1810 y El milagro - Yamandú Rodríguez - E-Book

1810 y El milagro E-Book

Yamandú Rodríguez

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Beschreibung

Esta obra contiene dos obras de teatro del escritor uruguayo Yamandú Rodríguez: «1810», poema dramático en dos actos y «El milagro», poema en un acto. «1810» tuvo un gran éxito a pesar de que su autor era poco conocido, se trata de un poema que enaltece el patriotismo argentino a través de una historia de amor.

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Seitenzahl: 84

Veröffentlichungsjahr: 2022

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Yamandú Rodríguez

1810 y El milagro

POEMA DRAMATICO EN TRES ACTOS Poema en un acto

OVIDIO FERNANDEZ DIRECTOR

Saga

1810 y El milagro

 

Copyright © 1919, 2022 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726681659

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

Propósitos

Con la inquietud de una superior manifestación de cultura, nace en Montevideo, con universal destino, la BIBLIOTECA “JOSE ENRIQUE RODO”, la que dará cabida, exclusivamente, en sus ediciones, a lo más escogido de las letras nacionales.

 

Abre sus rumbos hacia una finalidad de elevadas directivas, colocando por encima de toda solicitación utilitaria, un serio propósito espiritual y un noble afán de divulgación seleccionada, de los más calificados valores de la literatura uruguaya.

 

En todos los grandes centros intelectuales del mundo, donde el pensamiento realiza su alta función social; en todos los países, donde las letras, en sus distintas manifestaciones, fundamentan un valor civilizador y dan carácter de personalidad a la nación misma, existen organismos editoriales, — y algunos con carácter de institución pública, — dedicados exclusivamente a la difusión de libros de los escritores nativos más caracterizados y de mayor influencia en la cultura ambiente.

 

Y estas empresas de propagación bibliográfica, no sólo realizan una siempre beneficiosa misión educadora, quizá la más alta que comprende el concepto humano; no sólo vincula con facilidad de nexo al pueblo con sus pensadores, sabios, novelistas, dramaturgos y poetas, sino que, además, desprendo fuera de fronteras, poderosas corrientes que contribuyen a dar perfil de prestigio a la fisonomía moral del país de origen.

 

Y nuestra república, que por glorioso destino es cuna de grandes hombres de letras — tanto, que sus obras han contribuído profunda y brillantemente a dar carácter al pensamiento americano, — requ ere necesariamente y en forma organizada y de efectiva permanencia, una Biblioteca de escritores nacionales, los más notables y calificados.

 

Varias han sido las iniciativas de carácter editorial que han habido en nuestro país; pero indudablemente, fuerza es destacarlo, el más extraordinario esfuerzo en tal sentido es el realizado por CLAUDIO GARCIA y Cía., La Editorial LA BOLSA DE LOS LIBROS, que lleva ya impresos más de medio millón de volúmenes, correspondientes a edi-

A OVIDIO FERNANDEZ RIOS

ACTO PRIMERO

La escena pasa en la Provincia de Córdoba, en una estancia de don Fernán Medina Vega. El telón de foro representa el campo. A la izquierda el fondo de una azotea antigua; con una puerta practicable a escena y dos ventanas con rejas.

Entre el telón de foro y la azotea, espacio practicable. Todas las bambalinas de la izquierda, follaje; dejando un espacio practicable entre el telón de foro y la bambalina de último término. En el centro de la escena un arriate hecho con azulejos y un aljibe.

Derecha e izquierda, la del público. Amanece durante el desarrollo de las primeras escenas.

ESCENA I

DON LAUDELINO. — CHAJA

 

Entran por el espacio practicable de la derecha.

 

don laudelino

Asigún Don Fernán, tuitos los hombres

que nacimos aquí, no semos criollos. . .

Parate, viá a llamar al padre León.

 

Chajá mira al cielo y silba en aire de cifra.

 

el mismo

Si parece de Agosto la mañana. . .

