El evangelio en pocas palabras - Harold Segura - E-Book

El evangelio en pocas palabras E-Book

Harold Segura

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Beschreibung

365 lecturas para un año que se adapta a cada lector independientemente del día y del año en el que nos encontremos del calendario, ya que no está ordenado por fechas. 365 lecturas donde los textos bíblicos realzan los valores cristianos de forma práctica para la aplicación diaria. 365 lecturas en las que meditar con profundidad sobre la vida espiritual, interior y desde un enfoque realista y vitalista; con las ilusiones, temores, esperanzas y desánimos del camino personal. Un libro para empezar el día meditando para no desperdiciar el crecimiento interior que nos ofrece un nuevo día al amanecer. Al final de cada meditación se deja un espacio en blanco para dar espacio al lector para anotar pensamientos y reflexiones.

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Portada

Página de título

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Página de derechos

EDITORIAL CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 VILADECAVALLS

(Barcelona) ESPAÑA

E-mail: [email protected]

http://www.clie.es

© 2023 por Harold Segura Carmona.

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447)».

El texto bíblico ha sido tomado de La Palabra (versión Hispanoamérica) (BLPH) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica España. Utilizado con permiso.

© 2023 por Editorial CLIE. Todos los derechos reservados.

EL EVANGELIO EN POCAS PALABRAS365 MEDITACIONES DIARIAS PARA REFRESCAR EL CAMINO

ISBN-e: 9788417131494

Depósito legal: B 14210-2023Vida cristiana / DevocionalREL012020

Contenido

CONTENIDO

PortadaPágina de títuloPágina de derechosPrólogoIntroducción DevocionalesÍndice de referencias escriturales

Prólogo

PRÓLOGO

No hay nada más difícil que definir en pocas palabras las muchas enseñanzas del Evangelio sin caer en la trivialidad. Es un reto intelectual de no fácil resolución que se mueve justo en el medio resbaladizo entre las aguas profundas de la teología y las aguas someras destinadas al público en general, que ponen a prueba la habilidad del autor, pues debe mantener un equilibrio delicado y un balance efectivo entre lo estudiado con mucho esfuerzo y lo explicado a un auditorio externo. Lo bueno es que la teología tiene que ver con la vida, y esta lo que más necesita son dosis apropiadas de verdad, no sermones complacientes de pura retórica.

En la Biblia encontramos ese viejo método de enseñar y reflexionar consistente en cápsulas verbales de fácil asimilación, proverbios y pensamientos cortos, que no son consignas, sino resumen de un saber aquilatado por la experiencia y la meditación. Desde la antigüedad nos vienen esos refranes y aforismos de los sabios que se mueven entre la tradición y la originalidad; lo arcaico y la renovación. La literatura bíblica canónica y extra-canónica está repleta de ese modo de comunicación que apela al alma que necesita verdades esenciales breves y rotundas como un pan bien horneado que alimente y conduzca el espíritu en medio de las múltiples voces del siglo.

La literatura sapiencial es un logro cultural de los pueblos sabios de antaño. De una forma y otra, se ha manifestado en los aforismos y reflexiones de muchos teólogos y filósofos que llegan a nuestros días, con el ejemplo de los apotegmas de los Padres del Desierto, en espiritualidad, o los aforismos de Nietzsche en filosofía, que conquistó hasta las masas más alejadas de la filosofía, o un Cioran convertido en casi un autor de culto.

La brevedad no es carencia de ideas, sino todo lo contrario, riqueza de las mismas, pues solo el que no sabe, el que domina insuficientemente la materia a estudiar cae en la verborrea de dar vueltas y vueltas a lo mismo sin llegar a ninguna parte. La brevedad siempre es de agradecer cuando procede de un maestro. En sentido general, puede llegar a convertirse en la mejor arma de un buen escritor, y de un predicador, por aquello de “lo bueno, si breve, doblemente bueno”. Es bueno dejar al auditorio con ganas de saber, que no con hartura de saber.

Todos sabemos por experiencia personal que nada es peor que la divagación intelectual, ese vagabundeo verbal que se extiende sin medida, lo cual, en ocasiones, es signo de vaguedad mental y expresiva.

No es este el caso de Harold Segura, con una larga experiencia ministerial y literario-teológica, que en esta pequeña obra ha puesto lo mejor de percepción del cristianismo tal como apela a nuestra vida diaria y a nuestra intelección y preocupación modernas respecto nuestro camino y testimonio como cristianos. Así, puede hablar de “ecumenismo” con ecuanimidad, sin distracciones polémicas, como “esa unidad que crece y se robustece por medio de la diversidad y el pluralismo. En su vasta diversidad valora la riqueza de las diferencias”. O cuando habla de la oración a Dios como un “estar ante su presencia, quietos y en confiado reposo”.

En otro lugar, al hablar de la presencia de Cristo en la vida del creyente, Harold Segura afirma: “La fe hace que la vida sea un viaje acompañado. Cuando las tormentas azotan la barca, Él sigue allí, aunque, a veces, parezca dormido”.

No nos dejemos, pues, de engañar por la brevedad del texto y sus variadas reflexiones, exhortaciones, consuelos y retos. Leámoslo como quien atiende al profesor o al médico que nos prescribe lo mejor para nuestra salud.

Si alguno anhela la santidad y la espiritualidad, entienda que “la espiritualidad cristiana conjuga dos dimensiones. Una es el desarrollo de la interioridad personal (lo que Dios nos dice en nuestra íntima oscuridad, según Mateo 10:27) cuyo fin es cultivar la «calidad humana profunda». La otra es la exterioridad social (lo que se pregona desde las terrazas, según el mismo versículo de Mateo), relacionada con la proclamación del Reino de Dios, reclamando justicia, demostrando misericordia, promoviendo la reconciliación y dando testimonio del amor amplío y gracioso (con gracia) del Señor”.

Basten estas pocas palabras a modo de prólogo para un texto breve, que no es sino abreviatura de un gran caudal de conocimientos esenciales.

Alfonso Ropero

En un lugar de La Mancha, 31 de enero de 2023

Introducción

INTRODUCCIÓN

Me viene a la mente el texto del Sermón de la montaña en el que Jesús enseña a sus oyentes a no usar vanas repeticiones (Mt.6:7-8). Está hablando de la oración, como sabemos, pero podría tener también aplicación para la predicación y la enseñanza. ¡Cuántas veces, en estos más de cuarenta años como predicador, he dicho en una hora -a veces más- lo que hubiera podido decir en veinte minutos! Seguro que Uds. estarán pensando en sus propios sermones… o en muchos de los sermones escuchados a través de los años. Pasa en el mundo católico y mucho en el protestante y evangélico.

Pues bien, aquí estoy con este ejercicio de expresar en pocas palabras lo mucho que se podría decir sobre cualquiera de los textos de los Evangelios. Me propuse la meta de escribir cada día esta serie de meditaciones bíblicas -porque eso son, meditaciones y no extensas lecturas piadosas, ni mucho menos, pequeños sermones- que envié a un nutrido grupo de amigos, amigas y seguidores de mis redes sociales, esperando que, después de leerlas, me dijeran lo que debía mejorar y lo que, en su generosa opinión, creían que debía conservar. Así nació, creció y maduró El Evangelio en pocas palabras. Ha pasado la prueba de la crítica y, en cierta manera, es producto madurado de las conversaciones diarias con quienes tuvieron a bien seguirlas y comentarlas. Es producto colectivo, si se me permite esa expresión, de paso para agradecerles a todas las personas que me siguieron en este itinerario bíblico y que, muchas de ellas, lo siguen haciendo cada día.

El calificado equipo editorial de Editorial Clie hizo el resto del trabajo, quizá uno de los más arduos antes de cualquier publicación, el de corregir, ordenar, clasificar y, cómo no, mejorar el estilo y corregir los errores gramaticales y otros que nunca faltan. A todas las personas que tuvieron en sus ordenadores el manuscrito inicial, gracias por invertir tiempo y esfuerzo hasta lograr la versión que ahora tenemos en nuestras manos.

