Consideraciones sobre inteligencia emocional - Cristóbal Martínez Gómez - E-Book

Consideraciones sobre inteligencia emocional E-Book

Cristóbal Martínez Gómez

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Beschreibung

La obra que se presenta aborda el tema Inteligencia emocional como un sistema de actitudes y habilidades que determinan la conducta individual y social. Refiere: concepto integral de inteligencia; importancia de las emociones en la comunicación; control de las emociones y su enseñanza, importancia del juego en el desarrollo de la inteligencia emocional; dificultades para su medición, relevancia de la moral, la ética, la socialización y la motivación, relación entre emoción y salud. Se resaltan la importancia de las competencias emocionales para el trabajo en equipo. Se hace énfasis en los valores como factor fundamental para triunfar y los problemas que conlleva traicionarlos.

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Seitenzahl: 488

Veröffentlichungsjahr: 2024

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Primera edición, 2008

Primera reimpresión, 2009

Edición: Lic. María Luisa Acosta Hernández

Diseño interior: Julio Víctor Duarte Carmona

Diseño de cubierta: Yadira Rodríguez Gómez

Corrección: Pilar Trujillo Curbelo

Emplane digital: Madeline Martí del Sol

Conversión a ebook:Grupo Creativo Ruth Casa Editorial

© Cristóbal Martínez Gómez, 2008

© Sobre la presente edición:

Editorial Científico-Técnica, 2024

ISBN 9789590513107

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

Editorial Científico-Técnica

Calle 14, no. 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba

[email protected]

www.nuevomilenio.cult.cu

Tabla de contenido
Introducción
¿Por qué inteligencia emocional. Son las emociones inteligentes?
Capítulo 1
Análisis de un concepto integral de la inteligencia
Relación inteligencia-conocimiento
Enfoque de la inteligencia emocional
Inteligencia emocional y emociones
Mente intelectual y mente emocional
Vínculo entre intelecto y emociones
Emociones y sentimientos
Emociones primarias
Relación inteligencia-creatividad
El Desarrollo del Talento
Dominio de la Excelencia
Competencia emocional
El corazón y la cabeza no están tan separados
Capacidades
Conciencia y conocimiento sobre uno mismo
Reconocimiento de las propias emociones y sus efectos
Confianza en sí mismo
Autorregulación y autocontrol
Conciencia y habilidad social
Empatía
Motivación
Confiabilidad
Integridad
Adaptabilidad
Innovación
Compromiso
Iniciativa
Optimismo
Intuición
Conciencia emocional
Dominio de las emociones
Competencias emocionales
Autocontrol
Confiabilidad e integridad
Adaptabilidad e innovación
Estilo afectivo
Puntos frágiles de los fracasados
Capítulo 2
Comunicación y emoción
Obstáculos que dificultan la comunicación
Definiciones usadas en comunicación humana
Noción de función y relación
Retroalimentación (feed-back), información y comunicación circular
Redundancia
Limitaciones de la redundancia
Metacomunicación
Doble vínculo
Comunicación paradójica
Normalidad y anormalidad, su aspecto relativo
Axiomas
Primer axioma
Segundo axioma
Tercer axioma
Cuarto axioma
Quinto axioma
Capítulo 3
Control de las emociones y su enseñanza
Desarrollo de la afectividad en los niños
Manifestaciones afectivas en el niño de 0 a 2 años de edad
Manifestaciones afectivas del preescolar
Necesidad de autonomía
Disciplina
Manifestaciones afectivas del escolar
Manifestaciones afectivas del adolescente
Enseñanza del control emocional
Utilizar el humor
Escuchar de forma activa
Integrarse a los grupos
Aprendizaje de la amistad
Expresión de los sentimientos
Estimular la atención
Estrategias de disciplina positiva
Optimismo y pesimismo
Estilo optimista
Estilo pesimista
Crear confianza
Uso de las imágenes
Valor del aprendizaje
Resolución de problemas
Capacidad para conversar
Enfrentar un trauma
Señales de peligro
Prevenir la enfermedad
Comprender y comunicar las emociones
Control de la agresividad
Técnicas de relajación
Importancia de la sinceridad
Manejo de la vergüenza y la culpa
Pensar de modo realista
Cómo enfrentar y superar el fracaso
Definir un problema como “el enemigo”
Uso de la Informática
El amor según los niños
Capítulo 4
Importancia del juego en el desarrollo de la inteligencia emocional
Generalidades
Símbolos
Comunicación
Selección de los juguetes
Desarrollo por el juego
El juego en las distintas edades
Juegos de ejercicios
Modalidades de juegos de ejercicios
Juegos simbólicos
Etapas de juego simbólico
Juegos con reglas
Significado del juego en el desarrollo emocional y social
Desarrollo del lenguaje
Desarrollo de la imaginación
Desarrollo de los intereses
Desarrollo del carácter
Desarrollo de la socialización
Usos y abusos del juego
Usos
Como medio diagnóstico
Como medio terapéutico
Abusos
Clasificación de los juegos
Análisis de los criterios explicativos del juego
El juego como método diagnóstico
Educación emocional
Cómo enseñar el control emocional mediante el juego
Negociar en lugar de pelear
Juegos de crear confianza
Hablarse a sí mismos
Usos del humor
Juegos ridículos
La hora de los chistes
Capítulo 5
Medición de la inteligencia emocional
TEST DE LA CARA
Resultados
TEST DE LA SOCIABILIDAD
Resultados
TEST DE LA JERARQUÍA EN LA PAREJA
Resultados
TEST DE OPINIÓN DE LOS DEMÁS
Resultados
TEST DE LA VULNERABILIDAD
Resultados
Capítulo 6
Moral, ética, socialización, motivación e inteligencia emocional
Moral, ética e inteligencia emocional
Socialización e inteligencia emocional
Inteligencia emocional y motivación
Logro
Compromiso
Iniciativa y optimismo
Iniciativa
Optimismo
Automotivación
Capítulo 7
Emoción y salud
Psiconeuroinmunología
Costo médico de la depresión
Costo del pesimismo y ventajas del optimismo
Valor clínico de las relaciones interpersonales
Promoción de una atención médica emocionalmente inteligente
Prevención de la depresión
Trastornos de la conducta alimentaria
Adicción como automedicación
Efectos del estrés
Pensamiento constructivo y estrés
Cómo se autoperpetúa el conocimiento constructivo
Cómo se autoperpetúa el pensamiento destructivo
Reflexión sobre el enojo
Trastorno de estrés postraumático
Reaprendizaje emocional
Habilidades emocionales
Habilidades cognoscitivas
Habilidades conductuales
Importancia de la empatía
Comprender a los demás
Desarrollo de los demás
Orientación hacia el servicio
Aprovechamiento de la diversidad
Conciencia política
Conciencia de uno mismo
Neurología de la empatía
Raíces del altruismo
Habilidad social para mover las emociones
Influencia
Comunicación
Gestión de los conflictos
Facetas fundamentales de la capacidad de resolución de conflictos
Liderazgo
Catalizadores del cambio
Capítulo 8
El trabajo en equipo
Importancia de las competencias emocionales para el trabajo en equipo
Competencias emocionales de los equipos triunfadores
Fomentar relaciones instrumentales
Trabajar con otros en la consecución de objetivos compartidos
Creación de una sinergia que contribuya a alcanzar los objetivos del grupo
Líneas directrices del aprendizaje de las competencias
Inteligencia interpersonal del trabajo en equipo
El talento del mediador
Conexiones personales
Análisis social
Estrategias para triunfar
Valores
Autoestima
Sensibilidad
Imaginación
Realización
Responsabilidad
Humildad
Esfuerzo
Honestidad
Problemas que conllevan a traicionar los valores personales
Clasificación de los valores
Papel del líder
Epílogo
Referencias bibliográficas
Datos de autor

Introducción

Salovey y Mayer (1995) fueron los primeros en definir la inteligencia emocional como “un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propios, así como los de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones”. Se oponen al uso del término Cociente Emocional (CE), como sinónimo de inteligencia emocional. Temiendo que la gente piense, erróneamente, que existe un test preciso para medir el CE o, incluso, que puede medirse de alguna manera. De todos modos,subsiste el hecho de que, aunque el CE no pueda medirse,este emerge como un concepto significativo. Aunque no se puedan medir rasgos como la amabilidad, la confianza en sí mismo o el respeto por los demás, sí se pueden reconocer en los niños y ponerse de acuerdo sobre su importancia. Para todo aquel que se preocupe y ocupe de la promoción de la salud mental de niñas y niños, así como de la prevención de los trastornos de esta y su tratamiento, es muy importante conocer y aplicar los aportes de este enfoque. La popularidad del libro de Goleman (1996), por la atención que despertó, prueba que la gente comprende el significado de la inteligencia emocional y su importancia. Las capacidades emocionales no se oponen a las capacidades cognoscitivas, sino que ambas interactúan en forma dinámica, en un nivel conceptual y en el mundo real.

