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Rev. Norman Holmes

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Beschreibung

¿Es usted un vencedor o una víctima?
¡Una guerra espiritual se está librando en todo el mundo!
Aprenda a pelear la buena batalla de la fe y conviértase en un vencedor. Deje que este libro le revele:

  • Cómo desenmascarar a su enemigo
  • Nuestras defensas espirituales
  • Claves para la victoria
  • La armadura completa de Dios
  • Cómo desarrollar el discernimiento

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Veröffentlichungsjahr: 2025

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Batalla Espiritual

 

 

NORMAN HOLMES

Título original en inglés: “Spiritual Warfare”.

© 2023 Norman Wallace Holmes

Versión 1.0 en inglés

 

Título en español: “Batalla Espiritual”.

© 2025 Norman Wallace Holmes

Versión 1.0 en español

 

Diseño de portada:

© Norman Wallace Holmes y sus licenciadores

 

Traducción al español: Tamar B.

Edición: Marlene Z. y Bethesda S.

 

A menos que se indique lo contrario,

todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión

ReinaValera en su revisión de 1960, 1960 Sociedades Bíblicas Unidas

 

Publicado por Zion Christian Publishers con el permiso del autor

 

Publicado en formato e-book en 2025

En los Estados Unidos de América.

 

Para más información, favor de contactar a:

 

Zion Christian Publishers

Un ministerio de Zion Fellowship ®

P.O. Box 70

Waverly, New York 14892

Teléfono: 6075652801

Fax: 6075653329

www.zcpublishers.com

www.zionfellowship.org

 

ISBN versión electrónica (E-book) ISBN 979-8-89159-005-2

 

Si has sido bendecido por medio de este libro y te gustaría hacer una donación para el ministerio del autor, por favor comunícate con Zion Ministries Philippines en [email protected]

Prefacio

Estamos en una batalla espiritual. Esta empezó en el Cielo con la rebelión de Lucero y sus ángeles, pero desde entonces ha engullido al planeta Tierra.

Tal vez no se considere a usted mismo estar envuelto en una guerra, pero si usted es un cristiano, usted será un blanco para el enemigo. Está en peligro. Civiles y espectadores inocentes pueden convertirse en víctimas de una guerra, tanto como los mismos soldados que están luchando en ella.

Hubo un momento cuando sin saberlo caminé en medio de un conflicto en donde dos pandillas opuestas de repente comenzaron a volverse violentas. Yo solamente me había dado cuenta de que había muchos hombres jóvenes deambulando por el lugar donde yo estaba caminando, pero entonces, algunas rocas comenzaron a volar, se alzaron palos de madera, y las pandillas se atacaron la una a la otra. Una roca grande y a velocidad venía directamente hacia mi cabeza, pero me agaché y rápidamente me retiré del área de la pelea. En mi ignorancia, me pude haber convertido en una víctima de esta pequeña guerra, si el Señor no me hubiera ayudado, y el propósito de este libro es ayudarle a estar al tanto de las batallas espirituales a su alrededor, para que usted se convierta en un cristiano victorioso que derrota a los poderes de Satanás.

Personalmente, yo estoy muy al tanto de esta guerra espiritual, habiendo peleado en ambos bandos. Cuando era un joven adolescente, formé parte del movimiento hippie “movement of the American 1960s”{1}. Como músico y vocalista de rock solía cantar canciones glorificando a Satanás, las drogas, y muchas cosas corruptas. Yo no creía en un Satanás real, pero podía sentir los cambios espeluznantes y misteriosos en la atmósfera cuando las multitudes quedaban inmersas en nuestra música. Cuando me involucré más en las religiones místicas, y en el abuso de drogas, estaba más y más consciente del mundo espiritual a mi alrededor. Sin embargo, yo busqué ignorantemente usar los supuestamente espíritus “buenos” para que me ayudaran mientras intentaba evadir los espíritus que abiertamente eran malos.

Todo eso terminó justo antes de que yo cumpliera 20 años, cuando el Señor Jesús se me reveló a Sí mismo, y me volví un cristiano nacido de nuevo. ¡Los antiguos demonios “amigos” que se habían enmascarado como mis guías espirituales después se revelaron, convirtiéndose en mis enemigos violentos, buscando matarme! Tuve muchas batallas antes de estar establecido firmemente en el bando del Señor.

