Por la utopía de peaje - Miguel Vigil - E-Book

Por la utopía de peaje E-Book

Miguel Vigil

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Beschreibung

Por la utopía de peaje contiene tres libros distintos en un solo volumen. Algunas personas preguntarán, ¿forman una trilogía? Y yo respondo: acabo de decir que son tres libros distintos, por tanto, no se trata de una trilogía, aunque sumen tres, no se fíe de la aritmética, los tres mosqueteros al final eran cuatro. Otras personas preguntarán: ¿entonces, por qué editarlos juntos? Y yo contesto con otra pregunta: ¿y por qué no? Ya que he conseguido convencer a mi editor, no venga usted a poner pegas. Incluso habrá quien se pregunte: juntos o separados, me da igual, ¿por qué editarlos? Para lo que no tengo ninguna respuesta elegante. El curioso lector que, antes de comprar ojea y hojea, descubrirá tres subtítulos: Diario del coronavirus 2020, selección de relatos difundidos por las redes durante los 72 días que Madrid estuvo sin bares, algo aún peor para muchos que el confinamiento en sí; Retratos en blanco y negro, compendio de panegíricos, a veces merecidos y otras no tanto, de los personajes que pasaron por RBE cuando mi misión en el programa era precisamente esa, hacer loas; y Seso seguro (Estupideces del ser humano, ya sea racional o irracional), versión corregida, aumentada y a veces abreviada de mi primer libro de relatos breves. Si ha pensado usted que este puede ser un buen regalo, le aseguro que sí, por una sencilla razón: el autor ha sido acusado en numerosas ocasiones de hacer humor inteligente (por lo que nadie se atreve a criticarlo), aunque siempre ha salido absuelto por falta de pruebas.

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Cubierta y diseño editorial: Éride, Diseño Gráfico. Dirección editorial: Ángel Jiménez

edición eBook: marzo, 2024

Por la utopía de peaje

© Miguel Vigil

© Éride ediciones, 2023

Éride ediciones Espronceda, 5 28003 Madrid

ISBN: 978-84-10051-29-4

Diseño y preimpresión: Éride, Diseño Gráfico

eBook producido por Vintalis

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Miguel Vigil

Miguel Vigil, músico, cómico, actor, escritor... él mismo no sabe si es polifacético o disperso. Miembro fundador del grupo cómico-musical Académica Palanca, fue acusado de hacer humor inteligente saliendo absuelto por falta de pruebas.

Web: https://miguelvigil.es

Correo: [email protected]

Titulos publicados en Éride:

• Relax (Teatro)

• Poemas breves (Poesía)

• Relatos polisémicos (Relatos)

• El hombre perfecto, o casi (Novela)

• Pilar Himmler. Sin límite de mal (Novela, escrita a la par con Javier García)

• Por la utopía del peaje

¡Qué extraña máquina es el hombre! Usted le mete pan, vino, pescado y rábanos, y salen suspiros, risas y sueños.

NIKOS KAZANTZAKIS

Zorba, el griego

A Ana, por haber contribuido en buena parte a mi felicidad.

DIARIO DEL CORONAVIRUS

Durante los 72 días que duró el confinamiento en la ciudad de Madrid, mejor dicho, durante los 72 días que Madrid estuvo sin bares, desde el 14 de marzo hasta el 24 de mayo, colgué en las redes una canción, una reflexión, la lectura de algún relato breve de alguno de mis libros, un soliloquio, un monólogo, llámelo usted como quiera. De esos 72 cuelgues, he descartado los que ya estaban publicados con anterioridad y los meramente coyunturales, y he seleccionado estos.

1. MADRID, 14 DE MARZO DE 2020, PRIMER DÍA SIN BARES (QUÉ LARGO SE ME VA A HACER ESTO).

La comunidad científica sigue sin poder explicar el enigma de la acumulación de papel higiénico en domicilios particulares.

Por casualidad, he encontrado un dato que podría dar una pista para resolver este misterio.

Nostrasladamus, pseudónimo por el que se conoce a un juglar, malabarista, cómico y charlatán del siglo XII, vendedor de un crecepelo infalible, que cambiaba muy a menudo de ciudad debido al escaso éxito de su pócima mágica, recogió en su obra Extrañas profecías difíciles de explicar una enigmática cuarteta atribuida al trovador cartaginés Silvius Rodrigus, que podría tener alguna relación con este asunto. Dice así:

Como gasto papeles recordándote, como me haces hablar en el silencio, como no te me quitas de las ganas aunque nadie me ve nunca contigo.

Yo no digo ni que sí ni que no, que los expertos en el tema lo estudien y ya veremos, pero se intuye claramente a qué se refiere.

En ese mismo libro, el profeta parece tener otra explicación para el tema que nos ocupa. La famosa frase «Mi reino por un caballo» es atribuida al rey inglés Ricardo III, proclamada durante la batalla de Bosworth el 22 de agosto de 1495. Nostrasladamus sostiene que la frase real del rey, valga la redundancia, fue: «Mi reino por un papel», ya que sufrió un inoportuno apretón durante la contienda y tuvo que ponerse a hacer sus necesidades en mitad del campo, del campo de batalla; viendo que iba a sufrir un golpe mortal por parte de un soldado enemigo, perteneciente al ejército de Enrique Tudor, conde de Richmond y pretendiente al trono de Inglaterra, Ricardo III no quiso pasar a la historia con sus posaderas sucias y pidió un papel para limpiarse.

La teoría de Nostrasladamus, si fuera cierta, sería una verdadera profecía, ya que Ricardo III vivió tres siglos después que él, pero lo que sí es cierto es que en el siglo XV la higiene no era la principal preocupación de nadie, ni del rey ni del vasallo; por lo que nos parece más creíble la explicación de Silvius Rodrigus.

2. MADRID, 15 DE MARZO DE 2020, SEGUNDO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Basándome en la idea original de mi amiga Ángela Bautista, que escribe tuits-poesía, yo estoy haciendo tuits-canciones, o sea, canciones breves. Es un trabajo más sencillo, necesitas menos acordes, menos notas, menos palabras, pero eso sí, la capacidad de síntesis tiene que ser muchísimo mayor.

El inconveniente de este tipo de canciones breves es que el mensaje puede quedar algo confuso, por eso lo que hago es ponerle un título aclaratorio que evita tener que ahondar más. La canción que os voy a cantar se llama: La importancia de la protección de datos en cualquier faceta de la vida, incluso en los escarceosamorosos, ya sean con pareja propia o ajena, en grupo o en solitario (lo más común).

Y dice así:

Esto es una canción de amor, no puedo decir más, por la protección de datos no puedo decir más.

3. MADRID, 16 DE MARZO DE 2020, TERCER DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN.

Hoy vamos a dar una clase de gramática y ortografía, pero cantando, por aquello de «la letra con música entra».

Esdrújula

Esdrújula es una palabra esdrújula, y llana es una palabra llana, pero aguda es una palabra… llana también; y es una aberración que no guarde relación con las otras dos. Es una pésima idea por muy aguda que sea, es una pésima idea. Separado se escribe todo junto, y todo junto se escribe separado. Y digo yo, que no sé mucho del asunto, que juntar lo separado y separar lo juntado nunca da buen resultado. Es una pésima idea por muy correcta que sea, es una pésima idea. Ayer siempre se ha escrito sin hache, pero hoy se escribe con hache. Y digo yo que de un día para otro no hay que cambiar tantas cosas por las leyes caprichosas, presurosas, rigurosas, de semánticas añosas. Es una pésima idea por muy lingüista que sea, es una pésima idea. Ahí, o sea, en ese sitio, hay, que existe, que está, un hombre que dice ¡ay!, eso es que se ha hecho daño, por saltar una valla, ¡vaya, hombre!, para comerse unas bayas, bajo un haya con el aya, porque allá donde se halla no los puede ver la yaya. Ya, ya. Corregirse es una ingrata tarea, el diccionario cojea, la norma se tambalea, y es que la regla chochea. Seguirla es una odisea, están mal de la azotea en la Real Asamblea. Academia, quise decir Academia, en la Real Academia la falta es una blasfemia, pero es que la polisemia junto con mucha alcoholemia confunde a nuestra bohemia y eso ya es una pandemia. O sea, una epidemia.