Segúnestudios realizados en Nueva Zelanda, el Coeficiente de Inteligencia (CI) ha aumentado 20 puntos desde que fue medido por primera vez a principios del sigloxx. Paradójicamente, mientras cada generación parece volverse más inteligente, sus capacidades emocionales y sociales parecen estar disminuyendo. Si se tiene en cuenta las estadísticas de salud mental y de otros aspectos sociológicos, se verá que los niños de hoy están más expuestos a ser dañados que los de generaciones anteriores. El Children´s Defense Fund (Fondo de Defensa para los Niños) de los Estados Unidos ofrece elperfil siguiente deun día en la vida de la juventud estadounidense:

 

Cada día, 3 menores de 25 años mueren por SIDA y 25 son infectados. Cometen suicidio 6 niños. Son arrestados6 042niños; de estos, 342 por delitos violentos. Nacen1 407bebés de madres adolescentes. Abandonan la escuela 1 833 niños y 135 000 llevan armas a la escuela.

Es conocido por todos, que este no es el panorama de Cuba,pero como la política de salud de esta isla se basa en la promoción y la prevención, se deben reforzar los factores protectores de la sociedad, de la familia y del sistema para proteger la infancia y adolescencia.

En los hospitales pediátricos se ven, con frecuencia, payasos porque se sabe que el humor ayuda no solo a los niños a enfrentar mejor el estrés que causa permanecer en un hospital, sino que puede estimular su sistema inmunológsico y acelerar su recuperación. Se ha demostrado que los juegos cooperativos han logrado construir mejor cohesión familiar y disminuir la ira y la agresividad en los niños. En otro sentido, se ha demostrado que los niños con capacidades en el campo de la inteligencia emocional son más felices y tienen más éxitos en la escuela.

Los escépticos se preguntan ¿por qué es necesario enseñar a los niños capacidades relacionadas con las emociones? Como se expondrá más adelante, las emociones son mecanismos de supervivencia. Lo más asombroso es que una sonrisa y la contracción de los músculos faciales acompañantes disminuyen el flujo sanguíneo; esto enfría la sangre, disminuyendo la temperatura de la corteza cerebral y aumentando la producción de serotonina, lo cual se asocia a una reducción de la agresividad y la impulsividad. Cuando se logra que los niños sonrían, se contribuye a su salud mental. Otras capacidades emocionales necesitan mayor tiempo de aprendizaje y cierto grado de práctica, pero una vez adquiridas, se vuelven naturales y permanentes. Por ejemplo, la interpretación de señales no verbales como las expresiones faciales, los gestos y las posturas es una capacidad que los niños pueden adquirir con facilidad. Dado que los estudios indican que casi 90 % de la comunicación emocional se transmite en forma no verbal, esta aptitud puede mejorar mucho la capacidad de los niños para comprender los sentimientos de los demás y reaccionar en forma apropiada. Otro ejemplo es que la enseñanza de las técnicas de relajación y lenguaje figurado, como una forma de manejar el dolor y el estrés psicológico, es un aprendizaje que puede producir efectos positivos para toda la vida. En este sentido, los juegos son una forma muy buena de enseñar capacidades emocionales, porque a los niños les gusta practicarlos una y otra vez. A travésde los juegos, se puede brindar a los niños las oportunidades deaprender y ejercitar nuevas formas de pensar, sentir y actuar. Al participar en estos juegos, se pueden convertir en parte integral del proceso de aprendizaje emocional.

¿Por qué inteligencia emocional. Son las emociones inteligentes?

Según el diccionario, inteligencia (del latínintelligentia) significa: 1. Capacidad de entender o comprender. 2. Capacidadde resolver problemas. 3. Conocimiento, comprensión, acto deentender. 4. Sentido en que se puede tomar una sentencia, un dicho o una expresión. 5. Habilidad, destreza y experiencia. 6. Trato y correspondencia secreta de dos o más personaso naciones entre sí. 7. Sustancia puramente espiritual. Desarrollo y utilización de ordenadores con los que se intenta reproducir los procesos de la inteligencia humana.

Según la Real Academia Española, emoción (del latínemótio) es la excitación repentina del ánimo. ElLarroussela define como: Agitación, turbación del ánimo. ElOxfordcomo: Cualquier agitación y trastorno de la mente, el sentimiento, la pasión; cualquier estado mental vehemente o excitado.

Según Bustamante (1968), las emociones son reacciones afectivas de aparición brusca, de gran intensidad, de carácter transitorio y acompañadas de cambios somáticos ostensibles. Se presentan siempre como reacción ante una situación de emergencia o ante estímulos de carácter sorpresivo o de gran intensidad. Se vinculan con las necesidades biológicas y bajo el control de las formaciones subcorticales.

Todas las emociones son impulsos para actuar. Planes instantáneos que la evolución nos ha inculcado en un millón de años. Emoción viene demotere, verbo latino que significa mover y del prefijoeque significa alejarse, lo que implica que en toda emoción hay una tendencia a actuar.

 

capítulo 1

Análisis de un concepto integral de la inteligencia

Cada ser humano lleva en sí un hombre ideal, lo mismo que cada

trozo de mármol contiene en bruto una estatua tan bella

como la que el griego Praxitelen hizo del dios Apolo.

José Martí

Definición: La capacidad general integrada por las cualidades sociopsicológicas o de la personalidad que determinan las posibilidades siguientes:

1. Aprender, con sentido propio y creatividad, en un contexto y tiempo reales, la relación entre:

a)Una situación problemática u oportunidad de mejora.

b) La combinación específica de conocimientos conceptuales, operacionales e instrumentales.

c) Las diferentes alternativas para utilizarlos.

2. Sentir la necesidad del grupo, organización o sociedad, asociada a la problemática u oportunidad.

3. Integrar, con espontaneidad, esas necesidades sociales y sus intereses personales.

4. Vincular esa motivación extrínseca con la intrínseca relativa a la creación de soluciones o generación de nuevos conocimientos.

5. Experimentar la voluntad o deseo de compartir con los demás el proceso creativo, sus resultados y sus consecuencias positivas.

6. Disponer de las habilidades de comunicación y otras que requieran las acciones mencionadas.

En esta definición se puede observar que se respeta la concepción de que una capacidad es un sistema de cualidades de la personalidad que garantizan el éxito en determinada actividad; en este caso, la actividad implícita es la creación de valores para el bienestar de la sociedad y de otras personas concretas, mediante la participación colectiva en las tareas de la organización o la comunidad. Se ha incluido en el sistema de cualidades de la personalidad, algunas de carácter cognoscitivo y otras de la esfera afectivo-volitiva, porque la inteligencia se concibe como una manifestación de la personalidad en la que la estructura de los motivos y la esfera emocional desempeñan una función importante. Por otra parte, la definición pretende reflejar la esencia social de la actividad y del aprendizaje humano; las diferencias entre conocimientos, habilidades y capacidades; la diferencia entre necesidades sociales e intereses personales; entre la motivación extrínseca y la intrínseca; y en general, algunas cualidades que se han considerado indicadoras de la creatividad en la personalidad. Algunas de estas características se han explicado antes y otrasse detallarán, para esclarecer qué es la inteligencia, qué necesidades de formación e información se derivan de este concepto y cómo se pueden determinar.