Estas meditaciones se pueden seguir cada día, en forma individual, como guía para los momentos de espiritualidad o también en pequeños grupos; en este caso como un insumo inicial que provoque conversaciones más fecundas alrededor de cada texto bíblico. No dudo que pueda servir también como, eso que hace ya varios años llamábamos, semillero homilético, es decir, ideas en germen para futuros sermones o enseñanzas (eso sí, que no demoren tanto como los sermones que ya comenté antes).

La organización de los textos se ha hecho, también por sabia sugerencia de la editorial, según cada Evangelio. Esto hace más fácil seguir el curso de las narraciones y el sentido distintivo de cada uno de los cuatro evangelistas. Se sigue, además, un orden según el calendario cristiano, destacando las fechas y temporadas especiales: Semana Santa, Navidad, etc.

El propósito del libro no es otro que animar la comprensión, breve, pero siempre profunda, de las palabras de Jesús de Nazaret, según nos las trasmitieron los escritores de los Evangelios canónicos y el consenso de las primeras comunidades cristianas. Esos textos fueron escritos para animar nuestro seguimiento de Jesús y, siguiéndolo, encontrarnos con él, que es la fuente de vida plena (Jn.10:10).

Jesús nos enseñó que cuando un maestro de la ley se convierte en discípulo del reino de los cielos, es como un hombre que saca de un baúl tesoros nuevos y viejos (Mt.13:52). El Evangelio de Jesús es un tesoro y yo he intentado encontrar allí joyas, algunas viejas, otras nuevas, que iluminen nuestro diario caminar y nos permitan disfrutar de la riqueza de ese joyero.

Harold Segura C.

Prólogo

DEVOCIONALES

DEVOCIONALES

enero / febrero / marzo / abril / mayo / junio / julio / agosto / septiembre / octubre / noviembre / diciembre

enero

1LA DIGNIDAD SEGÚN DIOS

2UNA VOZ DESDE EL CIELO

3ANUNCIAR Y DENUNCIAR

4PARA QUE HAYA LUZ AQUÍ EN LA TIERRA

5¿QUÉ DEBEMOS HACER?

6TRANSFORMACIÓN POR COMPASIÓN

7DE TAL ESPÍRITU, TALES LOGROS

8CAMBIAR LA VIDA Y, A VECES, LA RELIGIÓN

9FALTA EL AGUA Y SOBRA EL VINO

10CAMBIO DE PESCA

11METAFÍSICA ABSTRACTA O SER HUMANO CONCRETO

12¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ?

13UNA EXPERIENCIA DEL CORAZÓN

14LA INTIMIDAD DE CADA PERSONA

15ENTRE EL RÍO Y EL DESIERTO

16TRANSFORMAR, TRANSTORNANDO

17UNA VISITA EN LA NOCHE

18UN SABIO INDOCTO

19ETERNIDAD AHORA

20LUZ QUE REFRESCA LA VIDA

21AUTORIDAD AMOROSA QUE VIENE DEL CIELO

22EXCLUSIVISMOS VIOLENTOS

23GRACIA QUE IRRITA

24SER LO QUE SE ES Y NO LO QUE SE HACE

25LA VIDA BUENA ES LA BUENA VIDA

26¡CÁLLATE!

27HA VENIDO A DESTRUIRLOS

28ENFERMEDAD, MORALIDAD Y EXCLUSIÓN

29MILAGROS, MÁS ALLÁ DEL MILAGRO

30VIDAS PARALIZADAS, SOCIEDADES PARALÍTICAS

31HUMANOS ACERCAMIENTOS

febrero

1LA ALEGRÍA DE LA FE

2DIOS TIENE SUS TIEMPOS

3PROHIBIDO PASAR

4AGUA DE VIDA PARA LOS CONFLICTOS DE LA VIDA

5LOS ANHELOS ETERNOS

6PARA SOÑAR CON NUEVOS RUMBOS

7NI AQUÍ NI ALLÁ

8EL DIOS QUE CONVERSAMOS

9LA ÚLTIMA FUE LA PRIMERA

10CÁNTARO, COMIDA Y CREENCIA

11ALGO MÁS QUE SOLO COMER

12CREER PARA VIVIR

13EL DIOS QUE VINO...Y SE QUEDÓ SORPRESAS EN GALILEA

14SOLO HAY LUGAR PARA EL PRIMERO

15EL FIN NO ES DIOS. ÉL ESTÁ MUY BIEN

16SUPREMACISTAS MORALES

17RETAZO DE TELA NUEVA

18PARA QUE LA GENTE QUIERA VOLVER A TOCAR A JESÚS

19NO BEBER, NO FUMAR Y NO “BAILAR APRETADITO”

20UN MUNDO SABROSO

21RELIGIÓN QUE LE TRANSMITA VIDA A LA VIDA

22JESÚS, CLAVE DE INTERPRETACIÓN

23PARA RESPIRAR LA ALEGRÍA DE LA VIDA

24UNA LETRA ASÍ, MATA.

25LA LEY, NECESARIA, PERO INSUFICIENTE

26ELLOS CALLARON

27FE ADMIRADA Y RESPETADA

28CREÍAN QUE ESTABA LOCO

marzo

1DETENER LA ESPIRAL DEL ODIO

2DIOS COMO PRETEXTO MANIPULABLE

3ACTIVISMO SOCIAL DEL AMOR, LA TERNURA Y LA RECONCILIACIÓN

4¿SIENTO, LUEGO PIENSO?

5¿MÁS ÉTICA QUE METAFÍSICA?

6LEYES RELIGIOSAS Y VALORES HUMANOS

7FENOMENOLOGÍA DE LA COMPASIÓN

8PECADO Y SUFRIMIENTO

9JESÚS ES DIOS Y DIOS ES JESÚS

10UN DIOS QUE DESPIERTA SOSPECHAS

11UNA DISTINTA NORMALIDAD

12MÁS QUE ÉTICA Y RELIGIÓN

13MENOS JUICIOS, MÁS COMPASIÓN

14MORALIDAD Y JUSTICIA

15ESA PIEDAD DE ROSTRO DEMACRADO

16ORAR ES VIVIR

17UNOS POCOS MUY POCOS

18PARA VERTE MEJOR

19LO QUE SE DESTRUYE, NOS DESTRUYE

20CONFIAR NO ES DESPRECIAR

21SIN ASPAVIENTOS, PERO CON PRUDENCIA

22VIDA ANTES QUE HOMILÍAS

23CIMIENTO DE VIDA

24EL SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR

25ESPIRITUALIDAD QUE ILUMINE

26CON GRITOS DE RECLAMO

27GRANDE, PERO DE OTRA MANERA

28MUCHACHITOS TESTARUDOS

29LA ESPIRAL DEL MAL

30RELIGIÓN INFRUCTUOSA

31LOS POBRES COMO EXCUSA

abril

1ESPERAR LO MEJOR, PREPARARSE PARA LO PEOR

2UN SALVADOR QUE NO SE SALVA

11UN FINAL QUE ES APENAS EL COMIENZO

12DEMOSTRAR EL EVANGELIO. UNA NUEVA APOLOGETICA

13PRUEBAS DE LA RESURRECCIÓN

14AMIGOS, AL FIN Y AL CABO

15OSADÍA E INTREPIDEZ

16FRUTOS POR CERCANÍA

17UN SOLO MANDAMIENTO Y NADA MÁS

18AMOR Y ALEGRÍA, NO TEMOR, NI MELANCOLÍA

19FE SIN MUCHOS MANDAMIENTOS

20EVANGELIO SIN MUCHOS APLAUSOS

21FE PERSEGUIDA, NO PERSEGUIDORA

22ANTE TANTO FANATISMO, TANTO CONSUELO

23EN LA PROFUNDIDAD DEL CORAZÓN

24SIN ABSTRACCIONES ININTELIGIBLES

25PRÁCTICA DEL AMOR POLÍTICO

26LA PUERTA QUEDÓ ABIERTA

27HABLANDO CLARO

28AQUÍ, SIN SER DE AQUÍ

29VIDA REALIZADA

30PROTECCIÓN, UNIDAD Y ALEGRÍA

mayo

1ECUMENISMO, O COMO LO LLAMEN

2UNIDAD AMOROSA

3CUIDAR, SIN CONTROLAR

4UNA FE SENCILLA

5LA DEBILIDAD DE LOS PODEROSOS Y EL PODER DE LOS DÉBILES

6SILENCIO EVANGELIZADOR

7UNA VIDA CON SENTIDO

8DESPUÉS DEL TABOR, LA LABOR

9AMBICIÓN E INTRANSIGENCIA

10COMO CORDEROS EN MEDIO DE LOBOS

11EL PADRE, EL HIJO Y NOSOTROS

12GOZO TRINITARIO

13ELOGIO DE LA MESURA

14SERVIR ES ALGO QUE SIRVE

15ORAR NO ES INFORMAR

16¿ANHELAR EL MÁS ALLÁ O VIVIR EL MÁS ACÁ?

