Dostoievski: del doble a la unidad - René Girard - E-Book

Dostoievski: del doble a la unidad E-Book

René Girard

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Beschreibung

Las obras de Dostoievski son para Girard un «laboratorio literario» que demuestra las diversas ramificaciones del deseo mimético. Las novelas del gran escritor reflejan un viaje espiritual que Girard discierne como siguiendo un patrón clásico de un modo moderno, que finalmente acaba en una «resurrección» del subsuelo de la alienación, el resentimiento y la idolatría. Gracias a su viaje por el «subsuelo», Dostoievski es cada vez más consciente de los ídolos no reconocidos de la modernidad. Incluso la denuncia de la irracionalidad y, finalmente, la creencia de los revolucionarios de que derribar las antiguas prohibiciones conducirá a una nueva era de felicidad y armonía solo empeora la situación. Girard se pregunta si Dostoievski está desprestigiado en nuestro tiempo porque nuestra época podría describirse como «subterránea» en el sentido del término del gran novelista ruso. La cultura popular y la vida política son histéricamente miméticas, plagadas de rivalidades miméticas y escándalos, que conducen a extremos polares de conflicto y hostilidad. «El presente trabajo es el libro corto o ensayo más brillante que Girard ha escrito» (James G. Williams).

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Seitenzahl: 238

Veröffentlichungsjahr: 2025

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ColecciónMímesis

Director

Ángel Barahona (Universidad Francisco de Vitoria)

Comité editorial

Clara Bonet (Universidad Católica de Valencia), Tania Checchi (Universidad Internacional de las Américas),

David García-Ramos (Universidad Católica de Valencia), Blanca Millán (Universidad Francisco de Vitoria),

Eva Ramón (Universidad Francisco de Vitoria), Roberto Solarte (Pontificia Universidad Javeriana)

Comité científico asesor

Andrew McKenna (Loyola University of Chicago), Benoît Chantre (Association Recherches Mimétiques),

Cesáreo Bandera (University of North Carolina), Clemente López (Universidad Francisco de Vitoria),

Carlos Mendoza-Álvarez (Universidad Iberoamericana), Charles Powell (Real Instituto Elcano),

Charles Ramond (Université Paris 8), Giuseppe Fornari (Università degli studi di Verona),

James Alison (IMITATIO), Martha Reineke (University of Northern Iowa),

William A. Johnsen (Michigan State University), Wolfgang Palaver (Universität Innsbruck)

© 2024 René Girard

© 2024 de la edición: David García-Ramos Gallego

© 2024 de la traducción: José A. Millán Alba y Blanca Millán García

© 2024 Editorial UFV

Universidad Francisco de [email protected] // www.ufv.es

Título original: Dostoïevski: du double à l’unité

Diseño e imagen de portada: Isabel Fernández-Pacheco Serrano

Traducción: José A. Millán Alba y Blanca Millán García

Edición: David García-Ramos Gallego

Primera edición: mayo de 2024

ISBN edición impresa: 978-84-10083-50-9

ISBN edición digital: 978-84-10083-51-6

ISBN edición EPUB: 978-84-10083-52-3

Depósito legal: M-11327-2024

Preimpresión: MCF Textos, S. A.

Impresión: Service Point

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos.

       Esta editorial es miembro de UNE, lo que garantiza la difusión y comercialización de sus publicaciones a nivel nacional e internacional.

Este libro puede incluir enlaces a sitios web gestionados por terceros y ajenos a EDITORIAL UFV que se incluyen solo con finalidad informativa. Las referencias se proporcionan en el estado en que se encuentran en el momento de la consulta de los autores, sin garantías ni responsabilidad alguna, expresas o implícitas, sobre la información que se proporcione en ellas.

Impreso en España - Printed in Spain

Índice

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN EN INGLÉS (1996)

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN EN INGLÉS (2012): RENÉ GIRARD DESDE 1996

PRÓLOGO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL

CAPÍTULO PRIMERO: DESCENSO A LOS INFIERNOS

CAPÍTULO SEGUNDO: PSICOLOGÍA SUBTERRÁNEA

CAPÍTULO TERCERO: METAFÍSICA DEL SUBSUELO

CAPÍTULO CUARTO: RESURRECCIÓN

POSFACIO: EL DESEO MIMÉTICO EN EL SUBSUELO

OBRAS DE DOSTOIEVSKI CITADAS EN EL TEXTO

Prólogo a la primera edición en inglés (1996)

