Charly García: el vicio de la eternidad - Dante Sandrigo - E-Book

Charly García: el vicio de la eternidad E-Book

Dante Sandrigo

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Beschreibung

Dante Sandrigo nos presenta un minucioso estudio de toda la obra de Charly García. Parte desde una certeza: es el mejor artista de la canción popular del mundo. Este músico modificó la cultura argentina para siempre, su obra es ineludible, e incluso marcó irremediablemente la vida de millones. Nació con el vicio de la eternidad. Él mismo lo simplifica diciendo: "Me siento invitado en todas las casas". Leer y comprender cada una de sus canciones es el inicio de un viaje de placer y de sorpresa. Un libro único, necesario.

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Producción editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación editorial: Gastón Barrionuevo

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Fotografías de tapa y contratapa: Silvina Perea.

Diseño de interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Sandrigo, Dante Gabriel

Charly García : el vicio de la eternidad : un análisis filosófico y poético de su obra / Dante Gabriel Sandrigo. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2023.

322 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-824-225-5

1. Historia de la Música. 2. Estudios Culturales. I. Título.

CDD 781.660982

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor.

Está también totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidadde/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2023. Sandrigo, Dante Gabriel

© 2023. Tinta Libre Ediciones

Prólogo

Necesariamente debo empezar narrando mi propia historia, y no porque la considere interesante, no es más que un cúmulo de banalidades, sino porque al hacerlo sé que estoy reproduciendo la historia de otros miles, cientos de miles que vivieron algo similar.

Entre mediados y fines de 1974 Charly García entró en mi casa de la mano de mis hermanos mayores, especialmente de Carlos, quien cantaba unas canciones que me sonaban agradables, y enseguida apareció el disco, el amado disco Confesiones de invierno. A mis nueve años no tenía demasiada dimensión de lo que significaba todo eso, pero las canciones me llamaban la atención, me gustaban, y se instalaban en mi cabeza haciéndome repetir incansablemente algunas partes. Extrañamente, les encontraba algún sentido, significaban algo profundo para mí, y aunque toda la teoría del genial Piaget refute mi afirmación, puedo asegurar que aquellas frases sueltas, o el modo en que eran expresadas, me abrían caminos para elaborar pensamientos.

También percibí que muchos otros las cantaban, y no hacía falta más que una guitarra y enseguida se formaba una rueda en la que todos participaban porque las letras parecían sabidas universalmente. Así, de conocer tres o cuatro canciones, llegaron otras como aluvión y el nombre del autor se estampó para siempre en mi vida. Desde aquella niñez me llamó la atención el hecho de que eso que me gustaba, también le agradaba a la mayoría, y hasta nuestros padres, lejanos a esas expresiones musicales, las escuchaban con satisfacción. El mismo Charly García expresó su perplejidad por esa situación, ya que hacía sus canciones para los jóvenes, y les gustaban a las madres, e hizo una mención en un tema de La Máquina: madres, hijas y hermanas van a llorar el llanto del adiós (Sui Generis).

A partir de sus primeras apariciones en el año 1972, Charly García se convirtió en un ícono de la música argentina, y dejó una marca tan visible en varias generaciones, que no se puede hablar de cultura argentina sin mencionar su rastro. La causa de ese fenómeno es múltiple, pero con un mérito inusual, ya que esa masividad no está originada por estribillos pegajosos, ni por melodías complacientes, ni por letras previsibles. Tanto la música como las letras tienen su sello personal, un estilo que le pertenece y que, por ausencia de continuadores, parece difícil de imitar. Su obra completa es tan particular, que generó la antonomasia.

Cuando se habla de García, se insiste en destacar su genialidad musical, y se pone el énfasis en sus virtudes musicales. A pesar de eso, no se hicieron trabajos serios analizando sus características compositivas, trabajo que quedará para los especialistas. Respecto a las letras de sus canciones, se suelen citar fragmentos o frases aisladas, pero tampoco existe un trabajo que las aborde como corpus, siendo su obra tan compleja y rica, que se vuelve imperioso detenerse a observar con espíritu crítico para luego disfrutar de sus canciones comprendiéndolas.

Con esa perspectiva vamos a leer a García desde el punto de vista poético, pero no en un análisis académico, sino asumiendo el rol de lectores, de aquel que escucha una canción buscando placer y dejándose penetrar por la palabra. Quizás nuestro análisis esté iluminado por la filosofía, que es la materia que nos permite encontrar sentido en las palabras, y descubrir también una coherencia a lo largo de la obra.

El presente no es un libro que se deba leer de corrido y en el orden que propone su autor, sino que pretende ser un aliado (palabra con gran carga semántica en el mundo García) del disco

Partimos de una convicción: Charly García es el mejor artista de la canción popular del mundo. No tiene parangón, y quizás a quienes les sorprenda esta afirmación estén pensando en otros artistas, pero será difícil encontrar uno que acumule una muy larga lista de canciones con letras y música propias que sean perfectas. Si hubiera nacido en Inglaterra no se tomaría por conjetural esta opinión, pero si cuesta admitir que un argentino porte esa cualidad es más por prejuicio que por convicción.

El presente libro refleja la opinión personal de su autor sobre el sentido de las letras de las canciones, y no es más que la interpretación individual. La intención es detenernos en las palabras del poeta para encontrar su carga semántica, y nos daremos por satisfechos si cada uno hace el mismo ejercicio para disfrutar de una obra universal.

Tenemos la presunción de que un escritor no siempre es consciente de lo que significan sus propias palabras, y que además no necesariamente hay intencionalidad al mencionarlas. El sentido surge luego en quien incorpora esas palabras y las carga con su subjetividad. En varias ocasiones el propio García explicó el origen de determinadas canciones, y es distante de lo que luego interpretaron aquellos que las escucharon.

