Sistema climático y geopolítica - Claudia Andrea García - E-Book

Sistema climático y geopolítica E-Book

Claudia Andrea García

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Beschreibung

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático Copernicus, el mes de julio del 2023 se ha catalogado como el de mayor temperatura promedio mundial desde que se tienen registros. En este marco, Antonio Guterres secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha afirmado que "el clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente". Según el último informe del IPPC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) los científicos están observando cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto, por lo tanto, "la temperatura global podría alcanzar los 1,5º debido a un calentamiento acelerado que se ha producido en los últimos años y como consecuencia de la no reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se produciría un aumento en la intensidad de precipitaciones, olas de calor, inundaciones, aumento del nivel del mar, deshielo y afectaciones a los sistemas agrícolas y de salud". Por lo tanto, nos hemos planteado un interrogante que pretendemos desarrollar en este libro: ¿Cuál es el impacto geopolítico que generan los desequilibrios del sistema climático global? Diversos actores como las grandes potencias, estados, empresas multinacionales, oenegés entre otros, están reorganizando sus acciones estratégicas tanto a nivel global, regional y local para insertarse en el Sistema Global.

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Claudia Andrea García

Sistema climático y geopolítica

Escenario de reordenamiento global

García, Claudia Andrea Sistema climático y geopolítica : escenario de reordenamiento global / Claudia Andrea García. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4549-7

1. Ensayo. I. Título. CDD 327.101

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice

Introducción

Capítulo I Degradación ambiental

Capítulo II Variabilidad climática

Capítulo III Cambio climático y Geopolítica

Capítulo V Crisis climática en Argentina

Capítulo VI Cambio Climático e Inteligencia Artificial

Capítulo VII Proyección de escenarios

Bibliografía

«El cambio climático, si no se controla, es una amenaza urgente para la salud, el suministro de alimentos, la biodiversidad y los medios de vida en todo el mundo»

– John F. Kerry

Introducción

En los últimos meses se ha escuchado permanentemente en los medios de comunicación noticias relacionadas con el cambio climático. Durante el verano 2022 del hemisferio norte hemos quedado sorprendidos con las imágenes relacionadas con las sequías históricas en EE.UU., Europa y China. Ríos como el Rhin, afluentes del Yang Tze y Danubio entre otros, con bajantes históricas. Según la Academia de Ciencias de Baviera, por el incremento en las temperaturas y la reducción de las precipitaciones los glaciares de Alemania podrían desaparecer en 15 años.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático Copernicus, el mes de julio del 2023 se ha catalogado como el de mayor temperatura promedio mundial desde que se tienen registros. En este marco Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha afirmado que “el clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente”.

Según el último informe del IPPC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) los científicos están observando cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto” por lo tanto, la temperatura global podría alcanzar los 1,5 ºC debido a un calentamiento acelerado que se ha producido en los últimos años y como consecuencia de la no reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se producirían un aumento en la intensidad de precipitaciones, olas de calor, inundaciones, aumento del nivel del mar, deshielo y afectaciones a los sistemas agrícolas y de salud”.

Entre tanto, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterrez, advierte a los miembros del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China y Francia) que “ninguna región del mundo es inmune a los peores impactos climáticos y que la ventana de oportunidad para prevenir este grave problema para la humanidad se está cerrando” (Noticas ONU, 2021).

El Foro Económico Mundial en su Edición 17 del Informe de Riesgos Globales 2022 estableció a los riesgos ambientales –”fracaso de la acción climática”, “clima extremo”, “pérdida de biodiversidad”– como la mayor preocupación en un escenario de proyección a diez años. Dicho informe fue elaborado en base a la opinión de 12.000 especialistas obtenido por medio de la Encuesta de Opinión Ejecutiva del Foro Económico Mundial (Cronista, 2022).

En este contexto nos preguntamos cómo serán nuestras vidas, la de nuestros hijos y las de sus hijos en las próximas décadas. Evidentemente no demasiado tranquilas. Por lo tanto, nos hemos planteado un interrogante que pretendemos desarrollar en este libro: ¿Cuál es el impacto geopolítico que generan los desequilibrios del sistema climático global?

