Amos del tiempo III - Juan Carlos Arjona - E-Book

Amos del tiempo III E-Book

Juan Carlos Arjona

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Beschreibung

Con este impactante volumen, la imprescindible trilogía de ciencia ficción y viajes temporales Los amos del tiempo, de Juan Carlos Arjona, llega a su esperado final. Cinco años después de descubrir sus poderes espaciotemporales, Mary y James han regresado a su vida normal y han formado una familia. Sin embargo, el Rey Oscuro ha vuelto a la vida y planea una horrible venganza. En compañía de los aliados que han hecho en sus aventuras pasadas, los Amos del Tiempo deberán volver a reunirse para enfrentarse al poder tenebroso que amenaza con destruir tanto el espacio como el tiempo. La cuenta atrás se ha iniciado, empieza el Armagedón... o el Génesis.

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Seitenzahl: 206

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Juan Carlos Arjona

Amos del tiempo III

“La paradoja del Armaggedón”

Saga

Amos del tiempo III

 

Copyright © 2023 Juan Carlos Arjona and SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788728548585

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

www.sagaegmont.com

Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.

“Bienaventurados aquellos que creyeron y pusieron su fé en mí, porque solo ellos verán el amanecer de un nuevo día”

 

La existencia y los infinitos universos que la componen están llenos de misterios, leyendas, mitos e historias increíbles. Algunas se ocultan en la oscuridad impenetrable del caos, otras yacen inertes entre la nada y el tiempo, mientras que el resto se hallan a simple vista desperdigadas a lo largo del infinito.

Esta es apenas una página perdida del Enoch, y de los múltiples cuentos que van siendo escritos simultáneamente, a medida que las arenas del tiempo siguen su curso…

La historia de los héroes más grande de este mundo…

La historia de los Amos del Tiempo.

Prólogo

Planeta Tierra, año 2041

 

El viento frío dio de lleno contra la cara de Jessel provocándole piel de gallina. La cazadora se pasó la mano por el rostro para limpiar los rastros de sudor y sangre. Había pasado ya demasiado tiempo desde que tomó su última ducha y ahora la mugre ensuciaba su bello rostro. Contempló la luna en silencio mientras intentaba recordar en qué punto todo se había ido al diablo.

-Y pensar que luchamos tanto por salvar este planeta…

El desolador panorama de la ciudad en ruinas era el único paisaje que había admirado en los últimos días. Los edificios derruidos, las calles agujereadas, los cadáveres pudriéndose en las aceras… Habían intentado limpiarlas, al menos por motivos de salubridad. Pero eran tantos que después de un par de horas ella y Billy se habían dado por vencidos. Después de todo, tampoco tenía caso que se preocuparan en quitar los muertos de las calles, no era como si fueran a recibir visitas.

Habían permanecido vivos solo ocultándose entre los cadáveres o en las ruinas de los edificios. Permaneciendo callados y con el perfil más bajo posible, eso no podía llamarse estar vivo. Ocultándose día y noche para evitar ser asesinados por él…

-Jessel…

La cazadora escuchó la voz a sus espaldas sin ni siquiera inmutarse, sus sentidos súper desarrollados ya le habían advertido de su presencia incluso cuando aún estaba muy lejos de su posición.

- ¿Qué quieres?

-Entrenar. Estoy seguro de que esta vez podré conseguirlo. Ya he pensado la manera para activar mis poderes…

-No. No es un buen momento… Él podría llegar en cualquier instante y entonces seríamos presa fácil. No puedo pelear y protegerte al mismo tiempo.

Billy caminó hacia el frente, dio la vuelta y se paró frente a ella. La miraba con esa expresión decidida y valiente que siempre ponía cuando algo se le metía entre ceja y ceja. Sus penetrantes ojos azules la examinaban como si de rayos equis se tratara. Jessel lo miró por un segundo, le recordaba tanto a su padre. Esa misma expresión de rebelde temerario, quizás por eso había terminado muerto.

-No quiero que me protejas. Yo mismo me enfrentaré a él y lo derrotaré, lo juro por la memoria de mis padres…

-Tengo que protegerte…

Jessel se puso de pie quedando frente a frente con Billy.

-…Porque le prometí a tus padres que lo haría… Y yo jamás he roto una promesa. Tu vida es más valiosa que la mía Billy, sé que serás capaz de salvar al mundo.

- ¡Entonces entréname Jessel! Esa es la única manera de que pueda pelear contra él… ¡Te lo suplico!

