Degradación, daños, lesiones en la edificación - Luis Humberto Casas Figueroa - E-Book

Degradación, daños, lesiones en la edificación E-Book

Luis Humberto Casas Figueroa

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Beschreibung

A nivel nacional y mundial el sector de la construcción y los gobiernos, a través del establecimiento e implementación de normas, procuran mejorar la sostenibilidad de las edificaciones para garantizar su vida útil, las condiciones de seguridad y habitabilidad. Los errores y fallas que se presentan tienen origen en su proceso de producción, pueden ser de orden proyectual, de construcción o conservación, y con el tiempo se convierten en una amenaza para la estabilidad de la edificación, la seguridad y la salud del hombre y, por leves que sean, son un factor perturbador físico y sicológico del confort ambiental. El libro se origina a partir de la experiencia profesional e investigativa del autor en el campo de la construcción, y del trabajo realizado por el Grupo de Investigación Amsestra, categoría "B" de Colciencias, del que es coordinador; igualmente, recoge el análisis de documentos relacionados con inspecciones técnicas, factores de degradación, daños y lesiones, y el estudio de las patologías propias de las edificaciones y aquellas producto de eventos tanto naturales como antrópicos. Partiendo de este abordaje se establecen protocolos y metodologías para realizar el estudio patológico de la edificación mediante su inspección, diagnóstico y la formulación de procedimientos para su posterior intervención, y se dan los elementos conceptuales para reconocer a la obra arquitectónica como un organismo que nace, crece y se deteriora hasta fenecer en el cumplimiento de su ciclo de vida útil.

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Casas Figueroa, Luis Humberto

Degradación, daños, lesiones en la edificación: el estudio patológico / Luis Humberto Casas Figueroa. — Cali : Programa Editorial Universidad del Valle, 2019.

228 páginas ; 24 cm.— (Colección de artes y humanidades. Urbanismo)

Incluye bibliografia.

1. Edificios - Manlenimiento y reparación - Invesligaciones 2. Arquitectura - Conservatión y restauración 3. Fallas en construcciones - Investigaciones 4. Edificios - Patología estructural - Investigaciones I. Tít. II. Serie.

690.24 cd 22 ed.

A1645957

CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango

Universidad del Valle

Programa Editorial

Título:  Degradación, daños, lesiones en la edificación. El estudio patologico

Editor:  Luis Humberto Casas Figueroa

ISBN-EPUB: 978-628-7683-87-7 (2023)

ISBN:  978-958-5599-13-0

ISBN-PDF: 978-958-5599-14-7

DOI:   10.25100/peu.381

Colección: Artes y Humanidades-Urbanismo

Primera Edición

© Universidad del Valle

© Luis Humberto Casas

Diseño de carátula y diagramación: Diana Lizeth Velasco D.

Corrección de estilo: Luz Stella Grisales H.

Ilustraciones: Maria Del Mar Rodriguez M.

_______

Este libro, o parte de él, no puede ser reproducido por ningún medio sin autorización escrita de la Universidad del Valle.

El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión del autor y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad del Valle, ni genera responsabilidad frente a terceros. El autor es el responsable del respeto a los derechos de autor y del material contenido en la publicación, razón por la cual la Universidad no puede asumir ninguna responsabilidad en caso de omisiones o errores.

Cali, Colombia, septiembre de 2019

Diseño epub:Hipertexto – Netizen Digital Solutions

CONTENIDO

Introducción

CAPITULO 1

Consideraciones generales

Definiciones

La ingeniería, la arquitectura y la medicina, sus metodologías

La vida útil en las edificaciones

CAPITULO 2

Acciones degradantes

Acciones físicas

Factores influyentes en la estabilidad

Efectos generales de las inundaciones

Acciones mecánicas

Acciones climáticas

Acciones biológicas

Acciones químicas

Acciones antrópicas o acciones del hombre

Otros factores de alteración y degradación

CAPITULO 3

Daños o lesiones

Clasificación de los daños

Tipología de daños

CAPITULO 4

Diagnóstico e intervención

Definición y consideraciones generales

Tipología del diagnóstico

Fases del proceso de diagnóstico

El diagnóstico de las edificaciones

Inspección, pruebas y evaluación

Intervención de las edificaciones

CAPITULO 5

El estudio patológico

Primera fase: Reconocimiento

Segunda fase: Diagnóstico

Tercera fase: Propuesta de actuación y decisión del tipo de solución para el tratamiento

Cuarta y última fase: Intervención

Referencias

Anexo 1

Estudio patológico recopilación de información acerca de la edificación

Nota al pie

INTRODUCCIÓN

 

 

En el ejercicio de mi actividad como docente, investigador y profesional en el campo de la construcción, he participado y realizado estudios de patología de la edificación, necesarios para el reconocimiento, diagnóstico de su estado y la formulación de los proyectos de intervención, ya sean estos de reparación, reforzamiento, rehabilitación, restauración, consolidación o reconstrucción.

El término “estudio patológico de la edificación” se emplea en forma genérica por dos razones: la primera, por considerar la detección y el diagnóstico de lesiones y daños con carácter relevante; y la segunda, por no hacer interminable el título al tener que adicionar los demás campos asociados al estudio de la edificación, los cuales dependen del tipo de intervención de la cual va a ser objeto, como son: su historia, arqueología, arquitectura, estructura, medio ambiente, entre otros.