4. MADRID, 17 DE MARZO DE 2020, CUARTO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN.

Hay que aprovechar el tiempo para aprender cosas nuevas. Los idiomas siempre han sido un escollo difícil de superar, sobre todo el inglés, y aún más para los que tenemos cierta edad, que estudiamos francés en el colegio y nos enseñaron aquello de la pérfida Albión y Gibraltar español… Pero el inglés no es tan difícil como parece, al menos el inglés para principiantes. El otro, el incomprensible inglés, es imposible aprenderlo y mucho menos aprehenderlo, así que he decidido hacer un tutorial de inglés para principiantes, para los que no saben nada nada de inglés. Se lo he consultado a Lorenzo Azcona, mi saxofonista favorito, y a Laura Caba, mi corista favorita, que los dos saben muchísimo inglés, y ambos me han dicho lo mismo: «¿Tú crees que estás capacitado para dar clases de inglés?». Y yo les he contestado:

«Si Enrique Iglesias puede cantar, yo puedo dar clases de inglés». Y los dos se han callado.

Vamos a hacerlo con música porque el inglés que yo sé es gracias a la música. La primera palabra que aprendí fue con una canción de los Beatles, se llamaba Sometin. Luego me enteré de que se escribe Something, pero se pronuncia Sonzin. Más tarde, gracias a Internet todos sabemos que «ventanas» se dice windows, que siempre me ha parecido curioso lo de Bill Gates, que llamándose Gates pusiera a su programa Windows, pero no soy yo quién para aconsejar en los negocios a nadie, y menos al multimillonario ese, si él decidió llamarlo Windows, sus razones tendría. Volviendo a mi método, consiste en aprender primero las palabras más usuales, y luego, más adelante, ya iremos formando frases, pero de momento solo palabras sueltas.

Empezamos. Cogemos una melodía conocida; cuanto más conocida, mejor, para que no se nos olvide.

Y la rellenamos con palabras en inglés con su respectiva traducción. De esta manera, esas palabras se nos van quedando en la cabeza y nunca se nos olvidarán. Atentos.

Tengo un tractor yellow, yellow y una little house con windows, y mi personal computer que también tiene muchas windows. Pa, pa, pa, pa, pa, (now in inglish, please). Pei, pi, pei, pi, pei (repeat after me). A las patatas, potatoes y a los tomates, tomatoes; al viento lo llaman wind y a rebobinar rewind. Pa, pa, pa, pa, pa, (now in inglish, please). Pei, pi, pei, pi, pei (repeat after me). Si vas montado en el bus y te dicen «onde vas» no te lo tomes a mal on the bus es «en el bus». Pa, pa, pa, pa, pa, (now in inglish, please). Pei, pi, pei, pi, pei (repeat after me). Isabel es una campana, por si no lo has entendido, Is a bell es una campana, y ¡oh, señor! se dice ¡oh, lord!, qué olor, qué mal olor.

5. MADRID, 18 DE MARZO DE 2020, QUINTO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN.

En el tutorial de hoy vamos a aprender a hacer una canción de música country. No me refiero a la música contribuyente, que es toda, sino a la música country americana, que ha dado auténticas maravillas musicales. Analizando muchas canciones de este estilo, he llegado a la conclusión de que para hacer este tipo de música son imprescindibles seis elementos que aparecen en esta foto virtual. Vamos a imaginarnos esta fotografía que bien podría servir como cartel cinematográfico.

• En plano destacado, de espaldas, está ella, una chica guapísima de pelo larguísimo, rubio y ondulado, que acaba de mandar a tomar por… a tomar el aire a su chico. No se le ve la cara, pero se sabe que es guapísima. Tampoco se ve, pero se sabe que está llorando. Lleva un vestido estampado de flores, en tonos claros, con falda de vuelo por encima de la rodilla, y unas botas camperas. Junto a ella, en el suelo, hay un jarrón roto y un ramo de flores, que ya no es ramo, sino flores sueltas.

• En escorzo, cerca de la chica, se ve la típica casa del oeste americano, de madera, con un porche amplio en el que hay una bandera de Estados Unidos y un sofá viejo donde yo no me sentaría ni después de hacer el Camino de Santiago. Pero es imprescindible, la casa, la bandera, el porche y el sofá te hacen ver que ni estás en Jamaica ni vas a escuchar reggae.

• En segundo plano está el perro de la chica, que duda entre quedarse con ella o irse con él, ladra acompasado con el bajo y la batería y afinado perfectamente con la guitarra, o sea, en sol.

• Al fondo, una vieja camioneta que no pasaría la ITV ni en Burundi; tiene los faros traseros rotos, las ruedas sin dibujo y muy flojas, y la matrícula descolgada del lado derecho. La chapa está llena de abolladuras y la última mano de pintura se la dieron los de las cuevas de Altamira. Y tiene más polvo que el sofá del porche.

• Entre el perro y la camioneta está el chico, también de espaldas, pero también se sabe que es muy guapo, y que está llorando. También tiene el pelo largo y algo ondulado, pero es moreno, se ve perfectamente a pesar de que el sombrero de cowboy le tapa casi hasta la nuca. Lleva pantalones vaqueros, botas camperas y camisa de cuadros de manga corta, y además remangada. En el pliegue se ve un paquete de Marlboro y se adivina un encendedor de la marca Zippo. Se está alejando de la chica y acercándose a la camioneta. Todos sabemos que se va muy lejos, concretamente a tomar por… al sitio al que le ha mandado la chica.

• A la espalda lleva colgada una guitarra acústica con cuerdas de bronce, no puede ser española con cuerdas de nylon, tiene que ser la típica guitarra americana, marca japonesa, fabricada en Corea. La guitarra tiene que verse bien, por lo que bajo ningún concepto irá protegida con una funda. Deben apreciarse las doce cuerdas, o mejor, las seis cuerdas dobles; además, el espectador podrá admirar así el estupendo físico del muchacho, su complexión fuerte y su estatura, ya que la guitarra en su espalda, aparentemente, tiene el tamaño de una bandurria, pero es una guitarra grande; vamos, colgada en mi espalda parecería un contrabajo.

Con estos seis elementos se han hecho miles de canciones de country. A veces, en la última estrofa, la chica, después de mucho dudar, arranca a correr detrás de la furgoneta, que ya ha alcanzado cierta velocidad, él la ve por el espejo retrovisor, también duda, luego acelera, después frena, por fin da la vuelta, y en el último acorde se besan apasionadamente mientras el perro brinca de alegría a su alrededor. A veces, incluso hay una última sorpresa, como en las películas de miedo cuando te dan el último susto. Pues eso, mientras ellos se besan, el perro husmea en el jarrón roto y encuentra un estuche que contiene un anillo.

De todo esto va la canción de hoy. De por qué han discutido. ¿Qué ha pasado? ¿Si se quieren, por qué rompen? Esta canción habla del desgaste de la pareja, se llama Al principio todo es muy bonito, pero luego…ya te digo, como no respetes el espacio personal de cada uno… mal vamos.

Siempre que te necesito estás ahí, y cuando no te necesito también estás ahí, el problema es que siempre estás ahí.

