Traidor, inconfeso y mártir - José Zorrilla - E-Book

Traidor, inconfeso y mártir E-Book

José Zorrilla

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Beschreibung

Traidor, inconfeso y mártir es una de las obras teatrales más destacadas de José Zorrilla. Narra la historia del rey Sebastián I de Portugal, quien oculta su identidad para escapar de la ira del monarca Felipe II. El rey de España lo ve como una amenaza para su trono y pretende ajusticiarlo.-

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José Zorrilla

Traidor, inconfeso y mártir

Drama histórico en tres actos escrito expresamente para el beneficio de Doña Matilde Díez

Saga

Traidor, inconfeso y mártirCover image: Shutterstock Copyright © 1905, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726562033

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAJES

DOÑA AURORA.

GABRIEL ESPINOSA.

DON RODRIGO DE SANTILLANA,

alcalde de casa y corte.

DON CÉSAR DE SANTILLANA,

capitán de jinetes del primer tercio de Flandes.

UN ESCRIBANO.

SOLDADOS.

OTROS CRIADOS.

ARBUÉS.

BURGOA Y NAO D'ANDRADE.

EL MARQUÉS DE TAVIRA.

EL DOCTOR N.

ALGUACILES.

UN CRIADO DE BURGOA.

La escena en los dos primeros actos pasa en una posada de Valladolid; y el tercero, en Medina del Campo, en el año de 1594 de N. S. J. C.

Acto I

Antesala en una posada de Valladolid. Puerta en el fondo, que da al exterior. Dos a la izquierda, que dan al interior. Ventana a la derecha.

Escena I

BURGOA, que aparece; un CRIADO que sale por el fondo.

CRIADO

Señor amo.

BURGOA

¿Qué hay?

CRIADO

Un hombre.

BURGOA

¿Qué quiere?

CRIADO

Veros.

BURGOA

Que pase.

CRIADO

Entrad aquí, seor hidalgo.

Escena II

BURGOA; el MARQUÉS, embozado.

MARQUÉS

Buenas noches.

BURGOA

Dios le guarde.

MARQUÉS

¿Eres tú el huésped?

BURGOA

Yo soy.

5

MARQUÉS

¿Luis Burgoa?

BURGOA

Y Nao d' Andrade.

MARQUÉS

¿Portugués?

BURGOA

Lo canta el nombre:

de Alfontes, en el Algarbe.

MARQUÉS

Paisanos somos.

BURGOA

¿Sois vos

también?...

MARQUÉS

Escúchame y cállate.

10

BURGOA

Callo y escucho.

MARQUÉS

Esta noche

vendrá a pedir hospedaje

en esta posada un hombre,

cuyas señas voy a darte

para que no le equivoques.

15

Edad, cuarenta años; traje

negro, cabello rapado,

barba crecida, semblante

pálido, mirada de águila,

sonrisa triste, andar grave.

20

BURGOA

Con tantas señas, señor,

que le equivoque no es fácil.

MARQUÉS

Aún faltan más; una dama

en su compañía trae

de apenas diecisiete años,

25

y haciendo veces de paje,

viene sirviéndoles a ambos

un veterano de Flandes,

en quien, por más que se afana

por tosco labriego en darse,

30

se revelan a la legua

las costumbres militares.

Lo mismo sea sentirles

a tus puertas acercarse

con luz y sombrero en mano

35

saldrás hasta los umbrales;

mandarás de sus caballos

cuidar, y sus equipajes

subir a los aposentos

mejores que puedas darles.

40

Los servirás a su antojo

los más sabrosos manjares

y los vinos más añejos,

y entre tanto que ocuparen

cuarto en tu posada, en ella

45

no recibirás a nadie.

Yo toda entera la alquilo

para ellos. Ahí va parte

del gasto que hacerte puedan.

Cuando esa suma se acabe

50

te rellenaré esa bolsa;

lo que sobre, para gajes

del huésped y de los mozos.

Adiós y silencio, Andrade.

BURGOA

Un momento, caballero.

55

¿Y si ese hombre preguntare

quién paga su gasto?