La voz de Billy se oyó más decidida de lo que nunca ella lo hubiera sentido. Lo miró de arriba abajo como examinándolo muy detalladamente, era muy joven, aunque pensándolo bien, tenía la misma edad que su padre durante su primer gran reto. Además, era hijo de dos amos del tiempo, y cada uno de ellos había sido en extremo poderoso. Su linaje era el de un guerrero de élite, al igual que ella. Quizá no fuera una simple coincidencia que solo ellos permanecieran con vida, tal vez había estado escrito en el continuum todo el tiempo: solo un gran guerrero podía entrenar a otro. Era momento de pasar la antorcha.

-Bien… Pero vas a hacer todo lo que yo te diga. Y te aseguro que no voy a ser nada amable contigo.

- ¡Genial! ¡Haz tu mejor esfuerzo por favor!

***

Jessel lanzaba descargas de energía en varias direcciones haciendo que Billy solo pudiera cubrirse y retroceder. No le había mentido cuando le dijo que no le daría tregua alguna en su entrenamiento, tenía que someterlo al verdadero estrés del combate para obligarlo a despertar sus habilidades, era la única esperanza.

- ¡Vamos atácame!

Le gritó Jessel animándolo a que tomara la iniciativa en la batalla. Billy salió detrás de los escombros sorprendiéndola y acercándose hasta ella por la espalda.

- ¡Bien, eso es lo que tu padre habría hecho!

Pensó la cazadora mientras esquivaba fácilmente el ataque del chico. Sin embargo, era sorprendente que bajo ataque hubiera podido reaccionar de esa forma. Estaba viendo una luz al final del túnel, Billy realmente podría convertirse en el salvador de la humanidad, después de todo su linaje era garantía de ello.

- ¡Esperaba que hicieras eso!

Jessel contempló estupefacta como en un abrir y cerrar de ojos Billy desaparecía frente a ella, para reaparecer un instante después desde un costado y darle una fuerte patada que consiguió bloquear con mucho esfuerzo. Sus ojos se abrieron como platos mientras el chico no cesaba en su ofensiva, estaba empezando a moverse a una velocidad a la cual le resultaba difícil poder seguirlo con la mirada.

- ¿Acaso él…?

- ¡No bajes la guardia!

Billy le lanzó un golpe que alcanzo a conectar contra el rostro de la cazadora. Jessel solo pudo saltar hacia atrás para alejarse lo más posible del incesante ataque del joven, quien estaba demostrando ser un combatiente más que hábil. Jadeaba con fuerza, visiblemente cansado intentando recuperar el aliento, su piel empezaba a despedir una pseudo aura de color plateado al igual que sus ojos azules.

-Bien… No esperaría menos del hijo de Mary y James. ¡Buen trabajo Billy!

-Apenas estoy empezando… Sigamos y…

Las palabras de Billy cesaron de inmediato al percibir algo extraño en el ambiente. La luz se extinguió de un momento a otro y la oscuridad se apodero de todo el lugar. Un viento frío dio de lleno en la cara de Billy y Jessel alertándolos de que algo se movía muy rápido hacia esa dirección. La cazadora pudo sentir como se le helaba la sangre a medida que sentía acercarse cada vez más a aquel maligno ser venido de otra dimensión…

- ¡Escóndete Billy, intentaré detenerlo!

- ¡No voy a dejar que pelees tu sola!

- ¡No puedo protegerte y pelear al mismo tiempo!

Jessel corrió hasta Billy y puso su mano contra su mejilla de forma dulce. Lo miró de forma decidida, pero protectora.

-Le hice una promesa a tus padres… Te protegería con mi vida. Tú eres la única esperanza de la humanidad Billy… Tienes que sobrevivir.

- ¡Pero no quiero dejarte sola! Eres mi única amiga… Si algo te pasara, yo…

-Estaré bien…

- ¡No, claro que no! ¡No intentes convencerme para que me esconda! Yo no soy un cobarde, sería un insulto al nombre y la memoria de papá. Quiero protegerte de la misma forma que él nos protegió a todos.

Jessel contempló la mirada valiente del chico, el fuego del heroísmo ardía en ella como tantas veces había visto en los ojos de James. No cabía duda, no existía forma alguna de que Billy se resignara a ser un jugador de banca, él iba a estar en la primera línea de defensa. La cazadora asintió lentamente con su cabeza, no había algo más que pudiera hacer salvo confiar en él.