En algunos casos se agregan también datos e información. No podemos citar exclusivamente una fuente específica, ya que este trabajo se fue gestando con base en la memoria de reportajes o declaraciones de García a lo largo de los años, también de variados reportajes o artículos en diversos medios. Las fuentes más concretas para alguna información son los libros Charly García de Daniel Chirom, y No digas nada, de Sergio Marchi. Asumimos que el trabajo siempre estará incompleto porque hay información circulando en la memoria de miles de seguidores del artista, que puede ampliar y mejorar este texto, pero estamos convencidos de que es un primer paso que había que dar.

“¿Cómo me definiría yo? Como un cuerdo que le da forma a su locura” dijo Charly sobre sí mismo y esa es la explicación de lo que provocó en la cultura argentina. García nos permitió ponerle orden a nuestras fantasías, a nuestros pensamientos sobre lo imposible les dio el pasaporte al mundo de lo real para que no los sintamos extraños ni irreverentes.

Este poeta que se fue descubriendo a sí mismo al tiempo en que se convertía también en una epifanía para quienes lo escuchaban, nos hizo sentir que éramos rebeldes, que amábamos la libertad; puso en marcha algunos de los pensamientos que sentimos que nos pertenecen porque ya estaban en nosotros, y su misión fue ayudarnos a expresarlos.

De alguna manera, Charly García es de todos, alguna de sus canciones nos influyó o algunas de sus melodías nos acompañan desde siempre. Él ya intuyó en sus primeros años esta ubicuidad suya en la gente (soy el hijo de todas y el amante también), y en su madurez lo sintetizó diciendo Me siento invitado en todas las casas.

Charly García modificó la cultura argentina para siempre, su obra es ineludible, e incluso marcó irremediablemente la vida de millones. Nació con el vicio de la eternidad.

