El algoritmo de la incertidumbre - Roberto Aparici - E-Book

El algoritmo de la incertidumbre E-Book

Roberto Aparici

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Beschreibung

El algoritmo de la incertidumbre descifra los códigos invisibles que operan en nuestra sociedad y desentraña algunos de los mecanismos que han impuesto las grandes empresas al sistema educativo, a la política y a la cultura. El resultado es una obra que presenta algunos de los grandes dilemas de nuestra época y ofrece propuestas para el mundo que viene, en el campo de la educación postdigital, la plataformización, la educación mediática y el futuro de las democracias. No es una obra sobre algoritmos ni sobre matemáticas, sino que ofrece, desde la metáfora, desmitificar la concepción de la realidad actual. No existe el algoritmo del amor, ni el algoritmo de la paz, y tampoco el de la incertidumbre. 37 autores en 24 capítulos que operan como si fueran algoritmos, ofrecen las claves para entender algunos aspectos de este mundo incierto. El algoritmo de la incertidumbre propone un viaje al lector desde una doble experiencia, combinando texto convencional con códigos QR. Colaboran en este libro: Aparici, Roberto (Papel y QR); Azorín, Desirée; Bordignon, Fernando; Callejo, Javier; Carr, Paul; Consani, Marciel (QR); Corona-Rodríguez, J. Manuel (QR); Dughera, Lucila; Escaño, Carlos; Feliz, Tiberio; Ferrés, Joan (QR); Fraug-Meigs, Divina; Gabelas-Barroso, José Antonio (QR); García Matilla, Agustín; García-Marín, David; Giroux, Henry; Gómez, María del Pilar; Gutiérrez Martín, Alfonso; Hoeschmann, Michael (QR); Kellner, Douglas; Martínez-Pérez, Jorge (Papel y QR); Murolo, Leo; Oliveira de, Ismar (QR); Orozco, Guillermo (QR); Prieto-Castillo, Daniel (QR); Ruíz, Mercedes; San Millán, Nuria; Scolari, Carlos (QR); Share, Jeff; Silva, Marco; Torrego, Alba; Tyner, Kathleen; Valdés, María; Velloso, Agustín; Witteman Iowyth, Cassandra (QR) y Zócola Esteban, Luciano (QR).

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Roberto Aparici y Jorge Martínez-Pérez (coords.)

EL ALGORITMODE LA INCERTIDUMBRE

Itinerarios y formas del ensayo audiovisual

NORBERTO MÍNGUEZ (ED.)

Narrativas transmediales

La metamorfosis del relato en los nuevos medios digitales

DOMINGO SÁNCHEZ-MESA (ED.)

Comunicar y educar en el mundo que viene

ROBERTO APARICI Y DAVID GARCÍA MARÍN

La divulgación científica

Estructuras y prácticas en las universidades

AGUSTÍN VIVAS MORENO, DANIEL MARTÍN PENA Y MACARENA PAREJO CUÉLLAR

La radio universitaria

Gestión de la información, análisis y modelos de organización

AGUSTÍN VIVAS MORENO, DANIEL MARTÍN PENA Y MACARENA PAREJO CUÉLLAR

Entre selfies y whatsapps

Oportunidades y riesgos para la infancia y la adolescencia conectada

MIGUEL ÁNGEL CASADO, ESTEFANÍA JIMÉNEZ Y MAIALEN GARMENDIA

Tendencias en comunicación

Cultura digital y poder

RAMÓN ZALLO ELGEZABAL

Serious Games for Health

Mejora tu salud jugando

YURI QUINTANA Y ÓSCAR GARCÍA

La educación mediática en la universidad española

JOAN FERRÉS PRATS Y MARIA-JOSE MASANET (EDS.)

Niños y jóvenes ante las redes y pantallas

M.ª AMOR PÉREZ-RODRÍGUEZ, ÁGUEDA DELGADO-PONCE, ROSA GARCÍA-RUIZ Y M.ª CARMEN CALDEIRO

Cultura Transmedia

HENRY JENKINS, SAM FORD Y JOSHUA GREEN

Periodismo y nuevos medios

Perspectivas y retos

SANTIAGO MARTÍNEZ ARIAS Y JOAQUÍN SOTELO GONZÁLEZ

La construcción de personajes audivisuales

Habilidades informativas

JOSÉ LUIS VALHONDO CREGO Y AGUSTÍN VIVAS MORENO

Mediaciones ubicuas

Ecosistema móvil, gestión de identidad y nuevo espacio público

JUAN MIGUEL AGUADO

La comunicación audiovisual en tiempos de pandemia

ENRIQUE BUSTAMANTE Y MIQUEL FRANCÉS

GUILLERMO OROZCO (COORDS.)

EL ALGORITMODE LA INCERTIDUMBRE

Roberto Apariciy Jorge Martínez-Pérez (coords.)

