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En Tipología, el autor muestra que las similitudes que encontramos en la Biblia se basan en una correspondencia histórica genuina y demuestra cómo las reconocemos en la repetición de palabras y frases, los paralelismos entre patrones de eventos y las equivalencias temáticas clave. Leído a la luz de las promesas de Dios, estas correspondencias históricas destacan más repeticiones que se acumulan unas sobre otras para construir una relevancia creciente. Este libro estimula un pensamiento fresco sobre la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y ayudará a pastores, predicadores y estudiantes a comprender mejor la dinámica de la interpretación bíblica interna. Explora varios de los "patrones formados por las promesas" que vemos en el Antiguo Testamento, incluyendo: Adán y el Nuevo Adán Profetas, sacerdotes y reyes El Siervo Sufriente (NTV) Creación Éxodo y Nuevo Éxodo Matrimonio Hamilton muestra que los profetas y sabios de Israel aprendieron a interpretar las Escrituras a partir de Moisés y sus escritos. Y al trazar el desarrollo orgánico de los patrones bíblicos subsiguientes, explica cómo estos patrones crearon expectativas que se cumplen en Cristo. Tipología equipa a pastores, maestros de la Biblia, estudiantes y lectores serios de la Biblia para comprender y abrazar la perspectiva interpretativa tipológica de los autores bíblicos. Aprenderás a leer la Biblia tal como fue intencionada por sus autores originales, cultivando al mismo tiempo un amor y aprecio más profundo por las Escrituras.
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Seitenzahl: 863
Veröffentlichungsjahr: 2025
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TIPOLOGÍA
COMPRENDIENDO LOS PATRONES CON FORMA
DE PROMESA QUE CONTIENE LA BIBLIA
JAMES M. HAMILTON JR.
Este libro es una sorprendente y rica exploración de los contornos y texturas del mensaje general de toda la Biblia. Jim Hamilton ensambla laboriosamente una verdadera montaña de evidencia para el argumento de que los escritores bíblicos, bajo la guía de Dios, sabían exactamente lo que estaban haciendo, y que desde el principio, estaban pavimentando conscientemente el camino para la venida de Cristo. Cada página merece ser estudiada meticulosamente, debido a que mucho terreno es cubierto detalladamente y de una manera tan estimulante (y brillante). Incluso cuando uno está en desacuerdo con ciertas conclusiones específicas (y tal es el espectro de este libro que esto es algo inevitable), la profundidad de la perspicacia y los matices del argumento hacen que la lectura de este libro sea un verdadero deleite.
GARY MILLAR,Rector, Queensland Theological College
Jim Hamilton ha escrito una clara y teológicamente rica obra sobre tipología, demostrando cómo la historia de la redención bíblica se encuentra anclada en las promesas de Dios del Mesías. Tipología. Comprendiendo los patrones con forma de promesa que contiene la Biblia muestra tanto la unidad de la Escritura como las preciosas capas de sus verdades, y lo mejor de todo es que provee nuevas herramientas para observar las glorias de nuestro Salvador. Aquí los lectores pueden hacer banquete con las enseñanzas de la Biblia sobre aquel que es el último Adán, el profeta como Moisés, el sumo sacerdote fiel cuya obra realiza el culto levítico, el real Hijo de David, el justo siervo sufriente, y Dios con nosotros. ¡Leed y regocijaos!
L. MICHAEL MORALES, Profesor de Estudios Bíblicos,Greenville Presbyterian Theological Seminary
En su obra anterior, Jim Hamilton me convenció de que necesitamos la teología bíblica para ayudar a los discípulos a aprender a pensar y vivir, en términos del universo simbólico de la Biblia. Con Tipología, Hamilton continúa ayudando a los lectores a convertirse en personas bíblicamente instruidas al hacerlos sensibles tanto a las pistas a nivel micro como a la naturaleza de lo que se trata la Biblia. Del mismo modo en que las declaraciones de Dios (“Sea”) dan forma al orden creado, así también las promesas de Dios dan forma a la historia de la redención. Distinguir las conexiones tipológicas entre estas promesas y sus cumplimientos en Cristo, al igual que el patrón significativo que estas crean, es parte necesaria para un punto de vista bíblico, observando a Dios, al mundo de Dios y al pueblo de Dios desde la perspectiva de los autores bíblicos. Si la teología es la fe en busca de comprensión, el correcto manejo del imaginario sin igual de la Escritura que es y crea la tipología es una tarea teológica fundamental.
KEVIN J. VANHOOZER, Profesor de investigación en Teología Sistemática,Trinity Evangelical Divinity School
Editorial CLIE
C/ Ferrocarril, 8
08232 Viladecavalls
(Barcelona) ESPAÑA
E-mail: [email protected]
http://www.clie.es
Publicado originalmente en inglés por ZondervanAcademic bajo el título Typology–Understanding The Bible’s Promise-Shaped Patterns. Copyright ©2022 por James M. Hamilton Jr.
Todas las citas de las Escrituras, a menos que se indique lo contrario, son traducciones propias del autor.Las citas de las Escrituras marcadas LBLA se han tomado de la Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™Copyright © 2005 por The Lockman Foundation. Sociedad no comercial. Usado con permiso. Las citas RV60 se han tomado de Reina-Valera 1960®© Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado© Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Las citas NVI se han tomado de Santa Biblia, NUEVAVERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015,2022 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447)».
© 2025 por Editorial CLIE. Todos los derechos reservados para esta edición en español.
TIPOLOGÍA
ISBN: 978-84-19779-58-8
eISBN: 978-84-19779-59-5
Estudio bíblico
Hermenéutica y exégesis
Para Isaías Juan Hamilton.
Que sigas las pisadas de los hombres
cuyos nombres llevas contigo,
creciendo para ser poderoso en las Escrituras,
conociendo a Yahvé como el Dios salvador
y dador de todo buen don
en Cristo mediante el Espíritu.
Índice
Agradecimientos
Abreviaciones
1.INTRODUCCIÓN A LA TIPOLOGÍA CON FORMA DE PROMESA
1. GÉNESIS 3:15. UNA PROMESA FORMADORA DE PATRONES
1.1.La naturaleza autorreferencial de Génesis
1.2.La naturaleza fundacional de Génesis
2. TIPOLOGÍA PRETENDIDA POR EL AUTOR
2.1.La intención del autor humano
2.2.Características de la tipología
2.3.Definiendo el término “tipología”
2.4.La intención del autor divino
3. UN ADELANTO DE LO QUE SIGUE
PARTE 1: PERSONAS
2.ADÁN
1. NOÉ, EL NUEVO ADÁN
2. LOS NUEVOS ADÁN, ABRAHAM, ISAAC Y JACOB
2.1.El significado pactual de Abraham, Isaac y Jacob
2.2.Términos y citas clave
2.3.Secuencias de eventos
2.4.Ectipos adámicos: Noé, Abraham, Isaac y Jacob
3. ISRAEL, EL NUEVO ADÁN
3.1.Personalidad corporativa
3.2.Sed fructíferos y multiplicaos
3.3.Israel es mi hijo primogénito
4. DAVID, EL NUEVO ADÁN
5. CRISTO, EL NUEVO ADÁN
5.1.El Hijo del Hombre en Daniel 7
5.2.El hijo de Adán en Lucas y Romanos
3.SACERDOTES
1. ADÁN, EL (REY) SACERDOTE
1.1.Antes del pecado
1.2.Después del pecado
2. MELQUISEDEC, EL (REY) SACERDOTE
3. ISRAEL, LA NACIÓN (REY) SACERDOTE
4. AARÓN Y LOS SACERDOTES
5. PROMESAS SOBRE UN SACERDOTE FIEL
5.1.El sacerdote fiel en 1 Samuel 2:35
5.2.Isaías sobre futuros sacerdotes y levitas
5.3.Jeremías sobre futuros sacerdotes levíticos
5.4.Patrón del sacerdote (rey) que vendrá
4.PROFETAS
1. ADÁN
2. NOÉ
3. ABRAHAM
4. ISAAC
4.1.Isaac como profeta
4.2.El extraordinario nacimiento de Isaac
4.3.La ofrenda de Isaac y su resurrección
5. MOISÉS
5.1.Noé y Moisés
5.2.Moisés como profeta
5.3.Profetas como Moisés
6. JOSUÉ
6.1.Apuntando hacia adelante
6.2.Apuntando hacia atrás
7. ELÍAS Y ELISEO
7.1.La estructura literaria de Reyes
7.2.Correspondencia histórica entre Elías y Eliseo
7.3.Moisés-Josué y Elías-Eliseo
7.4.Elías y el Día del Señor en Malaquías
7.5.Elías y Eliseo en el Nuevo Testamento
7.6.El profeta como Moisés
8. ISAÍAS
8.1.Isaías y sus hijos
8.2.Jesús y sus discípulos
8.3.¿Prosopología o tipología?