Los últimos rayos de luz murieron en ese momento antes de escuchar como algo se estrellaba con violencia cerca de su posición, haciendo que el suelo retumbara producto del fortísimo impacto.

-Está aquí.

Dijo Jessel de forma solemne mientras activaba su marca de la espada. Tenía que pelear al máximo de su poder desde el inicio o de lo contrario no tendría ni siquiera una mínima probabilidad de sobrevivir.

Billy tragó saliva al sentir la presencia que acababa de aterrizar apenas unos cuantos metros frente a ellos. Su corazón latía con tanta fuerza, que parecía querer salirse de su pecho a medida que la excitación de la batalla se apoderaba de él.

-Ya no se esconden como cucarachas…

La voz gruesa y profunda fue suficiente para hacer que la sangre en las venas de Billy y Jessel se helara de inmediato. Aquella maldita voz que habían escuchado varias veces y no era más que el preámbulo a masacres, destrucción y muerte. La voz que venía acompañada de una densa oscuridad, incipiente, pesada… Una noche de oscuridad eterna.

-No y nunca lo haremos de nuevo… ¡Vamos a ponerle final a esto de una vez por todas!

Exclamó Jessel llena de ira, preparándose para la batalla, a pesar de que no pudiera verlo bien en medio de aquella oscuridad, podía sentirlo, eso debería bastar para poder estar a la par.

-Si su deseo es morir y entregarme vuestras esencias de portador, estoy dispuesto a cumplirlo.

La profana voz de aquel ser legendario retumbo en eco por la destruida ciudad. Fue una suerte que ya no hubiera otras personas en ella, el miedo que provocaba no debía ser sentido nunca, por nadie.

Sonrió y una larga hilera de dientes blancos fue lo único que pudieron apreciar.

Billy y Jessel se lanzaron a la carga contra el invisible enemigo valiéndose solo de sus capacidades para sentir la distorsión temporal que su presencia causaba. No podían verlo, pero sí sentirlo.

-Insectos…

Los golpes que asestaban contra el cuerpo del enemigo no tenían efecto alguno, era como si estuvieran atacando a la oscuridad misma. Esta se deformaba y moldeaba al recibir el impacto de sus ataques, pero no parecía recibir daño o sentir dolor alguno.

- ¡Voy a hacer que pagues por mis padres!

Gritó Billy encolerizado al lanzarse al frente hacia la posición donde sintió la presencia enemiga, pero antes de poder moverse de nuevo una mano hecha de solo sombras lo sostuvo por el cuello y empezó a apretarlo con mucha fuerza.

-Estoy harto de ustedes, malditos humanos… ¡Muere!

Una espada hecha de energía pura rebanó el brazo de sombras haciendo que Billy cayera al suelo de nuevo. Jessel blandió de nuevo la espada y lanzó una estocada hacia la masa de oscuridad frente a ella, haciendo que, por primera vez desde que habían comenzado la batalla, esta mostrara signos de dolor.

-Enfréntame a mi Rey Oscuro. ¡Siente la ira de la destructora de almas!

Jessel dijo esto en medio de un grito de guerra, la marca de la espada en el reverso de su mano derecha brilló con intensidad a medida que la espada de energía se hacía más grande y afilada. La cazadora entonces, con un fluido movimiento de su brazo, hizo que la espada cortara a la mitad a la masa de sombras y esta cayera al suelo separada en dos mitades.

- ¿Lo mataste? ¡Jessel, lo lograste!

Jessel jadeó con fuerza mientras se dejaba caer de rodillas, agotada. Había tenido que liberar mucha energía en ese ataque para poder evitar que matara a Billy. Además, pelear en medio de esa pesada oscuridad siempre tenía efectos adversos en ella, limitaba su poder casi a la mitad por lo que le resultaba mucho más difícil poder usar sus habilidades a pleno.

-Creo que…

La voz de Jessel se cortó en medio del sonido de algo derramándose. Billy y Jessel quedaron en silencio de forma abrupta y bajaron la mirada al mismo tiempo hasta el pecho de la cazadora. La extraña daga con la oscura hoja brillante atravesaba el cuerpo de Jessel desde su espalda hasta su pecho. La hoja empezaba a brillar a medida que la sangre impregnaba la daga y su esencia de portadora era extraída. Su mirada quedó congelada de pavor.

- ¡Jessel no!