Aparici, Roberto; Azorín, Desirée; Bordignon, Fernando; Callejo, Javier; Carr, Paul; Consani, Marciel; Corona-Rodríguez, J. Manuel; Dughera, Lucila; Escaño, Carlos; Feliz, Tiberio; Ferrés, Joan; Fraug-Meigs, Divina; Gabelas-Barroso, José Antonio; García Matilla, Agustín; García-Marín, David; Giroux, Henry; Gómez, María del Pilar; Gutiérrez Martín, Alfonso; Hoeschmann, Michael; Kellner, Douglas; Martínez-Pérez, Jorge; Murolo, Leo; Oliveira de, Ismar; Orozco, Guillermo; Prieto-Castillo, Daniel; Ruíz, Mercedes; San Millán, Nuria; Scolari, Carlos; Share, Jeff; Silva, Marco; Torrego, Alba; Tyner, Kathleen; Valdés, María; Velloso, Agustín; Witteman Iowith, Cassandra; Zocola Esteban, Luciano

© Roberto Aparici y Jorge Martínez-Pérez (coords.) y de los autores

Cubierta: Juan Pablo Venditti

Primera edición: octubre 2021

Derechos reservados para todas las ediciones en castellano

© Editorial Gedisa, S.A.

www.gedisa.com

Preimpresión: Fotocomposición gama, sl

ISBN: 978-84-18914-00-3

Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o en cualquier otro idioma.

Índice

Presentación

  1. El algoritmo de la incertidumbre

Algoritmos y formación

Racismo, discusión y algoritmos

Referencias

Vídeos

  2. Cultura fascista, pedagogía crítica y resistencia en tiempos de incertidumbre

Referencias

  3. Entre la libertad y el negacionismo

Referencias

  4. La necesidad de superar la desconfianza

Referencias:

  5. Alrededor del fuego: diálogos feed-feed

Alrededor del fuego: luces y sombras en la pandemia

Diálogos feed-feed: las ramitas que avivan el fuego comunitario

El modelo feed-feed desde nuestra experiencia

Un nuevo rol de educomunicadoras en la aldea global, avivadoras de fuegos y conciencias

Una ciudadanía feeder en la incertidumbre; diálogos para el futuro

Referencias

  6. La educación del escaparate. ¿Avance para todos o para unos pocos?

Referencias

  7. Saberes digitales en tiempos de incertidumbre

Introducción

Pandemia: informacionalización amplificada

Recuperar, reciclar y (re)orientar saberes digitales

Consideraciones finales

Referencias

  8. Formación del profesorado para la docencia en clases híbridas

Introducción

El legado pedagógico del siglo XX y el contexto mediático del siglo XXI

Sugerencias para movilizar la interactividad en una clase híbrida

Conclusión

Referencias

  9. Educación para un mundo posdigital

Referencias

10. Desinformación y economía política de la Red. Descifrando el triángulo mágico de la sociedad posdigital

El mundo posdigital

El triángulo mágico de la economía política de la Red

Una mirada crítica para comprender el mundo posdigital

Referencias

11. Enseñar y aprender en tiempos de plataformas

Un mundo de plataformas

Plataformas para educar

Referencias

12. Interfaces para la incertidumbre

13. Definiendo la meritocracia en la educación pospandémica

Introducción

Revitalizar el entorno de aprendizaje híbrido

Convergencia de educación formal e informal

Conclusión

Referencias

14. Educar en comunicación en tiempos de incertidumbre

Una sociedad que necesita escuchar la voz de la infancia

Investigar para poder interpretar las necesidades de comunicación de niñas y niños

Dar oportunidades a los jóvenes para comunicar fuera del discurso comercial

La necesaria alianza de las radiotelevisiones públicas con el sistema educativo

Referencias

15. Una mirada nómada de la educación y la comunicación

Rutas nómadas en el laberinto del ecosistema

Pasos nómadas, desde la iconicidad al código binario

Un mapa para las alfabetizaciones múltiples

Referencias

16. Comunicación, educación y educomunicación crítica

Referencias

17. Educomunicación: teorías y prácticas latinoamericanas

18. Cine y educación

19. Comunicación y educación: propuestas para enfrentarse a lo desconocido

Elegir su porvenir digital para no volver a la norma de antes: el papel de la alfabetización mediática e informacional

20. Educación e incertidumbre: nueve ideas y diez evidencias

Introducción

Nueve ideas y diez evidencias

Referencias

21. El futuro de la investigación

22. La juventud en tiempos de incertidumbre

Referencias

23. La dimensión simbólica de las pandemias. Distopía e infodemia entre ficción y realidad

Introducción

La pandemia como ficción-realidad distópica

La infodemia como realidad-ficción posible

A modo de cierre: presente imperfecto y futuro incierto

Referencias

24. El paciente está de rodillas: ¿está la democracia en un estado pandémico?

¿Por dónde empezamos?

Contexto de un mundo en caos

Acumulación y concentración de riqueza sin precedentes

Guerras por todo el mundo

Mismos argumentos para invadir unos países, pero otros no

Degradación ambiental y catástrofes

Sexismo, misoginia y feminicidio

Pueblos, culturas, lenguas, identidades y territorios indígenas amenazados

Racismo en todas sus formas

La xenofobia, la homofobia, las luchas religiosas y la división continúan sin descanso

Contexto de un mundo solidario

Personas que crean organizaciones para abordar necesidades, preocupaciones y problemas

Escuelas que cultivan el aprendizaje, el compromiso, la cooperación y la participación comunitaria

Innovación cultural, arte, deporte y difusión para hacer que el mundo sea más habitable

Cambios políticos a nivel local, estatal, nacional e internacional

Descubrimientos científicos que pueden traer esperanza

Desarrollo, colaboración, alianzas basadas en la inclusión y la justicia social

Amor, amistad y bondad... y solidaridad...

