Breve historia de la mitología celta. Mitos 6 - Mª Isabel Menchero Hernánez - E-Book

Breve historia de la mitología celta. Mitos 6 E-Book

Mª Isabel Menchero Hernánez

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Beschreibung

Descubra los mitos y las leyendas de la religión celta a través de sus dioses, de sus héroes y sus personajes más conocidos como el Rey Arturo o Merlín el Encantador. La mitología celta ha sido una de las grandes desconocidas, ya que otras religiones como la romana o la griega le han hecho sombra. En el imaginario popular contamos con muchos clichés sobre los druidas, los dioses celtas y sus costumbres, pero en este libro se va a explicar de manera detallada cómo eran en realidad.

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BREVE HISTORIA DE LAMITOLOGÍACELTA

BREVE HISTORIA DE LAMITOLOGÍACELTA

María Isabel Menchero Hernández

Colección:Breve Historia

www.brevehistoria.com

Título:Breve historia de la Mitología Celta

Autor:© María Isabel Menchero Hernández

Copyright de la presente edición:© 2023 Ediciones Nowtilus, S. L.

Camino de los Vinateros 40, local 90, 28030 Madrid

www.nowtilus.com

Elaboración de textos:Santos Rodríguez

Diseño y realización de cubierta: ExGaudia, Asociación Cultural

Imagen de portada:The Riders of the Sidhe, de John Duncan (1866-1945)

Dundee Art Galleries and Museums Collection (Dundee City Council)

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjasea CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com;91 702 19 70 / 93 272 04 47).

ISBN edición digital:978-84-1305-334-9

Fecha de edición:abril 2023

A mi hijo Marco y a ti, que eres mi guía desde el cielo.

Índice
Capítulo 1
Introducción
Capítulo 2
¿Quiénes eran los celtas? Orígenes y costumbres
Capítulo 3
El Libro de las Invasiones, el origen de la mitología celta
De la creación del mundo y la diáspora de las naciones
De la historia de los celtas desde la diáspora de las naciones hasta la llegada a Irlanda
Del pueblo de Cessair
Del pueblo de Partholón
Del pueblo de Nemed
Del pueblo de Fir Bolg, Dir Domnann y Fir Gálioin
Del pueblo de los Tuatha Dé Danann
La invasión de los milesios
De las dinastías de Irlanda antes del cristianismo
De las dinastías de Irlanda después del cristianismo
Capítulo 4
El Mabinogion: la cultura de los galeses a través de los héroes y dioses celtas
Primera rama del Mabinogion
Segunda rama del Mabinogion
Tercera rama del Mabinogion
Cuarta rama del Mabinogion
Capítulo 5
Mitos y leyendas celtas
El destino de los hijos de Tuirenn
Los hijos de Lir
Ciclo del Úlster
El cortejo de Emer
La maldición de Macha
Los porqueros divinos
Las aventuras de Nera
Discusión real
La última batalla de Cu Chulainn
El combate de los toros
El ciclo de Fionn
Último ciclo: institución de los reyes de Irlanda
Capítulo 6
Druidas, ¿hechiceros, magos y brujos? El ejemplo de Merlín, el encantador
Rituales
Ritos funerarios
Augures
Sanadores
Encantamientos
Capítulo 7
Dríades y druidesas. El papel de la mujer en la mitología celta
Druidesas
Capítulo 8
La simbología celta
Ailm
Anillo de Claddagh
Árbol de la vida
Arpa irlandesa
Awen
Wuivre
Shamrock
Elven o septagrama
Taranis
Cruz celta
Triqueta
Triskel
Espiral celta
Estela cántabra
Nudo celta
Nudo cuaternario
Toro celta
Laberinto celta
Pentagrama
Quíntuple
Theherd
Cruz de Brigitt
Capítulo 9
La leyenda del Rey Arturo
El nacimiento de Arturo
Excalibur
La mesa redonda
La muerte de Arturo
Capítulo 10
La muerte ¿castigo o recompensa según las leyendas? El rito de la triple muerte en la cultura celta
La triple muerte celta
Capítulo 11
Festividades y celebraciones en la cultura celta
Imbolc
Beltaine
Lughnasad
Samain
Calendario de Coligny
Otras festividades
Bibliografía básica
Glosario
Anexo I. Divinidades
Diosas
Dioses
Anexo II. Textos originales
Historia de Partholon y Delgnat
Poema de Eochaiidh Ua Floind
Poema sobre la conquista de Nemed
Poema que conmemora a Gaedel Glas y sus descendientes
Poema sobre los descendientes de Gaedel Glas
Poema que conmemora las hazañas de los hijos de Míl
Fragmento sobre Nuadha
La leyenda de Caer Omaith
Angus Óg

Capítulo 1

INTRODUCCIÓN

Todo lo concerniente a los celtas se encuentra revestido de una atmósfera irreal e irracional en todo conforme a la conciencia antihistórica de este pueblo. Los celtas han entrado en la historia por la puerta de la leyenda en una época en que Grecia y Roma tenían ya una Historia.

Jean Markale.

La mitología celta va ligada a la concepción de la cultura celta como símbolo de unión entre diferentes pueblos como galos, celtas, celtíberos, etc. Todos ellos parten de la misma base de costumbres y hacen de los dioses un punto de partida para convertirse en lo que se conoce como «los celtas». La mitología celta es una de las más importantes religiones que se han podido dar en el mundo y que ha llegado a nuestros días a través de diferentes celebraciones como Halloween. Ha ido evolucionando desde la antigüedad, pasando por la Edad Media hasta llegar a la actualidad y nos sigue pareciendo una cultura fascinante. A través de los mitos, los héroes, los druidas, las druidesas, las leyendas, etc., se quiere intentar realizar una perspectiva amplia de lo que es la mitología celta y cómo fue creándose como concepto dentro de un pueblo tan amplio que se extiende desde Britania, la Galia, Hispania, etc. La evolución que tuvo se ve clara con el paso del tiempo y se extiende gracias al comercio y al asentamiento de los celtas en diferentes puntos de Europa. Para poder entender la mitología celta hay que conocer quién se identifica como celta y quién no, y por qué. Y a través de todo esto, cómo fueron asentando las influencias de su cultura en otros lugares y haciendo de sus costumbres tradiciones que hasta en la actualidad se conocen. Tan influyentes fueron que puede decirse que Merlín el Encantador y el Rey Arturo forman parte de la cultura celta, siendo sus personajes claves a la hora de llegar a la época medieval. La mayoría de las mitologías son conocidas por tener un origen claro a través de las diferentes fuentes que han llegado hasta nuestros días, como pueden ser la romana o la griega. Estas, más estudiadas por la gran cantidad de documentos que tenemos, dejan a un lado a otras mitologías menos conocidas o «importantes» dentro de lo que es el mundo de la investigación y la divulgación como es en este caso la mitología celta.