Billy se levantó de inmediato y sostuvo el cuerpo de su mentora a medida que la retiraba de la daga, esta quedó en el aire antes de desaparecer nuevamente.

-Bi… Billy…

Jessel dejó escapar buches de sangre por la boca mientras el chico la acomodaba en el suelo e intentaba en vano pensar en una forma de detener la hemorragia.

-Otro portador que sucumbe al colmillo de Azatoth, ya solo queda uno. ¡Muere!

El ser que antes había sido una masa de sombras y oscuridad, adquirió nuevamente su forma original, aquella con la que había infundido tanto temor desde su primera aparición en el momento exacto de la creación.

Darkstrike, el Rey Oscuro, el padre de los Doppelganger, la oscuridad incipiente de la noche eterna ahora caminaba de nuevo sobre la faz de la tierra. Erguido frente a sus derrotados enemigos, el monarca de la oscuridad lucia imponente, su sonrisa cruel era similar a la de una hiena avizorando su comida.

-Maldito monstruo… No… ¡No te lo perdonaré!

Billy se abalanzó sobre Darkstrike y le propino un fuerte cabezazo, el rey oscuro ni siquiera de movió. Lo miró con sus ojos negros, ojos que parecían contener toda la maldad del mundo en ellos.

-Ahora es tu turno. ¿Últimas palabras?

Darkstrike arrojó a Billy al suelo y empezó a cargar una enorme cantidad de energía en su mano, estaba preparándose para atestarle el golpe final al chico, era momento de acabar con el último de los portadores de ese mundo y poder avanzar en su plan.

Billy levantó el rostro y le devolvió una mirada desafiante. A pesar de que ya no tenía ni una pizca de energía no pensaba darle el gusto de que viera el terror en su rostro. Si iba a morir planeaba hacerlo de la misma forma en la que había muerto su padre, peleando hasta el último minuto.

-Un engendro como tú… Cuya única función ha sido sembrar el terror y la destrucción en mi mundo… Juro por Dios que voy a matarte. Aunque sea lo último que haga.

El cuerpo de Billy empezó a destellar y a emitir una tenue luz plateada, en sus ojos azules irradiaban también un ligero brillo. Levantó su mano y de ella empezaron a formarse rayos del mismo color del aura que rodeaba su cuerpo.

- ¡Ah! Así que finalmente has mostrado tu poder… Será una buena adquisición para mí cuando me haga con tu esencia.

Jessel estaba agonizando, sentía como las fuerzas abandonaban rápidamente su cuerpo al igual que la sangre escurría de su pecho. Contempló a Billy frente a Darkstrike, al fin había despertado sus poderes. Sonrió.

A su mente llegaron los recuerdos de aquella conversación que había tenido con Mary y James antes de que murieran.

***

- ¿Estás seguro de eso? Parece muy peligroso

-Sí. Sabemos que es peligroso, pero es la única manera, Mary ha descubierto que puede detectar su presencia antes de que llegue, ya sabemos dónde va a aparecer nuevamente… Tomaremos acción preventiva.

-Pero ¿por qué solo ustedes dos? Dejen que vaya con ustedes, después de todo yo también soy una portadora y es mi deber proteger este mundo.

-Justamente de eso quería hablarte… Mary y yo hemos estado discutiéndolo y queríamos pedirte que te encargaras de Billy si llegara a pasarnos algo.

- ¿Qué quieres decir con eso?

-Tengo el presentimiento de que Billy es la clave para acabar con ese monstruo… Vamos a ir a hacer un último esfuerzo e intentar derrotarlo por nuestra cuenta, pero en caso de que no lo logremos… Por favor asegúrate de cuidar de él. Él será el salvador.

-James no digas eso. Todo estará bien…

-Promételo, por favor. Es muy en serio.

-Lo prometo… ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Dispara.

- ¿Creéis que podréis derrotarlo?

-Tendremos que hacerlo… O me temo que todos estaremos perdidos.

***

Darkstrike reía de forma soberbia, no había forma de que un simple humano como Billy pudiera lastimarlo, y menos con una cantidad de poder tan mínima como esa. Jessel empezó a arrastrarse con dirección hacia Billy, quien se encontraba acumulando más poder y desafiando al rey oscuro.

