Somos o estamos - López de Guereñu Ricardo Urresti - E-Book

Somos o estamos E-Book

López de Guereñu Ricardo Urresti

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Beschreibung

Somos o estamos nos adentra, a través de su protagonista Yridio, en un mundo de utopías e ilusiones que el ser humano persigue y anhela alcanzar, a la par que incide en la más dramática de las realidades: el triunfo de lo negativo sobre lo positivo, del mal sobre el bien, del egoísmo sobre la unión de las personas…, puede suponer también la destrucción absoluta de nuestro mundo y, lo que es peor, la aniquilación de la propia humanidad.
Como el autor explica: «Con memorias de hace veintisiete años y con mis largas experiencias vividas en todos mis años de vida laboral, he sentido muchas ilusiones y utopías que espero que, en un largo tiempo, se convertirán en la más pura realidad. Nuestro mundo está evolucionando hacia una nueva era que podemos destruir con nuevas y negativas realidades obligadas a conocer y superar».

Ricardo López de Guereñu Urresti nació el 10 de julio de 1933 en Getxo (Vizcaya, España). Realizó la carrera de Derecho en Madrid. Al ingresar en el mundo laboral, trabajó en una empresa aragonesa de alimentación y más tarde, durante siete años, en el área comercial de Rank Xerox España, donde alcanzó el cargo de jefe del departamento. Sus familias empresariales siempre fueron sus ideales modelos laborales para seguir y respetar sus experiencias después de la Guerra Civil española y luego del repetido enfrentamiento mundial. Tras esta etapa, se le abrieron nuevas y deseadas ilusiones, lo que le llevó a despedirse de su admirada entidad angloamericana y, junto a compañeros y amigos, fundar la empresa CTD S. A. (Centro de Tratamiento de la Documentación S. A.). Tras años de quiebra total, CTD consiguió salir de los números rojos y a través de las relaciones comerciales europeas y por su buen hacer, se solicitó que CTD abriese durante unos años una nueva sede en Holanda. La compañía australiana Brambles Recall, después de doce años de intentar la compra de CTD, lo consiguió cuando el autor cumplía su edad de retiro oficial, y en 2020 CTD sería adquirida por la empresa americana Iron Mountain España. El autor tuvo la alegría, veinticinco años después de su retiro, de celebrar un fraternal homenaje a su persona con los antiguos dos, a quienes nunca olvidará.
 

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Ricardo López de Guereñu Urresti

Somos o estamos

 

 

 

© 2023 Europa Ediciones | Madrid www.grupoeditorialeuropa.es

 

ISBN 9791220137942

I edición: Junio de 2023

Depósito legal: M-10954-2023

Distribuidor para las librerías: CAL Málaga S.L.

Impreso para Italia por Rotomail Italia S.p.A. -

Vignate (MI)

Stampato in Italia presso Rotomail Italia S.p.A. -

Vignate (MI)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Somos o estamos

PRÓLOGO

A lo largo de mi larga vida, en muy cortos plazos de tiempo, hemos conocido tantas y tan novedosas evoluciones como nunca nuestro mundo pudo soñar.

Conocimos las esencias de la materia compuesta de átomos, que con la fusión de algunos de sus componentes los convertimos en pura e infinita energía.

Acortamos los espacios en nuestra Tierra con vuelos que dejan a nuestro planeta totalmente descubierto y conocido.

Navegamos nuestros mares llenos de hoteles flotantes, hambrientos de visitar nuevos destinos que conocer y disfrutar. Buceamos por los fondos marinos como nunca sospechamos conquistar.

Flotamos sin gravedad por los cielos de nuestro universo por conocer y asimilar. Alucinamos poniendo nuestros pies en la luna, que nos recibe con el saludo de una posible y futura hermandad. Lanzamos satélites inteligentes que nos ayudan a estudiar nuestro mundo pequeño y nuestras galaxias dispuestas a dejarse investigar.

Vivimos con milagrosos conocimientos y curaciones de nuestros cuerpos y conocemos nuevas pandemias que sufrir y vacunar. Logramos novedosas operaciones, trasplantes y medicamentos que nos ayudan a vivir duramente y lentamente progresar.

Conseguimos saber que todo nuestro pequeño mundo, con sus medios actuales, se siente libre de producir y comerciar en todas sus tierras fáciles y difíciles de alcanzar.

En nuestros días disfrutamos de novedosas informáticas con potentes ordenadores inteligentes, en constante e imparable evolución. Sus avances se viven rápidos y nos son difíciles de amortizar.

Gozamos de televisiones que, ampliando conocimientos y noticias inmediatas, nos acercan a todas nuestras tierras, incluidas las más lejanas y poco fáciles de visitar.

Disponemos de teléfonos móviles con los que nuestros mundos siempre están abiertos en toda su extensión terrenal.

Soñamos que una nueva cultura mundial consiguiera unificar sus diferentes religiones actuales, para que, conociendo y respetando otras vidas planetarias, acerquemos nuestras limpias almas a los divinos destinos de nuestro Dios Creador.