6. MADRID, 19 DE MARZO DE 2020, SEXTO DÍA SIN BARES.

La canción que os voy a cantar hoy me ha venido a la cabeza porque habla de una situación de alerta. No tiene presentación posible, por razones que entenderéis cuando la escuchéis, pero para los amantes de las adivinanzas y de los jeroglíficos os voy a dar dos pistas: se llama Un crimen espantoso, y la escribí en enero de 2011. Vamos con ella.

Un crimen espantoso

Anoche en mi barrio hubo un gran revuelo, saltaron las alarmas, llegaron los bomberos y muchas ambulancias. Algo terrible tuvo que ocurrir, llegaron autocares de la Guardia Civil, y los municipales, también los nacionales, y un colaborador del FBI. Y yo en mi balcón no paraba de pensar: «Menudo follón, esto es algo más que un simple botellón». ¡Un asesinato!, gritaba una señora, un crimen espantoso, decía su marido, y que estas no son horas, se quejaba un vecino con voz atronadora y olor a langostino. Y en esto que veo que llegan los GEO y los antidisturbios montando un gran jaleo, y empieza el tiroteo. Y con gran eficacia resuelven la cuestión, así es la democracia, la civilización. Y Mercedes Milá, la gran profesional, nos cuenta la noticia en versión original. Un ciudadano de sexo masculino se había atrincherado dentro de un bar con un arma de fuego y con varios rehenes, y les obligaba... les obligaba a respirar, mientras él fumaba con su arma de fuego echándoles el humo, el humo carroñero, hay que ser cabrón, saltarse así la ley, yo no quiero violencia, pero duro con él. El francotirador sabía lo que hacía, le perforó la sien, un ojo y una encía, y aunque el fumador ya no se movía, llegó una nueva orden, llegó de muy arriba, disparen más abajo, en medio del badajo, no tengan miramientos, que sirva de escarmiento, que la ciudadanía se tiene que enterar, que fumar es muy malo, que te puede matar.

7. MADRID, 20 DE MARZO DE 2020, SÉPTIMO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN.

El triángulo escaleno

El inconveniente de la vida moderna es que te puedes pasar años sin saber quiénes son tus vecinos. Te los cruzas en la escalera, en el ascensor, y nada más. Una de las pocas ventajas que tiene este confinamiento obligatorio es que empiezas a conocer todos los entresijos del bloque entero. Sabes que hay uno que baja siete u ocho veces diarias a la calle; eso sí, siempre con el carro de la compra. Sabes que hay otro que alquila su perro para quien lo quiera sacar de paseo… Pero son excepciones; en general, todo el mundo es bueno. Y mis vecinos de aquí detrás son un ejemplo de ciudadanía, de concienciación, de solidaridad… incluso de modernidad. Me explico: yo hasta la semana pasada no sabía ni quiénes eran, pero ahora, de vez en cuando, hablamos de balcón a balcón, cuando salimos todos los días a las 20 h a aplaudir al personal sanitario, y te cuentan cosas, y encima, como las paredes son de papel, pues te enteras de todo.

Resulta que Leonor y Serafín, así se llama la pareja, en cuanto decretaron el estado de alerta, decidieron encerrarse a cal y canto y no salir a la calle para nada. Las compras de alimentos se las traen a casa, y no necesitan más. ¡Ole por ellos! Lo curioso es que la cuarentena les pilló a Serafín, que volvía de viaje, y a Leonor en su casa con Carlos, el mejor amigo de Serafín. Serafín llegó a casa antes de lo previsto y se encontró la tostá…

Que si «no es lo que tú te piensas...».

Que si «oye, Serafín, que somos amigos de toda la vida, ¿vas a sospechar de mí?».

Que si «huy, no te lo vas a creer, pero es que…».

«¿Que no me lo voy a creer?, ya lo creo que me lo creo… si lo he visto con mis propios ojos…».

Pero nada, tranquilos, los tres son muy modernos y muy razonables, y admitieron con aplomo la situación.

Carlos, muy sensatamente, dijo: «Acaban de decretar el estado de alarma, salir a la calle en estas circunstancias sería insolidario y peligroso, así que me quedo». Y llevan los tres juntos ahí una semana, o sea que se deben estar organizando bien… Pero, claro, si en circunstancias normales es una situación extraña, estando confinados el marido, la mujer y el amante, pues todavía más.

Ya anoche empecé a oír cómo se lanzaban pullas unos a otros. Y esta mañana, bien tempranito, Serafín le cantaba a Leonor:

Qué fácil era hacerte canciones de amor cuando tenías veinte años y un cuerpo diez, matrícula de honor, Leonor. Y Leonor le contestaba: Qué fácil era enamorarse de ti cuando tenías veinte años, estabas cachas y no llevabas peluquín, Serafín. Carlos, el amigo/amante también ha metido baza: Una de dos, o me llevo a esa mujer, o entre los tres nos organizamos, si puede ser…

Llevo un rato oyendo gemidos, pero no son de llanto, más bien de placer, así que creo que han decidido organizarse.

8. MADRID, 21 DE MARZO DE 2020, OCTAVO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN.

Y las calles… y la vida.

Me recuerda a aquel que se lamentaba en la cárcel.

• Qué pena tengo, qué pena más grande…

Y le decía su compañero de celda:

• ¿Qué te pasa, hombre? ¿Qué tienes? ¿Te duele algo?

• No, que tengo una pena muy grande, que me han caído veinte años y un día.

• Bueno, hombre, pues míralo por el lado positivo, ya has cumplido la mitad de la condena.

• Pero qué mitad ni qué mitad, si entré ayer.

• Pues eso, de los veinte años y un día, ya has cumplido el día, ya solo te queda la otra mitad, los veinte años.

Hay que ser positivo en cualquier circunstancia. Hay un proverbio chino, precisamente, que dice: «Si tu problema tiene solución, ¿por qué te preocupas? Y si no tiene solución, ¿por qué te preocupas? A veces mis amigos me dicen: «Tú eres demasiado optimista, no ves la cruda realidad», y yo les contesto:

Cogí la cruda realidad, le eché un poco de sal, y le di un par de vueltas más en la sartén. Ya no estaba tan cruda, ya se podía comer, y así me como yo la cruda realidad.

Pero el colmo del optimista es para aquel moscovita que, en plena ola de frío por toda Rusia, con temperaturas de 25 grados bajo cero, salió a la calle cantando alegremente.

(Cántese con la melodía de la canción Bella ciao

Hoy he cogido la rebequita y me la echao, me la echao, me la echao, chao, chao, me parecía que iba a hacer fresco y por si acaso me la echao. Ciao, ciao.

9. MADRID, 22 DE MARZO DE 2020, NOVENO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN.

Y para volver a pisar las calles con alegría y sin mascarillas, de las de verdad o de las caseras. Esta situación me recuerda aquella canción de Pablo Milanés:

Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Madrid tan confinada y en una hermosa barra liberada me detendré a brindar con los presentes.

Están corriendo muchos bulos de remedios infalibles para prevenirse del virus. Yo, como no tengo ni idea de medicina ni de tantas otras cosas, solo hago caso de las informaciones de los especialistas cualificados. Pero es que hay algunos métodos que, aunque sean falsos, dan el pego. Por ejemplo, ese que ha corrido como la pólvora, que os habrá llegado, seguro, de que te metes seis garbanzos crudos en el bolsillo izquierdo del pantalón y tres rodajas de mortadela en el bolsillo derecho. Y con eso puedes ir a la compra, o a pasear al perro, sin ningún riesgo. Luego, al volver a casa, tienes que tirar los garbanzos y la mortadela a la chimenea. Si no tienes chimenea haces una fondue.