Patología significa tratado de enfermedades. No hay que olvidar que la edificación es un organismo que se diseña y se construye (concibe y nace), se modifica (crece), se deteriora (envejece) y se demuele (muere), similar a los seres vivos que en su vida útil se degradan física y funcionalmente; también, como en el caso de la patología humana, existe un tratamiento preventivo y un tratamiento curativo, para subsanar los desórdenes que pueden presentarse en el tiempo.

El tratamiento preventivo se caracteriza por ser responsabilidad del diseñador, quien desde la concepción de la edificación debe plantear soluciones acordes con el proyecto, su usuario y su uso, combinar materiales, componentes y elementos que garanticen su funcionamiento y vida útil, todo esto expresado en planos, planos de detalle, dimensionados y especificados claramente.

El tratamiento curativo es responsabilidad del constructor, ya sea este arquitecto, ingeniero o técnico constructor, mediante el estudio riguroso del estado, las características, el fenómeno patológico detectado, las evidencias, el diagnóstico y el planteamiento de soluciones remediales al problema.

Toda obra de edificación, como todo producto elaborado mediante un proceso previamente concebido, debe responder a unas condiciones determinadas y ser solución a una necesidad del hombre. En su proceso de elaboración se cumplen normas y especificaciones que garanticen su buena calidad, y que este llegue al usuario sin ningún tipo de imperfección.

Sin embargo, esto no siempre ocurre y está asociado a su forma de producción y depende de las características del sector y del bien que se va a fabricar; en el caso de la edificación, donde conviven formas de producción artesanal, manufacturera e industrial, la situación no es sencilla y los niveles de calidad suelen ser discutibles.

Muchos de los errores y fallas en las edificaciones tienen origen en fallas y errores en los procesos. Estas falencias pueden ser proyectuales, de construcción o de conservación, además de factores externos de orden natural o antrópicos.

Las fallas en las edificaciones pueden significar una amenaza para la estabilidad de la obra y, por ende, para la seguridad del hombre y por leves que sean pueden convertirse en un factor perturbador físico y sicológico del confort ambiental y por ende de las condiciones de habitabilidad.

Por fortuna la mayoría de las fallas en las edificaciones, como en el caso del hombre, se expresan físicamente a través de síntomas, dando pie para indagar acerca de sus causas. El análisis de las causas conlleva a su origen y a determinar el fenómeno, el cual puede ser producto de decisiones tomadas en la fase de planeación-diseño, por problemas de concepción, de selección de materiales, no cumplimiento o deficiente cumplimiento de especificaciones de construcción, errores de procedimientos en la fase de ejecución-construcción o falta de mantenimiento durante su funcionamiento.

En Colombia la inspección de edificaciones no se encuentra reglamentada por una normativa específica; las normas están previstas para el proyecto y ejecución de obras nuevas, evaluar el comportamiento sísmico y definir el diseño de la intervención, reparación y refuerzo de la estructura de edificios existentes (Título A-10, NSR-10), dejando de lado otros factores, tales como: agentes atmosféricos, mecánicos, químicos, la selección de materiales, la importancia que tienen los elementos no estructurales, las instalaciones eléctricas (RETIE), de iluminación (RETILAP), hidráulicas y sanitarias (RAS), la falta de mantenimiento, entre otros, los que generan daños propios de los estudios de la patología constructiva, razones por las cuales es necesario establecer metodologías y protocolos que contengan en detalle y con claridad los lineamientos para elaborar un plan que diagnostique e identifique el problema y determine los procedimientos para eliminar las diferentes causas del proceso patológico que generan daños y lesiones en estas.

El país no cuenta, como España, con un Código Técnico de la Edificación (CTE), que es el marco normativo que establece y desarrolla las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios y sus instalaciones en relación con los parámetros de seguridad y habitabilidad contenidos en la Ley 38/1999, de Ordenación de la Edificación (LOE). Esta ley, en el artículo 16, determina la obligación de la propiedad de conservar la edificación en buen estado, mediante un adecuado uso y mantenimiento, en consonancia con las inspecciones técnicas reguladas por la normativa autonómica, las cuales consisten en hacer un control técnico cada cierto tiempo a los edificios en algunas ciudades españolas.

La Inspección Técnica de la Edificación (ITE) consiste en una inspección visual de los elementos comunes del edificio, realizada por personal técnico competente (arquitecto/a, aparejador/a, arquitectura técnica o ingeniería de edificación) y que da lugar al correspondiente informe técnico para detectar deficiencias, situaciones de riesgo y aspectos de mejora en los edificios cuando alcanzan los 45 años de antigüedad. Es, en sí, un tipo legal de mantenimiento preventivo, por el cual se somete periódicamente a los edificios a la revisión de una serie de elementos que afectan la seguridad del inmueble y de las personas que lo habitan. Así mismo, la Ley 8/2007, de suelo, en su artículo 9, regula dentro del derecho de propiedad de los terrenos, instalaciones, construcciones y edificaciones la obligación de conservarlos en las condiciones legales requeridas y, en todo caso, en las de seguridad, salubridad, accesibilidad universal y ornato legalmente exigibles. La ITE viene regulada por el Real Decreto-Ley 8/2011 y por las distintas ordenanzas municipales, que determinan las condiciones para las inspecciones.

