Brian Brown y la Montaña del Amor - Sergio Ticho - E-Book

Brian Brown y la Montaña del Amor E-Book

Sergio Ticho

0,0
3,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

¿Quién es Brian Brown? ¿Quién es la Montaña del Amor? ¿Quién soy Yo? ¿Quiénes somos Nosotros?... Estas preguntas tienen más significado que cualquier respuesta que intentemos darles. Estoy seguro de que esta pequeña gran historia contribuye a bucear en ese significado que, a pesar de ser tan profundo, no es inalcanzable. Los invito con mucha alegría a compartir esta humilde Aventura en Evolución, en Elevación, en Expansión… para acercarnos juntos, cada día más, ¡¡¡a la Gran Cumbre de lo Infinito!!!... GRACIAS, Gracias, gracias…

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 236

Veröffentlichungsjahr: 2023

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.


Ähnliche


Sergio Ticho

Brian Brown y la Montaña del Amor

Una Aventura en Evolución

Sergio Ticho Brian Brown y la montaña del amor : una aventura en evolución / Sergio Ticho. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3969-4

1. Novelas. I. Título. CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Foto de Tapa: Carolina Trotta

Índice

Prólogo: La Naturaleza de la Fe

1

EL PODER DE LA VOLUNTAD

El Despertar de Brian Brown

El Mensaje del Creador

La Ley de Atracción

2

EL EFECTO DE LA CAUSA

El Comienzo del Fin

La Montaña del Amor

El Valor de la Osadía

3

LA SENDA DEL PLACER

El Bosque de la Duda

El Atajo del Exceso

La Cascada del Ensueño

4

EL CAMINO DE LA SABIDURIA

El Arroyo del Conocimiento

La Cueva del Desapego

La Prueba del Entendimiento

5

EL CORAZON DE LA MONTAÑA

El Refugio del Tiempo

La Estrella del Arte

La Laguna del Espacio

6

LA CIMA DEL ALMA

El Filo de la Ilusión

El Pedrero de la Vida

El Valle de la Muerte

7

LA CUMBRE DEL ESPIRITU

El Glaciar de la Energía

La Caverna de la Mente

El Portal del Cosmos

8

LA LUZ DEL AMOR

La Ciudad de Cristal

La Esencia del Universo

La Libertad del Hombre

Epílogo: La Idea de la Verdad

Agradecimientos

“… el problema del amor se me aparece como una montaña monstruosamente grande que con toda mi experiencia no ha hecho más que elevarse…”

Carl Jung – [Cartas I, 60]

“Los labios de la Sabiduría están cerrados excepto para los oídos de la comprensión.”

(Hermes Trismegisto) – Tres Iniciados – “EL KIBALYON”

“Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”

Albert Einstein

“Todo lo que una persona puede imaginar, otras podránhacerlo realidad.”

Julio Verne

Dedico este libro

a mi Gran Ser Energético,

a los Hermanos Mayores Ayaplianos,

a todos los Humanos que ya están recordando,

¡y a los que se van a despertar!...

Prólogo: La Naturaleza de la Fe

“Escribir es una forma de magia que en algún momento fue aceptada y desarrollada como método para modificar la realidad.”

Bárbara Marciniak – “Recuperar el Poder, Sabiduría Pleyadiana para un mundo en caos”

Mi intención al escribir este libro es ayudarme, y ayudarte, a EVOLUCIONAR, y a ELEVAR…

Porque estas dos palabras representan dos etapas fundamentales en nuestro Camino de Regreso al Gran Origen Universal del cual Todos provenimos.

Y porque estos dos grandes conceptos se relacionan directamente con la diferencia que existe entre ALMA y ESPIRITU, que muchos de Nosotros ya estamos re–descubriendo, o simplemente recordando.

La gran mayoría de los Humanos que habitamos la superficie de la Tierra estamos atrapados en esta densa realidad desde hace eones de tiempo, estamos presos en una gran rueda de encarnaciones que repetimos indefinidamente con muy poca Consciencia de ello.

Por eso, nuestro primer deber es despertar de este gran sueño que nos adormece individual y colectivamente, para luego poder florecer porque Todos somos Semillas Estelares, y para poder seguir avanzando, para que el Gran Plan Divino se concrete y llegue a su fin.

