Breve historia del arte Neoclásico - Carlos Javier Taranilla de la Varga - E-Book

Breve historia del arte Neoclásico E-Book

Carlos Javier Taranilla de la Varga

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Beschreibung

Con Breve historia del Neoclásico, en un estilo ágil y ameno y de una forma rigurosa, conocerá los grandes acontecimientos políticos, económicos y sociales que tuvieron lugar al inicio de la Edad Contemporánea: el fin del Antiguo Régimen, la primera Revolución Industrial, la independencia de las colonias de América, la Revolución Francesa, el imperio napoleónico y la guerra de la Independencia en España, así como el desarrollo del arte Neoclásico, que surge en esta época influenciado por el racionalismo del pensamiento ilustrado y el descubrimiento de las ruinas de la Antigüedad Clásica, extendiéndose rápidamente por toda Europa y el continente americano. Paralelamente, conocerá también la pintura de un genio de carácter universal como Francisco de Goya, cuya impresionante obra se desarrolla a caballo del ambiente neoclasicista imperante en la segunda mitad del siglo XVIII para trascender no solo cronológica sino también artísticamente a toda la centuria siguiente. Un libro imprescindible para adquirir una información completa y pormenorizada sobre los primeros tiempos de la de la Edad Contemporánea, momentos de gran trascendencia cultural e histórica, origen de las formas de gobierno liberal y democrático.

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BREVE HISTORIA DEL ARTENEOCLÁSICO

Historia del arte: volumen 11

BREVE HISTORIA DEL ARTENEOCLÁSICO

Historia del arte: volumen 11

Carlos Javier Taranilla de la Varga

Colección:Breve Historia

www.brevehistoria.com

Título:Breve historia del arte Neoclásico. Historia del arte: volumen 11

Autor:© Carlos Javier Taranilla de la Varga

Copyright de la presente edición:© 2019 Ediciones Nowtilus, S.L.

Camino de los Vinateros 40, local 90, 28030 Madrid

www.nowtilus.com

Elaboración de textos:Santos Rodríguez

Diseño y realización de cubierta:NEMO Edición y Comunicación

Imagen de portada: Vista de la fachada oeste del Capitolio de los Estados Unidos

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjasea CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com;91 702 19 70 / 93 272 04 47).

ISBN edición digital:978-84-1305-019-5

Fecha de edición:enero 2019

Depósito legal:M-229-2019

De nuevo, a mi madrein memoriam

Índice
Prólogo
Introducción. El Neoclasicismo
1. La crisis del antiguo régimen
El pensamiento ilustrado. La crítica al absolutismo y al ancien régime
El despotismo ilustrado como forma de gobierno
La guerra de los Siete Años
La primera Revolución Industrial
Transformaciones demográficas, económicas y sociales
2. La independencia de los Estados Unidos de América
Causas del movimiento independentista en las colonias
El desarrollo de la guerra (1776-1783)
La primera constitución democrática de la historia (1787)
El Neoclasicismo triunfante en el joven país americano
3. Cambio de rumbo histórico: la Revolución francesa
Causas y orígenes. La convocatoria de los Estados Generales
La Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791)
La asamblea legislativa (1791-1792)
La convención nacional (1792-1795)
El directorio y el golpe de Estado del 18 de brumario
La arquitectura utópica
4. Napoleón en escena
El corso Bonaparte se adueña del poder
El breve, pero intenso, Imperio napoleónico
La restauración absolutista: el Congreso de Viena y la Santa Alianza
5. El Neoclasicismo se adueña de Europa
La gloria del emperador de Francia por todo París
La fama del italiano Canova
La fría perfección del danés Thorvaldsen
Imponente en Alemania
La gran expansión de la escultura neoclásica en Centroeuropa
Imperial en la Rusia zarista
Monumental en Inglaterra
Grandioso en toda Europa
6. España, un bello ejemplo
El reinado de Carlos III, el mejor alcalde de Madrid
Literatura y ciencia. Las academias
El esplendor constructivo dentro y fuera de la villa y corte
La escultura academicista y monumental
7. La guerra de la Independencia. Goya
El reinado del abúlico Carlos IV
La invasión y defensa de la patria
Las Cortes de Cádiz y la Pepa
Retorna el Deseado: «¡Vivan las cadenas!»
El bohemio Mengs y los pintores academicistas
Otros pinceles españoles
Goya, un genio a lomos de dos siglos
8. La independencia de Iberoamérica
Los orígenes del movimiento independentista y sus causas
El principio del fin del dominio español en América (1808-1815)
Caen libres, una a una, como fruta madura (1816-1824)
El arte neoclásico en Iberoamérica
Glosario
Bibliografía

Prólogo

De entre todos los estilos artísticos quizá sea el neoclásico elque ha sido menos y peor valorado por los historiadores del Arte. Considerado como una especie de remedo del arte de la Antigüedad y del Renacimiento, se la ha achacado falta de originalidad en el diseño, frialdad en la ejecución y rigidez en las formas y en el planteamiento estético.

Este juicio, que suele ser habitual en la mayoría delos estudios académicos, contrasta con la percepción de mucha gente que contempla las obras neoclasicistas, sobre todo la arquitectura y la escultura, con lo ojos asombrados de quien percibe la sensación de monumentalidad y precisión que emanan de ellas.

En este libro, breve y preciso, de Carlos Javier Taranilla de la Varga, se ofrece una visión sintética de este estilo artístico que triunfó fundamentalmente en Europa y América, en el sigloXVIIIy primeras décadas delXIX.

El lector se encuentra en primer lugar con el marco histórico de la época, especialmente el auge de los Estados nacionales que rolan hacia posiciones imperialistas, como el creciente Imperio británico, la agónica monarquía francesa que derivará, revolución mediante, hacia la megalomanía del Imperio napoleónico, los coletazos del Imperio español, el eclecticismo tardío de los imperios centroeuropeos, ruso y otomano, o incluso el naciente «imperialismo republicano» de los recién nacidos Estados Unidos de América y las repúblicas fundadas sobre lasdescomposición de los dominios españoles y portugueses enIberoamérica.

Esta parte del libro es absolutamente imprescindible para entender el triunfo de la Ilustración, el racionalismo y la estética del neoclásico.

Por las páginas de este libro discurren los acontecimientos y las obras de arte que protagonizaron esa época, apenas un siglo, en la que el mundo de la Edad Moderna se deshizo para entrar de lleno en la Contemporánea.

