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Cómo motivar a una persona a realizar actividad física? Siempre fue mi gran desafío y meta: Ayudar a gente común a realizar un deporte, en mi caso, El Running. En éste primer libro, cuento algunas de mis experiencias como corredor de forma divertida. Son 9 historias totalmente diferentes. 9 crónicas vividas apasionadamente. La obra esta dirigida a todo tipo de público. Atraerá su interés, sea o no deportista, un corredor, un maratonista, un ultramaratonista o atleta Ironman. Intento desafiar su imaginación y hacerle vivir una experiencia única en cada capítulo, como si realmente fuera usted el protagonista. El público aprenderá a disfrutar el correr. Cualquier persona que corra con diferentes niveles u objetivos, desea estar sano, fuerte, con salud, correr con inteligencia y sobre todo divertirse! Si una persona realiza actividad física va a contribuir a su bienestar general, mejorando su cuerpo y reduciendo el riesgo de enfermedades. Nunca es tarde para comenzar! Yo elegí el running y su inagotable abanico de caminos y objetivos. No hay límites. El límite lo pone uno mismo.
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Seitenzahl: 155
Veröffentlichungsjahr: 2016
gabriel h. vilella
DIARIO DE UN CORREDOR
crónicas motivadoras
Editorial Autores de Argentina
Vilella, Gabriel Hugo
Diario de un corredor : crónicas motivadoras / Gabriel Hugo Vilella. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2016.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-711-491-1
1. Deporte. 2. Competición. 3. Atleta. I. Título.
CDD 158.1
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail:[email protected]
Diseño de portada: Justo Echeverría
Diseño de maquetado: Maximiliano Nuttini
Gabriel Hugo Vilella (Lanús Este, Prov. Bs.As. 27/01/1973)
Esta obra está dirigida a todo tipo de público. Atraerá su interés, sea o no deportista, un corredor, un maratonista, un ultramaratonista o atleta Ironman. Intento desafiar su imaginación y hacerles vivir una experiencia única en cada capítulo, como si realmente fuera usted el protagonista.
La idea del libro es intentar motivar a las personas a realizar actividad física o deportiva.
El material de este libro se reunió de una selección de experiencias de los años que llevo realizando esta actividad. Comencé a correr el 9 de julio del 2005, por lo que al término de la impresión de este libro estaré cumpliendo poco más de 10 años corriendo en forma continua.
Desde muy pequeño realicé actividad física. Jugué basquetbol unos 15 años en grandes clubes tal como Lanús, Boca Juniors, Independiente, Racing Club, Burzaco, entre otros. Debo agradecer a aquellos preparadores físicos y directores técnicos de los que he aprendido mucho. Lamentablemente debido al estudio en las tres carreras universitarias que culminé, sumado al tener que trabajar desde muy pequeño, me obligó por algunos años abandonar el deporte. Al recibirme de mi última carrera universitaria, encontré en el correr mucho de todos aquéllos años que estuve semi ocioso. Recuperé la alegría.
Además de mi intento de que este libro de crónicas sea divertido, gran parte del mismo ayudará a los corredores experimentados o no, a planificar mejor su estrategia en carreras y no cometer los errores que he cometido. A los principiantes los ayudará a iniciarse con confianza y cómodos. El público aprenderá a disfrutar el correr. Cualquier persona que corra con diferentes niveles u objetivos, desea estar sano, fuerte, con salud, correr con inteligencia y sobre todo divertirse. Eso es lo más importante!
Nunca es demasiado tarde para empezar. Nunca es tarde para mejorar nuestra calidad de vida. La O.M.S. (Organización Mundial de la Salud) define a calidad de vida como “la percepción que un individuo tiene de su lugar de vida, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en el cual vive, en relación con sus objetivos, sus experiencias, sus reglas y sus inquietudes”.