Totalmente creíble, ¿verdad? Pues no, es falso, es fake, como se dice ahora. Parece muy lógico, muy sensato y muy científico, pero no vale para nada, aunque, eso sí, tampoco es perjudicial.

Lo que sí vale en esta situación, y en cualquier otra, es la prevención, la higiene, el esfuerzo, el sacrificio, el quedarse en casa; en fin, la constancia. La constancia, al final, tiene su recompensa siempre, o casi siempre. En esta historia, sí, la constancia gana.

Solo para ella

Mi mujer me pidió que le hiciera una canción solo para ella. Yo le dije que sí y me puse a escribir solo para ella. La canción me quedó más bonita que un san Luis, solo para ella. Con su estrofa y su tal, su estribillo y su cual, solo para ella. No la puedo cantar porque yo la escribí solo para ella. Y no es por presumir, pero soy muy legal, solo para ella. Cuando la terminé la canté a media voz solo para ella. Yo se la regalé y ella se la quedó solo para ella. La guardó en su cajón y no la volví a ver, y en la separación ella se la llevó, y otras cosas también. Conoció a un cantautor que le hizo otra canción solo para ella. Se ha hecho muy popular y la canta el Bisbal, ja, solo para ella. Ella le abandonó por vender su canción solo para ella. Y conmigo volvió por ser hombre de honor solo para ella. La sacó del cajón y me la devolvió, pero aquella canciónno la podéis oír porque yo la escribí solo para ella.

10. MADRID, 23 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

El tutorial de hoy consiste en cómo leer un libro en tres sencillos pasos. Empezamos: primer paso, cogemos un libro, un libro cualquiera, y nos familiarizamos con él. Una vez que nos hemos cerciorado de que el libro no nos va a atacar, pasamos al segundo paso, que es abrir el libro con cuidado y leer al azar, y por fin llegamos al tercer paso que es disfrutar de la lectura.

Quintín Cabrera, un magnífico cantautor uruguayo al que me unía una gran complicidad, decía en una de sus canciones: «La ciudad es un libro que se lee con los pies». Y es verdad, porque los libros son la mejor herramienta para escapar de este confinamiento temporal en el que estamos. Lo del Red Bull no es nada comparado con leer. Leer, eso sí que te da alas.

(Cántese con la melodía de la célebre canción Libre)

Llevo casi veinte libros y no estoy cansado de leer, porque en la biblioteca están Nadal, Planeta y Seix Barral. Pienso que la lectura es mucho más que un trozo de papel, algo que me da alas de verdad y que me hace viajar. Libros, hasta que el ojo me escuece leo libros, qué placer. Libros, son la llave para huir de esta prisión y al fin poder volar. Libros, que recogen pensamientos de toda la humanidad, de Aristóteles a Kant sabrás diferenciar y verás lo que es al fin la libertad.

11. MADRID, 24 DE MARZO DE 2020, UNDÉCIMO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAB

Siguiendo con nuestra máxima de aprovechar el tiempo, en el tutorial de hoy vamos a aprender ruso.

Todos sabemos que «gracias» en ruso se dice «spasibo tebe» ( espasivateb), que «adiós» se dice «do svidaniya» ( doesvidania) y que «perdón» se dice «proshcheniye» ( proschenie), pero sabemos poco más de Rusia y su cultura.

Podemos citar algunos pintores: Kandinski, Chagall… Algunos escritores: Gorki, Dostoyevski, Tolstoi, Gogol, Chéjov, Nabokov… Algunos músicos: Rimski-Korsakov, Stravinski, Tchaikovski, Musorgski… Pero poco más.

Hoy vamos a aprender un poquito más gracias a una canción del folklore ruso, concretamente de la zona de Tartaristán, que lo único que conocemos de allí es su famosa salsa tártara. Es una canción tradicional que fue compuesta hacia la mitad del siglo XIX, de autor desconocido, y que explica las vicisitudes del compositor a la hora de enfrentarse a la partitura en blanco. Está dividida en tres partes, la primera cuenta las vicisitudes del autor a la hora de encontrar una letra bonita; la segunda cuenta las vicisitudes del autor a la hora de encontrar una melodía bonita; y la tercera, las vicisitudes del autor a la hora de encontrar un final apoteósico que provoque el aplauso del público. No os preocupéis, que os lo iré recordando a medida que vayamos pasando de una parte a otra.

Empezamos. Primera parte: vicisitudes del autor a la hora de encontrar una letra bonita Tachón tras tachón y tras tanto tachar otro tachón.

Segunda parte: vicisitudes del autor a la hora de encontrar una melodía bonita Tachín tras tachín y tras tanto tachín otro tachín.

Tercera parte: vicisitudes del autor a la hora de encontrar un final apoteósico: Chimpón tras chimpóny llegamos al último chimpón.

Chimpón.

12. MADRID, 25 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO SEGUNDO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Si analizamos unas cuantas canciones de éxito, de distintas bases rítmicas, observaremos que es habitual en todas la búsqueda de la rima sorprendente. Hay un empeño por parte de los letristas en deslumbrar al público con rimas audaces y originales, por ejemplo, hermano con mano, cariño con niño, noche con coche, estrella con bella, etc.

La rumba va más allá todavía, si es posible. Lejos de buscar rimas complicadas, busca metáforas, alegorías, hipérboles, metonimias, etc. En el año 15, antes de la pandemia, fui invitado por la Universidad de Tokio (hasta 1947 denominada Universidad Imperial de Tokio) para dar una charla/coloquio sobre la rumba y sus figuras retóricas, asunto que, al parecer, despierta una gran expectación entre la juventud nipona. Lo que viene a continuación es un extracto de mi ponencia.

Hay dos figuras retóricas que nunca fallan y se repiten inexorablemente en toda rumba que se precie, y además nunca van solas, siempre van en triadas, son las siguientes: lailo, lailo, lailo

y

naino, naino, naino.

Sin estos dos tropos no existiría la rumba. Ahora bien, ¿qué significan? Porque no hay que entenderlas con su acepción académica, entonces sería muy fácil. Generalmente, el significado que el autor les otorga suele ir antepuesto, por ejemplo: te quiero mucho, lailo, lailo, lailo… En este caso, lailo, lailo, lailo, lo que hace es remarcar la frase anterior, sería algo así como «te quiero mucho, una jartá». Si variamos el orden, es decir, si en vez de te quiero mucho, lailo, lailo, lailo, dijéramos: lailo, lailo, lailo, te quiero mucho, entonces equivale a «te adoro, mi vida, eres lo mejor que me ha pasado, por ti dejaría de beber, incluso puede que trabajara», lo que ya no sería una metáfora, sino una hipérbole.

Analicemos ahora la otra metáfora habitual de las rumbas: naino, naino, naino. Si el mensaje que se quiere transmitir precede al naino, naino, naino, o sea, te quiero mucho, naino, naino, naino, el poeta utiliza la metáfora para advertir a la amada, «te quiero mucho, pero soy infiel por naturaleza, sin maldad, pero infiel». Si intercambiamos los términos y decimos naino, naino, naino, te quiero mucho, el poeta comunica a la amada que, aunque es infiel por naturaleza, hará todo lo posible por contener sus bajos instintos.

No debemos ahondar más en este primer día sobre las metáforas rumberas para no agobiar al estudiante neófito. Una vez que todo esto esté comprendido, estudiado, aprendido y aprehendido, veremos la metáfora más compleja de la rumba que es «pun, catapún, chimpún, cómo nos gusta el verano». Pero eso más adelante. De momento, vamos con un ejemplo musical, porque como digo siempre: «la letra con música entra».