Las ciudades de los Imperios europeos, sobre todo, sus capitales (Londres, París, Madrid, Viena, San Petersburgo, Estambul...), y de las nuevas repúblicas americanas (Washington, Ciudad de México, Buenos Aires, Lima...) se revistieron de grandes edificios «al estilo clásico»; los escultores imitaron en formas, estilo e incluso motivos iconográficos a sus colegas grecorromanos y renacentistas; y los pintores acudieron al formalismo academicista de los diseños, a la geometrización de los dibujos y a la simplificación de los colores básicos.

Y, en fin, Carlos Taranilla incluye un amplio capítulo sobre las obras del Neoclasicismo en España, a partir sobre todo de los edificios trazados por el italiano Sabatini o por Villanueva, el mejor exponente de la arquitectura española de la época.

No falta en este breve tratado una mirada a la obra de Francisco de Goya, verdadero eje sobre el que pivota el gran cambio de la estructura formalista del neoclásico hacia la revolución de la pintura contemporánea.

Este libro, de ágil lectura pese a su estilo casi telegráfico en algunos momentos, se culmina con un glosario y una escueta bibliografía. Se trata, en suma, de una guía para entender y ubicar el arte neoclásico.

José Luis Corral

Escritor e historiador

Introducción. El Neoclasicismo

La finalidad de todo hombre honesto que coge la pluma, la paleta o el cincel es hacer atractiva la virtud y ridículo y ocioso el vicio.

Diderot

El Neoclasicismo o nuevo clasicismo fue un movimiento cultural que se impuso entre mediados del sigloXVIIIy elprimer tercio delXIXmerced a varios factores: ideológicos,como la influencia de las ideas ilustradas y el triunfo de la razón; estéticos, como la reacción frente al recargamiento decorativo del arte rococó; y de índole social, como el impacto que produjeron las excavaciones arqueológicas de las antiguas ciudades romanas de Pompeya y Herculano, sepultadas —con otras como Stabia— por la erupción del volcán Vesubio, el 24 de agosto del año 79 d. C., y redescubiertas el 11 de diciembre de 1738, la segunda, y en 1748, la primera, por el equipo del ingeniero militar zaragozano Roque Joaquín de Alcubierre, que trabajaba por encargo del rey Carlos VII de Nápoles y Sicilia, futuro Carlos III de España.El entusiasmo ante los hallazgos fue tal que en otros lugares de Italia y no pocas partes de Europa —Granada, sin ir más lejos— se procedió a realizar excavaciones por doquier con el ánimo de hallar restos de un pasado grandioso, lo que dio lugar a la falsificación de yacimientos arqueológicos.

Poco después se produjo el descubrimiento del templo de Paestum, construido en un estilo dórico arcaico hasta entonces ignorado, que rompió todos los esquemas vitrubianos acerca de la proporción y la armonía que se creía había presidido el arte de la Grecia antigua. Algún teórico como Piranesi lo tomó por posterior al orden toscano, el más sublime según él, e incluso a todos los órdenes griegos, en su intento de justificar la perfección clásica, que no admitía que esta podía descender de la evolución estilística desde un primer arcaísmo.

El Neoclasicismo fue un arte basado en el equilibrio, la proporción y la serenidad, como rechazo al movimiento desorbitado del Barroco y los excesos decorativos del rococó. Representa en la historia del arte el segundo redescubrimiento de la Antigüedad clásica después del Renacimiento.

El término neoclásico surgió avanzado el sigloXIXy se impuso plenamente en elXX. Anteriormente se empleaban las expresiones clásico (por su inspiración en la Antigüedad) o académico (por el control que ejercía sobre las artes esa institución oficial). Sus detractores le nombraban irónicamenteart pompier(‘arte bombero’, en francés), burlándose de los cascos similares a los del uniforme del cuerpo de bomberos con los que adornaban los artistas a sus modelos para representar personajes griegos y romanos.

El neoclásico pertenece a la categoría estética clásica, que a partir de la Antigüedad grecorromana se ha mantenido a lo largo de la historia, pues, al contrario de lo que muchas veces se ha sostenido, no llegó a desaparecer durante la Edad Media, sino que resurgió con el Renacimiento, permaneció durante el Barroco, se manifestó con fuerza a finales del sigloXVIIIy, en combinación con el historicismo y el eclecticismo, perduró durante todo elXIX; cobró vigor con los totalitarismos delXXe incluso aparece en los tiempos actuales.

Se trata de un estilo en todo el sentido del término, puesto que comprende arquitectura, escultura, pintura, artes decorativas, literatura, música y teoría del arte. Sus precedentes más inmediatos son el depurado Barroco vitrubiano francés del sigloXVIII—inspirado en las teorías de aquel tratadista romano y denominado allíClassicisme—, el Renacimiento y el manierismo.

En cuanto a sus comienzos, la opinión más común es que tienen lugar con el advenimiento de la Revoluciónfrancesa —estilo directorio— y la subida al poder de Napoleón, pero se pueden retrotraer al reinado de Luis XVI,a partir de Ange-Jacques Gabriel y su Petit Trianon de Versalles.

Respecto a su final, aunque la etapa de auge podemos decir que finalizó; al menos en Francia, con la caída del emperador y el inicio de la Restauración, a partir de entonces se expandió por otros países europeos con la intención de emular las pasadas glorias napoleónicas que habían hecho suyas, y sabemos que, en brazos del historicismo, el eclecticismo y losrevivalse ha mantenido en sus formas externas hasta hoy.

En cuanto a su extensión geográfica podemos decir que constituyó el primer estilo de carácter universal, ya que se introdujo en toda América, donde fue abrazado inmediatamente en el norte coincidiendo con la independencia de las colonias inglesas, y manifestándose con retraso en Iberoamérica por su más tardía emancipación. En Europa abarcó todo el continente y por el este penetró en Rusia y las culturas eslavas.

Nacido en Italia al calor de las ruinas romanas, la restauración de Pompeya y Herculano y la herencia renacentista purista (Bramante, Palladio), el neoclásico tuvo extrañamente escaso eco en Grecia, cuna de la Antigüedad, quizá por la tradición bizantina, profundamente arraigada en el país heleno.

Floreció en Francia en consonancia con el racionalismo que impregnaba la cultura gala hasta el punto de haber creado un Barroco a su medida (Classicisme) y merced a su adopción por parte de los revolucionarios para oponerlo al rococó de la aristocracia y, a continuación, como instrumento del nuevo césar para glorificar su imperio.

Se adaptó con perfección a la mentalidad germánica, que veía en la grandeza monumental de las construcciones neoclásicas el mejor recuerdo de la tradición aria, emparentada en sus creencias con los antiguos helenos; por eso, el Neoclasicismo germano, en su rigurosa medida y frialdad, será más griego que romano y se conocerá también con el término neogriego.

También en los países escandinavos se abrazó en principio el estilo como un retazo del pasado histórico,si bien la fantasía romántica, el simbolismo y el expresionismo, movimientos sentimentales nada calculadores, acabaron desplazándolo pronto.