Mientras que ahora ya llevo 50 años de servir al Señor, a menudo he tenido que estar en las primeras filas y he visto mucho de las obras de esta guerra espiritual. En una nación, Dios me rescató de una multitud fanática hindú que quemaron una iglesia en la que yo acababa de predicar. En una nación comunista, teníamos que estar cambiando continuamente nuestra ubicación, mientras estaba ahí enseñando en secreto a un grupo de pastores, y tenía que ir un paso adelante de la policía secreta que estaba intentando atraparme día a día. En otra nación, me resistí firmemente a una amenaza de muerte que me fue impuesta por un grupo de rebeldes que habían estado matando a predicadores cristianos. En una gran isla tropical, mi familia y yo vivimos en el borde de una jungla, en un área que era controlada por un grupo de terroristas islámicos quienes, ¡habían secuestrado a todos los demás extranjeros quienes vivían cerca de allí! Todos estos eran conflictos espirituales evidentes, pero mis batallas más comunes han sido invisibles, que han sido peleadas mientras oro por personas, pastores y naciones.

Los resultados de haber ganado estas batallas han sido un ministerio fructífero abundantemente: muchas almas salvadas, iglesias construidas, docenas de institutos bíblicos conducidos en seis naciones asiáticas, libros escritos y publicados en 20 idiomas, y mucho más. ¡Y las lecciones que yo he aprendido le pueden ayudar para que usted también se convierta en un cristiano victorioso y fructífero al leer este libro y aplicarlo en su vida!

Capítulo 1

ESTAMOS EN UNA GUERRA

Sí, estamos en una guerra. Efectivamente, podría ser que arrecian muchas guerras a su alrededor. Pero, aun así, si no vuelan las balas o no pueden verse los soldados enemigos, puede ser fácil pensar que las guerras están lejos y que no hay peligro. ¡Pero las apariencias pueden ser engañosas!

Las guerras más peligrosas son las que no podemos ver; estos son los conflictos que pueden victimizarnos sin nosotros saber los peligros en los que estamos. La guerra mundial contra el terrorismo, guerras internacionales contra las drogas, o incluso guerras entre las pandillas locales son más peligrosas si permanecemos ignorantes de los conflictos que se levantan a nuestro alrededor. A pesar de esto, la guerra más peligrosa es la guerra espiritual invisible que envuelve a nuestro mundo.

Satanás y sus fuerzas están en guerra con los siervos de Dios, y no hay nación o lugar donde esta guerra no esté siendo librada. Mientras que muchas personas no ven esto, esta es una de las armas más potentes de las fuerzas de oscuridad: ¡que permanecen ocultos! Mucha gente en países que carecen de una herencia cristiana fuerte, entiende y teme al poder de los espíritus demoníacos. En cambio, las naciones que tradicionalmente han tenido un trasfondo cristiano se han vuelto espiritualmente satisfechos, y solo piensan en Satanás como un mito. Las naciones donde la Biblia ha expuesto a este enemigo a las generaciones previas, ahora usualmente reducen el concepto de un enemigo personal a un mero personaje de caricaturas o de películas de terror. Nuestra sociedad contemporánea occidental ha ido olvidando sus fundamentos cristianos. Como ejemplo, la Constitución de la Unión Europea que ahora guía a 27 naciones, ha decidido deliberadamente ignorar cualquier mención de Dios o del cristianismo. Al desviarse las sociedades de los antiguos fundamentos bíblicos, las mentiras son vistas como verdades y las tinieblas como luz. ¡Muchas películas modernas y videojuegos están enseñando a esta generación que tener dragones, hechiceros, brujos y poderes de maldad de tu lado es bueno para uno mismo!

