River Plate aquellos 18 años (1957-1975) - Carlos Orlando Pantano - E-Book

River Plate aquellos 18 años (1957-1975) E-Book

Carlos Orlando Pantano

0,0
9,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

River Plate, el club de mis amores, ha tenido infinidad de logros locales e internacionales a través de su historia. Escribir sobre sus triunfos, campeonatos, la legión de extraordinarios futbolistas que pasaron por sus filas y sus eternas estadísticas victoriosas es una tarea infinitamente encarada por varios autores a través de sus 121 años de trayectoria. Por ese motivo, me propuse centrarme en el período de 18 años, entre 1957 y 1975, en el que los Millonarios no festejaron campeonatos oficiales locales ni internacionales. Este es un enfoque diferente ya que, en esos años lejos de los títulos, River Plate tuvo grandes equipos, jugadores de una calidad inigualable y el surgimiento de una camada de jóvenes que culminaría contribuyendo a los campeonatos de 1975 en adelante. Si sos mayor de 60 años, seguramente sufriste esos 18 años entre la infancia y la adolescencia y soportaste permanentes bromas, livianas y pesadas, pero siempre cansadoras, de los hinchas de otros clubes. Este libro te permitirá ver ese período con ojos diferentes y revalorizarlo. Si sos menor, te da la oportunidad de conocer una parte de la rica historia de River Plate. También encontrarás estadísticas que sorprenderán y una nueva visión sobre historias mal contadas, como por ejemplo el récord de Amadeo Carrizo de racha invicta o si los famosos 18 años fueron realmente tantos. Finalmente, encontrarás las pruebas por las que este libro lleva como subtítulo Siempre El Más Grande.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 263

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Producción editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación editorial: Gastón Barrionuevo

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Diseño de interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Pantano, Carlos Orlando

River Plate : aquellos 18 años, 1957-1975 / Carlos Orlando Pantano. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2022.

228 p. ; 21 x 18 cm.

ISBN 978-987-817-817-2

1. Deportes. 2. Clubes de Fútbol. 3. Fútbol. I. Título.

CDD 796.3340982

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,

total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor.

Está también totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución

por internet o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidad

de/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2022.

© 2022. Tinta Libre Ediciones

Para Milagros, Franco, Trinidad, Fátima y Emilia, mis nietxs.

Para Pablo y Lucía, mis hijxs.

Para Silvia, que soporta mi fanatismo riverplatense.

Agradecimientos:

a Ricardo Leggieri que no solo aportó sus conocimientos sobre la historia de nuestro River Plate, sino que además colaboró en la corrección del texto de este libro; a Martín Ramírez que brindó información sobre las camisetas utilizadas en el período analizado; a Patricio Nogueira del Museo River, por imágenes históricas proporcionadas.

Contenido

Prefacio 11

Capítulo I

Performance en los 18 años 13

Capítulo II

¿Qué pasó entre 1957 y 1958? 17

Capítulo III

La gran aparición de 1958: Ermindo Onega 25

Capítulo IV

1959: Fútbol espectáculo 31

Capítulo V

1960: Se profundiza el fútbol espectáculo. Subcampeones 35

Capítulo VI

1961: Auge y caída del fútbol espectáculo 39

Capítulo VII

1962: Nuevo subcampeonato. Comienzan los fallos extraños 45

Capítulo VIII

1963: Otra vez subcampeones, otra vez cosas raras 57

Capítulo IX

1964: Un año de grandes adquisiciones y pocos resultados 65

Capítulo X

La gran aparición de 1964: Oscar Pinino Más 71

Capítulo XI

1965: Otro subcampeonato. La Era Cesarini y más cosas raras 77

Capítulo XII

1966: Un gran equipo. Doble subcampeonato: local y Copa Libertadores 85

Capítulo XIII

1967: Un año mediocre. El fin de la era Liberti 95

Capítulo XIV

1968: La gran injusticia. Un nuevo subcampeonato. Otro árbitro que nos robó la ilusión 101