En Inglaterra fue muy bien acogido, quizá porque en aquel país el desorbitado, pasional, Barroco nunca tuvo mucho eco, sino que se había impuesto una línea de tradición palladiana con predominio de las superficies rectas.

En España, a pesar del apoyo del rey ilustrado a artistas que practicaron el estilo (Sabatini, Villanueva), la fuerza de la tradición barroca (Ventura Rodríguez, que trabajaba a caballo de ambos estilos, y el prestigio de los imagineros), así como la oposición a todo lo que viniera de Francia —país invasor—, mermó su aceptación tras la guerra de la Independencia, a pesar de que falto de pureza en combinación ecléctica —como en sus inicios ocurrió con el Barroco monumental—, se manifestará por doquier.

En 1740, con la llegada a la cátedra de San Pedro del cardenal Lambertini (Benedicto XIV) y su interés por acrecentar las colecciones capitolinas —sin olvidar su crítica a la costumbre vaticana de tapar conlattalas partes pudendas de las figuras—, la restauración del Coliseo romano y el impulso dado a las excavaciones arqueológicas, el nuevo movimiento artístico empezó a ver el alba. El mismo año llega a Roma, procedente de su Véneto natal, el artista y teórico Giovan Battista Piranesi (1729-1776), que con susVedute di Roma(‘vistas de Roma’), las ilustraciones de la primera parte de suArchittetture e Prospettive (1743) y suAntichitá Romane(1756) provocan una exaltación del valor de las ruinas romanas, en su deseo de «conservar Roma por medio de las estampas» mediante el estudio detallado de los restos arqueológicos.

Roma se convierte en el centro del arte, «il vero centro dell’Arte», en palabras del pintor y grabador alemán Johann Tischbein. A Roma llegan, en el Grand Tour, Anton Raphael Mengs, Johann JoachimWinckelmann (1717-1768) y Francesco Milizia (1725-1798)que contribuyen con su arte y sus escritos al nacimiento y la difusión del nuevo estilo, con el inestimable concurso de las ruinas de Pompeya y Herculano. No obstante, fue la valoración ideal del mundo griego, especialmente en los dos primeros artistas, la que adquirió un carácter más sublime, aunque se cayó en el error de tomar las copias romanas por originales helenos.

Pronto alcanzó eco en Inglaterra (Robert Adam, Thomas Chippendale), Francia (Percier, Fontaine, Ledoux), Alemania y otros lugares de Centroeuropa.

Se planteó la doble opción de considerar la perfección clásica como un modelo a imitar o bien someter susrestos al imperio de la razón y la crítica. En la primera tesisestuvo Winckelmann, que en 1755 publicó en caracteres latinos susReflexiones sobre la imitación de las obras griegas en la pintura y la escultura, una obraque alcanzó gran éxito a pesar de su corta tirada: cincuenta ejemplares, de los cuales hoy solamente se conserva uno enla Biblioteca Nacional de Sajonia. Para él, el ideal de belleza solo había sido alcanzado por los antiguos griegos y criticaba la imitación directa de la naturaleza, la labor del artista moderno debía consistir en perfeccionarla. Ese mismo año viajó a Roma para estudiar las obras de la Antigüedad y visitar las ruinas de Pompeya y Herculano, que le cautivaron. En su obra principal,Historia del arte en la Antigüedad(1764), se encuentra el primer método de estudio sistematizado de la historia del arte: evolución de las formas, períodos, estilos y análisis comparativo de las obras.

Para Milizia, que representa la segunda postura, labelleza ideal está en escoger las partes más bellas de la naturaleza y combinarlas en un todo, ya que no existe nada completamente bello por sí mismo. En el campo arquitectónico se mostró de una gran modernidad al ser partidario de la amplitud de plazas y calles, así como del funcionalismo de todas las partes de un edificio. En una época de fervor clásico, supo valorar también la arquitectura gótica por su racionalismo geométrico.

Entre los distintos estudios teóricos, que surgen enel caldo de cultivo de los nuevos estudios fomentados por elespíritu ilustrado,sirJoshua Reynolds explica en susDiscursosque el buen pintor debe pintar para la mente, no para los ojos, de este modo se adentra en una concepcióndel arte desde una visión más intelectual. Una prueba más dela importancia dada a la razón frente al sentimiento, aunque aquella no pudo borrar el peso de este en el pensamiento y, por ende, en la obra humana.

En cuanto a la representación de las bellas artes, como la arquitectura, además de la inspiración grecorromana (peristilos, frontones, arcos de medio punto, arcos de triunfo, columnas conmemorativas), adopta también elementos egipcios como los obeliscos tras la expedición de Bonaparte al país del Nilo. Característica común fue el color blanco en los edificios a pesar de beber en fuentes clásicas, donde la arquitectura se policromaba. En un punto y aparte, la arquitectura utópica de la revolución mirará hacia formas anticlásicas: esferas, cubos, conos, propias de la arquitectura contemporánea. Como aspecto positivo, hay que destacar su integración en el urbanismo: grandes plazas y avenidas, espacios verdes en correlación con su carácter urbano, principalmente, si excluimos las mansiones de recreo en el ámbito rural.

Aparecen nuevas tipologías arquitectónicas en consonancia con el progreso económico y las exigencias de la Revolución Industrial: bolsas de comercio, estaciones de ferrocarril, mercados, así como hospitales, obras de higiene pública, observatorios, teatros y, contando con precedentes helenísticos, bibliotecas y museos, con los que tiene lugar la apertura al público de las grandes colecciones reales y aristocráticas.

En 1759, abre por primera vez sus puertas elMuseo Británico de Londres, fundado seis años antes. Por iniciativa de los papas Clemente XIV (1769-1774) y Pío VI (1775-1799) se crea en el Vaticano el Museo Pío Clementino, dedicado a la estatuaria clásica. En 1779, se inaugura en Kassel el museo Fridericianum —considerado el primer museo público del mundo—, construido expresamente para esta función por orden delpríncipe soberano olandgraveFederico II. En 1793, le tocó el turno a la Gran Galería del Louvre. Y en 1819, tiene lugar en Madrid la inauguración del Museo Real de Pinturas —posteriormente, Museo Nacional del Prado— con precedentes durante el reinado de Fernando VI y, más concretamente, en el Museo de Ciencias Naturales pensado por Carlos III y en el Museo Josefino creado por el rey intruso en 1809.

