: le proporciona un horizonte de sentido, desde el cual la común realidad humana es leída con relevancias peculiares.

Por eso, la moral de los cristianos tiene sensibilidades peculiares ante el pobre, ante la injusticia, ante el valor de la vida;

– a partir de las referencias nacidas del contexto de la fe, la moral cristiana adquiere un conjunto de orientaciones que la «marcan» en cuanto moral de creyentes. Es una moral: de la autonomía, pero abierta a la teonomía; del esfuerzo humano, pero al mismo tiempo de la gratuidad divina; de la rectitud de conciencia, pero no vivida en clave neurótica, sino en ámbito de acogida y de perdón.

Siendo la fe cristiana una fuerza liberadora, la ética cristiana es por necesidad una ética de liberación. Esta es la orientación que pretendemos deducir de la anterior exposición en la que hemos hecho una presentación sintética del significado de la ética cristiana dentro del conjunto de la fe.

B. Para AMPLIAR

La moral cristiana se sintetiza en la realización de la caridad.

B. 1. La moral cristiana como «moral de la caridad».

B. 2. Orientación de la moral cristiana desde la caridad.

B. 1. La moral cristiana como «moral de la caridad»

Para la conciencia cristiana de todos los tiempos, la caridad ha constituido la exigencia moral máxima (Mc 12,28-31), pues en ella se resume toda la ley (Rom 13,10). «La Iglesia primitiva y con ella la cristianidad de todos los siglos tiene la convicción profunda de que la gran aportación de Jesús en la esfera moral fue la proclamación del precepto fundamental del amor a Dios y al prójimo» (R. Schnackenburg, El testimonio moral del NT. Madrid 1965, 73).

El mensaje del Nuevo Testamento propone la caridad como la actitud básica y el contenido nuclear de la ética cristiana. A continuación se recogen los textos principales, ordenados con un criterio de progresión temática.

Más que las explicaciones y los desarrollos teológicos, son preferibles las citas directas del Nuevo Testamento. En este tema es necesario dejar hablar al texto bíblico, ya que es más denso y más sugerente que la más perfecta glosa.

a) Mensaje de Jesús

Según el testimonio de los evangelios sinópticos, el tema del amor no aparece a menudo en labios de Jesús. Sin embargo, «el conjunto del Nuevo Testamento permite suponer que constituyó el tema central de su enseñanza. El concepto del amor es indudablemente la mejor síntesis de la enseñanza moral de Jesús» (W. D. Davies, El Sermón de la montaña. Madrid 1975, 173).

Hay una perícopa fundamental en la que la enseñanza de Jesús sobre la caridad queda inmortalizada. Es necesario acudir a ella para encontrar el mensaje evangélico sobre el amor.

- Encuentro con el texto

Mc 12,28-34: «Se le acercó uno de los escribas que había escuchado la disputa, el cual, viendo cuán bien había respondido, le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús contestó: El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. Mayor que estos no hay mandamiento alguno. Díjole el escriba: Muy bien, Maestro; con razón has dicho que él es único y que no hay otro fuera de él, y que amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, es mucho mejor que todos los holocaustos y sacrificios. Viendo Jesús cuán atinadamente había respondido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y nadie se atrevió ya más a preguntarle».

Mt 22,34-40: «Los fariseos, oyendo que había hecho enmudecer a los saduceos, se juntaron en torno de él, y le preguntó uno de ellos, doctor, tentándolo: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley? Él le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a este, es: Amarás al prójimo como a ti mismo. De estos dos preceptos penden toda la ley y los profetas».

Lc 10,25-28: «Levantóse un doctor de la ley para tentarle, y le dijo: Maestro, ¿qué haré para alcanzar la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Le contestó diciendo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido. Haz esto y vivirás».

- Diferencias redaccionales dentro de la unidad

Marcos presenta el tema partiendo de la pregunta de un escriba, bien intencionado, que busca sinceramente a Dios. Ante la respuesta de Jesús, el escriba acepta las palabras de Dios y reconoce la prioridad del amor sobre el culto exterior. Con ello se hace merecedor de la alabanza de Jesús.