No hay duda que si una persona realiza actividad física va a contribuir a su bienestar general, mejorando su cuerpo y reduciendo el riesgo de enfermedades tales como diabetes, obesidad, stress, hipertensión arterial, y cualquier otro factor de riesgo. El correr además nos ayuda a desconectarnos de las actividades cotidianas, mejoramos nuestra mente, nos devuelve confianza en nosotros mismos a medida que cumplimos objetivos, nos da una sensación de paz y orgullo, y mejora nuestra autoestima, entre otros beneficios.
Cuando uno entrena para correr lo hace en forma equilibrada, fortaleciendo los músculos, protegiendo las articulaciones y protegiéndonos de lesiones mediante trabajos de fuerza, además de quemar más calorías que cualquier otro deporte manteniendo un peso saludable. Además de la fuerza se entrena la parte aeróbica con lo cual tendremos un corazón mas fuerte llegando el oxígeno mejor a todas las partes del cuerpo, y la parte de la flexibilidad con la cual permitiremos que tanto los músculos como las articulaciones se estiren y doblen con facilidad mejorando nuestro rendimiento deportivo.
Un profesor me enseñó que: “el mejor deporte es el que a uno le gusta hacer”. Yo elegí el running y su inagotable abanico de caminos y objetivos. No hay que confundir deporte con alguna actividad aeróbica que se pueda llegar a realizar dentro de un gimnasio con rutinas desgastantes y aburridas, que puedan llegar a motivar a una persona solo al comienzo por “la novedad o moda”.
En el running una persona comienza caminando para luego intercalar un trote. Luego solo querrá trotar. Para pasar a andar un poquito más rápido. Puede hacer la actividad solo en forma recreativa o en forma competitiva. La persona generalmente se presentará en una distancia corta en su primera carrera, puede ser de 1 a 3 kilómetros. Luego intentará mejorar su velocidad o performance en esas distancias. Más adelante podrá buscar nuevos desafíos con carreras de 5 a 10 kms... Intentará cambiar de terreno, hacer un cross, correr por montañas, o nieve u arena... Podrá seguir incrementando la distancia o no, incluir ciclismo e intentará hacer un Duatlón, o agregarle natación e intentar hacer un Triatlón, etc... Son infinitos los caminos. No hay límites en el Running. El límite lo pone uno.
Todos pueden! si realizan este deporte en forma constante, paulatina, con objetivos alcanzables, siempre bajo las órdenes de un entrenador profesional, y con los controles médicos necesarios para la realización de cualquier actividad. Sólo se necesita un par de zapatillas (un control de la pisada previo) y ropa cómoda.
Se puede correr sólo o en grupo. Se puede correr un día de sol, un día templado o con frío, con lluvia, con o sin viento en contra, Siempre se puede si se tiene voluntad!!
En la obra no voy a usar nombres completos o nombres verdaderos cuando narre cada una de mis vivencias.
Esta dedicada a todas las personas que de una u otra manera me acompañaron en mi vida deportiva. A mis padres que me cuidan desde el cielo. A mis abuelos que están con mis padres. A mi amigo Esteban que está con ellos. A la mujer que me acompañó muchos años en todas estas locuras y ya no está conmigo. A mis amigos de este deporte y de otros. A mi amigo Néstor que me llevó a mi primer carrera. A mis alumnos de tantos años. A todos aquellos que han pasado por mi vida y me han dejado alguna enseñanza.
Cuando en el relato hablo de “Maratón”, me estoy refiriendo siempre a 42.195 metros de distancia. Todo aquello que supere esa distancia será considerado “Ultramaratón”. Lo demás serán llamadas “carreras” o “corridas”, salvo el caso de una “Media Maratón” que son 21.095 metros.
“Duatlón” se trata de dos disciplinas. “Triatlón” de tres, y así hay muchas otras modalidades alternativas en las cuales se encuentra presente el correr.
Como les dije, al momento de terminar de escribir este primer libro, he participado el domingo próximo pasado en mi carrera número 290. Puedo relatar y describir con precisión cada una de ellas. Obviamente sería imposible intentar escribir en un sólo libro a todas, por lo que he seleccionado al azar 9 crónicas con la intención de captar su atención y motivarlos a realizar este hermoso deporte.
