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Pura López Colomé E-Book

Pura López Colomé

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Beschreibung

Pura López Colomé tiene una relación muy singular y rigurosa con el lenguaje ya que sus poemas requieren una lectura muy atenta y exigente. La poesía atraviesa de pies a cabeza a esta poeta mexicana. El lenguaje es el instrumento adecuado para indagar y escudriñar recuerdos, revivir vivencias que han quedado en la mente de la poeta atrapados en el silencio. Así la palabra se vuelve música.

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Pura López Colomé

Nota introductoria deJavier Sicilia

Universidad Nacional Autónoma de MéxicoMéxico, 2020

Nota introductoria

"Los poetas —escribió Octavio Paz a propósito de Fernando Pessoa— no tienen biografía. Su obra es su biografía". Pura López Colomé no es la excepción. Los datos de su vida se reducen a un puñado. Nació en la Ciudad de México en 1952. Su infancia se repartió entre esa ciudad y la península de Yucatán, de donde su familia es originaria. A la muerte de su madre, cuando tenía 11 años, su padre la envió a Dakota, EU, a un internado de monjas benedictinas. Aprendió inglés, alemán, latín, canto. Dio clases de idiomas y en la unam estudió Letras Hispánicas. Se casó con el bioquímico Alberto Darszon con quien tuvo dos hijos y con quien vive en una casa construida en el boscoso camino que de Cuernavaca lleva a Chalma. Editora, ensayista, traductora y poeta suele dedicarle una parte de su vida a cantar en coros.

Su verdadera vida, sin embargo, está en su obra que inició precisamente en su estancia en Dakota. La tradición benedictina, que preservó en la escritura la memoria de la antigüedad y cultiva uno de los cantos más sagrados del mundo cristiano, el gregoriano, fue su cuna. Allí, además de leer, traducir a Emily Dickinson, a W. B Yeats y a Patrick Kavanagh (con el tiempo traducirá a Hilda Doolittle, a Robert Hass y al premio Nobel Seamus Heaney, de quien fue amiga entrañable), comenzó a escribir sus primeros poemas que, arropados por el monacato están indisociablemente unidos al canto. Poesía y canto son en Pura una misma cosa. Lo es también su exquisito sentido de la palabra.

Para Pura, la palabra no es como suele entenderse, una unidad léxica constituida de sonidos articulados y significantes con la que nos comunicamos. Su experiencia es la del Logos, con el que, según Juan el Evangelista y la tradición judeocristiana. Dios creó al mundo, una palabra que habla en el lenguaje, pero que viene y está más allá de él. Semejante al profeta hebreo, el nabi, el que "habla en nombre de", y sobre el que aliento de yhwh sopla, y al poeta griego (el aedo, el rapsoda, "el que zurce") que, poseído por un daimon —un intermediario entre los dioses y los hombres— se deja llevar por él en su palabra —o por los recuerdos que Mnemosina y sus hijas, las Musas le susurran—, Pura vive y experimenta la poesía como una realidad sagrada que no sólo nos trasciende, sino que revela significados profundos que la reducción de la palabra a elementos puramente racionales y, en el peor de los casos, comunicativos, ha oscurecido y olvidado. A diferencia de ellos, sin embargo, no sabe ya nombrar su procedencia. Hija de un mundo del que la palabra de yhwh fue desalojada, en el que el daimon, Mnemosina y las Musas fueron reducidas a fábulas y el Logos encarnado a explicaciones teológicas, ese que habla en ella y que no sabe cómo nombrar, está muy cerca del vacío budista, del Nadie de Paul Celan —uno de sus poetas tutelares— o de la Nada de Eckhart, que Pura llama "tú".