Capítulo XV

Amadeo Carrizo 111

Capítulo XVI

1969: Séptimo y octavo subcampeonato. Se agrandó Chacarita 119

Capítulo XVII

1970: Noveno subcampeonato. Segunda vez con los mismos puntos del campeón 133

Capítulo XVIII

1971: No pudimos mantener el envión inicial 147

Capítulo XIX

La gran aparición de 1971: Norberto Alonso 157

Capítulo XX

1972: Se termina la era Didí. Décimo subcampeonato 165

Capítulo XXI

1973: El karma de las finales. Undécimo subcampeonato 177

Capítulo XXII

1974: Último año del período sin campeonatos. Se va gestando el campeón 187

Capítulo XXIII

1975: El inicio de una nueva era de campeonatos frecuentes 193

Conclusión

River Plate, siempre El Más Grande 199

ANEXO I

Un detalle de las cosas rarascontra River 205

ANEXO II

Las camisetas de los 18 años 211

Anexo III

Las imágenes de los jugadores más grandes de este período 217

Bibliografía 223

Sobre el autor 227

River Plate: Aquellos 18 años

Carlos O. Pantano

Prefacio

River Plate, el club de mis amores, fundado en 1901 como resultado de la unión de los clubes La Rosales y Santa Rosa, y sin dudas El Más Grande, ha tenido infinidad de logros locales e internacionales a través de su historia.

Una tarea infinitamente encarada por varios autores a través de sus 121 años de trayectoria fue, es y será escribir sobre sus triunfos, campeonatos, la legión de extraordinarios futbolistas que pasaron por sus filas y sus eternas estadísticas victoriosas.

Por ese motivo me propuse centrarme en el período de 18 años, entre 1957 y 1975, en el que los Millonarios no festejaron campeonatos oficiales locales ni internacionales.

Ustedes pensarán que saqué a relucir mi costado masoquista o depresivo, que me gusta meter el dedo en la llaga, que estoy un poco fuera de mis cabales, cosa que estaría por verse. Sin embargo este será un enfoque diferente ya que, en esos años lejos de los triunfos, River Plate tuvo grandes equipos, jugadores de una calidad inigualable y el surgimiento de una camada de jóvenes que culminará contribuyendo a los campeonatos de 1975 en adelante.

Sufrí esos 18 años en la transición entre mi infancia y mi adolescencia. En 1957 River salió tricampeón y yo solo tenía tres años por lo que no tengo conciencia del logro; cuando en agosto de 1975 festejó el Campeonato Metropolitano yo tenía veinte años y veintiuno el 28 de diciembre cuando obtuvimos el Campeonato Nacional. Es decir que atravesé toda la escuela primaria y la secundaria soportando las permanentes bromas, livianas y pesadas, pero siempre cansadoras, sobre todo de mis amigos y compañeros hinchas de los primos. Insoportable.

1963 - Uno de los grandes equipos de River Plate de este período. Revista El Gráfico.

Arriba: Sáinz, Ramos Delgado, Varacka, Carrizo, Cap, Echegaray.

Abajo: Ermindo Onega, Pando, Artime, Delém y Roberto.

Todos jugadores de la selección argentina, salvo los últimos dos que eran brasileros.

Pero ahora, a mis sesenta y ocho años, entiendo que ese período forma parte de la historia de nuestro club -sí, nuestro, mío- y que no fue tan oscuro ya que tuvimos grandes equipos que merecen ser recordados, sobre todo para que las nuevas generaciones conozcan un poco más cómo se fue gestando la historia de El Más Grande.

Desde esa visión encaro este libro, repasando aquellos 18 años que forman parte de la historia gloriosa de River Plate, mi River Plate.

Capítulo I

Performance en los 18 años

Desde el inicio del profesionalismo en 1931 River Plate salió campeón doce veces: 1932, 1936, 1937, 1941, 1942, 1945, 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957. Doce títulos en veintisiete campeonatos, una marca inigualable e impactante. De los últimos seis campeonatos, River había ganado cinco. El tricampeonato de 1955/56/57 señaló el final de una época y abrió un largo período sin títulos.

Fueron diecisiete temporadas sin obtener títulos. El 5 de diciembre de 1957 River se consagró tricampeón en el Monumental tres fechas antes del final, al derrotar a Independiente por 2 a 0, con goles de Labruna y Menéndez. El torneo finalizó el 15 de diciembre en el Gasómetro de Boedo, paradójicamente con una estrepitosa derrota 5 a 1 contra San Lorenzo, que fue el subcampeón a ocho puntos de diferencia.

En 1975, River obtuvo el campeonato una fecha antes del final, el 14 de agosto, al derrotar 1 a 0 a Argentinos Jrs. en cancha de Vélez, en medio de una inusual huelga de profesionales y con un equipo completo de amateurs. En la fecha final, jugada el 17 de agosto, derrotamos a Racing Club en nuestro estadio por 2 a 0, con goles del Beto Alonso de penal y el Puma Morete.

Si nos ponemos estrictos, no fueron 18 años: pasaron 6.461 días, es decir, 17 años, 8 meses y 9 días.

