El Hombre en la Ira - Jorgelina Ester Rodriguez - E-Book

El Hombre en la Ira E-Book

Jorgelina Ester Rodriguez

0,0
10,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

El Hombre en la Ira 2024 es una exploración desgarradora pero real de la sociedad contemporánea: las sombras de la locura, la violencia y el desamor se entrelazan en la vida cotidiana. A través de cuentos reflexivos, Jorgelina Ester Rodriguez teje un tapiz complejo de emociones y reflexiones sobre la pérdida de humanidad en un mundo plagado de crisis. Esta obra invita al lector a cuestionar la realidad, el amor, y la posibilidad de redención en un entorno cada vez más alienante que desapega al ser en dicotomías relevantes. La inexistencia del otro, nuestro alter ego nos convierte en máquinas del deber donde la humanidad se evapora en la ira. Las emociones arrastran al hombre y es dominado por ellas. Desde este descontrol las masas son doblegadas. ¿Por qué las emociones predominan en todo el mundo en tiempos de crisis? Pensar demasiado en el ego nos hace ello: animales sin políticas. ¿La tienes, es decir, piensas sin ser un arte facto? El arte facto es hecho con arte; o sea, aún pensantes. Este libro está plagado de acciones donde los protagonistas representan a las sociedades en la Era del Miedo.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 116

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Jorgelina Ester Rodriguez

El Hombre en la Ira

Rodriguez, Jorgelina Ester El Hombre en la Ira / Jorgelina Ester Rodriguez. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4902-0

1. Cuentos. I. Título. CDD A860

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice

CAP. I – Pasaje pan

CAP. II – La rabia

CAP. III – Hécate. La violación

CAP. IV – Chi Kung – La historia de los opuestos

CAP. V – Las maldiciones

CAP. VI – El desamor es política

CAP. VII – Guerras de arcángeles comienzan en 2024

Parte I

Parte II: “Arcángeles”

Parte III: “El hartazgo”

Parte IV: “El Arcángel”

Parte V: “Los imposibles”

Parte VI: “El portal”

Parte VII: “Las heridas”

Parte VIII: “Las Plagas”

Parte IX: “El beso”

Parte X: “Los ejércitos”

Parte XI: “El Calvario”

Parte XII: “Luego del desierto”

CAP. VIII – Cartas sentenciadas

Doy gracias a todo Ser que piense y se piense.

Ellos nos hacen (pares) en espejos

Los mismos pueden ser deformes según las subjetividades que penden de hilo fino entre la pérdida del equilibrio y la frustración surge la Ira.

Especial dedicatoria la psicóloga de la justicia, dueña de los pájaros y amiga Silvia Fantón.

A la memoria de mis padres María Ester Lo Tufo quien hacía de las crueldades pura belleza y mi padre Juan Carlos Rodríguez Liñán, el gigante de los reinos. La ley con la palabra siempre certera y el amor para la comprensión.

Obra modificada por editores argentinos.

Diseño de tapa autora Remedios Varo.

Contratapa diseño de anthony watson.

Introducción

Estos cuentos han sido escritos desde la observación de lo social e individual que nos transversaliza; ello nos hace sujetos del deseo.

La amenaza constante en el mundo que hemos destruido conlleva que el Ser pierda su esencia: humanidad. Emerge la Ira y la respiración se desnaturaliza puesto que es el tiempo sin Tiempo.

Las sombras aparecen aquí repetidas en diferentes expresiones.

Exacerbadas de la locura que nos hace ser para la muerte y no para entendernos como un punto finito desde el cual trascendemos en tres generaciones como máximo.

Una nada en el universo de estrellas que iluminan millones de años.

La agresividad desde el COVID se ha acrecentado y este año los grandes y pequeños mandatarios han impuesto sus dogmas a nivel mundial.

El otro mi semejante, ya no lo es como tal; se ha convertido en un posible enemigo.

La posibilidad de ello conlleva a la pérdida de valores.