Vivimos los imparables adelantos conseguidos y concebidos para crecer con la más amplia y limpia honestidad. Debemos aceptar y mantener como obligatorias todas las posibles novedades que nuestro universo positivo nos pudiera ofrecer y respetar.

Soy optimista y sé que las utopías serán lentas, duras y algunas difíciles de superar. Aseguro que con sus tiempos llegarán a sentirse realidad y nos salvaremos de nuestra posible y amarga destrucción final.

Llegaremos a vivir felices e ilusionados con todo lo bueno y positivo, eliminando lo negativo y tristemente terminal.

Este es un texto sugerido para leer y pensar. Es un libro con muchas utopías que conseguir y con las muchas y positivas alegrías que sentir y disfrutar.

CAPÍTULO PRIMERO. MI ALMA DESNUDA VIVE UNA NUEVA VIDA LLENA DE ILUSIONES Y ESPERANZAS

Siento una sosegada sensación de paz y percibo con claridad una nueva vida que deja a mi alma sorprendida, ilusionada y real. Mis recuerdos los vivo como presentes y plenos de sentimientos positivos. Me siento ligero y sin sombras y me confundo con miles de espíritus que volamos hacia un destino incierto y cabal. Mi alma, confundida y alucinada, sueña ahora con justas vivencias que conocer y disfrutar.

Allá, en un fondo de mayor lejanía con mi cuerpo perdido, aprecio la extraña visión de un inmenso torbellino que, ávido de espíritus vivientes, engulle materias caducas y vivaces energías del inmenso universo que nos acoge.

Soy Yridio y mi mayor deseo es saber que, sintiendo que soy, ya no sé si estoy. Me encuentro espiritualmente vivo en medio de una creciente compañía de otras almas, buscadoras de futuros destinos difíciles de imaginar. Me alegro de ver unos sosegados espíritus plenos de luz, que sienten felices ilusiones posibles de alcanzar. Contemplo también a otras almas hartas de tristes llantos, que buscan caminos prohibidos imposibles de evadir y eliminar. Sus vidas negativas las sospecho plenas de oscuras ambiciones vestidas de un posible y amargo final.

Camino sin caminar y comienzo a sentir una desconocida y confortable sensación. Siento que una singular energía novedosa me separa de aquellos infinitos espíritus, que flotan hacia un destino incierto y seguramente cumplidor. Curioso y emocionado, me encuentro solo con un singular horizonte distinto y solitario. Mi alma, con tintes de elegido y de agradecido espectador, me regala una acogedora sensación con la que aprecio que todo lo que siento escapa a mi inteligencia y razonable comprensión.

Sorprendido con mi obediente caminar, nuestros cuerpos nacen, viven, se desarrollan y mueren. Me pregunto qué puede suceder a nuestras vidas liberadas de sus materias temporales.

¿Somos o simplemente estamos? ¿Por qué y para qué vivimos y sufrimos con la obligada libertad de elegir entre el bien y el mal…? ¿Somos solo los medios de Dios, creados para superar y eliminar los elementos ajenos a sus propias y divinas esencias? No encuentro unas claras respuestas con las que pudiera soñar. Sé que soy, pero siento que no sé si ya no estoy.

Un suave resplandor ya cerca de mí me atrae con una muy agradable sutileza y me invita a presentir nítidas respuestas a mi mente confundida. Con mi gozoso caminar tras la viva luz que me ilumina, alcanzo a disfrutar de un grato y espiritual aliento cercano. Siento que una nueva calma acariciante regala, a mi alma desnuda, una paz llena de un limpio amor nuevo y generoso. Mi gozo se me hace tan inimaginable que lo vivo como un nuevo y feliz encuentro dulcemente emocionado.

—Yridio, soy Karidia, un limpio espíritu de la Energía que va a iluminar tu alma esperanzada. Soy un ángel que guardará tu vida y a tu alma confundida. Estoy también contigo para que pudieras abrirte a los nuevos horizontes, con los que vosotros, los humanos de un mundo adelantado, lograréis evolucionar hacia un futuro de mayor claridad y de anheladas esperanzas cumplidas.

»Esta ha sido la causa real desde nuestro Reino de la Energía, creado por Dios para que, con vuestros esfuerzos y nuestros apoyos, podamos gozar de las esencias de nuestro divino Creador. Presiento tus pensamientos y las inquietudes con las que vive vuestro mundo sufridor. Soy consciente de tus dudas y de tus deseos de conocer los interrogantes que se plantean en tu alma ilusionada. Quiero abrirte los caminos de comprensión para que así pudieras gozarte con las respuestas que buscas y que otros humanos como tú sigan buscando nuevas evoluciones en vuestros dudosos y siempre inquisidores tiempos.

»Llámame Karidia con la seguridad de que abriré tu alma inquieta y plena de alarmas que apagar.

Sorprendido, siento a Karidia llena de una energía iluminada, con un espíritu colmado de una inconfundible generosidad y de un entrañable amor, limpio y libre de impensables sentimientos. Mi alma plena de alegrías se siente con la más dulce de las novedades que pudiera esperar.

Me pregunto una vez más cuáles y cuántos serán los porqués de nuestros orígenes y de nuestros destinos, en este universo infinito que nos acoge y nos da la vida y también una muerte segura y real.