En mi año sabático 2010-2011 me ocupé de revisar e investigar la documentación existente en relación con las inspecciones técnicas, la degradación, los daños, las lesiones en las edificaciones y cómo elaborar metodologías, guías y protocolos que permitieran estudiar las patologías propias de las edificaciones y de los eventos tanto naturales como antrópicos. Si bien es cierto que existen diferentes experiencias en la práctica profesional de la construcción que han servido para la elaboración de diagnósticos del estado de las edificaciones y realizar recomendaciones de actuación, es importante contar con un documento que sirva de guía, que contenga criterios unificados para la realización de los estudios patológicos, de tal manera que se puedan realizar rigurosos estudios de las deficiencias técnicas en las edificaciones inspeccionadas, evaluar, valorar los daños y lesiones encontradas y estipule el perfil profesional que garantice el manejo y aplicación de los conceptos y conocimientos tecnológicos necesarios acordes con la edificación que se va a estudiar.

El presente libro se origina como consecuencia de lo expuesto anteriormente y de la necesidad en el sector de la construcción del establecimiento de metodologías que permitan la realización del estudio patológico de la edificación, mediante su reconocimiento, diagnóstico y formulación de los procedimientos para su posterior intervención.

Además de que en el contexto nacional y mundial el sector de la construcción y los gobiernos procuran e impulsan el mejoramiento de la sostenibilidad de las edificaciones, lo cual pasa obligatoriamente por garantizar su vida útil y las condiciones de seguridad y habitabilidad de las mismas.

El objetivo de este libro es dar al profesional, a los técnicos del sector de la construcción, al estudiante de arquitectura y de ingeniería los elementos conceptuales para reconocer a la obra arquitectónica como un organismo que nace, crece y se deteriora hasta fenecer en el cumplimiento de su ciclo de vida útil, y que para garantizar estas condiciones en el tiempo es necesario intervenirla mediante el conocimiento de su estado, los fenómenos patológicos que manifiesta, y las posibles acciones preventivas y curativas para conservarla.

En función de lo anterior, el libro se desarrolla en cinco capítulos que corresponden a cinco temas. En el primero se hace una serie de consideraciones generales con respecto a la edificación como organismo físico comparable a un ser vivo compuesto por órganos que se interrelacionan e interactúan y que en esos procesos se degradan física y funcionalmente. Se presentan una serie de definiciones tomadas del contexto de la medicina, las cuales se reinterpretan en el contexto de la construcción; se relacionan la ingeniería, la arquitectura y la medicina, sus metodologías, finalmente se revisa el concepto de vida útil o ciclo de vida de las edificaciones.

En el segundo se definen los términos degradación y deterioro, se trata lo relacionado con las acciones degradantes a las cuales está sometida la edificación producto de la naturaleza y del hombre, analizando cada una de ellas y los eventos asociados.

En el tercero se definen los términos daños o lesiones, se trata lo referente a los daños, lesiones, deterioros, sus efectos o consecuencias, su clasificación y tipología en las edificaciones, así como los agentes agresores.

En el cuarto se estudia lo relacionado con el diagnóstico, su definición, su función, los diferentes tipos de diagnóstico, las fases y el proceso de diagnóstico aplicado a la construcción, el tratamiento e intervención, siguiendo la analogía con la patología médica.

En el quinto se trata lo relacionado con el estudio patológico, donde se establece una propuesta metodológica similar a la utilizada en la medicina para la identificación de cualquier comportamiento anormal del cuerpo humano; la motivación de la inspección y el reconocimiento de la edificación, la cual puede estar determinada por la necesidad de comprobar ciertas características asociadas a procesos patológicos en donde se presentan dudas sobre su funcionalidad, seguridad o durabilidad.

La propuesta comprende cuatro fases:

1. Reconocimiento de la edificación, saber cómo es, cómo está, su construcción, historia, arquitectura, usos, etc., la realización de pruebas y ensayos de los materiales, elementos constructivos, terreno y medio ambiente, que proporcionen la información y los datos suficientes para el diagnóstico;

2. Diagnóstico, los daños y alteraciones, las evidencias, la sintomatología, los procesos patológicos, las causas;

3. Propuesta de actuación y decisión del tipo de solución para el tratamiento;

4. Intervención, donde se aplica o implementa el tratamiento, dependiendo de las características de la intervención, ya sean estas acciones de reparación, reforzamiento, rehabilitación o restauración, consolidación y reconstrucción.

En conformidad con el objetivo del libro, se expone un proceso sistemático de observación directa, que permita: Establecer el procedimiento por medio del cual sea posible ejecutar un estudio de patología, para detectar, caracterizar y evaluar las lesiones, fallas o deterioros en la edificación, partes de esta o en los elementos estudiados; determinar métodos de tratamiento para lesiones; explicar el manejo de los formatos de campo que se elaboran con el fin de registrar de manera organizada los tipos de fallas constructivas encontradas, principalmente en cimientos, mampostería, instalaciones hidráulicas y sanitarias, estructura (losa, vigas, columnas, nudos y cubiertas) y acabado de fachada.

Los esquemas, diagramas, figuras, fotografías y tablas del libro han sido elaborados con el propósito de ilustrar y complementar la información escrita, facilitando la apropiación del conocimiento de manera clara y didáctica, por lo que son un medio de expresión que en ocasiones resultan ser mejor que la palabra.