Este Gran Objetivo se logra a través del CONOCIMIENTO y del ENTENDIMIENTO que preceden al AMOR.

Esta Gran Meta que debemos alcanzar se basa en la Paz, en la Humildad, en la Gratitud, en la Entrega, en el Silencio, y en el Servicio.

Estos son los atributos principales que debemos cultivar como base de todos nuestros actos, porque nos van a transformar en artífices de la NUEVA TIERRA de LUZ y AMOR que ya se está gestando.

En otras palabras, lo que nos pasa se explica re–conociendo que estamos dominados por dos grandes Fuerzas Planetarias, que se disputan desde hace mucho Tiempo el dominio de la Tierra: una es Negativa Enferma, malévola e inescrupulosa, pero a la vez muy inteligente; y la otra es Positiva Sana, bondadosa y bienintencionada, pero al mismo tiempo ególatra y fantasiosa, por lo que no puede hacer frente como debería a su contraparte más oscura.

Humildemente, confío en que esta historia favorecerá al Gran Propósito del Despertar Humano, que tanto nos urge, porque la fui escribiendo durante casi 20 años, preguntándome cada día qué, cuándo, dónde y cómo hacer, para Conocerme más, para Entenderme mejor, y para Amarme de verdad, a mí mismo y a todos los Seres con los que comparto este Gran Experimento Planetario.

Para responder de la mejor manera a este Gran Llamado Cósmico, que se repite cada 21.000 años, debemos reunir ciertos requisitos. Si éstos son sólo de carácter material no estaremos aptos para cumplir con esta Gran Obra.

Te propongo que lo intentemos juntos a través de este relato…

Gracias por compartir,

Sergio Ticho

1

EL PODER DE LA VOLUNTAD

“–¿Cuál es la mayor mentira del mundo?– indagó sorprendido el muchacho.

—Es ésta: en un determinado momento de nuestra existencia perdemos el control de nuestras vidas y éstas pasan a ser gobernadas por el destino.”

Paulo Coelho – “El Alquimista”

El Despertar de Brian Brown

“A cada instante de nuestra vida estamos en el campo de todas las posibilidades, donde tenemos acceso a un número infinito de opciones.”

Deepak Chopra – “Las Siete Leyes del Éxito”

Hace mucho menos que una eternidad, en un acomodado vecindario de una enorme y pujante ciudad, capital de un país remoto y peculiar, habitaba Brian, un abogado exitoso, joven y hermoso.

Podía afirmarse que vivía feliz junto a su bella mujer, Victoria, y a su pequeño hijo, Jonathan. Los tres eran perfectos, lindos por dentro y por fuera, formaban, de verdad, una familia prodigiosa.

Brian y Victoria eran solidarios y compasivos, porque ayudaban a quienes materialmente no tenían, y a los otros también, con Afecto, Paciencia y Sabiduría. Ambos estaban a favor de la Vida, defendían la Paz, la Libertad y la Ecología; estos grandes valores eran sus mayores pilares, porque en ellos se basaba todo lo que hacían.

Brian era especialista en Derecho Ambiental. Esta profesión le permitía trabajar por el bienestar de la Tierra, que para él era un ser vivo más como cualquiera de nosotros.

El joven abogado se esforzaba para que se cumplieran todas las normas que favorecían a nuestro descuidado planeta, disfrutaba mucho cuando se aprobaban nuevas leyes en favor del aire que respiramos, del agua que tomamos, y del suelo que tanto maltratamos.

Brian estaba con vida por milagro. Cuando tenía un año había sido el único sobreviviente de un terrible accidente aéreo en el que habían muerto sus padres.

Una semana después ya había sido adoptado por los Brown, un viejo matrimonio inglés que no había podido tener hijos, y que había llegado a la Argentina hacía 30 años, y que era dueño de una gran fortuna.

Fueron ellos, muy ricos y casi ancianos, quienes amaron y educaron a Brian, quienes le brindaron una infancia feliz y un crecimiento sano, sin grandes complicaciones.

El joven estaba seguro que había colmado el corazón de sus padres, porque siempre había sido muy responsable y estudioso, porque nunca les había fallado, y porque se había convertido en un gran profesional, digno y honesto.

Brian los recordaba con mucho amor, porque los Brown habían fallecido, predestinadamente juntos, el mismo día, hacía casi un año.