Cuando hablamos de geopolítica nos referimos a las relaciones de poder que mantienen los diferentes actores sociales (empresas transnacionales, estados, oenegés, crimen organizado, grupos terroristas, población, etc.) sobre el espacio geográfico global. Para tratar de responderlo, realizaremos una revisión bibliográfica especializada en el tema en base a revistas científicas, portales especializados, documentos oficiales, documentales, informes, diarios, entre otros.

El objetivo de este trabajo es brindar una síntesis del panorama global acerca del escenario que plantea el sistema climático en el marco de cambio climático y su impronta geopolítica en el espacio geográfico.

Para acercarnos a dicho objetivo definiremos sintéticamente los elementos del sistema como la atmósfera, litósfera, hidrósfera y la biósfera. Además, explicaremos qué es la crisis climática y describiremos brevemente las características aún en discusión del Antropoceno, es decir, una nueva Era Geológica surgida del impacto del hombre sobre la Tierra.

Explicaremos en qué consisten los fenómenos de variabilidad climática como los eventos El Niño y La Niña, El Dipolo Indio, la Oscilación Antártica, entre otras y sus teleconexiones y cómo se relacionan con el calentamiento global antropogénico. En base a dicho escenario describiremos la relación y el impacto del sistema climático en la Geopolítica. Para ello tomaremos algunos estudios de caso como evidencia de dicha interrelación.

Mención especial de dicho impacto es el caso argentino.

Nos acercamos a la relación que se estaría produciendo entre la Inteligencia Artificial (IA) y la crisis climática. Y para finalizar, basándonos en algunos estudios sólidos que se han realizado a la fecha proyectamos algunos escenarios junto a algunas estrategias de adaptación y mitigación.

Este trabajo busca sintetizar el tema, hacerlo comprensible y que sea de utilidad para comenzar a plantearnos y adaptarnos a las nuevas realidades que se nos están presentando y se nos avecinan.

Capítulo I

Degradación ambiental

¿Qué es el ambiente?
Naturaleza y Sociedad

“La naturaleza conoce un proceso de humanización cada vez mayor. Gana a cada paso elementos que son resultado de la cultura. Se torna cada día más culturizada, más artificial, más humanizada.

El proceso de culturización de la naturaleza se torna, cada vez más, el proceso de su tecnificación. Las técnicas se van incorporando a la naturaleza y esta queda cada vez más socializada, pues es, cada día más, el resultado del trabajo de un mayor número de personas. En el proceso de desarrollo humano no hay una separación del hombre y de la naturaleza. La naturaleza se socializa y el hombre se naturaliza” (Santos, 1998)1.

La relación entre sociedad y naturaleza se produce en el ambiente, es decir, en el espacio donde confluyen los elementos biológicos, naturales y humanos, y a sus interrelaciones que dan singularidad a una porción de la superficie terrestre (Bachman, 2008).

¿Cómo se construyen los ambientes?

La ciencia estudia sistemas, esto es, diversos elementos que se relacionan entre sí. En el caso que nos convoca, nuestro sistema es el ambiente global formado por elementos naturales como la Litósfera (esfera sólida), Hidrósfera (esfera líquida), Atmósfera (esfera gaseosa) y Biósfera (esfera de vida).

La litósfera está formada por bloques sólidos de la corteza terrestre denominadas placas tectónicas. Serían como planchas de telgopor apoyadas sobre el agua de una piscina.

Se encuentran en constante movimiento debido a que están apoyadas en el magma (roca fundida). Dicha circulación se produce por las denominadas corrientes convectivas, una especie de flujos circulares originados por las altísimas temperaturas y presión que se origina en el interior de la Tierra.

Los continentes como América, África, Asia, Europa, Oceanía y Antártica más los lechos marinos de los diferentes océanos (Atlántico, Pacífico, Índico, Ártico y Antártico) de la Tierra forman parte de esta esfera.