MARQUÉS

Nada digas.

BURGOA

¿Y si se obstinare en saberlo?

MARQUÉS

Guardarás

silencio; y la cuenta al darme

60

tu silencio y sus porfías

pondrás como cantidades

en guarismos, y yo sólo

veré las sumas totales.

Pero ten cuenta, Burgoa,

65

porque el oro que aquí ganes

crecerá con tu prudencia

y te se irá con tu sangre;

porque indiscreciones de oro

con hierro es bien que se atajen,

70

y fortuna que se canta

siempre se la lleva el aire.

BURGOA

Señor...

MARQUÉS

Adiós, que no quiero

que aquí, si llegan, me hallen.

(Vase.)

Escena III

BURGOA; después, DON CÉSAR.

BURGOA

¡Aventura más extraña!

75

Alguna apuesta; algún lance

de amor; pero ¿qué me importa

a mí? Lo que es indudable

es que el bolsillo está lleno

de doblillas: ¿para gajes

80

las que sobren? ¡Bah! Lo menos

ciento por veinte. Adelante.

CÉSAR

(Saliendo.)

Buenas noches.

BURGOA

¿Qué se ofrece?

CÉSAR

Hablar con el dueño.

BURGOA

Habladle.

CÉSAR

¿Eres tú?

BURGOA

Yo mismo.

CÉSAR

¿Estamos

85

solos?

BURGOA

Sí.

CÉSAR

Atento estáme.

Tres personas a tu puerta

vendrán muy pronto a apearse:

un hombre galán, de pálido

rostro y de noble talante,

90

una dama tan hermosa

como pintan a los ángeles,

y un escudero que tiene

mezcla de asistente y paje.

Dales lo mejor que tengas,

95

como a príncipes regálales;

lo que no poseas, cómpralo

y en el precio no repares.

Ahí tienes doscientos pesos

en oro: cuando los gastes

100

en su servicio, me pides

más, y si sobran, por gajes

te los embolsas, con ceros

sumas y cuentas cabales.

BURGOA

Caballero, perdonad,

105

pero habéis llegado tarde.

CÉSAR

No te entiendo.

BURGOA

Un embozado

que salía cuando entrabais

os ha ganado la mano,

y para esos personajes

110

por quien os interesáis,

con palabras semejantes,

a las vuestras ha alquilado

y pagado el hospedaje

de mi casa con el oro

115

de este bolsillo: miradle.

CÉSAR

¿Y quién era ese embozado?

BURGOA

No le conozco.

CÉSAR

¿Su traje,

su porte ni sus palabras

indicios no pueden darte

120

de quién sea?

BURGOA

No, señor

militar; ni su semblante

vi jamás, ni haber oído

recuerdo en ninguna parte

su voz.

CÉSAR

¿Es joven o viejo?

125

BURGOA

¿No le habéis visto?

CÉSAR

En la calle

estaba ya cuando yo

llegaba a tu puerta, y casi

no puse atención en él.

BURGOA

¡Es un señor respetable,

130

de barba gris, noble y rico.

CÉSAR

¿Noble y rico? ¿De qué sabes

que lo es si no le conoces?

BURGOA

Dan en él lo muy bastante

a conocer la riqueza

135

su oro y su modo de darle:

y la nobleza, además

de su tono y de sus frases,

el aroma que se exhala

de su valona y sus guantes.

140

CÉSAR

Pues, señor,¡cómo ha de ser!

Dijiste bien: llego tarde.

Restame, pues, solamente

mis ofertas reiterarte:

emplea ese oro a gusto

145

de quien le da, y lo que falte

yo lo abono; y a otra cosa,

que el tiempo vuela. Melquiades,

(Asomándose a la puerta.)

acomoda los caballos

en la cuadra.

BURGOA

Dispensadme,

150

capitán: no puede ser.

CÉSAR

¿Por qué?

BURGOA

Porque no hay vacante

un solo pesebre en ella.

CÉSAR

Pues en ese caso dame

un cuarto a mí y una cama,

155

y que se vaya Melquiades

con los caballos.