La mitología celta se conoce gracias a una serie de relatos de la Edad del Hierro: El libro de las invasiones y El Mabinogion. El primero de ellos, el Lebor Gabála, se trata de un compendio datado en el siglo XII, escrito por varios autores que recogen tradiciones irlandesas arcaicas a través de la literatura oral. En este manuscrito se habla de las invasiones que se produjeron en Irlanda: los Cessair, los Partholón, los Nemed, los Fir Bolg, los Tuatha de Danann, así como los fomorianos y los milesianos o los Hijos de Míl, los cuales salieron de Brigantia, localizada en La Coruña, hasta llegar a Irlanda, donde colonizaron la isla de forma permanente. Gracias a este manuscrito se puede conocer el origen de los dioses antiguos y la religión celta, además de la cultura que se formó al aunar tanto la céltica como la irlandesa.

En cuanto al Mabinogion es una compilación de once relatos escritos en galés, que contiene muchos temas, y uno de ellos es la religión celta. Estos textos se han difundido sobre todo en el ámbito hispanoparlante puesto que se ha traducido al castellano desde las versiones en inglés.

Por todo ello hay que asentar las bases de la mitología celta que se conoce en la actualidad a través de los escritos que han provenido de época medieval y moderna, explicando su procedencia y el sentido que da a la religión cada uno de ellos.

También es importante destacar los comentarios recogidos por Julio César sobre la religión celta en de Bello Gallico, donde establece una serie de parámetros sobre la cultura de los galos y de su mitología. A través de esto se conoce que los celtas al principio contaban con una religión politeísta, compuesta por una gran cantidad de dioses que respondían a una clase de necesidades dentro del pueblo celta. Algunos de estos dioses son Lugh, Dagda, Morrigan, Balar, etc., pero también hay variantes dentro de los dioses celtas puesto que las «tribus» que componían este pueblo se extendían por diferentes territorios como los celtíberos, los galeses o los galos. Así podemos encontrar a Cernunno, Beleno, Taranis, etc.

Por otro lado, a través de los mitos y las leyendas también podemos encontrar héroes y personajes míticos como Manannan, Ogmios, Gwyddyon, Cuchulain, Breogán, incluso Arturo o Merlín. Es destacable decir que a diferencia de otras culturas, se ha dicho que los celtas no construyeron templos a sus dioses, sin embargo, la arqueología ha demostrado que esto no es cierto y que sí establecieron estructuras para realizar sus cultos y sus ceremonias. Incluso se conoce el fanum que es un templo que aúna la tradición romana con la celta, puesto que cuando llegaron los romanos, esto también afectó a la manera de concebir su religión.

Por otro lado, se encuentran los druidas y las dríades o druidesas. Los druidas, más conocidos, han pasado a nuestro imaginario popular como hechiceros, brujos y magos, como puede ser el propio Merlín. Esto tiene que ver con que los bardos eran los que contaban las historias y fueron desarrollando el concepto de druida con el concepto de los magos, puesto que a los druidas los rodeaba un aura de misterio mágico dentro de las leyendas. Sin embargo, lejos de este pensamiento, eran los sacerdotes que llevaban a cabo los rituales dentro de la religión celta y mucho más, como se verá más adelante. Menos conocido es el papel de la mujer en la cultura celta, aunque estudios recientes dicen que las dríades, es decir, las sacerdotisas, tuvieron también un papel muy importante.

Capítulo 2

¿QUIÉNES ERAN LOS CELTAS?ORÍGENES Y COSTUMBRES

Ross Garland dice de los celtas que fueron los verdaderos creadores de Europa, teniendo en cuenta que básicamente ocupaban la gran mayoría del continente europeo. La extensión de territorio del ámbito celta iba desde el mar Báltico hasta el Mediterráneo, y desde el Mar Negro hasta las costas irlandesas. Los celtas provienen de la denominada como «raza» indoeuropea que habitaba en la zona del Mar Negro y que sobre el 2000 a. C. se expandieron por la zona europea y por el área de la India. Muchos de los idiomas que hay en la actualidad tienen raíces del idioma celta antiguo.

El primero que los nombra como celtas es Heródoto, historiador griego por excelencia, del siglo V a. C. La palabra celta proviene del griego keltoi que describía a los pueblos europeos que hablaban la lengua celta, en el contexto de la Edad del Hierro, alrededor del siglo XII a. C. Estos celtas se agrupaban en diferentes tribus de las cuales salieron las conocidas zonas celtas del norte: Bretaña, Irlanda, Escocia, Gales, Cornualles y la Isla de Man. Es por ello que se considera keltoi a todos los grupos celtas, que tenían una política común, una gran y poderosa clase sacerdotal, y por ende, unas grandes tradiciones religiosas y sociales, además de contar con un idioma en común y un aspecto físico por el que se les reconocía como «celtas».

Los arqueólogos, siguiendo el rastro de indicios y de yacimientos descubiertos en el ámbito celta, decidieron dividir en dos fases la cultura prehistórica de estos pueblos. La primera de las fases se denomina periodo del Hallstatt, que se ubica entre los años 700 y 500 a. C., mientras que la segunda fase es el periodo de La Téne, cuya datación tiene un intervalo comprendido entre el año 500 a. C. hasta el primer siglo después de Cristo. El nombre de las dos fases lo tomaron de dos poblaciones austríaca y suiza respectivamente, en las cuales se encontraron diversos objetos celtas.