En ese período River obtuvo once subcampeonatos en veinticinco torneos locales disputados, cuatro veces fue tercero (dos de ellas en una zona),cinco veces fue quinto (una de ellas en zona), dos veces fue cuarto (una en zona), dos veces fue sexto (una en zona), una vez fue segundo (en zona y quedó eliminado en semifinales). Dos veces terminó segundo con los mismos puntos que el campeón, en definiciones por goles a favor. Además fue subcampeón en la Copa Libertadores.

Evolución de River en los 18 años – Gráfico rediseñado por el autor por errores de origen.

Datos obtenidos de Diario Olé https://www.ole.com.ar/river-plate/-river-18-anos-salir-campeon-_0_r9I--wH812.html

Dos de los cinco máximos goleadores del club jugaron en esos 18 años: Oscar Más con 217 goles, segundo goleador histórico detrás de Ángel Labruna (317 goles), y Norberto Alonso (160 goles). También jugó en este período el goleador histórico para una edición de la Copa Libertadores, Daniel Germán Onega, que convirtió 17 goles en 1966 y no ha sido superado hasta el momento de escribir este libro.

Además, River colocó a seis goleadores en los torneos locales: Luis Artime (1962 y 1963), Oscar Más (Metropolitanos 1970 y 1973), Carlos Morete (Nacional 1972 y Metropolitano 1974).

Posiciones durante los 25 torneos en las 17 temporadas

Campeonato de Primera 1958: 5°. Campeonato de Primera 1959: 5°.Campeonato de Primera 1960: 2° (a dos puntos de diferencia de Independiente).Campeonato de Primera 1961: 3°.Campeonato de Primera 1962: 2° (a dos puntos de diferencia del primero. El año del famoso penal deDelém).Campeonato de Primera 1963: 2° (a dos puntos de diferencia de Independiente).Campeonato de Primera 1964: 3°.Campeonato de Primera 1965: 2° (a un punto de diferencia del primero).Campeonato de Primera 1966: 2° (a cinco puntos de diferencia de Racing, equipo al que le habíamos cortado una impresionante racha de 39 partidos invicto el 4 de septiembre de 1966 con goles de Pinino Más y Luis Cubilla ).Metropolitano 1967: 6° en la zona A.Nacional 1967: 5°.Metropolitano 1968: 2° en la zona B (perdió en semifinales con San Lorenzo, que fue campeón invicto con el recordado equipo de Los Matadores).Nacional 1968: 2° (con los mismos puntos que Vélez. River, Racing y Vélez terminaron con 22 puntos y jugaron un triangular. River derrotó a Racing, pero en el partido con Vélez empató 1 a 1; el árbitro Guillermo Nimo no cobró un penal muy obvio, ya que el jugador Gallo sacó la pelota en la línea arrojándose hacia su izquierda como si fuera un arquero. Vélez obtuvo el campeonato por diferencia de gol).Metropolitano 1969: 2° en la zona B (eliminó a Boca en semifinales, pero perdió la final con Chacarita siendo una vez más subcampeón).Nacional 1969: 2°. Metropolitano 1970: 2° (con los mismos puntos que Independiente que se llevó el campeonato por tener un gol a favor más; el Rojo jugó el partido definitorio conociendo el resultado de River y sabiendo la cantidad de goles que tenía que convertir para ser campeón). Nacional 1970: 3° en zona A.Metropolitano 1971: 6°.Nacional 1971: 4° zona A.Metropolitano 1972: 4°.Nacional 1972: 2° (perdimos la final con San Lorenzo en el alargue).Metropolitano 1973: 5°.Nacional 1973: 2° (a dos puntos de Rosario Central en la rueda final).Metropolitano 1974: 3° zona A.Nacional 1974: 5° zona B.

Vamos a repasar las campañas de River año por año, analizando sus performances y el desempeño de algunos de sus grandes jugadores.

Ilustración 1: el tricampeón 1955-56-57. En la fila de arriba a la derecha de Amadeo Carrizo está Pipo Rossi; en la fila del medio el segundo de la derecha es el Mono Zárate, a su lado Ángel Labruna, luego el Beto Menéndez y Prado. Poster revista El Gráfico.

Capítulo II

¿Qué pasó entre 1957 y 1958?

El equipo tricampeón de 1957 tuvo como director técnico a José María Minella, que había comenzado dirigiendo a River en la Copa Adrián Escobar de 1946 (en el campeonato el DT había sido Carlos Peucelle) y se desempeñó en su puesto hasta finales de 1959.

Veamos la formación base del tricampeón de 1957:

Amadeo Raúl Carrizo; Alfredo Ricardo Pérez y Federico Vairo; Oscar Mantegari, Néstor Raúl Pipo Rossi (Juan Eulogio Urriolabeitía) y Gilberto Sola; Héctor Adolfo De Burgoing (Miguel Ángel Rodríguez), Eliseo Prado, Norberto Menéndez, Ángel Amadeo Labruna y Roberto Héctor Zárate.