¿Qué es el amor?

Besarse los propios labios, diría Sigmund Freud en referencia al narcisismo.

Existen señales a nivel mundial en la Naturaleza. La misma ya no resiste el odio, la codicia, la falta de principios y como en varias anunciaciones desde el Padre Pío estamos frente a diferentes cataclismos, Naturales, sociales y políticos.

Han comenzado. Pensar que el hombre/mujer o al revés no somos animales políticos es creernos animales.

La política es natural del habla ser. No lo es el desastre que se hace con ella.

Rosario, Santa Fe, Argentina es consecuencia de mandatarios de Buenos Aires. Pregunta inaudible– ¿Las provincias son federales? ; Europa es ya parte de un caos. El monstruo del norte nuestra moneda. La frustración ha existido desde comienzo de siglo pasado.

La frustración aparece debido a que basamos nuestras vidas en el futuro y el presente es evanescente, ello implica estamos en un mundo interno que no es el nuestro. El hoy es lo único que existe.

La mixtura ecléctica con Japón, Madrid, Italia se reflejan aquí con las formas de extradiciones. Ahora 2024 con el desapego a lo que nunca ha sido nuestro; el amor a la patria.

¿De qué Patria se habla cuando es República? Aquí hago hincapié en Argentina.

El odio crece y es el Big Bang de la nueva era. ¿A quién se dirige ese odio?

Usted que trabaja: ¿se conforma con la vorágine de no pensarse?

Libro lleno de las muertes y asesinatos, amores imposibles y el dolor de existir sin el actuar.

A veces veo a través de mi ventana y miro los árboles.

Ellos me hablan de otras vidas. Embelesa saber que sus años los vuelven cada vez más fuertes y suntuosos y han oído cada quejido de generaciones: distintas clases de opresiones de la mujer y del hombre en la impotencia; guerras: algunas silenciosas como las que vivimos y ellos los seres verdes se perpetúan y se avisan de enemigos parásitos o depredadores con el objetivo de hacerse más fuertes

La perpetuación de la especie es la vida no se encuentra en el hombre.

La transmisión sin palabras es perfecta. Una inteligencia apenas descifrable.

Algo de mí se escabulle de esta realidad. Es ingenuo pensar existe una.

Son los ángeles y veo las luces y sus figuras sin cuerpo en el quehacer diario.

San Miguel Arcángel dio muerte al dragón del demonio. En occidente el dragón es considerado signo de maldad mientras que en Oriente es emblema de sabiduría. El 2024 es el año del dragón y las pandemias según vislumbro aparecerán nuevamente.

Este es una parte inconsciente que llevamos dentro.

Los serafines gobiernan las naciones y las han abandonado.

Esperad: algo o alguien me llama y no es la explicación del chi (energía, fuerza vital) de unos de los cuentos sino otro estado de consciencia: alterno y paralelo a la verdadera historia.

Ese estado es volver a ser humanos.

¿Vienes? Aquí encontrarás el espejo imaginario actual.

Son cuentos del ser acorralado. Da las llaves para evadirse de tal estado.

La inhibición, el síntoma y la angustia: en palabras freudianas: “La muerte del deseo”

La ira surge de la locura de una sociedad que viene con enfermedades desde hace siglos. En este año las subjetividades que no han echado sus raíces se arman más crueles y son expuestas sin tapujos como un mal de este siglo con la aparición de gobernantes que más que padres son el anti –cristo.

Saltar y aventurarse es la búsqueda.

Al fin y en un principio es única forma de ser libres sin dependencia de los demás. .

Jorgelina E. Rodríguez

CAP. I

PASAJE PAN

El hombre obeso buscaba bajar de peso de forma mágica.

Fabio Decart provenía de una familia poderosa económicamente.

Su aburrimiento es comparable a alguien que besa sus labios resecos sin saliva.

Buscó a médicos quienes derivaban a endocrinólogos y estos a nutricionistas.