Se derrumba, sé de rumba, sed de rumba

Sé de rumba, sé, sé de rumba, solo sé que sé, que sé de rumba. Sé de rumba, sé, sé de rumba, solo sé que sé, que sé de rumba. Una letra pa una rumba es muy fácil de escribir solo tienes que decir lolai, lolai, lolai, lolai. Si te cansas del lolailo prueba con el naino nai, naino nai nonai nonaino, naino nai nonai nonai. Sé de rumba, sé, sé de rumba, solo sé que sé, que sé de rumba. Sé de rumba, sé, sé de rumba, solo sé que sé, que sé de rumba. Con el lailo, lailo, lailo, con el naino, nai, nonai. Cuando quieres darte cuenta se termina la canción. Mucho ruido, muchas palmas, mucho lailo, lailo, lai, lo repites muchas veces nai, nonai, nonai, nonai. Cuando quieres darte cuenta se termina la canción.

13. MADRID, 26 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO TERCER DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Yo siempre he querido ser rico, pero no por avaricia, sino por necesidad. A mí cuando me preguntaban:

«Niño, ¿tú qué quieres ser de mayor?» Yo siempre decía: «Rico». Y ya sé: el dinero no da la felicidad, claro que no, pero la pobreza tampoco. Y ya que la felicidad te la tienes que buscar tú, pues mejor ser rico que pobre. Es como elegir entre ser guapo o ser feo. Estamos de acuerdo en que ser guapo no te garantiza nada en la vida, pero pudiendo elegir, para qué vas a ser feo. Pues con el dinero, lo mismo. El dinero no hace feliz, el dinero lo que hace es… falta.

Claro que para ser rico tienes que hacer negocios o meterte en política, valga la redundancia. Y dije, voy a fijarme en lo que han hecho antes de ser ricos todos los que hoy son ricos. Me leí las obras completas de Aristóteles, el filósofo no, Aristóteles Onassis, el armador griego, aquel que, según su biografía, empezó como peón descargando en los muelles y a los seis meses, gracias a las propinas, consiguió montar sus propios astilleros. No me salían las cuentas, dije: «algo falla». Por un momento pensé: «Si me pongo a trabajar muy duro, muy duro, muy duro, durante muchos, muchos años, y consigo todos los meses ahorrar la mitad de mi sueldo, seré rico dentro de unos dos mil años». No creo yo que aguante trabajando tanto tiempo a ese ritmo.

Entonces pensé: «Vamos a utilizar el viejo truco de encontrar una millonaria que se quiera casar con un hombre que está sin blanca». Y la encontré, y precisamente se llamaba Blanca.

Y sin Blanca me quedé

Conocí a una muchacha que se llamaba Blanca, tenía una botica en la ciudad de Salamanca, por eso era rica, era más que millonaria, y yo estaba sin blanca, era un pobre, era un paria. No te quiero porque seas archimultimillonaria, aunque tampoco para mí eso es un inconveniente, pero nunca he dado al dinero la importancia que le da la inmensa mayoría de la gente. Blanca me dejó y sin blanca me quedé. Blanca me abandonó y estoy sin blanca, estoy sin blanca, estoy sin blanca otra vez. No te quiero porque seas superguapa y elegante, te sentaría bien incluso un saco de patatas, por eso tú miras siempre para delante y la gente va detrás de ti a cuatro patas. Yo que había estado sin blanca toda la vida conseguí estar con Blanca unos pocos días, pero Blanca veía en mí un futuro muy negro, y de aspirante a millonario me tocó solo el reintegro. Blanca me dejó y sin blanca me quedé. Blanca me abandonó y estoy sin blanca, estoy sin blanca, estoy sin blanca otra vez.

14. MADRID, 27 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO CUARTO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Mi barrio está demasiado tranquilo, demasiado silencioso, supongo que pasará en todos los barrios. El tráfico ha disminuido una barbaridad, el ruido también, normal. Pero también ha disminuido el volumen de la gente. Mi vecina ya no pone a todo trapo los grandes éxitos del Verano Mix; los pone, pero más bajito, o eso me parece a mí; las lavadoras, las aspiradoras, las ollas a presión no hacen tanto ruido como antes, debe de ser que también les influye el estado de ánimo general.

En España somos muy ruidosos, hablamos a voz en grito aunque nuestro interlocutor esté a nuestro lado, y cuanto más crece el ruido ambiental más crece el volumen de nuestra conversación. Ahora no, pero en circunstancias normales la ciudad es como una discoteca al aire libre. La gente en el metro o en el autobús es capaz de mantener una conversación telefónica de la que se entera todo el vagón aunque sea una conversación íntima, y no tiene el más mínimo pudor en contar sus secretos a voces.

Recuerdo, poco antes del confinamiento, en el metro, una chiquilla iba hablando con una amiga por el móvil y le contaba que no sabía qué hacer con su novio, Juan, porque venía a Madrid Andrés, un chico que había conocido el mes pasado en un viaje que hizo a Málaga y con el que se había enrollado y que le gustaba mucho, pero que le daba mucha pena Juan, y no sabía cómo decírselo. Tras más de veinte minutos de charla íntima en voz bastante alta, un chico que estaba sentado enfrente le dijo que él era amigo de Juan, y que a Juan le pasaba lo mismo, que había conocido a otra y no sabía cómo decírselo. Me bajé en la siguiente estación, así que no sé cómo terminó la cosa. Pero la conclusión es esa: sin ningún pudor.

Sin embargo, con el WhatsApp la gente es muy pudorosa. Hace poco, también antes de la pandemia, en el autobús, me senté junto a una chiquilla que estaba escribiendo un wasap, y en cuanto me puse a su lado tapó el teléfono para que no viera lo que estaba escribiendo. Ya ves tú qué me iba a importar a mí, qué interés podía tener yo en lo que estaba escribiendo la chiquilla… a su novio… Paco se llama el chico, y ella quería quedar a las 9 con él para picar algo y luego ir al cine, a la sesión de las 10, pero él, que trabaja en una gasolinera, le decía que su turno acababa a las 11, así que no podía ir al cine, y mucho menos picar nada antes, y ella estaba de morros, pues pa la mierda que te pagan ya podías enfrentarte a tu jefe, para un día que me apetece ir al cine…

Ya ves tú qué interés podía yo tener en enterarme de eso…

En fin, lo del WhatsApp es que es terrible, la cantidad de caídas, golpes y tropezones que hay por mirar tanto el móvil, pero no solo la gente joven, qué va, gente de todo tipo y condición. Cuando todo esto acabe y podamos salir a pasear sin peligro, por favor, mientras cruzáis la calle apartad la mirada del móvil, bueno, apartad la mirada del móvil no solo para cruzar, también para disfrutar de vuestra ciudad, para disfrutar de la compañía, o para disfrutar de la soledad. Siempre decís que no os gustaría acabar vuestros días enganchados a una máquina, pues desengachaos del móvil, por lo menos disminuid la dosis, racionad el móvil.

Estás agilipollao con el WhatsApp, estás agilipollao con el WhatsApp, que no miras por dónde vas, que te van a atropellar, estás agilipollao con el WhatsApp.

15. MADRID, 28 DE MARZO DE 2020, DECIMOQUINTO DÍA SIN BARES. UN DÍA MENOS PARA QUE ABRAN LOS BARES Y UNA HORA MENOS, PORQUE ESTA MADRUGADA HABRÁ CAMBIO HORARIO.

Yo siempre me hago un lío con los cambios horarios. ¿Ahora qué hay que hacer? ¿A las tres poner las dos o a las dos poner las tres? Si tenemos que atrasar el reloj una hora, ¿en Canarias se quedan como están? ¿Y es solo esta noche o hay que hacerlo todas las noches? ¿A partir de ahora todos los días van a tener veintitrés horas? Ah, ya caigo, es para que no se nos haga tan largo el confinamiento. Pues si se ve que es algo positivo, yo sería más drástico y quitaría días del calendario, y la semana que viene estamos en junio y ya todo habrá vuelto a la normalidad.