Índice

Prólogo 7

Vida 19

1– Canción para mi muerte 20

2– Necesito 21

3– Dime quién me los robó 22

4– Estación 23

5– Toma dos blues 24

6– Mariel y el Capitán 25

7– Amigo vuelve a casa pronto 26

8– Quizás porque 27

9– Cuando comenzamos a nacer 27

Confesiones de invierno 29

10– Cuando ya me empiece a quedar solo 29

11– Bienvenidos al tren 31

12– Un hada, un cisne 32

13– Confesiones de invierno 33

14– Rasguña las piedras 34

15– Lunes otra vez 36

16– Aprendizaje 37

17– Mr. Jones, o pequeña semblanza de una familia tipo americana 38

18– Tribulaciones, lamentos y ocaso de un tonto rey imaginario, o no 39

Pequeñas anécdotas sobre las instituciones 43

19– Instituciones 44

20– Tango en segunda 45

21– El show de los muertos 46

22– Las increíbles aventuras del señor Tijeras 47

23– Pequeñas delicias de la vida conyugal 49

24– El tuerto y los ciegos 51

25– Música de fondo para cualquier fiesta animada 52

26– ¿Para quién canto yo entonces? 54

Canciones no editadas en LP 57

27– Blues del levante 57

28– Entra 58

29– El fantasma de Canterville 60

30– Alto en la torre 61

31– Botas locas 62

32– Quiero ver, quiero ser, quiero entrar 64

33– Antes de gira 65

La máquina de hacer pájaros 67

34– Bubulina 67

35– Cómo mata el viento norte 69

36– No puedo verme más 70

37– Rock 71

38– Boletos, pases y abonos 72

39– Por probar el vino y el agua salada 74

40– ¡Ah, te vi entre las luces! 74

Películas 77

41– Marylin, la cenicienta y las mujeres 77

42– No te dejes desanimar 79

43– ¿Qué se puede hacer salvo ver películas? 79

44– Híper–candombe 81

45– El vendedor de las chicas de plástico 82

46– Ruta perdedora 83

Temas sueltos, contemporáneos de aquel momento 85

47– Iba acabándose el vino 85

48– Música del alma 86

Serú girán 89

49– Eiti Leda 89

50– El mendigo en el andén 91

51– Separata 92

52– Autos, jets, aviones, barcos 93

53– Serú Girán 94

54– Seminare 94

La grasa de las capitales 97

55– La grasa de las capitales 98

56– San Francisco y el lobo 99

57– Perro andaluz 100

58– Frecuencia modulada 101

59– Viernes 3 am 102

60– Los sobrevivientes 103

61– Canción de Hollywood 104

Bicicleta 107

62– A los jóvenes de ayer 107

63– Canción de Alicia 108

64– Mientras miro las nuevas olas 111

65– Desarma y sangra 112

66– Encuentro con el diablo 114

Peperina 115

67– Peperina 115

68– Llorando en el espejo 116

69– Esperando nacer 117

70– Cinema verité 118

71– En la vereda del sol 120

72– José Mercado 121

73– Salir de la melancolía 122

74– No llores por mí Argentina 123

Yendo de la cama al living 125

74– Yendo de la cama al living 126

75– Superhéroes 127

76– No bombardeen Buenos Aires 129

77– Y vos también estabas verde 130

78– Yo no quiero volverme tan loco 132

79– Canción de dos por tres 133

80– Peluca telefónica 134

81– Inconsciente colectivo 135

Clics modernos 139

82– Nos siguen pegando abajo 139

83– No soy un extraño 140

84– Dos, cero, uno (Transas) 141

85– Nuevos trapos 142

84– Bancate ese defecto 143

86– No me dejan salir 145

87– Los dinosaurios 146

88– Plateado sobre plateado 147

89– Ojos de video–tape 149

90– Chicas muertas 150

Piano bar 153

91– Demoliendo hoteles 153

92– Promesas sobre el bidet 155

93– Raros peinados nuevos 156

94– Piano bar 157

95– No te animás a despegar 158

96– No se va a llamar mi amor 158

97– Tuve tu amor 159

98– Rap del exilio 160

99– Cerca de la revolución 161

100– Total interferencia 163

Parte de la religión 165

101– Necesito tu amor 165

102– Buscando un símbolo de paz 166

103– Parte de la religión 167

104– Rap de las hormigas 168

105– Adela en el carrusel 169

106– No voy en tren 170

107– Rezo por vos 171

108– El karma de vivir al sur 172

109– Ella adivinó 173

110– La ruta del tentempié 174

Tango 177

111– Ángeles y predicadores 177

112– Pasajera en trance 178

113– Gramercy Park Hotel 178

114– Hablando a tu corazón 179

Cómo conseguir chicas 181

115– No toquen 181

116– Zocacola 182

117– Fanky 183

118– No me verás en el subte 184

119– Ella es bailarina 185

120– Anhedonia 186

121– Suicida 188

122– Fantasy 188

123– A punto de caer 190

124– Shisyastawuman 190

Filosofía barata 191

125– De mí 191

126– Filosofía barata y zapatos de goma 192

127– Reloj de plastilina 193

128– Gato de metal 195

129– No te mueras en mi casa 196

130– Curitas 196

131– Sólo un poquito nomás 197

132– Me siento mucho mejor 198

133– Siempre puedes olvidar 199

134– La canción del indeciso 200

Tango 4 201

135– Tu amor 201

136– Mientes 201

137– Vampiro 202

138– Rompan todo 203

139– Mala señal 204

140– 30 denarios 205

141– Cucamonga dance 206

141– Happy and real 207

Serú 92 209

142– No puedo dejar 209

143– Hundiendo el Titanic 210

144– Transformación 211

145– Muévete al hablar 212

La hija de la lágrima 215

146– Víctima 216

147– La sal no sala 217

148– Chipi–chipi 217

149– Fax U 219

150– Working in the morning 220

151– Waitin 220

152– Kurosawa 221

153– Chiquilín 222

Say no more 225

154– Canciones de jirafas 226

155– Alguien en el mundo piensa en mí 227

156– Say no more 228

157– Cuchillos 229

158– Podrías entender 230

El aguante 233

159– El aguante 233

160– Kill my mother 234

161– Pedro trabaja en el cine 234

162– No estaría tan mal 235

163– Soldado de lata 236

164– Correte Beethoven 237

165– Tu arma en el sur 238

166– Uno a uno 239

167– Lo que ves es lo que hay 239

Sinfonías para adolescentes 241

168– El día (en) que apagaron la luz 241

169– Afuera de la ciudad 243

170– Cuando te vayas 244

171– No es el fin 245

172– Todos van al News café 246

173– Espejos 246

174– Monoblock 248

175– Me tiré por vos 249

176– Noveno B 250

177– Juan Represión 251

178– Digo de vos 253

Influencia 255

179– Tu vicio 255

180– I’m not in love 255

181– Influencia 256

182– El amor espera 258

183– Mi nena 259

Rock and roll Yo 261

184– Dileando con un alma 261

185– Rehén 263

186– Asesíname 263

187– Linda bailarina 264

188– Cretino 265

189– Rock and roll Yo. 266

190– Wonder 267

Kill gil 269

191– No importa 269

192– King Kong 270

193– Pastillas 270

194– Los fantasmas 271

195– Corazón de hormigón 272

Random 275

96– La máquina de ser feliz 275

197– Ella es tan Kubrick 276

198– Primavera 277

199– Rivalidad 278

200– Otro 279

201– Lluvia 280

202– Believe 281

203– Amigos de Dios 281

204– Spector 282

205– Mundo B 283

Canciones sueltas 285

206– Sé que tendrá tus ojos (nuestro hijo) 285

207– Cómo me gustaría ser negro 285

208– ¿No te sobra una moneda? 287

Palabras reiteradas 289

TV/Televisión 289

Teléfono 290

Calefón 290

Vino 290

¡Ey! 291

Sal 291

Mendigo 292

Dios 292

Malas palabras 293

Presagios 295

Las increíbles aventuras del señor Tijeras 295

Cuando ya me empiece a quedar solo 295

Boletos, pases y abonos 296

Salir de la melancolía 296

Los dinosaurios 296

Bancate ese defecto 297

Referencias a la droga 299

Rastros del hogar 303

Referencias negativas a su entorno 305

Curiosidades 307

Canciones con argumentos cinematográficos 313

Versos y palabras de profunda raíz poética 317

Frases inmortales 319

Charly García: El vicio de la eternidad

Dante Sandrigo

Vida

Es el primer LP, se graba en 1972, pero sale a la venta en 1973; aunque hubo alguna versión anterior en formato simple; ya desde el título anuncia la temática conceptual que contiene. Su grabación se produce después de algunos años de intentos fallidos, por lo que contiene canciones gestadas un tiempo antes, en el final de la adolescencia de García, y tienen un rasgo bucólico que alimentó una imagen de la banda, de la que luego Charly tratará de despegarse. Encandilados por la evidencia, un piano, una guitarra y una flauta traversa, algunos los catalogaron de ‘blandos’, sin percibir que, al menos desde la intención, la complejidad musical y poética de Sui Generis exigía mentes mucho más abiertas.

Las canciones abordan temas profundos como el amor, la muerte, la amistad, planteando dilemas existenciales y también alguna crítica a la sociedad y a la rigidez de sus cuestionables valores. Más que insinuaciones de lo que vendría después, este primer disco se presenta con una solidez y una contundencia que a muchos les costó admitir, ya que los que enunciaban esa temática eran dos jovencitos pelilargos, desgarbados y tan flacuchos que apenas juntaban cien kilos entre los dos.

Todo lo que llegaron a ofrecer fue novedad, desde su estética, las letras de las canciones, la composición de la música y la estructura de la banda. Eran lo que no había hasta entonces en el ambiente, y rápidamente lograron la aprobación del público.

1– Canción para mi muerte

Canción para mi muerte es la puerta de entrada inevitable al mundo poético de García. Primero salió en una versión en disco simple, luego salió en el LP Vida. Escrita en pocos minutos, a los veinte años, estando internado en el hospital militar mientras hacía el servicio militar obligatorio. Es conocida la anécdota sobre las andanzas de Charly en esta etapa en la que nunca aceptó tener que estar a las órdenes de los militares, por lo que realizó algunos intentos para que le dieran la baja. Llegó incluso a pasear un muerto en una camilla hasta llevarlo al bar. Bajo el efecto de anfetaminas y en un momento que creía final, compuso esta histórica canción.

