Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Este audiolibro ¡ FUNCIONA ! , contiene el secreto para transformar tu vida. Lo comprueban millones de personas alrededor del mundo que, a través de este conocimiento, han aceptado este reto: Coloca en tu muñeca una pulsera , y cada vez que te des cuenta que te estás quejando, criticando o divulgando chismes, cambiártela de una mano a otra. Mantenla en una misma mano 21 días: Hazte consciente de lo que dices, cambia tus palabras, tu forma de pensar y desarrolla tu vida con un propósito. Esta práctica es capaz de aliviar historias terriblemente dolorosas, sana relaciones, y opera el milagro de hacerte verdaderamente FELIZ.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 99
Veröffentlichungsjahr: 2023
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Will Bowen
CÓMO DEJAR DE QUEJARSE Y COMENZAR A DISFRUTAR DE LA VIDA
Translated by Marcela M. Mendoza
Saga
Un mundo sin quejas
Translated by Marcela M. Mendoza
Original title: A complaint free world
Original language: English
Copyright ©2007, 2023 Will Bowen and SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788728578360
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
www.sagaegmont.com
Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.
A mi hija, Lia, a sus hijos que aún no nacen,
y a los hijos de sus hijos que a la postre
vivirán en un mundo más feliz y libre de quejas.
Gracias a ti que me escuchas por aceptar nuevos paradigmas para tu vida y aportar así una luz brillante a nuestro mundo.
Si algo no te agrada, cámbialo. Si no lo puedes cambiar, cambia tu actitud. No te quejes.
MAYA ANGELO
Dentro de este audiolibro encontrarás una pulsera de color morado, a continuación te explico cómo usarla:
1. Póntela en tu muñeca en cualquiera de las dos manos.
2. Cuando te des cuenta de que te estás quejando, divulgando chismes o criticando, cambia la pulsera a la otra mano y comienza de nuevo.
3. Si escuchas a alguien que usa la pulsera de color morado quejarse, está bien que le digas que debe cambiarse la pulsera a la otra mano; pero si lo vas a hacer, primero tú debes cambiarte la pulsera, porque te estás quejando de su queja.
4. Sigue intentándolo. Posiblemente tomará muchos meses para que alcances 21 días consecutivos conservándola en una misma mano. El promedio es de cuatro a ocho meses.
Relájate, pues sólo se trata de quejas, críticas y chismorreos que son articulados. Si salen de tu boca, cuentan, así que empieza de nuevo. Si las piensas, no valen. Pero te vas a dar cuenta de que aún las quejas que piensas van a desaparecer conforme pases por este proceso.
El solo hecho de mover tu pulsera abrirá surcos en tu conciencia, y te hará consciente de tu comportamiento. Cuando te percates de que te estás quejando, no si lo estás haciendo, mueve tu pulsera Quejarse es una epidemia en nuestro mundo, así que no te sorprendas cuando te des cuenta de que tú también te quejas mucho más de lo que pensabas.
En este audiolibro comprenderás qué es lo que constituye una queja, por qué nos quejamos, qué beneficios creemos que obtenemos cuando nos quejamos, cómo el quejarse es destructivo para nuestra vida y cómo podemos conseguir que otras personas a nuestro alrededor dejen de quejarse. Vas a aprender cómo erradicar de tu vida esta venenosa forma de expresión. Si sigues estos pasos, encontrarás que no sólo ya no te vas a quejar, sino también que la gente a tu alrededor cesará de hacerlo.
Hace poco estaba jugando tenis con un amigo, en el descanso, me preguntó:
---“Entonces, ¿cuántas pulseras moradas ‘Libre de quejas’ has enviado?”
--- “Cerca de 125 000”, y agregué:
---“Hasta ahora”. “125,000…, “eso es más que una buena parte de la población de una ciudad de los Estados Unidos”. “Y ¿hace cuánto empezaste con esto?”
---“Siete meses”, contesté.