9. JESÚS
5.REYES
1. DOMINIO ADÁMICO
1.1.Ejercer dominio
1.2.Promesas modeladas de un rey
1.3.Patrones salomónicos con forma de promesa
1.4.Promesas estructuradas según el patrón de Salomón
2. FILIACIÓN ADÁMICA
2.1.¿Cuál es el nombre de su hijo?
2.2.Cuando Jesús respondió la pregunta de Agur
3. MANTENIMIENTO Y NOMBRAMIENTO ADÁMICO
3.1.Los pastores reyes
3.2.Los nombres del rey
4. ABRAHAM Y SU CONQUISTA DE LOS REYES
4.1.Estructuras literarias en Génesis 14
4.2.Génesis 14 y Jueces 6–8
4.3.Génesis 14 y 1 Samuel 30
4.4.Génesis 14 y Salmo 110
4.5.Resumen
5. CRISTO, REY DEL CUMPLIMIENTO, EN EFESIOS
6.LA VÍCTIMA JUSTA
1. EL PATRÓN: RECHAZO Y LUEGO EXALTACIÓN
2. JOSÉ ES RECHAZADO Y LUEGO EXALTADO
3. MOISÉS ES RECHAZADO Y LUEGO EXALTADO
4. DAVID ES RECHAZADO Y LUEGO EXALTADO
4.1.Salmo 2 en Hechos 4
4.2.Salmo 6 en Juan 12
4.3.Salmo 16 en Hechos 2
4.4.Salmo 22 en Hebreos y los Evangelios
4.5.Salmos 31:5 y 35:19
4.6.Salmo 69
5. EL SIERVO SUFRIENTE
5.1.El contexto del nuevo éxodo
5.2.El siervo sufriente recapitula los patrones
6. JESÚS ES RECHAZADO Y LUEGO EXALTADO
6.1.Lucas 24:26: Primero el sufrimiento, luego la gloria
6.2.Juan 1:10, 11: No lo recibieron
6.3.Hechos 7: Discurso de Esteban
6.4.Marcos 12:1-12: Parábola de los labradores malvados
6.5.Hechos 8:32, 33: Cita de Isaías 53
6.6.Juan 3:14; 8:28; 12:32, 38: El siervo de Isaías es levantado
6.7.Pedro 1:10, 11; 2:22-25: Primero el sufrimiento, luego la gloria
PARTE 2: EVENTOS
7.LA CREACIÓN
1. LA CREACIÓN DEL TEMPLO CÓSMICO
1.1.El comienzo, una anticipación del final
1.2.Correspondencias entre Edén y el tabernáculo/templo
2. EL TABERNÁCULO Y EL TEMPLO COMO MICROCOSMOS
2.1.El tabernáculo y la creación
2.2.El campamento de Israel como un nuevo Edén
2.3.La tierra de Israel como nuevo Edén
2.4.El templo y la creación
3. CRISTO, EL CUMPLIMIENTO DEL TEMPLO
3.1.La Palabra habitó
3.2.Ángeles que suben y bajan
3.3.Destruid este templo
3.4.En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones
3.5.Yo soy glorificado en ellos
4. LA IGLESIA COMO EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO
4.1.Pentecostés: Hechos 2:1-4
4.2.Templo del Espíritu Santo: 1 Corintios 3:16
4.3.Perdón de pecados: Juan 20:22, 23
4.4.Piedras vivas en una casa espiritual: 1 Pedro 2:5
4.5.Morada de gloria: Efesios 2:19-22; 3:10
5. EL TEMPLO CÓSMICO DE LA NUEVA CREACIÓN
5.1.El fin como cumplimiento del principio
5.2.Correspondencias entre Edén y la nueva creación
8.ÉXODO
1. EL ÉXODO EN LA TORÁ
1.1.Abraham
1.2.Jacob
1.3.El éxodo de Egipto
1.4.El éxodo y la conquista
2. EL ÉXODO EN JOSUÉ
2.1.La conquista de Canaán en el nuevo éxodo de Israel
2.2.La pascua de Rahab
3. EL ÉXODO EN LOS EVANGELIOS
3.1.En la vida de Jesús
3.2.En la muerte y resurrección de Jesús
4. EL ÉXODO EN PABLO
5. EL ÉXODO EN APOCALIPSIS
PARTE 3: INSTITUCIONES
9.LEVITICULTO
1. TEMPLO
2. SACERDOTES Y LEVITAS
2.1.Cristo cumple el sacerdocio
2.2.Cristo convierte a su pueblo en sacerdotes
3. LA TORÁ DE MOISÉS
4. EL PACTO
5. EL REY QUE VENDRÁ
6. PECADO, SACRIFICIOS Y FESTIVIDADES
6.1.Cristo realiza las festividades para su pueblo
6.2.El sacrificio de alabanza
6.3.Perdón y purificación
7. LA PRESENCIA DE DIOS
10.MATRIMONIO
1. EL MATRIMONIO COMO ORDENANZA DEL PACTO DE LA CREACIÓN
2. MATRIMONIO Y FIDELIDAD ESPIRITUAL
2.1.Adulterio espiritual en la Torá
2.2.Qué implica el adulterio espiritual en la Torá
3. DIVORCIO Y NUEVO MATRIMONIO: EXILIO Y REGRESO AL NUEVO PACTO
3.1.En los profetas posteriores: Isaías, Jeremías y Oseas
3.2.En los Escritos: el Cantar de los Cantares
4. VIENE EL NOVIO
4.1.El esposo
4.2.Yo digo esto respecto de…
4.3.La ramera de Babilonia
5. LA CONSUMACIÓN DEL MATRIMONIO EN LA FIESTA DE BODAS DEL CORDERO
11.CONCLUSIÓN A LA TIPOLOGÍA CON FORMA DE PROMESA
1. QUÉ SON Y QUÉ HACEN LOS QUIASMOS
1.1.Una extensión del paralelismo
1.2.Provee estructura y límites
1.3.Una ayuda para la memoria
1.4.Creando sinergia
1.5.Un vehículo para la belleza artística
2. LA ESTRUCTURA QUIÁSTICA DE TODO EL LIBRO DE GÉNESIS
3. LA ESTRUCTURA QUIÁSTICA DE LAS SUBUNIDADES DE GÉNESIS
3.1.Génesis 1:1–11:26
3.2.Génesis 11:27–22:24
3.3.Génesis 23:1–25:11
3.4.Génesis 25:12–36:43
3.5.Génesis 37:1–50:26
4. TEMAS DERIVADOS DE LA COMPARACIÓN DE SUBUNIDADES
4.1.La bendición y la simiente
4.2.Pecado y enemistad
4.3.Conflicto familiar, intercesión y perdón
4.4.Fe, poligamia, engaño y revelación
5. ESTRUCTURAS QUIÁSTICAS Y TIPOLÓGICAS
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE DE LAS ESCRITURAS
ÍNDICE TEMÁTICO
ÍNDICE DE AUTORES
Agradecimientos
Escribir un libro es una tarea estimulante y frustrante a la vez (Ecl 1:18; 12:12). La verdad es tan bella y majestuosa, y las palabras tan escasas y frágiles. La Biblia rebosa de vida y poder, pero intentar comunicar dicha experiencia de buscar y ver las interconexiones en las Escrituras es como perseguir el viento (Ecl 2:11), el cual sopla hacia donde quiere (Juan 3:8). ¡Pero qué privilegio y gozo es intentarlo!
Las limitaciones de este libro me afligieron hasta que di con una forma de estructurar su contenido, una estructura que sirve como vehículo para el mensaje del libro y que a su vez es un componente clave de dicho mensaje. Lo que no me gustaba era la forma en que la naturaleza tópica de la discusión tipológica —tratando primero con personas, luego con eventos, y finalmente con instituciones— evitaba que fuera capaz de exponer todo a la vez. Hubiera preferido conducir a los lectores a un paseo relajado que fuera versículo a versículo, capítulo a capítulo, libro a libro pasando por toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Dado que eso era poco práctico e imposible de hacer (imaginen lo que hubiera ocurrido con la cantidad de palabras y la fecha de entrega del libro), me resigné a utilizar un orden por tópico. Pero luego, durante las vacaciones del Día de Acción de Gracias del 2020, mientras observaba el índice de contenidos, vino a mí una solución revolucionaria en forma de pregunta: ¿Por qué no estructurar el libro en la forma que los autores bíblicos frecuentemente estructuran los suyos? Hallarán más sobre esto —lo cual encontré inmensamente satisfactorio— en la Introducción y la Conclusión de este volumen.