BURGOA

Tampoco

puedo serviros.

CÉSAR

¡Bergante!

¿Intentas burlas conmigo?

BURGOA

¡Dios me libre de burlarme

160

de tan gallardo mancebo!

Mas tengo orden terminante

de aquel embozado incógnito

de no recibir a nadie

por esta noche en mi casa

165

más que a ellos. Excusadme,

pues, capitán.

CÉSAR

Pues entonces

(Se sienta.)

dame un bocado que el hambre

me satisfaga, y un trago

que me remoje las fauces.

170

BURGOA

Señor, todo está comprado

y nos cansamos en balde.

Pues que por esos viajeros

os interesáis, dejadles

libre la casa, y no hagáis

175

que yo a mi palabra falte.

CÉSAR

El caso es que a mí me importa

en esta casa quedarme

por esta noche y es fuerza

que me quede.

BURGOA

Pues en grave

180

compromiso me ponéis

si os quedáis, y por mi parte,

por cuantos medios me ocurran

estoy dispuesto a evitarle.

CÉSAR

¿De modo que te propones

185

en la plazuela plantarme

en una noche como ésta,

con frío tal, oro y hambre?

BURGOA

Sí, señor.

CÉSAR

¿Sin mas razones?

BURGOA

Os llevo dadas bastantes.

190

CÉSAR

Pues, señor, lo siento mucho;

mas fuerza es que te se alcance,

pues no eres tonto, que cuando

muestro empeño semejante

en hospedarme en tu casa,

195

no vine para marcharme

de ella otra vez despedido

como un buhonero errante.

BURGOA

Pues mirad cómo ha de ser.

CÉSAR

Así: toma y lee si sabes.

200

(Le da un papel.)

BURGOA

¿Y qué es esto?

CÉSAR

Lee.

BURGOA

(Leyendo.)

«Dará

Luis Burgoa Nao d'Andrade

alojamiento en su casa,

número dos de la calle

de la Antigua, al capitán

205

del primer tercio de Flandes

don César de Santillana

con seis jinetes».

CÉSAR

Cabales.

Burgoa, en nombre del rey

vas a ofrecerme de balde

210

lo que por oro me niegas.

BURGOA

La boleta haré que os cambien

a cualquier costa.

CÉSAR

Será

trabajo inútil: es tarde.

BURGOA

No importa: tengo dineros

215

y muy buenas amistades

hoy en el Ayuntamiento.

CÉSAR

Pues, Burgoa, no las canses

inútilmente esta noche;

porque, a más de que es mi padre

220

juez de la chancillería

y de casa y corte alcalde,

tengo seis hombres abajo

y un escudero, incapaces

de obedecer otras órdenes

225

que las que yo quiera darles,

que del umbral de la puerta

no permitirán que pases.

Conque cede a mis razones,

que son, a fe, terminantes,

230

y dame luz, cena y cuarto,

que con ese personaje

misterioso, seré yo

solamente el responsable

de todo, en nombre del rey.

235

BURGOA

Callo al rey.

CÉSAR

Y muy bien haces,

que contra el rey nadie es cuerdo

en oponerse. Melquiades,

toma luz y desensilla

a Bayardo; a acomodarme

240

voy en algún cuarto bajo

para que cuando llegaren

esos huéspedes, en casa

ya pagada no me hallen.

BURGOA

Capitán, pues no hay remedio,

245

yo os ruego con la más grande

humildad que os alojéis

en una sala que cae

al huerto que tengo a espalda

de la casa.

CÉSAR

Que me place

250

te digo el alojamiento.

Vamos allá.

BURGOA

Hacia esta parte

(Los dos a la puerta.)

y en el fin del corredor

veréis una puerta grande

que da sobre otra escalera.

255

Tomad el farol que arde

en el descanso; bajadla,

y Andrés os dará la llave

de vuestro cuarto, y decidle

que a vuestras gentes os llame.

260

Yo os enviaré buena cena

y fuego.

CÉSAR

Dios te lo pague.

(Vase.)