Es mi deseo de corazón que les agrade. Utilizo un leguaje informal, muy natural, común, tal como lo pienso dentro de mi cabeza, en todo el libro para poder llegar al interior de cada uno.
Índice
Gabriel Hugo Vilella(Lanús Este, Prov. Bs.As. 27/01/1973)7
10 de Enero del 2010, Lobos, Provincia de Buenos Aires, Argentina —30 kms Cross
22 de Mayo del 2010, Bombinhas, Rio Grande Do Sul, Brasil —42 kms cross
24 de septiembre del 2010, San Miguel del Monte, Provincia Buenos Aires, Argentina —Ultramaratón 100 kms
3 de abril del 2011, San Miguel del Monte, Provincia de Buenos Aires —Ganar un Duatlón
Domingo 30 de Abril del 2011, Chascomús, Provincia de Buenos Aires, Argentina— Mi primer Triatlón
18 de marzo de 2012, Río Tala – San Pedro – Provincia de Buenos Aires, Argentina —Ultramaratón 24 horas
21 de Abril del 2013, Concordia, Provincia de Entre Ríos, Argentina— Mi Primer Medio Ironman
8 de Diciembre del 2013 – Punta del Este – Uruguay —Mi Primer Ironman
Sábado 7 de marzo del 2015 – Paraná, Provincia de Entre Ríos, Argentina— Maratón 42 kilómetros Nocturna Cross
10 de Enero del 2010, Lobos, Provincia de Buenos Aires, Argentina —30 kms Cross
“Recuerda, antes de detenerte piensa en como te sentirás después. Ahora, sigue corriendo”.
Un día antes de la larga carrera del día domingo, llegué con un grupo de amigos a la localidad bonaerense de Lobos, ubicada a 110 kilómetros de la Capital Federal.
El viaje fue increíble!. Un día hermoso, con mucho sol.Partimos a las 14 horas de nuestras casas. Pasamos por una comisaría donde trabajaba una de las chicas que viajaba con el grupo, (por suerte no revisaron nuestros bolsos...sino quedábamos presos jaja) y de allí partimos!!
Viajamos súper tranquilos, escuchando música brasilera y tomando mates con pan dulce. Esos restos que habían quedado todavía de las fiestas tan cercanas. Si, música de Brasil. Amo ese país, su cultura, su culinaria, sus playas. Por eso donde voy, su música me acompaña y me da alegría.
Desde el comienzo iba a ser una verdadera aventura donde nos alojaríamos para pasar la noche del sábado!. Era un sitio religioso, un retiro espiritual de los palotinos....
Llegamos alrededor de las 17 horas al lugar que nos habían recomendado para pasar esa noche, que era el único del pueblo... Por fuera lindo lugar, pero por dentro... una habitación con 6 camas, sin ventilador, ni aire acondicionado, con muchos insectos y muy antiguo todo.
Nos imaginábamos la nochecita que íbamos a pasar.
Dejamos los bolsos y nos fuimos a retirar el kit y pagar la carrera. Las dos chicas que corrían la distancia más corta de 10 kms les tocó el número 1 y 2 en la pechera. Nunca más va a pasar eso en sus vidas! Sépanlo! increíble!. Digo ésto, ya que en general los primeros números de una carrera son reservados para los atletas Elite o aquéllos que años anteriores han ganado la misma. Esa es la costumbre en el mundo del Running.
En el Club donde retirábamos los kits, el organizador nos pregunta:
-“Ustedes ya corrieron esta carrera? quién corre 30 km?”
Le respondo:
-“Yo seré el único del grupo en correr la distancia larga de 30 km.”
Me mira fijo, me observa, y me dice seriamente:
-“El año pasado la ganó el “toro” Toribio Gutiérrez (para quien no sabe fue representante olímpico argentino) y al término de la carrera dijo que fue mucho más duro que correr un maratón...”
Obviamente no me asustó, pero la idea de venir a hacer un fondito tranquilo se vino abajo.
