Caballo en el monte - Eugenius Malaczewski - E-Book

Caballo en el monte E-Book

Eugenius Malaczewski

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Beschreibung

¿Cuánto dolor puede soportar un hombre?El protagonista de esta historia, como si fuera un nuevo santo Job, se hunde en las profundidades más insondables del sufrimiento humano. La guerra es la pena con que la humanidad sufriente se castiga a sí misma mediante el asesinato y la crueldad, que conduce directamente a la locura por el sendero de la aniquilación y la destrucción. En medio de un país desolado física y espiritualmente sobre el cual campa la muerte, ¿qué sentido hay todavía para el dolor? Y sin embargo lo encontramos en estas sentidas páginas. La tremenda e inesperada imagen de un caballo martirizado inútilmente se levanta como un nuevo Crucificado en medio del valle de lágrimas y muestra al mundo que todo dolor tiene un sentido, que en tanto el amor y el perdón existan la causa de la humanidad no estará perdida.

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Literatura

A los lectores

Esta colección está dirigida a aquellos lectores curiosos y atrevidos que anhelen encontrar una historia hermosa, un drama que revele algo de nosotros mismos o una percepción más aguda del misterio del hombre y del universo. Quien abre un libro espera que se le descubra algo más sobre el mundo y sobre su posición en él. De otro modo sería incomprensible que siguiésemos acercándonos a los libros, cuando la lectura es uno de los gestos del hombre más gratuitos e innecesarios. Como decía Flannery O’Connor, una buena pieza literaria lo es porque tras su lectura notamos que nos ha sucedido algo.

La colección Literatura de Ediciones Encuentro ofrece obras que permitan sentir con mayor urgencia el anhelo de un significado y la experiencia de la belleza. Textos en los que la razón se abre y el afecto se conmueve. Piezas teatrales, poemas, narraciones y ensayos en los que andar por otros mundos, abrazar otras vidas, espiar la hermosura de las cosas, y participar en la experiencia dramática que despierta un hecho escandaloso en la historia, el de Dios hecho hombre.

Guadalupe Arbona Abascal Directora de la colección Literatura

CONSEJO EDITORIAL DE LA COLECCIÓN «LITERATURA» DE EDICIONES ENCUENTRO

Directora

Guadalupe Arbona AbascalProfesora de Literatura Española, Universidad Complutense de Madrid

Consejo Editorial

María Dolores de Asís GarroteCatedrática de Literatura Universal, Universidad Complutense de Madrid y San Pablo CEU

María del Carmen Bobes NavesCatedrática de Teoría de la Literatura, Universidad de Oviedo

Sergio CristaldiProfessore di Letteratura Italiana, Università di Catania

Henry (Hank) T. Edmondson III,Professor of Liberal Arts and Sciences Georgia College & State University

José Jiménez Lozano,escritor

Jon JuaristiCatedrático de Literatura Española, Universidad de Alcalá de Henares

José Antonio Millán-AlbaCatedrático de Literatura Francesa, Universidad Complutense de Madrid

Álvaro de la Rica Aranguren

Eugeniusz Małaczewski

Caballo en el monte

Traducción al castellano de Joanna Kudełko y José Antonio Molina Gómez

ISBN DIGITAL: 978-84-9920-771-1

Título originalKoń na wzgórzu

© 2012 Ediciones Encuentro, S. A., Madrid

Diseño de la cubierta: o3, s.l. - www.o3com.com

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos.

Para cualquier información sobre las obras publicadas o en programa y para propuestas de nuevas publicaciones, dirigirse a: Redacción de Ediciones Encuentro Ramírez de Arellano, 17-10.ª - 28043 Madrid Tel. 902 999 689www.ediciones-encuentro.es

PrólogoEUGENIUSZ MAŁACZEWSKI, UN ESCRITOR Y HÉROE DESTINADO AL OLVIDO

Cuando se iba de este mundo, en la primavera de 1922, tenía tan solo 24 años. Normalmente en esa edad un hombre joven acaba de entrar en la vida madura: sigue estudiando o busca su primer trabajo, piensa en formar una familia, está ideando proyectos de cara al futuro. Eugeniusz Małaczewski al morir en Zakopane, «puerta de los Tatras iluminados por el gran Sol», tenía ya tras de sí las trágicas experiencias vividas durante la primera guerra mundial, la revolución rusa y además un exitoso debut literario.