Zapatos del príncipe de Hachdorf. Fueron encontrados en la tumba de dicho príncipe, datada en el año 530 a. C. El príncipe contaba 40 años de edad y fue encontrado en un diván de bronce. En su cuerpo se encontraron diferentes joyas como torques y demás adornos, como son estos zapatos, caracterizados por estar hechos de placas de oro repujado. Son de la época del Hallstatt.

El periodo del Hallstatt se caracteriza por una gran riqueza en el ámbito de la cultura celta. Los celtas de este periodo contaban con un gran poder como sociedad, puesto que descubrieron el hierro, lo que los sitúa en plena Edad del Hierro, periodo conocido por la utilización de este metal. El hierro hizo posible que crearan utensilios que mejoraran su productividad y que hiciera que la sociedad avanzara. En Massilia, la actual Marsella, se instaló una colonia de celtas sobre el año 1600 a. C., donde empezaron a comerciar con los diferentes pueblos de alrededor, lo que hizo que otras culturas empezaran a tener cabida en la sociedad celta. También el comercio exterior e interior hizo que se volvieran más ricos, tuvieran nuevas técnicas de aprendizaje, además de contar con nuevos objetos de otras sociedades y que sus objetos viajaran por todo el continente europeo. Esto lo que provocó fue un gran avance cultural en todos los ámbitos de esa época y en todas las culturas.

En cuanto al periodo de La Téne, se caracteriza por haber avanzado en lo tecnológico, ya que contaban con grandes carros de guerra que hicieron posible que los celtas acabaran con los etruscos, pueblo de la península itálica, y así poder asentarse en esa zona, además de llegar a Grecia y a Asia Menor, la conocida antiguamente como Galacia, incluso alcanzaron la península Ibérica y las islas británicas.

Fíbula de Braganza. Pertenecía a un guerrero celta encontrado en Portugal. Se observa un guerrero con casco, escudo y espada y un animal, que se ha identificado como un lobo o un león. Pertenece a la época de La Téne.

Gracias a esos avances tecnológicos y sus grandes descubrimientos en el ámbito de la guerra, como puede ser la utilización de las ruedas de hierro, los demás pueblos que los rodeaban los temían y los admiraban a la vez. Los temían porque podían acabar perfectamente con ellos si a los celtas se les antojaba y los admiraban porque se trataba de una cultura que estaba más avanzada que ellos en todos los sentidos. De esta forma, saquearon la ciudad de Roma en el año 390 a. C., mientras que en el año 279 a. C., los galacios, los habitantes de Asia Menor, atacaron Delfos, una isla griega, aunque no obtuvieron el resultado que pretendían, ya que finalmente fueron vencidos por los guerreros de Delfos. Es por ello que los celtas se asentaron en la zona de los Balcanes.

Como curiosidad sobre los guerreros celtas de esta época, muchos de ellos al ver su intento de conseguir la isla griega de Delfos y verse abocados a su asentamiento en los Balcanes, aislados, decidieron hacerse mercenarios y entrar en las filas de otros ejércitos, como por ejemplo en el de Alejandro Magno.

Sobre el año 225 a. C., el poder de los celtas ya no era lo que había sido antaño, por lo que el gran ejército que había sido hasta entonces ya no era ni una cuarta parte de poderoso. Así, los celtas que habitaban la Galia fueron derrotados por los ejércitos de Roma en Telamón y Julio César se convirtió en un gran enemigo para su pueblo. En el año 58 a. C. conquistó la Galia, no sin esfuerzo, ya que aunque los celtas galos no tuvieran el poder que habían ostentado antes, seguían siendo unos grandes guerreros. Por otra parte, la zona sur de Gran Bretaña cayó también en manos de los romanos, por lo que los celtas se vieron recluidos al norte, la zona de los pictos.

Dentro de la religión celta, como se verá más adelante, los mitos y leyendas se entremezclan con los hechos históricos, incluso se habla de que los dioses convivían con los humanos, como en el caso de los Tuatha Dé Danann, considerados en la mitología como dioses, liderados por Dagda. Como se verá en el capítulo de El libro de las invasiones donde se explicarán los acontecimientos que experimentará este pueblo, los Tuatha Dé Danann son vencidos por los Hijos de Míl, y deciden retirarse al Otro Mundo de tierras funerarias, denominado como Sidh. Estos se convertirán en esa zona en los dioses celtas del periodo precretano. Según la descripción que nos da O’Callaghan, ese otro mundo lleva el nombre de Sidh, que significa paz, localizado en las entrañas de la tierra; según este autor se necesita la ayuda de las hadas para acceder a él.

Estatua de Julio César, encargada por Nicolás Costou para exponerla junto a una escultura de Anibal Slotz en los jardines de Versalles, en el año 1696.

Los druidas serán el eje principal del motor de la sociedad celta y por consiguiente, de la religión de estos pueblos. Son videntes, llenos de sabiduría y conocimientos, por lo que también ejercen de jueces y de curanderos, los cuales actúan como puente entre los tres mundos que se dice que existen según la mitología celta: el inframundo, el supramundo y el mundo terrenal. A través de ellos se transmitían las historias que luego los bardos cantarían, puesto que la tradición celta se basaba en la oralidad para su pervivencia.

Mapa que muestra le extensión de los celtas. Se observa la zona amarilla de donde provendrían los primeros pueblos celtas, desde donde se extienden por todo el continente europeo hasta Turquía y la península ibérica.

Por otra parte, en cuanto a la sociedad celta, como eran un grupo muy diseminado por el territorio continental e insular, que contaban con diferentes climas en cada región, lo que hacía que la tierra fuera también diferente a la hora de cultivar. También aquellos que vivían cerca del mar tenían costumbres distintas a aquellos que vivían en el interior. Sin embargo, se puede decir que contaban con un patrón de estructura social que era similar entre todos ellos, teniendo en cuenta que provenían de la misma rama indoeuropea. De esta manera a través de la arqueología se ha podido constatar que los celtas vivían en fortalezas situadas en colinas o en su defecto, en casas muy fortificadas en las zonas llanas.

