Yo visité un paraíso - Luis Almarza - E-Book

Yo visité un paraíso E-Book

Luis Almarza

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Beschreibung

Si bien en un rápido paseo la retina puede dimensionar y la memoria no puede dejar olvidar; si bien una fotografía puede no dejar ocultar y un filme puede grandiosamente documentar; si bien ordenadas letras y enlazadas palabras pueden en miles de renglones con excelencia describir y relatar; ni individual ni conjuntamente jamás nada de ello alcanzará para lograr lo que en el AMOR logra el VIVIR cada componente del paisaje y el paisaje mismo de este paraíso: EL CORREDOR DE LOS LAGOS. Vivir..., es decir: pisar su suelo, entregar disponibilidad de tiempo, respirar su ambiente saludable, energizante, inspirador, natural. Justamente, vivir es lo que en EL CORREDOR DE LOS LAGOS el autor ha hecho, y una de las consecuencias de ello ha sido la inspiración de este poemario que ventila sus sentimientos, los que concuerdan con los más intensos sentimientos universales, poemario que pasa a ser un privilegio para jóvenes y adultos en la frecuencia del AMOR.

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LUIS ALMARZA

Yo visité un paraíso

Almarza, LuisYo visité un paraíso / Luis Almarza. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-5083-5

1. Poesía. I. Título.CDD A861

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice de contenido

Prólogo

Biografía

Si te, encuentro

Nuestros campos

No hagas el amor

Luz

Tus preguntas

Hasta luego, amor

Lamento

Un beso tuyo

Abandonaste

Rima de nos

Tus olvidos

Cuando ya no me quieras

Mi regalo

Aunque sea verte.

¿Cómo...?

La cascada

La tarde soñada

En el llano

Llueve

Es que....

¿Recuerdas aquí en Pehuenia?

Juntos

Septiembre

Caía la nieve en Chapelco

¡Te quise tanto!(en Villa La Angostura)

Beber tus ganas

Dentro mío

El alba

Puedes

¿Dónde?

Sé que vas a volver

Un buen recuerdo

Cariño mío

No podrás

Enero

¿Recuerdas ahora?

Hoy es hoy

Todo tuyo

Te quiero mucho

Soy

En Bahía Manzano

¡Tanta vida!

Convivimos

Desde el Cerro Tronador

Tú y yo

Caramelo

Vida (desde Villa Catedral)

¿En qué lugar estás.....?

Espacio para la relación

A Norma, mi novia, esposa y compañera.

A Tania, Bárbara, Ramiro y Fedra, frutos del intenso amor.

Agradecimiento a mis nietas Maura y Martina Bustingorry por sus colaboraciones para la edición del presente e–Book.

Biografía

Luis Almarza, poeta neuquino que se permite editar en forma independiente cada una de sus obras.

Contabilizamos así: “Palabras de un corazón que ama”, “Corazoncita zoncita de tan enamorada”, “Fiesta en el Reino”, “La revolución de los niños” y este poemario inspirado totalmente en el Corredor de los Lagos, maravillosa región de la Patagonia Argentina.

[email protected]

PRÓLOGO

A través de los años, movilizándome en Argentina desde Plaza Huincul y más cerca en el tiempo desde Neuquén Capital donde pasé a residir, he premiado el buen gusto profundizando lugares que integran El Corredor de los Lagos, maravillosa extensión patagónica argentina de aproximadamente 800 kilómetros que –recostada sobre la cordillera de los andes– limita al Norte con Copahue/Caviahue en la provincia del Neuquén y al Sur con Esquel/Trevelin en Chubut.– Dentro de tal ubicación geográfica, muchas veces he posado en algún sito del Reino del Pehuén, denominación con la que identifico la zona de Copahue/Caviahue junto al circuito que incluye Primeros Pinos, Villa Pehuenia, Moquehue hasta Aluminé. También he posado en diversas partes de la zona “3 Parques – 7 Lagos”, que reúne a los parques nacionales Lanín, Arrayanes y Nahuel Huapi, teniendo como puntos referenciales a Junín de los Andes, San Martín de los Andes, Villa Traful, Villa La Angostura y San Carlos de Bariloche. De igual manera he pernoctado alternativamente en El Bolsón, Esquel y Trevelin, localidades muy próximas a los parques nacionales Lago Puelo y Los Alerces.

