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Recuperándose de una ruptura, Alicia decide ir a una celebración de verano con su mejor amigo Alex. En el camino, Alicia comienza a ver a su amigo de la infancia de una manera que nunca antes se había permitido. ¿Cómo se sentiría su cuerpo, sus labios? Pero Alex tiene novia. Sin embargo, cuando llegan a la fiesta, todos se portan muy amable. Más que amigable, en realidad ... será una noche de verano para recordar.-
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Seitenzahl: 29
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Katja Slonawski
LUST
Solsticio de verano
Original title:
Midsommarnatt - erotisk novell
Translated by Begoña Romero
Copyright © 2019 Katja Slonawski, 2020 LUST, Copenhagen.
All rights reserved ISBN 9788726205954
1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0
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La conocida canción que tronaba por los altavoces del coche transportó a Alicia al último día de clase y al comienzo de las vacaciones de verano, muchos años atrás. Alex había estado tarareándola un rato para luego ponerse a dar golpecitos en el volante al ritmo de la música, algo desacompasado. En el interior del vehículo hacía un calor infernal y, aunque llevaban ambas ventanillas bajadas para que circulara un poco de aire, apenas se notaba la diferencia. A pesar de que habían salido de casa antes de las nueve de la mañana, la cola para el ferri era ya inacabable. En la costa, la gente desempolvaba las barcas para acercarse hasta el archipiélago a celebrar el solsticio de verano. Pero a aquellos que no tenían barca no les quedaba otra opción que el ferri, que solo tenía espacio para un número limitado de coches por trayecto, así que el viaje acababa convirtiéndose en una larga y pesada travesía. Habían ido charlando a ratos, y Alex había tratado de abordar con delicadeza aquel espinoso tema, pero todas las veces acababa dando marcha atrás con determinación. Tenía muy claro que quería ayudar, lo que no sabía era exactamente cómo.
—Pero será genial celebrar el solsticio de verano en una isla de verdad, idílica, en el archipiélago —comentó de pasada, como si no esperase respuesta.
Alicia respondió con un ¡hum! y miró Instagram en el móvil por enésima vez. Alex echó un rápido vistazo y frunció la nariz.
—¿No te parece que hoy ya has pasado suficiente tiempo en Instagram? —la recriminó.
—¡Nop! —respondió Alicia de malos modos, pero cerrando la aplicación de todas maneras.
—Bueno, ya sabes dónde me tienes si necesitas hablar —respondió Alex sin demasiada convicción.
—Ya —replicó Alicia con brusquedad.