En cuanto a las casas, la característica principal es que tenían forma circular, con tejados fabricados a base de paja, creando una cúpula. Este tipo de viviendas se suele localizar en Irlanda o en Inglaterra. Normalmente eran casas grandes. También se pueden encontrar otro tipo de casas cuya planta es ovalada o cuadrada, pero todas siguen la característica de comodidad por encima de todo, sin tener grandes estructuras arquitectónicas ni nada que pudiera resultar rococó. Contaban con un fuego central que hacía de calefacción para toda la casa, donde ponían el caldero para poder asar carne o pescado, dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Hay que incidir en que los druidas, los más ricos y los guerreros contaban con una categoría social diferente, por lo que sus casas también eran distintas de la de cualquier otro ciudadano con categoría social más baja. La decoración de estas casas se basaba básicamente en la utilización como adorno de tallas de tejo rojo.

Tenían una dieta variada, ya que eran grandes cazadores y agricultores. También hacían pan en hornos y contaban con agujeros en el suelo para cocinar grandes animales enteros. Por otra parte, el ganado también les daba leche y, por ende, hacían queso y gracias a la cebada que plantaban fabricaban cerveza. Además, hay restos arqueológicos que nos permiten saber que bebían hidromiel y vino, lo que nos habla de comercio exterior. En las celebraciones normalmente se asaba cerdo y pescado con comino o salmón con miel. Contaban con diferentes hierbas para sazonar la comida y también las usaban como medicinas y como colorantes y tintes vegetales, como es el caso de la Isatis Tinctoria, que les proporcionaba el color azul.

Vainas de espada de hierro y bronce. Pertenecientes a la cultura de La Téne, encontradas cerca del río Zihl. Museo Latenium, Hauterive.

Casco celta, en cuyo extremo superior se observa la decoración de un pájaro. Proviene del yacimiento de Ciumesti, Rumanía. S. III a. C.

En cuanto al aspecto físico, es relevante decir que decoloraban sus cabellos con cal, para que se pusieran más claros, y los adornaban con cuentas de oro. Este metal era más numeroso en el oeste mientras que la plata se encontraba en mayor cantidad en el este.

Casco de Agris. Se trata de un casco ceremonial celta, encontrado en el año 1981 en una cueva francesa. Probablemente su datación sea el siglo IV a. C.

Con respecto a las armas, se caracterizan por estar fabricadas con mucha meticulosidad y estaban muy elaboradas, ya que las decoraban con joyas o metales preciosos.

Réplica de fíbula de caballito celtíbera. Encontrada en Lancia en León, es una de las numerosas fíbulas que podemos encontrar con este motivo figurativo dentro del mundo celtíbero. Ss. III-II a. C. Museo Arqueológico Nacional.

A la hora de decorar salas y banquetes o realizar alguna celebración, colgaban seda y lino de las paredes, y su ropa la hacían más lujosa y atrevida decorándolas con motivos de rayas y cuadros, e incluso introduciendo hilos o ribetes de oro. Como complementos utilizaban brazaletes, collares, tobilleras, anillos, cascos, e incluso tocados para el cabello, de gran variedad.

Diadema de Moñas. Esta obra de orfebrería celta proviene de la zona de Asturias. En ella se pueden ver representaciones de guerreros, animales, calderos, etc. Museo Arqueológico Nacional. S. IV a. C.

Por su parte, los galos eran más duchos en la utilización de pantalones para la vida cotidiana, mientras que los celtas irlandeses usaban las túnicas. Un rasgo en común es que todos ellos utilizaban capas, que describían el rango social del que la llevaba puesto: cuanto más larga, mayor rango social.

Torques de Stirling. Datado entre los siglos IV y II a. C., se trata de un torque extraordinario fabricado en oro.

Como se ha dicho, la religión era el eje central de la sociedad celta, pero también había otras actividades a las que se dedicaban como la caza, la guerra, la ganadería, los juegos de mesa, así como la música, la poesía y las narraciones, algo muy importante con respecto a la mitología, ya que es a través de ellas por las que se expande. Sin embargo, existían muchas reglas y si se rompían, los castigos eran muy severos. Básicamente aquel que osaba romper las reglas quedaba sin derecho y era un marginado social.

Fíbula de Arrabalde. Encontrada en el castro de las Labradas, se trata de una fíbula con estilo de La Téne, fabricada en oro.

Hay una gran cantidad de dioses y diosas celtas, y dependiendo de la zona celta tendrán nombres diferentes. Es por ello, que al final de este libro se ha decidido incluir una serie de dioses y diosas para poder explicar esto con más detenimiento y que el lector se haga una idea de la magnitud de la cultura religiosa celta. Los conocemos gracias a las inscripciones que han llegado hasta nuestros días, sobre todo por referencias romanas y de las leyendas irlandesas y galesas. Gracias a dichas leyendas también podemos conocer mejor la cultura celta, puesto que es a través de ellas por las cuales podemos saber cuáles eran sus conceptos de honorabilidad, dignidad y cuánto apreciaban la verdad y la honestidad, además de qué era para ellos lo correcto y lo incorrecto.

Torque de Buruela. Encontrado en Galicia en el año 1945, es uno de los ejemplos de mayor riqueza celta en esa zona.

La leyenda más conocida puede ser la del Rey Arturo, al que se dedicará un capítulo en este libro. Se dice de él que sus aventuras y hazañas tienen lugar entre Gran Bretaña y Francia, donde se le conocía bajo el nombre de «Le Roi Artus». Se cree que este nombre tiene que ver con el dios Artaois, el equivalente romano a Mercurio. En la Edad Media se creía que este personaje no era una leyenda ni un mito, sino que era un personaje histórico, aunque los investigadores hoy en día creen que su origen se encuentra en algún dios primigenio y que su leyenda se desvirtuó debido a la oralidad.

Irlanda estaba dividida durante la Edad Media en cuatro reinos principales que eran los de Munster, Leinster, Connaught y Úlster, los cuales mantenían luchas continuamente entre ellos. Esto cambió cuando en el año 1002 Brian Boru fue nombrado como high-king de Irlanda, es decir rey de los reyes de la isla. Este gana una gran batalla contra los vikingos en el año 1014, en Dublín, evitando que la isla fuera totalmente invadida por los norteños.

