5,49 €
¿La procrastinación, las distracciones y el agotamiento están obstaculizando tu progreso en los ámbitos personal y profesional?
¿Estás cansado de luchar constantemente contra los desafíos del TDAH en adultos?
¿Encuentras difícil mantenerte enfocado, administrar el tiempo de manera efectiva y regular tus emociones?
En este libro, "TDAH y Focalización", Eric Holt presenta una guía completa repleta de técnicas probadas que transformarán tu vida.
Descubre estrategias efectivas para entender y manejar el TDAH en adultos. Aprende sobre el impacto del TDAH en tu vida y explora procesos de diagnóstico para asegurar una evaluación y apoyo adecuados.
¡Pero eso no es todo! También encontrarás:
- Técnicas probadas para mejorar la autodisciplina y aumentar la productividad: aprende a establecer objetivos claros, establecer rutinas efectivas y mantenerte motivado para lograr realizar tus tareas.
- Estrategias para una gestión efectiva del tiempo y minimizar las distracciones: descubre formas efectivas de priorizar tareas, planificar tu horario y aprovechar al máximo tu tiempo.
- Métodos para regular las emociones: descubre prácticas de autocuidado que apoyan tu bienestar y te ayudan a enfrentar los desafíos del TDAH.
- Ideas para prosperar en tus relaciones y en el trabajo con el TDAH: explora técnicas efectivas de comunicación, habilidades de resolución de conflictos y fomento del entendimiento mutuo.
- Trucos mentales para mejorar la concentración y la claridad mental: descubre ejercicios de visualización para potenciar tus habilidades cognitivas y optimizar tu rendimiento general.
- Soluciones para vencer la procrastinación y crear hábitos productivos: aprende técnicas efectivas para aumentar la motivación, incrementar la productividad y mantenerte enfocado.
¡Y mucho más!
No permitas que el TDAH defina tu vida. Imagina una vida en la que posees las herramientas para manejar los síntomas del TDAH, mantener el enfoque, alcanzar tus metas y experimentar una mayor satisfacción.
Di adiós a la procrastinación, las distracciones y el agotamiento, y dale la bienvenida a una vida de enfoque, productividad y éxito ¡adquiriendo tu copia hoy mismo!
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 179
Veröffentlichungsjahr: 2023
Copyright © 2023 por Eric Holt
Reservados todos los derechos.
No es legal reproducir, duplicar o transmitir ninguna parte de este documento en medios electrónicos o en formato impreso. La grabación de esta publicación está estrictamente prohibida y no se permite el almacenamiento de este documento a menos que cuente con el permiso por escrito del editor, excepto para el uso de citas breves en una reseña de un libro.
Concentrarte en el trabajo es complicado; te distraes y despistas fácilmente, te cuesta administrar tu tiempo y no puedes enfocarte durante el tiempo suficiente. Si algo de lo anterior te suena, no estás solo.
Según los estudios, el 2,5% de los adultos y el 8,4% de los niños padecen TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Es un trastorno frecuente que afecta tanto a adultos como a niños. Entre sus síntomas más comunes se incluyen el estar inquieto o agitado, hablar en exceso, dificultad para relajarse o divertirse tranquilamente y dificultad para permanecer sentado. Esto también puede causar rabietas o estallidos de ira provocados por no poder controlar las emociones fuertes. Es fundamental recordar que la impulsividad, la hiperactividad y los síntomas de falta de atención, no necesariamente indican TDAH.
Realizar tus pagos a tiempo, gestionar tus obligaciones familiares, profesionales y sociales, y mantenerte al día con todo lo demás puede ser difícil si padeces TDAH, también llamado TDA. Los adultos con TDAH pueden presentar dificultades en todas las facetas de la vida, incluidas las relaciones en el hogar, el trabajo y la salud. La postergación de tareas, la dificultad para cumplir los plazos y el comportamiento impulsivo pueden deberse a sus síntomas. Además, puedes llegar a pensar que tus seres queridos no comprenden los retos a los que te enfrentas.
Afortunadamente, hay métodos que puedes aprender para controlar los síntomas del TDAH. Puedes desarrollar rutinas que mejoren tu capacidad para funcionar de manera más eficiente, organizarte e interactuar con la gente. También puedes aprender a reconocer tus habilidades y aprovecharlas. Ayudarte a ti mismo puede implicar explicar a los demás por lo que estás pasando.