17LA ORACIÓN: INTENCIÓN Y EXTENSIÓN

18BIENESTAR SIN ANSIEDAD

19¿PECADOS GIGANTES? SÍ, LOS DE LOS DEMÁS

20ORACIÓN Y VIDA

21POR UNA PUERTECITA ESTRECHA

22¿ES MEJOR DECIR O HACER? DEPENDE

23FE GRANDE, AUNQUE DISTINTA

24DIGNIDAD, MODESTIA Y PRUDENCIA

25CONFIANZA DE PÁJARO

26ATORMENTADORES ATORMENTADOS

27ESE OTRO DEMONIO

28UNA VIDA EN SALIDA

30LIBERADOR LIBRE

31MUERTOS QUE ASUSTAN

junio

1SAGRADO REPOSO

2NADA TAN ESPIRITUAL COMO LO MATERIAL

3SILENCIO, SOLEDAD Y RETIRO

4REMAR CONTRA LA CORRIENTE

5TRADICIÓN Y TRAICIÓN

6ENTRE EL VIENTRE Y EL CORAZÓN

7COSAS QUE NO SE PUEDEN CALLAR

8UN SUSPIRO PROFUNDO Y UNA BARCA PARA HUIR

9OLVIDADIZOS COMO LOS DEMÁS

10CON ARROJO Y VALENTÍA, COMO PIENSA DIOS

11PERDERLO TODO, PARA QUE GANEMOS TODOS

12UNA BUENA PREGUNTA, MEJOR QUE UNA MALA PETICIÓN

13¿PROHIBIDO HACER EL BIEN?

14ACTIVISMO SOCIAL DEL AMOR, LA TERNURA Y LA RECONCILIACIÓN

15CONFIANZA ESPERANZADA

16LA VOZ DE LOS QUE SÍ TIENEN VOZ

17ENCONTRAR FE, DONDE VEMOS ODIO

18EL MISTERIO DE SU LLAMAMIENTO

19LA SORPRESA INTERCULTURAL

20CURABA, EXPULSABA Y CUMPLÍA

21EL RIESGO MÁS SEGURO

22CON LA FE HECHA TRIZAS

23SANTOS ASINTOMÁTICOS

24MI FE COMO MEDIDA DE LAS DEMÁS

25UNA FE QUE DESPIERTA SOSPECHAS

26POCO DE CREDOS Y MUCHO DE AMOR

27FE QUE ABRE LOS OJOS

28IGLESIA PARA LOS DEMÁS

29MALTRECHOS Y DESALENTADOS

30FE APERCIBIDA

julio

1PALABRA QUE LIBERA Y DA DESCANSO

2EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

3UN PADRE HUMANO Y CERCANO

4VENCER EL MAL A FUERZA DEL BIEN

5VIDA FELICÍSIMA

6NADA MÁS QUÉ PEDIR

7PRIMERO EL CORAZÓN, DESPUÉS LAS MANOS

8MAESTRO, NOS OFENDES

9HERMANOS TODOS

10JERUSALÉN ANTES QUE ROMA

11PETICIONES Y AVARICIAS

12ESPÍRITU DE LIBERTAD

13HE VENIDO A PRENDER FUEGO

14NUBES EN EL PONIENTE

15LA CONVERSIÓN DE LOS SANTOS

16FE UTILITARIA E IMPACIENTE

17SÁBADO DE LA LIBERTAD

18PARA EXPLICAR LO INEXPLICABLE

19TRAVIESOS DE LA FE

20LA MESA, LA CABEZA Y EL CORAZÓN

21COSAS PARA PENSARLAS MUY BIEN

22FIESTAS EN EL CIELO

23ES QUE DIOS ES ASÍ

24LA INTELIGENCIA DE LA BONDAD

25SIN DUALISMOS, NI DUPLICACIONES

26UN RICO MUY RICO Y UN POBRE MUY POBRE

27AUMÉNTANOS LA FE

28SERVIR. NADA MÁS QUE ESO

29UNA FE SAMARITANA

30LA IMAGEN MÁS HUMANA DE LO MÁS DIVINO

31GANAR PERDIENDO

agosto

1UNA BIENVENIDA A LA VIDA

2SALVARNOS DE NOSOTROS MISMOS

3VIDA, NO TEXTOS

4ENCENDIDAS, PERO NO ATENDIDAS

5¿QUIÉN O QUÉ NOS JUZGARÁ?

6MÁS ALLÁ DE LA CRUDA REALIDAD

7EL RECHAZO A LAS MULTITUDES QUE ATURDEN Y EMBELESAN

8LEJOS DE ESA POPULARIDAD

9SE ATRAVIESA EL LAGO

10SIN APEGOS QUE ESCLAVICEN

11LA CONVERSACIÓN COMO VIRTUD ESPIRITUAL

12OTRO PAN

13HAMBRE DE EXISTENCIA PLENA

14PAN QUE SACIA Y LLENA

15UNA SALVACIÓN CON ROSTRO MUY HUMANO

16LA FE COMO SEGUIMIENTO DE UN SER VIVIENTE

17PRESENCIA MISTERIOSA PERO CIERTA

18VER Y NO CREER

19ESCUCHAR PARA CREER

20QUIÉN Y NO CÓMO

21ESTO ES INADMISIBLE

22ESA VOZ QUE NOS GUÍA

23CREER ES TAMBIÉN UN DON

24FIDELIDAD, ANTES QUE FAMA

25JESÚS, DE INCÓGNITO

26¿POR QUÉ HABLAS SI NO HAS ESTUDIADO?

27CREER PARA ENTENDER

28¿POR QUÉ QUIEREN MATARME?

29ESTE JESÚS QUE CONFUNDE

30PREGUNTAS, SOLO PREGUNTAS

31NOS CALMA Y NOS COLMA

septiembre

1Y QUERÍAN PONERLE LA MANO ENCIMA

2PARA SALIR DE LA TRAMPA

3¡DÉJENSE DE OSCURIDADES!

4EN LA MÁS CERCANA CERCANÍA

5JESÚS,¿TE VAS A SUICIDAR?

6VARIOPINTA Y DIVERSA

7CREER PARA NO CRECER

8LIBERTAD QUE OFENDE

9LUZ, LIBERTAD Y VIDA

10OPORTUNIDAD PARA LO NUEVO

11EL AYER PARA DARLE SENTIDO AL HOY

12LUZ PARA LOS DE ADENTRO

13YO MISMO, PERO NO EL MISMO

14¿QUÉ NOS ALEGRA?

15UNA POBRE RELIGIÓN

16POCA FE Y MUCHO PODER

17MÍSTICA PARA LA VIDA

18DIOS COMO ETERNA SORPRESA

19¿DUEÑOS DE LA VERDAD?