Con respecto a la literatura celta, es posible que antes del año 700 a. C. existieran escritos donde se contaran las leyendas heroicas, aunque no nos ha llegado nada hasta nuestros días. Se conoce que el antiguo irlandés sufrió una gran evolución y que por ello, la traducción es sumamente difícil. Durante el siglo V d. C. llegó a la isla San Patricio, momento en el que se crearon numerosos monasterios religiosos donde se concentra la cultura y la lengua latina. La lengua celta se atribuye las letras utilizadas por el latín para escribir, aunque la literatura seguirá teniendo bases paganas y estará escrita en gaélico. De esta manera, se crean las escuelas cristianas y las escuelas paganas. El cristianismo durante esta época se va abriendo paso y va consiguiendo mucho poder sobre la sociedad, por lo que los druidas y las escuelas paganas se van quedando a un lado. Sin embargo, los clérigos de los monasterios conocen la lengua celta, puesto que la transmisión del conocimiento se realizó en ambas direcciones, y comienzan a transcribir las tradiciones de los celtas, por lo que gracias a ellos han llegado los manuscritos escritos en lengua celta hasta nuestros días. Es importante resaltar que la lengua celta también se utilizó para obras que tenían carácter religioso, como sermones y oraciones, apartándose también de los manuscritos históricos.

Los manuscritos de los que se está hablando pudieron viajar a diferentes países gracias a los contactos que existían entre los monasterios europeos, por lo que se pueden encontrar muestras en Suiza, Alemania e Italia. Estos contactos comenzaron debido a las invasiones vikingas que se produjeron durante los siglos IX y X y que destruyeron los monasterios y como consecuencia, toda la cultura que se almacenaba en ellos. Durante los siglos XII y XIII aparecen los normandos, quienes realizan las nuevas invasiones, los cuales toman la cultura celta y la lengua gaélica a través de los matrimonios con mujeres nativas de la isla. A partir de este momento, se comienzan a escribir los manuscritos que tienen más relevancia dentro de lo que constituye la lengua irlandesa. Dentro de ellos están: Los Anales de los cuatro Maestros, el Libro de Armag, el Libro de la vaca pada o Leabhar na h-uidhre, el Gran Libro de Lecan o Leabhar mor Lecain o el Libro de Leinster.

En un libro de reciente edición, Blood of isles, el científico Bryan Sykes, profesor de genética humana en la Universidad de Oxford dice que hace seis mil años los habitantes de la península ibérica llegaron a las islas británicas y que se asentaron en ellas, mezclándose con las gentes que ya estaban viviendo en las islas. Además, el ADN que se ha analizado de casi diez mil británicos justifica la leyenda de Ith, en la cual se dice que partió desde la Torre de Hércules hacia Irlanda, puesto que los resultados indican que los celtas de la península ibérica fueron la tribu dominante en las islas. Por lo tanto, la genética nos habla de que las migraciones fueron reales y que también tienen parte de genética escandinava. Por otro lado, también afirma que los ingleses tienen ADN celta al igual que los irlandeses y escoceses, de las mismas características y en la misma cantidad, algo que hasta este estudio se pensaba que no era así, sino que básicamente los ingleses procedían de la huella genética de los sajones.

A la hora de estudiar a los dioses y figuras legendarias que hay en la mitología celta, hay que tener en cuenta que los celtas no son un grupo que pertenece a una sola región, sino que son diferentes tribus diseminadas por Europa. Es por ello que nos encontramos a los galos, a los britanos, a los cimrios y a los bretones y a los gaélicos. Hoy en día esas tribus o pueblos antiguos se encontrarían en los siguientes países: Austria, Bélgica, Croacia, Eslovenia, España, Francia, Gran Bretaña, Hungría, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Turquía. Por lo tanto, es importante entender que hay una gran y amplia variedad de mitos, dioses y héroes.

Capítulo 3

ELLIBRO DE LASINVASIONES, EL ORIGEN DE LA MITOLOGÍA CELTA

Se puede decir que el origen de la mitología celta está diseminado puesto que como eran mitos y leyendas que se transmitían de manera oral de unos a otros, y que al ser comunicados de esta manera, podían sufrir modificaciones y mezclas entre personajes de uno y otro mito, según les pareciera a aquellos que cantaban y contaban estas historias, también adaptando lo que se decía en ellas a la necesidad que hubiera en ese momento. Es por ello que no se pueden conocer los mitos originales que habrían desencadenado lo que hoy ha llegado a nuestros días, puesto que lo que se recoge en los escritos son modificaciones que se han llevado a cabo a lo largo de los siglos. Los mitos originales debían de ser los recogidos en la historia antigua de Erín, muchos de los cuales se han perdido, aunque la mayoría de ellos fueron recogidos en diferentes códices que están datados entre los siglos VII y XII. Los que se encargaron de realizar dicha tarea fueron monjes cristianos, que escucharon estos mitos de la boca de los filidh, druidas, que todavía resistían al azote del cristianismo.

Es curioso que el tema con el que comienzan los textos mitológicos celtas es la creación y evolución de las regiones y gobiernos que forman parte del ámbito celta, haciendo que sea un elemento de diferenciación con la mayoría de las mitologías. Esto es debido a que casi todas empiezan con la creación del Universo, el origen del ser humano, etc. Hay que tener en cuenta que seguramente la cultura celta sí tuviera este tipo de temas dentro de lo que serían las tramas fundamentales de los primeros mitos, sin embargo, probablemente la literatura oral que se propagaba a través de los sacerdotes celtas, tanto dentro del continente como en las diferentes islas que estaban pobladas por pueblos celtas, no fue transcrita, quizá por motivos religiosos, para evitar una especulación mayor dentro del laicismo y, por otro lado, teniendo en cuenta que se basaban en ciclos de muerte y resurrección, creían que no era importante que temas sagrados fueran recopilados de otra manera que no fuera la oralidad, ya que cuando un pueblo no creyera imprescindible esa lección de historia, la cosmogonía que tuvieran en ese momento renacería en otra etnia con tradiciones que fueran similares a las suyas.