Y antes de morir, le habían dejado a Brian todos sus bienes en orden para que él los disfrutara, y esto es lo que intentaba hacer cada día.

Quien más lo quería era Victoria, su gran amada, la única hija de un millonario excéntrico. La hermosa mujer amaba el color del mar en sus ojos, la miel de sus labios, el éxtasis que le producían sus caricias, su porte viril, y lo sutil de sus movimientos.

Victoria adoraba todo lo que Brian hacía y decía, y le repetía que siempre iba a estar a su lado, porque ella era su amante, su amiga, su compañera para toda la vida, su infatigable sombra…

Brian también amaba con locura a Jonathan, su primogénito.

El precioso niño era encantador, tenía los ojos azules de su padre y los rizos dorados de su madre, era todo un Principito… ¡el brillo de su mirada irradiaba tal hechizo que eclipsaba por igual a propios y a extraños!

Durante las cálidas tardes de verano, en los jardines de su lujosa mansión, Brian y Victoria bronceaban sus cuerpos esbeltos junto a la enorme piscina. Y cuando lo hacían rodeados de amigos, nunca faltaban las miradas cómplices que los buscaban, porque a ellos todos los admiraban, ¡porque su inteligencia y su destreza cautivaban!

Había que estar ahí cuando todos jugaban en el agua, cuando gritaban exaltados apenas sus pieles se rozaban… ¡cuando todo terminaba en una loca confusión, de empujones, risas, y mucho calor!

Brian y Victoria se querían mucho, estaban muy enamorados… ¡Cada día hacían lo mejor que podían para ser más felices!

Y todos, y cada uno, amaban a Brian… ¡Su talento infinito y su gracia exquisita eran puro placer para los que lo rodeaban!...

Sin embargo, paradójicamente, ¡sólo había tristeza en el fondo del corazón de Brian!…

Aunque se fundiera abrazado a Victoria en un voluptuoso acto de amor, o contemplara fascinado a su hijo dormido en sus brazos, él, cuya sonrisa era una fuente de energía, y su sola presencia un motivo de alegría, no se contentaba consigo mismo…

Aunque se tomara un descanso en un suntuoso crucero a través de exóticos paraísos tropicales, o salvara de la cárcel a un hombre inocente después de un juicio inaudito, el joven no lograba sentirse feliz del todo…

Brian, reflexivo y sagaz, adicto y constante ganador de los juegos de mente, había comenzado a notarse diferente…

Presentía que su vida podía cambiar de rumbo, porque ya no sabía para qué estaba en este mundo…

El joven era vegetariano de nacimiento, respetaba mucho esta noble elección pero a la vez pensaba que cada uno debe actuar según lo que le dicta su propia conciencia, porque cada cual tiene su tiempo interno para tomar las grandes decisiones.

Pero en aquellos días, la vida sana y sus prioridades le resultaban meras obviedades, porque Brian comía lo necesario y tomaba lo justo, y practicaba deportes y no fumaba, y tenía un estado físico envidiable, y nunca se enfermaba, y aun así controlaba su salud que siempre era perfecta.

Y por todo eso, y por muchas otras cosas que no llegaba a entender, a Brian últimamente le costaba mucho dormirse, tenía sueños que alteraban su descanso, y apenas podía despertarse a la mañana.

El joven, con el don de adecuarse a toda conversación, equilibrando cualquier discusión sin comprometerse, empezaba a desconocerse porque sus razonamientos lo superaban, porque le surgían dudas y preguntas que nunca se había planteado, y porque en ocasiones hasta se angustiaba.

A Brian empezaban a inquietarlo otras cuestiones…

Lo movilizaba la indescifrable mirada de Jonathan, ¡y los continuos abrazotes de Victoria lo conmovían hasta el hartazgo!...

Y día tras día, aunque gozar Buenos Aires se proponía, la gran urbe lo retorcía, porque ya no sabía qué lo asqueaba más, si la corrupción ambiental o su versión moral, ¡porque el smog lo asfixiaba, y al consumismo ya no lo aguantaba!...

El joven no se resignaba a ser parte de la masa, porque simplemente rechazaba ese tipo de vida, porque ya lo había probado y no lo disfrutaba.

Porque para él la sociedad vivía dormida, inmersa en una gran burbuja maloliente, en una Matrix oscura y gigantesca… ¡en una realidad tan virtual como aplastante, que todos aceptaban muy campantes!...