Los lectores que quieran realizar junto a mí el paseo versículo a versículo, capítulo a capítulo a través de la Biblia pueden hacer uso del podcast BibleTalk de 9Marks, donde, junto con mis amigos Alex Duke y Sam Emadi, me embarco en una charla expositiva de las Escrituras donde se le brindan mucha atención a la tipología y la teología bíblica. Además, es mi privilegio pastorear en Kenwood Baptist Church en Victory Memorial y enseñar en el Southern Baptist Theological Seminary en Louisville, Kentucky. Los sermones expositivos que he predicado en Kenwood están disponibles gratuitamente en nuestro sitio web y mediante el podcast de la iglesia, y el seminario acepta aplicaciones. La mejor forma de explorar las Escrituras juntos es a través de la interacción en vivo, en persona y cara a cara, así que invitaré a quienes deseen saber más a que se muden a Louisville, se nos unan en Kenwood o se inscriban en el Southern Seminary, a fin de que podamos explorar la Biblia juntos en la iglesia o en clase.
¿Cómo podré agradecer al Señor toda su bondad hacia mí (cf. Sal 116:12)? Por el evangelio, por mi familia, por mis profesores, por las Escrituras y por tanto más que jamás podría llegar a enumerar (Sal 40:5).
Dedico este libro a mi amado hijo menor, que lleva los nombres de dos de mis maestros favoritos, orando para que sus ojos vean al Maestro, y que sus oídos escuchen una palabra por detrás que diga: “Este es el camino, andad en él” (Is 30:20, 21).
Espero que este libro aumente vuestro amor a Dios y al prójimo a medida que aumenta vuestro celo por comprender las Escrituras.
Jim Hamilton
Louisville, KY
Pascua, 2021
Abreviaciones
Cuando cito la traducción griega de la Biblia hebrea, antecederé el versículo de referencia con LXX del siguiente modo: LXX, Ml 3:1.
Cuando me refiera a los encabezados de los Salmos, que corresponden al versículo 1 en el Texto Masorético (MT), pero que no están numerados en las traducciones al español, citaré el número del salmo seguido de “ss.” como abreviatura de “superscription” (encabezado en inglés). Por ejemplo, el encabezado del Salmo 18 se presentaría como 18 ss.
En las notas al pie de página presentes en este libro he escrito los nombres completos de las revistas de investigación y series de monografías en lugar de abreviarlas.
BHS
Biblia hebraica stuttgartensia.
ET
Traducción inglesa.
Gen. Rab.
Génesis Rabbah.
LXX
Septuaginta.
MT
Texto Masorético.
NA28
Novum Testamentum Graece, Nestle-Aland, 28º ed.
N. T.
Nuevo Testamento.
A. T.
Antiguo Testamento.
LBLA
La Biblia de las Américas.
NVI
Nueva Versión Internacional.
JBS
Biblia del Jubileo.
RV60
Reina Valera 1960.
NTV
Nueva Traducción Viviente.
ESV
English Standard Version.
KJV
King James Version.
NASB
New American Standard Bible.
CSB
Christian Standard Bible.
1
Introducción a la tipología con forma de promesa
Indicadores a nivel micro para determinar la intención del autor
La tipología es el método de interpretación de la Escritura predominante y característico del NT.
LEONHARD GOPPELT1
El padre anciano, de cuya esposa la muerte acaba de ser narrada (Gn 23:1-20), ordena a su siervo (עֶבֶד) “pon tu mano debajo de mi muslo” (24:2) y lo hace jurar: “Júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra” que no “tomarás de esta tierra de Canaán, donde yo habito, una mujer para mi hijo” (24:3), y le ordena ir a sus parientes para hallar mujer para su hijo Isaac, su único hijo, al cual ama (24:4; cf. 22:2).2 Cuando el siervo pregunta si debería llevar a Isaac a aquella tierra en caso de que la mujer no deseara seguirlo a la tierra de la promesa (24:5), el padre Abraham responde que ciertamente no debe hacerlo (24:6), y luego, antes de prometer a su siervo que Dios “enviará su ángel delante de ti” (24:7, NVI), Abraham hace referencia a la forma en que Dios lo llamó a dejar su país, su parentela, y la casa de su padre para ir a la tierra que el Señor le mostraría (12:1), una tierra que Dios prometió dar a la descendencia de Abraham (12:7).
Note la similitud entre las frases que usó Moisés para contar la historia:
Gn 12:1: “Ve desde tu país y tus parientes y desde la casa de tu padre a la tierra”.
Gn 24:7: “Me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mis parientes”.
Gn 12:7: “A tu descendencia daré esta tierra”.
Gn 24:7: “A tu descendencia daré esta tierra”.
Avancemos en la narrativa a un momento en el que aquel cuyos años no tienen fin (Sal 102:27) ordena a su siervo: “No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es” (Ex 3:5, RV60). Luego, Él se identifica a sí mismo: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob” (3:6), y encarga a Moisés, su siervo (עֶבֶד),3 regresar a Egipto. Abraham envió a su siervo a hallar una esposa para Isaac, y Yahvé envió a Moisés a sacar de Egipto a aquel con quien entraría en pacto marital a fin de que habitara la tierra prometida a Abraham. Yahvé tiene la intención de ser un esposo para su pueblo (Jr 31:32). Eventualmente, el Señor declara a Moisés algo que recuerda a la declaración que Abraham hizo a su siervo en Génesis 24:7 (“enviará su ángel delante de ti”, NVI); en Éxodo 23:20, el Señor dice a Moisés: “He aquí, yo enviaré un ángel delante de ti” (LBLA).
Gn 24:7: הוּא יִשְׁלָח מַלְאָכֹ וֹ לְפְנֶיךָ
Ex 23:20: הִנֵּה אָנֶֹכִֹי שָֹׁלְחַ מַלְאָךְ לְפָנֶיךָ לְשְׁמָרְךָ
Al reutilizar esta declaración, pareciera que Moisés tiene la intención de incitar a su audiencia a asociar la misión en la cual Abraham envió a su siervo a buscar una novia para Isaac, y la misión en la cual Yahvé envió a Moisés, su siervo, a hallar un compañero de pacto para sí. Esta forma de entender la intención de Moisés parece ser validada por la manera en que el profeta Malaquías utiliza la idea. En Malaquías 3:1, el Señor promete una nueva instancia del patrón, una nueva ocasión en que el siervo será enviado a buscar una novia, y podemos ver que Malaquías realiza ajustes destacables al escenario:
Ml 3:1: הנָנָי שָֹׁלְחַ מַלְאָכִֹי וִּפָנָּה־דרָךְ לְפָנָי
“He aquí, yo envío a mi mensajero, y él preparará el camino delante de mí”. (LBLA)
Nuevamente el Señor promete enviar a su “mensajero” y la palabra usada aquí para “mensajero” es el mismo término hebreo que en Génesis 24:7 y Éxodo 23:20 es traducido como “ángel” en la LBLA. Sin embargo, en esta oportunidad, el Señor mismo es quien promete venir: “Él preparará el camino delante de mí” (Ml 3:1, LBLA). Y luego, la secuencia de eventos se repite climáticamente, cuando el Padre envía a su siervo en una misión para hallar una novia para el propio siervo, el cual además es el Hijo amado, y en preparación declara: “He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino” (Marcos 1:2, LBLA).
¿Cómo podemos explicar y comprender este patrón de eventos, y cuál es la relación entre las promesas de Dios y tales patrones? El resto de este capítulo introductorio explorará la relación entre las promesas de Dios y los patrones que encontramos en las Escrituras, junto con aquello a lo que hago referencia en el título de este capítulo: “Indicadores a nivel micro para determinar la intención del autor”. Tengo a la vista cosas como las que acabamos de ver: la cita de pasajes, la reutilización de términos clave, la repetición de secuencias de eventos, y las similitudes entre la importancia del pacto y de la historia de la salvación que encontramos al enfocarnos en textos particulares. Estos indicadores a “nivel micro” contrastan con los indicadores a “nivel macro” que serán discutidos en el último capítulo de este libro, y por “nivel macro” me refiero a estructuras literarias de gran alcance. Al final de la conclusión de este libro, en la última sección del capítulo final, regresaremos a Génesis 24, a fin de que las discusiones del episodio central en la estructura literaria de Génesis formen una estructura envolvente alrededor de este tratado.4
La frase “tipología en forma de promesa” intenta captar lo que ocurre cuando Dios realiza una promesa que, como resultado, hace que aquellos que lo conocen interpreten el mundo en términos y categorías que son comunicadas o asumidas por dicha promesa. La palabra de Dios da forma al mundo en Génesis 1, y a medida que la Biblia se va desplegando, sus promesas dan forma a las expectativas y percepciones de su pueblo. Esto ocurre sobre todo con los autores bíblicos, los cuales operan bajo la inspiración del Espíritu Santo.