Pipo Rossi y el Vasco Urriolabeitía se repartían el puesto de número cinco (jugaron diecinueve partidos cada uno, pero el Vasco también reemplazaba a Solá), y el wing derecho titular era De Burgoing, aunque Rodríguez fue titular en diez partidos. En ese plantel asomó Ermindo Onega, que jugó un solo partido en la temporada.

En 1958 solo se contrató a Rodolfo Micheli, puntero derecho de Independiente, que jugó nada más que dos partidos y emigró a Huracán al año siguiente. Subieron varios jugadores jóvenes de las inferiores:

Julio Alberto Nuín, que reemplazó a Federico Vairo.Juan Carlos Schneider y Juan Carlos Malazzo, que se desempeñaban en la línea media.Emilio Melón, puntero izquierdo, suplente del Mono Zárate en la punta izquierda.Ermindo Onega, que se afirmó en primera.

Se jugaron tres fechas con un buen comienzo para River (dos triunfos contra Tigre y Argentinos Jrs. y un empate contra Vélez) y el campeonato local se suspendió por la disputa del Mundial de Fútbol en Suecia entre el 8 y el 29 de junio.

Esa fue la clave de la caída del equipo. Integraron la selección argentina siete jugadores de River, seis como titulares (entre paréntesis se indica el número en sus camisetas):

Amadeo Carrizo (1)Federico Vairo (3)Néstor Rossi (5)Eliseo Prado (8)Norberto Menéndez (9)Ángel Labruna (11)Alfredo Pérez (13), suplente.

El equipo titular también lo integraban dos jugadores de Racing (el 2, Dellacha y el 7, Corbatta), uno de Independiente (el 6, José Varacka) y dos de Boca (el 4, Lombardo y el 10, Alfredo Rojas).

Ilustración 2: La selección argentina en Suecia’58 con la camiseta amarilla del Malmö. Diario Olé y revista El Gráfico.

La actuación del seleccionado fue defectuosa ya desde la organización: viajaron con un solo juego de camisetas y, en el partido inaugural que perdieron con Alemania 3 a 1, jugaron con camisetas amarillas prestadas por un equipo local (IFK Malmö), ya que el árbitro consideró que la celeste y blanca se podía confundir con la blanca de los germanos.

Ganaron el segundo partido 3 a 1 a Irlanda del Norte, y la catástrofe se desató contra Checoslovaquia que nos derrotó por 6 a 1; Argentina quedó última en su grupo y fue eliminada. Si nuestra selección hubiera ganado ese partido por cualquier diferencia, se clasificaba junto a Alemania. Cabe aclarar que ese seleccionado de Checoslovaquia contaba con seis jugadores que integraron el equipo titular que fue subcampeón cuatro años después, en el Mundial de Chile 1962…no eran rengos.

Amadeo Carrizo brindó las claves de la derrota:

“Había una confianza exagerada. Todos creían, y nosotros también, que íbamos a coronarnos campeones del mundo con facilidad. La gente y el periodismo estaban convencidos de que el fútbol argentino era invencible. Éramos los mejores, lo decían todo el tiempo. Nosotros mismos sentíamos eso”.1

Ese exceso de confianza sumado a las ausencias de Humberto Maschio, Ernesto Grillo, Antonio Angelillo y Enrique Omar Sívori, redondearon la catástrofe. Esos cuatro jugadores que habían sido fundamentales para ganar el Sudamericano de Perú en 1957, goleando en cada partido, fueron transferidos a Italia. La AFA no quiso hacer los trámites ante Italia para solicitar que les cedieran a los futbolistas: “Nosotros somos demasiado grandes, como para pedir limosnas a Italia”, dijo uno de los dirigentes, por lo que quedaron fuera del plantel mundialista que además se resintió con la lesión del Mono Zárate al que reemplazó de urgencia Ángel Labruna, gran futbolista que ya estaba en los últimos años de su carrera.

La selección regresó al país el 22 de junio, ya que los dirigentes, enojados, no permitieron que los jugadores se quedaran a ver el resto del Mundial. Los esperaba en Ezeiza una multitud cercana a las diez mil personas que, mientras aguardaba la llegada del avión, insultaba y les tiraba monedazos a los familiares de los jugadores.