Respecto a la escultura, se produce una desmedida idolatría hacia todo lo antiguo, agravada por el desconocimiento de las etapas arcaicas —lo que lleva a creer que la creación artística había tenido lugar siempre bajo los parámetros de la armonía, el equilibrio y la proporción—, haciendo caso omiso al anticlasicismo helenístico y cayendo en el error de creer griegas todas las copias romanas. Precisamente, fue la copia de los modelos antiguos con absoluta frialdad y ausencia general de emotividad lo que predominó —por lo que se ha calificado este movimiento de ser excesivamente acartonado e irreal, con escasas o nulas aportaciones— lo que desvalorizó u opacó la labor artística. Ello dio lugar, por otra parte, al nacimiento de toda una industria de la falsificación en aras del comerciode pretendidas antigüedades. Así mismo, se cayó en el error deimitar las figuras antiguas en su apariencia descolorida, habiendo sido la escultura, como en elcaso de la arquitectura, una explosión de color. En cuanto a los materiales, no hubo duda, se adoptaron casiexclusivamente el mármol y el bronce, es decir, aquellos considerados clásicos, sin tener en cuenta que los griegos utilizaron también la madera (xoanas,figuras votivas arcaicas), la caliza y la terracota. En el caso del relieve se impuso la exposición de las escenas a la manera del friso clásico.

Las estatuas acusan en su excesiva rigidez posturas declamatorias, por lo que carecen de la expresión delpathos(‘emoción’), habitual en las obras griegas y en el retratoromano (republicano). Abundan estos últimos, pero siempre en sentido heroico, divinizado; por ello se esculpen desnudos, con la apariencia y los atributos de los personajes mitológicos:Paolina Borghese,Napoleón como Marte, ambos del cincel del adulador Canova.

Esa afición a lo descolorido se observa también en los tonos fríos, pálidos, a veces grises o exclusivamente lineales (Flaxman) de la pintura. El dibujo —como expresión de la razón— se impone al color y será la principal característica técnica del estilo neoclásico frente al romántico, que volverá, como el Barroco, al uso explosivo de la policromía, incluso con encendido matiz revolucionario y carácter sensual. Es, por excelencia, la línea recta la que domina las composiciones neoclásicas, prescindiendo de la curva, contracurva, espiral y diagonal barroca. En su rigidez geométrica, se imponen los esquemas triangulares, piramidales y rectangulares, con la necesaria proporción y el contrapeso óptico en las figuras que forman la composición. Esta pulcritud lleva a los artistas a fijarse, más que en las pinturas pompeyanas, en los maestros más puros del Renacimiento, como Rafael. Los temas históricos para exaltar los valorespatrióticos, junto con la corriente mitológica heredada de laAntigüedad, fueron los más empleados. En sus últimos compases, al abrirse la difícil pugna entre un estilo que surge y otro que decae, habrá artistas que, circulando sobre la difusa raya que separa ambos —las composiciones históricas, en su remembranza del pasado, poseen unevidente carácter emotivo—, se manifestarán neoclásicos porsu técnica, pero románticos por la temática de sus obras, especialmente en Francia, país donde operaron más especialmente los cambios de corriente: Ingres, Prud’hon, Girodet, Chassériau, Gros, Géricault. Se dará sobre las cenizas de uno, tras la coexistencia de ambos, el nacimiento del otro, como el ave fénix que ha sido siempre la historia del arte.

Por otro lado, las artes suntuarias, como marfiles, esmaltes, telas, bronces, cristales, cerámicas, porcelanas, candelabros, lámparas, relojes de mesa y chimenea,camafeos, vajillas, etc., por su gran riqueza y alto precio tuvieron siempre un carácter burgués y aristocrático,nunca un matiz popular. Estaban cargadas de alegorías y figuras mitológicas al gusto de la decadente sociedad dieciochesca que se decía aborrecer, pero los nuevos ricos imitaban sin rubor. Valgan de ejemplo las conocidas manufacturas de Sèvres con sus vasos marcados con laNnapoleónica.

Las vestimentas de las clases altas, particularmente durante el estilo imperio —etapa que corresponde políticamente al primer Imperio francés—, copiaron la moda clásica para la ropa de mujer, como no podía ser de otra manera: largas túnicas blancas de talle alto, bajo el busto, y peinados adornados con cintas a juego. Los hombres adoptaron la elegancia de los uniformes entorchados.

En definitiva, el valor principal del Neoclasicismo fue su interés hacia el estudio y la investigación, como hijo de la Ilustración, lo que dio lugar en el campo de las humanidades al nacimiento científico de la arqueología y la historia del arte.

Actualmente, el resurgimiento experimentado por el Neoclasicismo se puede remontar al movimiento del nuevo urbanismo y la adopción por parte de la arquitectura posmoderna de elementos clásicos. A partir de la primera década del sigloXXI, la arquitectura neoclásica contemporánea se cataloga bajo el término general de «nueva arquitectura clásica». A veces también se la conoce comoNeo-Historicism, Revivalism, Traditionalismo simplemente arquitectura neoclásica, el estilo histórico que estudiamos en este libro.

1

La crisis del antiguo régimen

EL PENSAMIENTO ILUSTRADO.LA CRÍTICA AL ABSOLUTISMO Y AL ANCIEN RÉGIME

La Ilustración nació en Gran Bretaña a finales del sigloXVIIy principios delXVIIIa partir del empirismo de John Locke (1632-1704) y las investigaciones científicas de Isaac Newton (1643-1727). Su principal desarrollo se produjo, no obstante, en la Francia prerrevolucionaria, y se extendió posteriormente por gran parte de Europa —España, Italia, Alemania, Polonia, Rusia, Suecia— e incluso en las colonias americanas. Representó la culminación del humanismo renacentista y el triunfo de la razón frente a la revelación y la fe, así como del conocimiento experimental del mundo y del avance científico frente a la ignorancia y la superstición.

Este movimiento intelectual, conocido en los países germánicos comoAufklärung,tomó también el nombre de Iluminismo o Siglo de las Luces en referencia a la iluminación de la mente a través de la ciencia, la única fuente de conocimiento. Se creía que el ser humano puede comprender todo por medio de la razón y la inteligencia; todo aquello que no cumpla esta premisa, debe ser rechazado. Se toma como punto de partida la duda metódica del racionalismo filosófico de Descartes.

En el plano de la religión se impuso el deísmo, es decir, la creencia en un ser superior creador del mundo, pero incapaz de ser comprendido por el hombre, quien tampoco puede entrar en contacto con él ni, en consecuencia, llegar a conocerlo. Por tanto, los ilustrados rechazan las religiones reveladas, aunque no de manera hostil, sino que —antes al contrario— practican la tolerancia con toda forma de adoración de las divinidades, ya que no conceden trascendencia a ninguna de ellas. Su enfrentamiento con la Iglesia tuvo que ver también con la postura de esta frente al préstamo con usura, el lucro y los negocios, que enriquecían a unas personas en detrimento de otras. En este sentido, los ilustrados también son partidarios de la fraternidad, pero no desde el punto de vista de la caridad cristiana sino de la filantropía, que se refiere al amor al hombre por el hombre frente al amor al prójimo por el amor de Dios.