Y por todo eso, y por muchas otras cosas más, el Espíritu enardecido de Brian ya no soportaba las triviales charlas con amigos, porque sustentaban un submundo mediático que no encontraba el Camino.

Para él la gran mayoría se perdía cada vez más en la telaraña de lo cotidiano, en el exceso de los placeres y en la falsa ilusión del intelecto.

Brian se preguntaba cómo podía ayudar para que todo cambie, y analizaba las distintas realidades y no sabía qué contestarse…

La cuestión religiosa no lo ayudaba para nada, porque había sido bautizado católico pero nunca había ido a la iglesia, y porque si bien consideraba que la Biblia era un gran libro sagrado, estaba seguro que había sido deformada intencionalmente para engañar y someter… ¡porque no respetaba al Gran Mensaje que Jesús trajo a la Tierra, y porque en lugar de unir a la Humanidad, a través de la Paz y el Amor Divino, había provocado un sin fin de traumas, guerras, divisiones y culpas!...

Brian estaba seguro que las pequeñas y grandes sectas que hoy pululan en el Planeta, no paran de lavarnos el cerebro a cada instante, porque nos siguen atemorizando con el mismo pecado inventado de siempre, con la perversa intención de tenernos bien controlados, para que no podamos pensar por nosotros mismos…

Porque si no adherimos a la creación teológica, tenemos que estar, “obligatoriamente”, a favor de la evolución darwiniana…

Porque nos hacen creer que no hay otras opciones, porque si nos salimos del molde preestablecido vamos a descubrir que todo es una gran mentira, ¡creada por seres maliciosos para dominarnos!

Brian se había dado cuenta que las religiones humanas organizadas nos alejan cada vez más de la Verdad, y entonces por ese lado se sentía muy perdido…

Y por otro lado, había llegado a la conclusión que la ciencia terrestre siempre lo había defraudado, porque sólo “des-cubría” lo que podía ser probado por los sentidos, ¡lo que podía ser aceptado por los “dormidos”!…

El joven consideraba a la mayoría de los científicos como engranajes de una maquinaria siniestra e imperfecta ¡y como parte de un gran negocio oscuro y clandestino que nos perjudica cada día más!

Y para colmo de males la política, la economía, la justicia, la democracia, y todos los gobiernos en general, ¡lo confundían por demás!…

Y además, el joven no podía entender a la gente que siempre se quejaba, porque para él era la más distorsionada, porque no podía darse cuenta que la engañaban… ¡y porque siempre votaba al revés de lo que pensaba y le convenía!...

Brian no dudaba de la existencia de traficantes profesionales de mentiras, de personajes nefastos que trabajan impunemente para atrapar a la mayoría incauta, ¡que ingenuamente cae en sus redes porque vive encadenada a los medios masivos de desinformación!...

Él tenía esto muy claro porque nadie podía manipularlo, porque nunca le escapaba al debate serio y constructivo, ¡porque estaba seguro que quería más para los otros y menos para sí mismo!...

Por eso, todos los días se enfrentaba al poder oculto de los grandes monopolios, de aquellos que desde las sombras querían dominarlo todo, porque no estaba sumergido en la gran paranoia que lo rodeaba, ¡porque no vivía pensando que lo podían robar o matar en cualquier momento, porque para él la única inseguridad real era la interna!...

Y por todo eso, y por muchas otras cosas más, el Alma enajenada de Brian no quería ahogarse…

El joven intuía que algo muy importante iba a pasarle, algo que podía llegar a cambiar al mundo entero si fuera posible, pero no sabía qué hacer para ayudar a crear ese nuevo Gran Paradigma… que estaba seguro que ya se estaba gestando…

Por eso algunas veces perdía la esperanza y se descorazonaba… Y estresado, y muy abatido, dudaba de todo…

¡Hasta había empezado a desconfiar del Amor de su esposa y de su hijo!...

¡Y un día, hasta llegó a pensar que iba a volverse loco si no hacía algo pronto!…

Y muy aturdida, su mente exhausta se debatía entre preguntas sin respuestas…

¿Qué sentía él en realidad por Victoria y Jonathan…?

¿Iba a durarle ese “sentimiento” toda la vida…?

¿Podía alcanzarle para ser feliz siempre…?

