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Si alguna vez sentiste que no podías más, si te rompieron el corazón, si confiaste a ciegas y te apuñalaron por la espalda, si creíste que después del dolor no había nada más, este libro es para ti. En Valentía II encontramos el reflejo de alguien que supo abrazar el dolor y convertirlo en vuelo, como un colibrí renaciendo después de una noche fría de invierno. Kelbin, una vez más, abre las puertas de su alma para mostrarnos que cada caída no es más que un impulso para ser valientes y continuar.
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Seitenzahl: 52
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Valentía II
Kelbin Torres
© 2023, Kelbin Torres
© de esta edición:
Ediciones Venado Real
Primera edición: noviembre de 2023
ISBN: 978-9915-9599-6-2
Dirección editorial y corrección: Juliana Del Pópolo
Diseño de tapa e interior: H. Kramer
Ilustraciones: Patricia León
Reservados todos los derechos.
No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.
Ilustraciones por
Patricia León
Prólogo
Del infierno al cielo
Serena y paciente
Un amor así
Perdonar y perdonarme
Algo extraño
XXVIII
Sanarás
La promesa
No
No es la primera vez
Desahogo
XXIX
Amor de luna
Abrazando la soledad
Despacio
Refugio
Ser valiente
Catarsis
El duelo
XXX
Ahí estaré
¿Lo intentamos?
Después del adiós
Antifaz
Soltar
Ellos
XXXI
Acuerdos fundamentales
En medio de mi caos
He decidido estar solo
Ese momento
Sin apuros
XXXII
Tu peor error
Maravillosa
Frágil + fuerte
Planes caducados
El misterio de la vida
Por completo
Conmigo
XXXIII
Tempestades y recuerdos
Nadie nace valiente
Pidiendo al cielo por ti
La que no se rinde
Sonrisa valiente
XXXIV
Lo necesario
Mi lucha
Entre cuatro paredes
Instintos
XXXV
Veo en ti
Bajo tu propio riesgo
No a cualquiera
Cuidando el corazón
Como un león
Inquebrantable
Me estoy recuperando de ti
Lo merezco
Recuerda
XXXVI
Inmarcesible
Solitario
El show ha terminado
Paz
Me necesito
Bienvenida
Caída libre
Sin ataduras
XXXVII
Irremplazable
Dile
XXXVIII
Vivir
Gente sin miedo a nada
Cambio de estación
Gracias por llamarme
Llora mi niña
Bailando con la nostalgia
Alguien como tú
XXXIX
Lo imperceptible
Nacimos para ser felices
Me fui
Siento la necesidad
Si me dejas amarte
Trata
Gracias
XL
El amor no se obliga
No he dejado de quererte
Eterno enamorado
No desesperes
Brindis
Magia
XLI
Nada distintos
Amores pasajeros
Leyenda
Me es necesario
Esos días
Con gente o en soledad
Redención
XLII
Invencible
Camina
Ya no
Una dama
Intervención divina
No es el fin
XLIII
El amor llega sin avisar
Despertarás
Alma en libertad
Fui fuerte
Sigo en la lucha
Listos para continuar
Ni misiles ni granadas
XLIV
Requisito indispensable
Un nuevo comienzo
No es egoísmo
Nuevas fuerzas
Perdonas y sueltas
Tiempo al tiempo
Corazón persistente
XLV
Anfitrión
Renacer
Nadie
La mejor medicina
Sin mirar atrás
Acto de supervivencia
XLVI
Reconciliación
Razón suficiente
Me he perdonado la vida
Un nuevo amanecer
Querida amiga
XLVII
Decides ser feliz
Corazones resistentes
Caminos nuevos
Corre el tiempo
XLVIII
Guerrero imparable
XLIX
Transmutación
Aprendí
L
Agradecimientos
Sobre el autor
Este libro va para todos aquellos corazones heridos y cansados que alguna vez han pensado en rendirse.
Prólogo
26 de julio del 2023San José de Mayo, Uruguay
Corría el año dos mil veinte, ese año en el que millones de planes se truncaron, los abrazos se pausaron y la vida, tal y como la conocíamos, se puso en modo espera.
Sin embargo, tal vez para hacerle frente a las endurecidas manecillas del reloj, había partes de nosotros que, en vez de frenar, ansiaban movimiento. El amor fue una, claro está, las ganas, otra.
Era fines de octubre cuando un autor que estaba dejando una gran huella en el corazón de muchos de sus lectores me pidió que fuera la prologuista de su libro. El honor me invadió; prologar el primer libro de Kelbin parecía surreal.
Mi abuela siempre fue de saber y recordar todo, detalle a detalle, memoria de elefante le decían; y siempre me pregunté si realmente los elefantes recuerdan así, en cantidades inconmensurables y con tanto amor. En cada videollamada la ponía al día sobre mis proyectos, ella me escuchaba con su infinita paz.
El lunes dieciséis de noviembre en la mañana, en una llamada telefónica con mi abuela, me preguntó: «¿Cómo va el prólogo del autor de Honduras?». Así de mucho sabía y recordaba. Lo que yo no sabía es que aquella sería nuestra última conversación, porque esa misma noche se iría a encontrarse con la vida eterna.
Es por eso que siento un vínculo indeleble y lleno de luz cuando pienso en Valentía. En un momento de extrema tristeza y vulnerabilidad, los poemas de Kelbin me acompañaron; y no solo eso, sino que me hicieron encontrar mi valentía para transitar uno de los dolores más grandes de mi vida.
Aquí voy de nuevo…
Así empieza este nuevo libro, una suerte de promesa que se versifica y, como no puede ser de otra manera, nos vuelve a abrazar.
Es asombrosa la manera en que cada palabra se mete por debajo de la piel y llega al corazón, y lo entibia. Porque hay veces en que no tenemos idea de lo fuertes que somos hasta que llega ese instante en que todo se desmorona.
Leer las ganas, el amor y la vitalidad de Kelbin es ese empujón que muchas veces necesitamos para encontrarnos con nuestras propias ganas, y amor y vitalidad.
Necesito perdonar y perdonarme se vuelve mantra y es que llega un punto de la vida en que viajar ligeros de alma y solo con los buenos recuerdos a cuestas es lo que elegimos.
Hay que ser valiente para desterrar lo que no suma, lo que oscurece, lo que duele, lo que envenena.
Gracias, Kelbin, por ser valiente y abrazarnos con esa valentía.
Juliana Del Pópolo
Suficientes heridas tienen los demáscomo para sentarme a esperar que alguien venga a curarme las mías. Yo solito puedo.
Aquí voy de nuevo.
No voy a mentir, ha sido difícil llegar hasta aquí. He tenido que pasar por muchos infiernos para poder probar un pedacito de cielo.
Y no me arrepiento, no me quejo ni me lamento porque, aunque mi alma ha sido mil veces mutilada, es preferible vivirque nunca haber sentido nada.
Nada es más imponente que ver a una mujer inteligente que sabe lo que quiere, sin importar lo que piensan los demás. Nada más imponente que verla caminar sonriente, serena y paciente, hacia su inevitable libertad.