20PASTORES Y PASTORES

21LIBRES Y REPLETAS DE VIDA

22LA LOCURA DE SER LIBRE

23ESE JESÚS QUE NOS TIENE EN VILO

24TRES MUJERES Y UN HOMBRE

26NI UNO NI EL OTRO

27REVELACIÓN PREFERENCIAL DE LOS SENCILLOS

28IGUAL FONDO, DIFERENTE FORMA

29POR LA VIDA, HASTA LA VIDA MISMA

30MAESTRO DEL ESPÍRITU

octubre

1MENOS PODRÍA SER MÁS

2GRANDEZA INÚTIL

3ABRAZARSE A ÉL

4LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO

5DEJAR A DIOS SER DIOS

6UN LAGO LIBRE, UNA SINAGOGA ESTRECHA

7GOBERNANTES INFAMES

8EL SECRETO DE ESTAR QUIETOS Y A SOLAS

9ESE JESÚS QUE NOS ESPANTA

10TRAICIONAR A DIOS CON DIOS

11OFENDIENDO A LOS OFENSORES

12MANOS SUCIAS, CORAZÓN LIMPIO

13MAESTRO EXCELSO Y NOBLE APRENDIZ

14PARADOS SOBRE ROCA

15LA ABUNDANCIA DEL REINO

16DISPARATES POR ALLÁ, DISPARATES POR ACÁ

17ROCA DE LA IGLESIA

18SAGRADA OSADÍA

19PRIMERO LA GENTE

20CON MAÑA DE TRAMPOSOS

21EL AMOR PRIMERO. LO DEMÁS, ES LO DE MENOS

22UN MISMO TEXTO, PERO CON DIFERENTES LENTES

23ESCRITURAS FALSEADAS

24UNA FE PALPABLE

25EL OTRO ROSTRO DE LA TERNURA

26FINITUD EN BÚSQUEDA DE LO INFINITO

27RELIGIOSIDADES ARROGANTES

28CIEGOS QUE VEN. VIDENTES QUE NO PUEDEN

29UN CANIJO DE MALA FAMA

30¿ELLOS DEPENDÍAN DE ELLAS?

31PROPAGANDISTAS DE FATALIDAD

noviembre

1MUNDO DESALMADO

2CUANDO EMPIEZA A BROTAR LA HIGUERA

3EL REINO AL REVÉS

4ESCUCHAR SOLO UNA VOZ

5OPINIONES QUE MATAN

6ACTUAR CON FE

7ANTE TODO, LIBERTAD

8DIOS, EN EL OTRO

9FÓRMULA TEOLÓGICA

10LA OTRA DEFENSA DE LA FE

11UN JESÚS ASÍ, CAUSA AFLICCIÓN

12SU VIDA, NOS INFUNDE VIDA

13LA NORMALIDAD DE NUESTRAS SOCIEDADES ANORMALES

14CON PODER PARA VIVIR SIN OPRIMIR NI ABUSAR

15CON LA SENCILLEZ DE LAS PALOMAS

16NO, PERO SÍ… SÍ, PERO NO

17BUSCAR LO BUENO, DE MANERA BUENA

18CUANDO EL ASESINATO ES UN SUICIDIO

19IR A LA FIESTA Y QUEDARSE EN ELLA

20LA ESENCIA DE LA FE ES EL AMOR

21BASTA CON UN SOLO MAESTRO

22MENSAJE Y MENSAJERO

23ENEMIGOS DE LA FE

24TIERNO, PERO NO COBARDE

25VELAR EN LUGAR DE CONTROLAR

26EXCESO DE SEGURIDAD

27RECTOS, PERO MIEDOSOS

28ESE JESÚS QUE NOS TIENE EN VILO

29RESPIRAN ODIO

30OBRAS ACLARAN PALABRAS

diciembre

1UN DIOS BLASFEMO

2ESCAPAR FUE LO MÁS SABIO

3BENDITA TÚ ERES, ENTRE TODAS LAS MUJERES (Adviento)

4LA FIESTA DE LO MÁS PROFUNDAMENTE HUMANO

5LA FIRMEZA DE UN ¡NO!

6EL CLANDESTINO REFUGIO DE LA AMISTAD

7EL DIVINO DESTINO DE LA AMISTAD

8SINTONÍA DEL CORAZÓN

9LO IMPOSIBLE QUE SIGUE SIENDO POSIBLE

10LA RESURRECCIÓN DE MARTA

11HABLAR AL OÍDO

12AMAR AL AMIGO HASTA LAS LÁGRIMAS

13CASO PERDIDO

14ATADOS DE PIES Y MANOS

15ES UN HOMBRE PELIGROSO

16LA ASTUCIA DE LOS PODEROSOS

17UNA RELIGIÓN QUE NO CAMBIA

18¡QUE EL MUERTO VUELVA A SU TUMBA!

19RELIGIÓN MIEDOSA, RELIGIÓN PELIGROSA

20NADA MÁS QUE UN ÚNICO GRANO DE TRIGO

21NADA MÁS QUE UN GRANITO

22HONRADO CON LA REALIDAD

23LETRAS CON SU VERDADERO SIGNIFICADO

24DIOS COMO PRETEXTO MANIPULABLE

25EVANGELIO QUE TRANSFORMA Y QUE TRASTORNA

26DESACATO POR EL ESPÍRITU

27RELIGIÓN ACTUALIZADA

28UNA FE INTERROGADORA Y LIBRE

29NIÑITO CONTRADICTOR

30LIBRE, QUE NOS LIBERA

31DIOS RESPLANDECE EN LO HUMANO

1

enero

LA DIGNIDAD SEGÚN DIOS

Jesús salió desde Galilea, la provincia del norte, y fue hasta el río Jordán, a un poco más de 60 kilómetros, donde Juan estaba bautizando. Para el Bautista, su acto ritual servía para que la gente expresara arrepentimiento (Mt 3:6).

Jesús fue hasta allá para que ser bautizado, pero Juan se negó porque consideraba que no era digno. Según él, debía ser al revés, que Jesús lo bautizara. Pero Jesús insistió diciéndole que lo hiciera porque así lo quería Dios.

Juan aceptó. Aceptó que Dios tiene otro concepto de dignidad. Para Él, la dignidad no depende del rango jerárquico, ni del origen social, ni mucho menos del poder económico. Y Juan así lo entendió aquel día. Entendió que es menester vivir según lo que Dios ha dispuesto y no lo que los seres humanos hemos propuesto.

“Por aquel tiempo llegó Jesús al Jordán procedente de Galilea para que Juan lo bautizara. Pero Juan se resistía diciendo: — Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice? Jesús le contestó: — ¡Déjalo así por ahora! Es menester que cumplamos lo que Dios ha dispuesto. Entonces Juan consintió”. (Mt. 3:13-15)

2

enero

UNA VOZ DESDE EL CIELO

Cuando Juan bautizó a Jesús, al salir del agua hubo tres señales extraordinarias que el otro Juan, el evangelista, presenta en este orden: se abrieron los cielos, el Espíritu de Dios descendió y se escuchó una voz que venía del cielo.

Por más de tres siglos, según la comprensión judía, la voz de Dios había dejado de escucharse por medio de los profetas. Los últimos habían sido Joel, la última parte de la profecía de Isaías y Malaquías.

Con el Bautista resonó de nuevo esa voz (que clamaba en el desierto), pero con Jesús, la voz regresó con su timbre personal y directo. Habló desde el cielo y dijo esto: que él era el Hijo amado del Padre y que gozaba de su complacencia.

Sea Jesús o sea cualquiera, ningún mensaje mejor puede escucharse desde el cielo que cuando se nos recuerda lo que somos: hijos amados del Padre. Hijos e hijas del Padre que nos acepta, ama y se complace de lo que somos. ¿Podría escucharse algo mejor?

“Una vez bautizado, Jesús salió en seguida del agua. En ese momento se abrieron los cielos y Jesús vio que el Espíritu de Dios descendía como una paloma y se posaba sobre él. Y una voz, proveniente del cielo, decía: — Este es mi Hijo amado en quien me complazco”. (Mt. 3:16-17)

3

enero

ANUNCIAR Y DENUNCIAR

Juan el Bautista siempre supo cuál era su papel dentro del proyecto histórico de Dios. No era el Mesías, pero sí su predecesor. Por lo tanto, reconocía el alto valor de su ministerio, sin por eso negar la superioridad del que vendría.

Sabía que Jesús era más poderoso que él y que bautizaría, no con agua, sino con el Espíritu. Su venida sería la buena noticia que a él le correspondía anunciar.

Dios le asignó a Juan algo grandioso y a Jesús algo extraordinario. No había, entonces, lugar para la competencia, ni los conflictos y menos para las luchas de poder.

Para Juan, la predicación de la buena noticia incluía dos grandes asuntos: anunciar a Jesús como Cordero de Dios que da vida (Jn 1:29) y denunciar con valor lo que atentaba contra la dignidad de esa vida, por eso entró en conflicto con los poderosos de su tiempo, hasta que le dieron muerte.

Anunciar y denunciar, cómo corresponde a todo profeta, fue la labor de Juan y es la de todo cristiano y cristiana.

“Tuvo, pues, Juan que declarar públicamente: — Yo los bautizo con agua, pero viene uno más poderoso que yo. Yo ni siquiera soy digno de desatar las correas de sus sandalias. Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego. Llega, bieldo en mano, dispuesto a limpiar su era; guardará el trigo en su granero, mientras que con la paja hará una hoguera que arderá sin fin. Con estos y otros muchos discursos exhortaba Juan a la gente y anunciaba al pueblo la buena noticia. También se encaró con el rey Herodes, reprendiendo su conducta con Herodías, la mujer de su hermano, y todas las demás perversidades que había cometido. Entonces Herodes metió a Juan en la cárcel, con lo que colmó la cuenta de sus crímenes”. (Lc. 3:16-20)

4

enero

PARA QUE HAYA LUZ AQUÍ EN LA TIERRA

El encuentro con Jesús es una experiencia que asombra y sobrecoge. Encontrarse con Él es encontrarse con dimensiones inesperadas de la vida... y con nosotros mismos.

Este fue el caso de Natanael, quien conoció a Jesús por medio de su hermano Felipe. Natanael quedó maravillado porque Jesús demostró que lo conocía desde antes. Se sintió descubierto por el Nazareno quien lo conocía mejor que su hermano y más y mejor que él a sí mismo.

Eso que sobrecogió a Natanael, según Jesús, era solo una pequeñísima muestra de las muchas experiencias que vendrían. La historia apenas comenzaba: “¡Cosas mucho más grandes has de ver!”.

La experiencia espiritual con Jesús nos puede descubrir el mundo exterior, auto-descubrir el interior y revelarnos los misterios de la existencia. Es como si el cielo se abriera y la tierra se afirmara. Como transitar por una escalera entre la realidad que padecemos y el mundo que anhelamos (los cielos). Jesús nos invita a soñar con la sociedad que no tenemos y a trabajar por ese sueño. “Les aseguro que verán cómo se abren los cielos” y se ilumina la tierra (Hch 9:3).

“Al ver Jesús que Natanael venía a su encuentro, comentó: — Ahí tienen ustedes a un verdadero israelita en quien no cabe falsedad. Natanael le preguntó: — ¿De qué me conoces? Jesús respondió: — Antes que Felipe te llamara, ya te había visto yo cuando estabas debajo de la higuera. Natanael exclamó: — Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel. Jesús le dijo: — ¿Te basta para creer el haberte dicho que te vi debajo de la higuera? ¡Cosas mucho más grandes has de ver! Y añadió: — Les aseguro que verán cómo se abren los cielos y los ángeles de Dios suben y bajan sobre el Hijo del hombre”. (Jn 1:47-51)

5

enero

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

Cuando Juan el Bautista comenzó a predicar, la gente entendió que lo que anunciaba era una nueva forma de vida y por eso le preguntaron intrigados qué era lo que, al fin y al cabo, debían cambiar. El Bautista, aunque procedía de estirpe sacerdotal (su padre era sacerdote) no se refirió a los asuntos relativos al rito, sino a la vida diaria.

Primero les dijo que compartieran el vestido con quien no tenía y la comida con quienes pasaban hambre. Se acercaron después unos recaudadores de impuestos para que los bautizara. A estos les dijo que lo que debían hacer era comportarse como cobradores justos, que no exigieran más de lo establecido.

Se acercó otro grupo más, el de los soldados y preguntó qué debían hacer ellos. Juan respondió que no se aprovecharan de su función para extorsionar y chantajear a los ciudadanos y que, en lugar de eso, vivieran conformes con lo que les pagaban. Juan, al igual que Jesús, conocía bien sus prácticas corruptas.

Compartir, ayudar, no abusar de la autoridad, no engañar, no intimidar al prójimo y no querer ganar más de lo que se ganaba atropellando a los demás. Es decir, la predicación de Juan buscaba darle esperanza al pueblo (a los que eran abusados) e intranquilidad a los abusadores. Eran estos los que debían cambiar para que todos pudieran vivir como Dios quería. Y lo que había que cambiar estaba relacionado con la vida, no con el Templo.

“La gente preguntaba a Juan:

— ¿Qué debemos hacer?

Y él les contestaba:

— El que tenga dos túnicas, ceda una al que no tiene ninguna: el que tenga comida, compártala con el que no tiene.

Se acercaron también unos recaudadores de impuestos para que los bautizara y le preguntaron:

— Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?

Juan les dijo:

— No exijáis más tributo del que está establecido.

También le preguntaron unos soldados:

— Y nosotros, ¿qué debemos hacer?

Les contestó:

— Conformaos con vuestra paga y no hagáis extorsión ni chantaje a nadie.

Así que la gente estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si Juan no sería el Mesías”. (Lc 3:10-15)

6

enero

TRANSFORMACIÓN POR COMPASIÓN

El estilo y contenido de la predicación de Juan el Bautista se caracterizó por emplear, casi siempre, mensajes que acusaban a quienes estaban causando mal, además, lo hacía con palabras de juicio y de castigo.

Jesús, aunque en algunas ocasiones usó ese mismo tono (Mt 23:33) —sobre todo contra los maestros de la religión que tanto daño causaban—, optó por mensajes que acogían a los despreciados, sanaba a los maltrechos y consolaba a los agobiados.

(Mt 11:28-30).

Entre el Bautista y el Galileo hay diferencias notables, no en el propósito final del mensaje, que era anunciar el Reino de Dios, sino es su forma de proclamarlo. Quizá haya sido este el motivo por el que, en un momento, Jesús decidió separarse de su pariente.

Mientras que Juan buscaba trasformar por medio de juicios implacables, Jesús prefirió hacerlo con gestos compasivos (Jn 4). Y la fe cristiana, es seguidora de este último.

“Decía, pues, Juan a la mucha gente que venía para que la bautizara: — ¡Hijos de víboras! ¿Quién les ha avisado para que huyan del inminente castigo? Demuestren con hechos su conversión y no anden pensando que son descendientes de Abrahán. Porque les digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán. Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. La gente preguntaba a Juan: — ¿Qué debemos hacer? Y él les contestaba: — El que tenga dos túnicas, ceda una al que no tiene ninguna: el que tenga comida, compártala con el que no tiene”. (Lc. 4:7-11)

7

enero

DE TAL ESPÍRITU, TALES LOGROS

Después de la confrontación de Jesús con el diablo (que significa el acusador o calumniador), el Evangelio de Lucas nos relata que el Maestro regresó del monte de las tentaciones lleno del poder del Espíritu Santo.

Lucas busca demostrar que las acciones de Jesús tienen una explicación de fondo, que es el Espíritu Santo. Su vida está dirigida por ese Espíritu y a eso se debe todo cuanto hace y la admiración que causa.

Lo qué pasó después de las tentaciones, Lucas lo sintetiza diciendo que regresó a Galilea, que su fama se extendió y que enseñaba en las sinagogas y gozaba de prestigio ante los ojos de todo el pueblo.

