Breve historia del islam N. E. color - Ernest Bendriss - E-Book

Breve historia del islam N. E. color E-Book

Ernest Bendriss

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Beschreibung

Descubra todas las dimensiones históricas y culturales del Islam y como cambió para siempre la sociedad árabe. Desde Mahoma, su expansión territorial fulgurante sin precedentes, su esplendor Omeya y las conquistas de Solimán el Magnífico, hasta el declive Otomano, el Wahhabismo y las derivas fundamentalistas e integristas de hoy día. El nacimiento del islam, el siglo VII de la era cristiana, a raíz de la predicación del profeta Mahoma (Muhammad) constituye un hecho histórico determinante en la medida que originó un nuevo monoteísmo y una civilización brillante. El islam establece la creencia en un dios único (Allah) y la unidad de la comunidad de los fieles (Umma). El Corán es el libro sagrado de todos los musulmanes. A la muerte de Mahoma y después de una expansión territorial sin precedentes en la historia, el islam logró unificar pueblos diversos y sociedades heteróclitas bajo una misma religión, una lengua e instituciones administrativas-jurídicas comunes. No obstante la historia del islam no está exenta de conflictos internos y externos, de fragmentaciones y de disidencias religiosas de toda índole, que generaron un panorama geopolítico muy dispar según las épocas y las ideologías. Si bien la realidad única e indivisible del islam subyace una dimensión histórica, cultural, sociológica y antropológica, no se puede hablar en propiedad de un islam monolítico pero más bien de varios islam, que reivindican unánimemente hasta hoy en día, la herencia de Mahoma y en la más estricta ortodoxia. Argumentos de venta - El autor realiza de modo riguroso un recorrido histórico sobre el Islam basándose en estudios publicados por eminentes especialistas como Henri Corbin, Miguel Cruz Hernández, Juan Vernet, Claude Cahen o Robert Mantran. - Esta obra no cae en el error de otras que separan la realidad histórica de la dimensión mística del islam, el sufismo, cuya impronta y suma importancia es indeleble a lo largo de toda la historia del islam. - El autor hace especial hincapié en las diferentes escuelas y doctrinas del islam defendiendo que no hay un único islam. -Recoge y analiza las controversias actuales respecto al legado intelectual y cultural del islam respecto a la civilización occidental.

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BREVEHISTORIADELISLAM

BREVEHISTORIADEL ISLAM

Ernest Yassine Bendriss

Colección:Breve Historia www.brevehistoria.com

Título:Breve historia del islam

Autor:© Ernest Yassine Bendriss

Copyright de la presente edición:© 2023 Ediciones Nowtilus, S. L.

Camino de los Vinateros 40, local 90, 28030 Madridwww.nowtilus.com

Elaboración de textos:Santos Rodríguez

Diseño y realización de cubierta:ExGaudia, Asociación Cultural

Imagen de portada:El Corán, también transliterado como Alcorán, Qurán o Korán. Libro sagrado del islam.

Coordinación editorial:Nemo Edición y Comunicación, SL

Corrección y maquetación de interiores:Nemo Edición y Comunicación, SL

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

ISBN edición digital:978-84-1305-373-8

Fecha de edición:junio 2023

Fecha de segunda edición:octubre 2023

Depósito legal:M-12238-2023

A mi hijo Joshua

ÍNDICE

Capítulo 1. La Yahilíyyah: la Arabia preislámica

La Arabia Feliz, la península arábiga

Arabia antes de Mahoma

La organización social de los beduinos

Lengua, cultura y religión de los beduinos

A debate

Judíos y cristianos

en la Arabia preislámica

Capítulo 2. Mahoma, el «sello de los profetas»

Nacimiento y juventud

La Noche del Destino

Las tribulaciones del Profeta de Alá

El primer Estado musulmán

A debate

Caudillo militar

Bajo la lupa de los investigadores

El triunfo de Mahoma

Capítulo 3. A debate. De los judeonazarenos al protoislam: la tesis de Édouard-Marie Gallez

Capítulo 4. El Corán, el libro descendido

Los orígenes del Corán

Las suras del Corán

Los memoriones

Las doctrinas del Corán

Alá

Los 99 nombres de Dios

La Guerra Santa en el Corán

Bajo la lupa de los investigadores

Capítulo 5. Los orígenes del islam bajo la lupa de los investigadores

Capítulo 6. La doctrina del islam

Las cinco creencias del Corán

Los cinco pilares del islam

Bajo la lupa de los investigadores

La Sunna

La dimensión sociorreligiosa de los hadices

Lasharía

Sunismo y chiismo

El chiismo

Capítulo 7. De los Rashidun a los omeyas: el amanecer de un Imperio

La época de los Rashidun

Bajo la lupa de los investigadores

Los omeyas

A debate

Capítulo 8. Los abasíes, esplendor y crepúsculo de una dinastía

Bagdad, capital de los abasíes

Arquitectura y arte en tiempos de los abasíes

Conflictos políticos y fragmentación del poder abasí

Administración y reformas religiosas en tiempos de los abasíes

El mutazilismo

Las revueltas: sangre y fuego

El auge económico bajo los abasíes

La Casa de la Sabiduría

Bajo la lupa de los investigadores

Capítulo 9. Al-Ándalus, el paraíso en la Tierra

De los visigodos al islam

Nacimiento y crisis del emirato omeya

Abderramán III, el gran califa

El esplendor del califato

La granfitna,la desintegración del califato de Córdoba

Los reyezuelos de las taifas

¡Llegan los almorávides!