Mateo pone en escena a un doctor de la ley, fariseo, que pretende tentar a Jesús. El pasaje está estructurado según las disputas rabínicas. La respuesta de Jesús expresa con claridad la integración de todas las exigencias en el doble precepto del amor a Dios y al prójimo.

Lucas coloca las palabras sobre el doble precepto como introducción a la parábola del buen samaritano. La fórmula del doble precepto es ofrecida en labios del que hace la pregunta. Por eso lo que le interesa resaltar a Lucas es saber qué hay que hacer para cumplirlo. La parábola es la explicación; por eso termina: «vete y obra de la misma manera» (v. 37).

A pesar de esas diferencias redaccionales, que ponen de manifiesto los intereses peculiares de cada evangelista y de sus respectivas comunidades, existe una unidad de contenido. En el fondo de las tres redacciones sinópticas está la enseñanza histórica de Jesús.

- La peculiaridad de la enseñanza de Jesús

Hemos dicho que la enseñanza sobre la caridad pasa por ser el punto central de la ética de Jesús. Más aún, se considera este mensaje como algo propio y como la «novedad» que aporta Jesús. Pero ¿están los cristianos en lo justo al creer que con ello ha aportado Jesús a la moral algo peculiar?

Veamos lo que ya se encontraba antes de Jesús y lo que es aportado expresamente por él:

• Ya estaba antes de Jesús

– La formulación de los dos preceptos por separado:

Dt 6,5: «Amarás a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu poder».

Lv 19,18: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

– En el judaísmo, estos dos preceptos gozaban de elevada consideración. El precepto del amor a Dios (Dt 6,5) formaba parte del shema, antigua confesión de fe monoteísta, que en tiempo de Jesús era recitada por todo judío piadoso diariamente por la mañana y al anochecer. También el precepto del amor al prójimo (Lv 19,18) era considerado como un precepto fundamental.

– En el judaísmo no faltaron intentos de reducir a algunos preceptos fundamentales las numerosas prescripciones de la ley judía (en el siglo II d. C. se contaban 613 preceptos: 248 positivos y 365 negativos). Por ejemplo, Hillel (veinte años antes de Jesús) proponía como principio unificador la «regla áurea» en su forma negativa (cf. Mt 7,12).

• La aportación peculiar de Jesús

Puede resumirse en estos tres puntos básicos:

– La unión interna e indisoluble de los dos preceptos: el amor a Dios y el amor al prójimo constituyen «una misma y única exigencia».

– La reducción, perfectamente consciente, de toda la ley a este doble precepto fundamental: todas las exigencias pueden «colgarse» (como de un clavo) de este doble precepto.

– La interpretación universalista del amor al prójimo. Aunque ya existían atisbos de esa universalización tanto en el Antiguo Testamento (Lv 19,34) como en el judaísmo (sobre todo, helenista), para la mentalidad de los oyentes de Jesús, el precepto de amar al prójimo sin limitación alguna, y de ayudar a todo el que padece necesidad, aunque sea un enemigo de Israel (parábola del samaritano), era ciertamente una exigencia que no se oía frecuentemente.

- Otros pasajes evangélicos que completan la enseñanza de Jesús sobre la caridad

Es conveniente conocer la peculiaridad y la novedad aportadas por Jesús en el tema de la caridad, según acabamos de señalar. Sin embargo, no conviene reducir el mensaje de Jesús sobre el amor a esos elementos fundamentales. Todas las palabras y todas las obras de Jesús explicitan el significado del doble precepto del amor a Dios y al prójimo. Recordamos algunos aspectos:

– Aunque los evangelios no transmiten enseñanzas de Jesús sobre el amor a Dios (exceptuada la perícopa del doble precepto), sin embargo hablan de la exigencia de la entrega total a Dios y a su justicia (Mt 6,24.25-34).

– El amor brota para el creyente de la seguridad de que Dios nos ama primero (Mt 18,23-24; Lc 15,11-32).

