Símbolo de amor - Day Leclaire - E-Book

Símbolo de amor E-Book

Day Leclaire

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Beschreibung

Diandra Montgomery había huido de Verdonia, y de un matrimonio de conveniencia, hacía cinco años. Ahora debe volver a su hogar para defender el honor familiar, ya que un antiguo empleado de palacio amenaza con hacer pública la unión de sus padres, otro matrimonio arreglado. ¿Podrá un anillo misterioso ser la clave para descubrir la verdad sobre la relación de sus padres? Solo hay un hombre que puede ayudarla a encontrar las respuestas que busca: Jonas Tolken, el exnovio al que ella abandonó. Y Jonas está más que dispuesto a ayudarla… por un precio.

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Seitenzahl: 44

Veröffentlichungsjahr: 2017

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Editado por Harlequin Ibérica.

Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Núñez de Balboa, 56

28001 Madrid

 

© 2007 Harlequin Books S.A.

© 2017 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.

Símbolo de amor, n.º 5561 - marzo 2017

Título original: The Royal Affair

Publicada originalmente por Silhouette® Books.

 

Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial.

Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.

Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.

® Harlequin, Harlequin Deseo y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.

® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia.

Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.

Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.

 

I.S.B.N.:978-84-687-9357-3

 

Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.

Índice

 

Portadilla

Créditos

Índice

Capítulo Uno

Capítulo Dos

Capítulo Tres

Capítulo Cuatro

Capítulo Cinco

Capítulo Seis

Capítulo Siete

Capítulo Ocho

Si te ha gustado este libro…

Capítulo Uno

 

No había visto un anillo como ése en toda su vida. El oro viejo de la banda resplandecía bajo las luces, pero lo que más cautivó a Diandra fueron las piedras preciosas.

La sortija tenía varias amatistas procedentes de su tierra natal, Verdonia, muy conocida en todo el mundo por sus exquisitas gemas. Se trataba de las amatistas Celestia, que llevaban el nombre de uno de los principados de Verdonia.

En medio de dos de estas piedras preciosas relucía un diamante rosa. Diandra no había visto rareza semejante en toda su vida.

El anillo le encajaba perfectamente, como si se lo hubieran hecho a medida.

Diandra trató de apartar la vista de aquella joya y miró a su primo, el príncipe Merrick Montgomery.

–No… no lo entiendo –le dijo. ¿De dónde salió esto?

–Mi padre me pidió que te lo diera. Creo que quería dártelo cuando regresaras a Verdonia –levantó la mano de Diandra hacia la luz–. Es preciosa.

–¿Pero por qué querría el rey Stefan…?

–No me dijo de dónde venía, ni tampoco por qué debía dártelo –Merrick frunció el ceño–. No se siente bien. Si no, se lo preguntaría.

Ella sacudió la cabeza.

–No. No. No lo molestes.

–Me dijo que lo ha guardado para ti durante mucho tiempo, y a decir…

–¿Decirme qué?

Merrick esbozó una sonrisa.

–Que este anillo hace realidad los deseos de su dueño.

Diandra contempló la sortija una vez más.

La luz se refractaba en miles de destellos dentro de aquel prisma perfecto.

–¿Crees que…? –dijo emocionada–. ¿Crees que este anillo pertenecía a mi madre?

–Creo que es posible.

–Oh, Merrick. Por fin tengo algo que era de mi madre, que me conecta con ella para siempre… –los ojos se le llenaron de lágrimas.

Ese regalo no podía haber llegado en mejor momento. Quizá el anillo la llevaría hasta las pruebas que necesitaba para desmentir las injurias del libro que Henny, su institutriz de la infancia, estaba escribiendo sobre la familia real. Todo lo que tenía que hacer era interpretar su significado.

–No me extraña que lo haya guardado hasta encontrar el momento adecuado para dármelo. Después de todo, papá era su hermano menor. Eso es algo que un hermano haría por otro. ¿No?

–Claro que sí –Merrick volvió a mirar la joya–. Me preguntó qué secretos encerrará. Parece tan antiguo…

–Me encantaría averiguarlo. A lo mejor el rey Stefan… –su emoción se apagó–. ¿Podrías preguntarle sobre el origen del anillo cuando mejore?

–Le pregunté. Lo siento, Diandra, pero me parece que tendrás que encontrar las respuestas por ti misma.

Un torrente de desesperación recorrió el cuerpo de Diandra. Había una pregunta que siempre había querido hacerle a su madre, una pregunta cuya respuesta podría estar ante sus ojos.

–Tiene que haber una manera –agarró a Merrick del brazo–. Tú eres el máximo representante de la guardia real de Verdonia. Tienes que tener a alguien especializado en este tipo de trabajo… Investigación e identificación… En el museo donde trabajé había algunos expertos en ese tema.

Merrick titubeó y ella insistió.

–Hay alguien. Lo sé por cómo me miras. ¿Quién es?

–No creo que quieras volver a verlo.

–No querrás decir… Es Jonah Tolken. ¿No?

–Es el mejor en su trabajo. Un encargo como éste no le supondría ningún problema. No con sus contactos.

Ella empezó a sacudir la cabeza sin dejarlo terminar.

–No puedo. No puedo volver a verlo.

–Tendrás que hacerlo en algún momento.

Pero aún no era el momento; no hasta que reuniera el valor suficiente para enfrentarse a él después de aquella noche desastrosa.

–Jonah trabaja para ti, ¿no?

Merrick sacudió la cabeza.

–Está a cargo de la guardia personal del príncipe Brandt. Dimitió de la guardia real poco después de marcharte tú.

Diandra sabía que aquello no era verdad.

–No te molestes en hacerlo parecer lo que no es. Yo no me fui. Huí. ¿Estás seguro de que no hay nadie más? Seguro que algún empleado tuyo puede ayudarme con las pesquisas.