De pasada por el lugar, miramos el terreno y se veía muy complicado. Se trataba de 30 kilómetros en línea recta por caminos vecinales rurales, todo tierra con mucha arenilla, lo que sumado a los 37 grados que anunciaban, y por el reflejo del sol en la arena, con seguridad superaban los 45 grados centígrados, y ningún árbol en el camino!!!
Esta durísima carrera tuvo su origen, en el año 1993, cuando un corredor que trabajaba en la localidad de General Las Heras, que se encuentra ubicada aproximadamente 30 kilómetros de la localidad de Empalme Lobos, pierde el tren hacia Lobos, entonces hace el recorrido corriendo hasta su ciudad por la vía. Al año siguiente, un grupo de atletas de la ciudad de Lobos, deciden realizar a modo de prueba el mismo recorrido. Y Entonces, desde ese 1995 se tornó competencia.
Del retiro de los kit, fuimos a visitar la laguna de Lobos, que se encuentra ubicada a unos 20 kilómetros de donde nos encontrábamos. Un día espectacular, anduvimos en bote, tomamos unas cervezas frente al agua hasta que anocheció y fuimos a cenar. Comimos pizzas con más cerveza, y a eso de las 23.30 horas nos volvimos para intentar dormir...
La carrera largaba a las 8.00 am por lo que a las 6.30 am teníamos que estar despiertos.
Hubo un gran problema para mí. Yo no dormí en toda la noche! Un desastre el calor que hacía en esa habitación. Parecía como que estábamos dentro del horno de una cocina. Al calor había que sumarle los mosquitos, al cascarudo que me mordió la panza al abrir la ventana para intentar que ingrese una gota de viento, al lío de unos nenes hermosos que gritaban al lado de nuestra habitación como si estuviesen poseídos... Todo ello hizo una de mis peores noches en materia hotelera sino la peor de mi vida!. Mis compañeros de habitación me tuvieron que soportar yendo y viniendo toda la noche
A las 6 am me fui a duchar intentando despejarme y no dormirme en la carrera. Desayunamos en el lugar y nos fuimos para la largada.
Finalmente la largada se postergaría media hora más, para las 8.30 horas, ya que estaban esperando micros con atletas de localidades lejanas que estaban llegando. Lo más grave fue que en esa media hora creo que perdí todo lo que me había hidratado. La temperatura rondaba los 36 grados, un día a pleno sol, un 10 de enero, verano en Argentina, y ya se sabía lo que íbamos a sufrir. No había aire fresco que ingresara por la boca. Eso haría muy dura la carrera.
Como dije, me presentaría a los 30 kilómetros.
En la largada nos encontrábamos ambas categorías, los que corríamos 30 km y los de 10 km, razón por la que tenía que ser cuidadoso y no debía seguir a los atletas que corrían los 10 kilómetros, sino lo pagaría caro.
Pero bueno, largué rápido, demasiado por todos esos factores externos.
Mucha ansiedad, nervios...
Con sólo recordar que al kilómetro 5 donde los atletas de la distancia corta doblaban y regresaban a la línea de llegada, estuve unos segundos dentro de mi cabeza decidiendo si continuaba o volvía...
-“No puedo volver!”, me dije.
Mi cuerpo me decía: “Dale volvemos y vamos a la piscina!” Pero no! El corazón es más grande y seguí como corresponde. Al kilómetro 9,5 tuve que parar o moría. Creo que no me detenía a caminar en una carrera desde aquélla vez en los primeros meses del año 2007.
Allí cuando en una carrera de 8 kilómetros en Caseros, Provincia de Buenos Aires, había caminado en el puesto de hidratación para recuperarme un poco...
A partir del kilómetro 10 no volví a caminar. Hacía kilómetros por arriba de 6 el minuto. Cada 5 kms había hidratación, allí cargaba la botella que llevaba en la cintura y agarraba 4 bolsas de agua, dos para tomar y dos para refrescarme tirándome agua en la nuca, las muñecas, los riñones, en la cabeza. Así toda la carrera.
La sal del cuerpo quemaba mis brazos y cara, entraba en mis ojos que ardían. El sol se reflejaba en la tierra mezclada con arena y quemaba el doble.