En cuanto a la sociedad y la política, los ilustradosopinaban que todos los hombres, como el resto de los animales, nacen iguales entre sí y son buenos por naturaleza, pero la convivencia social les termina corrompiendo. Creían, así mismo, que el Gobierno debe estar encaminado al bien común y ha de ser elegido por los ciudadanos, siendo la separación de poderes —legislativo, ejecutivo y judicial— la base sobre la que debe constituirse. En este sentido, son partidarios de la igualdad de derechos de todos los seres humanos ante la ley.

Respecto a la economía, la Ilustración ejerció unafuerte crítica contra la organización gremial, que coarta lalibertad del trabajo profesional y, como no podía ser de otra manera, defiende la aplicación de la ciencia a la producción de bienes. Era partidaria, así mismo, de la propiedad privada y del liberalismo, o sea, de la iniciativa personal para facilitar la inversión y el desarrollo económico.

De acuerdo a este principio, la riqueza del Estado no radica ni en la acumulación de metales preciosos, como propugnaba el mercantilismo —la principal teoría económica del sigloXVII—, ni en la agricultura, como defendía la fisiocracia. Esta es puesta en escena por François Quesnay (1694-1774) en su obraTableau économique(‘Tabla económica’, de 1758), en la que aseguraba que los excedentes agrícolas son los que generan la prosperidad económica a través de las rentas, salarios y compras a que dan lugar.La sociedad se divide en tres clases: trabajadores productivos (agricultores, ganaderos, pescadores), propietarios de la tierra (aristócratas, alto clero) y trabajadoresestériles (artesanos, mercaderes). Los primeros son quienes através del cultivo de la tierra generan la riqueza anual de lanación y pagan sus rentas a los propietarios, que subsisten gracias a ellos. Los terceros obtienen sus ingresos de los dos anteriores y los revierten en compras efectuadas a la clase productiva, la cual recoge así los primeros pagos, mientras que los estériles no producen ni conservan nada, pues todo lo dedican al consumo.

En virtud de estos principios, la riqueza de un país había que buscarla en la madre naturaleza frente a otros sectores económicos como la industria y el comercio.

En general, el movimiento ilustrado estuvo presidido por un optimismo no solo ante la naturaleza, a la que consideraban madre sabia de todo lo que existe, sino hacia el ser humano, a quien creían inmerso en un camino deperfección que con el tiempo, paulatinamente, había dellevarle a un estado de felicidad completa en una sociedad perfecta, pecando de ingenuidad a pesar de su racionalismo declarado.

Esas tesis condujeron a la creación de una falsa utopía sobre el constante progreso y felicidad de la humanidad. Bien es cierto, en cuanto al primero, que efectivamente no ha dejado de producirse, pero con la presencia de grandes desequilibrios sociales y económicos, dándose así mismo la convivencia con épocas de retroceso al ser empleados los avances, muchas veces, con fines destructivos.

Todas estas ideas alcanzaron una difusión muy escasa entre el pueblo por el analfabetismo de la mayoría y la ausencia de grandes medios de comunicación. No obstante, los ilustrados se esforzaron en extender su conocimiento por todas las maneras a su alcance, como la creación de academias y sociedades científicas, artísticas y literarias y las sociedades económicas de Amigos del País, presentes en las principales ciudades, al igual que a base de salones y tertulias, a veces impulsadas por nobles progresistas al modo de los grandes mecenas del Renacimiento.

Pero entre todos los métodos de difusión destacóuna obra colosal:L’Encyclopédie o Dictionnaire raisonné dessciences, des arts et des métiers par une société de gens de lettres(LaEnciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, de las artes y de los oficios para una sociedad de gentes deletras) que fue editada en Francia entre los años1751 y 1772,bajo la dirección y coordinación de Denis Diderot (1713-1784) y Jean le Ron D’Alembert (1717-1783). Fue la obra insignia del movimiento ilustrado, que pretendía reunir todo el conocimiento hasta la fecha analizado de manera crítica a la luz de la razón. Para escribir sus 72 000 artículoscontó con más de ciento cuarenta colaboradores, entre los quedestacaron Rousseau, Voltaire, Quesnay o Turgot. Constituyó un excelente método para la divulgación de las ideas liberales tanto económicas como políticas de las que hacía gala la burguesía francesa a partir de mediados del sigloXVIII, y contribuyó a la formación de una conciencia antiabsolutista y prerrevolucionaria en aquel país.

Retrato de Denis Diderot (1766), uno de los directores de La Enciclopedia, obra insignia del movimiento ilustrado, atribuido a Jean-Baptista Greuze. The Morgan Library&Museum de Nueva York.

Entre los pensadores ilustrados destacaronMontesquieu, Rousseau y Voltaire, quienes fueron también teóricos del pensamiento político.

Charles Louis de Secondat, señor de La Brède y barón de Montesquieu (1689-1755), teorizó en su obra principalEl espíritu de las leyes(1748),en primer lugar, sobre los diferentes tipos de Gobierno, que se clasifican en tres: república —democrática o aristocrática—, monarquía y despotismo. Es partidario de la división de poderes, que establece en tres (legislativo, ejecutivo y judicial) y considera que cada uno debe ser encomendado a una institución diferente de acuerdo a las ideas de sus contemporáneos ilustrados y de sus predecesores británicos como John Locke, quien en suTratado sobre el gobierno civil(1690) había establecido los dos primeros. Consideraba la monarquía constitucional como la mejor forma de Gobierno, por lo que creía necesario limitar el poder de los reyes absolutistas por medio de una Constitución o Ley Fundamental.El ginebrino, Jean Jacques Rousseau (1712-1778), a través de su obraEl contrato social(1762),señala las bases para la organización de una sociedad libre. Establece tres tipos de gobierno: la democracia o gobierno del pueblo, la aristocracia o gobierno de una minoría y la monarquía o gobierno de un único magistrado. Es partidario de un sistema democrático regido por la soberanía popular, que es la que ejerce el poder legislativo, que llega a establecer como legítima solo la obediencia a las leyes aprobadas por uno mismo. Por ello opinaba que todo el poder debía ser ejercido de forma directa por las asambleas de los ciudadanos en los diferentes municipios o cantones —en el caso de su propio país— que formaban la Confederación Helvética. No era partidario, por tanto, de la democracia representativa como la de nuestros tiempos, en la que el pueblo delega el poder de decisión, su soberanía, en sus representantes políticos.