Entonces, esa admiración del pueblo, como sus proezas extraordinarias y la pericia de sus enseñanzas, no se explican por su alto desempeño pedagógico, ni su capacidad estratégica (expresión del mundo corporativo), ni su sofisticado carisma de liderazgo (otra expresión reciente de las ciencias administrativas). ¡Nada de eso!

En su caso, todo se explica por el Espíritu que lo dirigía e inspiraba. Esa razón interna que, más allá de ser instrumental es utópica. Es razón espiritual. Y, de tal Espíritu, tales logros.

“Jesús, lleno del poder del Espíritu Santo, regresó a Galilea. Su fama se extendió por toda aquella región. Enseñaba en las sinagogas y gozaba de gran prestigio a los ojos de todos”. (Lc. 4:14-15)

8

enero

CAMBIAR LA VIDA Y, A VECES, LA RELIGIÓN

Y, entonces, después del bautismo, Jesús se fue a Galilea e inició su tarea como maestro de un movimiento nuevo y diferente al de Juan, el que lo había bautizado y ahora estaba en la cárcel.

Aunque diferente a Juan en su estilo y contenido, coincidió con él en la necesidad de invitar al pueblo a que se arrepintiera. Esto es cambiar la manera de vivir, de pensar y relacionarse. No se refiere a cambiar de religión, sino de vida, aunque muchas veces, para cambiar de vida, haya que cambiar también la manera de vivir la religión.

“Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nuevas de Dios. «Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!» Pasando por la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores. «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres».

Un poco más adelante vio a Jacobo y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en su barca remendando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con Jesús”. (Mr 1:14-20)

9

enero

FALTA EL AGUA Y SOBRA EL VINO

En Caná, una aldea de Galilea, Jesús realizó su primer milagro: convirtió agua en vino. Eso ocurrió en una fiesta de bodas de una pareja amiga de Jesús y su familia. También estuvieron como invitados los discípulos.

Hay un detalle, no menor, que el cuarto Evangelio registró en su cuidadosa narración: que las vasijas eran de piedra y eran utilizadas por los judíos para sus ritos religiosos de purificación (Jn 2:6).

No eran vasijas cual quiera, ni agua para uso común. El milagro implicó una enseñanza de fe. Jesús convirtió el agua ritual en un vino festivo; trasformó la religión tristona y adusta en fe alegre y jovial.

Con él, sobra el vino para la fiesta y se termina el agua para los ritos. Él hace de maestresala y nos invita a la fiesta de la vida.

“Tres días después tuvo lugar una boda en Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba invitada a la boda, y lo estaban también Jesús y sus discípulos. Se terminó el vino, y la madre de Jesús se lo hizo saber a su hijo: — No les queda vino. Jesús le respondió: — ¡Mujer! ¿Qué tiene que ver eso con nosotros? Mi hora no ha llegado todavía. Pero ella dijo a los que estaban sirviendo: — Hagan lo que él les diga. Había allí seis tinajas de piedra, de las que utilizaban los judíos para sus ritos purificatorios, con una capacidad de entre setenta y cien litros cada una. Jesús dijo a los que servían: — Llenen las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Una vez llenas, Jesús les dijo: — Saquen ahora un poco y llévenselo al organizador del banquete. Así lo hicieron, y en cuanto el organizador del banquete probó el nuevo vino, sin saber su procedencia (solo lo sabían los sirvientes que lo habían sacado), llamó al novio y le dijo: — Todo el mundo sirve al principio el vino de mejor calidad, y cuando los invitados han bebido en abundancia, se saca el corriente. Tú, en cambio, has reservado el mejor vino para última hora. Jesús hizo este primer milagro en Caná de Galilea. Manifestó así su gloria y sus discípulos creyeron en él. Después de esto, bajó a Capernaum acompañado por su madre, sus hermanos y sus discípulos. Y permanecieron allí unos cuantos días”. (Jn 2:1-12)

10

enero

CAMBIO DE PESCA

Cuando Jesús invitó a Pedro y su hermano Andrés para que fueran sus discípulos lo hizo mientras paseaba por la orilla del lago de Galilea. Los dos hermanos estaban cumpliendo su faena diaria como pescadores. La llamada se hizo con palabras muy comprensibles para ellos: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. La tarea sería la misma, pescar, pero la misión no, de ahora en adelante sería trabajadores del Reino.

Es de notar que en esta invitación y en la siguiente, la de los otros dos hermanos, Santiago y Juan, hay un cambio en cuanto a la relación que tenían los maestros con sus discípulos. Por siempre habían sido estos los que escogían a sus maestros, tanto en Israel con los rabinos, como en Grecia con los filósofos. Pero en este caso, como en otros (Mr 3:14), es el Maestro quien toma la iniciativa para escoger a sus seguidores.

La respuesta de los cuatro fue admirable: abandonaron trabajo, padre y barca y lo siguieron. Todo comenzó con la mirada del Maestro (los vio), continuó con la decisión de ellos (lo dejaron todo) y concluyó con el seguimiento.

Seguir a Jesús es una respuesta que surge de un corazón apasionado por el Reino, que decide hacer de Jesús el Maestro de vida. No es asunto de doctrinas, credos o instituciones. Todo esto vendrá después, y hay que dejarlo llegar siempre y cuando no nublen la vista de lo que más importa: seguir a Jesús en la vida por los caminos del Reino.

“Iba Jesús paseando por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: Simón, también llamado Pedro, y su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red en el lago. Jesús les dijo:

— Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.

Ellos dejaron de inmediato sus redes y se fueron con él. Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, que estaban en la barca con su padre, reparando las redes. Los llamó, y ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, lo siguieron” (Mt 4:18-22)

11

enero

METAFÍSICA ABSTRACTA O SER HUMANO CONCRETO

Así inició Jesús su ministerio:

Recorriendo toda Galilea: para identificarse con su gente y no quedarse aislado en los grandes centros de poder, como lo hacían los demás maestros de la fe.

Enseñando en las sinagogas: para explicar en qué consistía la esencia de su mensaje y debatir con los que confundían fe con esclavitud religiosa.

Anunciando las buenas noticias del reino: libertad, misericordia y paz, en medio de la opresión, insensibilidad humana y violencia que padecía el pueblo.

Y, sanado toda enfermedad y dolencia: que causaban dolor y más exclusión social.

Su mayor preocupación no fue el pecado moral (abstracto), sino el sufrimiento humano (concreto). Esta fue la gran diferencia con los sacerdotes y otros maestros de la ley. A estos les interesaba la metafísica de la fe. A Jesús el ser humano viviente y sufriente. Con sobrada razón “su fama se extendió por toda Siria” y lo seguían las multitudes de “Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania”.

“Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente. Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba. Lo seguían grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y de la región al otro lado del Jordán”. (Mt 4:23-25)

12

enero

¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ?

Los sábados, como todo judío observante, Jesús iba a la sinagoga. Todos iban al mismo lugar y al mismo asunto, celebrar el culto y conservar la tradición. Jesús asistía con otros motivos.

Allí donde los demás iban para aprender lo mismo de siempre, Jesús iba para enseñar algo nuevo. Allí donde nadie se asombraba por nada (todo era muy conocido y rutinario), él causaba sorpresa por lo que decía y hacía.

Allí donde el mal (el demonio) andaba “a sus anchas”, Jesús, con autoridad, lo mandaba a callar: “¡Cállate y sal de él!” (Mr 1:25). Esto asombraba a todos y se preguntaban qué era lo que estaba pasando allí (Mr 1:27).

Con Jesús vuelve a pasar la vida, la restauración y la salud, allí donde ya no pasaba más que muerte, resignación y malestar.