Argumentaré en este libro que las promesas de Dios dieron forma a la manera en que los autores bíblicos percibieron, comprendieron y escribieron. Dado que esto ocurre una y otra vez a través de las Escrituras, de relato en relato, de libro en libro, de autor en autor, los patrones comienzan a ser distinguidos. Son patrones que han sido conformados por promesas: patrones en forma de promesa.
Para demostrar comprensión, mostramos que hemos distinguido lo que un autor desea comunicar.5 Estoy afirmando que los autores bíblicos tuvieron la intención de comunicar los tipos o clases que serán discutidos en este libro. Esto contrasta con la propuesta de Richard B. Halls, que escribe: “La lectura figurativa de la Biblia no necesita suponer que los autores del Antiguo Testamento —o los personajes que ellos narran— eran conscientes de predecir o anticipar a Cristo”.6 Aquí trato de exponer brevemente un proceso paso a paso, mediante el cual parece haber funcionado tanto la creación como la composición de textos bíblicos, reconociendo que para los autores bíblicos la progresión lógica de estos pasos puede haber sido simultánea, intuitiva e instintiva. Es decir, no estoy afirmando que los mismísimos autores bíblicos esbozaron este proceso, sino que este proceso puede explicar lo que encontramos en sus escritos.7
Primero, Dios creó el mundo por su palabra, la cual dio forma a todo lo que respecta a la experiencia y a la percepción humana, y luego Dios realizó promesas que dieron forma a la esperanza y a la percepción. Mi posición es que la Palabra de Dios, creadora y esperanzadora, hizo que los antiguos autores bíblicos (comenzando por Moisés) percibieran ciertos patrones dentro de su material. Las promesas y los patrones luego comenzaron a trabajar juntos, y los autores bíblicos posteriores no solo contaban con promesas, sino además con los patrones que ellos mismos producían influenciando su percepción. Estos autores posteriores, después de haber detectado en la Escritura antigua los patrones con forma de promesa dejados intencionalmente por el autor, identificaron patrones similares que posteriormente incluyeron en su propio material.
Cuando los autores bíblicos compusieron sus escritos, tenían la intención de señalar a sus audiencias la presencia de patrones en forma de promesa. De este modo, incluso si no llegaban a comprender totalmente el significado del patrón o cómo sería cumplida la promesa (ver Ef. 3:5 y 1 P 1:10-12), los autores del Antiguo Testamento pretendían dirigir la atención a las secuencias recurrentes de eventos, y así lo hicieron con miras al futuro.8 Debido a que estas secuencias de eventos fueron moldeadas por promesas, cada nueva ocurrencia del patrón de eventos reforzó dichas promesas, y se desarrolló un creciente sentido de la importancia tanto de la promesa como del patrón.
En las primeras páginas de la Biblia, Moisés establece esta característica de la literatura bíblica. Los autores bíblicos que siguen a Moisés lo aprenden de él e imitan su uso de la convención: su cosmovisión ha sido moldeada por las palabras de Moisés.9 Para Moisés mismo, la palabra de Dios —las promesas— dio forma a su cosmovisión (lo que asumía o suponía, lo que percibía o interpretaba), lo que resultó en los patrones en forma de promesas que él presentó en sus narraciones. Tal vez, algunos de estos patrones llegaran a Moisés en tradiciones orales que aprendió de sus padres o de Aarón y María. A continuación, él habría sido llevado por el Espíritu Santo (2 P 1:20, 21) mientras interpretaba el material heredado y tomaba decisiones acerca de qué incluir y cómo dar forma lo que presentó en la Torá (la Torá, o Pentateuco, siempre y en todos lados de la Escritura se le atribuye a Moisés).10
La formación de patrones mediante promesas puede ser visto en los primeros capítulos del libro de Génesis, el cual es un libro profundamente autorreferencial. Para ilustrar lo que quiero decir en la frase “patrones en forma de promesa”, comenzaremos por considerar la influencia de Génesis 3:15. El impacto de lo que Dios dice en Génesis 3:15 puede verse en la forma en que Moisés presenta lo que ocurrió entre Caín y Abel, posteriormente en la maldición de Canaán, y nuevamente en la bendición de Abraham. Las tres secciones de este capítulo procederán de la siguiente manera:
Génesis 3:15. Una promesa formadora de patrones.
Tipología pretendida por el autor.
Un adelanto de lo que sigue.
1. GÉNESIS 3:15. UNA PROMESA FORMADORA DE PATRONES
Mientras el Señor habla palabras de juicio a la serpiente en Génesis 3:14, 15, leemos:
Y el Señor Dios dijo a la serpiente:
“Por cuanto has hecho esto,
maldita serás más que todos [םן comparativa]
los animales,
y más que todas [nuevamente םן comparativa]
las bestias del campo;
sobre tu vientre andarás,
y polvo comerás todos los días de tu vida.
Y pondré enemistad entre tú y la mujer,
y entre tu simiente y su simiente;
él te herirá en la cabeza,
y tú lo herirás en el calcañar”.
El carácter formativo de la promesa contenida en estas palabras de juicio se vuelve evidente cuando consideramos la autorreferencialidad omnipresente de la presentación de Moisés en el Génesis. Para explorar el significado de Génesis 3:15, comenzaremos y terminaremos esta subsección considerando la naturaleza del libro de Génesis, iniciando con su autorreferencialidad y concluyendo con su carácter fundacional. En la construcción en espejo de esta sección, el desarrollo del pecado de Adán en la vida de sus hijos se corresponde con el desarrollo del pecado de Noé en la vida de sus hijos y descendientes. Luego, examinaremos cómo Moisés quiso que Génesis 4 se interpretara a la luz de Génesis 3, contrastándolo con la forma en que los tipos dejan una impresión duradera en nuestra forma de pensar. En el centro de esta discusión, consideraremos la simiente maldita de la serpiente. Los paneles en espejo de esta subsección quedarán como veremos a continuación:
1.1.La naturaleza autorreferencial de Génesis.
1.1.1.Trabajando y guardando, asesinado y maldecido.
1.1.2.Génesis 4 a la luz de Génesis 3.
1.1.3.La simiente maldita de la serpiente.
1.1.4.La impresión del tipo.
1.1.5.La maldición de Canaán y de aquellos que deshonran a Abraham.
2.1.La naturaleza fundacional de Génesis.
1.1. La naturaleza autorreferencial de Génesis
En Génesis 3:14, 15, Moisés refiere a sus lectores al material que introdujo en los dos capítulos anteriores de Génesis: en 3:14 leemos de “todas las bestias” (כָּל־הַבְּהֵמָה) y “todas las criaturas vivas del campo” (כֹּל חַיַּת הַשָּׂדֶה). Las mismas son conocidas por los lectores a partir de su presentación en el sexto día de la creación en 1:24, 25 (“bestias”, בְּהֵמָה) y la descripción extendida de su origen en 2:18-20 (“todas las criaturas vivas del campo”, 2:19, הַשָּׂדֶה כֹּל־חַיַּת). De forma similar, la declaración de que la serpiente comerá polvo en 3:14 hace referencia a la concesión en 1:30 de “toda planta verde para alimento”, la cual el Señor le quita en 3:14. Incluso una referencia aún más cercana puede ser vista en la forma en que la serpiente tentó a la mujer y al hombre a comer el alimento prohibido (3:1-5), por lo que el castigo infligido sobre ella atañe directamente a lo que esta tiene permitido comer (3:14). Su castigo se ajusta a su crimen.11
Ver patrones tipológicos requiere que pensemos un relato a la luz de aquellos que lo anteceden y de los que lo suceden, y que a medida que leamos relatos instintivamente apliquemos esta clase de reflejos a contextos cercanos: las declaraciones hechas anteriormente en el relato dan información acerca de declaraciones que son realizadas posteriormente, y las declaraciones posteriores clarifican las anteriores y construyen sobre ellas.12 Luego, la búsqueda por entender los tipos y patrones se extiende a contextos más amplios, algo que hacemos intuitivamente con contextos inmediatos. El estudio de la tipología equivale a la reflexión activa acerca de un pasaje a la luz de otros.13
Continuando con la autorreferencialidad de Génesis, notemos que Yahvé Dios advirtió en 2:17 que el comer del árbol resultaría en la muerte. Dicha advertencia produjo el temor a la muerte que llevó al hombre y a la mujer a ocultarse luego de su transgresión en 3:8, y a negarse a confesar en 3:9-13. Una vez que Yahvé los llamó y expuso su pecado, el hombre y la mujer no tuvieron razón para pensar que vivirían, hasta que Dios habló a la serpiente.