Los temibles almohades

El último esplendor de al-Ándalus:

los nazaríes de Granada

Capítulo 10. Los nuevos señores del islam: turcos, mamelucos y mongoles

Apogeo y ocaso de los fatimíes

Saladino el Grande

El poderío de los turcos

El sultanato de Rum

El triunfo de los mamelucos

El declive de los mamelucos

¡Llegan los mongoles!

Los herederos de Gengis Kan, continúa el «terror» mongol

Los mongoles

y su conversión al islam

Timur, el cruel

El declive del Imperio mongol

Capítulo 11. El sufismo, la dimensión mística del islam

El sufismo: el anhelo trascendente de Dios

Maestro y discípulo

La oración sufí

Las cofradías sufíes

Los conventos sufíes: Ribat y Zawiyya

Santos sufíes

La búsqueda espiritual genuina según el místico Yalal Ad-Din Muhámmad Rumi en suFihi-ma-fihi(el libro interior)

Capítulo 12. El legado del islam a Occidente

El saber árabe-musulmán

La revolución de la medicina

Astronomía y matemáticas: las dos hijas ilustres de la ciencia

Una pléyade de sabios en la corte nazarí de Granada

Los geógrafos viajeros

Y lafalsafa

Capítulo 13. Otomanos, safávidas y mogoles, los tres últimos imperios islámicos

Esplendor y declive del Imperio otomano

La Sublime Puerta contra las potencias europeas

De la Primera Guerra Mundial a la República Turca

La India de los mogoles

La Persia de los safávidas

Capítulo 14. Del wahabismo a Al Qaeda: el fundamentalismo y el integrismo musulmán

Islam e islamismo: ¡dos conceptos muy diferentes!

El colonialismo en los países islámicos

Convulsiones y conflictos geopolíticos del islam contemporáneo

El wahabismo

Dos reformadores egipcios

Los orígenes del fundamentalismo musulmán

Arabia Saudita, los movimientos islámicos y el integrismo

El Estado Islámico

Boko Haram

Fin de la guerra de Afganistán

Yihadismo en Rusia y China

Estados Unidos y el islamismo:

una relación ambigua

Cronología

Bibliografía

1

La Yahilíyyah: la Arabia preislámica

LA ARABIA FELIZ, LA PENÍNSULA ARÁBIGA

La península arábiga se extiende sobre una superficie de tres millones de kilómetros cuadrados y limita al norte con Jordania e Irak, al sur con el océano Índico, al este con el golfo Pérsico y al oeste con el mar Rojo.

Fue Ptolomeo quien dividió en la Antigüedad la península arábiga en tres partes: la Arabia Desierta, la Arabia Pétrea y la Arabia Feliz. Hoy día, geográficamente podemos distinguir cuatro zonas:

•Al oeste, el Hiyaz, a lo largo del mar Rojo, con las ciudades de Medina y de La Meca; zona por excelencia donde estaban asentadas las tribus beduinas que se dedicaban al comercio y al saqueo de caravanas.

•En el sudoeste el Yemen o Hadramaut, que corresponde al territorio de la Arabia Feliz; zona muy fértil en vegetación debido a las lluvias monzónicas, gran productor de plantas aromáticas y especias, famoso en la Antigüedad por sus perfumes y el incienso.

•En la zona central, se encuentra el Nefed, una gran meseta colindante con el vasto desierto de arenas rojas An-Nafud al norte y con el otro gran desierto, el Rub al-Jali, que se extiende por gran parte del sudeste.

•En la parte oriental de Arabia, el clima es caliente y húmedo. Está bañada por las aguas del golfo Pérsico. Las lluvias monzónicas propician en esta región la agricultura.

ARABIAANTES DE MAHOMA

Según el relato bíblico, Sem, uno de los tres hijos de Noé, engendró después del diluvio universal a los semitas, árabes, judíos, mesopotámicos, etc., que se asentaron en Oriente Próximo. El origen de los árabes tiene lugar, sin ninguna duda, en el iii milenio a. C., cuando los semitas en su migración abandonaron su cunaen Arabia para establecerse en Mesopotamia. Más tarde, aquellos semitas formaron parte de los reinos de Sumer y Acad y se convirtieron en época posterior en asirio-babilónicos, arameos, fenicios, amorreos, caldeos y cananeos

La piedra negra de la Kaaba.

La historia de la Arabia preislámica depende en parte de hallazgos arqueológicos y epigráficos pero sobre todo de fuentes protohistóricas, esencialmente los textos de procedencia egipcia, griega y romana. Después de Mahoma, los escritores musulmanes fijaron en sus textos la tradición oral acerca de la Arabia de la Yahilíyyah o ‘edad de la ignorancia’, es decir, de la Arabia antes de la llegada de Mahoma.

Durante el ii milenio varios pueblos de Mesopotamia regresaron a la península arábigapara crear reinos y ciudades-Estado de carácter heteróclito.

Así, en el norte, varios conjuntos de tribus nómadas, que se dedicaban al comercio caravanero, consiguieron fusionarse dando lugar a reinos brillantes como el de los zamudíes (el más antiguo), el de los nabateos y posterior-mente el de los palmiranos, por citar a los más importantes.

