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El arte nos da la oportunidad de expresar lo que con palabras no se puede o simplemente no se desea. Nos permite llorar en forma de trazos sobre un lienzo, o simplemente dejar fluir el dolor y la pérdida con notas musicales o con la rima exquisita de la musa disfrazada de pena, quien nos sopla al oído su maravillosa melodía.
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CIENCIA Y ARTE
DEL DOLOR CREATIVO
Desde una mirada filosófica, médica y psicológica
Alberto Enrique Ramírez García
Enrique Luis Muñoz Vélez
Liliana Andrea Corzo Bonilla
CIENCIA Y ARTE
DEL DOLOR CREATIVO
Desde una mirada filosófica, médica y psicológica
Alberto Enrique Ramírez García
Enrique Luis Muñoz Vélez
Liliana Andrea Corzo Bonilla
Título:
CIENCIA Y ARTE DEL DOLOR CREATIVO
Desde una mirada filosófica, médica y psicológica
Autores:
Alberto Enrique Ramírez García
Enrique Luis Muñoz Vélez
Liliana Andrea Corzo Bonilla
Editora:
Alina María Angel Torres
Apoyo editorial:
Édver Augusto Delgado Verano
Diagramación:
J. Camilo Lopera Rodríguez
© Alberto Enrique Ramírez García / Enrique Luis Muñoz Vélez / Liliana Andrea Corzo Bonilla
© Editorial Libros para Pensar s.a.s — La Estrella, Antioquia – Colombia 2023
Cel: +57 315 837 05 84
[email protected] – www.librosparapensar.com
Primera edición
ISBN 978 958 49 8483 8
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia u otro método, sin el permiso previo y por escrito del autor.
Hecho en Colombia
Printed in Colombia
Queda hecho el Depósito Legal
La Estrella – Colombia
“Nubia García Castro, mi querida madre,quien con su amor, entrega y palabrasde severa dulzura calmó mi pueril locura”
Índice
Prólogo 9
MI AMADO ARTE MÉDICO 13
DOLOR CREATIVO DESDE UNA DOBLE PERSPECTIVA:
CIENCIA Y ARTE 17
Filosofía en los albores del dolor y el placer 18
Semiótica, hermenéutica y realidad social 20
La novela, una mirada imaginada del mundo 23
El que canta dice mucho y sufre poco 26
Lamento Borincano 28
Preciosa 30
Evocaciones familiares y amistades 31
Ciencia y conciencia de ser 35
ANÁLISIS MÉDICO Y SEMIOLÓGICO DEL ARTE Y EL
SUFRIMIENTO 39
Una vuelta por la obra de Frida Kahlo 39
¿Quién estaría feliz con un “puto” dolor todo el tiempo?, me refirió una paciente. 44
Sr. mío Don Diego: 45
Conclusiones 52
ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DEL SUFRIMIENTO 57
DOLOR CREATIVO 63
FRIDA KAHLO (1907-1954) 65
SOBRE LOS AUTORES
Alberto Enrique Ramírez García 71
Enrique Luis Muñoz Vélez 76
Liliana Andrea Corzo Bonilla 77
PRÓLOGO
Ciencia y arte del dolor creativo, es una apuesta temática nacida desde el íntimo sentir humano y del conocimiento extraído de la literatura y las experiencias vividas en mi diaria práctica médica.
Desde mi postura como médico anestesiólogo, subespecializado en el manejo del dolor crónico y cuidados paliativos; he querido materializar estas experiencias en un texto que aproxime al lector a evidenciar más de cerca un mundo, para muchos desconocido y para algunos tergiversado en su real esencia.
Para este proyecto he convocado a dos grandes exponentes del tema, quienes participan de manera activa concediendo sus enriquecidos aportes y permitiendo integrarlos con este serio asunto que está referenciado en la cotidianidad, que es mirado con sesgo y recelo frente a la limitada, pero creciente documentación obtenida al respecto.
El dolor crónico es desencadenado por diversas causas injuriosas, provocadoras de traumas físicos y emocionales, e incluso como una combinación de ambos a los que como seres vulnerables nos vemos expuestos de manera permanente.
El hecho de estar en constantes decepciones que agobian nuestra vida y opacan nuestros talentos y proyectos, abre una profunda brecha entre la salud y la enfermedad. Nos permitimos con lecturas como esta, la posibilidad de abrir nuestra conciencia y adentrarnos en el verdadero sentido de lo que nos afecta, para dar paso a la sanación y a evitar el contacto con situaciones dañinas y complejas que provocan o perpetúan el estado de enfermedad.
Agradeciendo con el corazón y el alma a dos grandes amigos y reconocidos profesionales de ciencias aparentemente distantes, pero que en realidad son muy cercanas, ya que son capaces de transformar la vida de la humanidad con su intervención desde diferentes perspectivas, pero que van ligadas al humanismo entendido como el valor existencial que reconoce de forma y en íntima relación los valores humanos.
Doy infinitas gracias a mi gran amigo, maestro y referente en el arte de la palabra escrita: Enrique Luis Muñoz Vélez, por haber atendido a este llamado y quien, con su gran experiencia y recorrido en filosofía, investigación en diferentes facetas del arte, escritor de alto reconocimiento nacional e internacional, ha tenido la humildad de escribir conmigo que apenas me inicio en este hermoso oficio de plasmar las ideas en el papel.
Igualmente a la Doctora Liliana Andrea Corzo Bonilla, quien con su profesionalismo amoroso pero firme en el arduo trabajo de llegar a lo más íntimo de su conciencia y psiquis, transforma e impacta positivamente las vidas de los pacientes con dolor crónico y sufrimiento intenso; cambiando hábitos y pensamientos, llevándolos de la mano para adoptar estrategias psicológicas en pro de afrontar las adversidades. Especialista en Neuropsicología, terapeuta cognitivo conductual y conferencista experta en atrapar al público más exigente.
En este trabajo se hace un recorrido a través del dolor expresado en el arte desde tres puntos de vista: filosófico, médico y psicológico, haciendo énfasis en la vida y obra de una de las más grandes representantes del arte latinoamericano e icono del feminismo mundial como es Frida Kahlo, quien en su expresión artística deja ver la resiliencia a flor de piel usando su arte como posible catarsis.
—Alberto Enrique Ramírez García
MI AMADO ARTE MÉDICO
—Alberto Enrique Ramírez García
Soy médico, sí, lo soy; honestamente hoy no recuerdo el día en que tomé la decisión de serlo, ni los motivos catalizadores que me condujeron a tomar la medicina como vocación, profesión y oficio, pero sí recuerdo al padre de mi gran amigo Nelson Ospino, quien le heredó más que el mismo nombre a su hijo, la bondad infinita. Quizás demasiado evolucionados para el presente de la humanidad. Recuerdo que el señor Nelson empezó a llamarme doctor y médico desde que estaba en último año de escuela, cuando ni siquiera yo sabía qué iba a estudiar después de graduarme, como si supiera mi futuro con tal certeza y seguridad en sus palabras que aún las recuerdo como si hubiese sido ayer y no hace 30 años.