Dios promete poner enemistad entre la serpiente y la mujer en Génesis 3:15, y dicha enemistad supone un conflicto continuo. Para que un conflicto sea continuo es necesario que la vida continúe. En esta vida que continúa, la mujer no unirá bandos con la serpiente en contra de Yahvé, sino que se unirá a él en contra de la serpiente. Lo que Dios declara dice que así será. A esta altura, la mujer aún no ha entrado en guerra con la serpiente, sin embargo, Dios anuncia que habrá enemistad entre ellos. El hecho de que Dios mencione “la simiente de la mujer” significa que el conflicto no se limitará solo a la mujer y la serpiente, el hombre también estará involucrado, pues este es necesario para que nazca de la mujer cualquier “simiente”. Las palabras de Dios a la serpiente indican que el hombre y la mujer se unirán a él en contra de la serpiente.
¿Acaso esto significa que el hombre y la mujer han evadido la consecuencia articulada en Génesis 2:17? Ni siquiera por un instante: cuando comparamos su desnudez desinhibida en 2:25 con el hecho de que se ocultaran el uno del otro en 3:7 y posteriormente ambos de Dios en 3:8, podemos ver que su pureza desinhibida ya no existe. El hombre y la mujer han experimentado una calamidad espiritual desastrosa. Han pecado. Como resultado de su pecado ambos están espiritualmente muertos. Su insensibilidad espiritual puede notarse en el rechazo a confesar y a arrepentirse de su pecado cuando Dios los llama. Apenas unas líneas más adelante, en 3:19, Dios les asegura que ambos morirán físicamente.
Sin embargo, la promesa de la simiente en Génesis 3:15 significa que no morirán sin esperanza (cf. Rm 8:20, 21). La enemistad entre la serpiente y la mujer significa que la humanidad no se ha unido del todo a la causa de la serpiente. La mujer y su simiente (la cual, nuevamente, requiere de la participación del hombre) resistirán a la serpiente. De allí la enemistad.
Y esto nos conduce a la última línea de Génesis 3:15. Traduciéndolo brevemente, se leería “él herirá en cabeza, y tú lo herirás en calcañar”, pues en el hebreo original los pronombres “tú” y “lo” (a “él”, “ella”) no modifican los sustantivos “cabeza” ni “calcañar”. En cada caso, los pronombres modifican el repetido verbo “herir”. Por lo tanto, las declaraciones son “ella te herirá a ti… y tú la herirás a ella…”. Para trasladar el hebreo a un español más cómodo, podríamos decir: “Ella te herirá en la (o tal vez, respecto a la) cabeza, y tú la herirás en el (o tal vez, respecto al) calcañar”. Dado que una herida en el calcañar típicamente no pone en riesgo la vida, en el sentido en que una herida en la cabeza podría hacerlo, Moisés comunica a su audiencia que el hombre y la mujer tienen razones de sobra para entender las palabras de Dios a la serpiente como una promesa de que su simiente triunfará sobre ella.
Deberíamos notar que en Génesis 1 la vida comenzó por la palabra de Dios, pues Dios habló para que el mundo existiera. Ahora, en Génesis 3, la vida continúa por la palabra de Dios. La palabra de juicio que Dios dirige a la serpiente declara que la vida de la humanidad continuará, como da cuenta el nombre que el hombre dio a la mujer en 3:20: “Y el hombre le puso por nombre ‘Eva’ a su mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes”.
La lucha a vida o muerte entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente es el conflicto argumental en que se basa todo el relato bíblico. La serpiente ha instigado a pecar y ha incurrido en una maldición, y el hombre ha transgredido, pero al mismo tiempo ha escuchado palabras de Dios que indican que el tentador será derrotado, sugiriendo que no solo el pecado, sino también las consecuencias del mismo (la muerte y el destierro de la presencia de Dios, las cuales son dos formas distintas de decir lo mismo) serán vencidas.14
Apoyando la idea de que Moisés pretendió que su audiencia comprendiera el relato como apuntando a una resolución definitiva del conflicto argumental, las palabras de Lamec, durante el nacimiento de Noé en Génesis 5:29, reflejan la esperanza de alivio de las consecuencias del juicio de Dios. En el contexto cercano, Moisés presenta a Eva expresando esperanza por la simiente que aplastaría a la serpiente en los nacimientos de Caín y Set (4:1, 25). Luego, Moisés presenta una línea de descendencia registrada meticulosamente desde Adán en la genealogía de Génesis 5, trazando el progreso de la simiente de la mujer con el refrán “y él murió”. El relato de cómo Enoc escapó de la muerte caminando con Dios brinda esperanza (5:21-24), y luego en 5:29 nos topamos con la reutilización de las palabras de juicio de 3:17-19, mientras Lamec expresa la esperanza de que su hijo Noé (cf. 3:15) traería tranquilidad.
Si consideramos la manera en que las promesas de Dios dan forma a patrones en los relatos bíblicos, podremos notar que en las palabras de juicio en Génesis 3:14-19 la serpiente y la tierra son maldecidas, sin embargo, ni el hombre ni la mujer escuchan las palabras “malditos sois”. Dios bendijo al hombre y a la mujer en 1:28 (nuevamente autorreferencialidad), y tal bendición no será revertida. El hombre y la mujer permanecerán en enemistad con la serpiente y su simiente, pero no son maldecidos. ¿Quiénes, o qué, es la simiente de la serpiente? La observación de que Dios maldice a la serpiente, pero no a Adán ni a Eva nos ayuda a encarar la pregunta de cómo se debe comprender la simiente de la serpiente. La autorreferencialidad de la narrativa enseña a la audiencia de Moisés que se debe permitir que el relato se interprete a sí mismo a medida que se va desarrollando. Leemos las declaraciones con referencias cruzadas a la luz unas de otras a fin de que se clarifiquen entre sí. La declaración de Génesis 3:15 acerca de la simiente de la serpiente no se refiere a serpientes literales, algo que queda muy claro cuando continuamos leyendo Génesis 4.
1.1.1. Trabajando y guardando, asesinado y maldecido
El relato continúa en su forma predominantemente autorreferencial. Al hombre y a la mujer se les ordenó ser fecundos y multiplicarse en Génesis 1:28, y ellos comenzaron a hacerlo en 4:1, 2. La respuesta de Eva al nacimiento de Caín en 4:1 indica que está buscando la simiente prometida en 3:15, y mientras que Abel “fue pastor de un rebaño mientras Caín trabajaba [עבד] la tierra” en 4:2, se les recuerda a los lectores la responsabilidad de Adán de “trabajar [עבד] y mantener [שמר]” el jardín (2:15). La tarea de Adán de “trabajar y mantener” el jardín en 2:15 era en sí misma otra forma de describir su responsabilidad de “sojuzgar” la tierra y “ejercer dominio” sobre los animales en 1:28.15 En Génesis 4:2, la tarea de Adán de “trabajar” la tierra (sojuzgar la tierra, 1:28) es llevada adelante por Caín, que hace lo mismo, y la tarea de Adán de “guardar” el jardín (ejercer dominio sobre, 1:28) se ve reflejada en el pastoreo del rebaño que lleva a cabo Abel (cf. 2:15).
TABLA 1.1. Trabajando y guardando
Trabajar la tierra
Ejercer dominio sobre los animales
1:28, sojuzgar la tierra
כָּבַשׁ
1:28, gobernar sobre los animales
רָדָה
2:15, trabajar
עָבַד
2:15, guardar
שָׁמַר
(es decir, proteger de los animales)el jardín
4:2, Caín trabajaba (
עָבַד
) la tierra
4:2, Abel pastoreaba (
רָעָה
)el rebaño
Los dos términos hebreos en Génesis 2:15, trabajar (עָבַד) y guardar (שָׁמַר), aparecen tanto en Génesis 3 como en Génesis 4. En Génesis 3:23, Yahvé sacó a Adán “del huerto del Edén, para que trabajara la tierra”, mientras que en 3:24, el querubín y la espada encendida “guardaban el camino del árbol de la vida”. Luego, en Génesis 4, leemos que Caín “trabajaba” (עָבַד) la tierra en 4:2, y luego de asesinar a Abel pregunta si acaso él es el “guardián” (שָׁמַר) de su hermano en 4:9.16 El Señor luego dice a Caín en 4:12 que cuando este “trabaje” (עָבַד) la tierra, esta no le dará su vigor, y esto recuerda a los lectores que las palabras de juicio que fueron dichas a Adán incluían una maldición en la tierra (3:17), espinos y cardos (3:18), y el destierro del jardín (3:23). La reutilización de esta terminología de “trabajar” y “guardar” trae a la memoria 2:15, recordando a la audiencia el propósito que Dios tenía para Adán en el jardín y subrayando cuán lejos de esto ha caído Caín.