Expresa una reflexión sobre la muerte demasiado madura para un joven, ya que en esa etapa se trata de una aventura lejana, casi impensable. Después de deambular infructuosamente durante mucho tiempo por las compañías discográficas, Jorge Álvarez decide incluirla en la película ‘Rock hasta que se ponga el sol’, y luego es el tema principal del álbum Vida.

Comienza haciendo un repaso de su vida, menciona el tiempo grato de la adolescencia (hubo un tiempo que fue hermoso, y fui libre de verdad), fértil en sueños y en ideas y pleno de libertad. Pero esas poesías e idealizaciones se desploman pronto como pompas de jabón, poco a poco se va transitando la madurez y pasando etapas sin siquiera percibirlo (vas cruzando las fronteras sin darte cuenta quizás). La vida es una secuencia irrefrenable, y, más allá de la resistencia que se quiera oponer (se aferraron mil ancianos, pero se fueron igual), la muerte inevitable llega para todos. En lugar de percibirlo como un sino trágico, lo insólito de la propuesta de García es que él invita a pasar a su propia muerte, y tratará de estar arreglado y de buen ánimo (no es porque te tenga miedo, sólo me quiero arreglar), para luego compartir la cama como se hace con una amante: ¡está seduciendo a su propia muerte en lugar de huirle!

Vale aclarar que en aquellos tiempos y en Argentina, conseguir que la compañía telefónica estatal colocara un teléfono de línea, era casi un deseo esperanzado, ya que pocos lo conseguían, y quienes podían tener su aparato, lo aclaraban con orgullo. Eso explica la frase quisiera saber tu nombre, tu lugar, tu dirección, y si te han puesto teléfono, también tu numeración, ya que se convertía en un dato esencial en un nuevo encuentro con una mujer.

Nuestra cultura prescribe un rechazo a la muerte hasta su negación, pero a pesar de su juventud, García da una lección filosófica que supera incluso los mandatos religiosos, y se prepara para convivir con su muerte, incluso para hacerle el amor como si se tratara de una fiesta, de un intercambio placentero y amigable.

2– Necesito

Necesito es una canción espléndida, un brote de adolescencia idealizando el amor eterno. Él ve a la mujer como compañera que le sacude las ideas y que lo coloca en la vida real para recordarle que son pasos verdaderos que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando. Pero al mismo tiempo reivindica la vida familiar, el placer rutinario del hogar (que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo), tema recurrente a lo largo de su trayectoria poética. Con ella compartirá la cama y la vida, construyendo ese halo impenetrable que se produce cuando hay una comunión de dos que se convierten en uno: que conozca las palabras que jamás le voy a decir, y que no le importe mi ropa.

Luego de expresar con claridad que el sexo y el cuerpo son parte necesaria de la vida (que esté en mi cama viernes y domingos), expone una novedad que llama la atención en un joven de principios de los ’70. Pretende que ella permanezca dentro de su propia alma (para estar en su alma todos los demás días), reconociéndole su esencia individual única, es decir que se está despojando de la posesión machista tan característica de aquellos años (más adelante en Salir de la melancolía dirá ella debe ser como quiere ser). Le pide también que lo acepte como es, que comprenda sus palabras y que compartan la risa: que conozca las palabras que jamás le voy a decir, y que no le importe mi ropa si total me voy a desvestir para amarla.

¿No es esa una imagen total del verdadero amor?

3– Dime quién me los robó

La canción comienza con el recuerdo de un tiempo ya pasado, en el que compartía las sensaciones y vivencias propias del grupo, cuando todos sienten lo mismo: Mirábamos de pie por la ventana al sol. Todo transcurría apaciblemente, en donde cada cosa aparentaba estar en su lugar: Sabía yo creer el cuento sin razón… sabía correr, podía reír, y creo también que era feliz.

Este es un balance propio de la madurez y, sin embargo, lo hace un adolescente que repasa su breve historia como si se tratara de un lapso extenso de vida (ahora miro atrás un poco, y hace tanto que pasó).El rasgo más característico, una marca Sui Generis, es la crítica a la educación y a la escuela como institución plena de saberes que se vuelven vacíos, en donde todo funciona bien si el alumno acepta sin restricciones las reglas de juego, aprende sus lecciones y hace los deberes prolijamente (la escuela estaba ahí esperando por mí). La razón, claro, la tiene el profesor, que en palabras de García encarna la figura de los padres, de los gobernantes, de la religión, es decir, todos los representantes de algún poder que se gana con dudoso mérito. Pero luego de esa carrera de obstáculos (o mientras tanto), aparece la necesidad de una mujer, la vida misma en toda su plenitud: De pronto fui un varón que no tenía mujer y quise poderla conseguir.

En esta canción el eje central es la pérdida, primero de la libertad, luego de la inocencia (¡qué tonto fui, se rio de mí!), del hogar y de dios mismo. Como otra de las marcas de este disco, la salida siempre es la esperanza de un nuevo camino: Y vuelvo a caminar… y tengo que elegir, es tiempo de partir.

4– Estación

Otra canción que se manifiesta como una expresión poética de adolescente intensidad, cantándole a una historia de amor pasajero pero eterno. Una aventura fugaz que dura para siempre, un cuento real que todos viven en algún momento de la vida, que deja una huella en la memoria y se evoca de vez en cuando certificando su naturaleza perenne. El éxito inmediato pero duradero de Sui Generis en parte está justificado en la capacidad de García para retratar lo esencial de manera simple, aquello que a todos les sucede.

El narrador se insinúa como poseedor de los detalles ocultos de una situación conocida por todos (todos sabemos que fue...), momentos en que se descubre el cuerpo, la sensualidad, el erotismo. Perplejo, tiene ante sí una mujer y se deslumbra: en el pecho dos médanos eternos y en los ojos un cielo transparente. Da la impresión de que lo hace en una reunión de amigos, como quien está dispuesto a revelar los secretos íntimos que sólo él conoce, quizás sepan, dice al pasar y continúa con su narración.