Pero, yo me pregunto, cuando cambiamos la hora es para ahorrar energía, ¿no? Pues si eso es efectivo, ¿por qué no seguimos siempre con la hora cambiada? Ahorraríamos energía todo el año y no solo seis meses. Además, no veo ningún inconveniente, hay gente que va con el paso cambiado toda la vida y le va bien.

De todas formas, lo de que nos quiten una hora, en estas condiciones, no me da ningún juego humorístico, así que vamos a imaginarnos que estamos al revés, que a las tres hay que poner las dos. Se plantean varias incógnitas:

• Si es una hora extra, nos la tendrán que pagar, ¿no?, digo yo…

• Porque hay muchas cosas que se pueden hacer en una hora. Por ejemplo, esa hora extra cunde mucho en las películas de acción. El malo ha conseguido atar al bueno y a la chica, que además de atados están inconscientes, y ha puesto una bomba que estallará en menos de dos minutos. En esos dos minutos, al bueno le da tiempo a despertarse, desatarse, despertar a la chica, desatarla, robar un coche, hacerle un puente, parar en unos grandes almacenes a comprar unas tijeras, volver donde está la bomba con las tijeras que ha comprado, cortar el cable correcto y salir corriendo por si acaso. Y todo gracias a esos dos minut… a esa hora extra.

• En esa hora extra puedes recorrer más de 100 km a velocidad legal y de paso burlar la relación espacio/tiempo. Tú sales de Madrid a las tres de la mañana, coges la carretera de Zaragoza, no subas de 120, y paras en el área de descanso del km 103, te pides un café y le preguntas la hora al camarero, te dirá que son las tres de la mañana, la misma hora a la que tú saliste de Madrid. Increíble, has dado un paso de gigante en la ciencia, tu aportación será imprescindible para que algún día podamos alcanzar la velocidad de la luz.

Y no es nada nuevo, ya lo dijo Einstein, el tiempo y el espacio son relativos.

El reloj

(Cántese con la música de Reloj, no marques las horas)

Ha dicho el gobierno que hoy a las tres hay que atrasar el reloj. Así que lo haré, hay que obedecer, cuando marque las tres yo lo retrasaré. Una hora después otra vez son las tres, y otra vez yo lo pongo a las dos. Y así cada vez que el reloj dé las tres hay que poner las dos o pagar la sanción. Así viviré para siempre entre las dos y las tres. Siempre de noche será para mí, siempre en la cama estaré. Nunca me levantaré, entre las dos y las tres. Siempre en la cama estaré nunca me levantaré.

(Y ahora cántese con la música de Sabina Y nos dieron las diez)

Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, y las dos y las tres. Y a las tres me dijiste: «Miguel, hay que cambiar la hora».

16. MADRID, 29 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO SEXTO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Hoy toca canción larga, así que no haremos presentación alguna para no sobrepasar el aguante del oído humano que, tras mucho tiempo atento, acaba perdiendo la noción de lo que escucha.

El peligro de las canciones autobiográficas

Yo de niño era muy guapo, me lo decía mi madre, con mi trajecito blanco los domingos por la tarde. ¿Dónde vas tú tan bonito? me decían las vecinas, voy a ver a mi abuelito, a que me dé golosinas. Y en el colegio aprendía cosas importantes para ser mayor, autonomías no había, pero había ríos, había un montón. Montañas nevadas y valles, países, monedas y más, qué sé yo, pero al salir a la calletodos detrás de un balón. Y llegué a la adolescencia y quise experimentar lo de la concupiscencia, lo de beber y fumar. No se hacían botellones pero había botellines, y escondíamos condones de estraperlo en los botines. La chica que a mí me gustaba iba de trotskista en la CNT, y allí que me fui de conquista, para impresionarla fumaba fetén. Pero ella tenía muy claro que el que le gustaba era solo Fidel, y nos molieron a palos a todos en Carabanchel. Luego se murió el enano y yo ya me hice mayor, el país abrió la mano y hubo una constitución. Y éramos todos felices porque había libertad y comíamos perdices casi cada Navidad. Pasaron también muchas cosas pero no es cuestión de contarlas aquí, tendría que estar muchas horas y nadie soporta una canción así. La gente se iría marchando diciendo: «Este tío está loco de atar». Los pocos que aquí se quedaran sería tan solo por curiosidad. A ver cuántas horas aguanta cantándonos cosas de su pubertad. Vendrían los del récord Guinnes cronómetro en mano para homologar. Se haría muy tarde y la gente que curra en la barra tiene que cerrar, mañana trabajan y quieren, como todo el mundo, irse a descansar. Vendrían del ayuntamiento con un mandamiento para clausurar; en menos que yo canto un gallo llegan por la fuerza y cierran el local. Habría más gente en el paro y más hipotecas sin amortizar. Habría divorcios en masa, sería un desastre a nivel nacional. La crisis se iría extendiendo y en un par de meses sería mundial. La bolsa caería en picado no habría petróleo ni gas natural. Son muchos los inconvenientes no vale la pena prolongarlo más. No quiero tener yo la culpa de que un dedo apriete el botón nuclear. En vez de acabar con el mundo prefiero acabar con una estrofa más. Así que saldremos ilesos porque ha llegado el final, porque ha llegado el final, por fin.

17. MADRID, 30 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO SÉPTIMO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Estamos enseñando a ganar, cuando deberíamos enseñar a perder. Porque, sencillamente, ocurre más. Yo corríonce Tours y solo gané uno. El deportista está acostumbrado a convivir con la derrota. Pero estamos creandouna sociedad de iconos victoriosos y nos olvidamos de la cantidad de trabajo y de derrotas que son necesariaspara lograr una sola victoria. La de veces que, antes de ser primero, has sido segundo, tercero, último o hasabandonado. Ganar es el objetivo, pero no es lo que define al deportista. Lo que le define es todo el trabajoque hace para intentar ganar. Lo logre o no. Cuando yo era segundo o tercero en el Tour, se vivía como unauténtico éxito. Ahora eres segundo y te dicen que sí, que bien, pero que has perdido. Me da pena que estemoscreando una sociedad donde solo vale ser el número 1.

Este pensamiento, que comparto totalmente y que podría haberlo dicho algún filósofo, lo dijo un ciclista, Perico Delgado, que estuvo en activo entre 1982 y 1994. Y no solo vale para el deporte, lo podríamos extrapolar a cualquier otra actividad. O eres el número 1 o eres un fracasado. Aunque, a veces, hay gente que tiene un concepto distinto de lo que es el triunfo.

Hace tiempo, en un rodaje, coincidí con un chaval de unos veinte años, poco más o menos, estaba haciendo figuración y decía que quería ser actor. Me pidió consejo, me dijo que me había visto en alguna serie y que le parecía un actor muy bueno. Yo le dije: «Hombre, yo para ser actor, soy un buen músico, para ser músico, soy buen escritor, y para ser escritor, soy buen actor». Como vi que no pillaba la ironía, le dije más llanamente: «Si quieres ser actor, prepárate, haz todos los cursos de formación que puedas, en todos aprendes algo». Me dijo que él lo de estudiar... no.

«Pues haz teatro —le dije—. Todo tipo de obras, clásicas, modernas, teatro del absurdo, teatro de la crueldad… Noventa minutos sobre un escenario equivalen a un máster. Me dijo que no le gustaba el teatro. Entonces, era yo el que no entendía nada, ¿un actor al que no le gusta el teatro? Le pregunté: «¿Has hecho teatro alguna vez?». «No, es que no me gusta», me respondió.