En la parte meridional de Arabia florecieron a partir del siglo IX a. C. reinos como el de Saba en Yemen; el reino de Ma’in, el de los Mineos, establecidos al norte de Yemen; el reino de Qataban, y el reino de Hadramaut. En el siglo II a. C. surgió el reino de los himyaritas que llegó a conquistar todo el Yemen en el siglo III d. C. y unificar la Arabia meridional en su apogeo, formando un gran imperio.

EL IMPERIO HIMYARITA

Los orígenes del reino himyarita se remontan al siglo II a. C. Inicialmente bajo la dominación del reino de Qataban cuya hegemonía se extendía sobre el Yemen entre 500 y 110 a. C., consigue emanciparse con su declive. En el año 175 d. C. el reino de Hadramaut destruye definitivamente el reino de Qataban y se impone como nueva potencia en la Arabia meridional. Mediante una políticade alianzas con otros pequeños reinos, el reino himyarita consigue fortalecerse y de este modo se apodera del reino de Saba en 230 d. C. bajo los soberanos himyaritas Yasir Yuhan’m y su hijo Shammir Yuharish. En 275 d. C. se derrumba el reino de Hadramaut. El rey himyarita Shammir Yuharish unifica por primera vez toda la Arabia meridional dando lugar al Imperio himyarita. Este imperio de una gran pros-peridad económica y que tiene contactos diplomáticos con Roma se expande a mediados del siglo V hacia la Arabia central. Sin embargo, los conflictos religiosos entre judíos y cristianos mermarán el Imperio himyarita hasta su desaparición en el año 571.

BAJO LA LUPA DE LOS INVESTIGADORES

El carácter bíblico del mensaje del Corán es una evidencia en las esferas académicas desde hace mucho tiempo. En suWas hat Mohammed aus dem Judenthume aufgenommenescrito en 1833, Abraham Geiger (1810-1874) ya lo subrayaba con énfasis. En la biografía de Muhámmad(As-Sira an-Nabawiya)se dice que el profeta hablaba a menudo con los judíos de Yatrib acerca de su religión. Por otra parte el secretario y memorión Zayd Ibn Thabit, uno de los redactores de la versión «definitiva» del Corán bajo Otmán, el tercer califa, fuealumno de profesores judíos en Yatrib, en la escuela de Bayrmidt. Un tercio del Corán contiene referencias a los relatos de los personajes bíblicos…, lo que supone que los fieles debían de conocer dichos relatos pues el Corán no los explica, salvo en la azora Yusuf (azora 12). Visto que los fieles conocían estas referencias bíblicas, es evidente que la impronta del judaísmo (en sus formas ortodoxas y heterodoxas) era una realidad patente en la península arábiga como vamos a verlo a continuación.

En el año 380 el rey Abukarib As’ad se convierte al judaísmo y destruye los templos politeístas. La aparición del cristianismo a finales del siglo IV lleva a la guerra civil entre judíos y cristianos. En 519 el rey etíope Kaleb Ella Asbeha apoya el golpe de Estado del cristiano Madikarib Yafur. Pero en 522 es ejecutado por el rey judío Yusuf As’ar Yath’ar (Dhu Nuwas), que enseguida emprende una gran persecución contra los cristianos asentados en Yemen. No obstante, en el año 525 tiene lugar la invasión de los etíopes de Abreha, que acuden en auxilio de los cristianos de Yemen. Dhu Nuwas se suicida y el cristianismo triunfa. En el año 570, el año del nacimiento de Mahoma, un príncipe judío de Yemen solicita a los persas sasánidas su ayuda para echar del país a los etíopes cristianos. Es el fin del Imperio himyarita.

En Omán, los A’adids desde el siglo X a. C. habían creado el reino de A’ad. Es muy probable que los árabes de la Antigüedad hablaran una lengua similar al acadio. En el siglo IX a. C., los textos asirio-babilónicos mencionan a los árabes en sus relatos de batallas entre el Ejército asirio y las tropas de camelleros árabes. Los monarcas del reino de Saba pagaban un tributo anual a los reyes de Nínive.

Se sabe que los persas se aliaron con los árabes para conquistar territorios e incrementar sus ejércitos. En tiempos de los aqueménidas, que fueron una dinastía que gobernó el Imperio persa de 550 a. C. a 331 a. C., el norte de Arabia, que formaba parte del Imperio persa, fue constituido en satrapía.

Uno de los reinos, el nabateo (siglo V a. C.-105 d. C.), cuya capital, Petra, fue digna de admiración en la Antigüedad, logró establecer estrechas relaciones políticas y comerciales con la dinastía de los seléucidas antes de ser sometido por los romanos. Después del declive de los nabateos, surgió el poderoso reino de Palmira, que se extendía hasta el Mediterráneo. Durante el reinado de Zenobia alcanzó su máximo esplendor, pues abarcaba Asia Menor y Egipto. No obstante, en el año 273 d. C. el emperador Aureliano conquistó Palmira y la reina Zenobia fue llevada presa a Roma.