 

chaja

Cantando.

Como bichitos de luz. . .

 

don laudelino

Llamando en la primera ventana de la izqierda.

Padre. . . stá’maneciendo. . .

 

chaja

Cantando.

Relumbran las Tres Marías. . .

 

don laudelino

Hablando con algien que está oculto.

Es el Chajá. . . sí. . . están matiando todos. . .

ya vienen Rudecindo y Pablo. . .

Entran los dos peones por el mismo practicable de la derecha.

 

rudecindo

Buenos.

 

chaja

Buenos.

 

don laudelino

Volviendo al centro de la escena.

Y asigún él, tuitos nosotros

semos hijos de España, ansina haigamos

crecido junto con el “sombra e toro” . . .

Tuitos, lo mesmo vos, que éste y Matías.

 

chaja

Entonces, tata, yo también soy Godo?

 

pablo

Ande viste españoles los chajases!

Siguen entrando peones.

 

don laudelino

Al Chajá

Vos, por nuevito, no sabés que sólo

Dios, puede hacer y deshacer las patrias. . .

Vos, no sabés. . . en fin, cuando seas mozo

comprenderás de que naciste libre

por nacer en la tierra que da potros. . .

Abre el floriao camino de la cifra,

pa que galope el alma sin estorbos

Con el cuchillo de los totorales

afila espinas en los orgullosos

y quiere, m’hijo que los gauchos sean,

blandos de corazón. . . duros de lomo!

 

pablo

No se olvidó de cuasi nada el suelo!..

 

laudelino

Caminando hacia la ventana donde golpeara.

Sí, Pablo, sí. . . se olvidó de hacer flojos!..

 

eleuterio

Nos ha llamado el Padre, Don Eduardo,

sigún parece, quiere que muy pronto. . .

 

laudelino

Llamando.

¿Se durmió, Padre?

 

eleuterio

Nos alcemos tuitos.

 

pablo

Lindo pa los caranchos! De golosos

van a’letiar sobre las osamentas!

ESCENA II

LOS MISMOS. — FRAY LEON

 

fray leon

Aparecerá en la puerta de la izquierda al oir las últimas palabras. Los peones se descubren y lo rodean.

Los huesos de los libres son abono;

enriquecen la tierra y la preparan

para que llene el surco esa semilla

que arrojan las tormentas. . .

Muchachos: sale el Sol para nosotros.

El puma pronto batirá al león;

hombres, tacuaras, cimarrones, potros,

todo se apresta a la emancipación.

 

laudelino

¿Somos muchos los gauchos?

 

fray leon

Hoy son pocos;

pero quién mira el número! El derecho

agranda el grupo que en la carga avanza;

Un montonero es un centauro hecho

de un gaucho, de un caballo y de una lanza.

Muchachos: yo predico la cruzada

por la Patria y por Dios! A vuestro lado

he de ser a la vez, cura y soldado;

la cruz y el sable llevaré conmigo!

Quiero dar mi consuelo al moribundo

y quiero dar mi pecho al enemigo. . .

Ya Buenos Aires vive emancipada;

Mayo, mes de laureles, la bendijo;

Vayamos a morir en la patriada!

Yo alzaré en la mitad de la jornada,

en el nombre de Dios el Crucifijo,

y en el nombre de América la espada.

 

pablo

Mesmo, Padre León, tuitos iremos

con don Eduardo y con Usté; de fijo

que cuando con los godos no topemos

quién es más fuerte al combatir sabremos,

si los contrarios, o la paisanada. . .

 

fray leon

España es un león. . . tiene un gran brillo

de serena altivez en la mirada!

 

laudelino

Yo he peliao al jaguar con mi cuchillo;

él era juerte, pero su colmillo

raleaba noche a noche mi majada.

ESCENA III

LOS MISMOS. — Luego MATIAS

 

un peon

Llega el indio. . .