En este capítulo vamos a examinar el origen de esta guerra y la naturaleza de nuestro enemigo. El conocer contra quien peleamos y las tácticas que usa son los dos factores más importantes para convertirnos en vencedores en este conflicto. Una de las fuerzas armadas más efectivas del mundo es las “IDF”{2}. Ellos son, en teoría, una fuerza militar pequeña, sin embargo, han vencido en repetidas ocasiones a ejércitos que los han superado en número de manera masiva. Una de las principales razones es que su nación ha tenido la red de inteligencia más efectiva del mundo. ¡Conocer bien a su enemigo les ha ayudado a ser capaces de ganar grandes victorias que a menudo han sorprendido al mundo! Del mismo modo, si aprendemos a exponer las maquinaciones ocultas de nuestros enemigos espirituales, entonces estaremos tomando el primer paso hacia la victoria. La ignorancia nunca nos ayudará. En una guerra, los civiles pueden pretender no estar informados o no ser parte del conflicto, aun así, ellos pueden terminar entre los fallecidos tan rápido como cualquier soldado. Debemos crecer en discernimiento espiritual y sabiduría para que podamos decir como el apóstol Pablo, “[…] Pues no ignoramos sus (de Satanás) maquinaciones” 2 Corintios 2:11. ¡Entonces, cada vez menos y menos nos convertiremos en las víctimas de esta guerra, y más bien seremos los vencedores!

El que inició la guerra

Una gran cantidad de escrituras bíblicas nos enseñan que antes que la humanidad fuese creada había huestes celestiales angélicas que fueron creados para servir a Dios. Uno de los ángeles de mayor rango en Isaías 14:12 fue llamado Lucero{3}, que se traduce como el Portador de Luz o Estrella de la Mañana. Una profecía acerca de él en Ezequiel 28:12b-18 nos dice: “Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran”.

Una de las descripciones de Lucero mencionada aquí era “el querubín, grande, protector”{4}. Esto se refiere al ministerio de los querubines de tener sus alas cubriendo el trono y la gloria de Dios. Esto fue ilustrado simbólicamente en el Tabernáculo de Moisés y en el Templo de Salomón a través de las dos figuras de querubines cuyas alas cubrían el Propiciatorio{5} donde Dios moraba y revelaba Su gloria.

Como uno de los querubines protectores originales, Lucero era uno de los ángeles más cercanos a Dios. A través de la Biblia vemos, repetidamente, que aquellos quienes están más cerca de Dios son encomendados con los ministerios más grandes. Estos querubines ayudaban a dirigir la adoración del Cielo, porque aquellos más cercanos a Dios son los primeros en experimentar Su presencia y poder, y entonces pueden liberarlos a través de su alabanza para ayudar a motivar a otros a unirse a ella.

Lucero además era un músico, como puede verse en el hebreo original en Ezequiel 28:13 quién lo describe como alguien que fue creado con tamboriles (o panderos) y flautas.Él además tenía instrumentos de cuerdas de acuerdo con Isaías 14:11. No nos debería sorprender que Lucero tenía la habilidad de hacer música, así como nuestros cuerpos humanos están equipados con instrumentos musicales. Nuestras cuerdas vocales vibrantes funcionan como un instrumento de cuerdas cuando cantamos. Aplaudir con nuestras manos o dar golpes al piso con nuestros pies sirven como instrumentos de percusión. ¡Y quienes pueden silbar tienen su propio instrumento de viento!

Lucero también era un líder sobre muchas de las huestes de ángeles. Así como el sumo sacerdote de Israel tenía doce piedras preciosas en su uniforme, indicando su ministerio y liderazgo sobre las doce tribus de Israel, Lucero tenía nueve de estas mismas piedras preciosas sobre su uniforme. Esto sugiere que Lucero tenía un lugar de liderazgo sobre muchos grupos de ángeles, influencia que utilizó erróneamente cuando guio a una multitud de ángeles en la rebelión contra Dios.

Las Escrituras revelan que Lucero era perfecto cuando fue creado. La profecía acerca de él en Ezequiel 24:15 dijo: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”. Y otra vez, en el versículo 12 leemos: “Tú eras el sello de la perfección [modelo de perfección, NVI] lleno de sabiduría, y acabado de hermosura”. Así que, si Dios creó a Lucero para ser perfecto y puro, ¿cómo pudo la iniquidad desarrollarse dentro de él y corromperlo hasta convertirlo en un gran enemigo de Dios? No podremos entender completamente el “misterio de la maldad”, como el apóstol Pablo lo describió.  Sin embargo, muchas escrituras nos ayudan a entender esto con más claridad.