Escena IV

BURGOA; después, DON RODRIGO.

BURGOA

Santillana y capitán,

y de los tercios de Flandes,

y con la boleta en regla

265

y espada de gavilanes,

¿quién le resiste? El incógnito

se hará cargo del percance,

y tendrá su compañía

que sufrir y resignarse.

270

Contra el rey nadie es valiente.

RODRIGO

¡Ah de esta casa!

(Entrando.)

BURGOA

Adelante.

RODRIGO

¿Sois el dueño de ella?

BURGOA

Soy

Luis Burgoa.

RODRIGO

Dios le guarde.

BURGOA

Mil gracias; lo mismo digo.

275

¿Qué se ofrece?

RODRIGO

Que oiga y calle.

Esta noche a esta posada

vendrá un viajero a apearse

con una dama encubierta

y un escudero; hospedadles

280

con mucho agrado y servidles

sin dudar cuanto demanden;

su gasto corre por cuenta

del rey; y desde el instante

en que vuestra casa ocupen,

285

de ellos, de sus equipajes

y cuanto les pertenezca

seréis vos el responsable.

Dejaréis entrar a todos

los que por él preguntaren.

290

A todos, quienquier que fueren;

mas no dejaréis a nadie

volver a salir. Abajo

tenéis unos militares

alojados, y las órdenes

295

competentes voy a darles

para que os presten auxilio

y en caso de apuro guarden

las puertas; conque silencio

y adiós; volveré más tarde.

300

BURGOA

Señor, vuestra autoridad

sea cual fuere, excusadme

que os pregunte a quién la honra

tengo de hablar.

RODRIGO

Al alcalde

Rodrigo de Santillana.

305

BURGOA

¡Jesucristo!

RODRIGO

Dios le guarde.

Escena V

BURGOA

¡Dios nos asista! Con un

Santillana era bastante

para su mal; pero ¿juntos

el capitán y el alcalde

310

pisándoles los talones?

Ya, ya están frescos los tales

viajeros. Los Santillanas...

Raza de réprobos; aves

de mal agüero; golillas

315

todos; búhos de las cárceles

y de las horcas, que sólo

pronosticar pueden males.

Santillanas..., ¡fuego en ellos

y en quien a casa los trae!

320

No hay portugués que no tenga

con ellos cuenta. Mas baste,

que Dios dirá. Gente llega.

¡Andrés!

(Al ir a entrar por el fondo, sale ARBUÉS de viaje,enlodado.)

Escena VI

BURGOA, ARBUÉS.

ARBUÉS

No hay que incomodarse,

patrón: somos gente llana

325

mis amos y yo, y a nadie

gustamos de dar que hacer.

¿Hay aposentos capaces,

limpios y con buenas camas

para una dama, su padre,

330

su escudero y dos criados?

BURGOA

Sí, señor, los hay; y tales

que no habrá en palacio muchos

que en lo limpio les alcancen.

ARBUÉS

Pues poned en uno luces

335

para la dama.

BURGOA

Que bajen

voy a mandar por los trastos

que traigáis.

ARBUÉS

Que no se cansen

vuestros mozos; ya los nuestros

suben con los equipajes

340

(Suben los mozos con baúles.)

¿Dónde los pondrán?

BURGOA

Allí,

en esos cuartos.

ARBUÉS

(A los mozos.)

Llevadles,

pues.

BURGOA

¿Y la dama?

ARBUÉS

Se está

despidiendo de su padre.

BURGOA

Pues qué, ¿no se queda en casa

345

con ella?

ARBUÉS

Sí; mas tiene antes

que entregar unos breviarios

a un primo suyo, que es fraile

en San Pablo, y tardará

tal vez; mas no hay que esperarle.

350

BURGOA

Marta, Ginés, a esa dama

alumbrad.

ARBUÉS

Ya llegan tarde,

patrón.

(Sale DOÑA AURORA.)

BURGOA

¡Qué! ¿Sin aguardar

que la sirvan?...

ARBUÉS

Si es más ágil

que un lancero, y nunca se anda

355

con cumplimientos.