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Runa se lleva por accidente una piedra preciosa de una tienda. No quiere ser una ladrona, así que debe devolverla, pero es difícil, porque la piedra parece ser mágica. Al mismo tiempo, Runa se hace amiga de la chica nueva de su clase y se enfada con su mejor amiga, Frida. ¿Cómo saldrá de este lío?
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Seitenzahl: 47
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Sandra Schwartz
Traducido por Óscar Pardo Méndez
Ilustrado por Lars Horneman
Saga
Un toque de magia 1 - La piedra de la suerte
Translated by Óscar Pardo Méndez
Original title: Et strejf af magi 1 - Lykkestenen
Original language: Danish
Copyright © 2015, 2021 Sandra Schwartz and SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788711871379
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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[Insert illustration from PDF, p. 8]
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[Insert illustration from PDF, p. 9]
«Te echaré de menos», digo. Tengo un nudo en la garganta, siento como si tuviese un gran nudo.
Frida y yo estamos en un probador, y ella se está probando el bikini número... bueno, ya he perdido la cuenta; mientras mi madre hace la compra. Frida se va de vacaciones y tomará el vuelo esta noche a última hora.
Frida me mira en el espejo y me hace una mueca triste.
«Yo también te echaré de menos». Se gira y da la vuelta. Es la tercera vez que se ha puesto el turquesa. Es caro, pero su madre le ha dado suficiente dinero para comprarlo.
«No, no lo harás», digo y le saco la lengua. «Te lo pasarás genial y te olvidarás de mí».
«Oye, tonta, no me voy a olvidar de ti». Frida voltea sus ojos. «Solo me iré una semana».
«Sí, harás un montón de amigos nuevos. Estarán encima de ti todo el rato».
Frida hace una mueca.
«Como moscas en una caca de perro».
Pero sé que es cierto. Frida es el tipo de persona que gusta a todo el mundo. Siempre es amable, nunca discute con nadie y no es tímida como yo. Puede hablar con cualquiera. Yo no suelo saber qué decir a la gente.
Me mira con esos ojos de cachorrito, grandes y marrones.
«¡Ayúdame! ¿Cuál elijo?»
Ahora es mi turno de voltear los ojos. Ambas sabemos cómo va a acabar esto: se comprará el turquesa porque es el más bonito. Pero si vas de compras, te lo tienes que probar todo. Hasta el bikini de abuela increíblemente feo con las braguitas que llegan hasta el ombligo que Frida se probó primero. ¡Puaj!
«¿Estás segura de que es bonito?», pregunta.
[Insert illustration from PDF, p. 12]
Me río.
«Es bonito. ¡Te queda muy bien!» Tiene un pelo largo, liso y negro, y una piel morena. Nunca está pálida, como yo, que soy un gusano pálido. Casi brillo en la oscuridad.
«Genial, ¡me lo llevo!» Se ríe, se gira y da la vuelta frente al espejo.
Siento una gran emoción. Sé que está deseando irse de vacaciones, aunque lo intente disimular un poco cuando está conmigo.
Frida paga y nos vamos.
El aire está frío, pero el sol brilla. El verano está empezando.
Me toma del brazo y apoya su cabeza en mi hombro. Siempre lo hacemos. En realidad, Frida no es tan alta, así que mi hombro es el cojín perfecto para su cabeza.
Frida y yo somos mejores amigas desde la guardería. Quedamos casi todos los días, pero en realidad somos bastante diferentes. Ella sale con mucha gente, incluso con Silja y Kira de nuestra clase, que son unas chicas bastante duras. Yo también salgo con otra gente, pero no tanto. Suele ser cuando también está Frida.
«Tienes suerte», dice Frida. «Serás la primera en conocer a la chica nueva».
Tras un momento, lo recuerdo. El lunes viene una chica nueva a nuestra clase. Siento mariposas en el estómago de la emoción, pero no se lo cuento a Frida. ¿Será simpática?
«A lo mejor te puedes sentar a su lado».
«No. ¿Por qué haría eso?»
Frida se ríe.
«Porque yo no estaré ahí, tonta».
«¡Nunca!», digo. Frida se ríe a carcajadas, y parte del nudo en mi garganta desaparece.
«¿No quieres ir allí?» Frida señala una tienda al otro lado de la calle. El herbolario de Helga pone en letras brillantes. Es nueva.
«Pero hemos quedado con mi madre en veinte minutos».
Frida tira de mí.
«Solo un vistazo».
Entramos a la tienda y comenzamos a escuchar una música relajante. Huele dulce y a humo.