---“125,000 pulseras en siete meses”, repitió, sacudiendo su cabeza incrédulo. “¿Cuántas veces al día crees que la gente se queja?”.
---“No lo sé”
---“ Al principio, cuando empecé a tratar de lograr 21 días consecutivos sin quejarme, estuve removiendo mi propia pulsera morada casi 20 veces al día.”
--- “Has la cuenta”.
--- “¿Qué cuenta?”
---“Si multiplicas 125,000 pulseras por 20 veces de quejas por día, por treinta días de cada mes, durante siete meses, tienes…, es… bueno, ¡es muchísimo! Sólo piensa cuántas quejas nose han dicho desde que todo esto comenzó”.
Me dejó pensando sobre esto. El movimiento había cobrado vida propia y era emocionante ser parte de él.
Un día, estaba escribiendo mi lección cuando tuve un lapso de inspiración. Llamé a Marcia Dale, nuestra gerente de oficina y le expliqué mi idea. Ella escuchó pacientemente. En los ciclos de lectura que organizábamos siempre repartíamos todo tipo de objetos para ayudar y reforzar lo que estamos aprendiendo pues, sirven de recordatorio visual mucho después de que la lección se llevó a cabo.
---“¿Para qué pulseras de hule?”, me preguntó Marcia.
--- Muchos autores, dicen que es más importante que nos concentremos en lo que queremos en nuestra vida, en lugar de poner nuestra atención en lo que no queremos.
---“Los pensamientos que tenemos en nuestra cabeza producen más pensamientos de ese mismo tipo”, dijo Marcia.
----“Y, quejarse es enfocarse en lo que no queremos. Es expresar lo que no queremos. Es hablar de lo que está mal, y en lo que concentramos nuestra atención se expande. Las pulseras van a ayudar a las personas a erradicar las quejas de su vida”
---“Explícame cómo las pulseras de hule van a hacer esto”.
--- “Vamos a regalar a todos los asistentes una pulsera, ya sabes, como las que Lance Armstrong distribuyó para recaudar dinero para su fundación pero, de otro color”. Hace veinte años leí un libro que decía que un pollo necesita 21 días para salir del cascarón e, irónicamente, le toma a una persona 21 días realizar algo para que se convierta en hábito. Retaremos a todos a que usen la pulsera en cualquiera de las dos manos y traten de lograr no expresar ninguna queja en 21 días consecutivos. Si se percatan de que se están quejando, los retaremos a que en ese momento cambien de mano la pulsera y empiecen de nuevo.”
---“La idea es que nos demos cuenta en el momento en que nos quejamos; de esta manera, probablemente nos percatemos antes de quejarnos otra vez.”
Nos quedamos en silencio por un momento.
---“¿Algún color en particular?”
--- ¿Tú cuál sugieres?”
---“¿Qué te parece morado?”
---“Es elegante y para algunas personas representa la transformación.”
--- “Me parece muy bien”
Nos pusimos manos a la obra y el domingo siguiente repartimos más o menos 250 pulseras, pero nuestra reserva de 500 se agotó, la gente las quería para repartirlas en sus oficinas, sus clases, regalárselas a sus amigos, equipos y los grupos sociales que frecuentaban. Ese día, además de explicar en qué consistía el reto, invité a cada uno a imaginar cómo sería su vida sin sus quejas. Sentí una mezcla de emoción y temor en el ambiente. “Háganlo conmigo. No importa si se toman tres meses o tres años”, les dije, “su vida va a mejorar enormemente. Si su pulsera se rompe por tanto estarla cambiando de una mano a otra, les daremos otra. Sólo síganlo intentando”.
Quejarse es hablar de las cosas que no te gustan más que de las que sí te gustan. Cuando nos quejamos usamos nuestras palabras para enfocar cosas que no son como quisiéramos. Nuestros pensamientos crean nuestra vida y nuestras palabras indican lo que estamos pensando. Permíteme repetirlo: nuestros pensamientos crean nuestra vida y nuestras palabras indican lo que estamos pensando.