La Arabia meridional era en gran parte sedentaria y poseía imponentes ciudades-Estado como Saná y Marib, carácter esencial que la diferenciaba de los habitantes del norte de la Arabia nómada. Sin duda, el reino de Sabafue el más importante de la Arabia meridional; prueba de ello es su extraordinario desarrollo urbanístico gracias a una sofisticada red de canales y diques (también en Marib existía una red fluvial semejante), que permitían disponer de abastecimiento de agua en enormes depósitos para el consumo humano y la irrigación de los campos (por esta razón se conocía como la Arabia Feliz). El reino de Saba estableció relaciones comerciales con Etiopía, Egipto, Mesopotamia y la India, pues los sabeos eran experimentados navegantes y se ha comprobado que llegaron hasta Indonesia con sus naves. Esencialmente, las mercancías que transitaban en los puertos de los sabeos eran especias, incienso y tejidos preciosos.

Vestigios de la antigua ciudad de Marib, capital del reino de Saba.

Durante la época bizantino-sasánida, las tribus árabes de los lájmidas y de los gasánidas, ambas de religión cristiana, se convirtieron en Estados vasallo de estas dos grandes potencias del momento. Los lájmidas, establecidos en Irak, y cuya capital Al-Hira era objeto de grandes elogios por su belleza arquitectónica, tras su derrota contra los persas sasánidas, se aliaron con ellos contra el Imperio bizantino y contra los gasánidas, árabes asentados en Palestina y Siria (aliados de los bizantinos). Con la posterior conquista islámica ambos pueblos, lájmidas y gasánidas, se unieron al islam.

LA ORGANIZACIÓN SOCIAL DE LOS BEDUINOS

Sociológicamente, la Arabia preislámica se caracterizaba por tribus de pastores y de comer-ciantes, cuya forma de vida nómada estaba no obstante cimentada por estrechos vínculos de sangre. Los nómadas(ahl al-wabar)se diferencian de los sedentarios(ahl al-madar);sin embargo, el parentesco era de suma importancia para todos. Laasabiya,el espíritu de solidaridad del grupo, imperaba sobre cualquier otra forma de organización política, por rudimentaria que fuera. Fuera de la tribu no existía posibilidad de una vida individual. Cada tribu se regía por costumbres y reglas no escritas, que cada beduino debía observar escrupulosamente, so pena de ser expulsado de la tribu. Una vez abandonado por los suyos, el beduinose convertía en unabtar,es decir, en un rene-gado que padecía todo tipo de penurias y de vejaciones.

La base de la organización tribal era la familia. Un conjunto de familias formaban una tribu, y a su vez un conjunto de tribus formaba un clan. A la cabeza de cada tribu estaba un jefe (sheijosayyid) elegido por los miembros más destacados del conjunto de familias, el consejo. El jefe de la tribu, en general un sabio anciano, velaba celosamente por mantener la unidad de los suyos, impartía justicia y dictaminaba los casos de venganza de sangre otha’rpues imperaba la ley del «ojo por ojo».

También determinaba si había que emprender las temidas razias oghazwacontra otras tribus, pues estas estaban perpetuamente enfrentadas entre sí y vivían en un clima de gran violencia. Cada beduino nómada era a la vez un comerciante camellero y un guerrero. Gracias a estas largas caravanas de beduinos, más tarde penetraron las ideas religiosas del judaísmo y del cristianismo por toda la península arábiga. Los sacerdotes de la religión tradicional árabe eran también augures que tenían una importancia considerable en el seno de la sociedad tribal. El adivino okahinvaticinaba el futuro y desvelaba los secretos de la naturaleza. Elarrâf,de poder superior, era un poderoso mago capaz de entrar en relación con la divinidad y de interpretar la voluntad de losdjinns,seres sobrenaturales omnipresentes en el mundo de los humanos. El curandero otabibliberaba a los enfermos del poder maligno de losdjinns.Loshanifseran hombres santos.

LENGUA, CULTURA Y RELIGIÓN DE LOS BEDUINOS

El árabe es una lengua semítica que tiene una antigüedad de unos mil quinientos años. Muchos especialistas consideran que su origen se identifica con el dialecto del clan de los coraichitas, que dominaban en La Meca. Con el transcurso del tiempo, dicho dialecto se afirmaría como el más perfecto de los dialectos hablados en la península arábiga, en gran parte por la preponderancia económica y comercial de La Meca. Poetas y oradores lo elevaron a lengua literaria en la Arabia de la Yahilíyyah. Consta de 28 letras consonantes, que se escriben de derecha a izquierda. Existen, asimismo, tres vocales: «a» ofatha,«i» okasra,y «u» odamma.La escritura no utiliza más que las letras consonantes. El texto se lee añadiendo, pues, las vocales que no aparecen escritas.

Respecto a la expresión cultural y literaria de la Arabia preislámica, hay que resaltar la importancia de la poesía lírica y épica cuyos temas abarcaban las virtudes guerreras, los amores desgraciados y la admiración por la naturaleza. También los poetas cantaban lamuruwwa,es decir, la virilidad, la lealtad al clan y el coraje, cualidades que se consideraban las más excelsas entre los beduinos. Como se ha dicho antes, la península arábiga era una encrucijada comercial de primera importancia, entre Asia y Europa. Los árabes controlaban el comercio de especias por las rutas marítimas del Índico al mar Rojo, hasta India y Chinamediante Asia central (la famosa Ruta de la Seda). Según un planteamiento convencional en los inicios del siglo VI d. C., La Meca (Makka en árabe) era considerada como centro neurálgico comercial de primer orden, por su emplazamiento en la encrucijada de las rutas caravaneras entre Yemen y Siria y también de Yemen hacia Mesopotamia. Paulatinamente, La Meca se habría convertido en el núcleo urbano más destacable de la península arábiga. Estaba gobernada como una oligarquía de mercantes por la todopoderosa tribu de los coraichitas. Verdadero centro político y financiero, la preponderancia de La Meca se habría manifestado además por ser el lugar de peregrinación más importante de toda la península arábiga, con su santuario de la Kaaba, la piedra negra de origen divino que se remontaba a Abraham.

