CLAVE 913 - Jesús N. García Paredes - E-Book

CLAVE 913 E-Book

Jesús N. García Paredes

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Esta obra expone los resultados de la larga, interesante y alucinante investigación e interpretación del Libro del Génesis partiendo del texto en hebreo y siguiendo las claves del autor o autores hebreos. Desvela que en el relato de la creación de Adán y de Eva está encriptada la información del genoma humano: la estructura del ADN, el número de cromosomas, el número de genes de cada cromosoma y las partes que contiene la célula humana. Se aportan los datos obtenidos a partir de las edades de los patriarcas bíblicos —antediluvianos y posdiluvianos— siguiendo el método de los números triangulares, demostrando que no se trata de cifras aleatorias, sino que obedecen a una clave que permite interpretar el texto hebreo desde una perspectiva científica. En este libro se responde a preguntas como qué era el huerto del Edén, qué son los árboles de la vida y de la ciencia del bien y del mal o quiénes eran los patriarcas bíblicos. También abarca el tema de los antiguos dioses que modificaron el ADN del hombre primitivo para cubrir la insuficiente mano de obra debido a su casi extinción, consecuencia de los sucesivos cataclismos que sufrió nuestro planeta, la Tierra; y el inicio de la carrera existencial del Homo sapiens.

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Seitenzahl: 305

Veröffentlichungsjahr: 2025

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Jesús N. García Paredes

El genoma humano en el Libro del Génesis

© Jesús N. García Paredes

© Clave 913. El genoma humano en el Libro del Génesis

Ilustraciones de cubierta e interior del autor

Marzo 2025

ISBN papel: 978-84-685-8624-3

ISBN Ebook: 978-84-685-8780-6

Editado por Bubok Publishing S.L.

[email protected]

Tel: 912904490

C/Vizcaya, 6

28045 Madrid

Reservados todos los derechos. Salvo excepción prevista por la ley, no se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos conlleva sanciones legales y puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Índice

Introducción

PRIMERA PARTE Formando a los humanos

1 Formación de Adán

2 Formación de Eva

3 La residencia de la pareja. El Edén y el Huerto: la célula y su núcleo

4 Expulsión de la residencia

5 La Eva “mitocondrial” y el Adán “molecular”: estructura celular

6 Caín: el ADN no tan basura

7 Los primogénitos excluidos de la línea sucesoria patriarcal

SEGUNDA PARTE Los datos

8 El lenguaje genético

9 “Patriarcas” y “cromosomas”

10 La estructura del ADN

11 Los cromosomas

12 Los genes

13 Cromosomas y su genes

14 El ARN (ácido ribonucleico). Los aminoácidos

15 Enoc: el cromosoma del lenguaje

16 Matusalén: el secreto de la longevidad y del aprendizaje

17 Matrices triangulares y matrices cuadradas

18 Los datos en binario

TERCERA PARTE Nuestros antepasados: Los “primates”

19 Los homínidos candidatos a “sapiens sapiens”

20 ¿Realmente tenemos 400.000 años? El tiempo de los “dioses” y el tiempo del hombre

21 Los largos períodos de tiempo

CUARTA PARTE Los manipuladores o ingenieros genéticos: los “dioses”

22 El poema de Atrahasis o del Muy Sabio

23 Yahvé, el dios del Génesis

24 Los “dioses”

25 ¿Extraterrestres?

QUINTA PARTE ¿De dónde procedían?

26 El baile de los continentes: continentes sumergidos y continentes emergidos

27 Una catástrofe global

28 El diluvio

29 Cataclismo cósmico

30 ¿Hubo una guerra entre los dioses?

31 La Torre de Babel

SEXTA PARTE Lo que nos espera

32 Inteligencia artificial: “y en el séptimo día el hombre descansó”

33 Dios: su naturaleza prohibida

Conclusión: la clave 913

Anexo de tablas

Cronología

Bibliografía

Al niño que llevo dentro,

y que tanto me ha enseñado.

Introducción

No hay libro, de los muchos que he leído, del que no haya extraído una enseñanza por pequeña que sea. Entre los libros que más han marcado mis inquietudes intelectuales figuran la “Biblia” y el “Tao Te Ching”, de Lao-Tse, por su profundidad, misterio y estímulo deductivo. Paralelamente, los relatos de los libros sumerios “Enumma Elis” y el “Poema de Atrahasis o el del Muy Sabio” me han servido como columnas en las que sustentar las enseñanzas que he extraído del Génesis, al que dedico este estudio.

En este estudio o ensayo quiero centrarme en la Biblia y, concretamente, en el Génesis. Dejó para otros trabajos los restantes libros del Pentatéuco y el Apocalipsis.