Su otra obra célebre,Emilio o de la educación,también de 1762, contiene el principio «el hombre es bueno por naturaleza», es decir, en su estado natural el ser humano carece de malicia, es la sociedad quien lo corrompe. Se aleja de este modo del pensamiento ilustrado, que concede todo el poder a la razón y se acerca a los postulados románticos. Propone un tipo de educación alejada del sistema tradicional que instruye en conocimientos, y es partidario de una enseñanza que conduzca al desarrollo personal para que se aprenda a pensar por uno mismo en contacto directo con la naturaleza para fomentar los sentimientos naturales, como el amor y la bondad.

François-Marie Arouet (1694-1778) es más conocido por su seudónimoVoltaire,el cual adoptó tras un año de cárcel en la Bastilla y su posterior destierro a causa de una sátira publicada en 1717 contra la duquesa de Berry y su padre, el duque de Orléans, regente del país a la muerte de Luis XV. Tras su estancia en Inglaterra —donde se imbuyó del pensamiento de Locke y Newton—, regresóen 1728 a París y publicó susCartas filosóficas oinglesas,que denotaban el atraso de la sociedad francesa. Denunció el excesivo poder del clero ycriticó el fanatismo religioso y la intolerancia, yabogó por una nueva religión (deísmo) que sustituyese a las reveladas (cristianismo, judaísmo, islamismo), basada en la razón y el respeto. En el plano político fue partidario de un sistema parlamentario que limitase el poder del monarca. Mantuvo enfrentamientos con Montesquieu acerca del derecho de los pueblos a la guerra, y con Rousseau, a quien acusó de hipocresía por entregar sus hijos a la inclusa, donde se recogía a los infantes abandonados por sus padres.

EL DESPOTISMO ILUSTRADO COMO FORMA DE GOBIERNO

Las transformaciones económicas y sociales y las nuevas ideas de la Ilustración influyeron en los monarcas de los principales países para introducir reformas en su sistema de gobierno, que tomó el nombre de despotismo ilustrado, caracterizado por un desprecio hacia la opinión de los súbditos, pero al mismo tiempo, presidido por uninterés hacia el buen gobierno. La frase que resume esta política es elocuente: «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo».

Catalina II la Grande de Rusia, voraz lectora de Montesquieu y Voltaire, llegó al poder tras un golpe de Estado que destronó a su inútil marido, el zar Pedro III, pintada por Iván Petrovich Argunov en 1762. Museo de Kuskovo.

Entre las medidas que se llevaron a cabo destaca la estimulación del crecimiento económico, para lo cual los monarcas se dejaron guiar por la opinión de importantes eruditos llamados a la Corte —en ocasiones para hacerse cargo del Gobierno, como sucedió en España con Jovellanos o el marqués de Floridablanca—, junto con la promoción de la educación y la cultura además del reforzamiento del poderío militar y de la autoridad real frente a la Iglesia. No obstante, su renuncia a terminar con los privilegios de la nobleza y el clero produjo el descontento de la burguesía, por lo que se dio un conflicto entre la sociedad estamental, caracterizada por el sistema de privilegios legales y políticos, y la nueva clasecapitalista —impulsada por los cambios económicos y las nuevas ideas de la Ilustración—, lo cual constituyó una de las causas que fraguaron la Revolución Francesa.

Los principales déspotas ilustrados fueron Federico II de Prusia, Carlos III de España, José I de Portugal, MaríaTeresa y José II de Austria, Luis XV de Francia y Catalina IIde Rusia. 

LA GUERRA DE LOSSIETEAÑOS

El gran conflicto bélico a mediados del sigloXVIIIfue la guerra de los Siete Años, que tuvo lugar en el período de tiempo comprendido entre 1756 y 1763.

Gran Bretaña y Prusia se enfrentaron contra una coalición integrada por Francia, Austria, Rusia y otros aliados que se fueron uniendo a medida que se intensificaron los acontecimientos bélicos.

En el origen del conflicto estuvieron las pretensiones de María Teresa de Austria para hacerse con el control de la rica región de Silesia, así como el enfrentamiento entre franceses y británicos por su imperio colonial en la India y América. Existieron, pues, dos escenarios geográficos en esta contienda: uno, el mar y las colonias, donde lucharon Francia y Gran Bretaña; otro, el Este y Oeste de Alemania, donde combatieron tanto ambos países como Austria y sus aliados contra Prusia.

Tras algunas victorias iniciales, Federico II de Prusia fue derrotado por una coalición ruso-austriaca que estuvo a punto de hacerle perder el trono. Pero en 1762 firmó la paz con Pedro III de Rusia —recién coronado— y con Suecia. Así mismo, la victoria de Burkersdorf, en 1762, le permitió recuperar Silesia.

En el otro escenario de la guerra, los franceses fueron derrotados en Quebec (Canadá) y tuvieron que capitular corriendo el año 1761. Sin embargo, ese mismo año, tras la alianza con España (Tercer Pacto de Familia), volvieron a la lucha, aunque nuevamente Gran Bretaña logró hacerse con la victoria y al año siguiente ocupó Florida, La Habana y Manila, si bien España logró la colonia de Sacramento.

En 1763 se firmó la paz. El tratado de Hubertsburg confirmaba a Prusia como gran potencia y el de París despojaba a Francia de lo principal de su imperio colonial,en especial Canadá y la India, en provecho de los británicos. España, que no salió tan mal parada, obtuvo por el contrario una parte de la Luisiana.

LA PRIMERAREVOLUCIÓNINDUSTRIAL

La Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña, supuso una enorme transformación económica y social que condujo a la instauración y el triunfo del capitalismo como sistema económico. Este fenómeno constituyó, así mismo, una de las principales causas de la crisis del antiguo régimen, manifestada aproximadamente hacia el último cuarto del sigloXVIII.

La primera etapa de este proceso, conocida también como fase paleotécnica, se extiende, cronológicamente, desde las fechas antedichas hasta las dos primeras décadas del siglo siguiente.

Socialmente, corresponde con el ascenso de la burguesía como clase predominante, lo que acarreó una ruptura con las antiguas estructuras de la sociedad estamental que distinguía entre clases privilegiadas y no privilegiadas, lasprimeras formadas por la nobleza y el clero y las segundas porel pueblo llano.

Tras Inglaterra, el país pionero en la Revolución Industrial, ya en el sigloXIXsaltará al continente, extendiéndose por Bélgica, Francia y Alemania occidental principalmente, mientras en América prende en el gigantesco nuevo país estadounidense, prácticamente recién independizado de la metrópoli, donde se había iniciado el fenómeno. A partir de la segunda mitad de la centuria, la Revolución Industrial, en su segunda fase, echará raíces por el norte de Italia, los Países Bajos y diversas áreas de Centroeuropa y Rusia. Posteriormente, se prolongará imparable hasta el advenimiento de la economía presidida por el sector terciario o servicios y la revolución tecnológica de los tiempos actuales.