Sin embargo, este planteamiento ha sido revisado por muchos islamólogos. Veamos.

A DEBATE

En la historiografía musulmana, La Meca es descrita como una ciudad comercial, un lugar privilegiado de cruces de rutas caravaneras. Sin embargo, los historiadores musulmanes anti-guos inventaron este lugar en su apologética para otorgar una importancia a la vez comercial y santa a este pobre y nimio enclave.

El geógrafo Ptolomeo habría identificado La Meca con el nombre de «Makoraba» en el siglo II de nuestra era (Geografía VI, 7, 31-37) y losromanos la ubicaron dentro de la «Arabia Feliz» (Felix Arabia). Sin embargo, esta tesis no es aceptable hoy día y ha sido refutada por investigadores como Patricia Crone(Meccan Trade and the Rise of Islam),por Dan Gibson y otros, que han demostrado brillantemente que la identificación de Makoraba con La Meca es sencillamente una fábula. Y, si es cierto que La Meca aparece mencionada en versículos tardíos del Corán —Makka (48,24) y Bakka (3,96)—, para nada puede corresponder al emplazamiento actual de La Meca.

El Corán la menciona también el versículo 6,92, en tanto que la «madre de las ciudades», que los filólogos atribuyen a un añadido ficticio que solo podría corresponderse con una prestigiosa ciudad antigua, que en este caso resulta evidentemente estrambótico, incompatible con la realidad histórica. Además el término Bakka es un claro plagio del valle de Baca, un valle ubicado en el sudoeste de Jerusalén que cita la Biblia (Salmos 84,6). Por otra parte el filólogo Christoph Luxenberg afirma que el Makka es un término de origen sirio-arameo que significa ‘valle’. Sin embargo, La Meca no es un valle ni tampoco el vergel descrito en textos como los hadices de al-Bujari y de al-Tirmidhi, donde se dice que en La Meca crecían muchos árboles y viñedos regados por abundantes aguas, algo inconcebible en el Hiyaz. Y en la Sira de Ibn Ishaq se llega a decir que en La Meca crecía… ¡hierba! Muchos hadices comentan que en La Meca corría un río, cosa del todo inverosímil, si bien son frecuentes las inundaciones debido a las lluvias torrenciales.En el Corán se habla de los peces, de los rebaños de bovinos y ovinos de La Meca… No obstante la topografía subtropical desértica de La Meca excluye todo tipo de actividades agrícolas, pastorales o pesqueras. Otros hadices hablan también de las altas montañas de Safa et Marwah, que forman parte del rito musulmán para los peregrinos que acuden a la peregrinación a La Meca en conformidad con el quinto pilar del islam(hajj).Sin embargo estas «montañas» de Safa et Marwah son otro mito, pues no son más que promontorios minúsculos que están incluidos dentro del recinto de La Meca… Hay que señalar que tampoco las inscripciones epigráficas del siglo VII encontradas en el desierto de Arabia Saudita revelan en modo alguno el nombre de La Meca.

La más antigua mención histórica de La Meca se encuentra en laContinuatio Byzantia Arabica,una crónica medieval del año 741 y 744 que muy probablemente fue redactada en el sur o el levante de España. Dan Gibson ha demostrado que hasta el año 750 las mezquitas apuntaban su alquibla hacia Petra (Jordania) y no hacia La Meca. Solo después de esta fecha las mezquitas apuntaron realmente su alquibla hacia La Meca; de modo que Petra ocupó un lugar central en el protoislam, un lugar sagrado en la Antigüedad, repleto de templos paganos pero también de iglesias cristianas (los primeros vestigios cristianos de Petra se remontan al siglo V). En definitiva Dan Gibson ubica el corazón de este protoislam en Petra, donde Muhámmad había rezado ante la Kaaba cristiana y habíadestruido los 360 ídolos paganos que se encontraban en los templos (los cristianos poseían también una Kaaba en sus santuarios y recordemos que el culto de las piedras negras era omnipresente en todo el Próximo Oriente. Asimismo los nabateos veneraban una piedra negra en Petra). Ni Muhámmad ni los Rashidun (los cuatro primeros califas) habrían pisado nunca La Meca. Esta habría sido fundada en tanto que ciudad santa del islam por Abd Allah ibn al-Zubayr (624-692) autoproclamado «califa de La Meca» que se opuso a los califas omeyas Yazid I, Muawiya II, Marwán I y Abd Al-Málik, antes de ser finalmente derrotado y decapitado por aquel. Fue Abd Allah ibn al-Zubayr quien robó la piedra negra de la Kaaba de Petra y la hizo transportar a La Meca.