No obstante, el cambio no se producirá de la noche a la mañana. Este enfoque de autoayuda para el TDAH requiere constancia, resistencia y, lo que es más importante, una perspectiva positiva. El uso de estas estrategias aumentará tu autoestima y te hará más productivo, organizado y responsable. Creamos esta guía para ayudarte a comprender el TDAH de principio a fin porque actualmente los adultos son el grupo de edad que obtiene diagnósticos a un ritmo más rápido (hasta el punto en que a algunos especialistas les preocupa que se pueda hacer un diagnóstico erróneo). Comencemos.
Transforma el TDAH en una fortaleza—Impulsa tu enfoque y productividad
¿Sientes que el TDAH te impide alcanzar tu verdadero potencial? Manejar las responsabilidades diarias de por sí es un desafío, pero cuando tu mente va en diferentes direcciones, mantener el rumbo puede parecer casi imposible. Las dificultades para concentrarte, los plazos incumplidos y los problemas de control emocional pueden convertir al TDAH en un obstáculo constante.
Para muchos adultos con TDAH, las estrategias tradicionales de productividad y gestión del tiempo suelen quedarse cortas. Quieres alcanzar tus metas, pero las distracciones y el caos constantes dificultan el enfoque. Aunque el TDAH puede aportar una creatividad y energía únicas, sin las herramientas adecuadas es fácil caer en un ciclo frustrante de agotamiento.
Liberarte de este patrón comienza con comprender cómo funciona tu mente. Nuestro cuestionario gratuito, "¿Cuál es tu arquetipo psicológico?", revela los patrones únicos que influyen en tu comportamiento, brindándote información para aprovechar tus fortalezas y gestionar los desafíos específicos que presenta el TDAH.
No dejes que el TDAH dicte tu futuro. Realiza el cuestionario hoy en quiz.mejorarlo.com y descubre estrategias para mejorar tu enfoque, disciplina y productividad. Comienza a convertir los desafíos en oportunidades de crecimiento ahora.
En la actualidad, a los adultos se les diagnostica el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o Trastorno por Déficit de Atención (TDA) más a menudo y a veces muy tarde. ¿Cuáles son los efectos en las personas que padecen este trastorno y qué tipo de ayuda puede proporcionarles el médico o el farmacéutico?
Para la gente de cierta edad, el TDAH es sinónimo de niños hiperactivos que a generalmente son estadounidenses y toman Ritalina. Por lo tanto, les sorprende que comportamientos peculiares que habían manifestado durante toda su vida se diagnostiquen como TDAH, una condición neurodiversa. En contra de la creencia popular, existen más personas que encajan en esta categoría.
¿Cuántas, entonces?
De acuerdo con las estadísticas oficiales, en los últimos cuatro años ha aumentado drásticamente en los Estados Unidos el número de personas a las que se les prescribe medicación para el TDAH, incrementándose el tratamiento de esta afección en un 80%. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman también que la prevalencia del TDAH en adultos estadounidenses oscila entre el 3 y el 4%, con una proporción de 3 a 1 entre hombres y mujeres.
Según esta misma fuente, entre 3 y 6 de cada 100 niños en edad escolar padecen TDAH, y 1 de cada 8 continuará padeciéndolo en la edad adulta. Dado que en los Estados Unidos viven aproximadamente 338 millones de personas, unos 20 millones de ellas, o más, padecen TDAH.
El TDAH es una condición que se caracteriza por la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. El TDAH en los adultos es simplemente el TDAH, como habrás supuesto, con la diferencia de que ocurre al llegar a la adultez.
Si bien los síntomas son los mismos en adultos y niños, sus manifestaciones pueden variar. Entre los síntomas se incluyen la falta de memoria, la inquietud, la dificultad para concentrarse, la ira, la inestabilidad emocional, el comportamiento rebelde y una tendencia ruidosa y perturbadora, que es más común en los jóvenes.
En los adultos puede haber desorganización, falta de gestión del tiempo, poca tolerancia al estrés, agitación y ansiedad, olvidos, pérdida de atención, una sensación de estar impulsado por un motor o imposibilidad de permanecer sentado.