Insistí: «¿Has ido al teatro alguna vez como espectador?». «No, para qué voy a ir si no me gusta —me respondió—. Yo quiero hacer cine, pero sobre todo televisión». Y entonces comprendí: «Ya, entonces tú no quieres ser actor, tú quieres ser famoso».

QUIERO SER FAMOSO

Desde mi más tierna infancia soñé ser famoso, pero jamás nadie ha dado ni un duro por mí porque nunca he sido hermoso. Recurriré al bisturí, que me pongan la cara lo más parecido a Brad Pitt. Nunca he tenido principios, solo tengo fines, y estoy dispuesto a venderme al primer comprador. Por disfrutar del show business y salir en la televisión soy capaz de arrastrarme como una serpiente pitón. Quiero ser portada de Interviú, salir en fotos que se me vea todo, que se me vea incluso el escroto y el miembro viril. Quiero adoptar algún bebé para explotarlo con las exclusivas, un niño negro o chino para llamar más la atención. Estoy preparando el montaje de un falso noviazgo con una ex de otro ex que es el ex de una ex que hace poco la pillaron haciendo top-less con un ex que a su vez es el ex de la ex de otro ex de una ex. Quiero ser portada de Interviú, salir en fotos que se me vea todo, que se me vea incluso el escroto y el miembro viril.

18. MADRID, 31 DE MARZO DE 2020, DÉCIMO OCTAVO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Como yo llevo muchos años de profesión, algunos cantautores jóvenes me tienen respeto y me preguntan cosas. Hace tiempo, después de una actuación en Libertad 8, un garito madrileño cuyo aforo máximo es de 80 personas, se me acercó un chaval y me dijo:

—Maestro, tú que has tenido una carrera fulgurante…

—Bueno... —le interrumpí—. Yo empecé hace 40 años a tocar en garitos para cincuenta o sesenta personas, han pasado cuarenta años, y sigo tocando en los mismos garitos, no se puede decir que mi carrera haya sido la hostia.

—Ya, pero tú que has hecho tantas canciones —continuó el chico—, ¿cuál es el secreto para hacer una canción de amor?

Huy, si yo tuviera ese secreto, suponiendo que exista, la mayoría de las canciones de Serrat las habría escrito yo, la mayoría de las canciones de Silvio Rodríguez las habría escrito yo, y, por supuesto, todos los boleros, porque los boleros son las canciones de amor por antonomasia. Yo no creo que haya un secreto, creo que hay una serie de claves que tienes que respetar. En primer lugar, tienes que poner dos o tres acordes que suenen bonitos, después buscar una melodía bonita, y, por último, hay que tener mucho cuidado con lo que se dice… Claro, hombre, no vale todo.

Manual para hacer una canción de amor

Si vas a escribir una canción de amor hay palabras que no, no te van a servir, por ejemplo, palangana. No debes usar coito, ni marsupial, cantimplora, botijo, zarajo, entresijo, y tampoco almorrana. Una canción de amor tiene que sonar a canto de querubín, a música celestial. Una canción de amor como las de Serrat, una canción de amor como la de Ojalá, una canción de amor como las de Joaquín, una canción de amor como Sabor a mí. Un bolero, un boleroes como decir te quiero. Un bolero nunca falla en un crucero. y tampoco en un velero. Un bolero, hechicero y zalamero, lisonjero y retrechero, cántalo con mucho esmero, como haría un buen jilguero, la de rimas que hay en «ero». A ver quién es el primero, que se anime algún roquero, que lo cante el mamporrero y también el carpintero, que lo cante el gondolero. Un bolero, a mí me gusta el bolero con un ribera del Duero y una pata de cordero. Un bolero es como decir te quiero.

19. MADRID, 1 DE ABRIL DE 2020, DÉCIMO NOVENO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Recuerdo que cuando tenía quince o dieciséis años, la edad de estudiar, yo no era muy buen estudiante; tanto es así que un día mi padre me dijo: «estudias o trabajas», pero no era una pregunta. Yo lo de estudiar ya lo había probado y había visto que no, que no era lo mío. Lo de trabajar no lo había probado, pero intuía yo que tampoco iba a ser lo mío. En esta época lo habría tenido muy fácil: para qué voy a salir a buscar trabajo, si no hay., Pero por aquel entonces había trabajo por todas partes. Eso sí, me echaban de todos los sitios, porque yo no valgo para eso, qué le vamos a hacer, es una desgracia como otra cualquiera. Empecé en una tienda de esas de «todo a cien», pero me echaron porque no conseguí aprenderme los precios. Luego fui a una entrevista de trabajo y me dijo el tío:

—Es un trabajito de ocho horas.

—Vale, ocho horitas al mes es aceptable.

—¡Diarias! ¡Ocho horas diarias!

—¿Diarias? Pero ¿no se había acabado ya la esclavitud?

Qué va, solo la han reducido a ocho horas. El caso es que, al final, incluso encontré trabajos que me gustaron. Sí, estuve en uno muy cómodo, de limpiabotas en el convento de las Carmelitas Descalzas… No ganaba mucho, pero no daba un palo al agua. Y luego encontré el trabajo de mi vida, ahí sí que me hubiera gustado quedarme para siempre, estuve de comentarista deportivo en la tele, qué bueno, todos los partidos, la Copa del Rey, la Copa de la Reina, la Copa de las Infantas, la Copa de la República, la Copa de la Dictadura… Todos, absolutamente todos los partidos. Pero también me echaron, porque un día se puso malo el de los documentales, y me dijeron:

—Sustitúyelo tú.

—Pero si yo soy de deportes, ¿cómo voy a sustituir al de los documentales?

—No pasa nada, hombre, te damos escrito lo que tienes que decir, tú lo lees y ya está. Me lo dieron escrito, y yo lo leí como sabía.

(Léase a toda velocidad y con la voz muy chillona, como hacen los comentaristas deportivos) Muy buenas tardes, señoras y señores, estamos en la llanura del Serengueti. Esto está abarrotado de todo tipo de animales, la tensión se palpa en el ambiente. Una manada de leonas acecha a un grupo de gacelas.

¡Atención!, porque un pajarraco da un silbido y empieza la carrera. Las gacelas corren como si les fuera en ello la vida. Las leonas van detrás como si las gacelas les debieran dinero. ¡Atención, peligro! Una gacela se queda rezagada y la leona que va en cabeza se lanza sobre ella… Ha sido una entrada muy fea, la gacela queda en el suelo malherida. ¡Y al mismo tiempo… gol, gol, gol, gooooool, goooooooooooool… golondrinas surcan el cielo en su vuelo hacia el sur.

Y me echaron. Me dijeron: «Que los documentales son para que la gente duerma la siesta…, y tú los despiertas a todos».

El caso es que al final decidí ser artista porque creía que no se madrugaba, que se ganaba mucho dinero y que se ligaba mucho. Y para no equivocarme, en lugar de elegir una faceta del arte en concreto, decidí ser músico, actor, escritor, un poquito de todo. Y me ha ido bien, no he conseguido hacerme millonario, pero no me he roto el lomo trabajando, que era mi principal objetivo.

Y ahora un homenaje a uno de los mejores compositores en lengua castellana de todos los tiempos: Javier Krahe.

Al estilo de Krahe

Y yo me voy y tú te quedas, y vierto en ti mis espermatozoides. Desfilan por tus trompas mis tropas de humanoides.

20. MADRID, 3 DE ABRIL DE 2020, VIGÉSIMO PRIMER DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Hoy vamos a hacer una canción del folklore de Cabo Verde. Muchos estaréis pensando que qué es eso, pero yo estoy seguro de que habéis escuchado música de Cabo Verde más de una vez. Cesárea Évora, por ejemplo. Bueno, por si acaso hay alguien al que esto le suene a chino, lo explicaré brevemente.