Agradezco a mis estudiantes del curso electivo Patología de la Construcción, del programa académico de Arquitectura, quienes han sido usuarios de las conferencias escritas que sirvieron de insumo para la elaboración de apartes del libro; a los arquitectos Álvaro Losada L. y Rafael Ceballos C., quienes conceptuaron acerca de su pertinencia, presentaron sus observaciones, las que fueron tenidas en cuenta para la versión final. Así mismo a los ingenieros Carlos Felipe Medina, Harold Cárdenas, Henry Jiménez y Elkin de Jesús Salcedo, quienes facilitaron material fotográfico usado para ilustrar diferentes situaciones que se muestran en el mismo. Igualmente, a los integrantes del grupo de investigación Ambiente, Seguridad, Salud y Trabajo - AMSESTRA, categorizado como grupo B en Colciencias, el que actualmente coordino, con quienes he desarrollado proyectos y estudios en los campos en que este se ocupa. Finalmente, a mi hija Andrea Casas L., médica de profesión, que me orientó en el proceso de interpretar conceptos y metodologías usadas en la medicina para aplicarlas en la construcción.

Arq. Luis Humberto Casas Figueroa

CAPITULO 1

CONSIDERACIONES GENERALES

Si se parte del hecho de reconocer a la edificación como un organismo físico creado por el hombre para satisfacer sus necesidades de espacio construido, se entiende que está constituido por un conjunto de partes que se interrelacionan y funcionan como un todo, de manera similar a un ser vivo.

Ventura Rodríguez (2004) en el Manual de Patología de la Edificación, expresa:

[…] un edificio es conceptualmente y metafóricamente comparable con un ser humano, en cuanto que se concibe por el promotor y se diseña y proyecta por los proyectistas, al igual que una criatura humana se concibe por sus progenitores; se gesta durante su construcción al igual que el ser humano en el vientre de su madre y finalmente se pone en funcionamiento al igual que nace el ser humano. La vida útil del edificio finalmente es equivalente a la de cualquier hombre. (p. 16)

El estudio de los seres vivos introduce dos términos de la biología y de la medicina que son: “anatomía y fisiología”; en medicina, anatomía (del griego ανατομη anatomē, “disección”) es el estudio del cuerpo humano, de la forma, estructura, espacio, situación y relación que tienen las diferentes partes que lo componen; y fisiología (del griego physis, naturaleza, y logos, conocimiento, estudio) es el estudio de la función que desempeña cada parte del cuerpo y cómo cada una de ellas se interrelaciona e interactúa. Ambos son campos que se nutren mutuamente, y juntos resultan fundamentales para el conocimiento médico general.

Bajo una visión sistémica, el cuerpo humano, como los cuerpos de los animales, está organizado en diferentes niveles según una jerarquía; así, está compuesto de aparatos, estos los integran sistemas, que a su vez están compuestos por órganos, estos por tejidos, que están formados por células, conformadas por moléculas, etc. Los diferentes sistemas que mantienen el cuerpo de una persona viva son: el sistema respiratorio, el sistema circulatorio, el nervioso, el gastrointestinal, entre otros (Figura 1.1).

Figura 1.1. El cuerpo humano

La edificación, como el ser humano, es una entidad autónoma de dependencias internas, producto de una ordenación lógica y racional de un conjunto de sistemas que comprenden elementos tanto estructurales como de cerramiento, como de redes de servicios, como de circulaciones, etc., los cuales cumplen funciones determinadas y específicas; aquí se encuentra una analogía con lo que ocurre en la naturaleza con todos los miembros del mundo animal y vegetal (Figura 1.2).

Figura 1.2. El edificio visto como un organismo conformado por sistemas

Fuente: Libro suelos y cimentaciones texto para arquitectos y profesionales afines.

La edificación como organismo que nace, crece, envejece y muere como el ser humano, en su vida útil se degrada física y funcionalmente, presentando desórdenes y alteraciones, sea por vía “traumática” o “funcional”, que manifiestan una “patología”, la cual da lugar a su intervención.

El propio término “patología” es objeto de aclaración, dado que es utilizado de forma indistinta y con idéntico significado que “enfermedad”, cuando son conceptos claramente diferenciados:

a.Enfermedad. Desviación del estado fisiológico normal del ser humano producto de la alteración de sus condiciones ontológicas de salud, las cuales son originadas por distintos factores, ya sean intrínsecos o extrínsecos, que provocan una afección o trastorno de las funciones vitales normales. La enfermedad normalmente consta de los siguientes momentos: la experimentación del síntoma, la aceptación de la enfermedad por parte del enfermo, la consulta al médico o al centro de salud para su tratamiento.

Aunque ninguna definición satisface plenamente, podría decirse que la enfermedad no es un estado sino un proceso dinámico; es decir, una sucesión de fenómenos que en corto, mediano o largo plazo implican una terminación que sería la curación completa, la adaptación a nuevas formas de vida o la muerte. Las enfermedades se clasifican según:

• Su origen: En congénitas, hereditarias y adquiridas.

• Su causa: En infecciosas, parasitarias, neoplásicas.

• Su curso: En crónicas, agudas, recurrentes.

• Su modo de propagación: En contagiosas, endémicas, epidémicas.

 

b.Patología.La finalidad es descubrir, concretar y ordenar el qué, el porqué y el cómo de la enfermedad para tratarla de la manera más eficaz posible; por lo tanto, la patología es la ciencia que estudia las enfermedades y las modificaciones estructurales y funcionales que las acompañan o son consecuencia de aquellas, por lo que en ningún caso la “patología”, siempre en singular, son las enfermedades o sus efectos.