Ezequiel 28:17 registró, “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor”. Esto sugiere que el orgullo fue el principio de la caída de Lucero. En lugar de enfocarse completamente en la belleza y la gloria de Dios, Lucero se enorgulleció de su propia belleza y gloria. ¡Él pudo haber admirado cómo él era una de las creaciones más grandes y más gloriosas entre todas las obras creadas por Dios! Pero si algún ser creado (incluidos nosotros) comienza a mirar su propia grandeza, belleza, o poder cualquier cosa con la que Dios le ha dotado entonces el orgullo comenzará a crecer. Esto nos puede alejar de mantenernos enfocados en Dios y, por lo contrario, hacer que estemos enfocados en nosotros mismos, ¡lo cual es el principio de apartarnos{6} de Dios!

Ezequiel 28:16 además nos dice: “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste”. Esto nos muestra que Lucero había sido encargado con muchas cosas de valor para ser administradas o contratadas. Podemos tener un vislumbre de esto cuando consideramos que su vestimenta estaba hecha con piedras preciosas y oro. Como el líder de huestes celestiales, él debió haber tenido responsabilidades administrativas entre las cuales él organizaba y distribuía riquezas celestiales. Al enaltecerse a causa de su propia belleza y sabiduría, es lógico que él hubiera reunido cada vez más las riquezas de los Cielos bajo su control para beneficio de su grandeza y gloria.

Tenemos un vislumbre de como esto puede pasar cuando vemos la caída del Apóstol Judas. Judas Iscariote usó su posición como tesorero del grupo apostólico de Cristo para primero robar algo del dinero confiado a su cuidado. Después él criticó el extravagante “desperdicio” cuando María ungió los pies de Jesús con un aceite costoso. Judas sugirió que, en lugar de eso, se pudo haber vendido y dado a los pobres, pero su motivo oculto era que el dinero de la venta del mismo fuera puesto bajo su control, y entonces pudiese robar lo que él quisiera. Entonces, finalmente, cuando el pecado y la rebelión corrompieron completamente su corazón, ¡Judas vendió a Jesús por 30 piezas de plata! Lo que probablemente comenzó con un pequeño pecado de codicia creció hasta que Judas finalmente traicionó a Cristo. Que todos aquellos que somos llamados al liderazgo cristiano tomemos esto en serio, si es que hemos comenzado a manejar las finanzas y recursos de la iglesia para nuestro beneficio personal; porque entonces, ¡probable es que hemos comenzado a descender por una senda que nos puede conducir a convertirnos en alguien como Judas y Lucero! Son muchos los ministros que han descendido por un sendero similar. En lugar de mantenerse enfocados en Dios y en Su Reino, ellos han comenzado a construir su propio reino y fama. Esto puede conducir progresivamente a transar concesiones hasta que ellos están efectivamente traicionando a Cristo por mayor riqueza y éxito.

Así como el orgullo condujo a Lucero a incrementar su enfoque en su grandeza personal y gloria, él quería alcanzar y lograr más de lo que Dios le había encomendado. Esto puede verse en la descripción profética que da Isaías acerca de la caída de Lucero: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo” (Is. 14:12-15).

Esta descripción de la caída de Lucero muestra que fue su orgullo lo que lo condujo a la autoexaltación y rebelión. ¡Él quería exaltar su trono e incluso ser igual a Dios! Y esto es así, el orgullo nos puede motivar hacia el peligro de la autoexaltación. Puede haber una mezcla peligrosa en los corazones de algunos líderes de tal manera que, van “escalando la escalera del éxito” en el ministerio, y no solamente para la gloria de Dios, sino también para su propia alabanza. Es por esto que el apóstol Pablo escribió que un líder cristiano no debe ser un neófito o recién convertido, “no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el diablo” (1 Tm. 3:6 NVI). Tristemente, en algunas ocasiones, cristianos inmaduros que son hábiles o dotados, son puestos de manera prematura en posiciones de responsabilidad, porque los líderes de su iglesia están buscando ayuda desesperadamente. Pero si el orgullo y la independencia se vuelven las fuerzas motivacionales en sus corazones inexpertos y que aún no han sido probados, ellos terminarán causando conflictos y probablemente hasta divisiones dentro de la iglesia, justo como Lucero causó la primera “división de iglesia” en el Cielo.