Para contextualizar, los niños con TDAH podrían soñar mucho despiertos, comportarse mal durante los momentos de silencio, interrumpir a la gente de forma inapropiada y hacer que su habitación parezca un desastre.
Puede resultar más difícil de detectar en los adultos porque los síntomas se parecen mucho al agotamiento y al estrés, algo que prácticamente todo el mundo padece en la actualidad.
Un adulto con TDAH suele cambiar de trabajo o de relación sentimental con frecuencia, tener dificultades para controlar sus horarios de forma regular (no solo en épocas de mucho trabajo), se critica demasiado a sí mismo o tiene baja autoestima, y tiene problemas para conciliar el sueño o relajarse (por ejemplo, es la persona que hace varias cosas a la vez mientras mira Netflix, lee un libro y consulta el correo electrónico simultáneamente).
Hombres y mujeres adultos también pueden experimentar los síntomas del TDAH de distintas maneras. Los varones suelen manifestar rasgos de hiperactividad, mientras que las mujeres que padecen TDAH presentan rasgos de falta de atención más moderados. Pueden olvidarse de llevar a cabo sus planes o sentirse perpetuamente sobrecargados por una larga lista de tareas que no pueden completar.
¿Quiénes tienen más probabilidades de padecer TDAH, los hombres o las mujeres? La respuesta es difícil. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 12,9% de los hombres y los niños y el 5,6% de las niñas y las mujeres padecen TDAH.
Sin embargo, es posible que estos datos no reflejen la magnitud del impacto sobre las mujeres y las niñas.
Aunque está sub-diagnosticado en niñas, adolescentes y mujeres adultas por diversas razones, el TDAH es igual de común entre ellas.
Diagnóstico
Incluso cuando sus perfiles sintomáticos son idénticos, es más probable que los niños y los hombres sean derivados a los servicios que las niñas y las mujeres, lo que resulta en mayores tasas de diagnóstico para niños y hombres.
De acuerdo con un estudio de 2019, las pacientes femeninas pueden ser más susceptibles a que su diagnóstico de TDAH se omita a lo largo del procedimiento de diagnóstico.
Las mujeres tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas con TDAH y de que se les prescriba medicación, puesto que no suelen mostrar los síntomas externos de alteración vinculados al trastorno.
Gracias a nuestra experiencia trabajando con personas que padecen TDAH y que conviven con él, comprobamos que las diferencias en los índices de diagnóstico están relacionadas con factores como los prejuicios, las creencias culturales y de género.
Según las investigaciones, las mujeres y las niñas son más proclives a recibir diagnósticos incorrectos de otras enfermedades mentales, como el trastorno bipolar, los trastornos de la personalidad, la depresión y la ansiedad, debido a la falta de conocimientos acerca del TDAH en estos colectivos.
El proceso de diagnóstico en adultos puede resultar difícil porque tiene que ser exhaustivo. Las personas deben tener en cuenta comorbilidades, traumas, problemas médicos, etc., a la hora de buscar un diagnóstico a una edad adulta.
Normalmente, una persona que necesita someterse a pruebas para detectar el TDAH es derivada por un experto en salud mental o médica. Luego, completarán una evaluación psiquiátrica y varios procedimientos de pruebas cognitivas para llegar a un diagnóstico.
La edad inicial
Los síntomas del TDAH se pueden manifestar a partir de los 2 o 3 años; sin embargo, normalmente aparecen antes de los 12 años.
Por la forma en la que se expresan los síntomas, los niños suelen comenzar a manifestar sus síntomas antes que las niñas. Según un estudio de 2021 sobre el TDAH de aparición en la edad adulta, los síntomas que aparecen más tarde en la vida pueden deberse, entre otros factores, a problemas de la infancia que no fueron debidamente tratados por un médico.
Si bien los síntomas pueden variar con el tiempo, sobre todo con un diagnóstico temprano y un tratamiento eficaz, el TDAH es una enfermedad relacionada al neurodesarrollo que dura toda la vida, lo que quiere decir que las personas no "salen de ella".
La adolescencia provoca cambios hormonales que, si no se tratan, pueden empeorar los síntomas. Por ejemplo, la variación de los niveles de estrógeno podría influir en la gravedad y la manifestación de los síntomas del TDAH en varias fases de la vida, entre ellas la pubertad, el ciclo menstrual mensual, la perimenopausia y la menopausia.