Labruna sintió que los recibían como criminales de guerra y Amadeo Carrizo contó que “cuando llegamos al país el avión tuvo que aterrizar en una chacra de Monte Grande para que no nos mataran. Algunos periodistas argentinos que estaban en Suecia le habían pedido a la gente que nos fueran a buscar con palos y piedras, había mucha bronca, nos querían matar, decían que éramos vendepatria”.2

Esa actuación del seleccionado con la base del plantel de River quedó para la historia con el nombre de El desastre de Suecia. Tanto afectó a los jugadores de River, que ese año tuvieron un desempeño irregular y finalizaron en el quinto puesto, a seis puntos del campeón Racing, con 14 partidos ganados, 9 empatados, 7 perdidos, 62 goles a favor y 45 en contra.

Durante el receso por el Campeonato Mundial, la AFA organizó la Copa Suecia, cuyo trofeo fue donado por el embajador del país escandinavo. Si bien era un torneo oficial, no fue regular, es decir, no formó parte de los campeonatos habituales. Los equipos se dividieron en dos zonas de ocho participantes disputándose partido y revancha. River, con la mayoría de sus titulares en el seleccionado nacional, quedó penúltimo en su grupo B, con 14 partidos jugados, 4 ganados, 3 empatados y 7 perdidos, 23 goles a favor y 30 en contra. Como dato curioso, la final de este torneo disputada por Racing Club (ganador de la zona A) y Atlanta (ganador de la zona B) se jugó dos años después, el 29 de abril de 1960, en el Gasómetro, con triunfo de Atlanta por 3 a 1.

A pesar de la irregular performance en los dos torneos de 1958, como explicamos más arriba el plantel era prácticamente el mismo que el tricampeón del año anterior,un gran equipo con grandes jugadores.

Los principales goleadores del equipo fueron:

Ermindo Onega: 16 goles.Norberto Menéndez: 11.Ángel Labruna y Adolfo de Burgoing: 9 tantos cada uno.Ernesto Zárate: 7.

La violencia en el fútbol y un hecho insólito: River no se presentó a jugar

Ilustración 3: en el círculo Mario Linker, fallecido por la represión policial el 19/10/58 en cancha de Vélez. Revista River.

Ilustración 4: nota de la Revista River nro. 726 del 23/08/58 acusando a la policía por la muerte de Mario Linker.

El 19 de octubre de 1958 River se enfrentó a Vélez Sarsfield en el Fortín de Liniers. El Millonario tuvo varias ocasiones de gol, como era habitual en la mayoría de los partidos, pero no estuvo acertado con el arco; Vélez hizo su gol y después se dedicó a defenderse y a hacer tiempo descaradamente ante la mirada impávida del árbitro Ventre. Esto provocó la reacción de un grupo de exaltados riverplatenses que, desde las tribunas, arrojaron piedras a la cancha; la respuesta de la policía no se hizo esperar y dispararon gases lacrimógenos a la tribuna, pero, en lugar de apuntar a lugares vacíos lo hizo hacia donde estaban los hinchas, hecho que provocó una tragedia ya que uno de los proyectiles impactó en plena cara de Mario Linker, un joven de 18 años que falleció en el acto. Fue la primera víctima de la violencia en las canchas. El partido se suspendió a los 44’ del segundo tiempo y finalmente la AFA ratificó el resultado 1 a 0 a favor de Vélez. Unas semanas después, la asociación rectora del fútbol suspendió la cancha de River por cinco fechas debido a los mencionados incidentes. Como protesta ante lo que consideraron una injusticia, los dirigentes decidieron no presentar el equipo el 2 de noviembre ante Huracán, por lo que perdimos los puntos en juego y además nos sancionaron con la quita de otros dos puntos.

De esta manera, en ese campeonato de 1958, River jugó 30 partidos, ganó 14, empató 9 y perdió 7 obteniendo en la cancha 37 puntos, pero con el descuento mencionado quedó con 35 puntos en el quinto puesto cuando realmente debería haber ocupado el cuarto lugar.

Jugadores destacados: Roberto Héctor Zárate

Ilustración 5: Roberto Zárate, gran goleador riverplatense. Revista El Gráfico nro. 915.

Todos lo conocían como el Mono Zárate. Nació en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1932 y llegó a River a los 14 años. Puntero izquierdo nato, chueco, rápido y goleador, debutó en primera en 1951 con 19 años, pero estaba tapado por otro grande: Félix Loustau.

Se afirmó como titular en 1953, y su mejor momento fue el tricampeonato del 55 al 57, ya que hizo 36 goles en esos tres años, pero además, fue el primer wing izquierdo en consagrarse goleador de un torneo, con 22 tantos en 1957.

Era experto en amargar a Boca, al que siempre le convertía goles, como por ejemplo en la consagración de 1955, donde estampó el 2 a 1 final en cancha de los primos para asegurar el campeonato, o como en el 57 cuando River le dio un “paseo de novela” al clásico rival en la Bombonera, ganando 5 a 3 y el Mono convirtió el gol número 2.000 de nuestro club.