Sus principales antecedentes se encuentran en el desarrollo a gran escala de los intercambios comerciales. Durante los siglosXVIIyXVIIIla próspera actividadmercantil entre algunos países de Europa —principalmente, Inglaterra y Holanda, sobre todo, el primero— favorecidos por su potente flota naval y por la existencia de grandes imperios coloniales —fuente inagotable de materias primas y gigantesco mercado al que abastecer— produjo una acumulación de capitales que favoreció la necesaria inversión para el desarrollo industrial.

A todo ello se unió un sistema financiero eficiente que facilitaba las transacciones económicas y un sistema político que establecía la necesaria libertad comercial para realizar las operaciones mercantiles. Además, el importante desarrollo científico y técnico que tuvo lugar posibilitó la invención y posterior aplicación de la maquinaria al proceso productivo.

Este último factor no hubiera sido posible sin el previo crecimiento de la producción agrícola, la cual constituyó el primer proceso de la revolución económica que se produjo a lo largo del sigloXVIII.

El aumento en la producción de alimentos se dio principalmente en Inglaterra, gracias a nuevas técnicas agrícolas como los modernos sistemas de rotación de cultivos —se realizaba alternando las plantas frente al tradicional barbecho que dejaba anualmente una parte de la tierra sin cultivar—, el descubrimiento y la utilización de abonos químicos y la progresiva contribución de la maquinaria agrícola, ya en el siglo siguiente, además de la llegada de productos americanos, entre los que destacaron la patata, el maíz y los forrajes, necesarios para la alimentación del ganado.

A la mejora de la producción agrícola contribuyó también la modificación del régimen legal de la propiedad, a partir de 1760, mediante las Enclosure acts (Leyes decercamiento), que establecían «la división, el reparto y elcercamiento de los campos, praderas y dehesas abiertas y comunes y de las tierras baldías y comunes» situadas en cada demarcación territorial, pasando de un sistema comunal de campos abiertos uopenfielda otro de propiedad privada o campos vallados (bocage). De esta manera, la reforma agraria expulsó a los antiguos labradores de sus pequeñas, escasamente productivas y dispersas parcelas sobre las que mantenían derechos comunales, a favor de la propiedad privada de los nuevos dueños, quienes las agruparon para ponerlas en rendimiento. Los campesinossin tierra hubieron de elegir entre partir hacia las ciudades abuscar trabajo en las industrias o convertirse en jornaleros asalariados. Así, la agricultura dejó de constituir una actividad económica heredada para regirse por las leyes empresariales en busca del máximo beneficio.

Estas medidas legales resultaron beneficiosas para laactividad agrícola, ya que contribuyeron al aumento de laproductividad y al incremento de los excedentes alimentarios y su calidad, así como a la acumulación de capital procedente de los beneficios en manos de los propietarios, fondos que podían ser reinvertidos en la nueva actividad industrial, la cual, además, se nutrió de una abundante y barata mano de obra.

Todas las circunstancias favorecieron el crecimiento demográfico, especialmente urbano. Un impresionante aumento de población —unido al sistema de distribución de la propiedad de la tierra, que la dejó en manos de una minoría— propició el éxodo rural, mediante el cual grandes masas humanas se trasladaron a los focos urbanos, atraídas por las expectativas de incorporarse como mano de obra a los incipientes negocios que comenzaban a extenderse por doquier.

El principal factor técnico que propició el nacimiento de la primera Revolución Industrial fue el perfeccionamiento de la máquina de vapor y su aplicación al proceso productivo, tras las aportaciones (incorporación del condensador externo) del escocés James Watt (1736-1819), en 1768, a los primeros aparatos creados en 1712 por los ingleses Thomas Savery (c. 1650-1715) y Thomas Newcomen (1663-1729) con la colaboración de Robert Hooke (1635-1703).

Otro factor imprescindible para el inicio de esta primera fase de la Revolución Industrial fue el descubrimiento de nuevas fuentes de energía. Hasta entonces, el ser humano se había servido de la tracción animal y de la fuerza de los elementos de la naturaleza, como el agua y el viento. A partir de ese momento se comenzó a emplear otro producto de la madre naturaleza: el carbón, que por su gran poder energético y calorífico sustituyó a la madera como combustible básico. Ello supuso la explotación a gran escala de los yacimientos mineros y, en consecuencia,la instalación de las industrias en sus cercanías, o bien el desarrollo de los sistemas de transporte para el traslado delmineral extraído.

Así mismo, el hierro constituyó también un mineral de alta importancia por su utilización en los procesos industriales, para lo cual requería un tratamiento adecuado.

El primer sector al que se aplicó la máquina de vapor fue la industria textil, lo que acarreó también la primera gran transformación de la organización económica, hasta ahora basada en la estructura gremial y el taller artesanal de pequeñas dimensiones y telares manuales. Con los nuevos tiempos se impuso la gran fábrica en la que funcionaban máquinas que se movían por sí solas, así como la concentración en las naves de numerosos trabajadores a las órdenes de los patronos, frente al reducido grupo de obreros que desarrollaba sus tareas en los pequeños talleres artesanales formados por maestros, oficiales y aprendices.

La lanzadera volante, inventada en 1733 por JohnKay (1704-1780), fue el primer paso en la mecanización de los telares, lo cual permitió que la labor de tejido queantes realizaban dos trabajadores pudiera ser resuelta por uno solo —lo que le valió el incendio de su casa y amenazas de muerte que le obligaron a exiliarse a Francia—. El primer invento específico para la industria textil lo constituyó la hiladora múltiple o multibovina, creada en 1764 por James Hargreaves (1720-1778) y bautizada como Jenny en honor a su hija. La primera versión o Spinning Jennyfuncionaba manualmente por medio de una rueda que hacía girar un solo trabajador.

Posteriormente apareció la Water frame, de Richard Arkwrigth (1732-1792), una máquina de hilar patentada en 1769que semovía por energía hidráulica. Aprovechando este artilugio, su creador fundó en Cromford, a orillas del río Dervent, la primera fábrica textil de algodón del mundo, en la que, al contrario de otros explotadores, concedía una semana anual de vacaciones a sus empleados.

En 1779, Samuel Crompton (1753-1827) inventó la hiladora múltiple giratoria o Spinning-Mule (del inglés, ‘la mula giratoria’), una combinación de las anteriores,de donde procede su nombre, que alude a la mula, cruce deyegua y burro. Este artefacto permitía la producción a mayor escala haciendo girar juntos hasta cuarenta y ocho husos de hilos que formaban una fibra fina y resistente.