Cabo Verde es un país africano que ha estado dominado por Portugal durante siglos. Lógicamente, todas las influencias que tiene son portuguesas, en la música también. Así que podríamos decir que el ritmo más característico y más tradicional de Cabo Verde es parecido al fado…, pero no tan alegre (Paradójicamente, la canción lleva ritmo de pasodoble).

Veamos un ejemplo.

Canción de la borrachera y la desmemoria

A mí me gustaba el ron, por eso quise olvidarla, pero bebí tanto que ya no puedo recordarla. Sé que era una mujer, de eso estoy casi seguro, pero todo puede ser porque estaba muy oscuro. Ay, ay, ay... Qué mala es la falta de hierro para la memoria y la sensatez. No sé si te llamas Paloma, Noelia, Marisa, Ramón o Javier, no lo puedo recordar. Pero sé que te quería y por eso hoy te canto esta canción con alegría, que el amor cuando es bonito, por delante o por detrás importa un pito. Renunciar a este beneficio sería, a mi corto juicio, un absurdo desperdicio.

21. MADRID, 5 DE ABRIL DE 2020, VIGÉSIMO TERCER DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Yo siempre he estado enamorado de Carolina de Mónaco, pero ella nunca me ha hecho caso. Somos de la misma edad, y yo le escribía cartas de amor y las echaba al correo, pero nunca me contestó. Peor para ella, porque no ha tenido suerte con los hombres esta chica. Primero un playboy que la dejó tirada, luego un tenista argentino que también la chuleó, y cuando por fin encuentra al amor de su vida, va él y se mata en un accidente. Y por último acaba con Ernesto de Hannover, pues vaya desperdicio, mejor le hubiera ido conmigo.

Con el paso de los años decidí hacerle una canción que contara todo aquello.

Siempre pensando en mujeres (Carolina, qué mona la princesa de Móna… co)

Tú tenías 12 años, yo también, tú salías en las revistas que compraban mis hermanas, con tu primer bikini, con tus zapatillas blancas, con tu nombre a babor, con tu pelo a estribor, y a mí me dio en el pecho algo así como un calambre al ver tu cuerpo aún en proyecto, aunque era ya casi perfecto, en una costa azul, como tu sangre. Eras toda una princesa y yo un chaval, pero quién le pone puertas a los sueños de un muchacho que estrenaba aquel verano unos pantalones largos y llevaba en el bolsillo unos cuantos cigarrillos, y se había enamorado de una foto entre las olas que tomó algún paparazzi y publicaron en el Hola. Estabas tan guapísima y tan sola. Este niño está pallá, voy a darle una guantá, siempre pensando en mujeres en lugar de hacer deberes. Fueron pasando los años por los dos, yo primero me hice hippy, pelo largo y mucho tripi, tú ibas a las recepciones, yo a las manifestaciones, tú vivías en tu cuento y yo en un apartamento, tú con todos tus criados y yo con mis realquilados, tú con todos tus caprichos y yo con los susodichos, tú comías ambrosías, yo judías. Y aun así yo no dejaba de soñar, tú buscabas a tu príncipe aunque fuera un principiante, tres amores te han marcado, tres amores te han dañado, un playboy, un argentino, luego el que perdió la vida, y ahora estás con un cretino, tienes cara de aburrida, la princesa está muy triste, qué tendrá mi Carolina, hubieras sido tan feliz conmigo. Y aunque yo he sido feliz a pesar de estar sin ti, ya lo dijo el que lo dijo, siempre pensando en mujeres en lugar de hacer deberes, ya lo dijo el que lo dijo, y se lo dijo a su hijo.

22. MADRID, 6 DE ABRIL DE 2020, VIGÉSIMO CUARTO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Hoy he leído en el periódico una noticia científica que me ha dejado estupefacto. No sé si os habréis fijado, porque venía camuflada entre varias noticias de corrupción y a lo mejor se os ha pasado desapercibida.

Por lo visto, dicen los científicos que en cada coito intervienen más de 150 millones de espermatozoides. Y de esos 150 millones solo uno fecunda el óvulo, los demás se pierden. Se supone que ese uno es el mejor, el más rápido, el más fuerte, el más dotado, el más ágil, el más listo, el más alto, el más guapo, el más rubio, el que tiene los ojos más azules. Claro, tú te quedas mirando a Brad Pitt, o a Beyoncé, y está claro cuál fue el espermatozoide que ganó, pero me miras a mí… y dices joder, si este es el que ganó, cómo serían los que perdieron.

Así que la naturaleza no es tan sabia como dicen, la naturaleza mete la pata muy a menudo. Vosotros no lo sabéis porque sois jóvenes, pero a partir de los cincuenta te salen pelos en las orejas, sobre todo a los chicos, a vosotras se os presentarán otros problemas, pero a los chicos nos salen pelos en las orejas. Y sin ninguna utilidad fisiológica ni biológica, solo por joder. Es una cosa incomodísima, porque no te ves, notas los pelos, pero no puedes cortártelos tú solo, necesitas la ayuda de alguien, y es un incordio.

Además, digo yo, si a los cuarenta se te cae el pelo de la cabeza y a los cincuenta te sale por las orejas…, ¿dónde está la sabiduría de la naturaleza? Yo tengo la teoría de que los pelos de la cabeza no se caen, se meten para dentro, y diez años después salen por las orejas. ¿No querías pelo?, pues toma pelo. Y de los pelos de la nariz ya ni hablamos, pero os voy a dar una pista: yo no llevo bigote.

NO SOY SOLO UNA CARA BONITA

No soy solo una cara bonita, no soy solo un cuerpo perfecto, tengo ocultas algunas cositas y un poquito de talento. No me importa que me llamen tío bueno al pasar, soy consciente de que tengo un físico espectacular, pero sí me gustaría que apreciaran otras cosas, que la vida de los guapos no es un camino de rosas. Qué difícil es ser guapo y ser feliz.

23. MADRID, 7 DE ABRIL DE 2020, VIGÉSIMO QUINTO DÍA SIN BARES, UN DÍA MENOS PARA QUE LOS ABRAN

Sin ti no soy nada, no sé qué haría sin ti; si tú no estás aquí, no hay nada; no puedo estar sin ti, no haymanera…

En la poesía, en las canciones, en la literatura, se puede ser todo lo sumiso, romántico y condescendiente que quieras porque es ficción, pero en la vida real ni se os ocurra depender de nadie, dentro de lo que se pueda.

No sé qué haría sin ti

Me gusta estar contigo, tomar el aperitivo charlando frente al mar. Y luego pasear cogidos de la mano, que dicen que es muy sano andar a nuestra edad. No sé qué haría sin ti, no sé qué haría sin ti. No sé qué haría, no sé, sin ti. Me iría por los bares echando seis a pares y a juego veintidós. Y luego un dominó, y después de diez cañas me canto el Viva España agarrado a un farol. No sé qué haría sin ti no sé qué haría sin ti. No sé qué haría, no sé, sin ti. Me gusta estar contigo, perderme por tu ombligo y un poco más al sur. Y tras el amor fou, salir de tu bolsillo, fumar un canutillo, que es un punto de luz. No sé qué haría sin ti, no sé qué haría sin ti. No sé qué haría, no sé, sin ti. Buscaría Consuelo en brazos de Remedios para mi Soledad. Y tras ese vaivén me iría con la Aurora, que es muy madrugadora, a montar un Belén. No sé qué haría sin ti, no sé qué haría sin ti. No sé qué haría, no sé, sin ti. Me gusta estar contigo, pero eso no es motivo para desesperar. Pues cuando tú no estás el mar no se detiene, las olas van y vienen y todo sigue igual. Sí sé qué haría sin ti pero prefiero con ti conti... go.