Nuevamente, las repeticiones enseñan a la audiencia a leer el relato de modo que sus declaraciones se fundamenten entre sí. Moisés pretende que las diferentes escenas de su narrativa más amplia sean leídas la una a la luz de las otras, y presenta el relato de forma tal que lo que dice Dios da forma no solo a la creación, sino también a los eventos que tienen lugar dentro de ella.
Ningún relato puede presentar exhaustivamente todo lo que debe ser comunicado. Los autores deben rellenar los huecos en la interpretación de la audiencia a medida que van presentando nueva información. En Génesis 3:15 fue presentada una promesa en el relato, y dicha promesa ha formado de manera decisiva la comprensión de Moisés. Moisés transmite a su audiencia su comprensión en forma de promesa de Génesis 3:15 cuando en Génesis 4 habla del pecado de Caín.
1.1.2. Génesis 4 a la luz de Génesis 3
Toda la historia del asesinato de Abel por parte de Caín en Génesis 4 constantemente hace referencia a Génesis 3. Podemos notar esto a partir de la gran cantidad de repeticiones tanto de palabras como de frases de Génesis 3 en Génesis 4. Yahvé no se agradó de la ofrenda de Caín en 4:5, y en respuesta al enojo de Caín (4:6), le advirtió que “el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo” (4:7). Esta declaración evoca las palabras de juicio que habló Dios a la mujer en 3:16: “Tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti”.
Gn 3:16: וְאֶל־אִישֵׁךְ תְּשׁוּקָתֵךְ וְהוּא יִמְשָׁל־בָּךְ
Gn 4:7: וְאֵלֶיךָ תְּשׁוּקָוֹ וְאַתָּה תִּמְשָׁל־בּוֹ
El paralelo entre estas declaraciones nos ayuda a comprender la naturaleza del “deseo” y del “dominio” que se describe en ambos casos. El deseo de la mujer por su marido es como el deseo del pecado por Caín, un deseo de influenciar, incluso controlar, la conducta. De manera similar, el dominio del hombre sobre la mujer es un paralelo de lo que debería ser la respuesta de Caín al pecado. Además de la forma en que la reutilización de términos nos ayuda a entender lo que estos significan, el paralelismo de frases sugiere que debemos leer Génesis 4 a la luz de Génesis 3.
Teniendo en cuenta este indicio interpretativo de parte del autor del texto, colocamos el asesinato de Abel por parte de Caín (4:8) en paralelo con la primer pareja comiendo el fruto prohibido (3:6). Luego de que Adán y Eva pecaron, Yahvé confrontó a Adán con una pregunta que incluye dónde: “¿Dónde estás?”. Luego del pecado de Caín, Yahvé lo confrontó con una pregunta que incluye dónde: “¿Dónde está tu hermano Abel?”. El arreglo de palabras presente en ambas preguntas es similar:
Gn 3:9: וַיִּקְרָא יְהוָה אֱלֹהִים אֶל־הָאָדָם וַיֹּאמֶר לֹו אַיֶּכָּה
“Y Yahvé Dios llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?”.
Gn 4:9: וַיֹּאמֶר יְהוָה אֶל־קַיִן אֵי הֶבֶל אָחִיךָ
“Y Yahvé dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel?”.
La respuesta de Adán a la pregunta de Yahvé en 3:10 reveló su culpa: Adán tenía miedo porque sabía que había pecado, y sabía que estaba desnudo pues había comido del árbol. De igual forma, la respuesta de Caín a la pregunta de Yahvé en 4:9 revela su culpa: la declaración de que no sabe la ubicación de Abel es una mentira, y la indignante pregunta acerca de si él es el guardián de su hermano revela su falta de amor al prójimo.
En Génesis 3:13, “Yahvé Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho?”. Y en Génesis 4:10, el Señor dice a Caín: “¿Qué has hecho?”.
Gn 3:13: מַה־זֹּאת עָשִׂית וַתֹּאמֶר
Gn 4:10: וַיֹּאמֶר מֶה עָשִׂיתָ
Después de haber confrontado el pecado en Génesis 3:9-13, Yahvé maldice a la serpiente en 3:14 con las palabras: “Por cuanto has hecho esto, maldita serás…”. Después de haber confrontado a Caín por su pecado en 4:9, 10, Yahvé lo maldice en 4:11 con las palabras: “Ahora pues, maldito eres…”.
Gn 3:14: כִּי עָשִׂיתָ זֹּאת אָרוּר אַתָּה מִכָּל־הַבְּהֵמָה
Gn 4:11: וְעַתָּה אָרוּר אָתָּה מִן־הָאֲדָמָה
Las similitudes entre Génesis 3 y Génesis 4 indican que los dos capítulos se fundamentan entre sí, y por lo tanto debemos compararlos y contrastarlos. La similitud entre Génesis 3:14 y 4:11 sorprende debido a la conexión que forja entre Caín y la serpiente. Cuando Dios pronunció palabras de juicio a Adán y Eva en 3:16-19, no dijo las palabras “maldito eres” a ninguno de ellos. La única que oyó esas palabras en Génesis 3 fue la serpiente en 3:14. Cuando Moisés presenta a Dios diciendo aquellas palabras a Caín, provee una respuesta narrativa a la pregunta que surge de 3:15: ¿Quién es la simiente de la serpiente? Respuesta: las personas como Caín, cuyas acciones incurren en la maldición de Dios del mismo modo en que lo hizo la serpiente.
1.1.3. La simiente maldita de la serpiente
¿De qué manera estas conexiones entre Génesis 3 y 4 modifican nuestra comprensión de la trama que se desarrolla en Génesis, la Biblia y el mundo? La promesa en Génesis 3:15 vino en palabras de juicio a la serpiente anunciando que habría enemistad entre ella y la mujer, entre su simiente y la de esta. Las respuestas de Eva a los nacimientos de sus hijos en 4:1 y 4:25 indican que ella espera que un descendiente varón se levante como la simiente de la mujer que herirá la cabeza de la serpiente. La maldición de Caín en 4:11 identifica a este con su padre figurativo, el diablo (Gn 3:14; cf. Juan 8:44-47; 1 Juan 3:8-15).
La promesa de Dios en Génesis 3:15 crea un conjunto de expectativas, que incluye ideas en las siguientes direcciones:
Los que se rebelen contra Yahvé y sus propósitos serán identificados con la serpiente.
Quienes se unan a Yahvé y sus propósitos serán identificados con la mujer y su simiente.
Habrá un conflicto continuo entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente.
Mientras la simiente de la mujer infligirá una herida en la cabeza de la simiente de la serpiente, aquel solo sufrirá una herida en el calcañar.
Este conjunto de expectativas ha sido creado por la palabra de juicio declarada por Dios a la serpiente, lo cual se convierte en una palabra de promesa a la mujer y a su simiente. La palabra de la promesa, incluso, da forma a las expectativas de quienes la creen. En Génesis 4, Moisés pretende presentar el asesinato de Abel a manos de Caín como un evento que debe ser entendido a la luz del pecado y de las palabras de juicio resultantes en Génesis 3, como lo confirma la repetición de tantas frases de Génesis 3 en Génesis 4. Las palabras de Dios en Génesis 1–3 han dado forma a la manera en que Moisés percibe y narra los eventos de Génesis 4 y los subsiguientes.17
1.1.4. La impresión del tipo
Sobre la base de lo que hemos visto hasta ahora, sugeriré una relación entre el significado literal y figurado de la palabra τύπος. Nosotros, en español derivamos nuestro término “tipo” del término griego “τύπος” (ver Rm 5:14; 1 Cor 10:6; y cf. τυπικῶς en 1 Cor 10:11). BDAG18 parece brindar en primer lugar el significado concreto de τύπος, “marca creada como resultado de un golpe o presión” (1019), y luego las ampliaciones figuradas y metafóricas del significado concreto, por ejemplo, “un arquetipo que sirve de modelo” (1020).19 Parece que la relación entre el significado concreto y sus ampliaciones metafóricas podría ser entendida en este sentido: una persona ve algo que se sella en su consciencia, y otras cosas son interpretadas conforme a dicho sello.20
Estoy sugiriendo que la palabra de Dios ha sido sellada en la consciencia de aquellos que la creen, y que dicho sello hace que la realidad sea interpretada a la luz de la palabra de Dios. A través de este proceso, las promesas de Dios dan forma a las interpretaciones que producen los patrones, y dichos patrones reflejan la comprensión tipológica de los autores bíblicos tanto de lo que ha ocurrido como de lo que esto indica acerca del futuro.