Relación inteligencia-conocimiento

Observe que, mientras el conocimiento es un acumulado dinámico de conceptos, operaciones e instrumentos, la inteligencia es una capacidad, es decir, un sistema integrado de cualidades de la personalidad que se manifiestan en las acciones para solucionar problemas o generar nuevos conocimientos que aportan valor a los productos, mediante el uso eficientemente de los elementos disponibles. Por ejemplo, algunas personas pueden tener muchos conocimientos, pero carecen de la capacidad para solucionar problemas. Se considera que las explicaciones ofrecidas, hasta este momento, son suficientes para captar esta diferencia.

Es importante destacar que, en la literatura no psicológica, sobre el concepto de conocimiento o de cognición (esfera cognoscitiva de la personalidad) predomina una visión diferente del alcance de este. Tal como sucede con el concepto de cultura, la cual puede tener una acepción general que abarque todo el producto de la experiencia histórico-social del hombre y otra, más estrecha, referida a la cultura artística oliteraria como esfera específica de la actividad del hombre,o incluso significados más especiales como el de cultura informacional, física, informática, organizacional, etc., el tratamiento del concepto conocimiento presenta, para muchos, un significado equivalente a la cultura en sentido amplio; abarca, tanto la esfera cognoscitiva como la afectivo-volitiva de la personalidad y comprende, tanto las formas conceptuales, operacionales e instrumentales del conocimiento, como las habilidades, hábitos, capacidades y la propia inteligencia. Esto determina que, para unos, se diferencien claramente estos conceptos y esferas de la personalidad y todos sean objeto de aprendizaje o educación, mientras otros trabajan con un concepto más amplio e indiferente de conocimiento, que abarca todo lo anterior y, por tanto, el propio proceso contiene el aprendizaje.

No es propósito de este libro abordar una larga disquisición sobre las razones que pudieran conducir a la posición más correcta del conocimiento, la inteligencia y el aprendizaje como continentes o contenidos. Pueden encontrarse inteligentes razones contradictorias. Sin embargo, es importante que el lector quede claro en cuanto a la acepción por la que se opta. Las ventajas de orden práctico para diferenciar diversos objetos de formación y de métodos para alcanzarla,determinan que se considere aquí al conocimiento (y susdiferentes clasificaciones) como uno de los objetos de aprendizaje o educación, perteneciente a la esfera cognoscitiva de la personalidad o de la actividad social, distinto de la inteligencia y de las habilidades en los sentidos explicados.

La discusión sobre la relación pragmática entre información, conocimiento, inteligencia, y más tarde aprendizaje y educación, solo se ha esbozado. Por el momento es necesario continuar con otro aspecto del estudio de la inteligencia como fenómeno integral, que es objeto de polémica.

La inteligencia como manifestación de la personalidad integrada, según varios autores, tanto desde la perspectiva de las capacidades,de las competencias o el talento, de la creatividad que aparece como requisito de calidad del aprendizaje, como de la propia inteligencia, ponen énfasis en la necesaria vinculación entre componentes cognoscitivos y afectivos de la personalidad en estas formaciones, para que puedan constituir, realmente, un factor de éxito en la actividad (una capacidad). “Se ha advertido que el surgimiento del interés hacia una u otra actividad, está íntimamente relacionado con el despertar de las capacidades y sirve de punto de partida para su desarrollo; el desarrollo de la inteligencia o de cualesquiera capacidades profesionales, no puede ser un objetivo en sí mismo; debe plantearse en primer plano, no tanto la cuestión sobre el desarrollo posterior de la inteligencia, sino la tarea de la formación de la personalidad en su conjunto, en la que las capacidades, son solo uno de los componentes de su estructura”. (Petrovsky, 1985.

Enfoque de la inteligencia emocional

En las fuentes de información procedentes deInternet, donde predominan las de origen norteamericano y europeo, el términoInteligencia emocionalfue acuñado por Salovey y Mayer (1990) y se refiere a una capacidad compleja integrada por un sistema de actitudes y habilidades, por ejemplo: percepción de control, contacto con otras personas, enfrentamiento al estrés, etc., que determinan la conducta individual, reacciones, estados mentales y estilo de comunicación, niveles de autoestima, etc. Estos factores afectan, de manera directa, los niveles de éxito, y satisfacción personal y social. El más destacado promotor de este concepto es Daniel Goleman, quien publicó unbest seller, en octubre de 1995, tituladoLa inteligencia emocional;en 1996,La práctica de la inteligencia emocionaly más tarde, en 1998, otro llamadoTrabajando con la inteligencia emocional. Su principal aporte consiste en reunir los resultados de una década de estudios sobre la conducta y el procesamiento de las emociones, y expresarlo de forma sencilla y accesible.

Mientras el análisis cuantitativo, a partir de las fuentes presentes enInternet, pudiera reafirmar el origen del tratamiento de la inteligencia emocional como capacidad para el éxito grupal y organizacional, los trabajos realizados por un numeroso grupo de investigadores de la Academia de Ciencias Pedagógicas de la antigua URSS, en la década de los setenta, sobre el problema de la diferenciación estructural y funcional de los grupos y colectivos (equipos), muestran como parámetros psicológicos fundamentales en la formación de los colectivos, en su definición y en el desarrollo de su capacidad de éxito, a tres componentes, que cubren el espectro de la inteligencia emocional: la autodeterminación colectivista (en otras palabras, la formación de la conciencia y del sentido del grupo), la valoración y la orientación consciente hacia la cohesión del grupo y la identificación eficaz y emocional del grupo. El colectivo es un concepto similar al de equipo; se forma sobre objetivos y actividades comunes que determinan los papeles, la estructura, la interacción y las interrelaciones de los miembros.

En este último sentido, los investigadores definen como interrelaciones del grupo a “el sistema de disposiciones interpersonales, de orientaciones, de expectativas, determinadas por las valoraciones y emociones que surgen del proceso de la comunicación interna del grupo, y […] ante todo, por el contenido socialmente valioso y significativo para la personalidad, de la actividad conjunta”.

Inteligencia emocional y emociones

Los incidentes violentos son, por desgracia, cada vez más frecuentes en las escuelas de los Estados Unidos, según todos los reportes policíacos y científicos. Las estadísticas muestran un aumento de la delincuencia infantil y juvenil, en los Estados Unidos, que bien se puede considerar como la punta de lanza de una tendencia mundial. En las dos últimas décadas se registró el índice más elevado de arrestos juveniles relacionados con delitos violentos; en este sentido, el número de arrestos juveniles por violación se duplicó y la proporción de adolescentes acusados de homicidio por arma de fuego se multiplicó por cuatro. También, en esas dos mismas décadas, la tasa de suicidios entre adolescentes se triplicó y ocurrió lo mismo con el número de niños menores de catorce años que fueron asesinados violentamente. Por otra parte, cada vez son más y más jóvenes, las adolescentes que se quedan embarazadas. Estos datos alarmantes son el equivalente a aquel canario que los mineros llevaban consigo a los túneles y cuya muerte les advertía la falta de oxígeno. Tal vez los datos más reveladores en este aspecto los proporcione una investigación realizada, a nivel nacional, entre niños y adolescentes norteamericanos comprendidos entre los 7 y los 16 años de edad, que comparó la situación emocional de estos a mediados de la década de los setenta y a finales de los ochenta, y demostró la existencia de un claro descenso en el grado de competencia emocional.