Una edificación, al igual que un organismo, puede tener una o varias enfermedades que, para poder tratarlas, “de la manera más eficaz posible”, es preciso conocer y saber de sus interacciones, así como de sus tratamientos específicos, sin que estos interfieran negativamente en las demás enfermedades, para evitar daños colaterales. Por todo ello, dado que el fin de la patología es buscar el tratamiento más eficaz, y este depende de la simultaneidad de enfermedades en el individuo (léase edificación) y de su interrelación, hemos de aceptar que la “patología” es única, aunque las enfermedades sean varias.

Los especialistas en patología pueden dividirse en patólogos clínicos o anatomopatólogos. Los patólogos clínicos se especializan en el diagnóstico a través de análisis propios del laboratorio clínico. Los anatomopatólogos, en cambio, se dedican al diagnóstico basado en la observación morfológica de las lesiones.

Continúa Rodríguez (2004) diciendo que:

[…] a la edificación al igual que el ser humano se le pueden presentar lesiones, enfermedades, patologías, en definitiva, derivadas de cualquiera de los momentos antes enunciados de su concepción, gestación, crianza y vida, también el edificio se puede ver afectado de problemas de funcionamiento o sea de patologías edificatorias por fallos acaecidos en la fase de proyecto o en la construcción o en su puesta en funcionamiento o a lo largo de su vida útil. Por último, cuando al hombre se le presenta una patología acude al médico para que la diagnostique, una vez intuida mediante el análisis de la sintomatología que presenta y le aplique la terapéutica adecuada para mantener su “calidad” de vida y naturalmente prolongarla.

Del mismo modo, aparecida la patología en el edificio debe ser examinada por el técnico cualificado (patólogo de la edificación), para estudiar su sintomatología (los signos aparentes de la lesión), poder intuir la fuente u origen del problema (etiología) y emitir una hipótesis en forma de diagnóstico para poder determinar las actuaciones más apropiadas (terapéutica) para restaurar las condiciones básicas del edificio (vida útil). (p. 16)

DEFINICIONES

El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE, 2008) menciona dos significados de la palabra patología: el primero dice que es la parte de la medicina que estudia las enfermedades y el segundo la define como el conjunto de síntomas de una enfermedad. En este sentido, no debe ser confundida con la nosología, que es la descripción y la sistematización de las enfermedades.

El término patología (sustantivo) viene del griego πάθος (pathos), que en medicina significa enfermedad; y de λογία (logía), que se refiere al estudio o tratado. De acuerdo con su etimología, es la parte de la medicina encargada del estudio y tratamiento de un problema, acontecimiento que genera afectación, lesión o enfermedad en su más amplio sentido; es decir, son procesos o estados anormales de causas conocidas o desconocidas y sus resoluciones. Para probar la existencia de una enfermedad, se examina la existencia de una lesión en sus niveles estructurales, se evidencia la presencia de un micoorganismo (virus, bacteria, parásito u hongo) o se advierte la alteración de algún componente del organismo.

La palabra patología asociada a la construcción es un término nuevo dentro del campo del proceso de producción de obras de edificación y de las obras civiles. Este término, como ya se manifestó, ha sido empleado como una rama de la medicina que estudia las enfermedades del ser humano, sus procesos y sus soluciones; entonces se puede decir que la patología de la construcción es el estudio de los problemas o enfermedades en las obras de edificación y las obras civiles y su tratamiento.

Según Rodríguez (2004), patología es el estudio del conjunto de los procesos degenerativos, tipificados en la alteración de los materiales y los elementos constructivos. El artículo 3 de la LOE establece los requisitos básicos que las edificaciones y sus instalaciones deberán cumplir tanto en la fase de proyecto, construcción y funcionamiento (mantenimiento, conservación, uso) como en las intervenciones que se realicen en ellas. Además, según el contenido de la ley, se deduce que la patología de la edificación es el estudio de las lesiones o problemas que se presentan en un edificio y que determinan la carencia de algunas de sus condiciones básicas de funcionamiento, o sea las relativas a funcionalidad, seguridad o habitabilidad.

De acuerdo con lo anterior se puede definir la Patología de la Construcción como: La ciencia que tiene por objeto estudiar los problemas constructivos que aparecen en la edificación después de su ejecución, específicamente en su fase de funcionamiento (operación y uso) y por lo tanto da explicación científica al comportamiento anormal (anómalo) de los materiales, componentes, elementos y sistemas constitutivos de la misma, a través del estudio sistemático y ordenado de los daños o lesiones y deterioros; analiza y determina sus causas y la manera cómo influyen en esta, para mediante la formulación de procesos estimar la vida residual y determinar las medidas correctivas que permitan recuperar sus condiciones de desempeño, teniendo en cuenta la factibilidad técnica y económica que garanticen su reparación o mantenimiento, o si, por el contrario, es necesaria su demolición total o de una de sus partes.

En la patología de la construcción, dependiendo de la enfermedad, su origen y del tipo de intervención, se reconocen las siguientes ramas, vertientes o especialidades:

Fotografías de referencia

Fuente: Curso Patología de la Construcción1.

•Patología temprana: Estudia los procesos patológicos que sufre la edificación de manera prematura en su fase de funcionamiento y son producto de problemas en su concepción en la fase de proyecto, el uso de materiales de inferior calidad a la especificada o de su deficiente colocación en obra. Suele también denominársele como patología pediátrica.

