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En este nuevo poemario, Boca de un diablo, el autor, con su estilo compuesto por una exquisita riqueza léxica y expresiva, rimas armoniosas y la presencia de tópicos profundos capaces de generar impacto en el lector, abarca una gran variedad de temas y emociones profundas a través de versos que exploran universos como la naturaleza de las relaciones, las experiencias humanas, el sufrimiento y la espiritualidad.
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Seitenzahl: 36
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AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer al equipo de Aguja Literaria por su profesionalismo y cuidadosa atención a los poemarios que he venido trabajando junto a ellos, especialmente a mi editor Alfredo Gaete Briseño, quien me ha acompañado en el proceso de edición de esta obra y las otras, contribuyendo a mi continuo aprendizaje como escritor
ÍNDICE
Agradecimientos
PARTE I Boca
PARTE II Alma
PARTE III Oposiciones
PARTE IV Archipiélago
PARTE V Reencuentros
Toda osadía afectiva de última hora
despierta en mí la náusea y el asco.
¿De qué va el recuerdo de ese
a quien se dejó de querer?
No somos dioses para insuflar
espíritu en un cuerpo
apenas vamos entre limaduras del goce
dormidos estamos cuando despiertos.
No me dejó amarlo
porque ningún perdón suyo lavó mi nombre;
al niño indefenso decidió atarlo
al odio que es culpa para que así le honren.
Trono aureolado de agonales estrellas,
iconostasio que por religión me heredaste,
fiel creyente fui junto a las más bellas
las muertas que por generación desahuciaste.
He aquí al poeta que levanta cabeza
sobre esta fatalidad familiar,
un simple cristiano de falsas certezas,
hombre sin fe, por algo será.
¡Que no sea más una herejía!
El cuerpo del Hijo
es la tumba
del Padre.
¿Qué respuesta hay para quienes
sufren de un carácter malogrado
por las condiciones ambientales
de su comienzo en este mundo?
¿Hay sufrimientos más nobles de ser sufridos?
Muchos hay quienes sufriendo por otros se prescinden.
Muchos hay quienes sufriendo de sí mismos a nadie más ven.
¿Solo uno en la historia tuvo el honor
del sufrimiento genuino?
No voy por el camino de Dios
es tu romance quien me figura eclipse
soy el que soy en lo que nunca doy
flor arrancada de la doble elipse.
Mira mi carcajada fuera de rostro
pero saboreada entre tus labios
lindos ojos afilados
grabando el siguiente verso que enrostro:
—Eres mío de principio a fin
ya era hora que me pusieras a escribir
tus vueltas hace años me dan náusea
pueriles espasmos que nada escancian.
Mi boca abro
comisuras que ves
cirios venablos
pupilas de revés.
Soy tu compañía, la verdadera
la que llaman consciencia de ser
ahora regresas a tu madriguera
de vicios, calmando mi sed.
Sobre las altas cumbres negras
súbita aparición
Luna de blancura pétrea
la tumba del Sol.
Nuestros ojos pupilas idas
inscripción oculta en su interior:
—Soy luz que no ilumina
raíz de la antigua traición.
Absorbe el hálito del silencio
temeroso rocío a Ella vuelve
ajado rostro del incienso
retrocede lo sagrado sintiente.
Desnuda oscuridad, muerte tendida,
lecho donde los relámpagos duermen,
sueño de vela encendida
en la boca de un cuerpo inerte.
Fisionomía de un grito desbocado
circuyendo la insonora campana.
Tierra fría del último pecado
por ese Dios que a una madre desgarra,
a su Hijo en su propio corazón
sin compasión por el dolor humano,
abandonado del amor que llaman dos
y del tercero que llaman hermano.
Estrella bebedora de desiertos
Luna que muerte escancia
Cruz donde brilla el verbo miento
Espíritu Santo dinero que no alcanza.
¿Todo esto ha sido llave para llegar a Él?
¿Lo encontraste en lo profundo del infierno?
¿Y si entonces el resucitado es Aquel
cuándo reemplazas a tu Padre ya muerto?
Raíz del miedo conocer
estar de otro algo fundados,
raíz de ignorancia creer:
—Por amor hemos sido salvados.
Como viento se deshace de sus trajes
así nuestro andar por el mundo,
como esclava costurera de encajes