James G. Williams

EL HOMBRE Y LA CONTROVERSIA

Desde cierta perspectiva, René Girard ha vivido una vida tranquila y sin incidentes. Pero, visto desde otro ángulo, ha sido una vida llena de audacia y valor. Un primer ángulo nos presenta al profesor y hombre de familia, casado durante cuarenta y cinco años, padre de tres hijos, abuelo de siete. Durante años, ha seguido la rutina de levantarse a las 3:30 de la madrugada, trabajar en su estudio hasta el mediodía y, hasta su jubilación en 1995, enseñar y recibir a estudiantes por la tarde. Sin embargo, durante toda su carrera, ha desafiado las modas intelectuales que se arremolinaban a su alrededor. Con sus dos primeros libros, Mentira romántica, verdad novelesca y este, Dostoievski: Del doble a la unidad, rechazó que la crítica literaria de los años cincuenta y principios de los sesenta dejara de interesarse por la historia, la sociedad y la psique. Sin embargo, estos dos primeros libros no escandalizaron al mundo intelectual. Parecían mantenerse dentro de un contexto literario y se centraron en el deseo, el cual estaba de moda en la década de 1960. En estos escritos iniciales, analizó la obra de Cervantes, Stendhal, Flaubert, Proust y Dostoievski en términos de deseo triangular o mimético: nuestros deseos son copiados de modelos o mediadores, cuyos objetos de deseo se convierten en nuestros objetos de deseo. Pero el modelo o mediador que imitamos puede convertirse en nuestro rival si deseamos, precisamente, el objeto que nos imaginamos que posee. Además, otros imitadores del mismo modelo pueden competir con nosotros por los mismos objetos. Celos y envidia se despiertan inevitablemente en esta situación mimética.

No obstante, hasta este momento, Girard rara vez fue atacado. Aún no había desarrollado plenamente su deducción, a partir de las grandes novelas, de que el papel del cristianismo, particularmente de Cristo y de los Evangelios, fue y sigue siendo central en la dinámica de la cultura occidental, y le tomó varios años más concebir y formular su tesis de que la cultura humana comienza con la violencia y el chivo expiatorio.

Pero en la década de 1970 la situación cambió y la vida profesional de Girard adquirió renombre y notoriedad, particularmente en Francia, donde el trabajo de los intelectuales era profusamente leído y objeto de entrevistas de radio y televisión. Cuatro de los libros de Girard fueron publicados durante esta década, pero los dos que atrajeron toda la atención fueron La violencia y lo sagrado y Cosas ocultas desde la fundación del mundo. La violencia y lo sagrado, que generalmente fue bien recibido, argumenta que el deseo mimético conduce a la violencia, de la cual emerge lo sagrado. El deseo mimético es el fenómeno humano por el que aprendemos a desear, y qué desear, imitando el deseo de otra persona. En la medida en que alguien desea un objeto, existe la posibilidad de conflicto y violencia si la persona que desea compite por el objeto con el mediador del deseo. De igual modo, la probabilidad de conflicto y violencia aumenta si dos o más personas, bajo la influencia mimética del mediador, tratan de conseguir el objeto. Lo sagrado es una gestión de la violencia mediante una representación parcial y distorsionada de la violencia original. El efecto involuntario de lo sagrado es el orden social.

Fue la publicación de Cosas ocultas… lo que realmente conmocionó y asombró, y en algunos casos complació y emocionó, a los lectores en Francia. En este trabajo, consolidó aún más la base antropológica de su teoría y amplió sus implicaciones psicológicas. Pero el corazón del libro, precisamente en el centro de su estructura y central para su argumentación, es la tesis de que la revelación bíblica, la revelación de las cosas ocultas desde la fundación del mundo, es la clave para comprender la violencia, la historia y el conocimiento humanos. Lo que se había ocultado en la cultura y en su conformación a través de lo sagrado era la violencia ejercida contra las víctimas, camuflada en la prohibición, el ritual y el mito. Lo sagrado como violencia aparece desmitificado en las narraciones bíblicas, que tienden a ponerse de parte de la víctima contra la comunidad perseguidora, y en el testimonio bíblico del Dios de las víctimas. Esta exposición de la violencia sagrada y la afirmación del Dios que se pone de parte de las víctimas se realiza plenamente en los textos evangélicos, en los que Cristo es la revelación perfecta de la víctima inocente.

La interdisciplinariedad y la visión cristiana de Girard, que afirman la verdad de la Biblia, chocan directamente con las grandes corrientes de pensamiento anticristiano que emergen en el siglo XIX, particularmente las asociadas con Karl Marx, Friedrich Nietzsche y Sigmund Freud, de las que todavía están enamorados los intelectuales más a la última y que, a través de los epígonos de los últimos tiempos, se han convertido incluso en una especie de canon negativo en muchos departamentos de estudios religiosos y seminarios de teología. Sin embargo, Girard ha resistido e ignorado en gran medida todas las cosas, a veces abusivas y frecuentemente sin conocimiento, que se han dicho y escrito sobre él, en silencio y en medio de todas las controversias. En sus propios escritos es a menudo polémico, pero muy rara vez la polémica es ad hominem.

En otros tres libros publicados desde la década de 1970, además de una serie de entrevistas con Michel Treguer, Girard ha continuado ampliando y elaborando todos los temas de su trabajo anterior, pero con un creciente énfasis en su aspecto religioso y en la necesidad de responder a aquellos que atacan al cristianismo como su principal chivo expiatorio y acusan a los Evangelios de ser la principal fuente occidental de prejuicios, chivos expiatorios y demonización de los enemigos. Se ha involucrado en constantes discusiones con Freud y la tradición freudiana, Lévi-Strauss y el estructuralismo y varios posmodernos franceses. Rechaza en gran medida la deconstrucción, el multiculturalismo y todo lo asociado con la corrección política. Apenas podría concebirse un pensador más alejado de las modas intelectuales actuales, pero más positivo y optimista con respecto a las posibilidades humanas vividas desde Dios.

EL COMPROMISO DE GIRARD CON DOSTOIEVSKI

Es algo comúnmente aceptado que pocos escritores, si es que hay alguno, analizan la envidia, la vergüenza y las relaciones sadomasoquistas mejor de lo que Dostoievski lo hizo en sus novelas y relatos. En sus escritos, reveló el resentimiento con una viveza y profundidad que maravillaron incluso a Nietzsche, y su sondeo narrativo de la obsesión con el modelo o mediador del deseo es brillante. Sus obras son un laboratorio literario de esa dimensión más básica de la psicología social que podría describirse también como «psicología mimética» o incluso «antropología mimética». Para Girard, Dostoievski fue uno de los maravillosos descubrimientos de sus trabajos sobre literatura. Al principio de su carrera, la obra de Dostoievski fue tanto una de las fuentes de su modelo mimético como un conjunto de textos al que recurrir para ilustrar su argumento.

Dostoievski: Del doble a la unidad, publicado por primera vez en 1963, es el único ensayo extenso o libro de Girard que no ha sido traducido previamente al inglés.1 La ficción de Dostoievski fue muy importante para la argumentación de Girard a favor de la verdad novelística contra la mentira romántica en Mentira romántica, verdad novelesca. Fue Dostoievski, de entre todos los novelistas, quien deconstruyó el concepto romántico de un deseo espontáneo no relacionado con modelos o mediadores y el sueño romántico de un amor perfecto y un alma perfectamente noble distanciada de los celos, la envidia, el conflicto y la violencia. En este breve libro sobre Dostoievski, Girard amplió y elaboró el argumento esgrimido en su primer libro. Su profunda implicación con Dostoievski fue una etapa importante en el camino hacia lo que se convertiría en su tesis completa, que el origen de la cultura humana es un proceso de sacralización de la violencia, que la revelación judía y cristiana pondría en tela de juicio.

Este libro es especialmente importante porque reúne las dos caras del enfoque de Girard desde finales de la década de 1950, la mimético-literaria y la religiosa. Dostoievski lo inspiró no solo para introducir su fe cristiana en su investigación, sino para atreverse a considerar la revelación cristiana —los Evangelios en particular— como su fundamento mismo.

Girard argumenta que el mejor comentario sobre la ficción más temprana de Dostoievski es su obra posterior, especialmente las grandes novelas, y que el propio Dostoievski alcanzó una comprensión espiritual y una integración personal que no están completamente ejemplificadas en ninguno de sus grandes personajes, pero que encontró y desarrolló a través de la creación de estos personajes de ficción. El trabajo creativo de Dostoievski se muestra, simultáneamente, como un viaje personal para lograr un yo completo y unificado y como un comentario sobre la crisis social y cultural de Rusia, que incluía la preocupación de los intelectuales rusos por las innovaciones de la cultura europea. Dostoievski describió la crisis del modernismo, anticipando proféticamente todos los problemas asociados al posmodernismo. Expuso las contradicciones del nihilismo y el socialismo, a veces de maneras que parecen críticas elaboradas, en la segunda mitad del siglo XX.

Lo que hace Girard, en efecto, es revisar el propio viaje de Dostoievski desde el subsuelo. Este subsuelo se asocia con el personaje obsesivo de Dostoievski en Memorias del subsuelo. La existencia típicamente moderna es la que está plagada de resentimiento hacia modelos que son, al mismo tiempo, rivales y obstáculos para el individuo. Las personas del subsuelo son imitadores que tratan de ocultar su imitación a los demás, e incluso a sí mismos. Aquellos que, en el extremo de la existencia del subsuelo, llevan una vida adicta, se sienten atraídos por esos otros que los rechazan y rechazan a aquellos que se sienten atraídos por ellos.

Para conseguir esta crítica, Girard relata el paso de Dostoievski al infierno del masoquismo y el romanticismo no reconocidos a través de la psicología subterránea de la alienación y el resentimiento y la metafísica subterránea de la obsesión idólatra con el modelo o mediador todopoderoso, y muestra que todas estas son etapas que conducen a una curación espiritual, a una resurrección. Este proceso es detectable en sus obras literarias en conjunto.

1 Tampoco se había traducido hasta ahora al español. (N. del E.)

Prólogo a la segunda edición en inglés (2012): René Girard desde 1996

James G. Williams

Muchas cosas han acontecido en la vida y obra de René Girard desde que escribí el prólogo original de este texto en 1996. Girard ha publicado tres obras importantes,1 además de otros libros y artículos. Ahora, hay una serie de sociedades profesionales organizadas para debatir, criticar y ampliar su investigación interdisciplinar creativa y sus escritos sobre antropología, religión, sociología y psicología. La relevancia de sus ideas es ahora reconocida también por los investigadores en ciencia cognitiva y en física.2 El evento más trascendental para él personalmente fue su ingreso en 2005 en la Academia Francesa, la distinción más prestigiosa para intelectuales en Francia. Ahora, es uno de los cuarenta inmortales, como se los conoce tradicionalmente, de una institución fundada por el cardenal Richelieu en 1635.

En Veo a Satán caer como el relámpago, Girard no desarrolló un nuevo espacio teórico. Sin embargo, es su tratamiento más accesible de la teoría del chivo expiatorio mimético en todas sus ramificaciones básicas, incluida la preocupación moderna por las víctimas. Girard retoma un nuevo texto para explicar la teoría mimética: «El horrible milagro de Apolonio de Tiana», que se encuentra en Vida de Apolonio de Tiana, de Filóstrato. Muchos paganos veían los milagros de Apolonio superiores a los de Jesús. En su trabajo, Girard compara y contrasta la respuesta de Jesús a la mujer sorprendida en adulterio (Juan 8: 1-11) a la manipulación de Apolonio de una multitud de efesios para apedrear a un mendigo como si fuera un demonio. Señala que estos son casos, respectivamente, de santo perdón y violencia sagrada.

Los orígenes de la cultura, el segundo libro importante de Girard en los últimos quince años, se presenta en forma de conversaciones con Pierpaolo Antonello y João Cezar de Castro Rocha. Es el trabajo más valioso en su bibliografía para leer sus respuestas a preguntas bien planteadas relativas a toda su extensa carrera y obra. Fue esta publicación la que hizo que muchos de sus lectores fueran plenamente conscientes de lo profundo de la deuda de Girard con Charles Darwin, que le sirvió de modelo para la investigación y para la problemática científica que aborda la teoría mimética. Girard se refiere a Darwin solo de pasada en La violencia y lo sagrado y en Cosas ocultas desde la fundación del mundo, y no lo hace en absoluto en El chivo expiatorio. Sin embargo, todos los capítulos de Evolución y conversión están encabezados con un epígrafe de las obras de Darwin. Como Girard les dice a sus interlocutores, Darwin afirmó que la teoría de la evolución era «una larga argumentación de principio a fin». Esta cita de Darwin captura la forma en que Girard ve la teoría mimética y sirve como epígrafe de la introducción. En una entrevista publicada en Le Monde en octubre de 2009, Girard reveló que comenzó a leer a Darwin cuando era adolescente y que encontró su trabajo extremadamente interesante.

Girard interpreta la evolución humana como algo muy complejo, pero su forma de interpretarla a través de la teoría mimética es clara y elegante. De hecho, uno puede ver la teoría mimética como una teoría de la evolución aplicada a los orígenes de la cultura. Tres fenómenos sociorreligiosos destacan para él: crisis mimética, sacrificio y conversión. Al discutir el libro de Terrence Deacon The symbolic species, Girard afirma que el concepto de Deacon de la aparición de estructuras simbólicas contraintuitivas se explicaría mejor postulando una crisis de violencia mimética que terminó en la solución del chivo expiatorio.3 La prohibición derivada de la búsqueda espontánea de chivos expiatorios («no repitas los crímenes que llevaron a la crisis que amenaza a la comunidad») es la puerta de entrada al surgimiento de los seres humanos. Girard señaló que todo lo que «Terrence Deacon dice en su libro […] sería mucho más convincente si se postularan modalidades primitivas del mecanismo del chivo expiatorio».4 La conversión, la conciencia y la oposición a este impulso sacrificial del mecanismo del chivo expiatorio es la siguiente etapa importante del proceso evolutivo. Aunque hay algunos signos de conciencia en otras fuentes, como la tragedia griega y la literatura védica, este proceso de conversión como una realidad sostenida en el tiempo comienza con la historia de la revelación bíblica, culminando en Cristo como la víctima inocente.

Será en el tercer libro que hemos señalado, Acabar a Clausewitz: Conversaciones con Benoît Chantre, en donde encontraremos un cambio en el pensamiento de Girard en la última década. Aquí, revela que se ha desengañado de la creencia de que uno podría permanecer fuera del flujo de la historia, una historia que está impregnada de rivalidad mimética y chivos expiatorios, con el objetivo de aislar un cristianismo esencial del cristianismo histórico: «Estamos sumergidos en el mimetismo y nos es necesario renunciar a las trampas de nuestro deseo, que es siempre deseo de lo que el otro posee. Lo repito, no hay saber absoluto posible».5 Esta comprensión más modesta y realista de la situación del intérprete se combina con una visión más pesimista del éxito del cristianismo, al menos en el ámbito de la historia y la cultura.

Acabar a Clausewitz es una crítica de la teoría de la guerra de Carl von Clausewitz, pero es mucho más que eso. Girard se había resistido previamente a lo que consideraba una tentación: mostrar demasiado rápida y fácilmente la relevancia de la teoría mimética para los problemas y crisis sociales y políticas actuales. Sus incursiones en la historia y cultura moderna se limitaron a ensayos ocasionales y capítulos en sus libros. Sin embargo, en estas conversaciones con Benoît Chantre, da un giro de ciento ochenta grados para comentar extensamente la crisis de la cultura y civilización occidental, aunque en absoluto de una manera activista y esperanzadora. Su desarrollo de la teoría mimética desde la década de 1950 hasta la década de 1970 tiene tres fases principales: primero, la identificación y el análisis del deseo mimético en los textos literarios; luego, la consideración de la mímesis como violencia y de lo sagrado en la religión y cultura arcaica, y, finalmente, la clave del conocimiento en la crucifixión de Cristo y su resurrección, que expone el mecanismo del chivo expiatorio y la retirada de Dios del mundo de la violencia. Ahora, en el ocaso de su carrera, ha ofrecido una interpretación total de la historia mundial. Uno podría llamarlo apropiadamente la fase apocalíptica de su «larga argumentación de principio a fin».

En Acabar a Clausewitz, Girard argumenta que Clausewitz (1780-1831) representa el comienzo del dilema moderno de llevar la violencia a extremos de rivalidad mimética. Basándose en el testimonio bíblico de la revelación como base de la teoría mimética, vislumbra que el mundo se mueve hacia el apocalipsis, que es el tema general del libro. Este apocalipsis (desvelamiento)6 terminará en la autodestrucción humana o en el reino de Dios. El apocalipsis es la realidad de un mundo que se intensifica hasta los extremos, «puesto que las víctimas ya no pueden ser unánimemente consideradas culpables».7 Ahora, no hay nada, literalmente, entre adversarios miméticos; solo tienen sus respectivas identidades, que no pueden ser mediadas por el mecanismo del chivo expiatorio. No es que el dominio de Dios esté ausente. «El Reino ya está aquí, pero la violencia de los hombres lo ocultará cada vez más […]. El pensamiento apocalíptico se opone, por tanto, a esta sabiduría que cree que la identidad pacífica y la fraternidad son accesibles en el plano puramente humano». El gran secreto de la identidad violenta es que la identidad pacífica existe en su corazón; es «su posibilidad más secreta: este secreto constituye la fuerza de la escatología».8 Lo que será absolutamente nuevo es la segunda venida de Cristo, y el triunfo de Cristo «tendrá lugar en un más allá del que no podemos definir ni el lugar ni el tiempo».9

Una característica importante de este cambio hacia un énfasis dramático en lo apocalíptico es el sentido cada vez más fuerte en Girard del elemento de religiosidad arcaica que presenta una polaridad con las tendencias de la cultura moderna. La religiosidad arcaica se forma alrededor de la violencia sagrada expresada en el sacrificio y el chivo expiatorio, la prohibición y el mito. La consecuencia de esta polaridad es que la modernidad se constituye como un estado de polemos, de combate entre fuerzas opuestas y contradictorias. Esto reaparece continuamente como el motivo subyacente que recorre todo Acabar a Clausewitz. Tanto el sacrificio arcaico como el sacrificio cristiano deben considerarse simplemente sacrificio.10 Girard señala: «Pienso así que las dos grandes instituciones de la religión arcaica, las prohibiciones y el sacrificio, cumplieron un papel esencial en el paso de las sociedades prehumanas a las sociedades humanas».11 Más adelante, añade: «El cristianismo tiene lo religioso arcaico como único horizonte».12 Girard matiza el significado de arcaico en la introducción del libro, al afirmar: «Lo sagrado que desde hace dos mil años está de vuelta no es, por tanto, cierto sagrado arcaico, sino lo sagrado satanizado por la conciencia que de él se tiene».13

En su forcejeo interpretativo para hacer coincidir la escalada a extremos con la rivalidad mimética, fomentada en parte por nuevas formas de religiosidad arcaica, Girard recurre al poeta alemán Friedrich Hölderlin (1770-1843), contemporáneo de Clausewitz, en busca de signos de una conciencia de la respuesta divina a la nueva etapa de la historia humana. Dice que comenzó a leerlo allá por 1967, pero la mayoría de los que hemos seguido de cerca el trabajo de Girard teníamos poca o ninguna conciencia de la importancia de Hölderlin en el pensamiento de Girard, aunque le dedicó algunas páginas en La violencia y lo sagrado. Allí, parece aceptar los puntos de vista convencionales de la locura de Hölderlin, atribuyéndola a la propia experiencia del poeta del deseo mimético y al «doble monstruoso», que es el tema de ese capítulo concreto.14 Girard dice: «Porque mi descubrimiento de Hölderlin fue decisivo. Lo leía en el periodo más hiperactivo que he conocido, a finales de los sesenta, cuando atravesaba alternativamente momentos de exaltación y de depresión ante lo que trataba de construir».15 Haya sido o no clínicamente maniacodepresivo, como han alegado los estudiosos que lo fue Hölderlin, el capítulo sobre el poeta, ciertamente, sugiere que experimentó una autoidentificación con la situación de Hölderlin. Ahora, sin embargo, Girard plantea una pregunta sobre el diagnóstico de locura y ve al poeta luchando, con éxito, contra el elemento dionisiaco en la cultura occidental y con su propia tendencia a hacer dioses a ciertos otros en la dinámica yo-otro de la existencia humana. Discierne que Hölderlin se dirige a Cristo como «el Único» y, gradualmente, se retira del mundo, como Cristo se retiró para estar con Dios Padre.16 Cristo experimenta el silencio del Padre en la cruz y se retira para unirse a su Padre. «Escuchar el silencio del Padre es abandonarse a su retiro», conformarse a él en la identificación con Cristo.17

Así es como el énfasis más radical de Girard en el mensaje apocalíptico del cristianismo en yuxtaposición a la escalada a los extremos de nuestra era está acompañado por una inclinación mística hacia la retirada del mundo del mimetismo, la retribución y la violencia.

Finalmente, con respecto al tema del compromiso de Girard con Dostoievski, creo que el presente trabajo es el más brillante libro corto o ensayo que Girard ha escrito. Como mencionaba en el prólogo de 1996, las obras de Dostoievski son para Girard un laboratorio literario que demuestran las diversas ramificaciones del deseo mimético. Además, las novelas del gran escritor reflejan un viaje espiritual que Girard discierne como siguiendo un patrón clásico a la manera moderna, que finalmente acaba en una resurrección del subsuelo de la alienación, del resentimiento y de la idolatría.18 Estos elementos literarios y religiosos se vuelven aún más poderosos en la crítica de Dostoievski al orden social que observa en Rusia y en Europa occidental. En su posfacio a este estudio,19 Girard señala que la exploración del escritor del subsuelo lo lleva a ser cada vez más consciente de los ídolos no reconocidos de la modernidad. Incluso la denuncia de la irracionalidad y, finalmente, la creencia de los revolucionarios de que derribar las antiguas prohibiciones conducirá a una nueva era de felicidad y armonía solo empeora la situación. Los enredos miméticos solo se enredan más y el deseo de revolución se intensifica.

Girard aprecia la visión profética en la crítica de Dostoievski a los revolucionarios en Los demonios. En retrospectiva, parece profético. El tipo de demonismo destructivo descrito en el frenesí revolucionario de Stavroguin y Peter Verjovenski se hace real solo unas décadas más tarde en las brutalidades del socialismo soviético, que se derrumba antes del final del siglo XX, no con una explosión, sino con un gemido.

En el posfacio, Girard se pregunta si Dostoievski está desprestigiado en nuestro tiempo porque nuestra época podría describirse como «del subsuelo» en el sentido del término del gran novelista ruso. La cultura popular y la vida política son histéricamente miméticas, plagadas de rivalidad mimética y escándalo, que conducen a extremos opuestos de conflicto y hostilidad. Por lo tanto, es inquietante para nosotros vernos en el espejo de Dostoievski. Simplemente, nos hemos ido calentando con las ideas del siglo XIX sobre la autonomía de los individuos y el rechazo de la ley y la prohibición antiguas mientras nos enredamos cada vez más en el mimetismo, que, irónicamente, disminuye nuestra libertad personal y nuestra vida comunitaria.

Sin embargo, a diferencia de Dostoievski, que política y hasta cierto punto religiosamente era un eslavófilo que veía a la auténtica Rusia como una especie de pueblo mesiánico que traería la salvación a la cultura occidental, Girard no pone sus esperanzas en ninguna nación o cultura en particular. Como francés, es amante de la cultura francesa, pero no más de lo que lo es de la cultura estadounidense —y ve los fallos de ambas con claridad y ecuanimidad—. Es amante de la cultura occidental en general, pero si puede ser descrito en justicia como «etnocéntrico» es solo en el sentido de que está agradecido por un entorno cultural cuyos participantes pueden criticar sus propias instituciones sociales, políticas y religiosas, e incluso sus propias tendencias etnocéntricas. Es un cristiano católico romano declarado que cree que la grandeza de las democracias occidentales y las instituciones culturales se debe en gran parte a su herencia cristiana y que incluso el secularismo y el ateísmo se confrontan con nuestra herencia cristiana. Pero no pone sus esperanzas en una institución religiosa, aunque aprecia muchos aspectos del testimonio del cristianismo en nuestros difíciles tiempos. Desde el punto de vista de su propio mensaje evangélico, el cristianismo ha fracasado. La revelación bíblica ha fallado. Pero ha predicho su propio fracaso en el Apocalipsis de Juan. Lo que nos salva es la imitación de Cristo, que nos empuja más allá de la historia misma hacia el triunfo de Cristo en «un más allá del cual no podemos determinar ni el tiempo ni el lugar».

1Je vois Satan tomber comme l’éclair. París: Grasset, 1999 (traducción española: Veo a Satán caer como el relámpago. Traducido por Francisco Díez del Corral. Barcelona: Anagrama, 2002); Evolution and Conversion: Dialogues on the Origins of Culture. T & T Clark, 2007 (traducción española de la versión francesa, que no es la definitiva: Los orígenes de la cultura: Conversaciones con Pierpaolo Antonello y Joâo Cezar de Castro Rocha. Editado por Pierpaolo Antonello y João Cezar de Castro Rocha. Traducido por José Luis San Miguel de Pablos. Madrid: Trotta, 2006); Achever Clausewitz. París: Carnets du Nord, 2007 (traducción al español: Acabar a Clausewitz: Conversaciones con Benoît Chantre. Traducido por Ángel Barahona, Clara Bonet, David García-Ramos y Blanca Millán. Mímesis. Madrid: Universidad Francisco de Vitoria, 2023).

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