Sabemos poco sobre la situación religiosa de Arabia anterior al islam. Disponemos de escasos documentos: inscripciones árabes, sobre todo de la parte meridional de Arabia; algunos documentos de literatura preislámica, sobre todo poesía, pero cuya autenticidad es dudosa; los testimonios (muy) posteriores de los historiadores árabes como Ibn al-Kalbi, con elKitab al-AsnamoLibro de los ídolos;al-Shahrastani (m. 1153) o Masía ûdî (m. 956), conLos prados de oro,y el testimonio del Corán, pues la predicación de Mahoma era desde luego el reflejo directo de la situación religiosa que prevalecía en su época. Por un lado, había una religión árabe tradicional y, por otro, dos minorías cuya influencia era bastante considerable: los judíos y los cristianos.

La religión primitiva de Arabia era una mezcla de henoteísmo y de politeísmo. Cada tribu veneraba a sus propios dioses, y entre ellos a uno principal. Se adoraba a las piedras, a los árboles. Aún hoy día, el culto a algunos árboles permanece en la península arábiga, pues se considera que son la morada de un santo(walî-s).

Los árboles y los animales delharam,zona consagrada alrededor de los templos, estaban considerados como consagrados e intocables. Según la tradición islámica (al-Bujari o Sahih), había 360 ídolos que representaban a las divinidades más importantes en el momento en que Mahoma conquistó La Meca en 630.

JUDÍOS Y CRISTIANOS

EN LA ARABIA PREISLÁMICA

Existía una comunidad judía importante en Yemen, que subsistió hasta 1948, momento en que emigró a Israel. Era la comunidad judía más importante del mundo árabe. La influencia de la población judía estaba en progresión continua en el transcurso de los siglos IV y V d. C.; hasta tal punto que, desde mediados del siglo V d. C., había un rey judío, Dhu Nuwas. Este perseguió a los cristianos de Najrán, lo que provocó la intervención del rey abisinio Ela Asbaha. Dhu Nuwas huyó entonces a las montañas. Luego se vengó haciendo quemar la iglesia de la ciudad de Najrán, capital de la región del mismo nombre. Más tarde, esta región cayó bajo la dominación abisinia, y el gobernador abisinio hizo construir una iglesia magnífica en Saná.

Mapa del Hiyaz antes de Mahoma.

Había también comunidades judías a lo largo de la ruta comercial que va de Palestina a Yemen. Queda establecido que había en ciertas ciudades de Arabia central (allí donde nació el islam) comunidades judías importantes. Así, una tercera parte de los oasis alrededor de Medina eran asentamientos de tribus judías. En estos oasis, los judíos eran agricultores. ¿De dónde procedía esta población judía? Algunos de ellos pudieron instalarse en Arabia bastante pronto, desde el siglo VI a. C. en el momento del exilio. Otros vinieron siglos más tarde, huyendo de las legiones romanas que, en el año 70 bajo el mando de Tito, se habían apoderado de Jerusalén. Entre estos refugiados, estaban los esenios que, sin duda, habían abandonado el desierto de Qumrán.

En Medina, había tres tribus judías: los Banu Qurayza; los Banu Nadir, asentados fuera de la ciudad, en Jáibar, y los Banu Qainuqa. Al principio, la ciudad de Yatrib (la futura Medina) parece haber sido una ciudad judía. Algunos árabes que vivían allí estuvieron sometidos a los judíos. Eran sus protegidos (djiwârohilf). Más tarde dos grandes tribus árabes se instalaron allí: los Aws y los Khazradj. Al principio estuvieron bajo la dependencia de las tribus judías. En la época de la Hégira (622), esta dependencia había acabado, y ambas comunidades parecían mantener lazos igualitarios.

Hacia finales del siglo IV los cristianos aparecieron en Yemen. Provenían de Siria, deIrak (el siriaco debía de ser su lengua litúrgica) y también de Etiopía, ya que el Yemen se encuentra justo frente a Etiopía. La parte sudeste de Yemen estaba bajo dominación abisinia. El rito y la doctrina de estas iglesias estaban muy influidos por el cristianismo monofisita etíope. Más tarde, Arabia del Sur cayó bajo influencia persa y el nestorianismo. Esta doctrina propuesta por Nestorio (386-451), patriarca de Constantinopla, consideraba la naturaleza humana y divina de Cristo radicalmente separadas en dos personas distintas; fue condenada en el Concilio de Éfeso en 451 y declarada herética.

Parece, pues, que en la época de Mahoma, la Iglesia de Yemen hubiera sido nestoriana. Los árabes establecidos en las fronteras de Irak eran cristianos nestorianos. Al final del siglo VI, aparece el primer rey cristiano. Los árabes establecidos en las fronteras del Imperio bizantino, en la región de Damasco, habían adoptado de un modo temprano el cristianismo. Eran monofisitas. Los príncipes de esta región, los gasánidas, como los cristianos del centro de Arabia, tenían una formación religiosa bastante deficiente. En aquella época, todavía existía la distinción entre cristianos avanzados o perfectos y los catecúmenos. Estos últimos no fueron admitidos a conocer los misterios del cristianismo y debían dejar la iglesia después de la primera parte de la misa, es decir, después de la liturgia de la Palabra, antes de la eucaristía. Prácticamente todos los árabes cristianos de esta región eran catecúmenos. Esto explicaría las razones por lasque Mahoma tenía un conocimiento bastante rudimentario del cristianismo. Había también un cierto número de ascetas cristianos que habitaban en el desierto, en particular los eremitas estilitas que vivían en la cumbre de una columna. El cristianismo de Arabia central era pues un cristianismo popular, no dogmático, lejos del cristianismo sofisticado de Bizancio.