Las primeras narraciones celtas que se conocen están escritas en irish gaél y welsh, es decir, en gaélico irlandés y en galés, idiomas que pertenecen al ámbito de la cultura celta y que provienen de la rama del indoeuropeo. Sin embargo, pronto se recopilarían en latín, hecho que es fascinante puesto que lo que se hacía antiguamente era intentar acabar o despreciar los mitos y leyendas antiguas para hacer del cristianismo la primera potencia religiosa, haciendo que las demás religiones pasaran a un segundo plano. Los monjes cristianos que recogieron en textos los mitos celtas no quisieron que se perdiera esa fuente cultural de su pasado.

Sí es cierto que se puede ver una cristianización de los textos para evitar que hubiera referencias paganas que para ellos supusiera un gran problema de cara a la evolución que se estaba produciendo en esos momentos en la sociedad, teniendo en cuenta que el cristianismo estaba en auge y era el motor del mundo europeo. Un ejemplo de esto se puede ver en la figura de Lugh, dios celta por excelencia, el cual aparece como un ser humano común y corriente, pero que tenía grandes talentos como la inteligencia y la fuerza. Es decir, los monjes lo que hicieron fue adaptar a su tiempo y a sus creencias los mitos y leyendas celtas, cambiando el hecho de que algunos personajes fueran dioses a convertirse en sus escritos en seres humanos con poderes sobrenaturales.

Los ejes a través de los cuales se componen los mitos y leyendas celtas son dos manuscritos que narran las diferentes invasiones y conquistas que se dieron básicamente en Irlanda y Gales, siendo unas de las fuentes más antiguas para estudiar este proceso el manuscrito irlandés denominado Eireann Leabhar Gabhalla o Libro de las invasiones, donde se habla de cómo llegaron los conquistadores a la Isla Esmeralda o Erín y por otro lado el Mabinogion, en el cual profundizaremos más adelante, y del que se puede decir que es el manuscrito donde se narran las batallas y hechos históricos tanto en Gales como en Cornualles.

En cuanto al Eireann Leabhar Gabhalla o Libro de las invasiones, es un manuscrito escrito en prosa y en irlandés, donde se recopilan trece leyendas, desde la creación del mundo con la connotación de que dicha creación se basa en el origen de las zonas geográficas y de los gobiernos de la cultura celta hasta la historia irlandesa en la Edad Media.

Como se ha mencionado anteriormente, existen diversas versiones sobre el mismo, ya que la primera versión fue compilada en el siglo XI, habiendo más versiones datadas en el siglo XII. Según Thomas F. O’Rahilly, estudioso de las lenguas celtas, especialmente de los dialectos irlandeses, el Eireann Leabhar Gabhalla tenía varios propósitos. Que los pueblos étnicos que había antes de la conquista olvidaran sus costumbres y su historia, también a través de la debilitación de la religión pagana dentro de la sociedad, haciendo de ellos simplemente seres humanos mortales, como se ha dicho anteriormente. Además, se crearían «pedigríes» de distintos grupos dinásticos que pudieran encajar en la sociedad que ellos querían implantar, todo relacionado con la religión cristiana y la sociedad medieval.

Lo que cuenta este manuscrito es la conquista o colonización de Irlanda por seis grupos diferentes: en primer lugar los Cessair, en segundo lugar los Partholón, después la gente de Nemed, para en cuarto lugar encontrarse a los Fir Bolg, en quinto lugar los Tuatha Dé Danann, y en último lugar, los milesios. Los cuatro primeros grupos son masacrados por las personas que poblaban la isla, por lo que la colonización no se hizo efectiva, mientras que los últimos, se quedan en tierra y conviven con ellos, dando lugar a los que conocemos como gaélicos irlandeses. Mención especial deben recibir los Tuatha Dé Danann, los cuales son los dioses paganos de Irlanda, y además, elementos fundamentales que se tomarán como referencias en obras clásicas del siglo XX como es El Señor de Los Anillos de J.R.R. Tolkien. De ahí, la necesidad de hacer hincapié en el hecho de que la mitología celta y sus leyendas están vivas hoy en día aunque sea de una manera sutil en la sociedad. Pero ahí están, y nos rodean sin nosotros saberlo.

El Eireann Leabhar Gabhalla es la principal fuente información sobre la mitología irlandesa y por ende, de la mitología celta, ya que la mitología irlandesa mama de la cultura celta. El primer erudito que se atrevió a traducir este manuscrito al inglés fue Robert Alexander Macalister, publicando hasta cinco tomos con el nombre de Lebor Gabála Érenn. El libro de la toma de Irlanda, publicado entre los años 1938 y 1956, del cual se hizo una reimpresión hace pocos años, entre el 1993 y 1995. El problema de estas traducciones es que, debido a la sociedad y a la época en la que se hizo dicha traducción, Macalister dio más peso a las versiones ortodoxas, haciendo que la influencia de la religión cristiana se hiciera eco en dichas traducciones. Si se encuentra algo que destaque con originalidad, sí lo incluye, ampliando la información, pero no siempre pasa y por lo tanto, contamos con una versión poco realista de lo que era en sí El libro de las invasiones. Sin embargo, hay que incidir en la importancia de esta traducción, ya que hizo que llegara a mucha más gente, aunque la traducción incluye muchas anotaciones y es difícil de entender, a no ser que seas especialista en el tema. Sin embargo, el lector que no sea especialista en la historia irlandesa también puede disfrutar de la traducción, siempre y cuando esté advertido de que no va a ser una lectura ligera.