En un momento pensé que me había imaginado ver una serpiente en el suelo. Pero no fue imaginación, estaba allí, muerta en el medio del camino, seca, obvio pobrecita...
En la primera mitad de competencia me encontraba en la posición 33.
Esos 15 kilómetros de ida, se trata de una gran recta que une varios pueblos, en donde sólamente casi llegando al kilómetro 12, hay una docena de árboles. Luego no hay nada que cubra el sol. Ni un poquito de sombra que actúe de oasis en el desierto.
Sólo un buen vecino con su manguera con poco caudal de agua intentando refrescar a los atletas que pasaban cerca de él se apiadaba de nosotros los corredores
Al llegar a ese kilómetro 15 me dije a mi mismo:
-Ya pasó lo peor, ahora vamos para adelante!
Intenté dar todo, o al menos todo lo que tenía. Pasaba atletas, uno tras otro.
La ambulancia iba y venía por esa larga recta recolectando corredores descompensados.
Se veía gente por todos lados que habían abandonado. Era realmente muy dura. Durísima.
Al kilómetro 17 comencé a sentir un fuerte dolor en el glúteo derecho. Pensé que eran calambres pero no, era una especie de lesión, por lo que preferí cuidarme y no intentar acelerar más hasta los últimos 5 kilómetros.
Salió bastante bien la estrategia, ya que en la segunda parte pude pasar a varios corredores. Andaba lento pero los demás peor. Todos mis kilómetros eran entre 5 minutos 5 segundos a 5 minutos 50 segundos. El último lo terminé en 4 minutos 40 segundos con la última gota de sudor.
Al kilómetro 19 comenzó a llover un poco. Me preguntaba:
-“De donde habían venido esas nubes?”.
Nadie lo sabía. Lo único que estaba seguro que no fue una salvación. Fue peor!, porque sólo duró unos 3 minutos. Paró y salió el sol! jaja . Era un sauna propiamente dicho!.
Pasaban motos, autos y bicicletas que acompañaban a cada uno de los atletas tirándole agua y dándole provisiones, y eso levantaba mucho polvo. Eso no era legal. Yo estaba sólo, pero sabiendo que en la meta me estaban esperando mi gente, que fue lo que me dio la fuerza necesaria para llegar.
Los últimos metros eran de asfalto, ya entrando al pueblo. Llegué con los brazos abiertos. Lloré mucho, sufrí y disfruté. Y luego volví a llorar...
La organización estuvo perfecta. Mucho calor. Buenos premios.
Luego a disfrutar las instalaciones del Club Rivadavia, donde hicimos piscina, tomamos mate, y comimos carne a la parrilla con cerveza. Todo el día hasta el regreso ya caída la noche.
Hablando de caída...esta carrera me dejo de recuerdo la caída de cuatro hermosas uñas...
Valió la pena como experiencia, pero comenzar un año así tan desgastado para el resto del calendario, la próxima lo pensaré dos veces...
Esta carrera sin lugar a dudas va a estar en el podio de mis recuerdos por mucho tiempo en cuanto a lo DURA que fue. La sufrí más que la maratón 42 kilómetros de montaña de Villa la Angostura.
¡El calor juega su papel y hace que sea insoportable! Y si a eso le sumamos que no había dormido y que estaba cansado de toda la semana por haber entrenado fuerte y no haber descansado y alimentado bien, se hizo un combo casi mortal.
Igualmente al término de la carrera y observar en la posición que terminé (posición 25 de 300 valientes competidores) y ver el tiempo que hizo el ganador atleta de elite , de 2 horas clavadas (yo hice 2 horas 41 minutos 4 segundos) me largué a llorar nuevamente un rato largo de la emoción por el sacrifico realizado. Terminé en el mismo minuto que el mejor ultramaratonista de la Argentina, Diego, poseedor del actual récord sudamericano de ultramaratón. O sea, no estuve nada mal.
Después de correr la carrera entendí por que el slogan de la misma se la llamadesafío“uniendo pueblos” sólo paravalientes....