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"Caminamos en silencio un par de minutos hasta llegar a un pequeño lago. La luna se reflejaba en él como una piedra temblorosa, haciendo que el espacio donde estábamos se iluminara tenuemente.—Desnúdate.—¿Así, sin más? —reí burlona —. ¿Sin preliminares? —Esta tarde te dije que aquí todos hacemos sacrificios... y yo fui quien aceptó, junto al comando central, a que vinieras. No hay mucho tiempo para coqueteos; tenemos que descansar, pero me gustaría estudiarte, y mostrarte la magia de este lugar, si no te opones a la idea, por supuesto."Sandra lleva una vida plácida viviendo en Berlín y trabajando como periodista, una carrera profesional que le gusta, pero que no le apasiona. Al iniciar un nuevo reportaje de investigación acerca de una organización que lucha contra el cambio climática, Sandra se adentrará en un nuevo mundo guiada por la pasión y el deseo que la llevará a negociar la tensión enter los límites profesionales como periodista y su exploración sexual en el mundo.-
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Por Leonora Ríos
Cuando los árboles hablan
Lust
Cuando los árboles hablan
Cover image: Shutterstock
Copyright ©2022, 2023 Leonora Ríos and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788728442005
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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Siempre he sido una enamorada de la naturaleza, pero nunca pensé que mi pasión podía convertirse en mi profesión o mi estilo de vida. Siguiendo el consejo de mis padres, decidí estudiar periodismo ya que, además, me parecía una forma fácil de poder recorrer el mundo, hacer amistades y conseguir dinero mientras lo hacía. No había nada en específico que me apasionase de mi carrera, pero con los años, fui encontrándole el gusto a las historias que me contaba la gente, la diversidad de lugares y de situaciones en las que podía encontrarme en cualquier momento, y en el proceso de encontrar el ángulo correcto a cualquier historia para poder maximizar su audiencia.
Trabajar en Berlín había sido un gran regalo que la vida me había dado como recompensa después de tantos años de esfuerzo haciendo algo que no me apasionaba, pero en lo que me había vuelto muy buena. Tanto mis jefes como mis compañeros de trabajo lo reconocían, y había recibido varios premios por mis documentales y artículos. Llevaba varios meses en la ciudad, conocía bien mis bares y clubes favoritos en los que mi tiempo libre, haciendo nuevas amistades o amoríos rápidos, obteniendo diversión sin compromiso que no interrumpiría mi trabajo ni mi carrera, y mucho menos mis metas, ya que sabía que de una u otra forma pronto tendría que encontrar ese algo que realmente me apasionaba y a lo que me gustaría dedicarme por completo.
