Renglón de piel - Gala Guzmán Andrades - E-Book

Renglón de piel E-Book

Gala Guzmán Andrades

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Beschreibung

Renglón de piel habla de lo que se esconde debajo de nuestra piel, de aquello que nos une, pero también de lo que nos diferencia. Bajo esa capa que mostramos a a diario, habita un universo de emociones y sensaciones, a veces difíciles de explicar. «No es que tenga la piel muy fina, es que tengo el corazón a ras de piel y, en cada movimiento, se tambalea».

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Primera edición: septiembre 2022 Campaña de crowdfunding: equipo de Libros.com Ilustración de cubierta: Míriam Hernández Maquetación: Eva M. Soria Corrección: Míriam Villares Revisión: Isabel Bravo de Soto

Versión digital realizada por Libros.com

© 2022 Gala Guzmán Andrades © 2022 Libros.com

[email protected]

ISBN-e: 978-84-19174-78-9

Gala Guzmán Andrades

Renglón de piel

A todas las mujeres de mi vida, por llenarme de inspiración y por permitirme hacer, con cada una de vuestras huellas, este renglón de piel.

Índice

Portada

Portadilla

Créditos

Título y autor

Dedicatoria

Prólogo

Ciento veinticinco pulsaciones

Valdivia

Madre

Era solo una niña

El gas del lavadero

Gasolina

Solo quería dormir

Mujer de hielo

Otoño

Fe

Febrero

No sueño contigo

Después del amor

Te olvidaré

Nuestra última canción

La calma de tu cama

Ella

Fuego

No te creo

Polvos

Troya

Atlántica

Perdón

La flecha

La prisa por la calma

Mejor no corras

Madrid

Ecdisis

Entre tu piel y mi piel

De ti depende

Fiera

Una anécdota

Cenizas

Aroma

Esperanza

Otro día menos

Palabras para Julia

Éxtasis

Retal

A ras de piel

Aquellos ojos verdes

Ya lo decía Sabina

La primera historia

El silencio

Primeras veces

Diciembre

Ansiedad

Ruinas

La casa

El Nido

Andalucía

Primavera

Volvería a delinquirte

Indómita

Viviría en tu verano

La cadena del dolor

Epitafio

Cero bajo cero

Ranas y sanar

No quieras ser una estrella

Mecenas

Contraportada

Prólogo

«M.ª José, ha llamado una muchacha que dice que fue alumna tuya hace veinte años en Alcalá del Valle. Ahora vive en Madrid, ha escrito un libro y te está buscando porque quiere que tú le escribas el prólogo. Se llama Gala Guzmán, ¿te acuerdas de ella?». Con estas palabras llegó a clase, emocionada, la monitora del colegio.

Se me saltaron las lágrimas. Que, después de tanto tiempo, una alumna mía pensara en mí y me escogiera, de entre todas las personas que conoce o han pasado por su vida, para introducir su libro, me conmovía y me llenaba de satisfacción. Eché la vista atrás y me vino a la mente una niña rubita, menuda, de ojos claros. No recuerdo a todos mis alumnos de aquel tiempo. Por mis clases han pasado muchos niños y niñas, y es muy difícil recordarlos a todos. Pero Gala es una de las que ha quedado en mi memoria.

Cuando llegué a casa, la busqué en Internet. Leí sobre su trayectoria profesional. «Periodista, fotógrafa y escritora en sus ratos libres», ponía en algún sitio. Me sentí muy orgullosa de ella.

Esa tarde hablamos por teléfono. Le comenté lo feliz que me había hecho sentir y la ilusión que me hacía formar parte de su proyecto, aunque a la vez era algo que me abrumaba, pues no sabía si iba a estar a la altura de lo que ella esperaba de mí.

Después de hablar con Gala, seguí pensando en aquellos años en que fui su maestra. Busqué entre mis cosas y encontré una tarjeta firmada por toda su clase. «Para la seño más chuli», ponía. Y allí estaba su nombre, junto al de sus compañeros y compañeras.

Me envió algunas fotos de entonces. Y también su boletín de calificaciones. Tenía unas notas estupendas. Era una niña muy inteligente, aunque a veces se hacía la remolona, como ella me contó que a menudo yo le decía.

Recibí el manuscrito, bueno, solo una parte, dijo que me lo enviaría poco a poco. Empecé a leerlo, y ya no pude parar hasta el final. Me impresionó enormemente. Nunca antes había leído un libro de estas características. Son textos cortos que te remueven por dentro al ponerte en la piel de personas con el corazón roto y el recuerdo atormentado, pero también llenas de ilusiones y sueños. Volví a leerlos, tratando de adivinar qué había en ellos de experiencia propia, y qué otras vidas los habrían inspirado. Me dieron mucho que pensar.