¿Quién era el hombre que se hizo fuente de inspiración para el mismo cardenal Stefan Wyszyński, llamado en Polonia el «Primado del Milenio» y considerado, junto con Józef Piłsudski y Juan Pablo II, la persona más importante en nuestra historia del siglo XX? ¿Cómo se puede resumir su breve vuelo por debajo del cielo polaco y ajeno? ¿Qué mensaje pudo trasmitir a sus contemporáneos y a las siguientes generaciones? Y finalmente, ¿por que sigue siendo prácticamente desconocido para la mayoría de sus compatriotas?

Según afirma, Stanisław Mikke, un eminente abogado y escritor, fallecido en la catástrofe de Smolensk de 10 de abril de 2010, ni siquiera lo conocen los alumnos de la carrera de filología polaca de las grandes universidades en Polonia1.

Polonia a finales del siglo XIX y comienzos del XX: contexto histórico

Cuando nació Małaczewski, Polonia no existía como estado independiente. En el año de su prematura muerte nuestro país estaba de nuevo en el mapa europeo. Entre 1897 y 1922 el mundo entero y sobre todo Europa experimentaron grandes cambios políticos, económicos, sociales y culturales. Todos los problemas e inquietudes estallaron en un gran conflicto militar, por primera vez a nivel mundial, que acabó con la vida de millones de personas, destruyó la economía de varios países, cambió modos de pensar y de ver la realidad. Luego llegó la revolución bolchevique que tuvo y sigue teniendo sus consecuencias hasta hoy día.

Desde el siglo XV hasta la mitad del XVII Polonia, como España, fue uno de los países más importantes en nuestro continente2. Con casi un millón de kilómetros de territorio, con sus libertades y respeto a las minorías, con su gran cultura intelectual y artística llegó a ser la primera potencia política en la Europa Central y Oriental. Con el paso del tiempo y por varios motivos (falta de reformas económicas y sociales, evolución del sistema político hacia una oligarquía aristocrática que reducía el poder del rey, continuas guerras contra los turcos, suecos, rusos, y por fortalecimiento y expansionismo de los países vecinos) entró en una fase de decadencia. La última gran victoria que consiguió Polonia fue la famosa batalla de Viena (1683) cuando el rey Juan III Sobieski salvó a Europa del peligro otomano y de la expansión del Islam en gran parte del continente. Desde el comienzo del siglo XVIII Polonia sigue perdiendo su papel internacional, los reyes de la Casa de Sajonia velan por sus propios intereses dinásticos3, el parlamento (Sejm) paralizado por el llamado liberum veto, no es operativo, no hay nuevas leyes ni dinero para los gastos públicos, el ejército está muy debilitado. Paso a paso Polonia se convierte en una zona de influencia de grandes potencias (Rusia, Prusia, Imperio Habsburgo). En la segunda mitad del siglo XVIII, bajo la tutela rusa, el rey Estanislao Augusto intenta modernizar el país, pero los estados vecinos se oponen a los proyectos que hubieran podido reforzarlo. En 1772 se produce el primer reparto de Polonia. Veinte años más tarde, en 1791 se proclama la Constitución de 3 de Mayo que da un nuevo régimen político al estado. De nuevo intervienen las potencias vecinas que se reparten definitivamente el territorio polaco (en 1793 y 1795).

En el siglo XIX los polacos intentan recuperar su independencia, organizan insurrecciones y levantamientos (en 1830 y 1863), buscan apoyo de la Europa Occidental (en Francia, Inglaterra), algunos incluso en Rusia. A pesar de los intentos de rusificacción o germanización los polacos logran conservar su lengua, tradiciones e identidad. Los factores más importante de la resistencia son la fe y la Iglesia Católica, la gran cultura y grandes personalidades: escritores, poetas, músicos, pintores (Chopin, Mickiewicz, Słowacki, Norwid, Matejko, Sienkiewicz). Sus obras evocan tiempos de grandeza, tiempos de libertad y hacen que los polacos mantengan viva la esperanza. Después del levantamiento de 1863 y las crueles persecuciones rusas los polacos abandonan la idea de recuperar la independencia por vía militar. Se dedican a fortalecer la economía, a desarrollar el sistema de educación, a participar en la vida pública de los países en donde viven4. Nacen nuevos partidos políticos de varias tendencias ideológicas. Mejor preparados que antes, esperando alguna oportunidad, un cambio del sistema europeo derivado del Tratado de Viena (1815) para volver a luchar por la independencia.

A finales del siglo XIX, cuando nació Małaczewski, en Europa se multiplicaban conflictos y problemas a nivel internacional. Ya funcionaban dos sistemas opuestos: los llamados países centrales y los de la Entente. Por primera vez desde casi un siglo los países que se apoderaron de los territorios de Polonia estuvieron en dos bloques enemigos (Rusia contra Prusia e Imperio Austro-Húngaro). Entre los líderes políticos polacos unos veían el renacimiento de la independencia en cooperación con el bloque central (Józef Piłsudski) y otros en colaboración con Rusia y las potencias occidentales (Roman Dmowski).