No se trata solamente del encuentro físico y externo, placer mundano repetido, sino de la conjunción del cuerpo y el alma de dos que se tienen pero no se poseen (que reía y se entregaba desnuda), encuentran el camino de la poesía humana cuando dos se funden para convertirse en Cosmos: volaba cuando estaba en algún sueño para despertarse dentro de su dueño.

¿Hay alguien que no haya vivido, aunque sea en la intención, un encuentro semejante? Una de las claves de Sui Generis fue la de expresar situaciones posibles para cualquiera.

5– Toma dos blues

Esta breve canción no tiene intenciones aleccionadoras, aunque deja ver una sutil parodia de un blues, género dominante en aquel momento y que portaba un estigma de dureza tanto en sus letras como en la estética y en la postura de sus cultores. Charly García y Nito Mestre proponían una música y una poética muy renovadoras y audaces, lo que generó el inmediato recelo y desconfianza de sus colegas, que los criticaban especialmente por la ausencia del vigor que se esperaba de los rockeros.

No tanto la letra como el modo en que la cantan, permite imaginar a una persona muy relajada, echada en una silla y al sol, tocando descuidadamente la guitarra, que es una síntesis de la imagen bucólica de la vida según el ideario de algunos jóvenes del momento. Charly nos presenta una canción que es muy exageradamente un blues, y es difícil pensar en una casualidad. Como siempre, se las arregló para elevar su voz con sus mejores herramientas: la música y la palabra.

Natalio Ruiz

La letra de esta canción fue compuesta por Mario Carlos Piégari, por lo que no la analizamos, pero hacemos esta aclaración porque la mayoría de las personas se la atribuye a García.

6– Mariel y el Capitán

García comenzó a tocar el piano desde muy pequeño, acostumbrando a los vecinos a escucharlo, aunque no todos reaccionaban con tolerancia. Él mismo contó que de vez en cuando había personas del edificio que se quejaban por su música y pedían sanciones, lo que se convirtió más tarde en la semilla de esta canción, pero transformada en una historia poli-semántica, sobre la que se generó cierta mística sin que nadie supiera el motivo original de la inspiración. Mérito del auténtico poeta.

Dentro de las características compositivas de Charly García, está la de narrar historias o de contar cuentos visibles, cinematográficos. Mariel es una joven que habitualmente visita a un marino en su departamento (ella toma el ascensor a la mañana…es el valiente capitán de la fragata), y sostienen una relación que provoca el recelo de los vecinos pacatos. Imaginamos a mujeres aburridas que espían por las mirillas de las puertas para luego poner el grito en el cielo más por envidia y por la incapacidad para ser libres como Mariel, que por la convicción de que lo que hacen está mal. E imaginamos también a sus cobardes maridos diciéndoles que sí para no enfrentarlas, cuando en realidad todos ellos desearían ocupar el lugar del Capitán: el consorcio se reunió… y las damas indignadas protestaron… pero el capitán faltó… era natural, estaba con Mariel. Pero un día, una mano perversa y oculta mata a Mariel (pero al quinto no llegó, alguien la cuerda le cortó)y pone fin a ese inaceptable delito de amor(así Mariel murió), por lo que su amante se suicida: el pobre capitán lleno de espanto y de dolor se suicidó. De esa manera, se calma la ira moral de las pacatas: al instante el consorcio una fiesta organizó.

Nuevamente Charly objeta las barreras que la sociedad le pone al amor, y esa es una constante ideológica de este disco, aunque en este caso no hay final feliz porque el consorcio festeja su triunfo.

Circula la idea con forma de leyenda urbana de que García nos relató la historia de amor entre dos hombres (Ariel y el capitán), y de allí el escándalo en el edificio, pero más allá de cuál haya sido su intención verdadera, su virtud poética reside en la posibilidad de las diferentes interpretaciones y de desarrollar un mensaje subliminal siempre en la segunda capa, dejando a primera vista una historia y reservando más abajo una segunda intención para vuelo libre de quien quiera soñar.

7– Amigo vuelve a casa pronto

A pesar de la corta edad que tenía cuando escribió estos temas, Charly apela varias veces a una memoria lejana, como si se tratara de un hombre maduro reconstruyendo el pasado. En este caso, le habla a un amigo con quien vivió cosas intensas de la vida, pero con quien parece haberse abierto una distancia después de alguna dificultad. Vieja es la historia que te cuento dice el primer verso, y luego el poderoso tiempo que nos toca afirma las tensiones y las situaciones duras.

Los amigos tienen un espacio de tregua para revivir el diálogo y reafirmar la amistad como proyecto continuo (Bueno es que hoy estemos juntos),aunque no lo evoca por el pasado común sino como compañero de la vida que viene(hablando de las cosas por llegar). Tiene la certeza de que hay una dificultad urgente que se avecina como un mal presagio: Sabemos que pronto va a llover fuerte, mejor estemos juntos esta vez. Una vez producida la ruptura, quedan un espacio y un silencio evocando al amigo, que ahora es una voz lejana que sigue resonando en la memoria para cobrar nueva vida y para alimentar la esperanza y la rebeldía: cuéntame todo, necesito hoy tu liberación y tu revolución.

Esta canción afirma el lazo de amistad que se construye con la complicidad de la cosa compartida.

8– Quizás porque

Quizás porque revela que las canciones de Vida estaban ya escritas o al menos pensadas mucho tiempo antes, ya que se manifiesta directamente con una idea romántica, un joven enamorado que tiene poca cosa material para ofrecer pero mucho arte para dar: lo poco que tengo mi vida y mis sueños. Mucho tiempo después García confesaría su audacia como escritor, ya que sin haber estado nunca en intimidad con una mujer, escribía detalles de encuentros amorosos que solo existían en su imaginación.

Desde el título ya es un interrogante, una búsqueda de la respuesta a una inquietud difícil de revelar. Puede traducirse en palabras coloquiales diciendo ‘¿Por qué será que siendo yo tan poca cosa seguís estando conmigo?’ No es un buen poeta pero le escribe versos, no es un artista pero le ofrece un dibujo, no tiene riquezas pero le fabrica una corona de papel, da sin pedir nada, y quizás por esa escasez puede verse un alma noble, simple pero plena: quizás porque no soy nada de eso es que hoy estás aquí en mi lecho.