– El amor a Dios lleva a perdonar al hermano (Mt 5,23-24; 6,12; 18,23-35; Mc 11,25).

– El amor al prójimo se manifiesta en obras concretas (Mt 25,31-46; Lc 10,30-37).

– Si Jesús radicalizó el amor, es comprensible que haya radicalizado también las exigencias de ese amor (Sermón de la montaña).

– La fórmula del amor recíproco («como a ti mismo») se transforma en fórmula adoptada por el amor de Jesús. El amor se nos ha revelado como la autodonación pura y sin límites que tiene su ejemplo preclaro en Jesús.

b) Desarrollo del mensaje de Jesús en los escritos del Nuevo Testamento

La enseñanza de Jesús sobre la caridad ha sido recogida y desarrollada por los escritores del Nuevo Testamento. A continuación se señalan los desarrollos temáticos más importantes:

- La dimensión universalista y teocéntrica del amor cristiano en Mateo

• Texto principal: Mt 5,43-48

«Habéis oído que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre, que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos y llueve sobre justos e injustos. Pues si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen esto también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen eso también los gentiles? Sed, pues, perfectos, como perfecto es vuestro Padre Celestial».

• Contexto: Este pasaje está dentro del Sermón de la montaña. Más concretamente: forma parte de un conjunto llamado de las «Antítesis» (Mt 5,21-48). Es la sexta y última antítesis.

• Sentido

– En conexión con Lv 19,18 («amarás a tu prójimo») y frente a una enseñanza probablemente de Qumrán («odiarás a tu enemigo»), Mt transmite la palabra de Jesús: «Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen».

– Como justificación de esta afirmación está la autoridad cristológica: «Yo os digo».

– El contenido de la afirmación es una exigencia ética que rompe límites: el prójimo es toda persona; además, puede ser un enemigo (al que hay que «amar» y, lo que es todavía más radical, «rezar por él» en la misma situación de persecución).

– La motivación de esa exigencia ética radical es desarrollada mediante aproximaciones concéntricas:

En este pasaje de Mt 5,43-48 se le da al amor cristiano un sentido radical: su orientación universalista y su entrega total (amor al enemigo). También aparece su orientación teocéntrica: el universalismo del amor, predicado por Jesús, brota del amor de Dios, que todo lo abarca, y que de todos tiene misericordia. Por ello, la predicación de Jesús acerca del amor se fundamenta en último término en su predicación de la paternidad de Dios y en su proclamación del comienzo del tiempo de salvación.

- Teología paulina de la agápe (= amor) cristiano

En los escritos paulinos no se encuentra recogida la doctrina de Jesús sobre el doble precepto del amor a Dios y al prójimo. Por otra parte, raramente habla Pablo del amor a Dios (Rom 8,28; 1 Cor 2,9; 8,3; 2 Tes 3,5). Sin embargo, la teología paulina sobre la agápe cristiana es sumamente rica. Recordemos los siguientes aspectos:

• En cuanto al contenido

– Para Pablo, los preceptos de la segunda tabla del Decálogo «se resumen» en «amarás al prójimo como a ti mismo» (Rom 13,9b). La «ley de Cristo» se cumple «ayudando a llevar las cargas mutuamente» (Gál 6,2).

– El amor es para Pablo el valor supremo (Rom 5,5) y está por encima de la «gnosis» (conocimiento) (1 Cor 8,1). A él le dedica el himno de la caridad de 1 Cor 13, «que probablemente tiene como base una especie de descripción de la personalidad de Jesús» (Davies).

– Pablo enumera la agápe dentro de la tríada de actitudes básicas: fe, caridad, esperanza.

– También habla del amor a los enemigos (Rom 12,14-21).

• En cuanto al vocabulario

Pablo es testigo de la preferencia que hicieron las comunidades cristianas de lengua griega en el vocabulario sobre el amor. Tal preferencia se centró en el término agápe (cuyo uso se conocía entre los griegos, pero que había sido puesto de relieve sobre todo por la traducción de los LXX). La agápe cristiana designa el amor carente de egoísmo y que consiste en pura benevolencia.