Y luego está la pandemia

Entonces, ¿qué tiene que ver la democracia con todo esto?

Algunas ideas para reimaginar la democracia

Referencias

25. La invasión de los algoritmos

Presentación

Roberto Aparici y Jorge Martínez-Pérez

Esta obra se estructura desde una doble perspectiva: por un lado, encontramos códigos QR que dan acceso a vídeos y artículos, mientras que otros se presentan desde una lectura impresa convencional. A pesar de que la naturaleza de la organización del libro responde a capítulos numerados, invitamos a múltiples itinerarios de lecturas. Es posible seguir el orden prefijado en el índice o que cada lector o lectora cree su propio recorrido. Esto ya lo hizo Julio Cortázar en su novela Rayuela y lo hemos aplicado en nuestros cursos de Narrativa digital y Transmedia, donde usábamos diferentes lenguajes y cada usuario podía escoger un itinerario diferente, es decir, realizar una lectura no lineal.

El libro intenta descifrar, si es posible, algunos de los códigos invisibles que giran en torno a disciplinas como la educación, la comunicación o la política y desentraña algunos de los mecanismos que han impuesto las grandes empresas al mundo de la educación, de la cultura y a la sociedad en general.

El resultado es una obra que presenta algunos de los grandes dilemas de nuestra época, ofrece propuestas y soluciones de cara al futuro de la educación, al mundo de los jóvenes, al futuro de las democracias, la comunicación y las tecnologías.

Henry Giroux advierte en uno de los artículos sobre el peligro de un futuro fascista global de características similares al que vivimos con la COVID-19 y la mayoría de los autores que colaboran en esta obra advierten del fin de una manera de enseñar y aprender y el inicio de otros modelos pedagógicos que superen los estándares que reproducen prácticas de un mundo que ya no existe.

QR Presentación

1

El algoritmo de la incertidumbre

Roberto ApariciUNED (España)[email protected]

Jorge Martínez-PérezUniversidad Internacional de Valencia (VIU)[email protected]

Byung-Chul Han analiza cómo la «sociedad de 1984» era consciente de su manipulación. En la sociedad de hoy esto no ocurre. Es un proceso invisible donde cada uno de nosotros aportamos datos que nos manipulan. Somos usuarios de móviles, redes sociales, plataformas... Cada uno de estos medios que usamos en cada momento nos vigila, sin cámaras a la vista, sin elementos visibles que puedan dar señales del control. Hay una cuestión que toma vigencia más que nunca y es que mientras McLuhan afirmaba que los medios eran extensiones de los seres humanos, nosotros subrayamos que más que extensiones ya forman parte de nosotros, somos adictos a estos objetos. Son como órganos integrados en nuestro cuerpo.

Generamos información personal a medida que los usamos; es una cuestión paradójica pero los medios expresan, comunican y al mismo tiempo son el objeto, el sujeto y el producto de nosotros mismos.

En el siguiente QR Han desarrolla estas cuestiones y nos habla del laberinto casi sin salida que hemos construido.

Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose

El País / Carles Geli

Los algoritmos deben su nombre al matemático l-Juarismi (Abu Abdallah Mūammad ibn Mūsā), que en el siglo IX que desarrolló un papel fundamental en potenciar el álgebra como disciplina independiente, de la que, más tarde, debido a su latinización, se gestaron términos como algoritmo y algoritmia.

Vivimos con algoritmos, más allá de las computadoras. Una definición sencilla de algoritmo es entendida como una secuencia ordenada y lógica de pasos con el fin de llegar a un objetivo que resuelve un problema. Una receta de una tarta es un algoritmo: es una sucesión de pasos para llegar a un objetivo.

En el siguiente programa de la BBC pueden completarse los conocimientos básicos sobre algoritmos y tomar conciencia de su presencia en prácticamente todos los actos de la vida.

Qué son los algoritmos y cómo aprenden de nosotros

BBC News / Enric Botella

Algoritmos y formación

Con el fin de profundizar e ir directamente al meollo de los algoritmos y la educación entrevistamos al profesor Fernando Bordignon, especialista en estas temáticas, que afirma: «Pensar en algoritmos no implica necesariamente que tiene que haber una computadora de por medio, es más, ellos existen desde mucho antes de su invención».

Fernando Bordignon. En la programación tradicional los programadores deben escribir en un programa de computadora todas las instrucciones que resuelven un problema. De esa manera el programa de computadora contiene de antemano la implementación de la estrategia que le permite resolver un problema. Esa estrategia no cambia con la ejecución sucesiva del programa hasta que el programador decida realizar una modificación. Por otro lado, cuando un programa incorpora técnicas de inteligencia artificial se modifica de manera automática la forma en que esta se comporta inicialmente; el programador también escribe un algoritmo pero que en este caso indica cómo aprender a realizarlo.