El modo sencillo de escribir esta canción nos permite imaginarnos la acción, y no podemos escucharla sin ponerle dos cuerpos, dos rostros, en donde quizás seamos nosotros mismos reconstruyendo algún momento similar de nuestra adolescencia. Recuerdo amable al que todos quisiéramos regresar.

9– Cuando comenzamos a nacer

La cuestión de la duda filosófica en su primera etapa compositiva revela inquietudes almacenadas durante mucho tiempo. Del mismo modo, esas reflexiones están siempre en contraste con una educación rígida y con preceptos marcados como mandatos irrevocables. Para Charly, era necesario cuestionar todo para derribar los tótemes tradicionales y producir una nueva cultura. Siempre rezagada respecto a Europa, Argentina recibe tardíamente los cambios propuestos por la juventud a través del Mayo Francés, y de la música, sobre todo con The Beatles y The Rollings Stones.

Es probable que Cuando comenzamos a nacer sea el testimonio de pensamientos muy anteriores de Charly, de algunos años antes de la edición del disco. Hace un recorrido conceptual a lo largo de la vida, pero comenzando con una definición polisémica: cuando comenzamos a nacer no significa el minuto cero de la vida, el del parto, el de la llegada al mundo, sino que es una expresión amplia que remite a pensamientos como ‘cuando tomamos consciencia de que somos’, ‘cuando nos asumimos como individuos’, e inmediatamente hace un cuestionamiento del concepto de realidad (qué poca cosa es la realidad... lo que vale no es el día) en donde a la realidad material se le opone una realidad subjetiva de la consciencia que irremediablemente se enfrenta con el mundo porque el sol está, no es de papel, es de verdad. Siempre está presente es esas primeras expresiones poéticas de García su rebeldía ante los preceptos instituidos y su ímpetu por transitar el camino de la libertad

Cuando uno asume su subjetividad libre a través de su propia palabra y de su propio pensamiento (tenés una boca para hablar y comenzás a preguntar), es en donde debe hacerse cargo de sí mismo cuestionando lo real tal como está dado. Llama la atención en un espíritu rebelde como el de García, la resignación como de lucha perdida que se refleja en la frase uno se cansa de correr.

Por fin, llega el día en que el llanto debe dar paso a la acción para construirse, y en esa búsqueda aparece la aventura del amor incierto: Llenas tus valijas de amor y te vas a buscar el cuerpo de una mujer y descubrís que amor es más que una noche y juntos ver amanecer.A esa aparente decepción García inmediatamente le da la respuesta esperada: porque soy yo, porque es mi vida.

Siempre soy yo quien decide y quien se hace cargo. Charly asume el solipsismo y sentencia una verdad inapelable: al final del camino estoy solo.

Confesiones de invierno

Es el segundo disco de Sui Generis, se edita en 1973 inmediatamente después de Vida y mientras seguía retumbando su éxito, mostrando una urgencia de García por decir y por mostrar su música. Precisamente, esa música suena mucho más madura y profesional que en el primer disco, con mejores arreglos y con más pretensiones. En cuanto a las letras, ya no circulan las poesías adolescentes, sino que refleja la visión de alguien que ha crecido, que tiene otra mirada y otro compromiso con la vida. En parte se debe a que todos los temas, salvo Un hada un cisne, eran nuevos, creados para este disco.

Ya no se trata de la crítica desde afuera de la sociedad que hizo en el primer disco, sino que son relatos de alguien que está viviendo, de alguien que está metido en la rueda vital, en el tiempo real de lo que existe.

10– Cuando ya me empiece a quedar solo

Un tema emblemático de Charly, quien anticipa su propio futuro cuarenta años antes. La poesía relata los momentos íntimos que vive un artista exitoso pero ya en su madurez: Tendré los ojos muy lejos, y un cigarrillo en la boca. La imagen evidente es la del ocaso en un presente de soledad interrumpido artificialmente por artefactos que parecen justificar su existencia sólo por el ruido o distracción que aportan: un televisor inútil, eléctrica compañía, la radio a todo volumen.

Las voces del pasado suenan constantes certificando que hubo momentos de gloria, así como recuerdos plasmados en diarios y revistas (un montón de diarios apilados, y una flor cuidando mi pasado). Extrañamente, la vida de algunos artistas suele tener dos fases opuestas: por un lado, el amor incondicional del público, que se evidencia en abrazos, en ovaciones, en aplausos (un rumor de voces que me gritan, y un millón de manos que me aplauden); y por otro, la realidad cruda de la intimidad, en donde el artista convive con sus incertidumbres, con sus miedos y, sobre todo, con una profunda soledad. Las imágenes que se presentan devuelven el eco de lo que fue (un escenario vacío), y el consuelo de la paz de los cementerios: Una vejez sin temores y una vida reposada, ventanas muy agitadas y una cama tan inmóvil.

Da la impresión de que en estos versos Charly ya entrevé la dificultad que tendrá para construir un amor duradero, cosa que al final le sucedió, porque la canción finaliza, precisamente, con el recuerdo hecho espectro de aquel amor de otro tiempo (y el fantasma tuyo, sobre todo). Llama la atención que a tan temprana edad y en los inicios apenas de su carrera profesional, cuando cualquiera solamente imagina la gloria, haya intuido la tristeza de la soledad de sus años de madurez. Es probable que se trate de la ejecución de la profecía auto-cumplida, y que él no haya hecho otra cosa que construir su futuro en base a constancias aprendidas y decididas mucho tiempo antes, pero ese es terreno más propicio para los psicólogos.

Si se les preguntara a los grandes artistas por sus vivencias, seguramente la mayoría de ellos suscribiría con firmeza y determinación los anticipatorios versos de García.