La influencia de la religión cristiana se ve reflejada también en las figuras que utiliza en los tomos, puesto que en la primera parte, donde se habla de la creación hasta la dispersión de las naciones, utiliza como base el Génesis del Antiguo Testamento; en la segunda parte, donde se cuenta la historia temprana de Gaedil, se basa en el éxodo de los judíos del Antiguo Testamento. Este manuscrito fue muy influyente hasta el siglo XIX, ya que fue tomado como base de la mitología celta tanto por poetas como por eruditos, incluso como la historia real de las conquistas de Irlanda. Sin embargo, las investigaciones actuales toman al Eireann Leabhar Gabhalla como un escrito basado en pseudohistorias sacadas del cristianismo medieval antes que de la historia real de Irlanda. Básicamente, esta teoría se justifica diciendo que es porque necesitaban para Irlanda una historia que tuviera semejanza con las de Roma o de Israel, para que fuera más fácil instaurar la religión cristiana haciendo su historia igual a la que se enseñaba en el Antiguo Testamento. Es por ello que se convirtió en uno de los libros más importantes que se pueden encontrar sobre la historia temprana de Irlanda.

El primero que demostró que las historias que se encuentran en el Eireann Leabhar Gabhalla no son totalmente fidedignas y que no deben tomarse como reales al cien por cien fue Eoin MacNeill, conocido por ser político, profesor universitario, historiador y ministro de Educación, Industria y Finanzas del gobierno de Irlanda, además de por ser un nacionalista irlandés y figura clave del renacimiento gaélico en la zona. MacNeill publicó los libros Phases of Irish History y Celtic Ireland, en los cuales recoge los argumentos para decir que las historias que se contaban en El libro de las invasiones no eran del todo reales y que había que entender que algunas eran mitos. Es importante decir que Macalister se basó en los estudios de MacNeill para realizar las traducciones del manuscrito del gaélico al inglés. En este contexto, se encuadra a Thomas F. O’Rahilly, quien cuestiona lo que dicen tanto Macalister como MacNeill, incluso afirma que El libro de las invasiones simplemente es una obra de ficción que fue recogida por los monjes en el siglo VIII d. C. y que se basaron a la hora de transcribirlo en la historia del Antiguo Testamento para así reconstruir una historia de Irlanda con toques cristianos según les convenía a ellos. Esto se demuestra a través de las versiones encontradas, que se datan entre el siglo VII y el XII, donde se pueden hallar indicios de que originalmente era una obra más pequeña, con los temas más básicos y en la que cambian las historias, como por ejemplo, que varios personajes tengan más o menos hijos de los que aparecen en la historia que nos ha llegado a nuestros días.

Como es bien sabido, hay que mantenerse cauto con las fuentes escritas que nos han llegado, sobre todo aquellas que han pasado de la oralidad a la transcripción, puesto que se pierde mucha información e incluso esta misma se disemina con otros hechos que no tienen nada que ver con el texto original. De ahí que no se pueda tomar como real lo que se dice en el manuscrito.

Es interesante decir que El libro de las invasiones ha llegado a la cultura musical, puesto que el grupo de rock celta irlandés Horslips hizo un álbum titulado The Book of Invasions: A Celtic Symphony. Esto nos hace darnos cuenta de hasta es importante la mitología celta y la repercusión que tiene en nuestra sociedad.

El contenido que se puede encontrar en el Eireann Leabhar Gabhalla es el siguiente: «De la Creación del Mundo y la Diáspora de las Naciones», «De la Historia de los Celtas desde la Diáspora de las Naciones hasta la Llegada a Irlanda», «Del Pueblo de Cessair», «Del Pueblo de Partholón», «Del Pueblo de Nemed», «Del Pueblo de Fir Bolg, Fir Domnann y de Fir Gálioin», «Del Pueblo de los Tuatha Dé Danann», «La invasión de los Milesios», «De las Dinastías de Irlanda antes del Cristianismo» y, por último, «De las Dinastías de Irlanda después del cristianismo». Todo ello está concentrado en trece partes.

En el manuscrito de El libro de las invasiones se nos cuenta la historia de las conquistas de Irlanda, divididas en años:

De la creación del mundo y la diáspora de las naciones

En esta parte de El libro de las invasiones se cuenta el génesis de la cultura celta, con una clara influencia cristiana, puesto que como se ha dicho anteriormente, se adapta según las necesidades de los monjes que lo transcriben. Es por ello que se pueden ver fragmentos de obras clásicas de la Antigüedad, como pueden ser De Civitate Dei de San Agustín de Hipona1, Historiae adversum paganos de Osorio, la Crónica de Eusebio y Etymologiae de Isidoro de Sevilla. Por lo tanto, en este apartado se muestra perfectamente la reinterpretación que hacen los monjes que transcriben el manuscrito sobre los mitos tanto célticos como pregaélicos.

Manuscrito de De Civitate Dei de San Agustín de Hipona. S. X. Este manuscrito procede del archivo de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, a la cual llegó después de la desamortización del monasterio de Milán y de la biblioteca de las Cortes. Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico.

Manuscrito del libro De Civitate Dei de San Agustín de Hipona. 1470. Biblioteca Pública de Nueva York.

De la historia de los celtas desde la diáspora de las naciones hasta la llegada a Irlanda

En esta parte del libro es donde se cuentan los orígenes de los celtas gaélicos, los cuales se nombran como descendientes del rey Fénius Farsaid, uno de los cuales fue el constructor de la Torre de Babel. Cuando cae dicha torre es su abuelo, Gaedel Glas, el que toma la lengua irlandesa como una de las setenta y dos lenguas del mundo. Una vez que el gaélico nace, Gaedel Glas se une a la hija del faraón de Egipto, Scota e inician un éxodo parecido al que realizaron los judíos de la mano de Moisés. Este éxodo dura cuatrocientos cuarenta y cuatro años, pasando por Creta y Sicilia, hasta llegar a Galicia. En la península ibérica tienen que enfrentarse a los Toisiona, a los Bachra y a los Longbardaib, pueblos a los que vencen, provocando que ellos se quedaran como los señores del territorio. De esta manera, El libro de las invasiones nos indica que Brath, descendiente de Noé, sería el jefe victorioso que habría podido realizar la conquista. En el manuscrito se nos cuenta el árbol genealógico de este: Brath hijo de Death, hijo de Erchaidh, hijo de Elloth, hijo de Nuadha, hijo de Noenel, hijo de Febri, hijo de Agnon, hijo de Eber, hijo de Laimhfhinn, hijo de Agnomain, hijo de Tait, hijo de Oghamain, hijo de Beoamain, hijo de Eibear Scot, descendiente de Nel, hijo de Feinius Farsaidh, hijo de Baath, hijo de Magog, hijo de Jafet, hijo de Noé.

