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Serigrafías cierra y abre al mismo tiempo. Cada autor o autora, transita una búsqueda constante que, si bien es personal, en su trayecto acude con frecuencia a decir lo que otros y otras esperan que digamos y escuchar lo que creemos que se nos dice. La búsqueda se vuelve un espiral y si bien puede parecer que damos vueltas sin provocar acción alguna, obsesionados, egocéntricos, hay en la espiral un símbolo de cambio, de transformación. La tónica estructural del corazón, el oído interno. Poder desandar la espiral escuchando lo que nos pide nuestro interior, soltar, dejar ir para dar lugar a lo nuevo, arriesgar. Cierra una primera etapa de esta búsqueda, las palabras iniciales, el aprendizaje vocacional, la mirada del otro, el sentir del otro, para que pueda arribar otra que está brotando incesante.
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Seitenzahl: 23
Veröffentlichungsjahr: 2025
M. PONTORIERO
M. Pontoriero Serigrafías / M. Pontoriero. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6028-5
1. Poesía. I. Título. CDD A861
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
ilustración de la portada es de Maia Pontoriero @V_0ragine
A modo de introducción
Un íntimo relato
La astucia de la poesía
Lo que calla
Lo que esconde
La virtud del sigilo
No hay donde
Si pudiera tocarte
Distinta distancia
Parado
Lo que siente
No vuelvas todavía
Diez minutos
¿Si amanece en Tanabata?
La casa cansada
Lo que duele
Si hoy no lloro
Aquel tren
Tal vez mañana
Nuestro después
Aún quiere llover
Claro de luz
Te quiero
Queriendo
Vuelvo a vos
Significante
Septiembre de papel
Epílogo
Adioses
A la quietud de conmovernos
“Trabajó para vivir, luego, asimismo para vivir,
pues el corazón también tiene su hambre, amó.”
Victor Hugo
Ya es una costumbre que, apenas termino de escribir y corregir un libro, asoman, tímidamente, los primeros versos del siguiente. Nuevas composiciones a las que, de a poco, se van sumando palabras que han quedado en el camino. Así, celosamente, cada uno de los libros guarda algo del anterior, como una regla que se ha vuelto inquebrantable. Pero eso no es todo. Lugares comunes, Salva el fuego y Serigrafías tienen algo más en común; sus poemas fueron escritos durante el otoño, cuando predominan colores cálidos con simbología de asimilación, actividad e intensidad.
Por lo general, escribir poesía es considerado autorreferencial y en cierta manera lo es. Aunque con frecuencia y con el correr de los libros se afina el sentido en el terreno de la escucha del otro, la otra, los otros, las otras, que son algo así como el corazón de la poesía. Un territorio de escuchas minoritarias, no para hablar por ellos y ellas sino para intentar recrear lo que hemos escuchado, lo que las otras voces nos han dicho, reconocerlo. También es escuchar la voz del monstruo que oprime y lastima en nuestro interior, que reclama, que empuja para ser liberado, una tarea constante que recomenzará las veces que sea necesario. El poeta Juan Gelman escribió “Me gustaría entender a las bestias para entender mi bestia”. Tal vez, en parte, de eso se trate la poesía.