-Yo…

Recordó el nacimiento de Billy y las sonrisas de felicidad de Mary y James al verlo por primera vez…

-Voy a protegerte…

Lo había cuidado desde que era un niño, le había contado las grandes hazañas de sus amigos y como habían salvado al mundo… Antes de que Darkstrike apareciera de nuevo…

-Con mi vida…

Jessel consolaba a Billy luego de que se enteraran de la muerte de James y Mary. Él acababa de perder a sus padres, y ella a los únicos amigos que había tenido. Había decidido cumplir con la promesa que le había hecho a James, protegería a Billy y se encargaría de guiarlo en todo momento, hasta el día en que cumpliera su destino y se convirtiera en el salvador del mundo.

- ¡Billy, huye!

La cazadora lanzó una poderosa descarga de energía que impacto de lleno a Darkstrike en el pecho haciendo que el rey oscuro dejara de lado a Billy y pusiera su atención en Jessel. Billy volteó justo a tiempo para ver a una moribunda Jessel rodar por el suelo para esquivar un ataque de Darkstrike.

- ¡Jessel no!

Exclamó el joven girándose y dirigiéndose a salvar a su mentora, pero un grito de esta lo hizo detenerse en seco.

- ¡Billy debes escapar de aquí! ¡Tus poderes son más grandes de lo que crees!

Darkstrike hizo una mueca de desprecio y lanzó otro ataque a distancia que la cazadora esquivó con mucha dificultad. Billy tenía una expresión de confusión al escuchar lo que ella acababa de decirle. Entonces recordó aquellas viejas historias que Jessel le contaba acerca de que una vez habían viajado en el tiempo y de cómo era posible moverse a través de las eras y los universos.

- ¡Tú serás el salvador del mundo, pero para eso debes seguir con vida!

- ¡Ya muérete de una maldita vez!

Exclamó Darkstrike encolerizado mientras lanzaba más descargas de energía contra Jessel buscando acabar con ella de una vez por todas.

Billy no pudo soportarlo más y corrió hasta donde Jessel se encontraba arrastrándose por el suelo, se acuclillo a su lado y lanzó la descarga de energía contra Darkstrike. Con la energía que había logrado acumular consiguió una tremenda explosión que le ganó unos cuantos segundos.

-Jessel…

-No pierdas más tiempo Billy, debes… Debes huir de este lugar. Búscame a mí, o a tus padres en el pasado… Reúnenos de nuevo a los amos del tiempo… Alértanos…

- ¿Qué? ¿Pero cómo haré eso?

-Debes…

En vez de palabras un buche de sangre fue lo que salió de su boca, se había esforzado demasiado para estar tan herida y ahora estaba pagando el precio.

-Debes viajar en el tiempo. Sé que puedes hacerlo…

-No puedo…

-Yo… Yo confío en ti. Tú vas a salvar el mundo, estoy segura…

Billy sintió como su corazón se arrugaba al momento en que veía lágrimas correr por el rostro de Jessel. El chico asintió levemente y acomodó a su mentora en el suelo.

-Corre y prepárate, voy a ganarte algo de tiempo… Pero solo tendrás una oportunidad. No la desperdicies.

- Pero ¿cómo…?

-Deja que tu esencia de portador te guíe.

Interrumpió Jessel

-Ahora corre y márchate… ¡Eres nuestra última esperanza!

Billy empezó a correr con lágrimas en los ojos y el viento frío de aquella noche oscura dándole de lleno contra el rostro. La explosión que había causado ya se disipaba y Darkstrike empezaba a correr tras él para interceptarlo.

-Es a mí a quien te enfrentas, Rey Oscuro…

La voz de Jessel se había convertido en apenas un susurro. La cazadora rebuscó en lo profundo de su ser para concentrar toda la esencia de portadora que no le había sido robada por Darkstrike.

Billy, a una distancia prudencial, vio como Darkstrike estaba a punto de alcanzarlo y sintió la desesperación en carne propia. Iban a morir allí, lo sabía. Todos sus sueños y esperanzas de proteger al mundo quedarían sumergidas en aquella oscuridad eterna que le arrebataba sus almas. Entonces, como si de la respuesta a su miedo se tratase, sintió cómo un poder enorme estuviera emergió justo desde su pecho. Sus manos empezaron a provocarle quemazón, como si estuviera exponiendo las palmas de sus manos al fuego.

De forma inesperada, un portal de color plateado se abrió frente a él, era justo de su tamaño. El interior del portal era oscuro y se veía más que pequeños destellos de luz. Billy lo contempló estupefacto por un segundo sin atreverse a dar un paso al frente.

- ¡Lo lograste Billy, ahora huye!