1.1.5. La maldición de Canaán y de aquellos que deshonran a Abraham
La influencia formativa de Génesis 3:15 sigue siendo evidente a lo largo del relato de Génesis. Después de que Cam peca contra Noé, Noé maldice a los descendientes de su hijo en Génesis 9:25: “Maldito sea Canaán (אָרוּר כְּנָעַן)”, utilizando el mismo término que Dios empleó para maldecir a la serpiente (3:14) y a Caín (4:11). Esto identifica al descendiente de Cam, Canaán, con la serpiente, marcándolo como simiente de la serpiente y estableciendo el fundamento para que la justicia de Dios se ejecute sobre los cananeos cuando Israel, la simiente de la mujer, conquiste la tierra de Canaán, la simiente de la serpiente, en el libro de Josué (cf. Génesis 15:16; Josué 10:15, 16).21
Unas páginas más adelante, Moisés narra que Yahvé prometió a Abraham: “Bendeciré a los que te bendigan, y al que te tome a la ligera, maldeciré” (Génesis 12:3, אָ אֹר). Dios declara que aquellos que se nieguen a honrar a Abraham serán malditos de la misma manera que Él maldijo a la serpiente, a Caín y a Canaán. De este modo, Moisés señala a su audiencia que, de aquí en adelante, cualquiera que se oponga a Abraham debe ser identificado como la simiente de la serpiente, mientras que cualquiera que se alinee con Abraham será identificado como la simiente de la mujer.
Cuando Dios promete a finales de 12:3 que todas las familias de la tierra serán bendecidas en Abraham, la implicación es que la serpiente y su simiente serán derrotados a través de Abraham y su simiente (cf. Gn 22:17, 18), y que todos los que se alineen con Abraham experimentarán la paz bendita que resulta del triunfo de la simiente de Abraham, cuyos descendientes han sido rastreados desde Génesis 5 y 11 hasta Adán. La simiente de la mujer bendecirá al mundo a través de la derrota de la simiente de la serpiente (3:15; 12:1-3; 22:17, 18).
1.2. La naturaleza fundacional de Génesis
El comienzo de Génesis define los parámetros y expectativas para el resto del libro: la historia de Dios creando al mundo por su palabra, siendo todo bueno; creando al hombre a su imagen y colocándolo en el jardín para trabajarlo y guardarlo, junto con la prohibición de comer del árbol de la vida; creándolos varón y mujer así como uniéndolos entre sí en el matrimonio, y luego de su transgresión, dándoles esperanza mediante la palabra de juicio de Dios. Esta historia no solo define el libro de los comienzos, Génesis, sino de toda la Torá de Moisés (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Todo autor bíblico subsecuente adoptó la Torá de Moisés y continuó la historia que comenzó en Génesis.
El contenido de Génesis es necesario para comprender el resto de la Torá, y allí, Moisés enseña a los autores bíblicos que lo siguen cómo interpretar, cómo comunicarse, cómo estructurar el material, cómo simbolizar y cómo tipificar. En este primer capítulo estamos viendo cómo Moisés realiza esta tarea a nivel micro con sus palabras, sus oraciones, secuencias y asuntos de importancia. En el último capítulo de este libro examinaremos cómo Moisés hace esto mismo, pero a nivel macro, usando estructuras literarias que abarcan todo el libro de Génesis. Sostengo que los autores bíblicos adoptan la enseñanza de Moisés, aprendiendo de él cómo comprender el mundo y cómo estructurar sus propias presentaciones.
2. TIPOLOGÍA PRETENDIDA POR EL AUTOR
La promesa en Génesis 3:15 da inicio a la formación de los patrones que busco exponer en este libro. Antes de adentrarnos en los patrones, existen preguntas importantes acerca de la tipología que merecen algo de atención: ¿Cómo definimos “tipología”, cuáles son sus características, y cuáles son los controles interpretativos por los cuales podemos evaluar y establecer que los autores bíblicos tuvieron la intención de comunicar los patrones tipológicos que veremos en el texto? Iré trabajando en estas preguntas en orden inverso, comenzando por el control interpretativo de la intención del autor, y luego me trasladaré a las características de la tipología antes de sugerir una definición de este término fundamental y concluiré con reflexiones sobre la intención del autor divino de la Escritura. Esta subsección tiene la siguiente estructura:
2.1.La intención del autor humano.
2.2.Características de la tipología.
2.2.1.Correspondencia histórica.
2.2.2.Aumento de la importancia.
2.3.Definiendo el término “tipología”.
2.4.La intención del autor divino.
2.1. La intención del autor humano
El criterio más importante para determinar qué quiere decir un texto está determinado por la intención de su autor humano.22 Como ha escrito Elizabeth Robar: “Se habrá producido una comunicación satisfactoria en la medida en que el lector interprete el texto según la intención del autor”.23 Determinamos la intención de un autor a través de la interpretación histórico-gramatical del texto que escribió dicho autor.24 Queremos comprender el significado gramatical de las palabras y frases que ha empleado el autor, y queremos comprender dicho significado gramatical dentro del contexto histórico. Este estudio utilizará la interpretación histórico-gramatical en busca de la intención de los autores humanos del texto bíblico.25
Todos los textos tienen contexto, y todos los autores tienen contextos ideológicos en los cuales pretenden que sus escritos sean comprendidos. Mi hipótesis de trabajo es que el primer autor bíblico, Moisés, presenta toda la Torá como contexto relevante para las declaraciones aisladas dentro de sus cinco libros.26
Siguiendo esta línea de pensamiento, los autores bíblicos posteriores asumen la Escritura antigua como el contexto más amplio en el cual pretenden que sus escritos sean entendidos. Como ha escrito Beale:
La tipología puede ser llamada exégesis contextual dentro del marco de trabajo del canon, dado que primeramente involucra la interpretación y la elucidación del significado de partes anteriores de la Escritura mediante partes posteriores… En lugar de interpretar un texto solo bajo la luz de su contexto literario inmediato dentro de un libro, ahora simplemente estamos interpretando el pasaje en vista del contexto canónico más amplio.27
Las características de la tipología, a las cuales ahora volcaremos nuestra atención, nos ayudarán a establecer la intención de los autores humanos.
2.2. Características de la tipología
Las dos características clave de la tipología son la correspondencia histórica entre eventos, personas e instituciones en el desarrollo histórico-salvífico de la Biblia, y el consecuente incremento en importancia que corresponde a patrones recurrentes.28 La clase de interpretación tipológica que practican los autores bíblicos afirma la historicidad tanto de la instancia inicial del patrón como de sus repeticiones.29 Como aseguró Melitón de Sardes en el siglo II: “La figura ocurrió”.30 Es decir, los autores bíblicos no se involucran en artilugios literarios que crean estos patrones y paralelos.31 Melitón también afirmó el incremento cuando habló acerca de la figura siendo superada por su cumplimiento, el cual sería “más alto en altura, y más fuerte en poder, y hermoso en forma, y rico en su construcción”.32 La correspondencia histórica y el incremento trabajan juntos, como veremos cuando consideremos cada uno a su vez.
2.2.1. Correspondencia histórica
¿Cómo establecemos la correspondencia histórica?33 Tenemos evidencia de que los autores bíblicos posteriores buscan establecer una correspondencia histórica con pasajes antiguos de la Escritura cuando reutilizan términos significativos, citan frases completas u oraciones enteras, repiten secuencias de eventos y establecen paralelos en la importancia histórica de la salvación o la importancia pactual. Los términos raramente usados, así como las expresiones peculiares, atraen la atención de manera natural y establecen conexiones en las mentes de los lectores, de la misma forma en que lo hacen las citas de material anterior. En ciertas ocasiones, debemos pensar para poder reconocer las secuencias de eventos repetidas, pero una vez notadas ya no pueden pasar inadvertidas. En cuanto a la importancia histórica de la salvación, otra forma de describirla sería hablar de una conexión pactual.