Roberto y Jorge. ¿Cómo se debe formar a las y los estudiantes desde la escuela básica en relación a los algoritmos? Nos referimos a una formación comprensiva: ¿cómo se debe formar de manera reflexiva y crítica para no volver a repetir el tipo de formación tecnocrática que se viene haciendo desde hace 20 años con la formación de las TIC?

F.B. Primero tienen que empezar a comprenderlos, a entender qué son y cómo afectan a nuestra vida diaria los algoritmos. Niños y niñas deben tener presente que los algoritmos son creaciones humanas, que pueden ayudarnos a hacer más fácil y entretenida nuestra vida pero, por otro lado, pueden ser armas que juegan en nuestra contra, ya sea para vigilarnos o para conducirnos por caminos que afectan a nuestra autonomía. En este sentido, la educación brinda a los estudiantes oportunidades para construir conocimientos y desarrollar habilidades que son la base de su acervo personal y que les permite insertarse de manera positiva en el entramado social. Los niños y jóvenes actuales se desarrollan en una sociedad diferente a la de sus padres y profesores.

R. y J. Y la formación de profesores, la formación de comunicadores, ¿cómo debería enfocarse en este mundo de datos algorítmicos y plataformas? ¿Cómo desaprendemos el pasado tan presente ahora mismo en los sistemas educativos? Se sigue formando a maestros y profesores con problemáticas y concepciones del siglo XX, cuando la realidad a la que nos enfrentó la COVID-19 es totalmente diferente. En este sentido, ¿cuáles serían algunas claves para formar para los conflictos, dilemas y tecnologías del siglo XXI? ¿Cómo impactará esta formación en el profesorado?

F.B. Es necesario que existan cambios significativos en pos de incorporar los denominados saberes digitales al currículo en la formación docente. Aquí entendemos estos saberes como un conjunto de habilidades instrumentales comprensivas y actitudinales que derivan del paradigma informacional y que en particular permiten consumir, reelaborar, crear, compartir contenidos interactivos y reflexionar sobre algunos tópicos en relación a este tipo de tecnologías. Es una relación más profunda con la tecnología que la que se dio en la época de las TIC; aquí hablamos de aprender a resolver problemas con el apoyo de las tecnologías digitales y luego a estar alfabetizados en temas de computación.

Desde los siguientes QR se profundiza en torno a algoritmos y educación.

Algoritmos aplicados a los sistemas educativos

PinionTips

R. y J. ¿Es importante que todos los niños y niñas aprendan a escribir y que también aprendan otros lenguajes, tanto los vinculados a los medios de comunicación como a los medios digitales?

F.B. Después de todo, muy pocos niños y niñas en su vida adulta serán periodistas, novelistas o escritores profesionales. Tampoco serán realizadores de cine o de televisión, entre otras. Cabe entonces la pregunta, ¿por qué todo el mundo debe aprender a escribir? Por supuesto, estas parecen preguntas tontas. Las personas usan la escritura en todas las facetas de su vida, para enviar felicitaciones de cumpleaños a sus amigos, para hacer la lista del supermercado, para consignar en sus diarios sentimientos personales. El acto de escribir también compromete a las personas en nuevas formas de pensar. A medida que escriben, aprenden a organizar, refinar y reflexionar sobre sus ideas. Realmente existen razones poderosas para que todas las personas aprendan a escribir.

R. y J. Del mismo modo ocurre con el lenguaje de la imagen, el vídeo, el cine, la comunicación... y, claro, en esto, ¿entra en juego también la programación?

F.B. Para mí la programación de computadoras es como una extensión de la escritura. La habilidad para programar permite a las personas escribir nuevos tipos de cosas tales como historias interactivas, juegos, animaciones y simulaciones. Además, como sucede con la escritura tradicional, hay razones poderosas para que todos aprendan a programar.

R. y J. Sí, el mundo se construye, se organiza, se articula de cara al futuro en base a la programación. El mayor reto para el futuro no es tecnológico sino cultural y educativo; lo que realmente se necesita es un cambio de mentalidad, de manera que las personas comiencen a ver la programación no solo como un camino hacia un buen empleo, sino como una nueva forma de expresión y un nuevo contexto para el aprendizaje.

F.B. Yo veo razones más profundas y generales para aprender a programar. En este proceso las personas aprenden otras muchas cosas. No están aprendiendo solamente a programar: están programando para aprender, pues además de comprender ideas matemáticas, computacionales tales como variables y condicionales, simultáneamente están aprendiendo estrategias para solucionar problemas, diseñar proyectos y comunicar ideas. Esas habilidades son útiles no solo para los científicos de la computación sino para todas las personas sin distinción de edad, procedencia, intereses u ocupación.

R. y J. La gente perdió el control de la gente; ahora son las máquinasalgoritmadas las que han comenzado a adueñarse de las personas y su libertad apoyadas por la derecha y ultraderecha y que se están extendiendo como la pandemia, a escala global.