HERÓDOTO LIBRO III:DESCRIPCIÓN DE ARABIA

CVII.Por la parte de mediodía, la última de las tierras pobladas es la Arabia, única región del orbe que naturalmente produce el incienso, la mirra, la casia, el cinamomo y el ládano, especies todas que no recogen fácilmente los árabes, si se exceptúa la mirra. Para la cosecha del incienso sírvense del sahumerio del estoraque, una de las drogas que nos traen a Grecia los fenicios, y la causa de sahumarlo al irlo a recoger es porque hay unas sierpes aladas de pequeño tamaño y de color vario por sus manchas, que son las mismas que a bandadas hacen sus expediciones hacia el Egipto, las que guardan tanto los árboles de incienso, que en cada uno se hallan muchas de ellas; tan amigas, por otra parte, de estos árboles que no hay mediode apartarlas sino a fuerza de humo del estoraque mencionado.

CXII.Aún tiene más de extraño y maravilloso la droga del lédano, o ládano, como los árabes lo llaman, que nacida en el más hediondo lugar es la que mejor huele de todas. Cosa extraña por cierto; va crián-dose en las barbas de las cabras y de los machos de cabrío, de donde se lo extrae a la manera que el moho del tronco de los árboles. Es el más provechoso de todos los ungüentos para mil usos, y de él muy especialmente se sirven los árabes para sus perfumes.

CXIII.Basta ya de hablar de estos, con decir que la Arabia entera es un paraíso de fragancia suavísima y casi divina. Y, pasando a otro asunto, hay en Arabia dos castas de ovejas muy raras y maravillosas que no se ven en ninguna otra región: una tiene tal y tan larga cola que no es menor de tres codos cumplidos, y es claro que, si dejaran a las ovejas que las arrastrasen por el suelo, no pudieran menos de lastimarlas con muchas heridas; mas, para remediar este daño, todo pastor, haciendo allí de carpintero, forma pequeños carros que después ata a la gran cola, de modo que cada oveja arrastra la suya montada en su carro: la otra casta tiene tan ancha la cola que tendrá más de un codo.

La trilogía de las diosas al-Lât, al-Uzzâ y Manât.

ALGUNAS DIVINIDADES PREISLÁMICAS

al-Lât:diosa del sol, representada por un bloque de granito.

al-Uzzâ:se asemejaba a Venus o Afrodita.

Manât:diosa del destino, de la vida y de la muerte. Cortaba el hilo de la vida al igual que Átropos. También era la tercera Moira en la mitología griega. Su equivalente en la mitología romana era Morta o ‘muerte’.

Nasr:el buitre, divinidad de la tribu de los Kula de Yemen.

Sûwa’:divinidad de la tribu de los Hudhayliti, que simbolizaba el vigor sexual y la eyaculación. Tenía su santuario en Yanbu, en el mar Rojo.

Tâghût:divinidad o demonio, quizá undjinn,venerado por la tribu de los Madhhij.

Wadd:divinidad del amor y de la amistad, venerado por la tribu de los Banu Kalb.

Yaghûth:divinidad protectora del Yemen venerado por la tribu de los Madh-hij.

Jibt:divinidad citada una sola vez junto a lostâghûts.

Hubal:divinidad lunar originaria de Siria, protectora de los caravaneros y divinidad tutelar de varios ídolos de La Meca que no aparece citado en el Corán.

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Mahoma, el «sello de los profetas»

NACIMIENTO Y JUVENTUD

Las fuentes sobre la vida de Mahoma son el Corán, la Sira (su biografía) y los hadices, que son narraciones sobre los dichos y actos de Mahoma.

La Sira escrita por Ibn Ishaq (m. 768) se considera la más importante aunque luego fue modificada en parte por Ibn Hisham (m. 828 o 833). Contemporáneo de este último, Al-Waqidi (m. 822) también escribió una biografía notable sobre Mahoma llamadaSirat Rasul Allah.

Más tarde, Tabari en el siglo X escribe en sus crónicas un capítulo sobre Mahoma y en el siglo XIV Ibn Kathir, un famoso jurista e historiador sirio, escribe una obra célebre en todo el islam,al-Bidaya, en la cual menciona exhaustivamente a Mahoma.

Mahoma nace en La Meca en el año 570 aunque algunos historiadores fijan su nacimiento en 580.

Su nombre completo es Abú-l-Qásim Muhámmad ibn’Abd Alláh ibn’Abd al-Muttalib al-Hásimi. Según el islam, Mahoma es considerado el «sello de los profetas»(jatim al-anbiya),por ser el último de los profetas enviados por Dios a la Tierra antes del juicio final. El islam considera que Abraham (Ibrahim), Moisés (Musas) y Jésus (Isa) eran también profetas.

En el Corán y en los hadices Mahoma es llamado Rasoul o Ar-Rasul, que significa ‘Mensajero de Dios’ y Nabi, en árabean-nabiy, ‘Profeta’.

El islam establece una diferencia entre el Mensajero, que siendo enviado por Dios puede abrogar y modificar lo revelado por un mensajero anterior, mientras que el Profeta únicamente puede transmitir intrínsecamente un mensaje pues es de índole divino y no tiene capacidad para cambiarlo.