Estos son, en términos generales, los aspectos en los que ha habido un franco empeoramiento:

•Marginación o problemas sociales. Tendencia al aislamiento, a la reserva y al mal humor; falta de energía; insatisfacción y dependencia.•Ansiedad y depresión. Soledad; excesivos miedos y preocupaciones; perfeccionismo; falta de afecto; nerviosismo, tristeza y depresión.•Problemas de atención o de razonamiento. Incapacidad para prestar atención y permanecer quieto; ensoñaciones diurnas; impulsividad; exceso de nerviosismo que impide la concentración; bajo rendimiento académico; pensamientos obsesivos.•Delincuencia o agresividad. Relaciones con personas problemáticas; uso de la mentira y el engaño; exceso de justificación; desconfianza; exigir la atención de los demás; desprecio por la propiedad ajena; desobediencia en casa y en la escuela; mostrarse testarudo y caprichoso; hablar demasiado; fastidiar a los demás y tener mal genio.

 

El estatus de las familias y los niños estadounidenses es más inquietante que nunca. Se priva a millones de niños de sus capacidades y de sus aptitudes morales. Pero no se trata de un fenómeno exclusivamente norteamericano, sino de una situación global, porque el mercado mundial busca abaratar los costos laborales y termina haciendo mella sobre la familia. Por otra parte, aunque los norteamericanos suelen considerar que sus problemas son especialmente graves, las investigaciones realizadas en otros países replican o incluso superan estos resultados. Se ha realizado un estudio comparativo a escala mundial sobre el bienestar infantil, donde se afirma: “...las presiones externas son tan grandes que, a falta de un buen sistema de apoyo, hasta las familias más unidas están empezando a fragmentarse. La incertidumbre, la fragilidad y la inestabilidad de la vida cotidiana familiar afectan a todos los segmentos de nuestra sociedad, incluyendo a las personas acomodadas y con un elevado nivel cultural. Lo que está en juego es nada menos que la próxima generación, especialmente los varones, que durante su desarrollo son especialmente vulnerables ante las fuerzas disgregadoras y los devastadores efectos del divorcio, la pobreza y el desempleo”.

Mente intelectual y mente emocional

El término “inteligencia emocional” se refiere a la capacidad de reconocer los propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar, adecuadamente, las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un término, pues, que engloba habilidades muy distintas, aunque complementarias, a la inteligencia académica, la capacidad exclusivamente cognoscitiva medida por el cociente intelectual. En este sentido, hay personas que son cognoscitivamente muy inteligentes, pero que al adolecer de inteligencia emocional, terminan trabajando para otros con cocientes intelectuales inferiores, sin embargo, poseen una inteligencia emocional superior a la suya. Estos dos tipos de inteligencia, la intelectual y la emocional, expresan la actividad de regiones diferentes del cerebro. El intelecto se basa,exclusivamente, en el funcionamiento del neocórtex, el estratoevolutivo más reciente que recubre la superficie del cerebro, mientras que los centros emocionales ocupan un lugar inferior, en la región subcortical más antigua.

La inteligencia emocional, por último, está relacionada con el funcionamiento concertado y armónico entre los centros emocionales e intelectuales. El primero de los grandes teóricos del campo de la inteligencia que señaló la diferencia existente entre las capacidades intelectuales y las emocionales fue Howard Gardner, psicólogo de la Universidad de Harvard que, en 1983, propuso un modelo ampliamente difundido, llamado “Inteligencia múltiple”. Su lista de siete tipos de inteligencia no solo incluía las habilidades verbales y matemáticas, sino también dos modalidades de inteligencia “personal”: el conocimiento del propio mundo interno y la inteligencia social. Salovey y Mayer (1990) definieron a la inteligencia emocional como la capacidad de controlar yregular los sentimientos de uno mismo y de los demás, y utilizarlos como guía del pensamiento y la acción. Mientras ellos siguen perfilando su teoría, Goleman (2002) ha adaptado su modelo a una versión que me parece más útil para comprender la forma en que estos talentos influyen en la vida de las personas, incluso en el mundo laboral; esta versión incluye habilidades emocionales y sociales básicas.

La inteligencia emocional, en el trabajo, se manifiesta en disposiciones que deben educar los gerentes y el personal especializado:

•Compromiso organizacional.•Iniciativas que estimulan la mejoría y la calidad en la ejecución de las distintas tareas.•Incentivos para la comunicación y la confianza entre los empleados, y los distintos jefes y directivos de empresa.•Construcción de relaciones que ofrecen una ventaja competitiva dentro y fuera de la compañía.•Incentivo de una constante colaboración, apoyo e intercambio de las fuentes y recursos.•Innovación, riesgo y enfrentamiento de cualquier situación como un equipo.•Pasión por el aprendizaje y el mejoramiento sistemático.

Como se puede observar, el concepto de Inteligencia emocional se integra al concepto de inteligencia, tanto en el reflejo cognoscitivo como el afectivo, pero no se hace una distinción entre estos, simplemente se considera a la persona como una unidad.

Las regiones cerebrales implicadas en las sensaciones viscerales son más antiguas que las delgadas capas del neocórtex, el centro del pensamiento racional que está situado en la parte superior del cerebro. Las emociones, por su parte, se asientan en una región más profunda, en los centros que rodean el tallo cerebral y, en particular, en la anatomía y ramificaciones nerviosas de una estructura en forma de almendra denominada “amígdala”. Esta red de conexiones que, a veces, se conoce con el nombre de “amígdala extendida” llega hasta el centro ejecutivo del cerebro situadoen los lóbulos prefrontales. El cerebro almacena los diferentesaspectos de una experiencia en distintas regiones cerebrales (la fuente de la memoria está codificada en una zona, las imágenes en otra, los sonidos en una tercera) y la amígdala, por su parte, es el lugar en el que se almacenan las emociones que suscitan una determinada experiencia.

Damasio (s.a.) tuvo un paciente que era un brillante abogado al que hacía pocos años se le había diagnosticado un pequeño tumor en los lóbulos prefrontales. La intervención quirúrgica destinada a solucionar el problema resultó todo un éxito, salvo que el cirujano seccionó, accidentalmente, las conexionesnerviosasque conectaban los lóbulos prefrontales con la amígdala. Entonces fue cuando Damasio se percató del verdadero problema de su paciente, que no parecía tenersensaciónalguna de sus pensamientos y, como consecuencia, carecía de preferencias al respecto. La conclusión que extrajo Damasio de este hecho fue que la mente no está organizada como un ordenador que pueda brindar una pulcra copia impresa de los argumentos racionales a favor y en contra de una determinada decisión, basada en todas las ocasiones anteriores que se haya tenido que afrontar una situación similar. En lugar de eso, la mente hace algo más elegante, calibra la huellaemocionalque han dejado las experiencias previas y da una respuesta en forma de presentimiento o de sensación visceral. La noción de que existe un “pensamiento puro”, es decir, una racionalidad ajena a los sentimientos, no es más que una ficción, una ilusión basada en la falta de atención hacia los estados de ánimo sutiles que acompañan al ser humano a lo largo de toda la vida.

El pensamiento y el sentimiento se hallan, inextricablemente, unidos y, como consecuencia, se albergan sentimientos sobre todo lo que hacemos, pensamos, imaginamos o recordamos. Con eso no estoy diciendo, obviamente, que debamos sopesar loshechosatendiendo solo a las emociones, sino que debemos tenerlas en cuenta. La conexión con nuestras emociones nos proporciona una información esencial que puede resultar vital para navegar, adecuadamente, a través de la vida. Esta sensación de “corrección” o “incorrección” es capaz de indicarnos si lo que estamos haciendo se ajusta o no a nuestras preferencias, a los valores que nos guían, a nuestra sabiduría vital y a los problemas que conlleva traicionar nuestros propios valores personales. Porque hay que tener en cuenta que estos no son meras abstracciones, sino credos íntimos que nunca llegamos a articular en forma de pensamientos, a lo sumo, en forma de emociones.