Todo sin éxito debido a que Fabio era incapaz de seguir un plan de alimentos

y ejercicios.

La falta de metodología se debía a su padre y madre.

Alarcón su padre, hombre francés y ordinario; solo gritaba y sus gritos a Ana Debod su esposa y madre de Fabio, y a quien se le dibujaba una sonrisa en su boca delgada de mujer que hacía y destruía a su forma todo el mundo que reconstruía a su alrededor.

En verdad a su esposo lo veía como a un ser elemental y fuera de su Francia natal. Lo único que compartía era a su hijo. No deseado por Ana ya que quedó embarazada a los diecinueve años y vio truncada su carrera. Nunca supo qué estudiaría empero alguien y por ende iba a trascender. Olvidaba que todos somos con luces o sombras y siempre es una mixtura de ambas.

Su imaginario.

De esta manera Alarcón se convirtió en un puente entre lo que desea alcanzar; dinero y estatus y su miseria psicológica.

Fabio terminó el colegio secundario con aportes de la curtiembre de su padre...

Desde niño se sintió a menos que otros. Los demás siempre mejores en su mente que su ser sin sentido –según sus padres.

Luego de sus largas travesías de médicos concurrió a un psicólogo. Evaristo De la Pierre. Un hombre de cincuenta años con barba larga. “Detrás de una barba siempre se esconde algo” pensó Fabio.

—Disculpe señor Fabio Decart; ¿cuántos kilos está pesando y dígame su edad? –y una mueca de su boca se generó de forma espontánea.

—Peso 130 kilos y tengo 33 años. Vivo con mis padres. Trabajo con Alarcón.

—¿Quién es Alarcón?

—Mi padre... o algo así; una bestia que grita y mi cabeza da vueltas. Mi madre se sonríe...

—Usted ¿qué piensa de ello? –inquirió y sus ojos brillaban como una hiena a punto de cazar a su presa.

—No me han querido jamás. Mi madre no come y ello me traspasa el alma. Es costumbre comer en casa juntos. Ella revuelve la comida en el plato y ve cómo mi padre traga todo lo que encuentra. Él se queja siempre de la comida. Yo como sin gusto, pero no levanto vista del plato. Tengo siempre sensación de no haber empezado a comer. Es que no se callan... jamás y en extremo un plato de comida es la guerra de las formas de desunión.

—¿Ha ido a médicos? –un crujir de aleteos y gritos se escuchó. El psicólogo Evaristo tosió de sus ojos lágrimas.

“Existe algo extraño aquí” –se dijo Fabio– y el color de piel blanco se tornó colorado.

—Doctor: ¿escuchó un aleteo de pájaros? –indagó con miedo.

—Lo veré en la próxima sesión a las 18 horas como hoy; pero antes le haré una serie de preguntas y trate de responder sin vacilaciones es un ping–pon que servirá para su cura, aunque desde ya le digo que usted es una mesa a la cual le falta una pata y la misma no se puede recrear sino por suplencia. En otros términos, usted es un enfermo crónico que puede mejorar, pero “la cura es imposible”. Comienzo con preguntas, trate de no pensar sus respuestas: Fabio: ¿a qué edad comenzó a comer sin textura, olores ni preferencias?

—Desde que mi memoria lo recuerda es un río que con agua estancada permanece en el mismo sitio.

—¿Ama a sus padres?

Fabio titubeó, rascó su mentón y respondió:

—¿Qué es el amor? Acaso es servidumbre, un ogro a quien no se puede cuestionar. Mi madre la fina señora Ana Debot optó por la guerra fría ante la brutalidad de la “Bestia”; mi padre.

Mi padre Alarcón posee dinero y saliva y se le cae baba cuando sin gusto como yo traga. No creo en el amor ni en el odio. No existe un porvenir ni Tierra donde anclar ni cielo en que creer. Ni lo bueno ni lo malo.