Cuando en 1914 estalló la Gran Guerra los reclutas polacos fueron movilizados para luchar en las tropas austriacas, prusianas y rusas, muchas veces disparando contra sus compatriotas. A pesar de las diferencias entre Piłsudski y Dmowski los dos trabajaban por la independencia. El primero formaba bajo el mando austríaco las legiones polacas que participaban en las batallas en el frente oriental. El segundo desarrolló las actividades diplomáticas en Francia, Inglaterra, Estados Unidos para obtener apoyo de las grandes potencias occidentales y formaba unidades militares polacas bajo el mando ruso.

La declaración del presidente Woodrow Wilson (la doctrina de autodeterminación), el estadillo de la revolución y desintegración de las fuerzas militares rusas y luego la paz entre Rusia y el Imperio Alemán en Brest-Litovsk (marzo de 1918) facilitaron la resolución del problema. En otoño de 1918 se proclamó la independencia de Polonia.

Los primeros años de la ansiada libertad fueron muy difíciles. Se trataba de reconstruir de nuevo un estado después de más de cien años de inexistencia, formado por tres partes que antes pertenecían a tres diferentes países. Habría que luchar por el territorio, por las fronteras. Y lo más importante, la recién reconstruida Polonia tuvo que aguantar un terrible ataque de su enemigo mortal, es decir, de la Unión Soviética en 1920. En la batalla de Varsovia se decidieron los destinos de Europa para dos décadas. La humillante derrota de las tropas bolcheviques detuvo la expansión de la revolución comunista y la conquista del continente europeo. La paz firmada en Riga (1921) puso fin a la guerra y garantizó la seguridad de la frontera oriental de Polonia hasta el 17 de septiembre de 1939.

Uno de los testigos presenciales y activos de estos grandes acontecimientos y procesos históricos fue un joven polaco que nació en el seno de una familia polaca que vivía en las antiguas tierras polacas en Ucrania y que quiso ser abogado.

Eugeniusz Małaczewski (1897-1922)

Małaczewski nació a finales del siglo XIX, el 1 de enero de 1897, en los antiguos confines polacos, en un pueblo llamado Kiwaczówka, situado cerca de Humań, en Ucrania. Estudiaba en un colegio privado donde se empeñaba en leer obras de grandes escritores de la época de romanticismo (Mickiewicz, Słowacki) y de Józef Hoene-Wroński, conocido filósofo de la corriente mesianista. Después de la prematura muerte de su padre, se dirigió a Woronez, donde en 1915 aprobó el bachillerato. Luego, como recluta, fue incorporado al ejército ruso.

Cursó la carrera militar en la escuela de alféreces de Kiev y fue destinado al frente de la Primera Guerra Mundial. Luchaba en la región de Bukowina. Cuando en 1917 estalló la revolución en Rusia, el joven suboficial se empeñó en organizar el ejército polaco. Bajo el mando del general Józef Dowbór-Muśnicki participó en muchas batallas en Bielorrusia y Ucrania. Cuando los alemanes desarmaron el Primer Cuerpo Polaco, Małaczewski consiguió escapar al puerto de Arcanguelsk situado en las orillas del Mar Blanco. Más tarde luchaba contra los bolcheviques. En principios de 1919, camino de Murmansk e Inglaterra, llegó a Francia y se incorporó al ejército polaco formado en el suelo francés por el general Józef Haller. En París continuó sus estudios militares y terminó un curso para oficiales con el grado del subteniente. En aquel tiempo ya había síntomas del empeoramiento del estado de su salud. Al volver a Polonia Małaczewski se encontró en la primera línea de la guerra polaco-soviética de 1920. Terminada la contienda se estableció en Varsovia dedicando mucho tiempo a escribir y publicar sus textos. Desgraciadamente su enfermedad, tuberculosis, se hizo más grave. Sabiendo que iba a perder esta batalla con la muerte los últimos meses de su vida los pasó en las montañas de Tatry admirando la majestuosidad de los picos y conversando en silencio con Dios. Murió el día 19 de abril de 1922. Yace en el cementerio de Zakopane.

Así, en resumen, transcurrió la vida de un heroico soldado, defensor de patria y escritor de gran relevancia para la posteridad. Adam Grzymała Siedlecki (1876-1967), un gran dramaturgo y crítico de literatura polaco, refiriéndose a Małaczewski escribió lo siguiente: «No he encontrado nunca en los textos de un escritor debutante obras de tanta madurez espiritual y tanta fuerza de expresión».