Jugó en River 139 partidos, convirtiendo 61 goles (0,44 de promedio) y en 1961 fue transferido a Banfield, donde jugó hasta 1967; en el Taladro se desempeñó en 215 partidos y convirtió 64 goles. Finalizó su carrera en el Audax Italiano de Chile.

También fue convocado en 14 ocasiones a la selección nacional donde convirtió 5 goles.

Un producto de las inferiores del club al que vendieron porque según el entrenador de turno ya era viejo (tenía 28 años en 1960); el propio Zárate cuenta que River lo transfirió junto con Maidana y Luchessi más dinero a cambio de Lazcano de Banfield; en un reportaje para la revista El Gráfico, el goleador se lamenta: “¿Sabe otra cosa? Yo me fui por viejo, y a los pocos días se enteraron de que Lazcano me llevaba dos años…”. El Mono siguió jugando 8 años más y haciendo goles. Uno de los tantos errores cometidos por la dirigencia del club en aquellos años.

Falleció el 6 de noviembre de 2013 a los 80 años.

Capítulo III

La gran aparición de 1958: Ermindo Onega

Ermindo nació en Las Parejas, Santa Fe, el 30 de abril de 1939. Se inició futbolísticamente en el club Sportivo de su pueblo, donde jugaba de volante ofensivo y delantero. Con Sportivo Atlético Club consiguió el Campeonato de Primera División de la Liga Cañadense de Fútbol de 1955 de forma invicta. En el año 1957 fue llevado por Renato Cesarini a River Plate. Allí debutó en la última fecha, cuando River ya era campeón. El Millonario ganó el torneo con ocho puntos de ventaja sobre San Lorenzo y tuvo al goleador del certamen Roberto Zárate, con 22 tantos. En esa última fecha, Onega jugó por Labruna y River perdió uno de los tres partidos en los que cayó en el campeonato. Fue de visitante ante San Lorenzo. El local ganó 5 a 1. Los goles los marcaron Cigna (2), Sanfilippo (2) y Pérez en contra para los de Boedo, Zárate para River. El primer River de Ermindo Onega, apodado el Ronco,fue con:

Carrizo; Pérez y F. Vairo; Mantegari, Urriolabeitia y Sola; M. Rodríguez, J. Vairo, Menéndez, Onega y Zárate.

Su primer gol en River lo marcó en la cancha de Ñewell’s Old Boys, jugando contra Central Córdoba el 17 de agosto de 1958. Le hizo dos al arquero Palminteri. Ese año convirtió 16 goles en 24 partidos, la mayor cantidad de toda su carrera en un campeonato, repetida en 1964, pero en 29 partidos.3

En River jugó 229 partidos y anotó 100 goles entre 1957 y 1968. Su último cotejo con la banda fue derrota en la Bombonera tres a uno. Esa tarde formó delantera con Cubilla, Solari, su hermano Daniel y Más.

Su verdadero puesto era de número 10, camiseta que representaba la calidad de su fútbol; las veces que jugó de puntero derecho lo hizo por obligación. Los detractores de siempre, los que nunca entraron a un campo de juego con la banda roja en el pecho, lo tildaban de “lagunero”. Formó una dupla sensacional con Luis Artime.

Ilustración 6: el gran Ermindo Onega, uno de los jugadores más exquisitos de nuestro River Plate de toda la historia. Revista El Gráfico nro. 2176.

Su paso por la selección quedó en el recuerdo. La foto con los brazos abiertos gritando uno de los goles de la Copa de las Naciones de 1964 ante Brasil con el arquero Gilmar vencido, es una imagen registrada de nuestra historia futbolera. La selección argentina fue campeona y Ermindo, además, tuvo una destacada actuación en el Mundial de Inglaterra de 1966 (un gol contra Suiza, dos asistencias a Luis Artime contra España y la ya mencionada Suiza), tanto que en el partido con Alemania, Franz Beckenbauer, la figura sajona, casi no jugó por marcarlo alRonco.

Ilustración 7: gol de Ermindo a Brasil en la Copa de las Naciones de 1964. Revista El Gráfico.

Su debut en la selección fue durante el Panamericano de 1960, jugado en Costa Rica. El 8 de marzo, Argentina debutó en el certamen que luego ganaría, con la dirección técnica de Guillermo Stábile, empatando con el local 0 a 0. Argentina alineó a:

Osvaldo Ayala (Boca); Rubén Navarro (Independiente) y Marcelo Echegaray (River); Carlos Álvarez (Rosario Central), Juan Héctor Guidi (Lanús) y José Varacka (Independiente); Osvaldo Nardiello (Boca), Ramón Abeledo (Independiente), Walter Giménez (Independiente), Eugenio Callá (Vélez) y Raúl Belén (Racing). Entraron Lorenzo Dacquarti (Chicago) y Ermindo Onega (River).