11– Bienvenidos al tren

Una de las canciones más recordadas de Sui Géneris, por lo tanto, más cantadas por los aprendices de cantantes en los recordados fogones. Narra una historia que hay que imaginar como real, y que se asemeja mucho a algo que tuvo mucho desarrollo sobre todo en la década del ’60, y que eran las comunidades hippies. Comienza con un rotundo maltrato que sufre el narrador, que es expulsado de algún sitio compartido, situación que parece repetirse (si nadie me acepta), y es evidente que no lo sorprende el rechazo porque su respuesta es inmediata: okey, ya me iré. La incomprensión del mundo no lo espanta, todo lo contrario, ya que piensa continuar su camino, seguro y consciente de que sabe con claridad qué quiere para sí y cómo conseguirlo, porque tiene sus propios tiempo y lugar: estoy esperando que llegue mi tren.

No es un tiempo de mayores compromisos, todo responde al momento que se está viviendo, desestimando el futuro o cualquier preocupación que vaya más allá de hoy. Charly dice algo como ‘amémonos por el amor mismo, todo lo demás no importa’: si tú eres mi dama jamás lo sabré, si yo no te río, pues bien, mátame. Mañana no existe.

A pesar de esa posición que parece liviana y descomprometida, casi banal, es evidente que tiene valores de los que no duda, y que además conoce a la perfección el juego de la vida. Lo exterior es apariencia, una tramoya que sostenemos en el encuentro social, mientras que la esencia, el yo fundado, es único e incomunicable: si vendo mi alma ¿quién la comprará? Luego vuelve a testimoniar su respeto por la mujer como otra igual dentro de la pareja (ya lo había expresado en Necesito), y que por lo tanto no puede poseerse: si compro tu tiempo nunca mía serás.

Sin vueltas el poeta nos dice “vivamos intensamente los amores, las pasiones, las alegrías porque lo demás es fútil y pasajero. Nada es tan serio, todo es un juego”: si miento un poquito ya me perdonarás.

12– Un hada, un cisne

Esta canción solía ser cantada por Sui Generis junto con otras de lo que luego fue el disco Vida, en los recitales que daban antes de su álbum debut, pero no formó parte de él y se incorporó al segundo disco. En esta letra García nos cuenta una historia, y esta forma narrativa se va a mantener durante muchos años, es una marca distintiva de su primera etapa creativa y ya evidente en el primer disco. El autor se encarga de construir un cuento que puede visualizarse, ya que está plagado de imágenes que el oyente puede imaginar y construir.

Se trata de la relación amorosa entre un hada, figura mítica e irreal, con un cisne, figura real cargada de connotaciones estéticas. El hada ama al cisne que viene desde el mar, y desea ir allí con él (ella quería volar junto al cisne hasta el mar). Se aman plácidamente en el lago (en el lago se besaban, y ella con sus manos entre sus alas jugaba), hasta que un día el cisne regresa a su hogar en la playa y junto al mar, añorando a su amada: Pero un día el cisne volvió al mar. Se recostó en la playa a descansar, y no pudo volver al hada blanca ver. El hada, por su parte, desfallece de pena: Y para ella el sol nunca volvió a brillar.

La historia reproduce las relaciones trágicas de la novela decimonónica, y de la poesía romántica de la primera mitad del siglo XX, aunque actualizada por la pluma de García, que no rehuía las historias fantásticas.

13– Confesiones de invierno

Una de las canciones más emblemáticas y más inteligentes en la larga carrera de García. También puede inscribirse en la amplia lista de canciones narrativas. Otro de sus méritos es el de ser una de las más cantadas en las peñas y fogones.

Relata la historia de un hombre desclasado, alguien que no puede construir las relaciones más elementales dentro de la sociedad: narra poéticamente la propia vida de García en esos tiempos en que dejó su casa natal para errar por las calles viviendo en pensiones oscuras.

Su destino trágico se prefigura ya en los primeros versos: me echó de su cuarto gritándome: ‘no tienes profesión’(Según María Rosa Yorio, fue Carmen Moreno, la mamá de Charly, quien le dijo esa frase, aunque hay quien afirma que se la dijo a su esposo Jaime, papá de Charly)). Luego de eso su lugar es la calle, en donde deambula sin destino y sin ocupación, padeciendo el hambre y el rigor del invierno, con el pesar adicional de la discriminación que la sociedad ejecuta automáticamente con aquellas personas que por una u otra causa, no admiten las reglas monolíticas ya establecidas: La radio nos confunde a todos, sin dinero la pasaré mal.

Los desclasados tienen la sensación de que la sociedad se sirve de ellos, los utiliza, los necesita, pero no les reserva nada, ni siquiera sus propios jirones: si se comen mi carne los lobos, no podré robarles la mitad. El tránsito por la vida, para ellos, parece la concreción de un karma de purificación, una etapa en la que se depura el alma luego de los vicios anteriores, pero todo placer y toda gloria no serán en esta vida, ya que casi nada puede hacerse en el mundo actual, al menos con las reglas de juego vigentes: ¿quién me dará un crédito mi Señor?, sólo sé sonreír.

García ensaya una explicación para estas desigualdades, eternizando una de las frases más impactantes de la música argentina: Dios es empleado en un mostrador, da para recibir.Todo el sistema universal está cuestionado, denunciando a un dios que crea para su propio provecho. Todas las mitologías incluyen dioses poderosos, a veces crueles, otras mansos, a veces viciosos, otras virtuosos, pero ninguna los pone en un plano de igualdad desarrollando miserias humanas.

El final triste del personaje comienza cuando él mismo lo provoca. Consigue ‘licor’ y se encierra en el baño de un bar. Acá hay una alusión directa a la droga, ya que el licor en los bares se toma en las mesas y no en el baño, y además no constituye un delito. Luego lo echan de muy mal modo del bar (fui a dar a la calle de un puntapié), y a pesar de que nunca había ‘bebido’, va a la cárcel con cierta satisfacción policial (referencia la mala relación que por entonces tenía la policía con la población, sobre todo joven) y luego su periplo concluye en un instituto para dementes, en donde resuelve sus urgencias básicas: hace cuatro años que estoy aquí, y no quiero salir. Ya no paso frío y soy feliz, mi cuarto da al jardín.