—¿A qué le teme? –la mirada ya no eran solo los ojos de Evaristo se tornaron en deseo de captar de forma absoluta las palabras de Fabio. En su reminiscencia de niño gordo y una herida narcisista que jamás pudo subsanar tocaba la mente suya a través de la Fabio.

Evaristo tras trágica muerte de sus padres en un accidente automovilístico que fue estudiado por la policía durante años puesto que el auto no tenía pastillas de frenos e iban a una fiesta empresarial.

Ángel Dupont su padre era abogado y estaba por expandir su bufete con una marca internacional.

Su madre Alicia; bella mujer si existe la belleza, se hizo alcohólica y su nostalgia de un narcisismo que en ella era Ego, confundía su yo pasado en donde el valle de Afrodita era su morada y el de Artemisa en guerra con todo aquello que la hería en guerra incluso con los suyos.

Su hijo Evaristo dejó en su vientre una cicatriz por cesárea que debieron hacerle para salvar su vida y la de su niño.

Ese instante, la vida entera puede transformarse en unos segundos, en la pérdida del sentido de la vida.

Evaristo quiere encontrar solución a problemática de Fabio y al suyo propio...

—Prosigamos Fabio: ¿qué sacrificio estaría dispuesto para extraer su mal?

—Cualesquiera. Deseo no ser como mis padres. Le pregunto doctor por tercera vez yo escucho aves ¿qué son?

—Su imaginación. No hay aves aquí.

—¿Qué es el dolor para usted?

—No existe Evaristo –disculpe que lo he tuteado– es que siento que lo conozco de toda la vida. El dolor es mi existencia miserable. El físico se puede dominar mi mente genera dolor al observar la realidad.

—No tiene importancia que me tutee. ¿Usted siente que la raíz de sus problemas es la gordura?

—Es el fantasma que me hace presentarme como indeseable, vulnerable y sin carácter. Sea o no verdad mi obesidad me hace sentir un hombre sin unidad entre mente y cuerpo.

—El vacío es necesario para poder llenarse. Empero estar todo el tiempo lleno y aquí subrayo no es solo la comida sino el deseo por vivir.

Déjeme decirle que este tratamiento es costoso y sentirá dolor. Al fin en esta época la belleza es todo. Lo espero mañana a la misma hora y avise en su casa que faltará una semana.

Evaristo tras dos horas de entrevista se levantó del lúgubre sillón y acompañó a Fabio hasta la puerta de aquella casa atemporal por su diseño y fusión de lo antiguo con un modernismo extraño de escaleras y cúpula en el living. La misma tenía un vitraux realizado con colores azules y negros en donde estaba dibujada una mariposa que mostraba estar atrapada desde su cabeza.

La forma de gran precisión, pero estática.

A Fabio también le llamó la atención, pero refirió callar.

Cuando se estrechan las manos Fabio se percató de que Evaristo tenía las manos mojadas.

Fabio caminó hasta su casa. Su mente era un torbellino y la furia lo dominaba. Veía el parque que debía atravesar con colores irreales.

Todo en blanco negro; dejó de ver colores.

De un árbol de incienso colgaba un mono que quiso treparse en sus espaldas. Corrió espantado a su casa.

El olor a comida que preparaba Ana se sentía desde la esquina. Se sientan como de costumbre alrededor de la mesa.

Un cerdo dorado con mostaza con clavos de olor adornado con frutas y color verde de albahaca, una gigante ensalada con quesos, manzanas, tréboles, hojas de rosas, apio y rodajas de limones hacían de los sentidos una fiesta. Papas doradas y perfectas en tamaño, color y sabor y allí estaba Alarcón en la punta de la mesa.

—Has faltado a la curtiembre: ello no es de hombre –sentenció Alarcón.

—Sabías padre que hoy debía asistir al psicólogo.

—Supongo ya estarás curado –dijo de forma burlona el padre del dolor.

—No seas así interrumpe Ana; empecemos a comer.