El “Génesis” me ha atraído desde joven por las historias que recoge y porque, en principio, ofrece respuestas de choque a las preguntas primigenias del hombre, que posteriormente han servido de sustrato a disciplinas como la Filosofía, Teología y a la Física; a las ciencias en general. A su carácter religioso se le van sumando su valor histórico y científico. Sí, científico.

Con el paso del tiempo y de las contínuas lecturas del Génesis he ido extrayendo interpretaciones sobre las interpretaciones, y en el estado actual no me cabe duda de que el Génesis es un libro o, mejor, un manual, de transmisión de conceptos básicos y, también, profundos de varias de las ciencias que, hoy en día, dominan nuestro conocimiento científico, como la Física cuántica y la Genética.

Muchos científicos, desde Nicolás Copérnico (1473-1543), pasando por Isaac Newton (1642-1727), y terminando por Albert Einstein (1879-1955), han buceado en las narraciones de la Biblia el secreto que encierran.

Pero si alguien ha influido, en gran parte, en mi proceso final del análisis e interpretación del Génesis, esa persona ha sido el profesor argentino, don José Álvarez López, (1.914-2.007), fundador del Instituto de Estudios Avanzados, que destacó con sus estudios en los campos de la Física, Química y Matemáticas, autor de una basta obra científica e investigadora, entre la que destaco la que me ha servido para expresar y mostrar mis apreciaciones personales sobre el carácter científico del Génesis, esencialmente, en el campo de la Genética.

El profesor Álvarez en su libro titulado “La Biblia Cuántica” (Biblioteca Básica de Espacio y Tiempo, dirigida por el entrañable Fernando Jiménez del Oso) revela datos que acreditan el profundo conocimiento en Física Cuántica de quienes “inspiraron” este Libro Sagrado. Partiendo de las edades de los Patriarcas bíblicos expuestas en el Gén. Cap. V (patriarcas antediluvianos) y Cap. XI (patriarcas postdiluvianos), afirma que la atómica bíblica es de carácter “matricial”, si bien de los números que configuran las edades de los patriarcas, se encuentran “matrices triangulares”, de uso común en la antigüedad, así como “matrices cuadradas”; cálculo matricial que es el instrumento esencial en la moderna atomística.

Así, tras exponer las edades de los patriarcas antediluvianos en orden, primero, para extraer las matrices triangulares y de los patriarcas postdiluvianos, en segundo lugar, para el cálculo de las matrices cuadradas, con el resultado obtenido de esos datos prueba que en el Génesis se nos muestra el valor de las doce “constantes atómicas”, es decir, esas unidades diferentes a las conocidas del Sistema Internacional (SI), y que se utilizan en la atomística por facilitar los cálculos en la Física Atómica.

Recordamos que estas constantes son:

Plank, (valor 6,6262).Velocidad de la luz (2,99792).Gravitación (6,665).Precesión del Equinocio (25,765),Estructura Fina (137,03604).Mesón/Electrón (274,07).Boltzman (1,3806).Masa electrón (9,10953).Lodschmidt (2,6870).Carga del electrón (1,7422).Rydberg (1,09737).Protón/Electrón (1836,1)

Siempre he considerado que los números que conforman las edades de los patriarcas, junto con las edades en la que tuvieron a su primer hijo, en la sucesión patriarcal, y con la edad a la que murieron, es decir, el total de los años de su edad, recogen los conocimientos básicos del genoma humano, de forma que nos explican la composición de la célula humana, así como de los diversos ADNs que han configurado el mapa genético del soporte animal, evolucionado del simio y pasando por el primate, perteneciente a la familia de los homínidos, y que autorreconocemos como “homo sapiens”, del género Homo, que apareció hace unos 2,8 millones de años, y que alcanzó su culmen hace unos 350.000 años, según las últimas estimaciones.

Al inicio de mis investigaciones y de las lecturas reiteradas del Génesis me percaté de que, para un acercamiento y comprensión fiel de este libro, tenía que respetar el idioma en el que estaba redactado: el hebreo. Me compré una gramática hebrea y estudié hebreo, lo suficiente como para abordar y aplicar el sistema que tenía en mente para extraer las conclusiones que la narración del Libro Sagrado me presentaba. Reconozco que saber árabe me facilitó la tarea pues los dos idiomas pertenecen a las “lenguas semíticas” (del nombre de Sem, hijo de Noé) junto con el arameo.

Otro de los datos esenciales para llevar a cabo mi investigación era la forma en la que estaba escrito el texto inicial bíblico pues no contiene separación entre palabras y carece de vocales, utilizándose los “niqud” o “nekudot”, es decir, los signos diacríticos como sustitutivos de las vocales.