En Galicia es donde uno de los descendientes de Gaedel y de Scota, Breogán, hijo de Brath, funda la ciudad de Brigantia, donde construiría una torre desde la cual su hijo Ith podría divisar Irlanda. Se dice que la torre de la que se habla en el texto es la Torre de Hércules, ubicada en La Coruña, puesto que la Brigantia de la que se habla en el mito está identificada con La Coruña o con Betanzos. Esto hace que la leyenda se instaure dentro de la cultura celta gallega como un referente para el romanticismo gallego del siglo XIX, tanto que aparece como nación de Breogán en el himno gallego2.

Después Breogán fundó una ciudad en España, llamada Brigantia, y construyó una torre al lado, llamada la Torre de Breogán.

Estatua de Breogán junto a la Torre de Hércules. La Coruña. Foto de autor.

Ellibro de las invasiones también nos habla de los hijos de Breogán, dándonos todos sus nombres: Bregh, Cuala, Cuailnge, Bladh, Fuad, Muirthemne, Éble, Nár, Ith y Bile. Todos ellos vivirán aventuras que se relatan en el libro que tienen que ver directamente con la historia que se nos cuenta de Irlanda, puesto que Ith resalta por ser el que quiere volver a conquistar Irlanda, la cual la avista desde la Torre de Hércules o Torre de Breogán, mientras que Bile por su lado será el padre de Míl, aquel del cual descienden los Hijos de Míl o milesianos. Los sucesos que le ocurren a Brath y sus hijos los podemos encontrar en un poema en gaélico donde se nos cuenta que eran fuertes guerreros, descendientes del gran Gaedel Glas, los cuales salieron victoriosos de tres grandes batallas que se produjeron en territorio hispano. Se nombra a Un y En, hijos de grandes jefes que habían habitado la península ibérica antes de la llegada de Gaedel y Scota; ambos escaparon, momento tras el cual nació Breogán, del que se dice que es padre de Bile el valeroso. He aquí el fragmento que lo cuenta:

Fuertes eran los guerreros que llegaron, los Gaeidil de azules venablos que con valor y fuerza ganaron en España tres batallas. Un y En escaparon, de los grandes jefes hijos; después Breogán nació, padre de Bile el valeroso. Ganó muchas batallas contra las tribus de España, Breogán, vencedor de batallas fundó Brigantia. Bile, hijo del gran Breogán tuvo un hijo llamado Míl; jefe de guerreros del bravo pueblo de los Gaeidil.

Por otra parte, una de las versiones del manuscrito continúa hablando de Golamh, hijo de Bile, el cual viaja a Escitia al alcanzar la mayoría de edad. El motivo de ese viaje era que quería conocer las raíces de su pueblo, ya que como se ha mencionado anteriormente, eran descendientes de escitas griegos. Los escitas habitaban las tierras en la parte superior del mar Negro, teniendo frontera con el mar Caspio al este, y con Grecia y Turquía al oeste. Golamh viajó con cuatro barcos y junto a un ejército de guerreros de confianza. Reflloir, rey de los escitas, compartía descendencia con Golamh, ya que su padre, Fenius Farsaid compartía linaje con Bile y con sus ascendientes.

Una de las hijas del rey de Escitia, Seng, se casó con Golamh, haciendo que la amistad entre ambos pueblos fuera creciendo. Sin embargo, todo cambió cuando Reffloir comenzó a sentir celos del poder que ostentaba Golamh sobre su pueblo y creía que este quería quitarle la corona, hecho por el cual quiso desafiarle a un duelo a muerte. Sin poder evitar el enfrentamiento, Golamh finalmente acabó con Reffloir en el combate, motivo por el cual los seguidores del rey lo echaron de sus tierras. Golamh y sus dos hijos partieron hacia tierras egipcias, donde el faraón Nectanebo los acogió. Aquí entronca otra de las versiones sobre la figura de Scota, en la que se hará hincapié más adelante, puesto que al principio se nos dice que se casa con Gaedel Glas, pero en esta versión, en cambio, se nos dice que el faraón Nectanebo, su padre, le ofrece su mano a Golamh, el cual vivió durante ocho años en la región, donde tuvo con Scota dos hijos: Emher y Aimirgin. Así pues, decidió regresar a la península ibérica, al reino del cual procedía: Brigantia.

Piedra del destino, también conocida como Piedra de Scone. Fue utilizada durante la coronación de los reyes escoceses en la Edad Media. Castillo de Edimburgo.

Cuando llegaron a Brigantia, se dieron cuenta de que estaba inhabitada, puesto que Breogán había muerto y que sus ciudadanos habían decidido buscar otro lugar para estar a salvo. Sin embargo, Golamh no se dio por vencido y decidió recuperar la belleza y la brillantez que había tenido Brigantia bajo el reinado de su padre. De esta manera, Brigantia volvió a ser la capital del reino que él conoció antes de su partida y tuvo más descendientes con Scota. Los enemigos que tenía en la región se enteraron de que quería recuperar el pasado del reino de Brigantia y emprendieron una guerra contra ellos. Sin embargo, Golamh, junto a sus hijos y sus guerreros fueron capaces de derrotarlos, tal y como ocurrió en el pasado. Es por ello que en las leyendas se le conoce bajo el nombre de Golamh Milidh, es decir, Golamh el Destructor.

Folio 53 del Libro de Leinster, en el cual está incluido Ellibro de las invasiones. Biblioteca del Trinity College, Dublín, MS 1339. Siglo XII.

Hay que incidir en la figura de Scota, puesto que es un personaje importante dentro de la mitología irlandesa y escocesa. Las primeras fuentes que hablan de ella se encuentran datadas en los siglos XI –concretamente en el manuscrito de la Historia Brittonum– y XII, básicamente en el Libro de Leinster, concretamente en la parte del Lebor Gábala