Se ha observado que, sobre todo en los últimos años, la tasa de diagnóstico entre las mujeres (de entre 30 y 45 años) ha aumentado rápidamente debido a cambios estructurales y ambientales relacionados con la pandemia.
Síntomas
Según el sexo, la edad y otras características de cada persona, los síntomas del TDAH pueden variar. En mi opinión, no hay variaciones significativas entre los síntomas de los hombres y los de las mujeres.
Dadas las diferencias estructurales y funcionales entre los cerebros masculino y femenino, las conductas y presentaciones de las mismas dolencias varían.
Signos del TDAH en mujeres y niñas pequeñas
Las mujeres presentan menos hiperactividad e impulsividad externa que los hombres. Las mujeres que experimentan hiperactividad interna suelen tener pensamientos intrusivos y negativos.
Otros signos internalizados de falta de atención, distracción e hiperactividad en las mujeres y niñas con TDAH pueden incluir soñar despiertas durante el día, ansiedad, depresión, quedarse dormidas durante las conversaciones, perder la concentración con facilidad, trastorno auditivo, olvidos, trastornos de la alimentación, hipersexualidad, impaciencia, conductas repetitivas centradas en el cuerpo (como arrancarse la piel, tirarse del pelo, golpearse las piernas), agotamiento, insomnio, llanto por emociones intensas, ira y sentimientos de culpa.
El perfeccionismo, el deseo de complacer a los demás, la codependencia, la dismorfia corporal o una imagen negativa del propio cuerpo, la baja autoestima, el sobre o el bajo rendimiento, la fuerte reactividad emocional y la sobrecarga son signos adicionales de la disforia sensible al rechazo (DSR) que suele estar relacionada al TDAH.
Signos del TDAH en niños y hombres
Por otro lado, los hombres y niños con TDAH son más proclives a mostrar signos externos del trastorno, como hiperactividad (por ejemplo, inquietud), comportamiento problemático, pérdida constante de objetos, interrupción de conversaciones, comportamientos agresivos y conductas de alto riesgo (por ejemplo, abuso de sustancias, exceso de velocidad, comportamiento sexual poco saludable, gastos excesivos).
La DSR puede manifestarse en los chicos con la misma gravedad que en las mujeres. La baja autoestima y las inseguridades también pueden afectar a los hombres, aunque suelen manifestarse como lo siguiente: enojo, indiferencia, egocentrismo, aparentar que no les importan los sentimientos de los demás, burlarse de los otros o ser sarcásticos, tratar de tener la razón o refutar las afirmaciones de los demás, y actitud defensiva.
Los varones que experimentan emociones exacerbadas o desregulación emocional pueden mostrar más rabietas y estallidos de ira.
Muchos hombres son emocionalmente sensibles y, debido a los prejuicios de género, se sienten avergonzados por ello porque va en contra de las expectativas de la sociedad de que los hombres deben "ser duros o fuertes".
Los obstáculos de vivir con un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden hacer la vida más difícil y complicada. Las personas con TDAH hasta podrían dudar de si son capaces de vivir una vida normal. Pero afortunadamente, una vez detectado el trastorno, es más fácil tratarlo y controlarlo que otras patologías. El TDAH incluso podría potenciar tu creatividad, lo que te ayudaría a tener éxito en profesiones que exigen nuevas ideas o formas de pensar alternativas.
Ser un adulto con TDAH hace que concentrarse en el trabajo o en las conversaciones sea un desafío. Algunas personas podrían asumir erróneamente que alguien con TDAH es desorganizado, desordenado o perezoso en base a su comportamiento. Este estigma puede hacer que a las personas que padecen este trastorno les cueste más entablar relaciones y desempeñarse bien en su trabajo.
Comer de manera compulsiva
Cuando padeces TDAH, es frecuente que te resulte difícil controlar tu comportamiento, como por ejemplo comer. Además, el TDAH a menudo hace que bajen los niveles de dopamina, una hormona que se encuentra en el área del placer de tu cerebro. Si comes demasiado, podrás aumentar temporalmente tus niveles de dopamina y así recuperar esa sensación positiva.