Shoshana Zuboff anticipa esta cuestión en su monumental obra El capitalismo de la vigilancia, y relata cómo se dio ese proceso. Hace 20 años nosotros buscábamos información en Google o en Facebook. Desde hace muy pocos años estas Big Tech nos buscan a nosotros; somos, de alguna manera, su objetivo. Ellas nos hacen a su imagen y semejanza, clones de nosotros mismos.

El capitalismo de la vigilancia

Shoshana Zuboff

R. y J. Hemos entrado en una nueva era de la tecnología y la automatización. ¿Qué se puede proponer para delimitar el poder que ejerce este universo de control que se proyecta como el totalitarismo del mundo privado? ¿Acaso nos adelantan un porvenir de aparente autonomía, pero una autonomía hecha a imagen y reflejo de nosotros mismos? La formación se basa en la repetición en todos sus niveles y solo aquellos que pueden liberarse de este yugo pueden tener cierta autonomía. ¿Por qué decimos esto de cierta autonomía? Porque el control y la vigilancia harán difícil o casi imposible un pensamiento autónomo e independiente de la gobernabilidad algorítmica.

Profesor, el concepto Big Data está muy presente en nuestra sociedad, ¿cómo dialoga el Big Data con los algoritmos?

F.B. El término Big Data se ha vuelto popular en los últimos años a partir de una serie de avances tecnológicos que permiten un registro, almacenamiento, transmisión y procesamiento de muchas actividades que se realizan en el planeta. Por un lado, la digitalización de casi cualquier objeto o situación que habilita un manejo numérico automático lleva a la computación hacia todas las áreas y sectores del quehacer humano, generando y almacenando datos como nunca se ha visto. Por otro lado, la reducción de costos asociado al hardware sumado a la miniaturización y bajo consumo energético creciente hace que se esté desplegando una red de sensores de cobertura mundial.

R. y J. Usted ha hablado de formación de niños, de jóvenes, de docentes, pero, ¿qué nivel de formación necesitamos quienes no vamos a ser informáticos ni programadores ni especialistas en computación?

F.B. Todos deberíamos estar alfabetizados mínimamente en computación, porque nuestro mundo ya no es industrial sino informacional. Esto, atendiendo a las enseñanzas de Pablo Freire sobre alfabetización está en relación con los saberes mínimos que toda persona debe tener para leer críticamente y a la vez poder interactuar sobre su mundo y nuestro mundo, que hoy está soportado, en gran parte, por algoritmos.

Racismo, discusión y algoritmos

Debemos tener presente que además de la información positiva que pueden ofrecer distintas redes sociales como Facebook, Twitter o YouTube, también se muestran miradas sesgadas de la realidad. Aquí ofrecemos algunos ejemplos de entre los miles que existen en las redes. Empezar a leer, analizar, criticar estos algoritmos implica un acto de autonomía e independencia.

El algoritmo de Twitter

El País / Jordi Pérez Colomé

Por qué el algoritmo de YouTube favorece contenidos extremos

DW / Juan Sebastián Gómez

Los poderosos algoritmos chinos que escriben 20.000 avisos publicitarios por segundo

BBC News / Douglas Heaven

Referencias

Difusión Pinion (2020). PinionTips. Algoritmos aplicados a los sistemas educativos. Disponible en: https://pinion.education/es/blog/algoritmos-aplicados-sistemas-educativos/

Geli, C. (2018). «In Owell’s ‘1984’ society knew it was being dominated. Not today», en El País. Disponible en: https://english.elpais.com/elpais/2018/02/07/inenglish/1517995081_033617.html

Heaven, D. (2018). «Los poderosos algoritmos chinos escriben 20.000 avisos publicitarios por segundo». En BBC News. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45600242

Pérez Colomé, J. (2021). «El algoritmo de Twitter elegía caras femeninas, blancas y delgadas. Un concurso de programadores lo demostró», en El País. Disponible en: https://elpais.com/tecnologia/2021-08-19/el-algoritmo-de-twitter-preferia-caras-femeninas-y-blancas-un-concurso-de-programadores-lo-demostro.html

Tello, A. M. (ed.) (2020). Tecnología, política y algoritmos en América Latina, CENALTES ediciones, Viña del Mar.

Vídeos

Bibliofilia (1 de abril de 2021). Entrevista a Byung Chul Han [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=PiEM4uUyIKk

BBC News Mundo (9 de abril de 2018). Cómo Cambridge Analytica analizó la personalidad de millones de usuarios de Facebook [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=7831NGClsrM

BBC News Mundo (8 de mayo de 2021). Qué son los algoritmos y cómo aprenden de nosotros [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=RSJrBEhdZxw

DW Español. ¿Cómo discrimina la inteligencia artificial? ¿Quiénes son sus víctimas? [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=mWGzicjqAc0

DW Español (13 de septiembre de 2019). Por qué el algoritmo de YouTube favorece contenidos extremos [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=iY7nxBVRtTA

EfectoNaim (30 de abril de 2018). El escándalo de Cambridge Analytica en 5 minutos [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=PUvsowKJGkY

R. (29 de julio de 2017). Mi vida es un algoritmo [Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=MiaLpkV8JyM

VPRO Documental. (21 de diciembre de 2019). Shoshana Zuboff sobre el capitalismo de vigilancia | Documental VPRO[Archivo de vídeo]. YouTube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=hIXhnWUmMvw

2

Cultura fascista, pedagogía crítica y resistencia en tiempos de incertidumbre

Henry GirouxUniversidad de McMaster, Estados [email protected]

Traducción de David García-Marín Universidad Rey Juan Carlos

Debemos creer en el principio de la esperanza.Un marxista no tiene derecho a ser pesimista.