Los valores se traducen en aquello que tiene ciertaresonancia opoder emocional sobre nosotros, ya sea en un sentido positivo o negativo. La conciencia de uno mismo constituye una especie de barómetro interno que nos dice si la actividad que estamos llevando a cabo o la que vamos a emprender, merece realmente la pena. Las decisiones que se ajustan a nuestra brújula interna resultan estimulantes. No solo nos hacen sentir que estamos haciendo lo correcto, sino que impulsan la atención y la energía necesaria para conseguir lo que queremos.

Vínculo entre intelecto y emociones

Las emociones importan. De acuerdo con una creciente cantidad de datos que lo demuestran, el sentimiento es el recurso más poderoso que poseemos. Las emociones son salvavidas para el conocimiento de uno mismo y para la autoconservación, que nos conectan profundamente con nosotros mismos y con los demás, con la naturaleza y con el cosmos. Nos informan de cosas que constituyen la mayor importancia para nosotros: personas, valores, actividades y necesidades que nos aportan motivación, entusiasmo, autocontrol y persistencia.

El conocimiento emocional y el saber hacer nos permiten recuperar nuestra vida y nuestra salud, preservar nuestra familia, entablar relaciones amorosas y duraderas, y tener éxito en nuestro trabajo. Nuestro coeficiente intelectual puede ayudarnos a comprender y afrontar el mundo a determinado nivel, pero precisamos de nuestras emociones para entendernos y tratar con nosotros mismos y, a su vez, entender y tratar con los demás. Sin la conciencia de nuestras emociones, sin la capacidad de reconocer y valorar nuestros sentimientos, y actuar en sincero acuerdo con estos, no podemos llevarnos bien con los demás (independientemente de lo “listos” que seamos), nos resulta difícil tomar decisiones y, a menudo, nos encontramos perdidos, desconectados de nuestro sentido del yo. Culturalmente, hemos aprendido a pensar en la propia conciencia como una actividad intelectual y no como una respuesta del corazón o instintiva. Hemos aprendido a no confiar en nuestras emociones; nos han dicho que las emociones distorsionan la información supuestamente exacta que nuestro intelecto suministra. Incluso el término emocional significa débil, sin control, hasta pueril. “No seas niño”, decimos al chiquillo que está llorando en el patio del recreo. “¡Déjalo solo, deja que lo solucione él!”, advertimos a la niña que corre a ayudar al muchacho. 

En realidad, tenemos tendencia a moldear la imagen de nosotros mismos en torno a nuestro intelecto. Nuestras capacidades de memorizar y resolver problemas, de deletrear palabras y de efectuar cálculos matemáticos se miden, fácilmente, con pruebas escritas; esas medidas se pasan a informes en forma de calificaciones y, en última instancia, dictan qué facultad nos aceptará y qué caminos profesionales debemos seguir. Si no obtenemos buenos resultados en estas pruebas normalizadas, sentimos claramente el impacto de la etiqueta que se nos impone; cualquier meta que tengamos se vuelve más difícil de alcanzar cuando sabemos que es muy posible que no seamos bastante listos para alcanzarla. ¿Su instinto le dice que hay algo que no está bien en ese panorama?; esto es debido a que, por mucho que la sociedad nos diga que para seguir adelante hay que ser objetivo y racional, tenemos la sensación de que la persona no fue hecha para actuar como un ser “solo pensante”.

Cuando vemos una película que nos conmueve, coincidimos en que fue maravillosa; cuando vemos a alguien que actúa con compasión, le aplaudimos. Pero aceptamos nuestra emotividad solo en determinados contextos: es correcto llorar en el cine, pero no en el trabajo; está bien confiar en tu instinto al jugar al póquer, pero no cuando se trata de elegir un producto para comercializar. Ahí reside la paradoja. Se nos inculca que valoremos la cabeza y devaluemos el corazón; instintivamente, valoramos el corazón y nos sentimos mal por hacerlo. Pero no nos equivocamos. 

Emociones y sentimientos

La vida transcurre. Sucede así. En todo caso, somos nosotros quienes le damos una lógica, formulándola en términos narrativos. Es decir, narrándola o “narrándonosla”. Pero, incluso narrándonosla, quizá tampoco tendría lógica si no diéramos un sentido a los acontecimientos que la señalan gracias a las emociones que tales acontecimientos suscitan en nosotros. Eso se pone de manifiesto de manera muy evidente en los aportes de las técnicas narrativas y los conceptos de “relato dominante, relato extraordinario y logros aislados” que se manejan en estas. En esta comunicación presentamos la descripción del desarrollo emocional en la infancia y proponemos una valoración de las emociones primarias o innatas y secundarias cognoscitivas, y socioculturales que nos lleven a detectar alteraciones en el control emocional de los sujetos evaluados, con el fin de aplicarles un programa dehabilidades sociales-emocionales que los ayude, en el caso deexistir alteraciones que valorar, interpretar y adaptarse a las situaciones sociales cotidianas, con el objetivo de resguardar o proteger su yo frente a posibles agresiones personales reales o percibidas.

La emoción es, básicamente, comunicación. Desde un modelo cognoscitivista se integrarían los conceptos en la comprensión de la emoción siguientes:

1. “Es fruto de un estado mental o un proceso”.

2. “Caractererizado por la actividad cognitiva referente al significado de la relación sujeto-entorno”.

3. “Frecuentemente elicitado por un suceso externo queproduce experiencias subjetivas, acompañadas por correlatos fisiológicos, conductuales y cognitivos”.

4. “Alteración afectiva intensa que acompaña o sigue inmediatamente a la experiencia de un suceso feliz o desgraciado, o que significa un cambio profundo en la vida sentimental”.

Entre las diversas clasificaciones de las emociones, todos los autores están de acuerdo en la importancia que dio Darwin a las emociones básicas de alegría, tristeza y ansiedad, como emociones innatas y universales. A lo largo del desarrollo y durante la primera década de la vida aparecen emociones más complejas como el orgullo, la vergüenza, la culpa, el engaño y la mentira, articuladas por las emociones primarias. ¿Los sentimientos y las emociones se expresan o se dicen (con palabras)?.

Para autores como Castilla del Pino (Marina, 2000), “Los sentimientos no se dicen, se muestran”. Para Marina (2000), “El lenguaje es un medio imprescindible para conocer los sentimientos ajenos y para comprenderlos”. En todo caso esperamos que a lo largo del desarrollo se produzca una mayor capacidad para comprender y poder expresar, verbalmente, las emociones que en un primer momento solo se cuenta con el lenguaje corporal para “decirlas”. La alexitimia, ausencia de palabras para expresar las propias emociones, relacionada tanto con la restricción de la vida simbólica como con un estilo cognitivo orientado a lo externo y lo concreto , constituye un déficit en el que convergen gran parte de cuadros psicopatológicos en la vida futura de los sujetos.

Desde la Teoría de la mente (Psicología popular, Teoría cotidiana, Teoría Näif ), entendida como habilidad para pensar el pensamiento del otro y predecir conductas, las emociones se vinculan, estrechamente, con el pensamiento simbólico: “Posibilidad de sustituir la realidad por un (objeto) significante en un contexto”. (Rasgo distintivo del ser humano.) Este entrecruzamiento del pensamiento simbólico y la Teoría de la mente abre numerosos caminos a la investigación en el campo de las emociones. Del mismo modo, el Modelo de teoría de la mente desde el psicoanálisis, postulado por Bion (2005), se basa en dos principios:

1. Relación bebé/entorno. La relación continente/contenido. La identificación proyectiva. La empatía.

2. Importancia de la emoción que se vincula con el significado de la experiencia.

Da un sentido emocional a la estructuración y consolidación de un “aparato para pensar los pensamientos”, que integra el paso de lo emocional a lo cognoscitivo.

Las teorías de la vinculación y neuroevolutivas del desarrollo, se podrían condensar en estos dos axiomas:

1. “El Bebé es un buscador activo de objetos”.