Jugó para Argentina un total de 30 partidos marcando 11 goles, algunos históricos, como el ya comentado que le hizo a Brasil en el Pacaembú en el 3 a 0 por la Copa de las Naciones (los otros dos Telch) o el del Mundial de Inglaterra a Suiza (2 a 0). Su participación en el seleccionado se mantuvo por 7 años y 8 meses, con 14 triunfos, 9 empates y 7 caídas, siendo titular en 26 partidos.

La mencionada Copa de las Naciones de 1964 fue uno de los grandes logros de nuestra selección nacional antes del Mundial 78. Organizada por Brasil, Campeón del Mundo en Chile 1962 con Pelé, Gilmar, Gerson y Vavá en su formación, participaron:

Inglaterra por ser el próximo organizador del Mundial en 1966,Portugal, la revelación europea con Eusebio (el Pelé europeo) en sus filas, Argentina, porque Italia (bicampeón Mundial 1934-38) rechazó la invitación.

Argentina derrotó 2 a 0 a Portugal, 3 a 0 a Brasil y 1 a 0 a Inglaterra. Fue la revancha de Amadeo, después del Mundial de Suecia, ya que además de una gran actuación con el arco invicto, le atajó un penal a Gerson de Brasil, y también fue la consagración de Ermindo, el genio creativo del equipo y autor de un golazo al campeón del mundo.

En el sitio “Fútbol, fierros y tango” hay una nota de Bruno Passarelli, en la que charla con Natalio Gorín, desaparecido periodista de El Gráfico, entre otros medios, quien expresa que Onega era el Peléblanco de River y que jugó en grandes equipos sin poder campeonar:

“En 1969, ante la carencia de éxitos deportivos y por el mal humor que los ‘viejos’ jugadores del club provocaban en la tribuna de River, fue cedido a Peñarol de Montevideo”.

Continuó Gorín:

“Era el Peñarol de Mazurkievicz, Forlán, Tito Goncalvez, Rocha, Abbadie, Sasia, Silva. Un equipo enorme, pero que ya había cumplido su ciclo. Y Ermindo otra vez volvió a sufrir el síndrome del ‘llegar tarde’ a aquel plantel que había consumado tantas hazañas, pero antes de él”.4

En 1972, jugó 30 partidos en Vélez, donde marcó 6 goles. Debutó el 27 de febrero de ese año y justo contra River en el Monumental. Ganó el Millonario 5 a 3 con tres goles de Alonso y dos de Más. Para Vélez marcaron Bianchi, Ríos y… Ermindo, para cumplir con la famosa ley del ex.

Vélez formó con Caballero (Pezzano); Correa, Romero, Reguera y Avanzi; Oruezábal, Ríos y Onega; Lamberti, Bianchi y Bentrón.

Vendría el tiempo de Estudiantes de Río Cuarto y el cierre en Deportes La Serena de Chile, entre el 75 y 77.

En cada declaración, en cada anécdota, en cada recuerdo de sus compañeros, hay reconocimiento y nostalgia por un hombre muy querido, respetado y aplaudido, dentro y fuera de la cancha, que se fue muy joven. Un 21 de diciembre de 1979 se apagó para siempre la ronca voz de Ermindo Ángel Onega. En un accidente de tránsito en la ruta 9, cerca de Lima, provincia de Buenos Aires, se mató uno de los jugadores más talentosos que dio el fútbol argentino de todos los tiempos.

Pasó por River en un período sin campeonatos, pero brilló como lo hacen los grandes jugadores y estará siempre en la galería de los más destacados ídolos riverplatenses.

Algunas declaraciones de Ermindo5:

“El mejor gol de mi vida fue el que le hice al Santos cuando le ganamos 2 a 1 en el Monumental (amistoso 06/02/1962), en aquel partido donde debutaron Artime, Cap y Pando. Y fue Pandito el que me hizo un pase entre dos de ellos, amagué devolvérsela y tiré cuando se abrieron”.

“El mejor defensor argentino y que me resultó más difícil enfrentar fue Roberto Perfumo”.

“La hinchada de River es como todas, tiene necesidad de que las caras cambien para no aburrirse de ver siempre a los mismos jugadores”.

“El momento más crítico de mi carrera en River fue después de aquel partido de 1968 que empatamos frente al modesto Tigre 1 a 1. El clima interno que ya era tenso, se agravó y el propio Daniel, mi hermano, había sido acusado de agredir a una mujer en el hall del club, una vez terminado el encuentro”.