• En cuanto al medio comunitario

La teología paulina sobre el amor nace y se desarrolla en el medio de las comunidades cristianas judeo-helenistas, marcadas por el vocabulario de los LXX y por la reflexión judía de la diáspora helenista. Pero no conviene olvidar que esas comunidades vivían del mensaje predicado por Jesús. A la luz de las dos afirmaciones anteriores debe ser leída la siguiente anotación sugerente: «Si el amor toma forma humana definitiva en los hechos y en los gestos del Galileo muerto en Jerusalén, es en Antioquía donde nace la agápe cristiana, proyecto comunitario de transformación del mundo» (Collange).

- La «novedad» del amor en la teología de Juan

El evangelio de Juan no recoge expresamente la doctrina de Jesús sobre el doble precepto (cf., sin embargo, 1 Jn 4,21). En contrapartida, solamente Juan habla del amor a Cristo (Jn 14,21; 15,9.14).

La teología de Juan sobre la caridad es de una profundidad no superada. Los siglos que han seguido no han podido superar a este cantor y predicador del amor de Dios y del prójimo. Anotamos a continuación las perspectivas más importantes:

– Reducción de todas las exigencias morales a la fe y al amor. Creer y amar son los dos verbos en que «reductivamente» se expresa y se concentra la existencia cristiana: «Su precepto es que creamos en el nombre de su Hijo y nos amemos mutuamente conforme al mandamiento que nos dio» (1 Jn 3,23).

– Juan habla del amor en términos de «precepto», probablemente para oponerse a tendencias gnósticas despreciativas de los mandamientos.

– La exhortación al amor fraterno le da a la moral de Juan su cuño característico:

• El amor fraterno es signo y garantía de la unión con Dios (1 Jn 4,7-21).

• El amor fraterno es signo del discipulado (13,35; 15,12.17).

– El amor fraterno es un precepto «antiguo» (1 Jn 2,7), dado desde el principio de la evangelización, pero al mismo tiempo «nuevo» (Jn 13,34; 1 Jn 2,8). La novedad o razón del precepto cristiano del amor consiste: a) en la medida cristológica del amor: «como yo os he amado» (Jn 13,34; 15,12); b) en la dimensión escatológica, ya que el amor cristiano introduce un orden nuevo y se realiza dentro de ese orden nuevo (1 Jn 2,8).

Terminamos subrayando que, según el testimonio del Nuevo Testamento, la moral cristiana tiene en la caridad una de sus vetas principales. Las exigencias religioso-morales del mensaje de Jesús se unifican en el precepto fundamental del amor a Dios y al prójimo, síntesis aceptada por las primitivas comunidades cristianas y desarrollada por la reflexión teológica posterior.

B. 2. Orientación de la moral cristiana desde la caridad

a) Planteamiento

El mensaje del Nuevo Testamento sobre la caridad ha sido recogido con fidelidad y desarrollado con amplitud y profundidad por la tradición cristiana posterior.

En la época patrística, la caridad constituyó uno de los lugares principales de la parénesis cristiana. En la reflexión escolástica fue uno de los temas clave en torno a los cuales se organizó el contenido de la vida moral del cristiano. Baste recordar la importancia que recibe en la síntesis moral de san Buenaventura y sobre todo de santo Tomás. Este último acuña la célebre fórmula de que la «caridad es la forma de las virtudes».

La renovación reciente de la moral cristiana debe mucho a la reflexión sobre la caridad. En la década de los cincuenta tiene lugar un acontecimiento importante para la renovación de la moral: la aparición del libro de Gileman sobre «la primacía de la caridad en teología moral». El impacto causado por este estudio supuso para la teología moral, junto con otros factores, el despertar del sueño casuista y la búsqueda de un planteamiento más vital. Desde entonces, la moral cristiana comenzó a presentarse como una «moral de la caridad».