2. “Nuestro primer contacto con la realidad es afectivo”, incluye una amalgama de modelos y constructos como “Teoría del apego” (Bowlby, 1996), en los que se señalan las alteraciones del vínculo, ya sea por una vinculación ansiosa, depresiva o autista, o mediante desajuste por hiperestimulación, hipoestimulación o una estimulación paradójica (Stern, 1996). Esto tiene su correlato en la expresión y regulación de las emociones, a lo largo dela primerainfancia.

Emociones primarias

Como el lector puede apreciar, es bastante confusa y abigarrada la manera en que se ha enfocado la relación entre emociones y sentimientos, y me parece prudente establecer una diferencia entre emociones primarias, secundarias y sentimientos:

Miedo.La reacción de miedo tiene como antecedente la capacidad de la materia viva de inactivarse (domina el objeto).

Ira.Modalidad emocional opuesta al miedo, tiene su antecedente biológico en la irritabilidad celular (domina el sujeto).

Amor.Es el producto de la consecución del nivel de adaptación (relación equilibrada sujeto-objeto).

Los investigadores continúan discutiendo acerca de quéemociones pueden considerarse primarias o incluso si realmente existen (azul-rojo-amarillo). Algunos afirman que la alegría, la tristeza y la ansiedad son emociones secundarias. Otros las incluyen entre las primarias y añaden a estas el placer, la sorpresa, el disgusto y la vergüenza.

Se afirma que las emociones son un mecanismo de supervivencia. El miedo nos protege del daño y nos indica evitar el peligro. La ira nos hace superar barreras. En el amor se encuentra la alegría y la felicidad en la compañía de otros. Los frutos de ternura y la satisfacción sexual dan lugar a un despertar parasimpático.

Explicar de forma clara y sencilla los motivos por lo que esto es así constituye todo un reto para nosotros, sin embargo, consiste en un paso obligado que posibilita comenzar a comprender la naturaleza de aquello que se denomina, genéricamente, Inteligencia emocional. La fuerza con que seimpuso este particular tema desde el comienzo de este trabajofue de tal intensidad que me obligó a indagar acerca de conocimientos y estrategias que me permitieran construir un concepto y diseñar acciones efectivas para solventar esta necesidad específica. Inteligencia emocional y alfabetización emocional surgieron, inicialmente, como intentos de explicar y solucionar fenómenos colectivos como el mal humor, la irritabilidad y la hostilidad urbanos, manifiestos en calles, centros educativos, ambientes laborales, etc., e individualmente, por esa creciente tendencia anómala a expresar de forma automática emociones fuera de control, las cuales navegan, alternadamente, entre corrientes de arrebatos y remolinos de arrepentimientos.

Ahora bien en cuanto a la diferenciación entre las emociones y los sentimientos, debo reiterar que emociones son: reacciones afectivas de aparición brusca, de gran intensidad, de carácter transitorio y acompañadas de cambios somáticos ostensibles; se presentan siempre ante una situación de emergencia o ante estímulos de carácter sorpresivo o de gran intensidad; su vinculación con las necesidades biológicas y al desarrollarse bajo el control de las formaciones subcorticales,les otorgan el carácter intenso y transitorio que he señalado; sirven, en momentos de emergencia, al intento de adaptaciónante la situación sorpresiva; la prolongación de su presencia más allá de ciertos límites crea un estado de anormalidad.

Los sentimientos son estados afectivos de menor intensidad, aparición lenta, de carácter más constante, y que no se acompañan de cambios somáticos ostensibles. Son el resultado del desarrollo y la fijación en los seres humanos de estados afectivos estables, que son determinados por la historia personal del sujeto y en estrecha relación con las motivaciones sociales, como el optimismo o el pesimismo, la decepción, la desilusión, la fe, la esperanza, la confianza, la desconfianza, la ternura, la compasión.

Las emociones y sentimientos ofrecen una relación de continuidad y, por lo tanto, a veces coinciden emociones y sentimientos del mismo nombre, pero conceptualmente diferentes. El amor y el miedo difieren en su calidad y función, cuando son emociones causadas por sentimientos. Es bueno aclarar que existen, además, los sentimientos superiores, los cuales son formas más elevadas y complejas de la vida afectiva; están en íntima relación con la esfera intelectual, lo cual hace creer que son sus determinantes, pero queda escondida en el fondo su motivación afectiva. El amor por la Patria, por la humanidad, por la paz, etc. están influidos por los procesos lógicos del pensamiento y tras ese manto quedan ocultas sus raíces afectivas.

Relación inteligencia-creatividad

La creatividad es una cualidad de la personalidad que se ha incluido en la definición de inteligencia, que se integra a esta, pero no se identifica con ella. Los autores sobre el tema de la creatividad como cualidad de la personalidad atribuyen a esta, también, una integración de lo cognoscitivo y lo afectivo. “La creatividad es la expresión de la implicación de la personalidad en una esfera concreta de la actividad, el producto de la optimización de sus capacidades en relación con fuertes tendencias motivacionales, donde el sujeto de la actividad está implicado como un todo”. La creatividad no solo se manifiesta en la solución de problemas, sino en el descubrimiento, formulación y argumentación de estos, cualidades estas que desempeñan una función importante en la inteligencia como capacidad, sobre la que se sustenta la perspectiva de aprovechamiento continuo denuevas oportunidades y de la innovación, tanto en el plano individual como organizacional.

La definición que presenta González Suárez (2003) es la siguiente: “La creatividad puede ser descrita como aquel proceso o facultad que permite hallar relaciones y soluciones novedosas partiendo de informaciones conocidas y que abren no solo la posibilidad de solucionar un problema conocido, sino que también implica la posibilidad de descubrir un problema allí donde el resto de las personas no lo ven”. A pesar de que en la literatura existe una diversidad considerable de rasgos y condiciones asociadas con la creatividad, hay elementos como la flexibilidad, la ausencia de inhibiciones y de convencionalismos, la apertura a la experiencia y un alto nivel de motivación intrínseca que, de una u otra forma, se reflejan en diferentes trabajos con bastante fuerza.

En la definición integral de inteligencia aparecen varios conceptos que clasifican dentro de la esfera afectiva o emocional de la personalidad. Estos son los de necesidad, interés, motivación extrínseca e intrínseca. Los dos tipos de motivación mencionada, no solo aparecen dentro de la capacidad compleja a la que se le ha llamado inteligencia, sino que muchos autores coinciden en considerarlas, en su función relativa dentro de la cualidad identificada, como creatividad. Al respecto se puede decir, brevemente, lo siguiente: Se entiende por motivación intrínseca al sistema de motivos vinculados con la realización misma de la actividad y con el valor que otorga la persona al resultado, como un producto propio, como una manifestación de éxito o realización de su personalidad.

Casi todos los estudios realizados, en diferentes contextos, sobre la creatividad científica, tecnológica, artística u otras, han constatado un predominio de este tipo de motivación en la personalidad creadora, pero no debe entenderse que excluye la presencia de motivos externos a la actividad. Los actos de creación no solo requieren una motivación intrínseca, sino determinado nivel de intensidad o tensión de esa motivación, que estimula la movilización de sus capacidades en la dirección del éxito.

Durante la vida de la persona, la formación de este tipo de motivación se sitúa en estrecha relación con las capacidades, y con su historia de éxitos y fracasos. Las capacidades que conducen a los éxitos, en la medida que se desarrollan, favorecen la formación de motivos intrínsecos a la actividad, pero, al mismo tiempo, el nivel alcanzado por la motivación intrínseca, favorece el desarrollo ulterior de las capacidades.

La motivación intrínseca, como manifestación de las necesidades de autorrealización, fue tratada por Maslow (2005) en suTeoría de las necesidades. En esta se le otorga una importancia máxima a la consolidación de la personalidad y, específicamente, al desarrollo de la creatividad. Según este autor, cuando se han satisfecho todas las necesidades de los tipos inferiores en el hombre, predomina la necesidad de hacer aquello para lo que él sirve propiamente; se está, entonces, en presencia de una necesidad de satisfacción de sí mismo o autorrealización.