Consideremos los siguientes ejemplos:
Términos importantes. La palabra para “arca” (תֵּבָה) solo ocurre en dos relatos del Antiguo Testamento: en Génesis 6–9, donde describe al arca de Noé, y en Éxodo 2:3 y 2:5, donde describe la “cestilla” (LBLA) en la cual la madre de Moisés lo colocó. Este punto de contacto lingüístico es notado frecuentemente. En el capítulo 4 argumentaré que esta es una de las características de la correspondencia histórica entre Noé y Moisés. En este momento, basta con observar que virtualmente todos los lectores (tanto del hebreo como de traducciones literales que preservan esta conexión) piensan de manera natural en el arca de Noé cuando leen acerca de la canasta-arca que llevaba al bebé Moisés entre los juncos. Es más, sugeriría que Moisés empleó este término para describir la canasta en la cual su madre lo puso dado que pretendía que su audiencia viera una conexión entre él y Noé.34
Como otro ejemplo de reutilización de la terminología, notemos que en Éxodo 15:5, los carros del faraón y sus huestes se hundieron en el mar “como una piedra” (LBLA). Apenas unos pocos versículos después, en 15:16, la Canción del Mar dice que los habitantes de Canaán estarán inmóviles “como piedra” mientras Israel cruce. Duane Garrett explica que:
La conquista futura de Canaán, en esta oración, verá una repetición de las acciones de Dios. Así como los egipcios se hundieron en el fondo del mar “como una piedra” (15:5b), la oración dice que los cananeos quedarán tan inmóviles como una piedra (15:16b) hasta que Israel haya “cruzado” hasta Canaán. El cruce (רבַעָ) hacia la Tierra Prometida es un espejo del cruce de Israel del Yam Suf; ambas son obras de Dios (ver también la descripción del cruce [רבַעָ] de Israel del Jordán en Josué 3).35
Sobre la base de estas clases de usos y reutilizaciones del idioma, argumentaré en el capítulo 8 que mientras Moisés celebra el cruce del mar Rojo en Éxodo 15, también indica que la conquista de Canaán será un nuevo éxodo.
Citas de frases u oraciones. Hemos visto anteriormente la manera en que la frase “maldito eres” de Génesis 3:14 es citada en 4:11, estableciendo un “parentesco” entre la serpiente y su simiente figurada, Caín. Los autores bíblicos generalmente se refieren a o citan la Escritura antigua. Como otro ejemplo, consideremos la forma en que Moisés forja una conexión entre la experiencia de Abraham y el éxodo de Egipto presentando al Señor diciendo las palabras: “Yo soy Yahvé, el que te sacó…” tanto en Génesis 15:7 como en Éxodo 20:2. Ubicado en su secuencia narrativa, Moisés presenta a Yahvé citándose a sí mismo y hablando las mismas palabras al hacer el pacto de Sinaí cuando hace pacto con Abraham:
Gn 15:7: אֲנִי יְהוָה אֲשֶׁר הֹוצֵאתִיךָ מֵאוּר כַּשְׂדִּים
Ex 20:2: אָנֹכִי יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֲשֶׁר הֹוצֵאתִיךָ מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם
Como se argumenta en otra parte36 (y será presentado nuevamente en el capítulo 8), Abraham experimenta una secuencia de eventos que sirven como una suerte de anticipo del éxodo de Egipto. La reutilización de la cita reúne una secuencia paralela de eventos, a los cuales dirigiremos nuestra atención.
Secuencias repetidas de eventos. Muchas veces una serie de características trabajan en conjunto, como ocurre en este caso. Consideremos los paralelos entre los éxodos de Egipto, tanto el de Abraham como el de Israel:
Tanto Abraham como Jacob (y su descendencia) descendieron a Egipto
debido a una hambruna en la tierra de la promesa.
En ambas instancias, los hebreos son oprimidos por los egipcios, siendo Sara llevada al harén del faraón y los hijos de Israel (eventualmente) esclavizados.
En ambos casos, los cautivos son liberados
cuando el Señor visita con plagas a faraón y a Egipto,
y en ambos casos los hebreos son enriquecidos por los egipcios,
antes de salir de Egipto y hacia el desierto
para entrar en una ceremonia pactual con Yahvé,
quien aparece a Abraham como la olla humeante y la antorcha ardiente pasando entre las partes del sacrificio, y a Israel en la densa oscuridad y fuego en el Monte Sinaí.
El hecho de que Moisés incluyera estas repeticiones, y dirigiera la atención a ellas por medio de la cita de Génesis 15:7 en Éxodo 20:2, sugiere que Moisés percibió una importancia creciente en este patrón repetido y se esforzó por asegurarse de que su audiencia también lo entendiera.
Como vimos anteriormente en el caso del uso del término “piedra” en la Canción del Mar en Éxodo 15, pareciera que Moisés esperaba que el patrón de eventos, que tuvo lugar en la vida de Abraham y en el éxodo de Egipto, volviera a repetirse en el futuro de Israel cuando conquistaran Canaán.
Importancia histórica de la salvación (i.e. importancia pactual). Más arriba vimos que Moisés usa el término תֵּבָה “arca” para describir tanto el bote de Noé como la canastilla en la cual su propia madre lo colocó. Moisés tiene una obvia importancia pactual: él era el mediador humano a través de quien Yahvé entró en pacto con Israel en el monte Sinaí. Noé, del mismo modo, tiene importancia pactual. Cuando anteriormente consideramos las citas, podríamos haber estudiado la manera en que Génesis 1:28 es citado en Génesis 9:1, y más adelante, en el capítulo 2, también veremos una repetición de la secuencia de eventos concerniente al pecado de Adán en el episodio de la embriaguez de Noé. En medio de la forma en que estas características trabajan juntas, y habiendo considerado ya la relevancia pactual de Moisés, notemos que Yahvé declara estar estableciendo su pacto con Noé (Gn 9:9, 11, 12, 17). La (1) reutilización del término “arca” funciona con (2) citas de frases o líneas completas, Génesis 1:28 en 9:1, y (3) secuencias de eventos repetidas (las cuales veremos en el capítulo 2), todas las cuales se unen con la (4) similitud en la importancia histórica de la salvación y del pacto para establecer una correspondencia histórica entre Noé y Moisés. A medida que estos elementos de correspondencia histórica son establecidos y luego repetidos, comenzamos a sospechar que los mismos apuntan más allá de sí mismos y hacia el futuro, lo cual nos prepara para la discusión de la segunda característica esencial de la tipología.
2.2.2. Aumento de la importancia
Contra la idea de que “la profecía es prospectiva mientras que la tipología es retrospectiva”,37 sugeriría que los patrones son notados y registrados por los autores bíblicos por dos razones: primero, ellos vieron algo importante en los patrones (repetición de patrones más antiguos o semejanzas entre eventos); y segundo, la importancia que notaron les sugería que debían esperar en el futuro esta clase de cosas. La repetición de liberaciones al estilo de la del éxodo presagia liberaciones futuras al estilo de la del éxodo, incluso si los patrones no brindan detalles predictivos específicos. Las diferencias entre, por ejemplo, el avance del éxodo en la vida de Abraham, el éxodo mismo, y la conquista de Canaán, nos muestra que, aunque un autor del Antiguo Testamento pueda usar tipología del éxodo para indicar la manera en que Dios habrá de salvar en el futuro, esto no necesariamente detalla exactamente lo que habría de acontecer.
Aquí, las grandes ideas son las siguientes:
Que los mismos autores bíblicos notaron estos patrones;
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que pretendieron señalar la presencia de estos patrones a sus audiencias a través de las correspondencias históricas que construyeron dentro de sus presentaciones;
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y por lo tanto las repeticiones pretendían causar un incremento en la expectación conjunta con cada nueva entrega en el patrón de eventos.
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Para resumir: las características clave de la tipología son la correspondencia histórica y el incremento. Además, la correspondencia histórica es establecida por: (1) la reutilización de términos clave, (2) la cita de frases o líneas, (3) la repetición de secuencias de eventos y (4) la similitud en el sentido histórico-salvífico o en la importancia pactual. Estos medios para establecer la correspondencia histórica nos brindan un criterio que puede utilizarse cuando los autores bíblicos posteriores pretenden señalar relaciones tipológicas con material presente en pasajes más antiguos de la Escritura. Si logramos establecer que un autor posterior pretendió dirigir la atención a un patrón tipológico, podemos acreditar las correspondencias históricas, así como el incremento en el sentido y el desarrollo tipológico resultante, como algo pretendido por el autor humano del pasaje. Estos estándares representan mi intento de desarrollar rigor metodológico que pueda ser aplicado en un esfuerzo por remediar una deficiencia que muchos perciben en escritos anteriores relacionados a la tipología. Por ejemplo, S. Lewis Johnson escribió: