Diccionario de Psicopatología Fantástica - José Retik - E-Book

Diccionario de Psicopatología Fantástica E-Book

José Retik

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Beschreibung

"Este libro tiene parentesco con la medieval Stultifera Navis o Nave de los locos de Sebastian Brant –libro conocido por el muy cuerdo Erasmo, que amó en su Stultitiae Laus o Elogio de la locura– y parentesco también con el Diccionario del diablo, de Ambrose Bierce, pero va más lejos y es más osado y divertido… mezcla de sabiduría, ingenio y filología por sus muy felices neologismos. Pero además es una sutil crítica a las academias, al sistema (al psicoanalítico también) y a la propia sociedad que vivimos, plena de miedos y falsía. […] Pocos libros tan singulares, inteligentes, ricos y amenos como este Diccionario de Psicopatología Fantástica. Una obra maestra argentina, como Rayuela, che." Luis Antonio de Villena

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Retik, José

Diccionario de psicopatología fantástica / José Retik. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Ediciones Biebel, 2020.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-836-203-8

1. Diccionario Especializado. 2. Psicopatología. I. Título.

CDD 413.1

© José Retik

© Ediciones Biebel, 2018

Ediciones BIEBEL

José Juan Biedma 1005 (C1405ASM)

Ciudad Autónoma de Buenos Aires,

Tel. (54-11) 4582-3878

www.edicionesbiebel.com.ar

[email protected]

[email protected]

ISBN: 978-987-836-203-8

Se han efectuado los depósitos de ley 11.723

Libro de edición argentina

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos.

Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Las ilustraciones de cubierta y de los capítulos, así como el retrato del autor pertenecen a Guadalupe Gómez Pintus.

La ilustración del Dossier pertenece a Juan Ignacio Marchiano

El diseño de cubierta pertenece a Daniel Ardito

Diagramación de páginas: Cálamus, [email protected]

Conversión a formato digital: Libresque

Las palabras nos están matando.

Los diccionarios nos cuelgan, nos destripan y nos descuartizan.

PRESENTACIÓN

PIPO CIPOLATTI

Cuando uno tiene el orgullo de ser convocado para redactar unas líneas que luego figurarán como prólogo o presentación de una obra literaria, también está asumiendo una suerte de responsabilidad sobre lo que va a escribir.

Pocas personas saben que soy amigo personal de José Retik. Muy pocas.

Muchas menos saben que escribimos juntos dos libros, si no más...

A partir de este momento ya lo saben, y eso me coloca en una posición exageradamente incómoda ante ustedes, lectores, porque toda opinión por mí vertida puede ser considerada subjetiva, obsecuente, falsa y otras cosas.

Por ese motivo, no voy a hablar de José Retik como ser humano, tampoco como escritor y mucho menos acerca de este tan particular Diccionario.

Un diccionario que aún no leí. Y no lo hice por cábala ni por falta de interés.

Quizás, y después de todo lo que confesé anteriormente, lo mejor es que nos sumerjamos juntos en la apasionante aventura que seguramente debe ser el intringulístico mundo de la psicología, la lingüística y la pluma de José Retik, un hombre polémico y reservado.

PRÓLOGO

ROBERTO PAPATEODOSIO

Es inevitable pensar en referencias, o en buscar genealogías tras un primer acercamiento al libro de Retik. Quizás exagero si me remito a L’Encyclopédie de Diderot y D’Alembert. En lo inmediato, pienso en The Devil’s Dictionary de Ambrose Bierce, un linaje que termina aquí.

Pero no. Como la Stultifera Navis de Sebastian Brant, este diccionario es un catálogo repleto de bifurcaciones donde se mezclan lo real y lo imaginario; donde las intensidades fluctúan en cada entrada, en cada referencia, en cada neologismo; donde se construye una topografía del texto y a la vez de la condición humana, porque este diccionario no es solo un conjunto de palabras con sus significados en orden alfabético: pone en crisis nuestra idea de sujeto: nos interpela en busca de una respuesta que justamente, no podemos –o no nos animamos– a formular.

Todo diccionario es utópico en la medida en que es herramienta de aquello que nos resulta inaccesible. En este caso, la (re)construcción de nuestro mundo se nos aparece sin intermediarios, solo la letra impresa y nosotros: no hay escapatoria a la erudición, fatalidad y verdad del libro de José Retik.

JOSÉ RETIK VUELA ALTO Y BAJO

LUIS ANTONIO DE VILLENA

Sé poco de José Retik (La Plata, Buenos Aires, 1969) que tuvo la gentileza de enviarme este su estupendo libro, Diccionario de psicopatología fantástica. Sé –el prologuista debe averiguar algo, más si también se psicoanalizó– que es autor de tres libros ya, dos en colaboración con su amigo y colega Luis Alposta, ¡Araca Lacan! en 2007. Verdades, mentiras y paradojas en 2010 y ya con su sola firma, Lo que nunca se dijo. Conversaciones con Pipo Cipolatti en 2012. Sé que también ha hecho diversas incursiones en la cinematografía, como el filme de 2007, Rompenieblas, una historia de psicoanálisis y dictadura. Todo ello tiene que ver con este delicioso, ingenioso y crítico Diccionario de psicopatología fantástica. Me digo que cuando Retik nació, yo había ya leído a Borges (no todo, obvio) y aunque no sé muy bien qué quiera decir eso, estoy seguro de que el amigo Retik sí lo sabe o lo intuye y me lo explicará. Que tenga un libro sobre Lacan y que el psicoanalista francés salga en este Diccionario es casi obvio, pues todos los psicoanalistas aman y detestan a Lacan, que jugaba con “Padre severo” y “persevero” (en su tarea). En francés suena igual Père sevère y persevère… Véase la entrada “Lacanofobia”, donde Lacan se confunde con vegetal: Miedo hacia los vegetales y hacia Lacan, muy dado a interpretar las “verduras” –los hechos verdes– de sus analizados…

Se dice que este libro tiene parentesco con la medieval Stultifera Navis o La nave de los locos de Sebastian Brant –libro conocido por el muy cuerdo Erasmo, que amó en su Stultitiae Laus o Elogio de la locura y parentesco también con el Diccionario del diablo de Ambrose Bierce. Sin duda, pero va más lejos y es más osado y divertido… Aviso: este prólogo está constreñido a la brevedad porque un análisis del Diccionario de psicopatología fantástica se convertiría –y puede hacerlo en el futuro– en otro libro. Nuestro diccionario es una mezcla de sabiduría, ingenio y filología por sus muy felices neologismos. Pero además es una sutil crítica a las academias, al sistema (al psicoanalítico también) y a la propia sociedad que vivimos, plena de miedos y falsía. La primera entrada ya cumple lo dicho: “Abstemiofobia: miedo a las personas que se privan del placer de beber”. Neologismo y crítica, dando la vuelta al calcetín. La última (antes de las noticias y curiosidades, según orden cronológico) es más esperable pero inevitable: “Yonqui: Término despectivo del argot callejero que se usa para nombrar a las personas dependientes de la heroína.” Se cita la primera novela famosa de Burroughs de 1953. Añadiríamos que entre ciertos “malditos”, yonqui fue una palabra relativamente prestigiada. En medio de todo eso, no todo pero mucho y siempre un vario conjunto de hallazgos lúdico-magistrales: “Uranofobia: Miedo al Cielo o al Paraíso”. La respuesta, el Día del Juicio Final, que promete ser divertidísimo y patético. “Trastorno inespecífico: No quiere decir nada”. “Narcisismo virtual: Googlearse a uno mismo” ¿No lo padecemos los escritores, los pintores y los/las lindos? “Libertad irremediable: Libertad de elegir en circunstancias impuestas por obra del azar.” Elegir sí o sí. En un incendio: ¿Salvo a mi esposa o al dinero de la caja fuerte? Los dos, imposible. “Imbecilidad moral: generosidad con el abuso ajeno”. “Hiperactividad: patología que conduce al éxito”. ¿No? “Filofobia: gran amor o afición al miedo”. “Filofilia” se nos dice que es voz de “empalagosa definición”… ¿Más? Lean sólo: ajestress, adicción (falta de dicción), alegromelancolía ¿quién no la ha tenido?, amigofrenia, apuropatía, aversión a la desposesión, conducta atípica (conducta normal), despilfarro humorístico, disforia post-coito … ¿Más? Ya no hay más. Hay muchísimo más, pero lean ¡carajo!

Pocos libros últimos tan singulares, inteligentes, ricos y amenos como este Diccionario de psicopatología fantástica. Una obra maestra argentina, como Rayuela, che.

Retik nació en La Plata, ¿qué aguardar de persona tal sino que dé oro? Pues, caramba, caramboles, eso ha hecho. Acá adelante está, titilando…

Madrid, mayo, 2017

Abstemiofobia: f. Miedo a las personas que se privan del placer de beber.

Abstractofobia: f. Miedo a los objetos abstractos.

Abulia roja: f. Lisa y llanamente, falta de voluntad. En 1917, un grupo de investigadores de Moscú estableció que la pérdida de la voluntad (en la esfera laboral) se producía, fundamentalmente, cuando el trabajador experimentaba un sentimiento de servidumbre en su faena diaria. En los años 30, científicos estadounidenses anunciaron que podría producirse una epidemia de abulia roja a nivel mundial y comenzaron a referirse a las manifestaciones colectivas de este mal con el término “huelga”.

"Acalculia: f. Pérdida de la habilidad de realizar cálculos. Por ejemplo, un sujeto intenta besar a su mujer pero, en cambio, besa a su suegra.

Acoso psicológico: m. Situación en la que una persona o un grupo de personas ejerce maltrato continuo sobre un trabajador o trabajadora buscando desestabilizarlo y aislarlo, con el fin de perjudicar su rendimiento laboral. Si no es una estrategia para quitarle el puesto de trabajo, o la persona en cuestión no es lo suficientemente despreciable como para merecer semejante agresión, se trata, indudablemente, de acoso psicológico.

Adicción: f. Falta de dicción producida por el uso habitual de drogas psiquiátricas.

Afanofama: f. Desmedida avidez por obtener la fama de otro.1

Afasia selectiva: f. Trastorno en la comprensión o expresión del lenguaje causado por lesión cerebral. Entre la sintomatología más frecuente se encuentra el no comprender que se debe dinero.

Agorafobia actual: f. Miedo de un sujeto a salir de su casa, excusándose en el riesgo de ser robado, violado, mutilado y/o asesinado por un delincuente. Se observa una prevalencia de estos cuadros en países latinoamericanos.

Aislamiento social: m. Patrón de conducta caracterizado por una reiterada tendencia a evadirse de chismes, envidia, violencia, crueldad y agresividad. Freud manifestó en uno de sus ensayos que “una soledad buscada, mantenerse alejado de los otros, es la protección más inmediata que uno puede procurarse contra las penas que depara la sociedad de los hombres” (El malestar en la cultura, 1920).

Ajestress: m. Estrés producido por una partida de ajedrez. Si bien se trata de un enfrentamiento entre dos personas sentadas que casi no se mueven, por esta misma razón el juego de ajedrez puede resultar letal. En ocasiones, los torneos se prolongan durante semanas, lo que, al igual que otras situaciones de estrés prolongado, da lugar al padecimiento de consecuencias físicas entre las que se incluyen: debilitamiento del sistema inmunológico; aumento del ritmo cardíaco, respiratorio y de la presión arterial; incremento de la respuesta galvánica de la piel (sudoración) y de la tensión muscular; sequedad de la boca y aumento de la frecuencia de micción. Respecto de los beneficios del ajedrez con relación a la salud mental, véase el caso de Bobby Fischer.2

Alcoholismo anónimo: m. Vergüenza de ser uno mismo a consecuencia de ingresar a un grupo terapéutico integrado por alcohólicos que gozan de fama, prestigio y reconocimiento.

Alegromelancolía: f. Alegría que causa nostalgia.

Alucifrenia: f. Percepción múltiple de objetos que no están presentes. Conversación entre voces oídas.

Amigofrenia: f. Variación del comportamiento en función de los amigos presentes. Inteligencia para, deliberadamente, hacerse amigo de una persona determinada.

Amor Sonja: m. Forma patológica de distracción para evitar pensar en la vida. Woody Allen desarrolló extensamente el tema en una de sus películas: “Amar es sufrir. Para evitar el sufrimiento, no se debe amar; pero entonces se sufre por no amar, de modo que amar es sufrir y no amar es sufrir, y sufrir es sufrir. Si para ser feliz hay que amar, para ser feliz hay que sufrir; pero sufrir hace a uno infeliz, por lo tanto para ser infeliz uno debe amar o amar para sufrir o sufrir de tanta felicidad, y dejémoslo que es un lío”.3

Analismo: m. Tendencia retentiva de los analistas a seguir comportándose como tales, aun sin la presencia de pacientes.

Angustia sartreana: f. Estado afectivo penoso que nace de la nada como la nada misma. O sea, a la que solo se accede a través de la lectura de las obras completas de Sartre. Quienes sobreviven, padecen esta angustia de por vida. Este concepto fue gestado durante uno de los encuentros anuales de los Enemigos de la Libertad a finales de los años 50.