González Suárez (2003) en su experimentación mediante la actividad grupal, incursiona en las posibilidades de desarrollo de la creatividad a partir del servicio de información; también reconoce la importancia de que la motivación intrínseca ocupe un lugar primordial en la estructura de los motivos de la personalidad, para que se desarrolle la creatividad. “...se comenzó por pensar en la personalidad que es sujeto de su actividad creadora y que en el curso de esa actividad, se fortalece la tendencia a ser creadora. Esta tendencia adquiere su mayor plenitud cuando la personalidad jerarquiza, en un primer plano, la búsqueda de soluciones creadoras como motivo y la solución de problemas como objetivo”.

La motivación extrínseca es el sistema de motivos de la personalidad que impulsan y orientan la actividad hacia objetos o situaciones reales, o sus representaciones ideales, que pueden proporcionar vivencias de satisfacción de las necesidades a partir de valoraciones o compensaciones que provienen de otras personas, del grupo, la organización o la sociedad. Tal es el caso del salario, reconocimiento social, alimentos,medios de transporte, condiciones de vida y trabajo, y aquellas que proporcionan satisfacción a las necesidades ampliamente citadas en la pirámide de Maslow (2005) como fisiológicas, de seguridad, pertenencia y estima, contempladas en laTeoría de las necesidades. Otros elementos o condiciones que propician el desarrollo de la creatividad y de la inteligencia, en el sentido que esta se ha definido son los siguientes:

•Clima psicológico. Debe basarse en la confianza, la colaboración, las relaciones interpersonales, la comunicación sin restricciones. Todos pueden y deben expresar sus juicios, aunque otros puedan considerarlos inadecuados, mediante el ejercicio de un principio de aceptación mutua.

•Actividad grupal. A partir de una composición adecuada del grupo, se proporcionan diferentes perspectivas, respeto mutuo de los representantes de diferentes posiciones, el clima antes mencionado y una conducción efectiva que integre todos los aspectos mencionados en una dinámica fértil. Las ventajas de la actividad grupal, así como su importancia metodológica para la gestión del aprendizaje organizacional se abordarán, de forma específica, más adelante.

•Conciencia de que las soluciones creadoras y el aprendizaje se producen como efecto de compartir el conocimiento mutuamente enriquecedor de los diferentes miembros de un equipo. Esta conciencia debe existir, previamente, o desarrollarse durante la actividad del grupo, pero, en todo caso, debe reconocerse de manera explícita.

•Aceptación del riesgo. No como característica excepcional, sino habitual de la búsqueda de mejoras en la actividad personal, grupal y de la organización. Esta cualidad está muy relacionada con el estilo de pensamiento. Mientras más rígido y esquemático es el pensamiento en busca de soluciones “lógicas” para sentir la seguridad del amparode la lógica, menos probabilidad existe de que se produzca una idea revolucionaria, verdaderamente creadora y que se forme esta cualidad en las personas.

También se concede mayor importancia a la integración de la personalidad que a las cualidades propiamentecognoscitivas; al respecto se señala: “...la creatividad autorrealizada acentúa, en primer lugar, la personalidad por delante de sus consecuciones, y considera a estas como epifenómenos emitidos por la personalidad y, por tanto, secundarias a su respecto[...]. He subrayado la cualidad expresiva de las personas que poseen la creatividad autorrealizada, por delante de su cualidad de solución de problemas o de elaboración de productos. La creatividad autorrealizada se emite o se irradia, y alcanza a todos los aspectos de la vida”.

Se han hecho numerosos estudios para tratar de profundizar en las relaciones entre creatividad e inteligencia y la mayoría concluye que no son lo mismo y no están integradas por los mismos factores. No son necesariamente los individuos “más inteligentes los más creativos”, aunque todo parece indicar que es necesario un `nivel mínimo de inteligencia para la creatividad.

La gestión de competencias fue introducida, desde 1973 por McClelland, y replanteada y popularizada en el best seller de Goleman (1996), precisamente por el hecho de que el concepto de competencia imbrica a la personalidad como una integración, tanto en sus aspectos cognoscitivos como afectivos. A juicio de este autor, el término solo amplía las posibilidades de expresión, al tratar el tema de la inteligencia como capacidad integral de la personalidad. No obstante, se exponen algunos elementos que sustentan este criterio: “La competencia abarca el conocimiento en todas sus formas (generativa, productiva y representativa), pero también se relaciona con las capacidades personales[...], perseverancia, tolerancia al estrés, etcétera.” Trasladando el concepto a las organizaciones significa, según sus autores: “competencia combinada de los individuosde la organización y el conocimiento almacenado en la organización en forma de prescripciones, sistemas, cultura, etcétera.”

En la definición se observa la conjunción de los conocimientos y de las capacidades, lo que, por una parte, evidencia que se les reconoce como dos conceptos diferentes y por la otra, que se integran en un todo que resulta una competencia. Esta misma observación fue hecha, anteriormente, conrespecto al concepto de inteligencia. En su acepción cognoscitiva, inteligencia no podría entenderse como sinónimo de competencia, pero al verla como una integración cognoscitivo-emocional, no se destacan diferencias sustanciales en su manifestación.

Si alguna duda quedara de la similitud del significado de estos conceptos, podemos enunciar que es un concepto más abarcador que conocimiento porque incluye componentes cognoscitivos, emocionales y sociales... A nivel individual, la competencia es, principalmente, una cuestión de capacidad para utilizar el conocimiento para determinados propósitos. Por otra parte, no hay consenso acerca de la concepción de gestión de competencias ni sobre la propia acepción de competencias. En eso influyen su condición de intangible, la interdisciplinariedad demandada por su enfoque y lo reciente de su incorporación al campo de la gestión empresarial.

Boyatzis (1995) señala “Unas características subyacentes a la persona, que están causalmente relacionadas con una actuación exitosa en un puesto de trabajo”. No obstante su amplitud, se puede observar que el significado que proyecta se encuentra incluido en el concepto de inteligencia que se ha propuesto en este trabajo. Por último, es necesario el reconocimiento de la unidad de la personalidad en la competencia. Las personas no son solo competentes desde el punto de vista cognoscitivo, sino también emocional y como un todo: biológico, psicológico y social es competente o no la persona en determinadas actividades o dimensiones del desempeño. Es evidente la similitud del tratamiento que se le da a la competencia con los análisis que se han hecho sobre las capacidades, la inteligencia y la creatividad.

Goleman (1996) identifica las competencias que dependen de los estados de ánimo y que determinan un desempeño exitoso en el trabajo. Se trata de 25 capacidades específicas que se derivan de cinco áreas: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales, procedentes de la teoría formulada por Salovey y Mayer (Goleman, 1996). En el estudio de las necesidades de formación e información, se pueden tener en cuenta estas competencias en el sentido de considerarlas convenientes, y determinar si existen o no en las personas y grupos, o en la cultura de la organización; así, se pueden distinguir las necesidades que existen de formación o educación emocional en los colectivos de trabajo. Existe una amplia bibliografía sobre la inteligencia yla educación emocional, de gran utilidad para la gestión de laeducación correspondiente, en caso de que se establezca su necesidad.

El Desarrollo del Talento

Tener talento es tener buen corazón; el que tiene buen corazón, ese es el que tiene talento.