El orgullo de Lucero y su deseo por independencia eventualmente lo dirigieron hacia la rebelión abierta contra Dios. Sin embargo, él no estaba solo en esta rebelión; él ya había persuadido a muchos de los ángeles para que lo siguieran a él en lugar de permanecer fieles a Dios. Una representación de lo que sucedió después es descrita en Apocalipsis 12:7-9 con respecto a la “guerra en el Cielo”. Este capítulo parece estar hablando específicamente sobre un conflicto justo antes de la Segunda Venida de Cristo, pero ya que muchas de las profecías bíblicas comúnmente tienen cumplimientos múltiples, esto puede ayudar a mostrarnos lo que pasó la primera vez que Lucero intentó exaltar su trono: “Entonces hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles. El dragón perdió la batalla y él y sus ángeles fueron expulsados del cielo. Este gran dragón—la serpiente antigua llamada diablo o Satanás, el que engaña al mundo entero—fue lanzado a la tierra junto con todos sus ángeles” (Ap. 12:7-9 NTV).

Cuando Lucero se levantó en su orgullo rebelde, su caída{7} fue rápida y grande. El Señor Jesús se refería a esto cuando dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” en Lucas 10:18. Isaías vio la caída de Lucero cuando declaró: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones […] Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo” (Is. 14:12 y 15).

Isaías después le agregó a esta revelación profética en el versículo once: “Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán”. Así como ya vimos en Ezequiel, Lucero fue creado con habilidades musicales. Lucero no perdió sus habilidades musicales cuando cayó; él las conservó, pero estas se corrompieron. Es muy importante que entendamos esto: si siervos de Dios se descarrían de Él, ellos no pierden sus talentos, aunque ahora los utilizarán para propósitos corruptos. Lucero no perdió sus talentos y dotes cuando se rebeló contra Dios, y hoy, aún usa sus talentos, aunque ya no más para guiar gente hacia Dios, ¡pero sí para guiarlos hacia él mismo! Con todo, él se puede disfrazar a sí mismo y a sus seguidores para verse como siervos de Dios, cuando el engaño beneficia sus propósitos. Como el apóstol Pablo nos advirtió “Aun Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que no es de sorprenderse que los que lo sirven también se disfracen de siervos de la justicia” (2 Co. 11:14-15 NTV). Y como lo vamos a estudiar pronto en un próximo capítulo, estos son engaños invisibles en la guerra espiritual, de tal manera que pueden convertirse en parte de nuestras batallas más peligrosas.

Lucero, el “Portador de Luz” o “Estrella de la Mañana”, perdió esa descripción y título cuando se rebeló contra Dios. La estrella de la mañana se refiere a una estrella brillante que se levanta en el oriente justo antes del amanecer, para dar a entender que un nuevo día viene pronto. Lucero fue creado para ser un heraldo y mensajero de Dios, para preparar el camino para Cristo, el Sol de Justicia, que había de levantarse sobre Su creación. Pero a él le desagradó ser el mensajero - ¡él quería ser el mensaje! Él ya no quería más anunciar el camino a Dios, sino que él quería orgullosamente anunciar el camino a sí mismo.

En su corrupción el recibió dos nombres nuevos que fueron descriptivos del cambió de su carácter. Él se convirtió en Satanás, que significa adversario, y en el Nuevo Testamento él también es llamado el diablo, que significa el acusador o calumniador. En el intento de justificarse a sí mismo, Satanás está listo para oponerse a todos los demás y acusarlos de no ser mejores que él. Esta naturaleza corrupta también lo hizo ser un tentador, como cuando tentó a Eva y más tarde tentó a Cristo en el desierto.

El ejército de Satanás

Cuando Satanás se rebeló contra el Señor, él no estaba en esa rebelión solo. Él ya había captado la atención de muchos ángeles del Cielo para que siguieran su liderazgo en lugar de permanecer fieles a Dios. En una representación simbólica de esto, Apocalipsis 12:4 describe que la cola del dragón “arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra”. En el versículo 9 se explicó que el dragón es Satanás, y las estrellas se refieren a los ángeles que él corrompió y lo siguieron. Esta historia sugiere que Satanás logró que un tercio de los ángeles se unieran a él en su rebelión. Ellos son adversarios poderosos, tan poderosos que, pensaron orgullosamente que podrían derrotar a Miguel y a los ángeles fieles. Sin embargo, debemos recordar siempre que ¡el doble de santos ángeles están de nuestro lado! Como Eliseo en una ocasión le dijo a su siervo temeroso: “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos”.