En 1784, Edmund Cartwrigth diseñó el primer telar mecánico que funcionaba con vapor, lo que originó un profundo malestar entre los operarios, que vieron peligrar sus puestos de trabajo.

El desarrollo de las comunicaciones y el transporte resultó vital para el traslado de las materias primas, el crecimiento del comercio y la consiguiente extensión de la Revolución Industrial. Los avances se manifestaron principalmente en dos sectores: la navegación fluvial y marítima a vapor y el ferrocarril.

Respecto al primero, existe constancia en el Archivo General de Simancas de un proyecto de navegación por medio de vapor, atribuido en el sigloXIXal capitán español Blasco de Garay (1500-1552), del que se llegaron a realizar entre 1539 y 1543 cinco experiencias en el puerto de Málaga y una demostración en el de Barcelona, esta última para propulsar mediante «una gran caldera de agua hirviendo» la galera Trinidad, que embarcaba doscientos toneles. La falta de apoyo por el criterio contrario del tesorero real («... que era muy complicado y costoso, y que había mucha exposición de que estallase con frecuencia la caldera...») paralizó el proyecto.

A lo largo de todo el sigloXVIIIhubo diversos proyectos para la aplicación del vapor a la navegación marítima. Ya en 1707, el francés Denis Papin —inventor en 1681 del digestor de vapor, la primera marmita u olla que incorporaba una válvula de seguridad para controlar la presión— diseñó el que se puede considerar un antecedente del barco a vapor.

En 1783 el francés Charles François, marqués de Jouffroy d’Abbans, construyó elPyroscaphe, un barco a vapor (como indica etimológicamente su nombre) de cuarenta y cinco metros de eslora, provisto de ruedas, con el que viajó desde Lyon a Santa Bárbara a través del río Saona.

En 1803 el norteamericano John Stevens diseñó un motor de vapor de baja presión —con el fin de evitar el peligro de explosiones— para ser aplicado a un sistema de propulsión por medio de hélices en lugar de las tradicionales ruedas de paletas. En 1809, utilizando este sistema, elPhoenix—construido por él—, llegó hasta Filadelfia y se convirtió en el primer barco que lograba hacer una travesía por aguas marítimas, a pesar de que dos años antes, en 1807, el también norteamericano Robert Fulton había conseguido hacer navegar elClermontpor el sistema de paletas, obteniendo el monopolio de navegación por el río Hudson.

Tras ser desestimados, en 1812, por el Congreso de los Estados Unidos los planes de Stevens para la construcción de un navío de guerra blindado, este inventor no se dio por vencido en el campo de la aplicación del vapor al transporte y publicó ese mismo año un folleto destinado a ensalzar las ventajas del ferrocarril frente a la navegación por canales. En 1825 construyó en colaboración con su hijo Edward Augustus la primera locomotora de su país, aunque no llegó nunca a ponerse en servicio comercial.

La primera locomotora de vapor fue construida en 1803 por el inglés Richard Trevithick. Circulaba sobre una vía férrea de quince kilómetros de longitud en Gales del Sur y tiraba de cinco vagones cargados con diez toneladas de peso y setenta hombres, a una velocidad de 8 km/h.

En 1812 se puso en funcionamiento la locomotora diseñada por John Blenkinsop, que tenía ruedas dentadas para acoplarse a raíles de ese tipo, por lo que puede considerarse el primer antecedente de los llamados trenes de cremallera de montaña.

Un año más tarde, William Hedley puso en marchala Puffing Billy con la función de transportar carbón desde lamina de Wylam hasta los muelles de Lemington-on-Tyne, en Northumberland, para remplazar así a los caballos como fuerza de tiro.

El 25 de julio de 1814, George Stephenson (1781-1848) terminó la construcción de su primera locomotora, laBlucher, que conseguía arrastrar una carga de cuarenta toneladas a una velocidad de 6 km/h. Cinco meses despuésentró en funcionamiento en una mina de carbón de Killingworth. En 1825, la mañana del 27 de septiembre,Stephenson puso en servicio la máquina Locomotion,quetiraba a 24 km/h de treinta y ocho vagones —de ellos, doce de carbón y el resto ocupados por trescientos pasajeros— en la línea Stockton-Darlington a lo largo de 32 kilómetros. Cuarenta mil personas celebraron la llegada del tren que poco a poco había ido dejando atrás a los jinetes y carruajes que intentaron seguirle.

En 1830 se inauguró el tráfico de pasajeros entre Canterbury-Withstable y Liverpool-Manchester, en el que la máquina Rocket, diseñada por George Stephenson y su hijo Robert, podía remolcar cinco veces su peso a una velocidad máxima de veinte millas por hora (unos 36 km/h), logrando superar las bases del concurso que se había convocado para escoger la mejor locomotora; dicho certamen estipulaba como condiciones, solamente, arrastrar el triple del peso a diez millas por hora. Al cabo de diez años, 2414 kilómetros de vías férreas cruzaban toda Inglaterra.

El triunfo del ferrocarril como principal medio de transporte tanto de mercancías como de viajeros, sellandoel éxito de la Revolución Industrial que lo había originado, estaba servido.

A partir de la tercera década del sigloXIX, el uso del ferrocarril para el transporte de pasajeros se extendió rápidamente por Estados Unidos y Europa: en 1830 entró en servicio en el país norteame0ricano; en 1835 en Bélgica y Alemania; dos años más tarde en Austria; en España la primera línea se inaugurará en 1848 entre Barcelona y Mataró.

TRANSFORMACIONES DEMOGRÁFICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES

El aumento sostenido de la producción agrícola, los avances en la sanidad, sobre todo tras el descubrimiento en 1796 por parte del inglés Edward Jenner de la vacuna contra la viruela, la mejora de la higiene, junto con la elevaciónde la tasa de natalidad, el descenso de la de mortalidad —especialmente la infantil— y el consiguiente aumento de laesperanza de vida, produjeron un espectacular crecimiento demográfico en Europa, que dio lugar a grandes movimientos migratorios de población hacia las colonias, tanto principalmente al continente americano —que enseguida se hizo con dieciocho millones de habitantes— como a Asia y África —territorios donde vivían unos quinientosmillones en el primero y alrededor de cien en el segundo—, mientras Europa contaba por estas fechas con unos ciento ochenta millones, siendo los países más poblados Francia con veintisiete millones de habitantes, Alemania con veinticinco e Inglaterra con quince millones.

En este panorama de espectacular revolución demográfica, que levantó las primeras preocupaciones de la historia