El deseo de lo desconocido - Leonora Ríos - E-Book

El deseo de lo desconocido E-Book

Leonora Rios

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Beschreibung

"No eran solo luces lo que estaba viendo: eran cuatro cuerpos alrededor mío, de ambos sexos, jadeantes, jugosos y deseosos de disfrutarme, yo, que jamás había recibido tanta atención. Eso no era todo. La escena era tan única, tan de película, que a nuestro alrededor, desde sus cruces de madera y sus muebles de cuero, otras parejas, otros grupos, otras entidades de sexo, jadeaban, se venían, nos miraban y desde sus deseos más oscuros se unían a nuestro deseo en la distancia..." Victoria siempre ha vivido con miedo a nuevas aventuras y a vivir su vida al máximo. La noche de su 30 cumpleaños, decide empezar una lista para cambiar su vida y disfrutar de la libertad de la que siempre ha huido por miedo a lo desconocido. "El deseo de lo desconocido" es una historia de superación personal, de atreverse a dejarse llevar por los deseos propios y buscar la felicidad, dejando el miedo y la ansiedad atrás. Gracias a este gran paso, Victoria se liberará de su cobardía y entrará en contacto con una de las fuentes de experimentación más sofisticadas del universo sexual, dejándose llevar por el deseo y acabando con el miedo irracional que no la ha dejado disfrutar de aspectos desconocidos de la vida hasta ese momento.

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Leonora Ríos

El deseo de lo desconocido

 

Lust

El deseo de lo desconocido

 

Cover image: Shutterstock

Copyright ©2022, 2023 Leonora Ríos and LUST

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788728443101

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

www.sagaegmont.com

Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.

Hay muchas razones por las cuales la gente pasa sus vidas enteras sin atreverse a salir de su caparazón, vistiendo el miedo como escudo. Para algunos se trata de un pánico heredado, transmitido de generación tras generación, por medio de información que hace que desde niños le tengamos miedo a todo lo que no podemos explicar, como el fuego, el agua, el mundo a nuestro alrededor… y el futuro. Para otros se trata de un miedo adquirido a la fuerza, por experiencias que la vida les ha ido brindando y que han apagado lentamente cualquier posibilidad de valentía, así que andan con la cabeza baja tratando de pasar desapercibidos. En mi caso era casi una burla tener tantos miedos, tantas angustias, tanta timidez, tanta inseguridad que me paralizaba los pies, me apretaba el pecho y jamás me permitía que pudiera disfrutar ni vivir nada al cien por ciento, porque una voz en el centro de mi mente siempre me advertía un montón de escenarios que jamás sucedían. Lo peor de todo es que no estaba segura si se trataba de una herencia o algo adquirido, o ambas cosas, pues tenía recuerdos de mi madre presionándome con historias para que no llegara tarde, para que no hablara nunca con extraños, para que le tuviera desconfianza a cualquier acto de compasión o ternura, pero esto se había multiplicado en la escuela, por las burlas de los compañeros de clase o alguna experiencia negativa en la adolescencia, y después de un par de relaciones fallidas, ya llegando a mis treinta, podía decir con toda seguridad, que había vivido toda mi vida, sin excepciones, con cobardía. ¿Lo irónico? Era una cobarde llamada Victoria.

 

Victoria, que no había sido victoriosa en su primer beso en el colegio. Victoria, que incluso ni se venía al masturbarse, porque a veces le daba vergüenza tener deseos tan oscuros. Victoria, la que en todas las fiestas había dicho que no, y ante cualquier propuesta indecente había huído malgeniada como si se tratara de la invitación a robar un banco. Victoria, la de la ropa bien