Aunque el Cielo ha sido purificado de la rebelión, un “foco de resistencia” ha permanecido, y el territorio que aún es controlado ampliamente por Satanás y sus rebeldes, es el planeta Tierra. Aunque Dios creó a la humanidad para gobernar el mundo, la corrupción de la humanidad que empezó en Adán y Eva, ha causado que Satanás y sus ángeles caídos ganen mucha ventaja con respecto al control del planeta. Como resultado, Satanás también ha ganado la descripción de ser llamado por Cristo como “el príncipe de este mundo”, y por el apóstol Pablo como “el dios de este siglo”. A pesar de esto, es importante recordar que esta es únicamente una descripción temporal. Satanás ha usurpado el control, así como los usurpadores toman posesión de aquello que no les pertenece, o como una pandilla que aterroriza y mantiene a una comunidad como rehén. No obstante, las Escrituras muestran claramente que, en la Segunda Venida de Cristo, Satanás y sus ángeles serán atados y arrojados en prisión, para después ser arrojados al lago de fuego. ¡Nuestras batallas pronto acabarán, cuando Cristo venga y establezca Su Reino de justicia, paz y gozo sobre toda la Tierra!

Con todo, hasta que ese día llegue, debemos ser cuidadosos y siempre recordar que las batallas arrecian a nuestro alrededor. Debido a que son invisibles y solo pueden ser discernidas espiritualmente, debemos tener cuidado de no ignorarlas o de no involucrarnos. ¡Así nos guste o no! cada cristiano está involucrado; y lo que es importante que hoy nosotros entendamos es que, mientras más nos acercamos al tiempo del regreso de Cristo, Satanás y sus ángeles más buscarán oponerse agresivamente a Dios y a Sus planes. Como Apocalipsis 12:12 nos dice acerca de los últimos días antes de la Segunda Venida, “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Satanás hará todo lo que esté en sus capacidades para intentar demorar el regreso de Cristo y destruir al pueblo de Dios. En particular, Satanás quiere entorpecer el cumplimiento de las dos grandes señales que el Señor Jesús les dio a los gentiles y judíos acerca del anuncio de Su regreso: que la Gran Comisión de la iglesia será completada, y que los judíos nuevamente reinarán sobre Jerusalen. Entonces, el programa más disputado en estos últimos días será el evangelismo de todo el mundo, ¡y el lugar más disputado será Jerusalén!

Ahora que sabemos contra quién estamos luchando en esta guerra de todas las guerras, necesitamos entender con mayor claridad el posicionamiento y el poder del enemigo. ¡Solo un ejército de Dios bien informado tendrá la victoria en esta guerra espiritual! Así que, avancemos al siguiente capítulo para ser parte de la Iglesia triunfante de Cristo de los últimos días que prevalecerá contra las puertas del Infierno.

Capítulo 2

PRINCIPADOS Y POTESTADES

Una de las formas esenciales de volvernos hábiles en batalla espiritual es entender la forma como los espíritus malos buscan controlar a la humanidad en los varios niveles de la sociedad humana. En la vida, la sociedad funciona a través de niveles de autoridad. Después de la unidad social más pequeña, la familia, nuestras vidas son más influenciadas por grupos grandes de las afiliaciones de la sociedad. Cada vez más, los niveles más altos de gobierno van a moldear y controlar nuestras vidas, desde nuestra comunidad local o ciudad hasta el nivel nacional. Si bien, cada persona posee libre albedrío en cómo van a dirigir sus vidas, es también verdad que todos estos varios niveles de comunidad y gobierno tienen influencias poderosas sobre nosotros. Lo que ahora vamos a examinar es que varios de estos niveles de la sociedad y el gobierno que nos influencian poderosamente no son solamente autoridades humanas en esta Tierra, sino que también, según les corresponde, están las autoridades angelicales en lugares celestiales.