ERNST BLOCH

En todo el mundo, las instituciones democráticas, como los medios de comunicación independientes, las escuelas, el sistema jurídico, ciertas instituciones financieras y la educación superior, se encuentran bajo asedio. La promesa, si no los ideales, de la democracia están retrocediendo a medida que los bárbaros que dan nueva vida a un pasado fascista están en auge, sirviéndose de estrategias de subversión del lenguaje, de los valores democráticos y de la conciencia crítica. La educación se ha convertido cada vez más en una herramienta de dominación, ya que los aparatos pedagógicos de la derecha, controlados por los empresarios del odio, atacan a los trabajadores, a los pobres, a la gente de color, a los refugiados, a los inmigrantes y a otros colectivos considerados desechables para el sistema. En una etapa histórica donde un viejo orden social se desmorona y otro nuevo lucha por definirse, surge un tiempo de confusión, peligro y, a la vez, momentos de gran inquietud. Nos encontramos de nuevo en una coyuntura histórica en la que las estructuras de la liberación y el autoritarismo se disputan la configuración de un futuro que podría ser una terrible pesadilla o un sueño realizable.

Hemos llegado a un momento en el que dos mundos chocan y el relato del presente se sitúa en un punto en el que «las posibilidades se realizan o se rechazan, pero nunca desaparecen del todo» (Thompson, 2013). En primer lugar, están las duras corrientes de globalización neoliberal y sus pasiones movilizadoras que alimentan diferentes corrientes de fascismo en todo el mundo, incluido Estados Unidos (Hall, 2012; Harvey, 2005; Wolin, 2008; Brown, 2015; Eubanks, 2017; Monbiot, 2017; Giroux, 2018). El poder está ahora obsesionado con la acumulación de beneficios y capital y es cada vez más adicto a políticas nacionalistas y de limpieza racial. En segundo lugar, hay crecientes movimientos de oposición, especialmente entre los jóvenes en busca de una nueva política que pueda repensar, reclamar y reinventar un nuevo socialismo democrático, no contaminado por el capitalismo (Derber, 2017; Geiselberger, 2017). Sin duda, algo siniestro y espeluznante está ocurriendo con las democracias liberales en todo el mundo. El impulso global hacia la democratización que surgió tras la Segunda Guerra Mundial está dando paso a nuevas tiranías. Las señales son muy alarmantes y, por ello, la opinión pública no puede mirar hacia otro lado y permitir que se dé rienda suelta a este tipo de movimientos por muy improbables que puedan parecer. Los que creemos en el socialismo democrático no podemos permitir que nuestros sueños y esperanzas militantes se conviertan en cenizas.

Vivimos en un mundo que se asemeja a una novela distópica. La crisis de la COVID-19 creó una pesadilla surrealista que inundó nuestras pantallas y medios de comunicación con imágenes de miedo. Ya no podemos dar la mano, abrazar a nuestros amigos, utilizar el transporte público, sentarnos en una cafetería o caminar por la calle sin experimentar ansiedad y miedo. Resulta evidente que la pandemia es más que un concepto médico. También se refiere a las plagas ideológicas y políticas que surgieron como resultado de la respuesta irresponsable de Estados Unidos y otros países como Brasil, el Reino Unido y la India a esta crisis. Potenciada por liderazgos ineptos basados en la desconfianza en la ciencia y la razón y una lealtad ciega a las fuerzas del mercado, la COVID-19 ha traído un sufrimiento inimaginable, muertes masivas y una mayor legitimación de las mentiras y la violencia de la derecha. El horror de la pandemia nos ha cegado ante el hecho de que fuerzas económicas y políticas antidemocráticas, que han priorizado los beneficios sobre las necesidades humanas, han machacado el orden social establecido durante los últimos cuarenta años.

El capitalismo depredador ha declarado la guerra al estado del bienestar, a la esfera pública y al bien común desde la década de 1970. Como forma de capitalismo depredador, el neoliberalismo cree que el mercado debe gobernar la economía y todos los aspectos de la sociedad. Concentra la riqueza en manos de una élite financiera y eleva el interés propio sin límites, la autoayuda, la desregulación y la privatización como principios rectores de la sociedad. Bajo el neoliberalismo, todo está en venta y la única obligación de la ciudadanía es el consumo. Al mismo tiempo, se ignoran las necesidades humanas básicas como la asistencia sanitaria, la alimentación, los salarios justos y la educación de calidad. El neoliberalismo considera al gobierno como el enemigo del mercado, limita la sociedad al ámbito individual y familiar, abraza un hedonismo radical y desafía la idea misma del bien público.