La Hidrósfera está conformada por el sistema de aguas en diferentes estados, es decir, sólido (hielo, nieve), líquido (ríos lagos lagunas, mares, acuíferos) y gaseoso (vapor de agua que conforman las nubes) que se ubican por encima y debajo de la Tierra. Ocupa aproximadamente el 71 % de su superficie, de ella el 97 % es salada y el 3 % dulce donde una gran parte se encuentra en estado sólido en las masas de hielo en el Ártico, Antártida y altas montañas.

La Atmósfera es la capa gaseosa que rodea a la Tierra y se encuentra adherida a ella por acción de la gravedad. La podemos representar como una naranja, donde la cáscara es la atmósfera y el resto de la fruta representa a la Tierra.

En condiciones normales, o sea, sin contaminación, está formada por gases como 78 % de nitrógeno, 21 % de oxígeno, 1 % gases raros (neón, freón, metano, dióxido de carbono, etc.) además de partículas sólidas como el polen, cenizas volcánicas y vapor de agua.

A la Biósfera se la denomina esfera de vida ya que es un sistema compuesto por elementos naturales como fauna (animales), flora (vegetales) y seres humanos. Estas esferas relacionadas entre sí dan origen a los ambientes.

La diversidad ambiental dependerá de la variedad de condiciones naturales que la contenga. El clima, formas de relieve (montañas, mesetas, llanuras) y la vegetación son criterios que adoptan las diferentes clasificaciones, dependerá del énfasis que se otorgue a dichos elementos.

A la vegetación se la considera como elemento central ya que es la parte más notable de los aspectos que los califican y dan origen a los biomas que se modifican y transforman en ambientes cuando las sociedades interaccionan y se transforman en escenarios “sociales”. En este contexto una de las clasificaciones tiene que ver con los tipos de clima, establecidos por las diferencias de temperatura según la latitud (distancia de un punto al paralelo del Ecuador). De esta manera surgen ambientes tropicales, templados y fríos.

Si además le sumamos la influencia del relieve y precipitaciones surgirán ambientes desérticos y de alta montaña (Flores, Maraschio, Kuper; 2009: 19).

Como mencionamos precedentemente, el ambiente se construye sobre una base natural y de interacción social. Esta es la resultante de la valorización de los recursos naturales (agua, petróleo, suelo, minerales, etc.) para la satisfacción de las diferentes necesidades cuya intersección facilita su construcción.

En este marco se inserta el sistema climático, integrado por los subsistemas que mencionamos precedentemente como la atmósfera, hidrósfera, agregamos la criósfera o esfera de hielo, es decir, glaciares, permafrost y masas de hielo del Ártico y Antártida.

Dicho sistema es el resultado del equilibrio entre estos componentes. Si sumamos la energía solar recibida y las actividades antropogénicas o sea, las realizadas por el hombre, el resultado es el denominado Sistema Global que en la actualidad se evidencia desequilibrado donde la resultante es el calentamiento global antropogénico.

Figura 1: Sistema climático global

Fuente: IPCC. Obtenido de CIIFEN.

El funcionamiento de este sistema se debe a la interacción entre la atmósfera y el océano. En este marco encontramos a uno de los principales elementos del clima, en otras palabras, el viento.

En la capa inferior de la atmósfera denominada tropósfera, se producen movimientos de aire en sentido vertical y horizontal. Dicha circulación se genera por las diferencias de temperatura y presión entre dos áreas divergentes. O sea, de un anticiclón –formado por alta presión y baja temperatura– y se dirigen hacia un ciclón –compuesto por alta temperatura y baja presión. Podríamos ejemplificarlo mediante una aspiradora.

Cuando la temperatura del aire es alta, el aire es más liviano, por lo tanto, ejerce menor peso sobre la superficie terrestre, es decir, la presión atmosférica es baja. Se ha generado un centro ciclónico que tiene la característica de atraer vientos.

Por otra parte, cuando la temperatura del aire es baja, el aire frío es más pesado. A saber, ejerce mayor peso o presión atmosférica sobre la superficie terrestre, es decir, se ha generado un centro de alta presión atmosférica. Dichos centros originan movimientos del aire en sentido horizontal, es decir, los vientos.