•Patología preventiva: En la Enciclopedia de las Patologías de la Construcción, Carles Broto (2006) la define como “la funcionalidad constructiva de los elementos y unidades que componen un edificio, su durabilidad e integridad”. Esto implica tener en cuenta en la fase de diseño una serie de medidas tendientes a garantizar su vida útil a partir de la selección de materiales, definición de su conservación en el manual de mantenimiento y uso que evitarán su deterioro en el tiempo y la aparición de procesos patológicos.

•Patología curativa: Es la que se aplica ante una lesión, defecto, disfunción. Comprende el diagnóstico y la intervención de la edificación o de una de sus partes durante su vida útil.

•Patología geriátrica: Abarca la restauración, rehabilitación y recuperación de obras “antiguas” o patrimoniales.

•Patología forense: Estudia los procesos e investiga las causas que llevaron la edificación al colapso.

•Patología clínica o semiología: Se ocupa de las relaciones entre el profesional, el usuario o propietario y el objeto de estudio, o sea la edificación.

Lo patológico (adjetivo) califica los procesos y estudios relativos al tema, elemento constructivo o estudio patológico del mismo, se utiliza para determinar su proceso o su resolución. Los problemas patológicos pueden darse durante el proceso de construcción o durante la vida útil de la obra (periodo de servicio); y pueden tener su origen desde la elaboración de las partes de la edificación.

Es así como la patología, el diagnóstico, la reparación y la rehabilitación de las edificaciones nace paralelamente con el desarrollo de las obras. En la antigüedad se produjeron hechos en las construcciones que, al analizarlas con detenimiento, muestran evidencias de los procesos y eventuales intervenciones que por defectos, daños y deterioros tuvieron que realizarse. Es más, en la antigua Babilonia, en el año 1700 a.C., el Rey Hammurabi creó el primer reglamento de la edificación; una de sus leyes, la Ley 229, decía que si por causas atribuibles al constructor fallecía el propietario de la casa, este será muerto, lo que demuestra que en aquella época también existían casos de mala praxis.

A medida que pasan los años, los daños y fallos en las edificaciones se han ido incrementando, tanto en cantidad como en importancia. Hay que entender también que el problema patológico debe definirse en función de la pérdida de prestaciones de la parte o sector del edificio afectado respecto a las necesidades o requisitos de los usuarios. Cualquier parte de un edificio tiene un comportamiento a lo largo del tiempo que depende de su naturaleza y de la incidencia sobre él de acciones externas, ya sea del ambiente, por cambio de destino, por influencia de construcciones aledañas, por sismos u otros.

Entre las causas que pueden motivar la intervención de una edificación, tanto en el proceso constructivo como en su uso, cabe señalar las siguientes:

• Errores de diseño en los proyectos arquitectónicos, de instalaciones, de cálculo de la estructura, incluyendo la concepción de los detalles.

• Empleo de materiales de baja calidad o no aptos en los procesos de ejecución, que generan problemas de durabilidad, especialmente degradación, por agresión del ambiente.

• Errores de ejecución en sus más diversas formas.

• Operación, uso o mantenimiento incorrecto de la edificación o de sus instalaciones.

• Actualización de la normativa que implique acciones de reforzamiento estructural, ahorro energético y consumo de agua, sistemas de seguridad física y de protección contra incendios, entre otras, tendientes a la sostenibilidad.

• Remodelación o reutilización de la edificación, mediante acciones que implican modificación de la estructura o de su distribución de esfuerzos; cambios de uso e incremento de las cargas.

• La acción de agentes externos.

• Acciones “imprevisibles” de carácter excepcional como: catástrofes naturales, terremotos, huracanes, etc., accidentes: fuego, explosiones, etc.

• Obsolescencia física, funcional o económica de la edificación.

En el campo sanitario, la patología se sirve de tres especialidades: la semiótica, la etiología y la patogenia, que sin duda constituyen parte de la actuación de un profesional que se dedique al estudio patológico.

Semiótica o semiología. Es el área que se ocupa del estudio de los signos y síntomas de las enfermedades, desde el diagnóstico y el pronóstico. Se entiende por signo (del latín signum) al objeto, fenómeno o acción material que, por naturaleza, representa un signo clínico o cualquier manifestación objetivable consecuente con una enfermedad o alteración de la salud. La semiología se divide en dos partes: la semiotecnia, cuyo objeto es el entrenamiento en las técnicas que se usan para identificar los signos; y la propedéutica, que enseña a analizar síntomas y signos con el fin de llegar a un diagnóstico. También se le conoce como el arte o ciencia del diagnóstico.

Etiología. Es el estudio de aquellas causas que dan origen a las enfermedades. Trata de descubrir los agentes o principios activos productores del efecto patológico y por esta razón es un término que observa una amplia utilización en los contextos médicos y filosóficos. En tanto y, por otro lado, en la medicina, la etiología es aquella rama que se ocupa de estudiar las causas de las distintas enfermedades que afectan a los seres humanos.

Las causas etiológicas suelen dividirse en genéticas y adquiridas. En la historia de la medicina han existido varios modelos acerca de las causas de la enfermedad, entre los que destacan los modelos unifactoriales (un solo agente causal) y los multifactoriales (varias condiciones que favorecen el desarrollo de la enfermedad).