Poniéndolo de otro modo: “¡Lo que hablas, lo demuestras!”
En todo momento, todos estamos, creando nuestra vida. El truco está en tomar de verdad las riendas y dirigir el caballo a dónde en realidad queremos que vaya, no a donde no queremos. Tu vida es una película escrita, producida, dirigida y protagonizada ¡por ti!
Con los pensamientos a los que les das más atención, tú estás creando tu vida a cada momento. Esta idea no es nueva, por siglos muchos grandes filósofos y maestros nos la han dicho:
Tal como ha sido tu fe, así suceda contigo.
JESÚS, MATEO 8:13
El universo es cambio, nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen.
MARCO AURELIO
Nuestros pensamientos nos moldean; nos convertimos e lo que pensamos.
BUDA
Cambia tus pensamientos y cambiarás tu mundo.
NORMAN VINCENT PEALE
Estás hoy donde tus pensamientos te han traído; mañana estarás donde
tus pensamientos te lleven.
JAMES ALLEN
Nos convertimos en lo que pensamos.
EARL NIGHTINGALE
El contexto más elevado
en la educación moral será posible cuando reconozcamos
que debemos controlar nuestros pensamientos.
CHARLES DARWIN
¿Por qué somos amos de nuestro destino, capitanes de nuestras almas?
Porque tenemos el poder de controlar nuestros pensamientos.
ALFRED A. MONTAPERT
Tus palabras indican lo que estás pensando y tus pensamientos crean tu vida.
La gente cae en un continuo estado de ser positivo o de ser negativo. En mi experiencia, nunca he conocido a nadie que piense que es una persona negativa. No conozco a nadie que se dé cuenta de cuándo sus pensamientos son más destructivos que constructivos.
Tus palabras revelan esto a los demás, pero posiblemente tú no lo notas. Te quejas constantemente —yo también lo hacía, pero la mayoría de la gente, pensamos que somos positivos, alegres, optimistas y seguros de nosotros mismos.
Tu pulsera morada “Libre de quejas” te ayuda a darte cuenta de tus pensamientos. Cuando conoces tus pensamientos puedes cambiar y, finalmente, reformar tu vida como quieras. Es como colocar una trampa a tus pensamientos negativos y atraparlos para después, dejarlos ir y que nunca más regresen.
El día que entregué las primeras pulseras moradas “Libre de quejas” a mis feligreses y que los invité a comprometerse a intentar los 21 días consecutivos sin quejarse, les compartí la siguiente historia:
Cuando era niño solía pararme frente a un lago y tirar piedras tan lejos como podía. Después de que el agua salpicaba, veía la reacción del impacto que viajaba en ondas en todas direcciones hasta que alcanzaba las orillas de la caleta.
Juntos podemos crear una reacción; justo aquí, en este instante, en esta pequeña comunidad, podemos empezar algo que puede tocar y transformar el mundo
La energía indecisa de mis feligreses empezó a convertirse en entusiasmo.
¡Juntos, haremos la primera ciudad ‘Libre de quejas’ de los Estados Unidos!” Y agregué: “nos espera un largo camino por delante”. El recinto quedó en silencio. Me di cuenta que me acababa de quejar, cambié por primera vez mi pulsera de mano —sin duda no sería la última vez
Ordenamos otras 500 y ya estaban comprometidas antes de que llegaran. Pensamos en ordenar otras mil; sin embargo, nos preguntamos qué íbamos a hacer con las que sobraran. Las pedimos y, antes de que llegaran, ya estaban también apartadas. La llovizna se convirtió en lluvia, la lluvia en chubasco y el chubasco en diluvio.
Sentí que algo importante se estaba desarrollando y llamé al periódico The Kansas City Star para preguntar si les interesaba hacer un reportaje de la historia de las pulseras. Me remitieron con Helen Gray y le envié un mensaje explicando lo que estaba ocurriendo.