Vivimos en una época donde la actividad económica prevalece sobre su impacto social, mientras que las políticas que producen la limpieza racial, el militarismo y una terrible desigualdad se han convertido en rasgos definitorios de la vida cotidiana y de los modos de gobierno hegemónicos. Está claro que es necesario reclamar una noción de socialismo democrático en la que las cuestiones de justicia, equidad e igualdad se conviertan en las características centrales de una democracia real. La buena noticia es que las manifestaciones que tienen lugar tanto en Estados Unidos como en todo el mundo sugieren que este espíritu de socialismo democrático permanece vivo.

La pandemia reveló en toda su crudeza los mecanismos productores de muerte de la desigualdad sistémica, la desregulación, la cultura de la crueldad y un asalto cada vez más peligroso al medio ambiente. También ha hecho visible una cultura antiintelectual contraria a cualquier atisbo de educación crítica, aquélla que equipa a los individuos para pensar críticamente, participar en un diálogo reflexivo, apropiarse de las lecciones de la historia y aprender a gobernar en lugar de ser gobernado. Al mismo tiempo, las pretensiones del capitalismo neoliberal se han visto socavadas como resultado de los fracasos económicos y el impacto sanitario desatados por la pandemia. Lo que antes era impensable ahora es manifestado en público en todo el mundo, como en los Estados Unidos, donde abundan las protestas contra la violencia policial y la brutalidad derivada de la desigualdad económica. En este contexto, los jóvenes reclaman una nueva narrativa para reparar su red de seguridad, proporcionar asistencia sanitaria gratuita, atención infantil, cuidado de los ancianos y escuelas de calidad públicas y gratuitas para todos. Hay fuertes llamamientos para hacer frente a la violencia estatal y a las plagas de la pobreza, la falta de vivienda y la contaminación del planeta.

La pandemia no debe convertirse en una catástrofe que nos lleve a la desesperanza. A la vez que esta crisis amenaza la capacidad de la democracia para respirar, ofrece la posibilidad de repensar la política, el desarrollo de la educación crítica y los elementos de responsabilidad social cruciales para cualquier noción viable de lo que sería la vida en una sociedad socialista democrática.

Dicho de otro modo: en medio de los cadáveres producidos por el capitalismo neoliberal y la COVID-19, hay destellos de esperanza, así como oportunidades de levantarnos contra el resurgimiento del autoritarismo. Paulo Freire entendió que una política de este tipo se basa en una pedagogía de la esperanza, que integra una lectura crítica del mundo con la adopción de modos de lucha basados en los principios de libertad humana e igualdad social y económica.

Es difícil imaginar un momento más urgente para tomar en serio los continuos intentos de Freire para hacer que la educación sea el centro de la política. De acuerdo con su pensamiento, lo que está en juego es la visión de la educación como un concepto social que tiene como objetivo la emancipación de todas las personas. Asimismo, se trata de una educación que no se contenta con capacitar a los ciudadanos para ser sólo pensadores críticos, sino también individuos comprometidos y agentes sociales. Se trata de una pedagogía que nos llama más allá de nosotros mismos y que se compromete con el imperativo ético de cuidar de los demás, de desmantelar las estructuras de dominación y de convertirnos en sujetos y no en objetos de la historia, la política y el poder. Si pretendemos desarrollar una política capaz de despertar nuestra sensibilidad crítica, imaginativa e histórica, es crucial que los educadores y otros actores clave de la sociedad tengan en cuenta el proyecto de alfabetización de Paulo Freire.

Se trata de un proyecto político en el que la alfabetización cívica, dotada de un lenguaje crítico y posibilista, defiende que no hay democracia sin ciudadanos informados y alfabetizados. Este lenguaje es necesario para crear las condiciones necesarias a fin de forjar una resistencia colectiva internacional entre educadores, jóvenes, artistas y otros trabajadores culturales en defensa de los bienes públicos. Este movimiento resulta esencial para resistir y superar las pesadillas fascistas y dictatoriales que han descendido sobre Estados Unidos, Brasil y otros países asolados por el auge de los movimientos populistas de derechas y los partidos neonazis. En una época de aislamiento social, de sobrecarga informativa, de cultura de la inmediatez, de exceso de consumo y de violencia espectacularizada, es aún más crucial pensar que una democracia no puede existir ni defenderse sin ciudadanos cívicamente formados y críticamente comprometidos.

La educación, tanto en sus formas simbólicas como institucionales, tiene un papel central en la lucha contra la reactivación de las culturas fascistas, las narrativas históricas míticas y las ideologías nacionalistas emergentes basadas en la supremacía blanca. Dado que los fascistas de todo el mundo están difundiendo imágenes y relatos racistas y ultranacionalistas del pasado, es esencial reivindicar la educación como una forma de conciencia histórica y testimonio moral. Esto es especialmente relevante en un momento en el que la amnesia histórica y social se ha convertido en un pasatiempo nacional, especialmente en Estados Unidos, sólo igualado por la masculinización de la esfera pública y la creciente normalización de una política fascista que se nutre de la ignorancia, el miedo, la supresión de la disidencia y el odio. La educación como forma de trabajo cultural se extiende mucho más allá de las aulas y su influencia pedagógica, aunque a menudo sea imperceptible, es crucial para desafiar y resistir el ascenso de las formaciones pedagógicas fascistas y contrarrestar la rehabilitación de sus principios e ideas (Mayer, 2019).