El Concilio Vaticano II recogió esta orientación al colocar la caridad en la breve pero densa descripción que hizo sobre la teología moral: «Téngase especial cuidado en perfeccionar la teología moral, cuya exposición científica, nutrida con mayor intensidad por la doctrina de la Sagrada Escritura, deberá mostrar la excelencia de la vocación de los fieles en Cristo y su obligación de producir frutos en la caridad para la vida del mundo» (OT 16).

El pensamiento cristiano actual sobre la caridad se orienta en dos direcciones, las cuales ofrecen los dos aspectos más importantes de la caridad cristiana: la caridad es la actitud que identifica la moral de los cristianos; la caridad da la orientación decisiva a los contenidos de la moral cristiana.

b) La caridad identifica la moral de los cristianos

Dentro de las preocupaciones actuales se puede reinterpretar el mensaje bíblico de la caridad diciendo que esta es la categoría básica para expresar la especificidad de la moral cristiana. La afirmación no tiene nada de novedosa: desde las comunidades cristianas primitivas hasta hoy, la conciencia de los creyentes se ha polarizado en torno a la caridad para encontrar en ella el criterio de su identidad. La «reducción a la caridad» es una constante en la vida y en la reflexión de los creyentes de todas las épocas.

La novedad puede estar en la forma de explicar actualmente dicha afirmación. He aquí la manera actual de entender la afirmación:

- Integración de «religión» y «moral»

La caridad expresa bien la unión entre «religión» y «moral». En la historia de la moral y en la historia de las religiones existe un problema a la hora de integrar las dos entidades básicas de lo religioso y de lo moral. La ética cristiana es una moral religiosa y, en cuanto tal, tiene que integrar las dos actitudes.

Esta peculiaridad de la moral cristiana queda suficientemente expresada a través de la caridad. Por una parte, la caridad impide que la «actitud religiosa» desemboque en una piedad meramente cultual sin empeños morales; por otra, hace que la «actitud moral» no degenere en moralismo legalista y autosuficiente.

La caridad despierta continuamente a la fe de su «sueño dogmático» y de su «misticismo autogratificante» para lanzarla al amplio mundo del amor al prójimo. Pero también estimula al compromiso moral de los creyentes para que sobrepase los límites del minimalismo y del legalismo.

A este respecto son dignas de interés las anotaciones que hace Schnackenburg sobre el significado del mandamiento primero: «Solamente el amor a Dios garantiza aquel vencimiento de sí mismo, del que brotan las obras más calladas y esforzadas. Solo el amor al prójimo fundamentado en Dios puede convertirse en la ‘agápe’ esencialmente distinta de todo ‘eros’ natural, cuya alabanza leemos en 1 Cor 13. Este amor supera al amor de amistad, ya que, prescindiendo de toda inclinación natural (simpatía) y solo por amor a Dios y a Cristo, se acerca al otro con benevolencia, generosidad, comprensión y perdón. En la ‘agápe’ cristiana, el impuso a la unión retrocede totalmente en favor de la pura benevolencia y de la compasión. Por eso es capaz de abarcar a quienes naturalmente no son dignos de amor e incluso son nuestros enemigos. ¿De dónde le viene este impulso? Ciertamente solo del amor a Dios, por quien el cristiano se siente también amado en la misma forma. Este amor de Dios, totalmente distinto de todo otro amor, se nos ha manifestado en las palabras de Jesús (Mt 5,45), en sus obras de salvación y finalmente en su muerte. El amor cristiano al prójimo, precisamente por estar fundamentado en el amor a Dios, cuando es acertadamente comprendido y proviene del corazón, llega hasta el límite, hasta el ‘heroísmo’, como dicen los hombres, o hasta la ‘perfección’, como se dice en Mt 5,48» (o. c., 87-88).

- La caridad:síntesis de la orientación vertical y de la orientación horizontal de la vida cristiana

En la caridad, tal como aparece en el Nuevo Testamento y en la tradición teológica, se expresa la síntesis que es propia de la moral cristiana: por una parte, aparece la «normatividad concreta» a través del énfasis del amor al hombre; por otra, se afirma el «elemento religioso» mediante el amor a Dios.