Si ambos, Mensajero y Profeta, han recibido la Revelación Divina, en definitiva solo el Mensajero trae un nuevo mensaje para la humanidad.

Mahoma, aunque los eruditos como Maxime Rodinson prefieren cada vez más utilizar latranscripción Muhámmad, descendía del clan coraichita y de la tribu de los Banu Háshim, otrora poderosa tribu, pero que durante la infancia de Mahoma se hallaba en declive y en la pobreza.

Halima, nodriza de Mahoma, da el pecho al niño.

Su padre, Abd Allah ibn Abd al-Muttalib, muere antes de su nacimiento y su madre, Amina bint Wahb, fallece cuando Mahoma alcanza la edad de seis años. Entonces su abuelo ’Abd al-Muttalib lo acogió en su casa y, almorir este dos años más tarde, es Abu Tálib, su tío paterno, quien se encarga de su educación y custodia.

A los doce años Mahoma acompaña a su tío a Siria con una caravana de comercio, y ahí tiene sus primeros contactos con los cenobios cristianos, si bien en La Meca Mahoma pudo conocer a judíos y cristianos que estaban allí asentados desde hacía mucho tiempo.

Fue en Basora donde la tradición biográfica fija el encuentro entre Mahoma y el monje cristiano Bahira, que reconoce las «señales proféticas de Mahoma» y se las revela a Abu Talib.A los veinticinco años Mahoma entró al servicio de Jadiya, una rica y viuda comerciante de cuarenta años, y trabaja como caravanero entre Damasco y La Meca. Más tarde, contrae matrimonio con Jadiya, a pesar de la gran diferencia de edad y de estatus social.

De esta unión nacieron dos hijos, Al-Cásim y ’Abd al-Manáf, que murieron en la infancia y cuatro hijas: Záynab, Ruqayya, Umm Kultúm y Fátima. Jadiya será la primera musulmana de la historia.

LA NOCHE DEL DESTINO

En el año 610, a los cuarenta años de edad, Mahoma, que solía refugiarse en una cueva del monte Hira en los alrededores de La Meca para orar y meditar, tuvo su primera revelación mediante la visión del arcángel Gabriel,quien le manda recitar y memorizar las palabras enviadas por Dios.

Mahoma.

Así fue como empezó la revelación del Corán. Los musulmanes lo celebran cada año, en una noche especial del mes de ramadán, que llaman la «Noche del Destino»(laila al qadr).

LA REVELACIÓNDE MAHOMASEGÚN IBN ISHAQ

Una noche, estando yo dormido, vino el ángel Gabriel (Yibrîl) con un paño de brocado en el que había algo escrito y medijo en alta voz: «¡Iqrâ’, lee!». Yo respondí: «No sé leer». Entonces me apretó de tal modo con el paño que creí que era la muerte. Luego me soltó y dijo: «¡Lee!». Esta escena se repitió tres veces y por fin pregunté: «¿Qué he de leer?». Entonces Yibrîl me soltó y me dijo: «¡Lee con el Nombre de tu Señor que ha creado al ser humano a partir de un coágulo! ¡Lee, pues tu Señor es el más generoso, el que ha enseñado con el cálamo, ha enseñado al ser humano lo que no sabía!». Luego el ángel se fue y me dejó. Desperté de mi sueño y era como si se hubiera grabado algo en mi corazón. Salí y, cuando estaba en medio del monte, oí una voz del cielo que decía: «¡Oh, Muhámmad, tú eres el enviado de Alá y yo soy Yibrîl!». Alcé la cabeza mirando al cielo y vi a Yibrîl en forma de hombre con ambos pies en la línea del horizonte. Me detuve a contemplarlo sin avanzar ni retroceder. Me dispuse a apartar de Él mi vista por todo el horizonte donde no lo viese de aquella manera.

Mahoma, que por un momento vacila en la misión que le encomienda el arcángel y se cree poseído por un demonio, encuentra apoyo en Jadiya y en un pariente cristiano de ella, su primo Waraka ibn Nawfal, que con su constanteapoyo le confirman que estaba destinado a ser un Profeta.

Waraka ibn Nawfal era un cristiano nestoriano o, según investigaciones recientes, un ebionita que tuvo una gran influencia religiosa sobre Mahoma. Después de Jadiya y Waraka ibn Nawfal, los primeros convertidos al islam fueron: Abu Bakr; Zayd ibn Harithah, que era esclavo de Jadiya; Alí ibn Abi Tálib, primo de Mahoma, y Bilal ibn Rabah, un esclavo etíope comprado por Abu Bakr que luego será liberado. Fue también el primer almuédano, es decir, el primer musulmán que, desde el alminar, convoca en voz alta a los fieles para que acudan a la oración del islam y uno de los fieles más unidos a Mahoma, que tenía por costumbre despertarlo cada mañana.

LA KAABA

La Kaaba (al-Ka’ba, ‘cubo’) es por antonomasia el santuario del islam y el lugar de peregrinación más importante y sagrado de la religión musulmana. Representa la unidad de todos los musulmanes y la fe en un dios único, Alá. La Kaaba se encuentra en La Meca. Es un cubo de granito de 10,67 metros de ancho, por 12,19 de largo, y 15,24 metros de altura. Los musul-manes la consideran la morada de Dios:Baitullahi-l-haram,la ‘casa sagrada de Alá’. En el siglo VIII de nuestra era se construyó