“Se dirigieron a Capernaum y, cuando llegó el sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Todos quedaban impresionados por sus enseñanzas, porque los enseñaba como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley. Estaba allí, en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu impuro, que gritaba: — ¡Jesús de Nazaret, déjanos en paz! ¿Has venido a destruirnos? ¡Te conozco bien: tú eres el Santo de Dios! Jesús lo increpó, diciéndole: — ¡Cállate y sal de él! El espíritu impuro, sacudiéndolo violentamente y dando un gran alarido, salió de él. Todos quedaron asombrados hasta el punto de preguntarse unos a otros: — ¿Qué está pasando aquí? Es una nueva enseñanza, llena de autoridad. Además, este hombre da órdenes a los espíritus impuros, y lo obedecen. Y muy pronto se extendió la fama de Jesús por todas partes en la región entera de Galilea”. (Mr 1:21-28)

13

enero

UNA EXPERIENCIA DEL CORAZÓN

AJerusalén llegaban cientos de peregrinos para celebrar la fiesta de la Pascua. El Evangelio informa que también llegaban personas paganas, que no pertenecían a la religión de Israel, sin embargo, venían con el mismo propósito de “dar culto a Dios” (Jn 12:20).

Con ese ánimo de calmar su sed espiritual (sed universal que traspasa las fronteras de Israel) buscaron a Jesús. Se acercaron a Felipe diciéndole que querían ver a Jesús y éste fue donde Andrés y le contó lo que querían (estos dos apóstoles tienen nombres griegos).

Mientras que para los fariseos no era suficiente ver lo que Jesús estaba haciendo (sanando, resucitando y dando de comer), aquí hay unos paganos que quieren ver y eso les es suficiente. Los jefes de la correcta religión no quieren ver lo que todos veían. Lo que querían era saber, discutir y razonar (Jn 10:24-30).

Para el cuarto Evangelio, la fe no es una argumentación doctrinal que solo necesita cerebro, sino una experiencia humana que requiere corazón. Jesús quiere ser experimentado, o visto.

“Entre los que habían llegado a Jerusalén para dar culto a Dios con ocasión de la fiesta, se encontraban algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: — Señor, quisiéramos ver a Jesús. Felipe se lo dijo a Andrés, y los dos juntos se lo notificaron a Jesús”. (Jn 2:20-22)

14

enero

LA INTIMIDAD DE CADA PERSONA

Jesús estuvo en Jerusalén en tres ocasiones. En su tercera y última, mientras se celebraba la fiesta de la Pascua, muchas personas presenciaron sus milagros y creyeron en él. ¡Si hacía cosas tan extraordinarias, debía ser divino!

Jesús, se alegraba de los milagros que hacía por lo que representaban para la gente enferma y otros que sufrían tantos males en la ciudad, pero, ante la avalancha de nuevos creyentes, no le alegraba mucho. Esto le producía desconfianza.

Siendo que conocía tan bien a los seres humanos, ambiguos, ambivalentes y desconcertantes, no se fiaba de los que creían debido a sus milagros.

Y por desconfiar así, nadie necesitaba demostrarle nada bueno (ni siquiera creer) para ser objeto de su amor. Amaba a todos por igual, sin tener que confiar en ellos. Conocía, “la intimidad de cada persona.”

“Mientras Jesús permaneció en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, fueron muchos los que vieron los milagros que hacía, y creyeron en él. Pero Jesús no las tenía todas consigo, pues los conocía a todos perfectamente. Como tampoco necesitaba que nadie le informara sobre nadie, conociendo como conocía la intimidad de cada persona” (Jn 2:23-25)

15

enero

ENTRE EL RÍO Y EL DESIERTO

Después de que Juan bautizó a Jesús, “acto seguido”, como lo narra Marcos, el Espíritu lo condujo al desierto donde estaba Satanás (entonces se creía que era allá donde habitaba) quien lo puso a prueba por cuarenta días.

Después de subir del agua, descendió al desierto donde se confrontó, en su interioridad, con sus propias tentaciones y luchó contra ellas. A ambos lugares, al Jordán y al desierto, lo condujo el Espíritu.

El rito religioso, aunque valioso, por sí solo no es suficiente para descifrar, escudriñar y sanar las profundidades del alma humana. Más allá del agua (del bautismo) hay que cruzar el desierto, donde emergen las sombras y “se cruza Satanás”.

Entre el río y el desierto está el camino de la transformación. Porque religión, sin transformación, solo es ilusión.

“Acto seguido el Espíritu impulsó a Jesús a ir al desierto donde Satanás lo puso a prueba durante cuarenta días. Vivía entre animales salvajes y era atendido por los ángeles. Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea, a predicar la buena noticia de Dios. Decía: — El tiempo se ha cumplido y ya está cerca el reino de Dios. Conviértanse y crean en la buena noticia”. (Mr 1:12-15)

16

enero

TRANSFORMAR, TRANSTORNANDO

Juan el Bautista fue el encargado de anunciar la llegada de Jesús, el Mesías. Desde trescientos años atrás, no se escuchaba la voz de ningún profeta. Malaquías había sido el último.

Y Juan, al igual que Malaquías e Isaías, transmitió un mensaje de esperanza, en medio de las situaciones extremadamente difíciles que vivía la gente. Pero lo hizo, cual voz que irrumpe en medio del desierto. Un desierto social, político y religioso. El pueblo anhelaba la llegada de uno que gritara libertad. Y así lo hizo Juan, a quien los Evangelios lo comparan con Elías, por su mensaje y hasta por su manera de vestir (2 R 1:8).

La tarea de su vida, según Lucas, la había profetizado Isaías (Is 40:3-5). Igual que Jesús (Is 61:1-2). Ambos eran la respuesta que Dios ofrecía a las esperanzas reprimidas de Israel. En el caso del Bautista, Isaías había dicho que su misión sería la de trasformar, trastornando: enderezando los caminos torcidos, alisando las sendas escabrosas, rellenar los valles y nivelar las colinas. Es decir, arreglar lo desarreglado y desarreglar lo aparentemente arreglado. Como Jesús, transformar, trastornando.

“Corría el año quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio Pilato gobernaba en Judea; Herodes, en Galilea; su hermano Filipo, en Iturea y Troconítida, y Lisanias, en Abilene. Y Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes. Fue entonces cuando Dios habló en el desierto a Juan, el hijo de Zacarías. Comenzó Juan a recorrer las tierras ribereñas del Jordán proclamando un bautismo como signo de conversión para recibir el perdón de los pecados. Así estaba escrito en el libro del profeta Isaías: que los valles, que son planos,

Se oye una voz;

alguien clama en el desierto:

“¡Preparad el camino del Señor;

abrid sendas rectas para él!

¡Que se nivelen los barrancos

y se allanen las colinas y las lomas!

¡Que se enderecen los caminos sinuosos

y los ásperos se nivelen,

para que todo el mundo contemple

la salvación que Dios envía!”. (Lc 3:1-6)

17

enero

UNA VISITA EN LA NOCHE

Jesús recibió la visita inesperada de un miembro relevante del grupo de los fariseos. Por lo general, éstos se acercaban al Maestro con preguntas capciosas o para tenderle una trampa (Jn 8:6), pero no así Nicodemo.

Él le trajo preguntas honestas, nacidas en un corazón que buscaba respuestas distintas. Y Jesús se las ofrecido.

Nicodemo inició la conversación con palabras de admiración y elogio. También hizo una afirmación teológica poco común para un fariseo al asociar las acciones milagrosas de su interlocutor con la presencia de Dios.

Jesús, sin detenerse en los elogios, fue directo al tema del reino (su tema central) y le dijo que lo que necesitaba para alcanzarlo era nacer de nuevo. ¿Nacer de nuevo? ¿Eso es posible?

El proyecto del reino, lo supo Nicodemo esa noche, no se labra por completo con revoluciones sociales, ni reformas políticas, ni correcciones morales. Es más profundo. Se trata de un nacimiento del Espíritu. No le pertenece a la institución religiosa; es espiritual.