La grandeza futbolística de Ermindo, su calidad como profesional y como persona, merecen este capítulo aparte dentro de nuestro libro.

Capítulo IV

1959: Fútbol espectáculo

En 1959 se puso en práctica el denominado fútbol espectáculo, una idea de los presidentes de River (Antonio Liberti) y Boca (Alberto J. Armando) para atraer mayor cantidad de público a las canchas, pero no fue más que un negociado de los dirigentes que contrataron jugadores extranjeros mediocres y caros. “Si lo de acá no sirve, que vengan de afuera” aseveraba Liberti, pero lo de afuera no fue mejor que lo nuestro.

River incorporó a:

Oscar Gómez Sánchez, de Alianza Lima, Perú.Luis Ciacia de Unión de Santa Fe.Domingo Rodríguez de Tucumán.Juan Vanoni de Platense.José Ramos Delgado de Lanús.Iseo Roselló, libre.

Como vemos el único extranjero ese año fue Gómez Sánchez; fútbol espectáculo, pero no mucho.

A Oscar Gómez Sánchez le decían Huaqui, un sobrenombre infantil que le había puesto su madre. Fue el primer extranjero del boom. En el campeonato peruano había convertido 89 goles en 104 partidos, y River se fijó en él. Debutó el 11 de mayo de 1959 ante Rosario Central en Núñez. Jugó en River hasta el cierre de la campaña de 1960. Actuó 42 partidos e hizo 3 goles, lejos de su performance peruana. Era wing izquierdo, pero manejaba los dos perfiles con destreza. Una tarde ante Ferro, le dio tal baile a Marzolini que River desistió de comprar al rubio marcador de punta. Después de las dos temporadas, quedó la sensación que podía haber brindado más. En el 61 pasó a Gimnasia de La Plata y se retiró en Alianza Lima. Falleció en el año 20086.

El campeonato comenzó el 3 de mayo, porque entre el 7 de marzo y el 4 de abril se disputó el Campeonato Sudamericano (actual Copa América), que Argentina ganó por tercera vez consecutiva, con un plantel con mayoría de jugadores de Racing (8) y Boca (5); River solo aportó a Julio Nuín, que jugó pocos minutos.

El equipo base de 1959 era:

Amadeo Raúl Carrizo (Manuel Ovejero); Alfredo Ricardo Pérez y Julio Nuín (Federico Vairo); Oscar Mantegari, Juan Eulogio Urriolabeitía y Ricardo Ramaciotti; Oscar Gómez Sánchez, Juan Carlos Sarnari, Norberto Menéndez, Ermindo Onega (Ángel Amadeo Labruna) y Roberto Héctor Zárate (Emilio Melón).

Un buen equipo, que arrastró el estigma del 58, finalizó quinto en el campeonato y terminó con doce años de dirección técnica de José Minella, que volvería en 1963.

El equipo sufrió un par de derrotas inesperadas, como el 1-5 en la Bombonera, el 2-3 con Boca en el Monumental después de ir ganando 2 a 0 y la derrota 1 a 0 con Central Córdoba en Rosario, equipo que terminó último en la tabla. Sin embargo, en ese mismo campeonato goleamos 5 a 0 a Ferro y a Estudiantes de la Plata, y derrotamos al subcampeón Racing de local y de visitante por el mismo marcador (3 a 2).

Una rareza se produjo el 27 de setiembre de 1959. En el partido en que River visitó a Atlanta en la cancha de Huracán, el gran Amadeo Carrizo fue expulsado ¡a los 34’ del primer tiempo! tras haber agredido en el área a Timoteo Griguol. En aquella época no se podían introducir cambios y el defensor Julio Nuín se calzó la camiseta de arquero y le atajó un tiro penal a Norberto Desanzo. Fue el primer jugador de campo del fútbol argentino en atajar un penal. Las crónicas dicen que además Nuín tuvo una destacada actuación en el arco, aunque River perdió por 1 a 0.

Ilustración 8: 12/10/59 último partido de Ángel Labruna. Foto de Casos y cosas riverplatenses.

Ese año jugó su último partido con la banda roja el gran Ángel Labruna. Fue el 12 de octubre de 1959, en la cancha de San Lorenzo. Aquella jornada, el equipo de Núñez perdió 3-0 con el Ciclón. Tal vez mereció una despedida diferente, pero el destino le tenía reservado un futuro extraordinario, que lo dejaría como uno de los más grandes riverplatenses de todos los tiempos, como jugador y como director técnico. Angelito volvió y desde el banco llevó a su querido club nuevamente a la gloria deportiva.