 

matias

Por fin, indio Matías;

Entra por el practicable de la izquierda. Trae en las manos un clarín y un haz de sables.

He galopiao tres noches y tres días.

Pero, alléguense aquí. . .

El grupo se dirige hacia el foro y mira al campo por el practicable de la izquierda.

¿Ven la lomada?

 

fray leon

Golpea en la ventana de la izquierda.

Eduardo!.. Ya llegó.

 

eduardo

Dentro.

Voy al momento.

 

matias

¿Distinguen? La bandera flota al viento;

es gente goda. . .

 

laudelino

Son dos escuadrones;

alcanzo a ver que llevan tres cañones. . .

 

un peon

Y relumbran los brutos, como espejos!

 

matias

Marchan con rumbos a la sierra. . .

 

fray leon

Entonce

irán buscando una incorporación.

 

chaja

Tata, qué es un cañón?

 

laudelino

Es un cañón

como un ujero retobao de bronce,

que truena, m’hijo, y mata desde lejos!

ESCENA IV

LOS MISMOS. — EDUARDO

 

eduardo

Entra por la puerta de la izquierda; dirigiéndose a Matías.

Indio!.. Dios te bendiga!

El indio se arrodilla para recibir su bendición.

Pero acércate

y lo que sepas cuéntanos ligero.

 

matias

Ventié com’una virazón de muerte!

Parece que han toriao un avispero. . .

Padrino, don León, la cosa es juerte.

Dicen que en el poblao ha’bido un grito

para la libertá. . .

 

chaja

Lindo. . .

 

matias

De suerte

que hasta los esterales cuajan criollos.

La indiada abandonó las tolderías.

Los hombres olvidaron sus quehaceres,

y no se quedan más que las mujeres

y los gurises en las rancherías. . .

 

eduardo

¿Y Julio?

 

matias

Entusiasmao. ¡Pero habla lindo!

Hablándome de patria, yo, un salvaje,

me eché a llorar igual que un chiquilín. . .

 

fray leon

Qué nos mandó?

 

matias

Un recuerdo de coraje!

 

laudelino

No lo necesitamos.

 

eduardo

Y qué más?

 

matias

Diez sables, una carta y un clarín. . .

Entrega la carta a Eduardo.

Vocean los peones.

 

eduardo

A Laudelino.

Silencio!

Viejo, quiero que mi tío

ignore por ahora que nos vemos.

Cada cual al trabajo.

 

A Fray León.

Ven y leamos.

Por los espacios practicables salen los peones recogiendo los aperos y lazos.

ESCENA V

EDUARDO — FRAY LEON — MATIAS

 

eduardo

Leyendo.

Eduardo:

Ya no hay noche; sobre el inmenso llano

ha elevado su tea de fuego el Aconcagua.

El martillo del odio golpea en esa fragua

yse llenan de chispas el doctor y el paisano

Tengo una sola nube en la aurora del alma:

queda mi padre a solas con su altivez de Hispano.

Pero qué hacer! No puedo permanecer en calma

cuando la grey heroica se apresta a combatir. . .

Cabalgo en un fogoso redomón pampeano;

la espuela del ensueño mi potro acicatea;

beberé en la pelea

agua de porvenir.

Que mi mensaje sea un jubiloso hosanna!

Al fin el alma pudo ver la patria despierta!

Ya el primer entrevero y en la primera victoria

se bautizó con sangre la causa americana.

El valor podrá pronto florecer sin estorbos!

por eso ese clarín que ayer tocaba alerta.

va a enronquecer de gloria en una eterna diana;

 

matias

Como hablándole al clarín que conserva en la diestra.

Vas a ladrar ansina cuando muerdan los corvos!

Hace sonar una nota estridente.

 

fray leon

Este bárbaro, Eduardo, nos pone en un apuro. . .

 

eduardo

Indio, exijo silencio!

 

fray leon

Refiérese a la carta.

Quedamos en las dianas.

 

eduardo

Prosigue la lectura.