En cada uno de estos puntos y tras recorrer sus alrededores bellamente misceláneos, siempre pero siempre me he reencontrado con la perceptibilidad mágica de sus paisajes, abiertos al mundo las cuatro estaciones del año. Y así, no he perdido oportunidad de reconfortarme en el moderno complejo de baños termales y participar de las excursiones al mismísimo cráter del volcán Copahue. Gozar de las travesías en trineo en la espectacular Caviahue. Disfrutar de las propuestas descollantes del Parque de Nieve Batea Mahuida. Protagonizar a fondo los juegos de la nieve en los extraordinarios y prestigiosos Chapelco y Cerro Catedral. Aprovechar los múltiples ofrecimientos del acogedor Centro de Esquí Cerro Bayo y del Centro Invernal La Hoya. Quedar –como la primera vez– deslumbrado desde de los diseminados y fascinantes miradores. Apaciguarme necesariamente con el verde empotrado en las montañas. Bicicletear, cabalgar por senderos de aventuras. Deambular por los bosques de lengas, cipreses, ñires. Redescubrir los exclusivos arrayanes y el encanto de las milenarias araucarias o pehuenes. Disfrutar el panorámico Nahuel Huapi y muchos estupefactores espejos de agua. Seguir la inquietud cristalina y fresca de ríos y arroyos. Deleitarme con la habilidad de practicantes de snowboard, trekking, rafting, windsuf, parapente. Tomar chocolate caliente en cualquier rincón de este ambiente tan especial. Comer los exquisitos alfajores elaborados con harina de piñón. Degustar los dulces caseros y la repostería regional a base de frutas finas. Paladear las picadas de ahumados, el sushi patagónico. Calmar el apetito del mediodía con un sabroso chivito al asador. Curiosear la ingeniosidad de tonalizados pavos reales y faisanes, de elegantes cisnes cuello negro y coloridos pájaros carpinteros. Complacerme con el vuelo sereno del cóndor. Ver de tan cerca piruetas de liebres, desplazamientos de zorros y ciervos. Sorprenderme con los artículos de cuero, madera, metales y tejidos hechos por habilidosos artesanos, incluso integrantes de comunidades indígenas. Entregar mis oídos a la seductora música de las cascadas. Oxigenarme con los aromas de sus flores. Caminar entre frutillas, grosellas, cerezas; entre frambuesas y rosas mosqueta. Observar ascensos al volcán Lanín y al Cerro López. Recrearme pescando en sus lagos, ríos y arroyos, fuentes permanentes de tentación por sus preciosas truchas y salmones. Transitar por la ruta de los Siete Lagos. Cobijarme en alguna cómoda cabaña con ventanales estratégicamente ubicados y con leños siempre prestos a dar el calor necesario. Aprovechar los espacios de acampe, compartir actividades lúdicas. Animarme a los caprichosos acantilados y detenerme descalzo en la arena blanca de las playas. Realizar cruceros de paseo. Viajar entre montañas en el imperdible Expreso Patagónico o Trochita. Probar la cerveza artesanal, un verdadero lujo por la exquisitez real en sus variedades impensadas. Disfrutar el té y las tortas galesas en la apacible Trevelin. Regalar a mis ojos y a mi corazón el crepúsculo de cada amanecer y de cada atardecer. Revivir con alguien la intensidad del romanticismo bajo la luna e infinidad de estrellas, envueltos ambos por el especial silencio cómplice del espacio nocturno. Sentirme mejor en todo momento por el trato afable de su gente. Entender y reentender el porqué de tanta paz, de tanta libertad. Estar allí.....Simplemente estar, que allí es vivir y es poner en acción los más lindos verbos. Y una vez en casa, prepararme a repetir como algo imprescindible el regreso a un ambiente especial, de salud y sonrisas, puro y natural.–

Quienes han visitado El Corredor de los Lagos o al menos alguno de sus innumerables sitios, saben que si se dispone del tiempo suficiente y la serenidad necesaria para la reflexión, resultan indescriptibles las sensaciones que se captan provenientes de las energías que su inmodificable estado natural transmite. Sensaciones de relajación a la vez que de optimismo y pilas. Sensaciones de que somos realmente felices o que al menos nos permiten darnos cuenta que la felicidad está al simple alcance. Sensaciones de que podemos desterrar el miedo, de que es válido experimentar posibilidad de autotransformación si nos es requerido o lo deseamos. Sensaciones de que contamos con fuerza y valor en nuestro interior para proyectar, concretar y continuar. Sensaciones que nos hacen ver que realmente vivimos en amor; que nos indican que ahí nomás está el amor por descubrir, por conseguir; ahí nomás el amor por recuperar y que bien podemos lograr si nos lo proponemos. Sensaciones..... y de las mejores.–

Quienes todavía no han tenido en ese paraíso la oportunidad de aprovechar momentos para la reflexión, ni se imaginan lo que se privan.–

Agradezco a Dios pues, durante las tantas estadías en los consecuentes recorridos por el magnánimo y natural Corredor de los Lagos, se ha despertado en mí una variada inspiración de amor con palabras que han permitido elaborar este poemario, el cual ya entrego a ustedes.–

Luis Almarza

Si te, encuentro

Si te encuentro, vida mía,

nuevamente abandonada

voy a rescatarte sea noche, tarde o mañana.

Voy a apretujarte contra mí

y darte a sentir

el calor de mi corazón en llamas,

para que sepas que con razón te busqué en cada rincón

y en cada rincón perdidamente te deseaba.

Voy a llevarte y encerrarte

de cuerpo entero en mis entrañas

y voy a darte libertad

como quien solo vá

de una puerta a la ventana.

Voy a hacer que repiqueteen mis campanas

y te inspires con mis alelís

erguidos hacia el sol

después que hagamos el amor

en cada madrugada.

Y voy a quemarte

la cabeza con reproches

si es que vuelves a vacilar más que nada

con mis caricias, mis besos, mis palabras;

porque habrá tanto jadeo

y al terminar tanta excitación liberada

que no tendrán lugar las dudas

pues todo sucederá

por lo mucho que te amo

pero también por lo mucho que me amas.

Y voy a lograr al fin

que te sientas tan de mí

que junto a tus venas y tus arterias

vas a permitir que corra mi sangre enamorada.

Vas a pedir que canten para ti

mis voces en inéditas serenatas

y vas a querer recibir la primavera en tu jardín

para reflejarla en tu cara.

Vas a hacer realidad todos tus sueños

y los míos vas a desnudar con todas tus garras.

Si te encuentro, vida mía,

vas a llenar tu alma y mi alma.

Vas a gritar al mundo lo que vivimos.

Nunca vas a poder decir: “somos nada”.