Estas circunstancias me indicaban que, si la comprensión del texto era primordial, ante las dudas que a los exégetas bíblicos surgían a la hora de buscar el verdadero sentido del texto apalabrado, es decir, organizado con palabras y frases debidamente separadas con el fin de encontrar una texto final completo y con sentido, no debía plantearme ni entrar en cuestiones lingüísticas, sino que me debía centrar en el análisis del valor numérico de las palabras, de las letras. Con este método lo que pretendía era buscar la confirmación de la interpretación lingüistíca por medio del valor numérico de las palabras que componían el texto.

El sistema utilizado por el autor o autores del Génesis, que otorgan una relevancia especial al valor numérico de las letras, constituía, a la vez, un método para conservar la pureza del texto, evitando la entropía que las continuas transmisiones y transcripciones podían provocar, con el deterioro de su verdadero significado, de forma que se mutara la verdad que el texto escondía o de la enseñanza que se pretendía transmitir, procurando que se mantuviera intacto el sentido del texto a lo largo de los tiempos. Por supuesto, se trata del método de amortización más importante para evitar el envilecimiento de un texto, de su entropía.

La gematría es el método utilizado en esta investigación, que es una de las técnicas de interpretación de nombres, palabras y frases basadas en el valor numérico de cada carácter del alfabeto hebreo, el alefato, muy utilizado por los cabalistas hebreos, además del notaricón y de la temura.

En hebreo cada palabra tiene un valor numérico, como se expone en el siguiente cuadro:

Así, por ejemplo, la palabra hebrea הוהי, Yahvé, tiene el valor de 26 (5+6+5+10); הַוָּח Eva, 19 (5+ 6+8); שׁחנּה serpiente, 358 (300+8+50); תאזל, varona, 438 (400+1+6+30); תאז, varón, 408 (400+1+7); ניק, Caín, 810 (700+10+100); לבה, Abel, 37 (30+2+5); y םיהֹלֱא, Elohim, 646 (600+10+5+30+1).

Confieso que los resultados de este estudio o investigación aparecen como una suma de casualidades numéricas y que a cualquiera le costará entender que, en un texto de hace miles de años, se esconda un Tratado de Genética. Existen muchos casos en los que otras personas, como Openheimer, que junto al físico Enrico Fermi fue el padre de las bombas atómicas, sustentó sus descubrimientos en la lecturas de textos antiguos hindúes, como el Mahabharata, el Ramayana y el Baghavad Gita, en concreto en lo sucedido en la batalla de “Drona Parva”, poniendo de manifiesto la similitud de la explosión de la primera bomba atómica con la explosión acontecida en dicha batalla, con referencia a las armas en dichos textos descritas.

Por ultimo, debo señalar que conocidos mios, que han estado al día de mis investigaciones, se sorprendían de que de los datos y relato del Génesis pudiera extraer las conclusiones a las que llego: la estructura de la célula humana y del ADN. Yo les respondía que sucede lo mismo con la reconstrucción del “Arca de la Alianza” o del “Arca de Noé”; en el Génesis se dan las medidas de cada uno y las directrices para su construcción, por lo que se han podido recrear ambos objetos. Eso mismo sucede con el genoma humano, se describe y se puede representar, como veremos a los largo de los siguientes capítulos.

PRIMERA PARTE Formando a los humanos

4 Expulsión de la residencia

A. PROHIBICIÓN.

En el Génesis se recoge la “prohibición” que Dios impone a Adán, pues Eva aún no había sido formada. Es la siguiente:

“Y mandó Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (2: 16-17).

Hasta la existencia de Eva, Adán cumplió lo ordenado por Dios.

B. DESOBEDIENCIA.

A continuación y, una vez formada Eva, se describa la “desobediencia” del mandato de Dios, así como las consecuencias derivadas de su incumplimiento.

La acción se desarrolla entre Eva y la Serpiente. Eva, tras recordar la prohibición y las consecuencias fatales para la pareja si no respetaban dicho mandato, la Serpiente le indica que: “no moriréis; sino que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”), además de que: “el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” (Gén 3).

C. CONSECUENCIA DEL INCUMPLIMIENTO: CASTIGO ADÁN.

Otro de los efectos o consecuencias de haber comido del fruto del árbol, además de que fueran “abiertos los ojos de ambos”, es decir, la capacidad de comprender y tener conciencia de si mismo, es el descubrimiento de su “desnudez”, pues “conocieron que estaban desnudos”, lo que no advirtieron con anterioridad, pues en Gén. 2:25, se dice: “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” Entonces “cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”. Pero esa primitiva y rudimentaria vestimenta elaborada con hojas de higuera es sustituida por la administrada por Dios a Adán y Eva, cuando son expulsados del “huerto del Edén”, Dios