¿Era ése el gran Propósito de estar vivo…?

El joven pensaba muchas veces en sus padres, buenos y abnegados, que habían sido felices juntos hasta el último día, y recordaba que ellos nunca le habían hablado del Amor, ¡pero lo respiraban a cada instante!…

El joven se preguntaba si existiría algún secreto perpetuo, algo que se llevaron consigo y nunca le confesaron, porque él tenía que descubrirlo por sí mismo para llegar a comprenderlo…

¡Brian se sentenció a averiguarlo!...

El Mensaje del Creador

“Esta forma de obrar y pensar es lo que llamamos: Madurez y Crecimiento Espiritual.”

(Los Voluntarios de las Naves) – Franca Canonico – “EL SER UNO IV”

Una noche, después de un día entero en tribunales, repleto de audiencias tediosas y prolongadas, Brian se fue a cenar sólo a su restaurant favorito en la costanera del Río de la Plata. Estaba agotado, saturado de mentiras, hastiado de burocracia, y tenía que hacer algo muy pronto para cambiar la vida que estaba llevando.

El joven se sentó en una mesa frente al río, como escondido, en un extremo del salón; a lo lejos lo acompañaba una pequeña luz roja intermitente, que flotaba inmóvil sobre las tranquilas aguas plateadas. Brian comió despacio, en silencio, abstraído.

Pensaba en todo lo que había aprendido en sus 26 años de vida, y en lo poco que le gustaría saber de todo eso, porque el pasado reciente solo lo atraía para no cometer los mismos errores, y porque desde hacía un tiempo había empezado a interesarse en la Historia Cósmica, en la que precede a la “esquizohistoria” que nos obligan a estudiar.

Aquella noche los pensamientos de Brian iban más allá de los pormenores, de los nombres, fechas y lugares, porque apuntaban al Origen Primigenio, a lo que nos sacó de aquella Gran Agua Gestora… ¡a lo que nos metió de cabeza en este mundo tan real e ilusorio!

Al joven se le cruzaban muchas ideas locas por la mente mientras comía, pero él las tenía en cuenta, porque lo hacían sentir bien, porque fueron ellas, en definitiva, las que le dieron el entendimiento y el coraje necesarios para encontrar las respuestas que tanto estaba buscando, para salirse de todo lo negativo que lo esclavizaba…

Porque allí sentado, frente una ventana que lo proyectaba a la oscuridad del río… ¡Brian Brown decidió abandonarlo todo, todo lo que lo rodeaba, lo antes posible!…

El joven miró a su alrededor y su corazón se aceleró…

Había decidido irse de la ciudad… iba a alejarse de su familia, de su casa, de su trabajo, de sus amigos… ¡Y lo iba a hacer ya!...

Brian tragó y respiró profundo. Apenas podía creer la determinación que había tomado. Hasta entonces, ésta había sido la más difícil de toda su vida, ¡y ahora tenía que hacerse cargo de ella!…

Él siempre había pensado que vivía atado de pies y manos, paralizado por la inacción, cuando tenía que tomar decisiones importantes. Fue por eso, que al final de esta última cena en la ciudad, cuando salió a la calle y miró al cielo, una nube difusa de culpa intentó cubrirlo…

Pero en ese Momento Clave, eso más que una amenaza, o una advertencia, ¡fue todo un desafío!…

¡Brian iba a jugarse la vida, como náufrago en medio de aquel río!...

Más tarde, ya de madrugada, cuando Brian manejaba de regreso a casa, su coche misteriosamente empezó a perder velocidad. Se frenaba sin motivo aparente y en un par de minutos, extrañamente, quedó detenido por completo al borde de la ruta. Todo parecía normal pero el arranque no respondía. El joven bajó del coche intrigado y levantó la tapa del motor, y ajustó los contactos y volvió a entrar al auto, y probó encenderlo nuevamente, y nada…

Pero de repente una potente luz lo encandiló, ¡el espejo retrovisor casi lo cegó!…

Brian pensó que alguien había parado atrás para ayudarlo, entonces volvió a salir del auto, ¡y cuando lo hizo, ¡un enorme destello azul lo deslumbró!…

El joven tuvo que entrecerrar los ojos para poder ver, a lo lejos, la silueta de un hombre que se acercaba caminando, sin prisa, hacía él…

El extraño sujeto, que parecía provenir del centro de la gran Luz que lo rodeaba, era alto y flaco, y vestía una túnica dorada…

A medida que avanzaba Brian pudo distinguir en él una barba blanca muy larga, y un rostro sereno que transmitía Paz y Armonía…

Cuando el viejo llegó a estar a unos pocos metros de él se detuvo, y en medio de la quietud de la noche, le dijo muy tranquilo, con una voz gutural que resonaba:

—PUEDES SEGUIR TU CAMINO, TODO ESTA EN ORDEN.