La lección que debemos aprender es que el fascismo comienza con palabras de odio, la demonización del otro —considerado desechable— antes de pasar a un ataque a las ideas, la quema de libros, la aniquilación de los intelectuales y la aparición del estado carcelario y los campos de concentración. Como forma de política cultural, la pedagogía crítica ofrece la promesa de un espacio protegido para pensar a contracorriente, para cuestionar y desafiar, para imaginar el mundo desde diferentes puntos de vista y perspectivas, para reflexionar sobre nosotros mismos en relación con los demás y, al hacerlo, comprender lo que significa «asumir un sentido de responsabilidad política y social» (Nixon, 2015).

La política cultural de los últimos veinte años se ha vuelto tóxica a medida que las élites gobernantes acaparan el control de los aparatos culturales convirtiéndolos en máquinas pedagógicas con intereses narcotizantes que, a la vez, producen y legitiman un sinfín de imágenes degradantes y humillantes de los pobres, los inmigrantes, los musulmanes y otras personas que el sistema considera despreciables y condena a la exclusión terminal. La máquina de los sueños capitalistas ha regresado con enormes beneficios para los multimillonarios, los dueños de fondos de inversión y los principales actores del mundo de las finanzas. En este nuevo paisaje de riqueza, fraude y atomización social, un capitalismo salvaje y fanático promueve un ethos de «el ganador se lo lleva todo», normaliza las desigualdades masivas de riqueza y poder y socava agresivamente el estado de bienestar mientras empuja a millones de personas a la penuria y la miseria. La decadencia moral y política se ha convertido en la norma organizadora de los mundos de ensueño del consumo, la privatización, la vigilancia y la desregulación. Dentro de este paisaje cada vez más fascista, las esferas públicas son sustituidas por zonas de abandono social mientras caminan a duras penas con las energías de los muertos vivientes y los avatares de la crueldad y la miseria.

En las últimas tres décadas ha disminuido drásticamente la capacidad de la educación para formar a los jóvenes y al resto de la ciudadanía para convertirse en agentes reflexivos, críticos y socialmente comprometidos. Bajo los regímenes neoliberales, las posibilidades utópicas que antes se asociaban con la educación como un bien público capaz de promover la igualdad social y apoyar la democracia se han vuelto demasiado peligrosas para los apóstoles del autoritarismo. Las escuelas públicas están cada vez más sometidas a las fuerzas tóxicas de la privatización y a los planes de estudio estandarizados sin sentido, mientras que los profesores están descualificados y sometidos a condiciones laborales intolerables. La educación superior está adoptando una cultura empresarial dirigida por un ejército de burócratas enamorados de los valores del mercado, que se asemejan a los sumos sacerdotes de una racionalidad instrumental que se está muriendo. En todos los niveles de la educación, los verdaderos valores de la democracia están en el exilio.

El pensamiento crítico y la búsqueda de un mundo mejor suponen una amenaza directa al relato neoliberal en el que el futuro siempre debe replicar el presente en un círculo sin fin donde el capital y las identidades que legitima se funden en lo que podría llamarse una zona de pedagogías de la represión totalmente carente de imaginación. Este impulso distópico se nutre de la producción de innumerables formas de desigualdad y violencia —que abarcan tanto lo simbólico como lo estructural— como parte de un intento más amplio de definir la educación en términos puramente instrumentales, privatizados y antiintelectuales. Lo que está claro es que los modos neoliberales de educación intentan moldear a los estudiantes en los mantras impulsados por el mercado, la competencia extrema, el individualismo desenfrenado y el ethos del consumismo. A los jóvenes se les dice ahora que inviertan en sus carreras, que rellenen sus currículos y que alcancen el éxito a cualquier precio. Es precisamente esta sustitución de la esperanza por un agresivo proyecto neoliberal distópico y su política cultural lo que caracteriza el actual asalto a la educación pública en varias partes del mundo. Bajo el neoliberalismo, el mantra de la privatización, la desregulación y la destrucción del bien público va acompañado de una fusión tóxica de la desigualdad, la codicia y el lenguaje nativista de las fronteras, las vallas y las prisiones.

Es crucial que los educadores recuerden que el lenguaje no es simplemente un instrumento de miedo, violencia e intimidación, sino que también es un vehículo de crítica, valor cívico, resistencia y formación comprometida e informada. Vivimos en un momento en el que el lenguaje de la democracia ha sido saqueado, despojado de sus promesas y esperanzas. Por ejemplo, bajo el mandato de Trump y otros líderes autoritarios como Jair Bolsonaro en Brasil y Viktor Orbán en Hungría, la degradación del lenguaje refuerza la observación de Umberto Eco de que el uso de la educación es una característica organizadora de los movimientos fascistas. Según Eco, uno de los rasgos centrales de lo que él llamó «Ur-fascismo» fue su «socavación de la alfabetización cívica a través de los libros escolares fascistas que hicieron uso de un vocabulario empobrecido, y una sintaxis elemental, con el fin de limitar el razonamiento complejo y crítico» (Eco, 1995).