Darkstrike rugió con odio al percatarse de que su última presa estaba a punto de escaparse, no podía dejar que el muchacho escapase, era una pieza esencial en su plan, debía capturarlo fuera como fuera. Se lanzó tras él, pero sintió como algo sostenía una de sus piernas y le impedía avanzar.

- ¡Huye Billy! ¡No pierdas tiempo!

El rey oscuro bajo la mirada y constató que se trataba de Jessel, quien se aferraba con fuerza a su pie. Con su otro brazo había materializado otra espada de energía y la había clavado al suelo para asirse con más fuerza. Darkstrike grito lleno de furia, se agachó y sostuvo a Jessel por el cuello y la levantó hasta que sus pies ya no tocasen el suelo. Billy contempló el panorama horrorizado.

- ¿Por qué siempre tienen que hacer de su muerte algo difícil?

Jessel sonrió de forma desafiante y le escupió a la cara. Darkstrike la alzó aún más y la cazadora intentó en vano deshacerse del agarre que le estaba impidiendo respirar. A pesar de que estaba herida de muerte, su espíritu indomable la llevaba a no rendirse.

- ¡Jessel!

Gritó Billy, aún sin atreverse a dar un paso en el portal, quería regresar a ayudar a su mentora.

-Voy a liberarte de tu miseria… Espero que nunca olvides este momento y que el miedo te acompañe aún en la otra vida.

Darkstrike cerró su mano entorno al cuello, haciendo que este crujiera al quebrarse.

Jessel ni siquiera se dio cuenta de cuando murió.

- ¡Noooooooooo!

Gritó Billy mientras las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos y sentía un fuerte dolor en el pecho. Darkstrike lo había hecho de nuevo, había asesinado a otro de sus amigos y ya no quedaba nadie más en el mundo que pudiera hacerle frente.

Lo siguiente pasó tan rápido que ni siquiera él fue capaz de entender lo que había sucedido: la tristeza se transformó en cólera y su piel irradió un aura plateada. Gritó lleno de furia y toda la oscuridad empezó a disiparse de inmediato. Darkstrike no podía creer lo que veía, un simple humano había sido capaz de neutralizar su noche eterna. No le cabía duda ya, ese chico era especial y necesitaba hacerse con su poder de una manera u otra.

Billy resopló con fuerza preso de la furia que sentía en ese momento. Clavó su mirada en Darkstrike, lo odiaba, lo odiaba con toda su alma y quería hacerle pagar por lo que había hecho. Concentró energía en su mano como había hecho antes, pero esta vez lo hacía con mucha más rapidez y en mayor cantidad. Darkstrike se dio cuenta de que sería peligroso dejarse golpear por un ataque como ese, tanta energía podría causarle un daño considerable. Intentó volver a levantar la oscuridad para esconderse entre las sombras, pero fue demasiado tarde.

- ¡Esto es por mis padres y amigos!

Billy lanzó la poderosa descarga de energía con tanta fuerza y velocidad que Darkstrike fue incapaz de reaccionar a tiempo, el ataque dio de lleno contra su cuerpo arrancándole la mitad del torso en el proceso. Bill vio como los pedazos de su cuerpo caían en direcciones opuestas y el rey oscuro gritaba de dolor. Aquello no lo mataría, pero al menos se había asegurado de dañarlo lo suficiente como para que jamás olvidara lo que había hecho.

Darkstrike se retorcía en el suelo mientras buscaba que su cuerpo se regenerara nuevamente, aquello había sido peor de lo que imaginaba en un principio.

- ¡Juro por mi vida que voy a matarte y vengaré la muerte de mis padres y Jessel!

Gritó Billy antes de sentir como el portal lo succionaba en su interior. Intentó resistirse, quería seguir batallando contra el rey oscuro, pero le resultó imposible. La fuerza del portal era demasiada y aunque intentó quedarse en su mundo, se adentró en aquel extraño portal que había aparecido antes.

Billy cerró los ojos y recordó a Jessel, no derrotada y con el cuello roto, sino sonriente, valiente y decidida a salvar el mundo, justo como había sido antes. Estaba vivo gracias a ella y no dejaría que su sacrificio fuera en vano. Los gritos de dolor de Darkstrike llegaban ahora distorsionados hasta él, pero fueron apagándose a medida que el portal se cerraba y él comenzaba su viaje dimensional hacia un destino desconocido.

-Yo voy a salvarlos a todos… Lo prometo.

La última luz del mundo se había adentrado ahora en la oscuridad.