El joven lo miró muy sorprendido, pero pudo responder con calma:

—Mi auto no arranca, es por eso que estoy aquí detenido…

—PUEDES SEGUIR TU CAMINO, TODO ESTA EN ORDEN –insistió el recién llegado.

Brian, desconcertado, lo miró sin entender. Dudó un instante y después se metió al auto y accionó el encendido, y el rugido del motor rompió el silencio. Luego lo interrumpió y lo intentó nuevamente con el mismo resultado.

Entonces, el joven salió del coche confundido y le dijo al viejo que seguía ahí parado:

—¡Gracias!... No sé qué pasó pero te lo agradezco… y tienes razón ya puedo continuar mi camino a casa…

—A CASA Y ADONDE TE HAS DECIDIDO –le dijo el viejo muy confiado.

La Gran Luz Blanca a sus espaldas no dejaba entrever en qué se transportaba, el esplendor le daba a su figura un aspecto místico. Los ojos azules de Brian se tornaron inmensos, desmesurados, tratando de escudriñar a fondo al grandioso Ser que tenía enfrente.

El joven no sabía qué pensar, no quería que el encuentro terminara sin antes saber quién era el viejo en realidad, porque hasta parecía conocer la drástica decisión que él acababa de tomar…

Por eso respiró profundo y le preguntó sin vueltas:

—Dime quién eres tú, que apareces de pronto de la nada, y el problema del auto desaparece con tu llegada, y además conoces la difícil situación que estoy viviendo…

—SOY UN VIEJO SABIO –le respondió el luminoso Ser.

Y Brian, con mucha astucia también, le dijo enseguida con una sonrisa franca:

—Entonces tendrás algo más para decirme…

—ESCUCHA ESTO Y RECUERDALO SIEMPRE –le dijo el Viejo Sabio iluminándose cada vez más:

—TODO EL UNIVERSO ES MENTAL.

El joven se quedó pensando en estas palabras, intentando procesarlas en su mente, buceando en lo profundo de su contenido, cuando de pronto se dio cuenta que el Viejo Sabio había desaparecido, ¡y que la Luz se le venía encima, y que iba a chocar contra él!...

Brian se dio vuelta y se encogió, y el fulgurante haz pasó a su lado, o lo atravesó… No estaba seguro pero ahora a la Luz la tenía adelante, y veía, inmóvil, como se alejaba…

Por eso se metió rápido al auto y arrancó, y partió tras el Viejo Sabio, pero enseguida se dio cuenta que era imposible alcanzarlo, ¡porque la Luz súbitamente se elevó y se achicó, y se perdió en el cielo!…

El joven apenas podía creer lo que estaba pasando…

Por eso, resignado, fue bajando de a poco la velocidad. Y lentamente iba reaccionando, tratando de comprender lo acontecido…

Se preguntaba quién era en realidad el Viejo Sabio...

¿Un extraterrestre, por la forma en que había desaparecido…? ¿O un Ángel…? ¿O un Maestro Ascendido…? ¿O era el mismo Dios en persona…?

Las preguntas le brotaban en su mente como eslabones de una cadena infinita, pero en realidad mucho no importaban… Era evidente que había tenido un Contacto Divino… ¿para confirmar la inminencia de su nuevo Gran Destino?…

Brian no había sido elegido por casualidad, desde muy pequeño sabía que iba a trascender su forma humana, que iba a superar lo mundano, que iba a ayudar a los demás y a todo el Planeta...

Por eso, cuando más lo necesitaba, ¡el Creador se le había presentado para entregarle toda la fortaleza que le faltaba!...