Allí pasa unos días apacibles, serenos, alterados ocasionalmente por la tristeza y por el recuerdo de aquella mujer con la que empezó la historia: Y aunque a veces me acuerdo de ella, dibujé su cara en la pared. Está a salvo de la pena casi todo el tiempo, solamente muere los domingos para sentirse mejor los lunes.

Parte de lo narrado García lo vivió al irse de su casa para desarrollar su vida artística, en aquellos primeros tiempos deambuló por pensiones baratas e incluso estuvo en la calle. Con esa realidad se las arregló para construir una ficción hecha canción histórica.

14– Rasguña las piedras

Un mérito de Charly es el de la amplitud semántica: sus palabras pueden ser interpretadas en diferentes sentidos. Esta canción convocó a la imaginación de todos, detrás de una historia cargada de un enigma que se dio por cierto, y podemos decir que no se trató de la exageración imaginativa de las personas, sino de la densidad de la pluma de García. Se repitió como cierta la versión de que una amiga de Charly, una novia, había sucumbido en el derrumbe de un edificio. Muchos años después el autor se encargó de aclarar que nada de aquello fue real, que solamente se trató de una historia inventada, sin que pudiera él dar razones precisas sobre el origen de la inspiración. Al mismo tiempo, María Rosa Yorio afirma que una parte está dedicada a ella y al momento conflictivo que vivía la pareja por entonces (estoy cansado de gritarte…te ruego que respires todavía…atravesando el muro de mis días)

Lo cierto es que la letra cuenta sobre alguien que está debajo de unas paredes derruidas, y por una pobre esperanza le dice te ruego que respires todavía. En su delirio, cree escuchar una tenue respuesta (apenas perceptibles, escucho tus palabras), pero sabe que todo es inútil: es que sólo quiero despertarte.

La historia parece tener final feliz, al menos en la ilusión del protagonista (y por fin veo tus ojos... empiezo a amarte con toda mi piel), y termina con una invocación a la libertad. Ese final es un resabio de la cultura de la época, en la que los jóvenes se resistían a ingresar en la maquinaria alienante de la sociedad de consumo. Los dogmas, tanto de la cultura, como de la religión, de la escuela y de la familia, oprimían como las paredes de un edificio que ya se había derrumbado, y de las que era necesario liberarse.

En aquel momento, el rock era la respuesta que la rebeldía de los jóvenes le tenía reservada a la sociedad. Con su música, pretendían generar un sismo en ese edificio cultural tan restrictivo: Se acercan las bandas de rock and roll y sacuden un poco las paredes gastadas.

La metáfora de García es tan crítica y tan profunda que posiblemente no responde al dictado de su consciencia racional, y esta canción haya sido dictada en la rebeldía de su inconsciente. La cierra con un grito triunfal, una reivindicación de la resistencia, ya que mañana todo será mejor: ¡Pero qué libres vamos a crecer!

15– Lunes otra vez

Otra de las canciones de García que consiguieron la perpetuidad gracias a la infinita cantidad de reproducciones que hizo cada aprendiz de cantante.

La canción registra el desánimo que la cultura le instaló a los días lunes. La maquinaria capitalista prescribe tiempos de trabajo y tiempos de descanso, pero en proporciones muy desmesuradas, así es que comenzar la semana significa convertirse en un engranaje necesario de esa maquinaria implacable.

La canción describe un paisaje gris, deslucido y opaco, en donde toda vida es impensable (veo morir al sol... una plaza que mañana morirá... en las oficinas muerte en sociedad).La figura de la muerte se presenta como símbolo para construir la resistencia a eso que el autor muestra como anti-natural, anti-humano: la sociedad, tal y como está concebida, no admite la vida. El final de la canción es desalentador, o al menos no intenta generar un optimismo falso, ya que afirma que todo seguirá igual por siempre: nuncacambiará, lunes es el día triste y gris de soledad.

Si se contrapone la figura semántica del día lunes que García muestra en esta canción con la que declara en Confesiones de invierno, es notable la distancia de emociones sobre el mismo día, ya que en esa canción, el domingo es el día de la derrota que se debe tolerar con estoicismo hasta que llega el lunes, en donde vuelve a renacer cada vez (solamente muero los domingos, y los lunes ya me siento bien). Claro que podemos salvar de la contradicción al autor refiriendo que en Lunes otra vez la descripción que se hace es de una sociedad ‘normal’, alienada, que no reflexiona sobre su propio devenir y actúa mecánicamente admitiendo las imposiciones. Mientras que en Confesiones de invierno, en cambio, el personaje intenta moverse de ese caudal arrasador y queda desplazado, la sociedad actúa como lo hace el cuerpo cuando tiene una bacteria: lo aísla y lo degrada hasta su desaparición. La coherencia entre las dos canciones es abrumadora, lo que nos muestra el momento mental del autor.

16– Aprendizaje

Si se intenta comprimir el legado de Sui Generis en pocas palabras, una de las que surgen inmediatamente es rebeldía. En esta etapa inicial García emprende una crítica dura a las normas establecidas, en especial a algunas instituciones como la educación, tanto la formal que se dicta en la escuela, como la familiar.

Empieza con un reconocimiento de domesticación: aprendí a ser formal y cortés,cumpliendo el requisito de la prolijidad metódica: cortándome el pelo una vez por mes. En aquella época, el pelo largo y llevado al descuido era uno de los símbolos de la libertad y de la rebeldía hacia una sociedad que prescribía como ‘normal’ y correcto, el cabello corto y bien peinado. Eran habituales las razias, operativos policiales y del ejército en los que se detenía a cualquiera, sobre todo a los jóvenes, para averiguación de antecedentes. En algunos casos, a los peli-largos se les cortaba con saña el cabello, con lo que demostraban que el gesto de rebeldía era acertado. En la misma época Miguel Cantilo inmortalizó la frase Bronca entonces cuando quiere que me corte el pelo sin razón, es mejor tener el pelo libre que la libertad con fijador.