EL OBJETO DE LA VISIÓN
Andrés Hübner Mandiola
PRIMERA EDICIÓN Abril 2022
Editado por Aguja LiterariaNoruega 6655, dpto 132 Las Condes - Santiago - Chile Fono fijo: +56 227896753 E-Mail: [email protected] Sitio web: www.agujaliteraria.com Facebook: Aguja Literaria Instagram: @agujaliteraria
ISBN: 9789564090177
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TAPAS Imagen de Portada: Sandro Tsitskhvaia Diseño: Josefina Gaete Silva
A mi maestra, Ruby Dussaillant,quien me acompañó y enseñó el secretoque encierra la escucha del fenómeno psíquico
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a María José Bravo por nues-tras largas conversaciones en torno a la materia de la obra, apoyo y guía en su travesía.
A Isabel Ayala, quien me dio aliento y seguri-dad, como también valiosas sugerencias colabo-rando en una mejora del estilo.
También a mi editor, Alfredo Gaete Briseño, por su concienzuda inmersión en los poemas, y escla-recedoras intervenciones y aportes.
A mi bisabuelo, Jorge Hübner Bezanilla, por su instrucción y silencio poético.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Prólogo
PARTE I - Adentro
Cruz de ébano
Pasando
Mares lejanos
Muertos
Casa de Dios
Un diablo
Te comprendo
Estrella de zafiro
Luz Negra
PARTE II - Afuera
Retablo
Ceniza de relámpago
Penumbra de sagrario
Tu antigua catedral
Atento
Dragón dormido
PARTE III - De ti
Escultura
Paradoja del don
Pieza dental
Imposiciones
Callando
Interpretación fallida
Amor de muerte
Siempre justo antes
Demonia
Lágrima de Atlas
Búsquedas
Dolor de silencio
Esfuerzo equivocado
Bosques candeleros
PARTE IV - Otra vez
Me nacen
¿Sí?
Arcano Sol
Escritor en un tintero
La flor de dos tallos
Piedra filosofal
La imposible
Mal de amores
Herramienta
Ancla
Rotación
Intimidad Cósmica
La flor negra
PARTE V - Él
¿Hacia dónde vas mi bien amado?
Nosotros
Tu belleza
Dulcificas
Dibujo final
Palabra tuya
Para el que entienda
Hermetismo
Ciencia de los discos de piedra donde los relámpagos duermen
Cristo Viejo
INTRODUCCIÓN
El objeto de la visión ingresa al campo de la consciencia imponiendo una discontinuidad en ella que recoge de súbito toda su atención. Aparece como objeto externo con autonomía, aun cuando el evento ocurra en el llamado espacio mental.
Aquello es la ocasión para que se levante ese racimo de imágenes más o menos inconexas que llamamos sueños, los que nos alejan de la visión a la vez que nos mantienen unidos a ella.
Organizando y desorganizando la hechura imaginal de la experiencia, se vive un tiempo de atención persistente, para de pronto ser el objeto mismo de la visión el que ha cambiado.
Breves momentos en que es más ventana que haz de significaciones; momentos también, entonces, donde se presenta como transportador de consciencia perfilando renovados territorios.
Prólogo
El objeto de la visión
irrumpe en el campo de la consciencia
fija su orientación
gravita en torno a su presencia.
Es la ocasión
para que emerjan racimos de imágenes,
buscan obtener comprensión
de algo ajeno a los acostumbrados trajes.
Uno a uno se desinforman
los elementos útiles para su aprehensión
se transfiguran en que fulguran
la iridiscencia del objeto de la visión.
Caminas en dirección a Él
acompañándote de cascadas inversas
los velos de tu ensoñación de ayer
le anuncian bajo delicadas transparencias.
Entonces otros órdenes se descubren,
las identidades del mundo formalizado
se han retirado en virtud de esta lumbre
retornados se hallan los sueños a lo simbolizado.
Por fin podrán descansar del mándala
la tiranía de verlos proyectados
en latencias de sentido que amalgamas
en la tierra donde somos desterrados.
Los disfrazados númenes
de tu mentada vida
pueden colgar sus disfraces
descansar de lo que fue la ida.
Esencias globulares se abultan
por donde quiera pongas la mirada
¿recuerdas la piscina de pelotas
que en tu infancia disfrutabas?
Organismo de luces umbrosas
se aleja suave
cual medusa en marea untuosa
y a la rugosidad vuelves.
PARTE 1Adentro
Cruz de ébano
Desde hace tiempo
una cruz negra me sigue
no lo veía cierto
pero me alcanza el que vive.
Tanto en espacio abierto
como al interior de la consciencia
aparece en su propio elemento
todo a su alrededor se integra.
Inclinados ante ella
concurro con mi compañero
también la catedral de piedra
su demonio en función de portero.
Carne sobre negra madera
cuerpo de sol doliente
vida humana en la cera de una vela
muñón nimbado de semblanza transparente.