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Una guía práctica con trucos y consejos para organizar distintos tipos de eventos, incluye ilustraciones que explican paso a paso lo que usted debe saber sobre el arte de recibir y todos los secretos para lograr una mesa perfecta. Descubra cómo ser el mejor anfitrión en reuniones sociales y de negocios, deslumbre a sus invitados y disfrute de encuentros inolvidables.
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Seitenzahl: 42
Veröffentlichungsjahr: 2015
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En mi primera clase de Ceremonial y Protocolo empresario, la frase inaugural del famoso especialista que dictaba el curso fue: “El fin último del ceremonial es hacer que otro se sienta bien”.
Dramáticamente supuse que el profesor había equivocado el concepto, o que yo estaba en el aula equivocada. Sin embargo, fue muy grato entender al final de esa primera materia que él tenía razón. Es por ello que agradezco al Dr. David Lawes, mi profesor y amigo, esta sabia introducción, ya que es el mejor resumen que, a la fecha, pude encontrar con respecto a esta disciplina. Disciplina que también es arte. Es el arte de combinar el buen gusto, la decoración, el placer visual y la comodidad de los invitados.
En principio, la gente suele temer, preocuparse y hasta paralizarse a la hora de enfrentar una ceremonia, simplemente por desconocimiento o por temor a hacer el ridículo. Muchos se apabullan con el protocolo a seguir porque les falta información o están mal instruidos.
Justamente el ceremonial hace que, al unificar lo que todos debemos hacer con sus reglas protocolares, nadie se sienta incómodo. Por supuesto, más allá de las convenciones, un buen anfitrión debería ser lo suficientemente flexible como para adaptarse en cada circunstancia a las necesidades del invitado. En diversas oportunidades me consultan sobre cómo presentar una mesa correctamente o cómo realizar una reunión. En líneas generales respondo a la consulta con la siguiente premisa: el sentido común debe reinar en todo momento.
Por ejemplo, es muy difícil que alguien me consulte sobre las reglas a seguir en un cumpleaños de niños, puesto que son costumbres trasladadas de generación en generación y que poco y nada han cambiado a los largo de los años. Tampoco tiene particularidades significativas en los diversos países. Casa o salón infantil, amigos del agasajado, menú acorde a la edad, piñata, animador, regalos, vajilla descartable, decoración que en general incluye globos. Estos son pasos básicos que se siguen sin consulta y prácticamente de memoria. En el peor de los casos, uno puede estar ansioso deseando que los niños se diviertan y sean felices, pero nadie tiene miedo ni duda sobre las reglas básicas. Caben además, ciertos ajustes de acuerdo a las modas de cada generación.
Más adelante veremos que las reglas generales del ceremonial se aplican tanto en la mesa cotidiana como en un gran banquete. Son muy similares, y de fácil entendimiento.
Antes de empezar es necesario establecer un código en común. Para lograrlo propongo revisar rápidamente el significado de algunas de las palabras clave en esta disciplina. Las siguientes definiciones textuales pertenecen a un libro tan útil como poco consultado en los últimos tiempos: el diccionario.
Ceremonial:Del latín caeremoniālis. Relativo al uso de las ceremonias. Serie o conjunto de formalidades para cualquier acto público o solemne. Libro, cartel o tabla en que están escritas las ceremonias que se deben observar en ciertos actos públicos.
Desde el origen de los tiempos, las diversas sociedades han usado las ceremonias como formas de ordenar y unir a la sociedad. Hasta la fecha, esta función ha variado muy poco. Aunque dichas ceremonias se remitían solo al ámbito sacro, hoy en día se aplica el ceremonial en diferentes situaciones tanto en las reuniones públicas como en las privadas. Hay que distinguir ciertas diferencias sustanciales con respecto al ceremonial empresario. De hecho, aunque su raíz es la misma y se basan en las ceremonias tradicionales, las empresas disponen de sus propias formas y reglas particulares.
Protocolo:Del latín protocollum. Regla ceremonial diplomática o de palacio establecida por decreto o por costumbre.
Etiqueta:Del francés étiquette. Ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se debe guardar en las casas reales y en actos públicos solemnes. En la manera de tratar a las personas de cierto rango, a diferencia de los usos de confianza o familiaridad. Traje de etiqueta: Uniforme de gala propio de una dignidad o cargo. El que usan los hombres en actos solemnes que lo requieran; por ejemplo, el frac o el chaqué.
La correcta “etiqueta” implica “saber ser” y “estar” de acuerdo a cada situación, esto incluye desde el trato con respecto al rango, (por ejemplo, Señor, Señora, Doctor, Licenciado, etcétera), hasta la vestimenta y los modales.
Evento:Del latín eventus. Acaecimiento. Eventualidad, hecho imprevisto, o que puede acaecer. Suceso importante y programado, de índole social, académica, artística o deportiva.
Se ha debatido mucho sobre esta palabra. Se discutió si un hecho eventual, es decir no previsible, como una reunión de cualquier índole, podía ser considerado un evento. Hoy, se ha popularizado que un hecho imprevisto o una reunión planeada de antemano se nombre de esta manera.
Precedencia:Del latín praecedentĭa. Anterioridad, prioridad de tiempo. Anteposición, antelación en el orden. Preeminencia o preferencia en el lugar y asiento y en algunos actos honoríficos. Primacía, superioridad.
La precedencia se relaciona con el orden utilizado en cualquier evento para demarcar la importancia o el rango de cada invitado. Permite diagramar la correcta ubicación de las personas en las mesas, estrados y otros sitios.
Para conocer las reglas básicas planificaremos un Evento X, lo definimos así para darle un nombre al acontecimiento.