Karidia, llena de un celeste encanto espiritual, se ilumina y me consuela con una inmensa dulzura casi imposible de imaginar.

—Estoy leyendo tus pensamientos y siento que sientes cómo mis promesas van a cumplirse y hacerse realidad. Haremos camino al andar y tus interrogantes vacíos de luz se iluminarán borrando tus inquietudes nacidas para olvidar. Nuestros espíritus fueron, desde nuestro Reino de la Energía, los obligados creadores de vuestro origen terrenal. Nacisteis vestidos de libres inteligencias para convertiros en los seres artífices de las duras conquistas que unidos deberemos de conquistar.

—Sí, mi querida Karidia. Es completamente cierto que siempre he tenido y tenemos todos los humanos una sublime inclinación para la conquista de lo que estimamos positivo y conseguir la completa desaparición de lo negativo. Me queda claro que la razón, que es la luz de nuestras almas, nos lleva a preguntar los porqués de nuestras complejas existencias y a conocer todos los infinitos mundos que existen y nos rodean en este nuestro inmenso universo aún desconocido.

Sorprendido continué sin poder contener la enorme ansiedad de mi espíritu abierto y esperanzado.

—Mi deseo es conocer cuáles fueron los reales motivos para la creación de este milagroso universo tan grandioso, oscuro e iluminado. ¿Y nosotros? Nosotros no somos más que un minúsculo granito de arena, perdido en un inmenso desierto pleno de luces y de estrellas infinitas. ¿Estamos solos en un cielo vacío de otras almas y de otros cuerpos pensantes tan lejanos y difíciles de conocer?

—Mi querido Yridio, debes ya de saber que la soledad no es privilegio de vuestro mundo conocido. No vivís solos y perdidos en este nuestro inmenso universo lleno de vida. Giran en sus órbitas millones de planetas con una igual y obligada evolución, para conseguir la divina bondad tan exigente y positiva como la propia y pura esencia de Dios

Me encuentro y la encuentro. Me siento y la siento radiante e iluminada con todo el cariño de un espíritu colmado de ilusión y complacencia. La admiro lleno de una muy entrañable satisfacción que con la mayor de las delicadezas… me confiesa:

—Solo para ti estoy aquí contigo y también me encuentro feliz con tu presencia. Tus y mis deseos van a cumplirse. Viviremos juntos y en armonía el camino de las luces señaladas. Comenzarán a difuminarse tus inquietudes y nos apoyaremos mutuamente dando pasos uno a uno, obligándote a pensar, entender y asimilar aquellos enigmas que te planteas.

»En otros mundos en los que vivirás con sus nuevas experiencias, conocerás cómo sus conquistas serán dignas para lograr y asimilar vuestros nuevos y honestos senderos con felices futuros que conseguir y disfrutar.

—Gracias, muchas gracias, querida Karidia. Soy persona profundamente agradecida porque me siento vivo en esta otra nueva vida desconocida y diferente. Intuyo, con una grande ilusión, que vienes abriendo mi alma a unos muy nuevos horizontes que desconozco. Confío en que serás mi guía generosa hacia un destino de grandes y avanzadas sabidurías, tan necesarias para nuestro mundo hoy triste y apenado. Quiero decirte que lo que vengo contemplando me tiene abrumado y con una sensación de paz y de felicidad nunca soñada. Siento que me abres el mejor de los caminos y que serás el sosiego más confortable que ha conocido mi alma ilusionada.

—Yridio, nos hemos separado de aquella multitud de almas porque nuestro camino será distinto y diferente. Vivirás de nuevo con tu cuerpo en otro mundo más evolucionado y atractivo para el seguro disfrute de tu mente inquisidora.

Con su espíritu iluminado, Karidia me dirige una etérea sonrisa de pícara intención al sentirme profundamente emocionado.

—Y ahora, Yridio, te pido me disculpes, pero quiero empezar diciéndote cómo vieron la luz nuestras y vuestras existencias naturales. Pondré en tu claro conocimiento los orígenes de nuestras y vuestras vidas nacidas y vividas en nuestro divino Reino de la Energía.

»Dios, como Ser Supremo amplio y conformado con su divina visión, nos creó y aún no llegamos a conocerlo en todas sus infinitas esencias vitales. Se nos dieron nuestras capacidades de generoso intelecto, con una amplitud infinita y cargada de obligadas razones para alcanzar los divinos destinos de nuestro Dios Creador.

»Nosotros, como partícipes hijos de la Energía, somos como vosotros parte de Dios para dar la mayor satisfacción a nuestros espíritus cumplidores. Llegamos a nuestro reino definiendo a Dios desde una muy amplia escala parcial de sus esencias más profundas. Comenzamos con una indudable y segura fe, al saber que el Ser Supremo, creador de nuestro Reino de la Energía, no podía ser otro que el Dios del Todo más Absoluto. Este conocimiento nos condujo a conocer que en Él se configuran todas sus cualidades positivas y sus esencias más profundas. Nacimos como contrapunto para eliminar la totalidad de las vivencias negativas que solo son, están y viven con sus propias existencias perecederas.