“Un miembro del partido de los fariseos, llamado Nicodemo, persona relevante entre los judíos, fue una noche a ver a Jesús y le dijo: — Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos; nadie, en efecto, puede realizar los milagros que tú haces si Dios no está con él. Jesús le respondió: — Pues yo te aseguro que solo el que nazca de nuevo podrá alcanzar el reino de Dios. Nicodemo repuso: — ¿Cómo es posible que alguien ya viejo vuelva a nacer? ¿Acaso puede volver a entrar en el seno materno para nacer de nuevo? Jesús le contestó: — Te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu. Lo que nace de la carne es carnal; lo que nace del Espíritu es espiritual. No te cause, pues, tanta sorpresa si te he dicho que ustedes deben nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu”. (Jn 3:1-8)

18

enero

UN SABIO INDOCTO

Nicodemo era un fariseo notable (Jn 3:1), como tal, un riguroso lector de las Escrituras y supuesto conocedor de los misterios de Dios. Por eso, resulta sugestivo que el Evangelio de Juan (especializado en asuntos del Espíritu) lo presente como una persona desconocedora de los rudimentos espirituales.

Se sorprende de que Jesús le haya hablado del nuevo nacimiento (Jn 3:3), piensa que se refiere a un nacimiento físico y considera imposible, como en efecto lo es, que una persona siendo vieja pueda entrar de nuevo en el vientre de su madre para volver a nacer (Jn 3:4).

Jesús, con paciencia de maestro y corazón de sabio, le explicó el significado simbólico (espiritual) de sus palabras. Nicodemo no demostró saber lo que Jesús le hablaba, pero reveló querer saber eso que desconocía. He ahí su grandeza, la que explica el interés de Jesús por él.

El que cree que sabe (saber carnal) no sabe hasta cuándo reconoce lo que no sabe (saber espiritual). Así actúa el reino, con sabios indoctos que reconocen su necesidad y se abren a la sabiduría del Espíritu.

“No te cause, pues, tanta sorpresa si te he dicho que ustedes deben nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu. Nicodemo preguntó: — ¿Cómo puede ser eso? Jesús le respondió: — ¡Cómo! ¿Tú eres maestro en Israel e ignoras estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto; con todo, ustedes rechazan nuestro testimonio. Si les hablo de cosas terrenas y no me creen, ¿cómo me creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, excepto el que bajó de allí, es decir, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto, para que todo el que crea en él tenga vida eterna”. (Jn 3:7-15)

19

enero

ETERNIDAD AHORA

En la parte final del dialogo entre Jesús y Nicodemo, hablaron sobre el alcance del amor de Dios, el significado de la entrega redentora del Hijo y la vida eterna. Ese amor, según las palabras de Jesús, alcanza a todo el mundo. Esto debió sorprender a Nicodemo porque en su partido de los fariseos pensaban, que Dios restringía su amor al Pueblo escogido.

En cuanto al envío del Hijo de Dios y su entrega, también tuvo que causarle admiración saber que su propósito no era condenar al mundo y dictar sentencia contra él.

La religiosidad popular pensaba que Dios demostraba su amor a su Pueblo castigando a los pueblos vecinos.

Y lo de la enseñanza sobre la vida eterna, Jesús hizo otra afirmación inesperada: que corresponde a cada persona decidir si la acoge o la rechaza. Cada cual toma esa decisión y no Dios. Cada uno vive según la luz que haya escogido para que lo ilumine.

La vida eterna consiste en vivir bajo la luz del Hijo y esa eternidad comienza aquí y ahora.

“Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna. Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo. El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala. En efecto, todos los que se comportan mal, detestan y rehúyen la luz, por miedo a que su conducta quede al descubierto. En cambio, los que actúan conforme a la verdad buscan la luz para que aparezca con toda claridad que es Dios quien inspira sus acciones”. (Jn 3:16-21)

20

enero

LUZ QUE REFRESCA LA VIDA

El diálogo entre Jesús y Nicodemo continuó más allá del tema del nuevo nacimiento. El Maestro le habló del amor y de la luz. Le dijo que el amor de Dios es inconmensurable y que él, como Hijo del Padre, era la luz que representaba ese amor.

Si lo de nacer de nuevo fue un misterio, lo del amor y la luz debió parecerle a Nicodemo un enigma aún más indescifrable.

Es fácil para la religiosidad tradicionalista comprender cuáles son las normas que hay que acatar y los jerarcas qué hay que obedecer, pero le es difícil acoger el don del amor y dejarse iluminar por la luz de la libertad.

Le sobran tradiciones, reglas y jerarquías, pero le falta el vigor de la nueva vida, la gracia del amor y la viveza de la luz. Y es esto lo que refresca la vida

“Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna. Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo. El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala. En efecto, todos los que se comportan mal, detestan y rehúyen la luz, por miedo a que su conducta quede al descubierto. En cambio, los que actúan conforme a la verdad buscan la luz para que aparezca con toda claridad que es Dios quien inspira sus acciones”. (Jn 3:16-21)

21

enero

AUTORIDAD AMOROSA QUE VIENE DEL CIELO

Ante tantas autoridades que se erigen como supremas (casi divinas), Jesús le aclara a sus discípulos que él, por venir de lo alto, las supera a todas. El, por ser amor y la luz que ilumina la vida, es la autoridad que la puede orientar.

Los discípulos, que estaban discutiendo quién era mayor entre Juan el Bautista y Jesús (Jn 3:22-30) fueron confrontados con su escala de autoridad: ¿quién es más que quien en esta vida? ¿a quién seguir y por qué seguirlo?

Jesús es el que “está por encima de todos” (Jn3:31). No es una autoridad arbitraria, ni arrogante, no se impone por la fuerza de la violencia, sino por la calidez del amor.

Cuando Jesús habla, entonces, es Dios quien se está expresando a través de él. Quienes lo escuchan deben decidir si lo acogen o si, por el contrario, sigue aferrado a las autoridades de siempre. De eso depende su libertad, su vida plena (vida eterna).

“El que viene de lo alto está por encima de todos. El que tiene su origen en la tierra es terreno y habla de las cosas de la tierra; el que viene del cielo está por encima de todos y da testimonio de lo que ha visto y oído; sin embargo, nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio reconoce que Dios dice la verdad. Porque, cuando habla aquel a quien Dios ha enviado, es Dios mismo quien habla, ya que Dios le ha comunicado plenamente su Espíritu. El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero quien no cree en él, no experimentará esa vida, sino que está bajo el peso de la ira de Dios”. (Jn 3:31-36)

22

enero

EXCLUSIVISMOS VIOLENTOS

Saberse elegido por Dios, conlleva el riesgo de sentirse exclusivo y con el derecho a mirar a los demás (a los que no fueron elegidos), con desdén y desprecio. Jesús quiso corregir ese error mostrando que cuando Dios eligió a su pueblo, lo hizo para universalizar su amor. Este fue, por ejemplo, el caso de Abraham, elegido para que, por medio suyo, fueran “bendecidas todas las familias de la tierra” (Gn 12:3).

Para acentuar esa lección, Jesús recordó dos casos de la historia de su pueblo: en tiempos de Elías, en medio de una hambruna, aunque había muchas viudas pasando necesidades en Israel, el profeta fue enviado por Dios para hacer un milagro a una extranjera, que vivía en Sarepta. Y en tiempos de Eliseo pasó algo similar, aunque había muchos enfermos de lepra en Israel, ninguno fue sanado, sino Naamán, que era sirio.

Quienes escucharon esto, se enfurecieron tanto con Jesús, que lo expulsaron del pueblo e intentaron matarlo. La religión nacionalista, así como toda fe que se siente poseedora única de la verdad divina puede tornarse inhumana y violenta. Por eso, Jesús prefirió pasar por en medio de ellos e irse lejos, donde no corriera tantos peligros.

“Pues bien, les aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su propia tierra. No cabe duda de que en tiempos de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, de manera que hubo una gran hambre en toda la tierra, muchas viudas vivían en Israel. Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una viuda de Sarepta, en los alrededores de Sidón. Así mismo, había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio». Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron. Se levantaron, lo expulsaron del pueblo y lo llevaron hasta la cumbre de la colina sobre la que estaba construido el pueblo, para tirarlo por el precipicio. Pero él pasó por en medio de ellos y se fue”. (