La etiología, en el caso de las edificaciones, hace referencia a las causas que originaron la patología, expresada en daños, lesiones, deterioros, donde es evidente la interrelación e interacción entre las diferentes fuentes, las cuales pueden resumirse en tres: Presencia de agua, en todas sus manifestaciones; movimientos de los materiales, partes o sistemas; y las acciones físicas, químicas o biológicas.

Juan Monjo Carrió, en el curso de Patología Conservación y Restauración de Edificios (1991), define la causa como: “el agente, activo o pasivo, que actúa como origen del proceso patológico, y que desemboca en una o varias lesiones”, y distingue causas directas e indirectas. Las primeras “constituyen el origen inmediato del proceso patológico” y las segundas son “errores y defectos de diseño o ejecución, que necesitan la conjunción de una causa directa para iniciar el proceso patológico”.

Una manera sencilla de clasificar las patologías de las edificaciones es subdividiéndolas según su causa de origen. De acuerdo con esto, las patologías pueden aparecer por tres motivos: Defectos, daños o deterioro.

Patogenia. Estudia los mecanismos y el desarrollo de la enfermedad; cómo una causa puede llegar a provocar uno o varios signos o síntomas. La patogenia de una enfermedad es la representación de los mecanismos alterados de la fisiología normal que generan, sostienen y finalizan o perpetúan el proceso patológico promovido por una causa (etiología). La patogenia puede ser estudiada desde un punto de vista funcional (tal como hace la fisiopatología) o morfológico (la patología general). Ambos actúan de forma complementaria para la comprensión de la patogenia.

Para atacar un problema en un edificio se debe, ante todo, diagnosticarlo, por lo que es necesario conocer sus síntomas, su estado actual, su proceso, su evolución, sus causas, su origen; estos aspectos, agrupados secuencialmente, conforman lo que se denomina el proceso patológico.

En el proceso patológico de las edificaciones se presentan situaciones que requieren de información sobre los cambios que se han observado en su estado (salud), expresadas en el deterioro creciente de sus condiciones físicas, el cual es motivado por su uso, el medio físico en que se encuentra, la edad, entre otros.

Estas situaciones se manifiestan mediante síntomas o evidencias que requieren de metodologías para su análisis, la obtención de información validada y cruzada bajo parámetros técnicos y científicos.

La práctica médica remite a la elaboración de cuadros clínicos, uso de técnicas de diagnóstico y la formulación de tratamientos para que la enfermedad no continúe; en el caso de la edificación, que el deterioro no avance, se devuelvan las condiciones de habitabilidad iniciales, garantizando así su uso y funcionamiento.

Para su efecto, basados en el conocimiento técnico-científico, se definen a continuación los siguientes términos:

Hallazgos anatomopatológicos: El estudio anatómico e histopatológico permite indagar sobre la evidencia físico-química del proceso de enfermedad, que ha quedado plasmado en alteraciones de la morfología y fisiología normal a cualquier nivel (molecular, celular, tisular, orgánico, etc.). El hallazgo de esta evidencia, generalmente, tiene carácter de diagnóstico definitivo.

Existen varias técnicas y metodologías para demostrar las diversas lesiones morfofuncionales, y determinar su interpretación en el contexto de la patogenia; pues las lesiones pueden ser entendidas como hitos que marcan un curso: el camino patogenésico, que conduce hacia un tipo de enfermedad.

Los cambios morfológicos son las alteraciones estructurales de tejidos o células que caracterizan a una enfermedad o permiten diagnosticar un proceso etiológico. En el caso de las edificaciones se presentan cambios volumétricos por presencia de humedad, sobrecarga en elementos o partes, expresada en alteraciones, tales como desprendimientos, embombamientos, desintegración, deflexiones, corrosión de armaduras, entre otros.

Cuadros clínicos o manifestaciones clínicas: Son la expresión de las alteraciones genéticas, bioquímicas y estructurales de las células y tejidos y que condicionan su evolución. Los problemas patológicos, salvo raras excepciones, muestran manifestaciones externas, a partir de las cuales se pude deducir la naturaleza, el origen y los mecanismos de los fenómenos involucrados, así como estimar sus probables consecuencias.

Existen varias técnicas y metodologías para demostrar las diversas lesiones morfofuncionales, y determinar su interpretación en el contexto de la patogenia; pues las lesiones pueden ser entendidas como hitos que marcan un curso: el camino patogenésico, que conduce hacia un tipo de enfermedad.

Es un contexto o marco significativo, definido por la relación entre signos y síntomas de una determinada enfermedad (en realidad, que presenta el enfermo o la edificación). La semiología clínica es la herramienta que permite definir un cuadro clínico, donde cabe distinguir:

•Síntomas: Son la referencia subjetiva que da el enfermo sobre la propia percepción de las manifestaciones de la enfermedad que padece. Por su carácter subjetivo, son elementos muy variables, a veces poco fiables y no muy certeros; muchas veces, su interpretación puede ser difícil; aun así, su valor en el proceso diagnóstico es indudable.

En el caso de la edificación los síntomas son las evidencias que se expresan a través de las lesiones, daños, defectos, alteraciones o manifestaciones patológicas que pueden ser descritas y clasificadas, las que solo se pueden detectar a partir de una inspección visual efectuada por personal experimentado.

Se debe distinguir entre los síntomas que aparecen con el envejecimiento natural del edificio como, por ejemplo, la suciedad de una fachada, y los síntomas provocados por algún agente patológico, grietas, manchas de humedades, etc.