Ansiedad
La ansiedad se manifiesta por una preocupación persistente que no te permite vivir la vida que te gustaría. En la mitad de los casos, la ansiedad puede coexistir con el TDAH en los adultos. Los síntomas del TDAH pueden hacerte sentir tenso de vez en cuando. En ese caso, controlar el TDAH también reduce la ansiedad.
Consumo de drogas ilegales
Las mismas tendencias de búsqueda de emociones que causan la ingesta descontrolada de alimentos también pueden contribuir al consumo excesivo e inadecuado de drogas y alcohol. Según los profesionales médicos, los trastornos por consumo de drogas o alcohol y el TDAH pueden estar relacionados.
Estrés crónico
Los síntomas del TDAH pueden ser estresantes. Cuando padeces el trastorno, probablemente tu nivel de estrés sea superior al promedio durante un periodo más prolongado. El estrés puede provocar otros problemas como tensión y dolor muscular, dificultades respiratorias, problemas cardíacos, dificultad para controlar el azúcar en sangre y problemas digestivos.
Problemas para conciliar el sueño
El TDAH puede dificultar el descanso. Incrementa el riesgo de ronquidos, apnea del sueño y síndrome de las piernas inquietas, que produce la necesidad de mover las piernas cuando se está acostado. Además, puede alterar el ritmo circadiano, que es el reloj interno de tu cuerpo. Esto significa que tu sueño está desincronizado con la salida y puesta normales del sol. Como consecuencia, puede costarte despertarte y dormirte a las horas habituales.
Problemas laborales
Si bien cada lugar de trabajo es diferente, en la mayoría de ellos te exigen que llegues a tiempo, que estés atento, concentrado y organizado, y que cumplas con la tarea asignada. Todas estas actividades pueden verse obstaculizadas por el TDAH. El resultado puede ser que no seas capaz de cumplir las expectativas del empleador. Por eso, mantener un trabajo puede resultar complicado.
Dificultades con los plazos
El TDAH puede hacer que te vuelvas olvidadizo y distraído. Por tus problemas de concentración, probablemente también tengas problemas con la gestión del tiempo. No cumplir con los plazos de las tareas del trabajo, los estudios y los proyectos personales son los posibles efectos de todos estos síntomas.
Compras sin control
Comprar artículos simplemente por placer eleva momentáneamente las sustancias químicas que te hacen sentir bien. Pero esto puede tener un precio. Los gastos impulsivos podrían dejarte con la cuenta bancaria vacía o el crédito sin fondos.
Problemas financieros
El incumplimiento de los plazos y la práctica de hábitos de gasto riesgosos son solamente dos comportamientos que incrementan el riesgo de no saldar las deudas a tiempo. Mantener la chequera y los recibos son responsabilidades adicionales que resultan más complicadas cuando los síntomas del TDAH se descontrolan.
Dependencia de las pantallas
Es cierto que el TDAH hace que sea difícil mantener la concentración. Pero el cambio rápido de imágenes, comentarios, gráficos y juegos en los teléfonos celulares, videojuegos y televisores pueden atrapar tu interés. Podría ser complicado apartarte de una pantalla, porque tu cerebro quiere la recompensa que recibe cuando estás ahí.
Disfunciones sexuales
Si presentas síntomas de TDAH mientras tienes relaciones sexuales, puede resultar muy molesto. Te enfrentas al riesgo de perder la concentración hacia tu pareja y hacia el acto en general. Es posible que no puedas completar el trayecto si careces de paciencia. Una vida sexual satisfactoria también necesita una comunicación fluida, lo que podría resultarte difícil.
Dificultades en las relaciones
Las parejas que comparten un diagnóstico de TDAH suelen tener problemas de comunicación, especialmente si los síntomas no están siendo tratados. Cuando tu pareja intenta lidiar con ciertos aspectos de tu personalidad, como los olvidos o la falta de atención, podría parecer que siempre te está fastidiando.
Lagunas emocionales
Una de las formas en las que el TDAH modifica tu cerebro es haciendo que te resulte más difícil controlar tus respuestas ante las situaciones. Es posible que pierdas el control y te enfurezcas o te sientas frustrado. También podría ser la razón por la que te obsesionas con asuntos de tan poca importancia.
Aunque no hay una