Anosognosia: f. En psiquiatría, falta de conciencia de la enfermedad orgánica o del trastorno mental que se padece. Es frecuente en pacientes aquejados por una alteración de la conciencia y por individuos que, a pesar de su padecimiento, no han sido diagnosticados a conciencia por un profesional.

Ansia patológica: f. Anhelo intenso de encontrar una patología o un cuadro clínico en todo ser humano.

Ansiedad anticipatoria: f. Miedo anticipado de mañana que se padece hoy. La representación mental del miedo produce el mismo miedo que la situación próxima a vivirse. Debido a esta anticipación, el sujeto consigue asustarse dos veces por los mismos motivos. Algunos psiquiatras creen favorable atender al paciente un día antes de que experimente la ansiedad anticipatoria, pero no han logrado establecer aún cómo detectar los casos probables. A consecuencia de esto, se ha enunciado la hipótesis de que también un número significativo de profesionales sufrirá esta patología en el futuro, por el solo hecho de pensar que no podrán conocer tales criterios diagnósticos.

Antibiologicismo fanático: m. Convencimiento mórbido que producen, en los psicoanalistas, las teorías que explican el funcionamiento mental a través de la actividad cerebral. El psicoanálisis, por su parte, aún no consigue explicar por qué el fanatismo cesa cuando el cerebro deja de funcionar.

Antihospital psiquiátrico: m. Término que se utiliza para definir instituciones psiquiátricas en las que el paciente se vuelve sujeto activo en el proceso comunicacional. En este tipo de hospitales se realizan asambleas y se toman decisiones conjuntas entre los internos. Se destaca el caso un hospital del sur de los Estados Unidos, donde, en los años 60, se votó en una asamblea que los médicos se convirtieran en pacientes y los pacientes en médicos durante un lapso determinado. Mientras duró la situación, se dejó de medicar a los internos y se medicó a los hombres de guardapolvo blanco. Transcurridos dos meses, los médicos se encontraban muy satisfechos con su nuevo rol. Incluso se reportaron casos donde los psiquiatras no recordaban haber ejercido su práctica jamás.

Apatología: f. Enfermedad caracterizada por la ausencia de patología. No comparar con anosognosia.

Apuropatía: f. Tendencia a querer sufrir anticipadamente.

Asistencia al suicida: f. Dícese de la ayuda que se presta al suicida para que pueda concretar su acto.

Asociación poética: f. Asociación fonética sin fines de lucro que se encuentra al servicio de la creación delirante y la implementación de variados procedimientos morfológicos.

Astenia: f. Síntoma caracterizado por una sensación generalizada de cansancio, fatiga, debilidad física y psíquica, con principal incidencia en personas de entre 20 y 50 años. Tiende a mejorar cuando el sujeto deja de hacer lo que no quiere. Es particularmente intensa los lunes, cerca del inicio de la jornada laboral. Los hombres suelen describir síntomas como pesadez, sensación de vacío, e incluso inflamación de la zona testicular.

Atracón sexual: m. Episodio en el cual un sujeto consume rápida y vorazmente carne humana, generalmente en secreto y sin que se entere su pareja. El consumo se produce sin la existencia de hambre sexual, independientemente de los sabores, olores y excitación que generen los distintos tipos de cuerpos.

Autoagresión ad hominem:f. Argumentación irracional autoagresiva cuyo fin es conseguir la descalificación personal. El diagnóstico de autoagresión ad hominem requiere que la persona se insulte a sí misma hasta obtener una completa degradación. Si el descrédito obtenido hace que los demás no crean en su autoagresión, el diagnóstico se vuelve paradójico.

Autocastigo: m. Pena que uno se da.

Autoconocimiento: m. Trastorno del conocimiento por el cual uno cree poder engañarse a sí mismo. Quienes aseguran autoconocerse, no pueden especificar si es el Yo quien se conoce a sí mismo o si es el sí mismo quien conoce al Yo.

Aversión a la desposesión: f. Miedo a que disminuya el monto disponible de la tarjeta de crédito.

1 En Argentina, el término afano es un lunfardismo que significa “robo”.

2 Ver Brady, Frank, Endgame, el espectacular ascenso y descenso de Bobby Fischer, Teell, 2015.

3 Allen, Woody, La última noche de Boris Grushenko, 1975.