Los síntomas, por ejemplo, en elementos de concreto son las fisuras, las eflorescencias, las manchas, la corrosión de armaduras, los defectos de vertido y compactación y los problemas debidos a la segregación de sus componentes.

•Signos clínicos: Son los indicios provenientes del examen o exploración psicofísica del paciente. Los signos clínicos son elementos sensoriales (relacionados con los sentidos); se recogen de la biología del paciente a partir de la observación, el olfato, la palpación, la percusión y la auscultación, además de la aplicación de ciertas maniobras. Cada signo es pleno en significado, pues tiene una interpretación particular según un contexto semiológico.

En la edificación, el signo es cualquier variación perceptible del estado original, como expresión de las patologías acaecidas en la misma. Igualmente, las técnicas de observación, percusión, auscultación, el recurrir al olfato para identificar a partir del olor la presencia de humedad en un determinado espacio, resultan ser válidas. 

•Pruebas complementarias: Las pruebas complementarias de la semiología clínica comportan el aporte de información adicional proveniente de la biología del paciente mediante la aplicación de diferentes técnicas, generalmente instrumentales. Los resultados aportados por las pruebas complementarias deben ser interpretados dentro del contexto clínico. Ejemplos de pruebas complementarias son: todas las técnicas de imagenología (ultrasonografía, rayos X, tomografías, resonancia magnética, centellografía, etc.), electrocardiograma, espirometría, análisis de sangre (hemograma), mielograma, punciones (varias), análisis de orina, test psicológicos, pruebas de esfuerzo físico, polisomnografía, etc.

También en la edificación se realizan pruebas complementarias reconocidas como inspecciones mediante técnicas instrumentales como: fotometría, toma de datos higrotérmicos y monitorización mediante termohigrómetro de lectura instantánea, datalogger o sensores similares, corrosión de armaduras, ensayos de campo de microescorrentía o mojado sobre materiales o juntas, ensayos elásticos de cargas, testigos de movimientos, pruebas hidráulicas, ensayos a compresión, profundidad de carbonatación, etc.; todos estos dependiendo de los síntomas o evidencias.

Diagnóstico. Es un complejo proceso que desarrolla el profesional, e implica una respuesta cognitiva ante el planteamiento de la situación del paciente. El diagnóstico puede determinar un estado patológico o no (también se diagnostica la salud en un paciente).

El proceso incluye el diagnóstico diferencial, es decir, la valoración de todas las posibles causas nosológicas que podrían dar un cuadro clínico similar. Siguiendo la escogencia de la posibilidad más adecuada en función de los resultados de la anamnesis, la exploración física, las pruebas complementarias y, a veces, el tratamiento.

Para la elaboración de un buen diagnóstico se debe estar familiarizado naturalmente con la enfermedad y comprender cómo se produce, porqué se produce, qué la origina, pero tales conocimientos resultan insuficientes si no se logra obtener información acerca de sus antecedentes históricos.

En el caso de la edificación, una vez terminada la toma de datos directa, y con la información de los resultados de los ensayos de laboratorio, se puede iniciar la reconstrucción de los hechos; es decir, tratar de conocer cómo se ha desarrollado el proceso patológico, cuál ha sido su origen y sus causas, cuál su evolución y cuál su estado actual. En esta etapa se debe llegar a conclusiones para la posterior actuación que implique la reparación de la edificación.

Pronóstico. Consiste en prever la evolución y el desenlace de una enfermedad. Este se hace con base en información de carácter estadístico sobre la tendencia que sigue un proceso patológico.

Muchas variables deben ser tenidas en cuenta al momento de elaborar un pronóstico; no siempre es posible pronosticar la evolución de una enfermedad, con o sin tratamiento, solo se puede determinar después de conocer con exactitud el diagnóstico y el estado general del paciente, incluyendo la edad, estado nutricional, patologías concomitantes, etc.; aun así, puede existir un porcentaje de error. En el caso de la edificación, este está asociado al estado del daño, el que se puede determinar a partir de observaciones visuales, la calidad de los materiales y del diseño, la edad, entre otros.

Evolución. La evolución o historia natural de la enfermedad representa la secuencia o curso de acontecimientos biológicos entre la acción secuencial de las causas componentes (etiología) hasta que se desarrolla la enfermedad y ocurre el desenlace (curación, paso a cronicidad o muerte). La historia natural de una enfermedad representa la evolución del proceso patológico sin intervención médica.

Igualmente sucede con las edificaciones (reparación, rehabilitación o restauración y demolición).

Fotografías de referencia

Fuente: Curso Patología de la Construcción.

Tratamiento. Consiste en todas aquellas opciones ambientales, humanas, físicas, químicas, entre otras, y el conjunto de medios de toda índole (físicos, higiénicos, farmacológicos y quirúrgicos) que contribuyen a la curación del paciente, de su proceso, o bien a la atenuación de sus síntomas (tratamiento paliativo) para mejorar en lo posible su calidad de vida, logrando su incorporación a la sociedad.

El tratamiento puede ser de varias clases: terapéutico, etiológico, sintomático, de sostén quirúrgico, empírico. En el caso de la edificación, es la habilitación del servicio suspendido, el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad y la disminución del riesgo de enfermedad o accidente del usuario al sentirse seguro y confortable en ella.

Prevención.