José Martí

Algunos autores prefieren utilizar el término talento para abarcar todo el espectro de cualidades integradas de la personalidad que se han explicado para la inteligencia. Su presencia tiene la finalidad de no omitir un enfoque sostenido por respetados exponentes de la gestión del conocimiento y del aprendizaje organizacional. Puede decirse, sin temor alguno, que todas las consideraciones hechas hasta aquí para el concepto de inteligencia son totalmente válidas para el talento, sobre todo si se observan las diferenciaciones que se hacen entre talento y conocimiento. Por ejemplo, Bueno (2005) apunta: “El talento a diferencia del conocimiento[...] trata sobre las competencias y la motivación, sobre el saber hacer, sobre los resultados (altos rendimientos), sobre la acción, la creación de riqueza y el éxito”. Este autor caracteriza al talento como un proceso dinámico hacia el éxito, proceso dinámico, basado en el aprendizaje, que se crea a partir de los conocimientos y competencias emocionales, sobre la base de aptitudes y rasgos estables de la inteligencia, relacionadoscon la acción y el compromiso de éxito; arraigados en el sistema de valores y en las capacidades intelectuales del individuo. Por las razones expuestas, el término talento seconsiderará, en adelante, cuando sea utilizado o atribuido a otros autores, como equivalente a inteligencia, como capacidad, no como gestión, y todo lo que sobre esta se exprese será válido para aquel. Por último, se debe aclarar que algunos autores, en el área de la Psicología, han estudiado al talento en el sentido de la genialidad, de lo extraordinario, independientemente del tipo de actividad humana en que se constate.

Debo señalar, en primer lugar, que la inteligencia emocional no significa solo “ser amable”, porque hay momentos estratégicos en los que no se requiere la amabilidad, sino, al contrario, afrontar abiertamente una realidad incómoda que no puede eludirse por más tiempo. En segundo lugar, la inteligencia emocional tampoco quiere decir que debamos dar rienda suelta a nuestros sentimientos y “dejar al descubierto todas nuestras intimidades”, solo se refiere a la capacidad de expresar los propios sentimientos del modo más adecuado y eficaz, posibilitando la colaboración en la consecución de un objetivo común. También debo subrayar que las mujeres no son emocionalmente más inteligentes que los hombres ni viceversa, porque, en este sentido, cada persona posee su propio perfil de fortalezas y debilidades. El grado de desarrollo de la inteligencia emocional no está determinado de manera genética y tampoco se desarrolla exclusivamente en la infancia. A diferencia de lo que ocurre con el CI, que apenas varía después de cumplir los 10 años de edad, la inteligencia emocional constituye un proceso de aprendizaje más lento que prosigue durante toda la vida. Madurezes la palabra con la que, tradicionalmente, se ha referido Goleman (1996) al desarrollo de la inteligencia emocional.

La gente está comenzando a comprender que el éxito depende de más factores y no solo de la capacidad intelectual o la destreza técnica, y que para poder sobrevivir y poder prosperar, en el cada vez más turbulento mercado laboral, se requiere de otras habilidades. Así es como están comenzando a valorarse cualidades internas, como la flexibilidad, la iniciativa, el optimismo y la adaptabilidad. Es muy posible que el conjunto de datos más perturbadores en este sentido proceda de una investigación exhaustiva llevada a cabo entre padres y profesores, locual demuestra que la actual generaciónde niños padece más problemas emocionales y que, hablando en términos generales, suelen ser más solitarios, deprimidos, irascibles, desobedientes, nerviosos, inquietos, impulsivos y agresivos que la generación precedente.

Dos muestras aleatorias de niños de los Estados Unidos, comprendidos entre los 7 y los 16 años de edad, fueron valoradas por sus padres y profesores, es decir, por adultos que los conocían bastante bien. El primer grupo fue evaluado a mediados de la década de los setenta y lo mismo se hizo a finales de los años ochenta; se comprobó que en esos 15 años hubo un empeoramiento significativo en su inteligencia emocional. Y, aunque los niños económicamente pobres comenzaban, en este sentido, en un nivel inferior a la media; la tasa de descenso se mantenía constante fuera cual fuera su extracción social, es decir, afectaba, tanto a las zonas residenciales más ricas como a los barrios más pobres y deprimidos del casco urbano. En las conclusiones de esta investigación se explicaba que el declive de las aptitudes emocionales básicas de los niños responde a una tendencia mundial, cuyos síntomas más evidentes pueden percibirse en el incremento de las cifras de jóvenes, de ambos sexos, que se ven aquejados por problemas como la depresión, la enajenación, el abuso de las drogas, el delito, laviolencia, ladepresión, los trastornos alimentarios, los embarazos no deseados, el gamberrismo y el abandono escolar.

Esta situación presagia un panorama muy perturbador para el mundo laboral y la progresiva deficiencia de la inteligencia emocional de los trabajadores, especialmente entre quienes acceden a su primer empleo. La mayoría de los niños que fueron estudiados a finales de los años ochenta superaron los 20 años de edad en el año 2000 y la generación que tanto adolece de inteligencia emocional está comenzando a irrumpir, hoy en día, en el mercado laboral. Una encuesta realizada entre empresarios revela que más de la mitad de los trabajadores carecen de la motivación necesaria para aprender y mejorar en su empleo. Cuatro de cada diez son incapaces de trabajar en equipo y solo 19 % de los que se esfuerzan por alcanzar el nivel requerido para el trabajo demuestran tener suficiente autodisciplina en sus hábitos laborales. Cada vez es mayor el número de empresarios que se queja de la falta de aptitudes sociales de los nuevos trabajadores.

A principios del siglo xx, Taylor (1998) creó una escuela de racionalización del trabajo, tomando como modelo a la máquina, que se dedicó a analizar, minuciosamente, los movimientos mecánicos más eficaces para aumentar elrendimiento de un determinado trabajador. Y con el “taylorismo” llegó también un nuevo criterio de evaluación, las pruebas para determinar el cociente intelectual porque, en opinión de sus defensores, la medida de la excelencia había que buscarla en las capacidades de la mente humana. Con la aparición posterior del pensamiento freudiano, otra oleada de especialistas señaló que, además del cociente intelectual, también debía tenerse en cuenta la personalidad como uno de los factorescaracterísticos dela excelencia. En un artículo publicado en1973, por McClelland (1997), de la Universidad de Harvard, este propuso que los rasgos que diferencian a los trabajadores más sobresalientes de los otros que solo hacen bien las cosas había que buscarlos en competencias como la empatía, la autodisciplina y la iniciativa. En una encuesta de alcance nacional que trataba de determinar lo que demandan los empresarios de sus nuevostrabajadores, lascompetencias técnicas concretas no eran más importantes que la habilidad subyacente para aprender el trabajo. Pero, además de estacualidad, los empresarios enumeraban también las siguientes:

• Capacidad para escuchar y comunicarse, verbalmente.

• Adaptabilidad y capacidad para dar una respuesta creativa ante los contratiempos y obstáculos.

• Capacidad para controlarse a sí mismo, confianza, motivación para trabajar en la consecución de determinados objetivos, sensación de querer abrirse un camino y sentirse orgulloso de los logros conseguidos.

•Eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidadpara trabajar en equipo y habilidad para negociar las disputas.

• Eficacia dentro de la organización, predisposición a participar activamente y potencial de liderazgo.

Solo uno de los rasgos más valorados por los empresarios tenía un carácter académico, la competencia matemática, y las habilidades de lectura y escritura. Se valoran más las competencias, como la empatía, la asunción del punto de vista de los demás, la comunicación y la cooperación de quienes aspiran a ingresar en esta. Bandura (1998), pionero en el estudio de la autoeficacia, subraya la diferencia existente entre quienes creen en sus capacidades y otros que dudan de estas a la hora de afrontar una tarea problemática. Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias, capacidades y deficiencias. Uno de los rasgos más comunes encontrados en los trabajadores que carecen de confianza en sí mismos es el temor a parecer un completo inepto. Un estudio de sesenta años de duración en el que se siguió, desde la infancia hasta su jubilación, a más de mil personas que tenían un alto cociente intelectual, demostró que quienes poseían mayor confianza en sí mismos en sus primeros años, cosecharon también mayor éxito en su carrera profesional.

Dominio de la Excelencia

Las pruebas de admisión a la universidad subrayan la importancia del Coeficiente de Inteligencia (CI), pero, por sí solo, difícilmente pueda dar cuenta del éxito o del fracaso en la vida. La investigación ha demostrado que la correlación existente entre el CI y el nivel de eficacia que muestran las personas en e