La marcha del auto se había serenado, y Brian, solitario en medio de la noche, había recuperado la calma. La presencia del Viejo Sabio seguía viva en su mente, aún podía escucharlo como si estuviera presente:

“TODO EL UNIVERSO ES MENTAL”, se repetía en silencio mientras conducía, porque estas cinco palabras terminaron de darle fuerza y sentido al Momento Clave que vivía.

Brian estaba convencido que iba a cumplir con todo lo que había decidido, porque estaba dispuesto a saltar al vacío con el Alma en las manos, porque ya no tenía otra opción, ¡porque era ahora o nunca!...

Por eso, mirando al cielo de reojo, le pidió al Viejo Sabio que no lo abandonara, que lo alumbre…

¡Porque estaba comenzando su Aventura Cumbre!…

Premonitoriamente, Brian imaginó las montañas, coronadas por nieves eternas, y un tibio sudor helado recorrió su cuerpo… estaba llegando a casa…

A pesar de la hora Victoria lo esperaba levantada, leía no muy compenetrada, sentada en un sillón de la enorme sala…

Brian la observó un instante, hasta que ella lo descubrió y cerró el libro, y se quitó las gafas y lo saludó como de costumbre:

—Hola mi cielo...

—Hola mi amor –respondió él automáticamente.

-¿Pasó algo...? –preguntó ella al ponerse de pie.

-Un problema con el auto… que pude resolver milagrosamente... –explicó Brian embelesado, y agregó– El día fue interminable…

¿Estás bien…? –le preguntó ella caminando hacia él, porque lo notaba preocupado.

—Sí, sólo un poco cansado –le contestó Brian sonriéndole con afecto, y después la interrogó– ¿Jony…? ¿Se durmió temprano…?

—Sí, le di un beso por ti… –le dijo ella dulcemente cuando ya lo tenía enfrente.

—Bien –alcanzó a decir el joven antes que ella lo abrazara, y lo besara con inusitada pasión.

La bella muchacha intuía que algo grave pasaba. Brian la miró a los ojos, y luchando con sus ganas de no despegarse jamás, empezó a hablarle con emotiva decisión:

—Hay algo muy importante que debo decirte, mi amor…– le dijo con voz enternecida, pero sus palabras sonaron huecas, vacías…

Victoria sintió un escalofrío y quedó petrificada, y su carita de niña palideció, pero alcanzó a murmurarle con mucha valentía:

—Te escucho...

El joven hacía un esfuerzo supremo, una enorme ansiedad los embargaba, ninguno de los dos sabía realmente lo que pasaba… sus miradas camufladas se consumieron, desproporcionadas…

Por eso, sin vueltas, lúcido e iluminado, Brian se sinceró:

—He decidido alejarme un tiempo de todo… –empezó a decir casi sin poder creerlo, pero continuó:

—De ti, del pequeño, de esta casa… del trabajo, de la ciudad, de mis amigos… de mi vida de todos los días…

Victoria lo miraba atónita, pero él no se detenía:

—Por eso mañana, a primera hora, tomaré un avión al sur… a las montañas…

El joven pareció desinflarse, pero pudo agregar:

—Estoy seguro que cuando regrese, ¡te podré amar aún más, y mejor!...

Los ojos verdes de la hermosa mujer se desorbitaron, la actitud de Brian era impasible y ella lo conocía muy bien, nada ni nadie lo haría cambiar de opinión…

Las delgadas piernas de Victoria flaquearon, amagaron no poder sostenerla, pero no se derrumbó… no supo de dónde sacó fuerzas, se moría por dentro, explotaba, pero no se quebró… no gastó frases inútiles, se tragó un grito desesperado, y conteniendo las lágrimas, con voz entrecortada, balbuceó:

—Vamos a acostarnos...

Eso fue todo lo que ella pudo o quiso decir. Luego salió de la sala con pasos tambaleantes. Brian la siguió.

Esa noche no hubo más palabras, Brian y Victoria sólo se aferraron el uno al otro, no se amaron furiosamente, descubrieron que el Amor los había hecho a ellos…

Y antes que amanezca el joven la besó en la frente, con cuidado para no despertarla, y lo mismo hizo con su hijo, profundamente dormido…

Con los primeros rayos de sol, Brian había partido…

La Ley de Atracción

“El niño mago habla en mi interior desde edades remotas. Yo me hago a un lado y le dejo decir lo que más necesita decir.”

Ray Bradbury – “Cuentos Espaciales”