Las masas de aire relativamente cálidas generan las corrientes ascendentes. Las de aire relativamente frío las descendentes. Ambas en sentido vertical.

Figura 2: Sistema de vientos. Fuente: Oscar Dolling. Obtenido de octubre/73, edición Nº32, año V, julio de 2017

La distribución de los centros ciclónicos y anticiclónicos define el rumbo de los vientos que es particularmente distorsionada por la rotación de la Tierra.

La persistencia, el viraje periódico y las posiciones locales de los centros de alta presión o anticiclones nos permiten clasificarlos en Permanentes como los Alisios. Estacionales como los Monzones y Locales como el Zonda o el Pampero en América del Sur.

La ubicación de los ciclones y anticiclones en la Tierra nos permite definir dos zonas:

Una ecuatorial de baja presión atmosférica cuyas altas temperaturas originan corrientes de aire ascendentes.

Otra subtropical originada por el descenso de las masas de aire que ascendieron en la faja ecuatorial, que al enfriarse se dirigieren hacia latitudes subtropicales.

Estos movimientos de masas de aire desde la franja subtropical hacia la ecuatorial producen los vientos Alisios. Estrellas destacadas en la generación de los eventos de variabilidad climática como El Niño y La Niña.

Si nos referimos a los vientos estacionales como los Monzones –localizados en el continente asiático– cuyo origen lo hemos de encontrar en los cambios térmicos estacionales de las grandes masas de tierra emergidas como los continentes.

Es de destacar, durante el verano del hemisferio norte en el centro de Asia, se forma un ciclón debido al calentamiento del continente que atraerá a las masas de aire del anticiclón del océano Índico. Por el contrario, en invierno, sobre el continente, se generará un anticiclón debido al enfriamiento de la tierra que dirigirá las masas de aire hacia el ciclón de las zonas marítimas.

Tanto los vientos Alisios como los Monzones son grandes protagonistas de diferentes eventos que se generan en el sistema climático y proyectan su impacto en el ambiente con las consecuentes inestabilidades a nivel ambiental, geopolítico, etc.

En cuanto a los vientos locales, de repercusión limitada, proceden de acuerdo con las condiciones meteorológicas y geográficas de la zona en que soplan.

El océano es el otro elemento protagonista de la interacción en el sistema climático global. Dentro de los movimientos de las aguas del mar encontramos a las corrientes marinas que son desplazamientos permanentes de las masas de agua oceánica que se dirigen siempre en la misma dirección, es decir, son como ríos que surcan el océano.

Se generan debido al calentamiento desigual del Sol sobre la superficie terrestre como consecuencia de la esfericidad de la Tierra. Por lo tanto, la temperatura es más intensa en la zona del Ecuador y disminuye hacia los polos. Como en la zona ecuatorial la temperatura es más elevada el agua caliente tiende a dilatarse y a hacerse menos pesada que el agua fría.

En los polos, el agua fría es más pesada, por lo tanto, se hunde y dirige hacia el Ecuador para reemplazarla. A saber, las aguas con mayor temperatura se dirigen hacia las zonas polares en las capas superficiales del océano. Y las de las zonas polares se desplazan en profundidad hacia las zonas cálidas. Dicho gráfico es alterado por los vientos permanentes que se desplazan sobre la superficie terrestre.

La rotación de la Tierra desempeña un rol destacado en este proceso ya que el aire y las aguas del océano se dirigen hacia la derecha en el hemisferio Norte y hacia la izquierda en el Sur.

En síntesis, los vientos permanentes, la rotación de la Tierra y el diferente peso de las aguas generan el sistema de corrientes marinas.

Figura 3: Corrientes marinas globales. Fuente: El Orden Mundial.

En el sistema climático es de destacar la función de la denominada “circulación termohalina” o “Correa Transportadora” que cumple el papel de regular la temperatura global, es decir, temperatura entre zonas marinas cálidas hacia las zonas marinas polares.

¿Qué es la degradación ambiental?

La “degradación ambiental”, es la transformación mediante la cual se deteriora el medio ambiente natural debido al desarrollo provocado por la naturaleza o el impacto generado por las actividades del hombre, es decir, antropogénico.